Perfume familiar [Doreen Caracciolo]

por Invitado Lun Jul 25, 2011 12:12 am

Una noche más sobre esta mugrosa ciudad, el vampiro pateaba lo que a su paso, el solo pensar que está viviendo en lugares como esos le dio un escalofrío, “No mereces esto, tu mereces más” se repitió una y otra vez mientras paseaba con mala cara entre las calles con las manos en los bolsillos. Llegando así hasta las calles disque mas galantes, para galantes solo él, todo eso era una bazofia y genial el clima empezó a cambiar para su mala suerte, que suerte, la lluvia empezó a empañar su hermoso caminar, vio a la gente dispersarse, que más le daba si quería mantenerse fresco y galante debía buscar refugio uno alejado de las mujeres que le devoraban con la mirada. Uno donde solo el luciera.

Se recargo en la pared de un restaurante menos apestoso que los otros en los que ya había estado, miro la lluvia adueñándose de las calles, de lo que era suyo, no podía caminar entre ellas alzando las miradas por un buen rato, finamente encendió un cigarrillo, le dio una bocana y echo el humo hacia arriba cuando se disperso un olor coqueto y atrevido le llamo la atención, era perezoso para buscarlo, si él no suele buscar a la gente, prefieren que le busquen y le rueguen, pero apenas se asomo fuera de la acera para comprobar si había cesado la lluvia por completo. Un ¿Rostro conocido? Imposible, “Tú no recuerdas a nadie, son ellos los que deben de recordarte” volvió a su lugar cuando descubrió que una briza de agua pasaba todavía, la gente iba fluyendo ya. Se quedo absorto si ese olor era familiar.

por **Doreen Jussieu** Lun Jul 25, 2011 1:10 am

Caminar por las noches era lo que más le encanta, desde que sabía de los seres sobrenaturales y conocía a algunos empezó a sentir una cierta fascinación por la noche. Desde un miedo que recorría por su cuerpo hasta una especie de emoción por lo que podría llegar a ver. A pesar de la delicadeza que la joven desprendía era bastante claro la especia de imán que solía ser para atraer el peligro. Aquella noche había tenido una especie de mal presentimiento y sin embargo decidió salir sin importar las consecuencias. Había caminado lo necesario para saber que era momento de regresar a casa, la había dejado a mucha distancia atrás y debido a sus dolores de estomago era mejor volver y descansar. Su mala suerte fue evidente pues el cielo se nubló y no duró mucho tiempo en comenzar a desprender gotas de lluvia, estás primero resbalaban por su rostro y luego por su cuerpo. Suspiró profundamente mirando a su alrededor para buscar refugio.

Algunos faros comenzaron a apagarse conforme la lluvia entraba por estos. Las calles comenzaban a tomar la oscuridad de la noche y se vio bastante alarmada. Aquella sensación de mal presentimiento la estaba volviendo a acechar. Dio una respiración profunda para tranquilizarse. Avanzó por donde escuchaba las voces de las personas, esas serían una buena guía y estaría segura hasta que el agua se detuviera. Fue entonces cuando se quedo parada frente a un establecimiento de comida. Después de unos minutos de encontrarse parada ahí sintiendo una mirada sobre ella. Una sensación rara la invadió y en vez de quedarse parada siguió su camino lentamente, la rubia se sentía incomoda, acechada. Por unos momentos se quedo estatica. Doreen recordaba esas sensaciones, en el paso, cuando volvía de las clases de costura con la señora Faith la chica había conocido a un joven. Bastante grosero para su gusto, sin embargo algunas conversaciones habían sido entabladas entre ambos, el problema había sido que ella sentía una especie de miedo por él sentía que la mirada de manera morbosa o incluso como si quisiera comerla pero obviamente eran tonterías suyas. Aquel hombre había desaparecido de su vida de un día a otro de todo el país no se lo encontraría de esta manera ¿O si?

por Invitado Lun Jul 25, 2011 1:42 am

Todo volvió a su lugar, la gente, pero ese maldito perfume que llegaba hasta las fosas nasales lastimando los recuerdos, se maldijo una y otra vez “No hagas esfuerzos algo así no merece tu tiempo” Isaí ignoro sus pensamientos como pocas veces - ¡Maldita sea! – mascullo entre dientes, mientras daba camino a su marcha, pero sorpresa ahí entre la multitud, ¿Sería aquella mujer? La miro por mucho tiempo, ella parecía percibir aquello, aun cuando la rubia se puso a caminar, el seguía detrás de ella, no porque quisiera, si no porque iba a por el mismo sendero que él, sin darse cuenta el vampiro camino apresuradamente, quedando a una distancia escasa. La mujer iba tan distraída, que no observo cuando un carruaje se atravesó en el camino – cuidado – Isaí le jalo del brazo para evitar un accidente – Doreen sigues siendo la misma ingenua y torpe – sonrío pero instantáneamente se le borro ese gesto y la soltó, había recordado su nombre de repente. Así que ¿Era ella? Se pregunto una vez más.

por **Doreen Jussieu** Lun Jul 25, 2011 1:57 am

Aquel tacto frío le hizo darse cuenta que seguramente se había topado con alguna criatura de la noche. Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y volteo rapidamente pero sin perder esa gracia y coquetería natural que tenía. Se quedo helada, estatica al ver aquel hombre, no era cierto o bueno ella no quería creerlo. Dio varios pasos hacía atrás, su imaginación le estaba dando malas jugadas. Arrugo el rostro ante sus palabras - Si tanto te ha molestado mi comportamiento ¿Por qué te molestas en rescatar a esta torpe e ingenua chica? - Le miro mostrando su obvia irritación. Era el último ser en la tierra que quería ver después de su padre. Aquel semblante lleno de arrogancia y queriendo simular la perfección. La chica estudio aquel rostro buscando algo diferente para no juzgar como con anterioridad pero veía esa expresión en su rostro que le hacía querer salir corriendo del lugar. - Así que recuerdas mi nombre - Arqueó una ceja notoriamente. Ella nunca se comportaba de esa manera, menos delante de un hombre, sabía su lugar en la sociedad ante ellos pero a estas alturas de su vida y conociendo el caracter de su acompañante no le importaba como tratarlo.

Observó esa breve sonrisa por escasos momentos y una pequeña sonrisa se asomó en sus labios brevemente de igual manera. Si lograba haber visto esa parte de él entonces era una señal excelente o eso quería pensar. Su mirada de topo con la del chico y entonces el calor de su cuerpo se subió a sus mejillas dejando ver un sonrojo encantador en su rostro. Ella era tan hermosa, resaltaba de entre todas las chicas sin importar lo timida que fuera tal vez por eso aquel hombre le había dirigido la palabra una que otra vez porque podría pensar que ella si era un poco merecedora de su presencia. Tonterías. - Es muy noche y tarde, si tanto le molesta mi presencia puede seguir su camino que yo seguiré el mio - Antes de poder ver como la menospreciaba para llamar la atención de los demás la chica se adelanto al vampiro y se disculpo caminando, aquel hombre era tan orgulloso que seguramente no le seguiría el juego. Ella se dio la vuelta y comenzó a caminar de manera torpe debido a la oscuridad. Un remordimiento por el trato que estaba dando al joven la invadió lo cual la hizo girar su rostro para observarlo y ahí estaba él tan imponente, serio, e increiblemente atractivo bajo la luz de la luna observándola de esa manera que tanto la aterraba.

por Invitado Lun Jul 25, 2011 10:00 pm

-Ha sido por un acto reflejo estúpido de mi parte de ser tú hubiera dejado que murieras – sonrío cínico al decirle aquello ahora si se ponía a recordar había conocido a esa molesta y horrible mujer en un viaje rápido a parís nunca le intereso para una cosa en especifica solamente para hacerla victima de su humor, le gustaba burlarse de ella cuanto más podía. – Por desgracia y maldición mía aun recuerdo tu nombre – Isaí se mostro completamente frío no tenia porque inmutarse ahora que sabía tenia la razón. “Te adora” repitió a su interior al verla con esos ademanes de mala educación.

La mujer se bamboleaba de un lado a otro presumiendo belleza, lo cual para el vampiro pareció lo contrarío, pero se iba y sin decir las gracias, “Que ingrata” pensó en el instante, “Pero hare que me dé las gracias así sea que la tenga que obligar a arrodillarse” el ceño se le frunció en señal de coraje, al menos una persona le hacía estallar. La miraba a lo lejos mientras pesaba aquello pero la mirada de la joven se cruzo con la suya. Con una agilidad rápida como el viento, estuvo detrás de ella, y descaradamente susurro a su oído tranquilamente - ¿Arrepentida? – Isaí lo sabía, tan fácil que era leer a los humanos sin necesidad de leer sus pensamientos.

por **Doreen Jussieu** Lun Jul 25, 2011 10:25 pm

Doreen no era la tipica chica la cual se sintiera más que los demás por su caracter o su belleza, no le gustaba pasar por encima de los demás cuando se consideraba alguien tan común y corriente. Su autoestima no era la mejor del mundo desgraciadamente y esto la llevaba a hacer cosas que no quería pero que creía las correctas con tal de no quedar más con los demás, su corazón era tan puro y bueno que incluso para ella, hasta el más desgraciado tenía algo bueno. Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cuando aquel hombre le susurró al oído. - ¿Por que me odia Isaí? Siempre intente darle los mejores tratos... - Susurró para él, estaban tan cerca, ella no se había apartado ni un poco queriendo descubrir que es lo que pasaba, muchas de las expresiones faciales reflejan los pensamientos o incluso estados de animos de las personas. Me detuve en sus ojos, tan negros como los de Lestat y Daniil. Suspire, tal vez por eso tanta maldad, tal vez aquel hombre no era común, tal vez era una criatura de la noche.

Di varios pasos alejándome de él. - ¿Arrepentida? No, usted me ha tratado mal desde que tengo memoria, un gesto amable de su parte no es para tanto - Suspiro un poco, su rostro, su cercanía, sus palabras, incluso el tono de su voz le hacía temblar de miedo, maldijo al darse cuenta que estaba en grave peligro y que debía salir de ese momento - De... Debo retirarme... Es tarde - La jovencita tartamudeo varias veces dejando en obviedad aquel miedo ante la presencia del caballero.

por Invitado Lun Jul 25, 2011 10:41 pm

Clavo sus orbes azules sobre ella en cuanto la miro, no se inmuto por nada, no hizo gesto alguno, si creían que le leerían solo porque su rostro mostraba marca alguna, se equivocaban, la miro tan detenidamente, que casi la pudo dejar presa de sus encantos. Sin embargo al escuchar su voz con ese timbre, con ese sonido tan agudo, le hizo recobrar riendas del pasado, no había razón para odiar, solo la molestaba porque sí o dentro de lo que recordaba lo pintaba de esa manera – ¿Es qué no puedo divertirme contigo como los viejos tiempos? –sonrío casi de manera amable, ante sus propias palabras. – sabes que merezco que se me trate bien, pero es difícil que alguien como tú o algún otro cretino exija lo mismo de mi parte. – de nuevo su típica frase resonando en su mente “Yo soy especial” ególatra y narcisista por si fuera poco. Sus orbes se apartaron de ella, para desviar fugazmente la mirada a su cuerpo, “La pequeña Doreen ha cambiado” soltó una risita un tanto encantadora después de ese comentario infantil.

La joven tenía prisa, estaba huyendo seguramente, quizá no quería recordar nada al lado del vampiro o escondía algo aun peor, eso lo ponía más interesante. – Nada de que te vas, me debes una… “Tú vida” ¿Acaso no merezco hospedaje, una cita, un café o un buen vino y recordar viejos tiempos? – le tomo del brazo y le dirigió una mirada retadora. Pero a su vez ese gesto sensual que el poseía. – Ahora me llevas contigo, a donde sea que tengas que ir, te cobrare el favor y entre más demores, mejor para mí, pues estaré pegado a tu lado “Como un Ángel guardián”

por **Doreen Jussieu** Lun Jul 25, 2011 11:01 pm

Aquel jalón había sido lo suficientemente brusco para que se quedara por unos momentos inmóvil, no sabía como reaccionar, aquel hombre no hablaba en tono de broma si decía que se lo debía era por algo pero tenía que ingeniarse una escapatoria - No le debo nada, usted ha decidido cometer el "error" de salvar mi vida, le ruego lo reconozca, me deje en paz y se marche - Tenía que insistir, el tenía que seder... ¿O no lo haría? A juzgar por su mirada aquello era demasiado enserio, tome un poco de saliva y suspiré moviendo el brazo con brusquedad para que me dejará "libre". - Voy a un lugar donde no es bienvenido por el simple hecho de ser un caballero - Aquello era mitad verdad, mitad mentira. La señora de la casa tenía una semana que se había ido de viaje en busca de su hijo como siempre lo hacía cada mes y seguramente volvería después de una semana. La delicada figura se movió nerviosa intentando buscar otra dirección pero ¿A dónde podía ir? - No quiero recordar tiempos en los cuales solo me has tratado mal - Susurro frotando sus brazos de manera automatica para darse un poco de tranquilidad.

¿Qué podía hacer la chica para deshacerse de él? - El clima es bastate malo esta noche... ¿A donde se dirigía usted? - "Calma Doreen, Calma" Se repitió varias veces en la cabeza intentando mantener esa tranquilidad que tanto la caracterizaba pero por primera vez en se veía tan distorsionada. Por si fuera poco, la lluvia volvía a hacerse presente. Tendría que ir de verdad a casa, no podía permanecer con corse, mucho menos mojado por la lluvia, además que le causaría un resfriado bastante fuerte. - ¿Si le invito un café me dejaría en paz después? - Pregunte de manera suave buscando su mirada de manera desesperada para descifrar las sus pensamientos, o bueno intentar hacerlo.

por Invitado Mar Jul 26, 2011 6:38 pm

-Error o no, no cambia el hecho de que sigas viva – sonrío llevándose el pulgar sobre esos carnosos labios y miro un instante al suelo empapado por la lluvia – pero si quieres puedo remediar mi error – cuando volvió a subir la mirada a ella, esos caninos ya se asomaban por sus labios, le rodeo de nuevo posicionándose a su cuello. Le quito los cabellos que le estovaban y acaricio con sus frías yemas la piel de la joven.

Le escucho todo el tiempo mientras jugaba con sus dedos sobre la piel de la mujer, le encantaba hacer eso – Doreen por favor, aunque me evites ahora, te tengo una noticia que te alegrara enormemente – sonrío de manera irónica – vine a Paris a quedarme, no como la ultima vez, de hecho ya vivo cerca de aquí. – se alegro tanto al decirle eso, podría acosarla no importaba como lo haría. ¿Por qué? Simplemente por ser una conocida – nos trataremos mejor, deja que te acompañe, te protegeré… Esta noche me dirijo a donde tú vayas.

Su actitud insoportable era como el clima, como esos truenos que se escuchaban cercanos, tan insoportable como el hecho de tener un zancudo merodeando por tu sangre en cualquier momento, Isaí tenía ese ‘don’ llegar a ser insoportablemente encantador, y adoraba sentirse de ese modo, tan único siendo el centro de atención pero claro si se le buscaba se le hallaba. No importando a quien le arrebatara la vida. Era tan impredecible como el clima que se respiraba – Ya te dije invítame un café charlemos pero no me pidas que te deje en ‘paz’ puesto que ya soy ‘ciudadano’ de este hediondo lugar y me encontraras cuantas veces sea posible – ofreció el brazo a la señorita, para que pudiesen caminar como ‘una pareja normal’. – vamos te acompaño, ves no quiero hacerte daño ni nada que se relacione con el pasado – sonrío de una manera convincente.

por **Doreen Jussieu** Mar Jul 26, 2011 6:59 pm

De nuevo esa sensación de peligro recorrió su cuerpo, sintiendo aquellos labios sobre su cuello, aquella piel fría recorrer parte de su piel, quiso moverse pero al haber afirmado su teoría era mejor quedarse quieta sino quería salir lastimada. Busco la mirada del vampiro, porque si, Doreen pudo comprobar que era un vampiro. Para la desgracia de la chica su casa estaba cuatro cuadras hacía arriba. -¿Qué tan cerca? - Preguntó de manera curiosa. Pudo reconocer que sabía confundirla de una manera facil e incluso hacer que sintiera confianza por él aunque sintiera demasiado miedo. Era tan contradictorio el trato, una especie de íman, Doreen no sabía como definirlo y es que aunque quisiera apartarse también le gustaba estar a su lado, una especie de peligro y seguridad, todo tan raro, todo tan diferente. Enredo su brazo en el de él y tomó la dirección correcta - Podemos ir a su casa si eso quiere y puedo hacer el café y lo que desee de comer para usted - Sonrió un poco observando las miradas de las personas que estaban a su alrededor, ambos llamaban la atención.

Había conocido a Isaí cuando sus padres le daban las lecciones para ser la hija perfecta más rigurosas. Él sabia que si atención era lo que quería podría atenderlo de una manera correcta hasta que se cansara de la presencia de la señorita. - Si prefiere ir a mi casa, le aseguro que no será tan digna como la suya - Sonrió ampliamente y siguió avanzando por las calles hacía arriba. Mientras más avanzaban más era la oscuridad y soledad de las calles. Doreen decidió mantenerse tranquila, decidió no reaccionar de manera incorrecta, no se atrevería a hacerle nada, además él le había demostrado más de mil veces que ella no le parecía alguien atractiva así que por ese lado se quedo tranquila - ¿Solo desea café o jerez estaría bien? - Recordó que en la casa tenía varias botellas.

por Invitado Miér Jul 27, 2011 6:19 pm

El vampiro se divertía, sin duda alguna le gustaba jugar con las emociones de la gente, de los humanos, “Que ridículos” se decía al oler la inseguridad, el miedo y mucho más. De la mujer podía esperar el mejor trato, no dudaba de sus habilidades pero era algo que no le apetecía probar ahora, lo que deseaba era profundizar un poco más, al momento que cogió su brazo supo lo que deseaba, pero no era imbécil como para revelarlo de buenas a primeras. – Iremos a tu casa, el lugar será “harapiento” o como quieras, pero el trato será el mejor, lo que me interesa es “como se me trate” no “donde se me trate” – miro al cielo, un color negro como si propio egoísmo, como su propia alma y recordó algunas cosas, entre ellas como había conocido a la mujer, siempre se le había exigido ser la mejor, así que calificaría sus modales y sus tratos, haber si por fin el deseo de su padre de convertirla en la mejor dama habían dado resultados.

-Café, eso es lo que quiero me prepares y supongo que debes conocer mis gustos, no es la primera vez que bebemos juntos un delicioso café en medio de la “noche” – dijo un tanto irónico al recordar más y más de ella, aunque tenía muchas presiones Isaí le hacía tener más con su gélida actitud. – veremos si lo que dijo tu padre de ser buena cocinera es cierto. – le sonrío casi impecablemente, apresurando un poco sus pasos, solo porque el agua empezaba a hacer de las suyas, se detuvo en seco y saco su chaqueta carísima y se la puso sobre los hombros de Doreen, un acto de “Confianza” solo eso y nada más.

por **Doreen Jussieu** Miér Jul 27, 2011 6:35 pm

Si gritaba, corría o hacía algún tipo de movimiento la señorita dejando ver que estaba corriendo peligro era muy probable que saldría mal parada de aquello si es que salía con vida. Con resignación y formando una sonrisa fingida avanzó a paso firme por el lugar. Sintió la calidez de la prenda y en su rostro pudo demostrar el asombro por la caballerosidad de su acompañante. Bajo la mirada sin dejar de caminar con cuidado bien sujeta a brazo del vampiro - Gracias... - Susurro muy bajo. Subió el rostro al notar que ya estaban enfrente de la casa. No era una casa muy grande pero si lo bastante decente, muy bonita en realidad, pintada de blanco y detalles verdes como los ojos de Doreen el hijo de la dueña de la casa lo había pintado para hacerla sonreír un día en el que ella quería regresar a su hojar. Caminó con cuidado las escaleras y poco a poco soltó el brazo del joven para sacar la llave de una bolsa incorporada al vestido. La introdujo en la cerradura y abrió la puerta adentrándose al lugar.

No perdió tiempo y colocó la chaqueta del joven en el perchero y se adentro a la casa prendiendo todas las velas para iluminar la estancia. Abrió una puerta que estaba del lado derecho y buscó un par de toallas. Una para extenderla al caballero y otra para secar sus cabellos - Tenga, en seguida prepararé el café caballero - Por extraña razón en sus "dominios" se sentía más tranquila. Buscó en las gavetas una tetera vacía y después se dirigió a las garrafas de agua para colocar un poco y luego colocar esta misma en la lumbre, mientras el agua se calentaba Doreen busco tazas, azúcar, cucharas, leche, y el café para colocarlo en la mesa de manera ordenada. Recordó la última vez en que ambos habían tomado un café, la galantería de Isaí había atrapado pro completo a su padre obligándola a pasar tiempo con el caballero, había sido una noche desagradable espera que esta vez fuera diferente.

por Invitado Miér Jul 27, 2011 7:33 pm

Observo el lugar por todos los rincones, mientras espera con la impecable toalla en manos, huele a ella, todo y cada uno de los rincones, se ve que el distanciamiento con su familia es evidente, Isaí observa con la tenue luz cada detalle es que es minucioso en ciertos momentos, escucha los ruidos, escucha como se mueve, el olor del agua, de todo a su alrededor. Se pasa la toalla por el cabello y el cuello, y se acerca a las paredes, ha notado que no hay algún retrato – Gracias por la toalla – dice pero sigue con sospechas, le mira poniendo todo en su lugar para un buen café - ¿Cómo están tus padres? – una de las cosas es que Isaí no sabía mucho de Doreen pero sus sospechas eran claras esa mujer siempre aspiro a mucho aunque se lo negaran. La pregunta solo fue para molestar. – Tú padre me agradaba en ciertos momentos, seguro que compartimos eso, recuerdo el día en que lo conocí – soltó un bufido mientras la chica preparaba todo. – Este escondrijo es acogedor Doreen – sonrió de manera acertada, ella buscaba libertad y de alguna manera la consiguió. El vampiro tomo asiento, doblo aquella toalla y la dejo a un lado. Hizo un mohín al ver la luz de las velas, le molestaban tanto esas cosas.

por **Doreen Jussieu** Miér Jul 27, 2011 7:49 pm

El padre de Doreen había estado tan encantado con Isaí que incluso casi la vendía con él como si de un objeto se tratase. La chica hizo una mueca cuando este mencionó a su padre - Escape de casa... No quería ser vendida con el primer tonto que cruzara por la puerta de la casa - Confesó sirviendo agua caliente en la taza para luego empujar aquella, quería tomar la distancia prudente entre ambos por cualquier cosa. Su vestido comenzaba a incomodarle y a pesarle, sería bueno cambiarse lo más pronto posible. Asintió ante la aprobación del lugar - Si la señora tiene buen gusto y bueno to me encargue de limpiarlo y decorarlo de hecho pasa ya poco tiempo aquí me la paso sola y hago otras modificaciones más - le sonrió de manera amable y se camino a la puerta del lugar.

Lo miro arrugar el rostro - ¿Quiere que la apague? la luz de la luna entra a la perfección por la ventana y alumna de manera elegante el lugar - Le sonrió un poco a Doreen le gustaba la naturalidad del ambiente, incluso bajo la luz de la luna había trazado una de las mejores obras. Apostaba que Isaí no sabía ese secreto de ella, su amor por el arte, su deseo de pintar en un lienzo blanco, la galería que le había comprado su amigo Darcy y su querido Milo para verla contenta por que aquellos caballeros hacían hasta lo imposible por verla feliz. Se acerco a soplar las velas para que no lo fastidiaran. - Si me permite debo cambiarme de atuendo - Le sonrió dando la vuelta para ir a su cuarto a cambiarse con rapidez.

por Invitado Jue Jul 28, 2011 8:07 pm

-No está bien deja la luz, quizás las cosas se tornen interesantes – sonrío de esa manera peligrosa una sonrisa que pocos le conocían como la mirada de un leopardo detrás de una gacela galante y carnosa, de la misma forma lo hacía el con sus presas saboreando cada instante que pasaban juntos y ‘se conocían’. Tomo la taza entres sus refinados y pálidos dedos, con la yema con aristocracia y un toque lleno de sensualidad que al beberlo parecía una caricia única que recorría el cuerpo de quien le mirara. Le escucho atento, hizo un mohín en cuanto nombro aquello de ser vendida, es que había recordado algo, le miro irse y no dudo un segundo en seguirle.

Acorarle, escucho detrás de esa puerta que seguro con su fuerza era fácil de perforar – Bien sabes Doreen que aquel “Tonto” era yo, y escucha bien me fui de aquí por esa razón pero quizá hoy venga a reclamar lo que se me prometió – miro sus dedos y los paso por encima de sus labios acercándose más y más a la puerta haciendo un chirrido entre la madera y la perilla – Créeme a mi no se me escapa ni una deuda y la hago pagar hasta con creces y dado que te has escapado, y te he encontrado no dudare en hacer algo al respecto y no podrás escapar de mi. – giro la perilla en forma de juego para ‘intimidarle un poco’ pero inmediatamente regreso a su lugar. Jugando con la cucharita y la taza haciéndoles tintinear. Mientras la esperaba.

por **Doreen Jussieu** Vie Jul 29, 2011 12:03 am

Cerró la puerta detrás de si, su cabello colgaba por los hombros escurriendo ya la poca agua que le quedaba después de haber pasado la toalla. Se miro en el espejo y mordió su labio inferior con fuerza. ¿Qué podría hacer para salvarse de aquella noche? La verdad es que ella quería que ya terminara. Poco a poco deslizo aquel vestido, dejándolo en el suelo, seguido fue a buscar uno limpio, nada pesado, no quería tener problemas con corset cuando faltaban pocas horas ya para dormir y estaba segura que el caballero no duraría mucho en la casa. Mientras se vestía lo escuchó, también escuchó la perilla y se hizo a un lado para que al abrir el caballero la puerta no la pudiera ver - Me estoy cambiando - Exaltada, terminando de vestirse y queriendo hacer que se fuera puso por unos momentos el seguro a la puerta - ¿Qué se te prometió? - Preguntó de manera torpe recargada en la puerta del cuarto. Parecía que estaba a punto de rezar, de pedir alguna especie de milagro para que decidiera dejarla en paz. - Escapé de mis padres, nada tienes que ver en eso, si te fuiste fue por que lo correcto era, deberías volver a irte - Se mordió la lengua con fuerza, ahora estaba arrepentida de sus palabras, le daba más enojos y cuerda para molestarla.

Recargada en la puerta, decidió dar varias bocanas de aire y soltarlas. Al final saco el seguro de la puerta y lo abrió. Cuando se topó con ese par de ojos sintió un escalofrío recorrer su cuerpo pero intentó controlarse, al menos frente a él. Camino sin ni siquiera esperarse - Su café se va a enfriar y de esa manera ni el sabor ni el olor se aprecian debidamente - Su figura delicada se meneó mientras bajaba las escaleras de regreso a la cocina. Tomó asiento observando las cosas que estaban en la mesita. Jalo su taza, pero mientras lo hacía su mano temblaba y eso producía que el agua caliente cayera en su mano dejando un ardor que se noto cuando cerró sus ojos. Cuando lo sintió cerca volvió a tomar compostura - ¿Algo que desee comer? - Alzó la mirada para encontrarse de nuevo con la de él - Dígame... Dígame la verdad... ¿Qué lo trae por aquí? - Recargó una mano en la mesa y depositó su rostro en esta misma para poder verle y prestarle toda su atención.

por Invitado Vie Jul 29, 2011 12:31 am

Se había levantado al verla ahí cuestionándole, dio unas vueltas de nuevo al lugar, mientras ella le reclamaba, un bufido de aburrimiento total salió de sus labios, pensó en muchas posibles respuestas, sarcasmos que para él ya eran lo normal, relamió sus labios antes de voltearse a verla con un destello de furia en los ojos – Doreen, Doreen, Doreen, parece que no entiendes verdad? – sonrió mientras se inclinaba apoyándose del asiento al rostro de la chica. Acercándose cada vez mas pero con una furia muy marcada que le hacía sacar su yo oscuro – De donde crees que tu padre sacaba el dinero para alimentarte y para darte la aparente educación que tenias? De ese trabajo mediocre de comerciante – se aparto un poco y echo al aire una sonrisa malévola – no me hagas reír y recordar ese circo, tu padre cuando le conocí vino implorándome le ayudara para no quedar mal ante sus hijos y esposa. – dio una bocanada de aire y trato de controlarse.

-El café no importa y lo que haga bueno es que tengo cuentas pendientes – sonrió de manera amplia y satisfactoria – Qué tal si la cena eres tú? – alzo las cejas con cierta perversión, le miro de pies a cabeza aseguraba poder a ver debajo de esas delicadas telas que quizá podría rasgar en cualquier momento si la chica se atrevía a escapar y es que el temor se le respiraba – La razón por la que no te tome entonces es porque eres una niña, ahora eres toda una mujer – se paso detrás de ella nuevamente y se inclino a su oído susurrándole – Parece que has crecido bastante. – no te hagas la importante no he venido por aquí solo tu perfume me ha arrastrado a ti.

por **Doreen Jussieu** Vie Jul 29, 2011 1:36 am

Ambas manos se aferraron a la silla, como si esta le diera la fuerza o protección necesaria para poder defenderse. Su delicada figura se pego al respaldo de la silla y guardo la respiración de manera instintiva. ¿Qué había hecho mal? El relato de su padre la había dejado helada. Sintió como sus ojos se cristalizaban - No, no es cierto - Susurró. Conocía a su padre, era un hombre honrado, leal, trabajador, No se lo imaginaba pidiendo ayuda a un ser tan desagradable como él - No le creo, usted miente - Se levantó de la silla sobresaltada, sintiendo como la respiración se le entrecortaba conforme iba hablando. - No, no puede cenarme, no lo haría, usted no es malo - La rubia se quería creer aquello, quería que de verdad fuera mentira que este quisiera dañarla más que con el simple relato que le había hecho, un relato que seguramente era mentira para intentar humillarla, para intentar hacer que sintiera dolor, pero ella no le creería. Se acercó a él, sintió incluso su frio aliento. Lo miró de pies a cabeza y como nunca antes, mostrando unas mejillas enrojecidas pero de coraje comenzó a hablarle - Usted tiene bondad entonces... ¿Qué ganaba ayudando a un comerciante? ¿Qué ganaba alimentando a la familia? Ve, la bondad aun esta en su ser, por eso no me haría daño - Su voz comenzó a cortarse, su cuerpo a temblar y verlo tan cerca era una especie de cachetada.

La chica soltó un suspiro prolongado y cerró los ojos por unos instantes buscando estabilidad, no era correcto que estuviera de esa manera pero el caballero le estaba haciendo perder las casillas, como nunca antes. Cruzó sus brazos a la altura del pecho - No me iba a quedar de la misma edad caballero, requiero crecer y lo sabe - Susurró apenas intentando hacerse la inocente y que dejará de verla de aquella manera. La estaba intimidando demasiado. Se quedo pensativa, tal vez si le hablaba de una mejor manera entendería - Creo que es tarde y debo descansar, si me hace el fav... - Susurró dandole a entender que se marchará

por Invitado Vie Jul 29, 2011 2:09 am

La pobre mujer estaba tan aterrada que apenas se le escuchaba, si las velas sé hubieran apagado seguro que Isaí le hubiese mostrado aquellos ojos asesinos pero le gustaba jugar un poco, torturarla, darle la contra a todo lo que respondía así era él una persona tan arrogante y tan ególatra, él no siempre había sido así, “Mi humanidad ya no existe perdí ese lado desde antes de convertirme en lo que soy” pensaba mientras escuchaba los sermones de la educada Doreen – Porque crees que te insistió tanto en educarte bien? Porque yo soy muy exigente demasiado que deseaba cumplieras mis expectativas como yo quería – le acaricio el cabello rodeándole hasta quedar frente a ella, tomo asiento sobre la mesa de centro justo frente a Doreen mirándole tan profundamente. Dejando escapar una risita cínica y burlona – Qué no soy malo dices?, Escuche bien?, ¿Una persona que mata a su propio creador y que además gusta de arrebatarle la vida a mujeres, niños y hombres por igual solo porque tiene hambre no es malo? – se le acerco más de lo debido profundizando su mirada en los ojos de la rubia.

Deseaba encandilarla entrar en su mente, pero solo le mostraría la sensualidad detrás de esos bellos ojos azules que él poseía – Porque te quería a ti pero sabía que tu padre no me daría tan fácil a su preciada niña así que aproveche los momentos de flaqueza que demostró. - poco a poco sintió su nariz rozarle la mejilla, respiraba el perfume de aquella mujer y el miedo. Justo puso el dedo sobre sus labios cuando ella insistió en que él se fuera, corto sus palabras con unos milímetros de distancia de los labios ajenos, le hablo con un tono provocador – claro que no eres la misma y no mientas te sientes atraída por mí.

por **Doreen Jussieu** Vie Jul 29, 2011 2:41 am

Le miro con bastante confusión, sin siquiera saber que decir. - Mi padre no me vendería con alguien como usted, no con alguien que da miedo de tan solo verlo - Le dijo sin más, al menos era franca. El miedo le hacía hablar demás pero suponía que era un escudo de autodefensa que estaba adquiriendo en aquel momento. Además, si antes no le había hecho nada por ser una niña, ahora menos o bueno no sabía ya la chica que pensar - ¿Querías que estudiará solo para beber de mi? No es un poco ridículo? - Mientras más hablaba, Doreen se sentía más avergonzada de su educación. ¿Cómo se atrevía a hablar así? ¿Cómo se atrevía a hablarle a un hombre así? Sintió la cercanía y tembló de sobremanera, colocó ambas manos en el pecho del hombre ejerciendo cierta presión para que no se acercará más - No, no lo deseo, déjeme en paz... - La voz de Doreen se cortaba, su rostro mostraba miedo y tristeza y sus ojos dejaron escapar una lagrima a causa del miedo que tenía en su interior. ¿Qué locura estaba pensando el hombre? Acaso no se daba cuenta que el miedo era lo que sentía y no atracción? No se daba cuenta que la tenía hecho un mar de nervios.

La chica aparto el rostro del caballero del suyo cuando giró el mismo y se escapo de sus brazos saliendo de la cocina de manera automatica - Le invito a retirarse que no será buena idea que la señora de la casa lo encuentre aquí, no quiero que me eche - Le miro abriendo la perilla de la casa. ¿Algún otro pretexto? No, era el último que tenía, no sabía que más hacer, incluso no sabía como avisar que se encontraba aquí, y si gritaba bueno el sonido de la lluvia apagaría su delicada voz. - ¿Qué quiere de mi? Se... Se claro - Preguntó en un hilo de voz sintiendo casi resignación pro su situación.

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