Un paseo a caballo. (Libre)

por Invitado Mar Jun 08, 2010 10:28 am

Con un golpe seco de talones, el caballo se puso a trotar rápidamente. Podía sentir el aire fresco chocando contra su cara y notar como el cabello se liberaba de su exquisito peinado. Era uno de sus momentos favoritos del día, poder alejarse de la mansión y practicar equitación. Ha sido siempre una de sus aficiones favoritas, incluso cuando el señor Leroux mandaba a la criada dejarle sin comer todo un día, por realizar una mala ejecución de un salto.

Sin embargo ahora no estaba el señor Leroux, y Michel disfrutaba corriendo a través del campo, que a esas horas, rozando el atardecer, casi nadie se encontraba tan lejos de la ciudad. No se encontraría con indeseables que echasen a perder su rato libre.

Michel paró de golpe el caballo, levándolo hacía una fuente dónde lo ató con las riendas. Después de beber con ansiedad de la fuente, dió un par de golpecitos al lomo del caballo y se sentó en un árbol cercano.

por Invitado Mar Jun 08, 2010 2:52 pm

La oscuridad se había apoderado ya de casi todos los rincones de París, no habiendo más luz que la de unas pequeñas lámparas de aceite que iluminaban, con su tenue lumbre, algunas entradas a viviendas o negocios. Ya casi nadie paseaba por las calles, a excepción de las jóvenes muchachas que se dirigían a algún burdel con uno o varios viejos ricachones necesitados.
A las afueras de la ciudad la soledad y la tranquilidad eran mayores, donde los pequeños animalitos nocturnos comenzaban a asomar la cabeza desde sus diurnos refugios. Esto era lo que buscaba Ainé, un sitio tranquilo donde ordenar sus pensamientos y además poder respirar aire puro no como aquel sucio y corrompido aire de ciudad.

Comenzó a caminar por los verdes pastos que se extendían hasta donde le alcanzaba la vista y desde los cuales observaba más con admiración que curiosidad el estrellado cielo que se imponía sobre ella, tan grande, tan extenso que le hacía sentirse casi inexistente.

Lo único que pudo romper su armónico y bello trance que había durado un largo rato fue el sonido de un caballo. Dirigió la mirada hacía aquel e inopotuno animal, a lo lejos pudo distinguir enseguida con claridad junto a un inmenso árbol la silueta del caballo, desde su posición y a causa de la oscuridad no podía distinguir el color de este por lo que continuó caminando. Su cara adquirió una expresión de sorpresa, aunque duró unos escasos segundos, había alguien más allí.

por Invitado Mar Jun 08, 2010 3:42 pm

La oscuridad se había apoderado de todo el campo, aunque aún se podían distinguir bien sombras a bastante distancia. Había anochecido durante el tiempo que Michel había estado tumbado en el árbol, abstraido de todo lo demás, concentrado únicamente en descansar y relajarse.

Su particular momento de descanso fue interrumpido por unos pasos ligeros que rompieron el silencio del lugar, al hacer crujir unas pequeñas ramas. A parte de eso, el campo estaba completamente muerto, esceptuando algunos sonidos de aves y de su propio caballo.

Michel se irguió en un abrir y cerrar de ojos, en parte asustado, esperando que el extraño se acercase. Mientras se levantaba pensó en quien sería el que a esas horas se alejaba tanto de la ciudad.

- ¿ Quien anda ahí?

Se acercó lentamente al lugar donde le pareció haber escuchado las pisadas, en parte temeroso de encontrar algún ladrón o algún hombre violento que quisiese algo de él. Pudo distinguir una sombra, pero lo le pareció precisamente la de un hombre.

por Invitado Miér Jun 09, 2010 9:44 am

Oyó la voz del joven y se detuvo a unos metros de donde este se encontraba maldiciéndose porque la habían descubierto, aunque ¿De quién se escondía?, ni siquiera ella lo sabía.

No le gustaba entablar conversación con la gente y prefería la compañía de un animal a la de un humano. Un pensamiento inundó repentinamente su cabeza, desde que se había ido de Venecia no había hablado con casi nadie y ya hacía casi un mes de ello. ¿Acaso pretendía convertirse en una malhumorada y solitaria bruja? ella no era como las solitarias y malhumoradas brujas que conocía que por miedo a que descubrieran su secreto se aislaban de la gente e incluso de todo aquello que tuviera vida. Ella no temía a la muerte ni a la hoguera ni a nada que un par de humanos pudieran hacerle.

Respiró hondamente y vaciló durante un momento: ¿marcharse o continuar caminando descubriendo a aquel joven quien era ese extraño que había oído por casualidad?. Finalmente adelantó su pie derecho y comenzó a caminar hacia la silueta del muchacho.

- No pretendía asustarle... - Dijo en un tono ambiguo, casi sin mover los labios y apartando el velo que llevaba sobre la cabeza descubriendo su rostro.

por Invitado Miér Jun 09, 2010 3:36 pm

El chico escuchó una voz bastante dulce y a la vez cálida, y se relajó al instante con la palabras que había pronunciado esa mujer. Poco después de escucharla se acerco algo más a ella, para asegurarse de que su refinado oido no le había traicionado.

Efectivamente, era una mujer. Pudo distinguir como sus rasgos se iban haciendo más definidos con cada paso que el joven daba hacia ella. Los ojos de ella también se clavaron en él, examinando si podría ser alguien peligroso o no, y Michel durante la inspección no pudo evitar quedarte prendado por sus ojos escrutadores.

- No se preocupe...es solo que no esperaba ver a nadie por estas zonas, ahora solo se encuentran bandidos y señoritas de burdel. - Se la quedó mirando, intentando evaluarla, pero finalmente desecho que ella fuera alguna de las dos cosas anteriores.

Para Michel todo era evaluable y por tanto todo lo que ocurriese en su vida, debía de estar previamente examinado por sus ojos, intentando clasificar las cosas en convenientes, simples pérdidas de tiempo, o directamente errores.

por Invitado Jue Jun 10, 2010 9:43 am

En un instante pasó de sentirse aislada del mundo a sentirse bruscamente observada. Percibía como el joven la examinaba aún con cierta desconfianza y en cuanto sus miradas coincidieron esta giró la cara en un acto reflejo, como si intentara defenderse u ocultar algo. Nunca antes se había sentido a gusto cuando la miraban a los ojos, pues temía, de algún modo, que pudieran leer su mente, cosa que era bastante improbable. Pero aunque ella lo sabía no podía evitar este sentimiento.

Su mirada se topó con el caballo que emitía aún débiles relinchos y en parte para disimular su movimiento previo se acercó despacio hacia el animal. Este emitió un relincho bastante fuerte y Ainé se detuvo un instante. Los animales podían percibir su extraña y poco común aura y al sentirse intimidados por lo que ellos consideraban algo peligroso solían reaccionar con agresividad.

Ainé clavó su mirada en la del animal y casi hipnotizándolo hizo que se tranquilizara, tampoco quería que el muchacho se diera cuenta enseguida de que no era una humana normal y corriente. Alargó su mano y acarició con las yemas de sus dedos el hocico del caballo con suavidad.

Quería decir algo pero no encontraba nada sensato o interesante que decir y la verdad es que se empezaba a encontrar un tanto incómoda. Finalmente acabó preguntando una obviedad - ¿Tiene nombre? -.

por Invitado Jue Jun 10, 2010 10:46 am

Se giró al ver la extraña reacción del caballo; primero parecía nervioso, como si percibiese algo extraño en la mujer, y lacto seguido, se calmaba con un solo toque de la mano de ésta. Mientras se acercaba a su caballo continuó observando a la mujer, que parecía algo incómoda con la situación. Él no quería perturbarla con su mirada pero sin embargo, la misteriosa aura que la envolvía le mantenía hipnotizado.

- Se llama Claire. - dijo sin más. Tampoco tenía por que dar más detalles a una desconocida, al fin y al cabo, tampoco él era de grandes explicaciones aunque el nombre tubiese una historia detrás.

Puso un mano sobre el lomo del blanco animal y lo acarició con suavidad, mientras se volvía de nuevo hacía la mujer.

- Es algo reacio a los desconocidos, como su dueño. Sin embargo parece que ha sabido tranquilizarlo. - se tomó una pausa, cambiando el peso para apoyarse en el animal. - Y usted, ¿tiene nombre?

por Invitado Vie Jun 11, 2010 4:03 pm

Mantuvo la mirada en el caballo, estaba segura que no sospechaba nada pero también creía que le había resultado extraño el cambio brusco de ánimo del caballo asique decidió contar una pequeña mentira que podría tapar cualquier sospecha por pequeña que fuera.

- A mi padre siempre le gustaron los caballos... - Hizo una breve pausa, no le gustaba mentir pero en muchas ocasiones se veía forzada a ello ya que desde su punto de vista a veces la verdad era más dura que el engaño -.… Asique, estoy acostumbrada a tratar con ellos... - Concluyó con voz serena, aunque no le gustara reconocerlo se le daba bien mentir y además lo que acababa de contarle al muchacho era bastante creíble en parte ya que nadie le podía discutir nada, casi nadie conocía su verdadera historia y las personas que sabían de ella ahora mismo o estaban muertas o vivían a cientos de kilómetros, en Venecia.

Miró ahora al joven que se encontraba al lado del caballo, y se dio cuenta de que en todo el tiempo que llevaba en Paris nadie se había interesado por su nombre, aunque sabía que la mayor parte de culpa o toda la tenía ella, se había comportado como una niña pequeña esquivando y evitando encontrarse con gente.

- Me llamo Ainé, Ainé Crown...-Contestó mientras apartaba la mano del animal y cogía su vestido haciendo una leve y casi imperceptible reverencia.

Vaciló unos segundos - ¿Y vos, tiene nombre? - Le preguntó.

(Off: perdona por tardar tanto en contestartee u.U soy un desastre! xD)

por Invitado Vie Jun 11, 2010 4:57 pm

El joven repitió el nombre mentalmente varias veces, pero no , definitivamente esa mujer o por lo menos su apellido no eran conocidos para él. Se quedó pensando unos segundos más, que quizás le resultarían extraños a la mujer, y finalmente llegó a la conclusión de que sería extragengera, no se le ocurría otra posibilidad.

- Yo soy Michel Leroux. - Intentó no sonar tan rimbombante como resultó serlo al final, quizás por estar acostumbrado a hablar sobre si mismo de manera muy ostentosa y grandilocuente. - Es un placer señorita Crown - dijo finalmente con una leve inclunación de cabeza.

Su mirada volvió a fijarse en el animal, recordando a la vez como Ainé Crown había sido capaz de dominar con solo una caricia la furia de éste. Quizás era una gran amazona y conocía más de caballos de lo que él siquiera podía llegar a imaginar, nunca había visto una conexión tan directa a un humano por parte de su yegua.

- Puede montar si lo desea, es un buen ejemplar. - Así comprovaría si efectivamente era una maestra de la equitación, tal y como Michel suponía. Quizás en su país de origen, fuese mayor el aprecio hacia la equitación y los caballos.

off: no te preocupes,xD tomate tu tiempo

por Invitado Mar Jun 29, 2010 1:54 pm

En cuanto escuchó las palabras del muchacho se fue al garete lo que ella había dado por una cuartada buena para ocultar la verdad. Buscó lo más rápido que pudo una escusa, si se montaba en la yegua se caería, ella no tenía ni idea de cabalgar, es más, nunca se había subido sobre un animal vivo.

No le atemorizaba lo que le pudiera pasar si se caía sino lo que podría pensar de ella Michel, una extraña que acababa de conocer que podía tranquilizar un caballo con mirarlo pero que en verdad no tenía ni idea de cómo tratar tales animales, resultaría absolutamente extraño y incomprensible.

Miró al caballo y posteriormente al muchacho y como si de un relámpago se tratara apareció en su cabeza la escusa perfecta, sonrió - Creo que me ha malentendido.... - Hizo una breve pausa - Sé tratar con ellos pero nunca he montado a caballo. Yo me encargaba de su mantenimiento, mi padre era el jinete.
Se acercó de nuevo a la yegua y le acarició el lomo - Nunca me ha dado por montar, mi padre insistió muchas veces en enseñarme pero nunca lo encontré necesario... - Añadió.

Daba gracias a la rapidez con la que se le había ocurrido esa falsa historia, aunque lo cierto era que lo estaba pasando algo mal. Le gustaba poder hablar con alguien, es más Michel parecía un joven encantador pero, ¿De qué le servía hablar con alguien si tenía que mentir en casi todo lo que decía?, desearía poder contar la verdad y que no marchara corriendo atemorizado o pensando que estaba loca.

(Off: me matarás xD pero es que han sido las fiestas de aqui y como comprenderás.... no he tenido mucho tiempo ^.^U, lo sientooo!)

por Invitado Jue Jul 01, 2010 6:36 am

El mantenimiento de los caballos... de momento su mente de burgués soberbio pensó que eso era tarea de los criados de la familia, de alguien que no le importase ensuciarse las manos lavando y cepillando animales. Ese alguien desde luego no podía ser alguien de clase alta,. Sin embargo decidó no comentar nada al respecto ya que la joven parecía estar bien posicionada en la sociedad.

- Quizás tenga una conexión especial con los animales, en cierto modo son como las personas. - dijo distraído, sin quererle dar mucha más importante a lo sucedido con su caballo antes. - Si es así, debería montar aunque sea solo subirse alguna vez, seguro que tarde o temprano adorará la equitación y se arrepentirá de haber desaprovechado el tiempo.

Miró hacia el cielo, observando lo adentrada que ya estaba la noche. En ese instante le vino a la cabeza las historias de fantasmas, lobos, hombres que chupan la sangre y brujas que le contaba Catherine, su prima. Se decía que solían salir más durante la noche para que no fuesen reconocidos, o para matar con menor probabilidad de que los descubran. Bobadas.. pensó con una risilla interior, la hija de sus tíos tenía demasiados pájaros en la cabeza, tendría que centrarse en sus estudios tarde o temprano y dejarse de cuentos.

- Quizás le haya hechizado con sus ojos para calmarlo. - dijo riendo un poco.- son a estas horas cuando se supone que entran en acción las criaturas extrañas de la ciudad. - era una completa estupidez. Michel esperó ver si había causado alguna sonrisa en la joven.

off: me tienes contento... xD es broma yo tampoco me he pasado mucho por aquí. Pero bueno te perdono (A)

por Invitado Dom Jul 18, 2010 4:46 pm

Escuchó al joven con bastante atención, estaba mostrando ser un muchacho muy agradable, con las ideas bastante claras y correcto...se notaba demasiado que pertenecía a una clase alta. Estaba segura que si no fuera así muchas de esas facetas del joven no serían tan marcadas o quizás no existieran. Desde el punto de vista de Ainé pertenecer a una clase alta te podía aportar numerosas cualidades en cuanto a tu educación, y también bastantes ventajas sobre los demás. Sin olvidar lo que te podía facilitar la vida...; pero también había podido ver como el poder hacía a esta clase de personas egoístas, cínicas, calculadoras y manipuladoras. No es que hubiera conocido a muchas personas de clase alta, ni muchos menos, la verdad era que contadas ocasiones, sin incluir esta, había mantenido una charla con una de ellas. En lo general eran personas corrompidas por el poder extremo.

Miró a Michel, él no parecía así, aunque veía probable que algo se le hubiera pegado al estar rodeado de ese mundo. Suspiró para sus adentros y deseo por un momento que fuera así

- Quizás algún día pruebe a montar uno.... - Comentó el comentario del joven sobre lo de montar a caballo y medio sonrió - Aunque ahora mismo no dispongo de un buen instructor... -Añadió.

Al escuchar el último comentario de él un mal presentimiento vino a Ainé, se tenía que convencer a sí misma para no jugársela más, parecía que había menospreciado a Michel al pensar que no sospecharía nada al respecto, " Que tonta eres, si se daría cuenta hasta una gato..." pensó para sus adentros y luego sonrió disimulando todo lo que por su cabeza pasaba.

Rió levemente - Si pudiera hechizar con la mirada, ¿No cree que hubiera elegido hechizarle a usted antes que a un animal? - Hizo una breve pausa - Sin duda podría sacarle mayor provecho... - Comentó y rió al final de nuevo, ese tema siempre le había hecho gracia, no sabía muy bien por qué.

Miro fijamente al muchacho a los ojos - Aunque... - Vaciló -... otra opción sería no hacerlo o esperar, como dice usted, al momento más apropiado; que suele ser, sin duda, cuando la noche reina en el cielo ... - Añadió y no pudo evitar hablar con un tono de voz suave y un tanto misterioso.

por Invitado Mar Jul 20, 2010 4:44 pm

Michel le echó una mirada inquisitiva a la joven, después de escuchar su último comentario sobre hechizos. Seguramente sería una simple broma sobre el tema, nada más, así que el chico decidió seguir con el juego que había iniciado su acompañante.

- Así que sacarme un mayor provecho - hizo una breve pausa y sonrió de lado - no se que podría querer de mí, una experimentada "hechicera" .- dijo haciendo unas señales con sus dedos a la vez que pronunciaba la última palabra.

Michel dió un par de palmadas al caballo, que parecía haberse vuelvo a agitar por algún motivo desconocido. Con una suave caricia en el lomo de su yegua y un tenue "shh", el joven logró calmar al caballo por segunda vez. Eso no le parecía buena señal, los animales tenían los sentidos mucho más desarrollados que los humanos, podían de alguna manera predecir lo que los humanos no verían hasta que lo tuviesen delante de los ojos. Por la mente de Michel pasó que quizás algunos vagabundos o alguien peligroso rondaba la zona, pero no lo podría saber a ciencia cierta.

De un salto montó en el corcel, ya que el animal no se asustaba con facilidad y su continuo nerviosismo se contagiaba hacia el estado de ánimo del joven ; algo no le gustaba, tenía un mal presagio. Dirigió el animal hacia donde se encontraba Ainé y le ofreció su mano.

- Si va a hechizarme prefiero que sea en otro momento, ya que si no no podré montar en el caballo y llevarla a otro lugar. - Miró con rapidez hacia la oscuridad del campo , sin evidentemente, encontrar nada extraño. - Tengo un mal presentimiento.

por Invitado Vie Jul 23, 2010 6:58 am

No pudo evitar soltar una pequeña carcajada al oír las palabras del joven y al ver como hacía esos gestos cuando pronunciaba la palabra hechicera . Estaba claro que ni una pequeña parte de él creía que las brujas y todos esos "seres mágicos", como así los llamaban ellos, existieran.

Pero no pronuncio palabra alguna y simplemente observó como calmaba al animal que ciertamente se veía algo alterado. Miró fijamente al animal y siguió con la mirada como Michel subía a lomos de este.

Echó una ligera mirada a su alrededor, la oscuridad ocultaba cualquier movimiento extraño que se pudiera estar produciendo. Se quedó unos segundos observando el fondo negro que se extendía a su alrededor y en el que su mirada no podía penetrar. No percibía nada...

Volvió a mirar al joven y se sorprendió al ver que le tendía la mano, aunque por otro lado no le extrañaba nada su actitud, pues era bastante característica de la clase noble y de los caballeros, " Ayudar a las damas en peligro..." se rió para sus adentros, siempre le había hecho gracia cuando un actor recitaba esa frase en las típicas obras de caballeros medievales, salió de su pequeño trance y observó la mano del joven. No estaba segura en si aceptar su propuesta pero estaba segura que Michel, con sus rasgos tan nobles, no la iba a dejar allí, no era propio.

Medio sonrió - Aplazaremos la sesión de magia negra pues... - Le dijo y cogió la mano que él le había ofrecido.

por Invitado Jue Jul 29, 2010 7:18 am

Con un gesto el joven pudo coger con la fuerza necesaria como para que llegase a la altura del lomo del caballo y pudiese subir justo detrás suyo. Una vez que comprobó que su acompañante estaba bien colocada, Michel dio un leve zarandeo a las riendas del animal, provocando así que éste se pusiese en marcha.

Michel pudo notar como la intranquilidad de su caballo no aminoraba, al contrario, parecía su puesta en marchar había ´lo alterado aún más. Iba a una velocidad bastante rápida, pero irregular, daba tumbos y rechinaba incesantemente. Era como si quisiera quitarse algo de encima o como cuando sus cascos estaban muy desgastados y deseaba que se los reemplazasen.

Mientras la joven también parecía casi tan agitada como el animal. Quizás fuese porque no sabía montar y precisamente el pase no estaba siendo algo demasiado agradable para alguien inexperto.

- Agárrese bien, si no quiere caer de espaldas.

El caballo quería constantemente ponerse a dos patas, levantarse para tirar a sus jinetes, pero por suerte Michel lo estaba intentando dominar.

por Invitado Dom Ago 22, 2010 12:19 pm

Ayudada por Michel subió de un salto a lomos del aún incómodo animal. Su primera experiencia sobre de un caballo y como podía predecir por el estado de este no sería demasiado agradable. El galope irregular y los constantes intentos de desmontar a los ocupantes que llevaba encima hacían que mantener el equilibrio no fuera algo precisamente fácil. Eso sin nombrar la intensa agitación que se producía al echar a correr, no estaba acostumbrada a todo eso y podía asegurar que al día siguiente su cuerpo se encontraría como si un grupo de hombres le hubiera proporcionado una paliza. Se agarró con fuerza a su acompañante para no caerse a lo largo del "paseo" que estaban dando.

Por un instante la yegua ya no intentaba levantarse de las patas delanteras, se había tranquilizado un poco pero solamente para recuperar algo el aliento, en cuanto recuperara el mínimo necesario, volvería a la carga. Ainé aprovechó para intentar descubrir el causante de ese estado pues ella no era, ya hacía un buen rato que le había hecho un pequeño hechizo para que no se alterar ante su presencia.

Observó a su alrededor y algo lejos de ellos le pareció ver una sombra, se erguía sobre dos piernas pero no parecía ser humano.... "¿Un licántropo...?" pensó, hacía tiempo que no veía uno.

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