Vittorio Solderini

-Nombre del Personaje-
Vittorio Solderini

-Edad-
22

-Especie-
Humano

-Tipo y Clase Social-
Extranjero - Cortesano/Clase baja

-Orientación Sexual-
Bisexual, suke.

-Lugar de Origen-
Verona-Italia

-Fisicamente es-

De cabello rubio oscuro y ojos azules, su nariz es ligeramente larga desembocando en
una boca carnosa. Pómulos marcados, barbilla fina, en conjunto posee un rostro
atractivo. Tiene una pequeña cicatriz en la mejilla fruto de reyertas pasadas.
Físicamente esta bien proporcionado teniendo el vientre suavemente marcado por
abdominales, estrecha cintura y nalgas firmes. Su altura ronda por el metro ochenta.

Spoiler:

-Psicologicamente es-

Es un hombre encantador que sabe guardar las apariencias con
quien le conviene. Entusiasta ambicioso, llegando a ser frio y calculador a la hora de
conseguir algo. Inteligente, astuto y poseedor de gran cultura. Pasional como el que
mas y servicial cuando le late serlo o cuando esta obligado a ello. Su psicología esta
bien marcada por un profundo sentimiento anti-cristiano y alardea de revolcarse en
todos los pecados capitales que pueda. En esas ocasiones muestra su mayor cinismo y
acidez. No cree en la bondad humana, ni en el amor injustificado, sentimientos que el
no ha experimentado caudalosamente y por lo que cree que no existen. Piensa de un modo
ciertamente maquiavélico, "El fin siempre justifica los medios". Tiene su propia
filosofía, el mas fuerte vive y el mas débil muere, es por ello que día tras día trata
de ser mas fuerte en todos los aspectos... y si tiene que avasallar a alguien por ello,
quizás ni dude en hacerlo. Mas no todo son sentimientos negativos, es galante y
halagador, sin tener problema alguno en sincerarse con alguien, ni mucha vergüenza por
ello tampoco.

-Historia de un trotamundos-

Como muchos niños abandonados fue criado en una parroquia en donde monjas y curas
convivían sirviendo a su Dios todo poderoso. A medida que fue creciendo gozo del
privilegio de no ser mandado a trabajar como aprendiz con los deshollinadores, siendo
básicamente lo que le ocurría a los demás pequeños que vivían con estos personajes
religiosos. Sus compañeros acababan contrayendo asma a causa de las cenizas que tenían
que limpiar de las chimeneas y muchos morían muy jóvenes. Fue su hermoso rostro lo que
lo libro de tan cruento destino. Lo educaron en la religión con la idea de que se
ordenara sacerdote en cuanto fuera más racional. Vittorio pronto comprendió el concepto
de hipocresía. La religión condenaba el pecado de la lujuria...¿Entonces por que el
sacerdote se colaba en la habitación de Vittorio por las noches y lo tocaba con tanta
vehemencia? Por muchas noches Vittorio no dijo nada, aunque ciertas cosas que le hacían le
eran incomodas y dolorosas, creyó la mentira que el hombre le contaba, su moral estaba
aun muy moldeable y era fácilmente manipulable. Bajo las premisas amenazadoras de aquel
sacerdote de falsa moral comprendió que estaba atrapado y que nadie creería su
testimonio, seguramente las monjas lo cubrirían y así sucedió.

Conforme el cuerpo de Vittorio crecía, también lo hacia su mente bien culta por las
estrictas enseñanzas que ahí se le daban. El odio, un sentimiento latente pero nunca
encontrado comenzó a surgir. Un odio disimulado hacia una iglesia que cuyas premisas
día tras día le iban decepcionando. Tras las paredes del convento podía ver todos los
pecados que se condenaban, cometidos bajo un velo de silencio absoluto. Decidiendo que
esta no era la vida que quería y que no podía soportar más esa doble moral, rápidamente
busco escaparse de allí. Y tras varios intentos frustrados, con solo 15 años de edad se
marchó, eso si, se llevo consigo varias reliquias de gran valor que mas tarde vendría
para pagar sus primeros años de vida bohemia en las calles Verona.

Fue así como su autentico viaje comenzó. Por un tiempo pudo rentar una pequeña
habitación y trato de buscarse un empleo que pudiera mantenerlo desesperadamente.
Deambulando por allí y por allá hizo amistad con un viejo violinista que tocaba en la
calle con la única contribución de unas pocas monedas. Aquel instrumento llamó
poderosamente su atención, no solo el sonido que emitía si no como se ejecutaba para
conseguirlo. Visito mas seguido a aquel hombre hasta que este murió a consecuencia de
las inclemencias nocturnas del tiempo. La tristeza que sintió con su amigo no impidió
que tomara aquel violín para si y pronto, ayudándose de algunos libros, de forma
básicamente autodidacta comenzó a tocar. Acabó ocupando el puesto de aquel viejo
violinista. Su bonito rostro le procuraba mas propinas y mucha mas admiración, al
contrario que aquel viejo, Vittorio llevaba ropas limpias, en buen estado y su aspecto
siempre era pulcro. Despertó el interés de un Lord que por la calle paseaba el cual lo
invitó, fascinado por el arte que tenia en los dedos el chiquillo, a su hacienda. Fue
entonces cuando tuvo su primera y verdadera experiencia sexual, abrumado por el vino y
por las manos de un hombre que tocaban incluso mas allá que aquel cura, aun cuando se
encontraba reticente por los negativos sentimientos que este último le había dejado.

Esa noche se repitió varias veces al punto que Vittorio acabó viviendo bajo la protección
del Lord, como aprendiz suyo. Hasta ahora Vittorio sabia de la mujer muy poco, las que
había conocido ocultaban su figura tras telas vaporosas y castas, mas al ver a la hija
primogénita del Lord, Andrea, su lado más masculino despertó. También lo hizo así su
corazón. Se enamoro perdido de esa joven de curvas sinuosas y mirada celeste de tal
forma que hasta que la hizo suya no cesó. Por un descuido de ambos, fue descubierto por
el Lord, mientras fornicaba con su hija en los establos de este. Su cólera estallo de
tal forma que prácticamente echó a patadas al joven de su hacienda. Su sueño
aristocrático acaba ahí, mas una sensación despierta en el, sentía como que su lugar
era ese, las clases altas. Surge así su desesperado intento por saber de su
procedencia, ¿Quien era su madre? ¿Su padre?.

Los meses siguientes se los pasara buscando sus verdaderos apellidos, pero para eso
tiene que volver al monasterio. De tripas corazón, va hasta allí y consigue mediante
sus encantos que una de las monjas de allí le consiga cualquier pertenecía personal que
este pudiera llevar consigo a la hora de que lo abandonasen. Lo único que encuentra es
un apellido: Solderini. Su verdadera búsqueda empieza ahí. Hacienda por hacienda,
mansión por mansión, va preguntando. La búsqueda lo sobrelleva, lo cansa y casi
abandona antes de tiempo. Solo una mas, piensa y justo llega a su destino. Antes de
entrar merodea por la hacienda observando, encontrándose con su madre, pues el parecido
era más que evidente, jugando muy amorosa con un niño de escasa edad. Su corazón se
resiente, muchos sentimientos encontrados, algunos muy nuevos para el. Dolor, tristeza,
resentimiento, anhelo... se pregunta por que el no pudo ser aquel niño, por que ella no
lo quería...pero todas esas preguntas mueren en el momento en el que decide marcharse.
No tiene el valor de preguntar. Su viaje continua y harto de su bohemia vida que no lo
conduce a nada decide emigrar de Italia, también a causa de las guerras que se están
llevando por todo el país. Su destino es ahora Paris, Francia; en donde rápidamente
encuentra un singular trabajo como cortesano en el burdel más famoso de la ciudad.

-Datos Extras-

-Escribe un diario personal en donde plasma sus impresiones, sus pensamientos,
preocupaciones...a modo de carta.
-Sueña con ser un violinista de renombre y tocar frente a la realeza francesa.