Caballo.....Paseo...¿Que mas? [Doreen Caracciolo]

por **Lizandro X. Denschath** Mar Mar 29, 2011 4:38 pm

Me encuentro afuera de mi casa, viendo los lugares que podria ir..Pero no se me ocurre ninguno, y ahora no saque tanto dinero del banco, solo tengo lo suficiente para comprarme algo de comer, saque mi reloj mirando que era las 11:00 y el banco lo cierran a las 1:00 de la tarde tengo dos horas para ir.

-((Voy o no))-Pense, me daba mucha flojera ir hasta el banco, aunque estaba a como unas 10 cuadras de aqui-Bueno dare un paseo, haber si mis pies quiere que valla-me dije a mi mismo, entrando a mi casa para tomar mi saco y mis llavaes, y eso fue lo que hize, cuando ya tenia todo listo, sali de mi casa cerrando bien la puerta y me encamine, tenia un poco de frio y lo que trai no me calentaba, trai un pantalon negro, una camisa y mis botas, ahora no trai chaleco nada mas mi saco negro, y haci camine...pero me detube golpeandome levemente la cabeza, porque no me acorde, me devolvi nuevamente a mi casa, pero ahora no entre me di la vuelta y en una pequeña ganja que tenia atras de mi casa estaba mi caballo, era un hermoso caballo de color negro brillante su pelaje era tan saube y tenia una macha en su ojos derecho, cuando me miro me rechino sabiendo que era yo me aserque a el y acaricie su cabezita-Hola mi amigo, ya se me estaba olvido que estabas aqui-le dije y notando que se sientio porque se alejo un poco de mi, pero yo lo atraje un poco hacia mi-Pero no lo hize estoy aqui ¿Damos un paseo amigo?-le pregunto notando que se ponia feliz, lo aliste y abri la puerta para que saliera, volvi a cerrala, motandome arriba de y golpeandolo levemente para que andara.

Me adentre en las calles de paris, mirando las damas y cabelleros de la alta sociedad iba en carrujaes algunos en caballos, niños jugando, niñas estando con su madre etc. Me acorde cuando era mas chico que yo jugaba como ellos, me rei y segui por las calles de paris.

por **Doreen Jussieu** Mar Mar 29, 2011 9:53 pm

Dicen que cuando te arrepientes de algo en tu vida es cuando tienes más cosas perdidas que ganadas. Pero en este caso la castaña no tenía miedo de nada, no extrañaba nada, no se arrepentía de nada por eso se sentía de manera plena. Doreen había salido de casa hace más de un mes con la esperanza de poder tener un vida llena de alegrías, llega de aventuras, una vida en la que no tuviera que reprimir las cosas que de verdad quería hacer. Se sentía plena ya que había encontrado a muchas personas en París que le habían abierto las puertas de su vida. Ahora podía presumir que ella tenía el valor de opinar y hacer de su vida lo que quisiera. Era una chica bastante afortunada, tenía amigos que se preocupaban y sobre todo un corazón que palpitaba día con día y mostraba que era feliz transmitiendo eso a los demás. Aquella tarde había decidido dar un paseo lejos de la casa donde se quedaba. No quería un paseo de noche como la mayoría de los que hacía, esta vez necesitaba disfrutar del sol. De todo su esplendor y de los detalles de aquel lugar. Nunca se había dado tiempo para ella sola y disfrutar un poco más pero aquel día sería el momento, necesitaba espacio, volver a encontrarse y tal vez conocer a alguien con quien conversar.

Después de varios minutos de caminar, no se había dado cuenta en donde estaba. Aquellos caminos le parecían desconocidos y por un pequeño momento sintió miedo por perderse, pero intentaría notarse de lo más normal para que no notaran que estaba vulnerable. La chica observaba con emoción a la gente que iba a venía sin parar. Lo que más llamo su atención fue un muchacho no más grande que él que venía de manera galante en un caballo. Sonrió observándolo. Aquel joven parecía salido de una historia de cuentos de hadas, de ese tipo de hombres que parecen ser tan galantes, tan caballerosos, tan perfectos que cualquiera estaría rendida a sus pies. Pero en realidad a Doreen no le llamaba la atención por eso. Más bien llamaba su atención por su mirada curiosa. La gente que tiene una mirada curiosa son todo un misterio por descubrir. Doreen necesitaba un amigo, un amigo casi confidente. ¿Pero quien quería ese tipo de trato con ella? A pesar de tener buenos amigos, Doreen sabía y le habían dejado bien claro que nadie podría seguir su paso y permanecerían en su vida ya que no era de la clase de chicas que buena clase con las cuales es conveniente salir. - Buenas tardes - Dijo la chica cuando el joven paso a su lado con el caballo, hizo una ligera reverencia y siguió caminando.

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