¿Y a ti quién te dijo que el Diablo era hombre?

por **Delilah Blackheart** Miér Mayo 11, 2011 7:05 pm

□■ Edad □■
532 años, aparentando 16 años
■□ Especie ■□
Vampiro
□■ Tipo y Clase Social □■
Clase alta
■□ Orientación Sexual ■□
Heterosexual
□■ Lugar de Origen □■
Londres, Inglaterra
■□ Fecha de Muerte ■□
13 de enero de 1268
□■ Habilidad/Poder □■
. Agilidad y reflejos sobrehumanos .
. Sentidos aumentados .
. Telepatía .
. Sanación acelerada .
. Infringir dolor por medio de la mente .

□■ Descripción Física □■
Un cuerpo eternamente pausado a la tierna edad de 16 años, cabello rubio como un reflejo de aquel sol que se volvió prohibido, largo, liso, sedoso, siempre arreglado. Ojos que han visto un sinfín de cosas y que han decidido olvidar oras tantas, teñidos de un intenso color azul que los hace brillar con una chispa de maldad permanente. Ojos que con el gesto adecuado pueden hacer que hasta el más rudo salga corriendo a refugiarse, que con otro gesto concreto pueden mostrar sed insaciable de sangre y con otro más pueden expresar incluso simpatía y cariño, si corres con mucha suerte. Piel pálida y perfecta, como diseñada especialmente para impresionar, labios carmesí que resaltan contra el lienzo que es su rostro, como si la sangre de la que se ha alimentado los últimos cientos de años hubiera dejado débiles trazos de color rojo hasta colorearlos del mismo color. Delgada y frágil aunque sólo en apariencia, no demasiado alta ni tampoco con demasiadas curvas, cosa que de cuando en cuando la acompleja en serio, se parece más a una niña que a una vampiresa que ha vivido tanto tiempo.

Spoiler:

□■ Descripción Psicológica □■
De apariencia delicada, lo que tiene de angelical físicamente, lo contrarresta con su forma de ser: arrogante, caprichosa, posesiva, egoista, malhumorada, indiferente con todo aquel que no sea lo suficientemente bueno en su estricto rango de aceptación, celosa con sus pertenencias que pueden ir desde una joya hasta el humano poseedor de sangre sabrosa corriendo por sus venas, pasando por cualquiera que en caso de correr con suerte pueda despertar en ella el sentimiento de amor verdadero que se esconde entre capas y capas de crueldad desmedida. A su forma de ver las cosas, todo el mundo es desechable, intercambiable y sustituible, excepto ella. Odia que la toquen porque se contamina, odia a los licántropos porque siempre quieren estar peleando y odia a las chicas rubias porque siempre son las que arman más escándalo cuando ella tiene hambre. Es una chica lista porque uno no sobrevive tantos años como inmortal siendo estúpido, sabe que nadie se quedará a su lado por mucho que lo intente y ella lo prefiere así, le gusta ver llorar a la gente y escoge sus relaciones con mucho cuidado.

□■ Historia □■

Londres, 1252
Marguerite Lancaster

Erase una vez, una princesa que nunca fue una princesa. Nació junto al príncipe de la casa Lancaster siendo éste su mellizo y en el momento en que salió del vientre de su madre la marcaron de por vida con el segundo lugar en todo aun cuando había sido la primera en nacer. Aun así sus padres siempre dijeron que el primogénito era Michael, para que tuviera todos los privilegios que eso conllevaba. Marguerite por su lado no sólo fue la niña de la ecuación, destinada a aprender solamente para poder ser una buena esposa algún día, sino también enfermiza y débil por lo que pronto pasó al olvido de sus padres. El único que le ponía un poco de atención era su hermano, le trataba como merecía, le llevaba dulces y golosinas de la cocina cuando los sirvientes se los daban a él solamente, le leía cuentos a escondidas y evitaba que la furia de su padre se desatara contra la pobre niña que deambulaba por la casa como un fantasma. Sus buenos tratos derivaron en un sentimiento más profundo que el que trae consigo ser mellizos, ella sabía cuando él se lastimaba, cuando él estaba triste, cuando él quería estar con ella, era una especie de punzada justo en el corazón que le hacía sangrar un poco cada vez. Derivó en una especie de enamoramiento más allá del lazo de sangre. Enamoramiento que ella cultivó y trató de engrandecer, trató de que él sintiera lo mismo por ella pero nunca lo logró y si lo hizo, él nunca demostró nada.

París, 1260
Elysee De Vere

La familia pronto se vio en dificultades económicas, parte por la irresponsabilidad del padre, parte porque sus fraudes no iban a llegar demasiado lejos, la solución era obvia, vender lo que tenían que les pudiera dar un respiro. Así fue como Marguerite fue vendida al mejor postor, una familia que no podía tener hijos y que la adoptó como propia. La despedida fue fría, unas palmaditas en la espalda, un par de sonrisas, media lágrima derramada por su hermano a quien ella amaba con todo el corazón y quien la despreciaba simplemente por ya no ser la niña qe era antes, y una promesa de escribirle cartas que nunca fueron recibidas. Así fue como Marguerite Lancaster se convirtió en Elysee De Vere.

Pero sus padres la habían subestimado, Marguerite no se había ido así como así, había visto cómo su hermano se alejaba de ella y se prometió a sí misma que nunca dejaría que nadie lo tuviera si ella no podía hacerlo, así también se llevó consigo una espía, o al menos la promesa de una. Una de las sirvientas en la casa que si cumplió con la promesa de escribirle cualquier detalle que ocurriera con la familia. Se sentía traicionada, se sentía utilizada y se sentía no querida por esa familia que se suponía debía protegerla, amarla y apoyarla para siempre, y por su culpa comenzó a crecer un rencor profundo en el fondo de su corazón, manchando éste con una marca negra, oscura y que se iba agrandando conforme el tiempo iba pasando.

Los De Vere representaron los padres que ella nunca tuvo pero por debajo del agua seguía espiando a los Lancaster, supo de buena fuente que el padre había perdido todo de nuevo y que se mantenía solamente de apariencias, supo que tuvo que vender muebles y tapices y pinturas y vestidos y un montón de cosas más para seguir pagando la educación prestigiosa de Michael, supo que habían comprometido a Michael con una baronesa, condesa, princesa, bla bla para subir el estatus de la familia. No iba a quedarse así.

París, 1263
Donovan Harlow

A los once años fue comprometida con el conde Donovan Harlow y la boda se realizó poco tiempo después, justo cuando descubrió que Michael también estaba casado. La boda fue enorme, sus padres adoptivos lloraron, la abrazaron y la enviaron a vivir con un desconocido. Lo había visto unas veces pero nunca había tenido la oportunidad de hablar con él, de saber cuáles eran sus ambiciones, sus deseos, sus gustos, nunca tuvo la oportunidad de que cualquier sentimiento por él creciera dentro de ella opacando la mancha oscura que ya era su corazón así que todo eso estaba destinado al fracaso. La relación entre ellos era distante, tan distante que ni siquiera se tomaban de las manos cuando salían a pasear, Elysee, Marguerite, la princesa del cuento, odiaba a su marido más que a nadie en la vida, más que a los padres que la vendieron, al hermano que la abandonó y nunca la rescató, que a sus padres adoptivos que también la habían vendido y que a ella misma que nunca había podido ser nadie más que lo que los demás querían que fuera. Lo odiaba porque era su dueño y porque él lo sabía y hacía lo posible por demostrarlo frente a cualquiera que se lo preguntara. Una gota más al oscuro corazón que ya supuraba rencor.

París, 1265
Damien Burgundy

Trece años y el infierno se desató, muchas cosas pasaron al mismo tiempo. Donovan llevaba ya un buen tiempo intentando tener descendencia y no lo había logrado, mientras que tenía muchos bastardos corriendo por ahí, todavía no tenía el primogénito que necesitaba para que la gente dejara de susurrar a sus espaldas, se quejó con sus padres que al mismo tiempo se quejaron con los De Vere llamando a Elysee "defectuosa" Como cualquier producto defectuoso regresó a su productor, o en este caso, a sus padres adoptivos. Todo esto le hizo una herida mucho más grande de la que esperaba, ella no era defectuosa, era perfecta, ellos tenían la culpa de todo pero aun cuando todos los demás fueran culpables, ella no pudo hacer nada y se recluyó en su casa sin salir, sin dar la cara, sin querer ni siquiera comer. Fue cuando conoció a Damien Burgundy, su creador.

Atractivo y atrayente llegó a su ventana en un momento de desesperación. Elysee estaba cortándose el cabello en un arrebato de ira y desesperación y él vino a salvar el momento, le quitó las tijeras de las manos y la sostuvo en sus brazos hasta que los sollozos que la hacían convulsionar se hicieron cada vez más imperceptibles.

-Soy defectuosa
-No, no lo eres, ¿Cómo te llamas?
-.Marguerite, Elysee, a saber...

Una sonrisa apareció en los labios del vampiro, sabía todo lo que pasaba, había recorrido los recuerdos de esa mente adolescente en un segundo y sabía que ella lo necesitaba. Su ataque de asma se hizo más notorio y él la tranquilizó haciéndole una promesa que no tardaría en cumplir.

-Si algún día quieres volver a verme sólo di mi nombre que yo te escucharé.
-¿En serio?, ¿Y algún día podré ser perfecta como tu?
-Cuando quieras

París, 1268
Delilah Blackheart

Esa promesa tardó tres años en hacerse real, ella estaba por morir de un ataque de asma mal cuidado y en el último respiro llamó a Damien, él hizo su trabajo y la acogió en sus brazos dándole un nuevo nombre: Delilah Blackheart.

Después fue tiempo de la venganza, mató a sus dos padres, a sus dos madres, a la esposa e hijos de su hermano, al que había sido su esposo y a todos los que se le pusieron en medio. Dejó al final a su hermano a quien mató con la peor saña posible y cuando tanto Damien como ella estaban viendo el estropicio, la habitación llena de sangre por todos lados y su hermano muerto en el medio, desmembrado y con los ojos vacíos sólo pudo decir una cosa.

"Si eso le hice al hombre que amé, imagina lo que le puedo hacer a los que me importan un carajo"

por **Nigel Quartermane** Jue Mayo 12, 2011 3:04 am

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Re: ¿Y a ti quién te dijo que el Diablo era hombre?