Yoko, the red hair demon

-Nombre del Personaje:
Yoko

-Edad:
19

-Especie:

lycan
-Tipo y Clase Social:
media

-Orientación Sexual:
bisexual

-Lugar de Origen:
Todos y ninguno. Recorro el mundo, el cual es mío, qué importa de dónde vengo?

-Habilidad/Poder:
Agilidad y reflejos sobre humanos
Memoria sobre humana
Sentido del peligro

-Descripción Física:

Spoiler:

-Descripción Psicológica:
Loca, inconsciente, irrespetuosa, impulsiva, no tiene sentido común ni de supervivencia (aunque sigue viva de orgullosa que es, porque la mayoría de sus "accidentes" son demasiado pobres como para costarle la vida). No conoce los horarios, ni el orden, hace lo que quiere, cuando quiere, y porque quiere. No le hables de reglas, porque las va a romper con más ganas. No le interesa el dinero, siempre y cuando tenga para comer… es más! Olviden la comida, con los chocolates que lleva en los bolsillos le alcanza.
Le encanta pelear. Busca pleito donde pueda, ya sea dentro de la manada a modo de “juego” o fuera de ella con cualquier excusa posible… e imposible también. Y es exactamente igual a la hora de obedecer reglas, o meterse en lugares donde no debe. De hecho, tiene el maldito vicio de buscar y entrar a lugares peligrosos, donde está más que claro que su presencia no es bienvenida, tomar lo que le parezca que más valor tiene y llevárselo, aunque luego lo termine regalando porque el objeto en cuestión no le servía para nada. Generalmente acaba “tomando prestada” (ella jamás roba), piedras preciosas porque le parecen bonitas… pero a falta de las mismas le viene bien cualquier otra cosa que pueda hacer molestar mucho a su dueño.


-Historia:
Hija de una pareja de gitanos dueños de un pequeño circo con el cual se dedicaban a recorrer el mundo, regalando alegría a los más pequeños y robándole la billetera a los más grandes. Su padre era una persona bastante ambiciosa, a la cual no le importaba estafar a cualquiera que viera con los bolsillos repletos de dinero y quién se encargó de enseñarle el maravilloso arte de encontrar objetos perdidos… en bolsillos ajenos. Su madre, en cambio, era una persona pacifica que amaba la naturaleza y quien le enseño a tratar y criar animales salvajes entre otras cosas.
Tomo lo que le gustaba de sus padres, descarto lo que consideraba obsoleto o aburrido, y se convirtió en alguien que estafa por el placer de ver como como las personas caen en sus redes, aunque luego el dinero lo regale a pordioseros en las calles. Alguien que con tal de desafiar la autoridad de turno es capaz de patear a un soldado, cuando no le quitaba su gorra y lo hacía correr por ella por toda la ciudad. O “tomar prestadas” piedritas bonitas algún collar (collar incluido) que luego quizás deja en otro lugar, o cuello porque también es divertido ver como las mujeres de la clase alta se pelean. Sin contar cuando sus maridos se retan a duelo al ver manchado el honor de su familia…
Durante sus años circenses ella hacía un poco de todo, desde tomar prestadas billeteras a pedido de su padre, hasta entretener a la gente domando tigres y enormes bestias (que ella misma había criado), o encantarlos bailando en la cuerda floja, saltando en los trapecios, lanzándose cuchillos y antorchas con su compañero, etc.
Podría decirse que tuvo una vida feliz, sus padres se amaban con locura y la adoraban a ella, se divertía a diestra y siniestra provocando desorden donde fuera que se presentara, hacía lo que se le antojaba cómo y cuándo ella quería y, como decía su madre, tenía el mundo a sus pies esperando a que lo conozca y lo disfrute… qué más podía pedir?
Lástima que las vueltas del destino siempre nos tienen alguna sorpresa preparada…
Aproximadamente cuando cumplió los 16 años, mientras recorrían Inglaterra, fue atacada por un lycan. Se había adentrado de noche en un bosque cercano a donde habían armado la carpa del circo con la intención de encontrar algún animalito “tierno” para adoptar aprovechando que la luna llena iluminaba lo suficiente como para no perderse… demasiado, y mientras caminaba se encontró con un “perrito tierno y esponjoso” (según palabras textuales), al cual no tuvo mejor idea que acercarse más mientras lo llamaba y le ofrecía un trozo de pan. Dicho “perrito” no era más que un cachorro de lycan que acabó saltándole encima, mordiéndole el hombro y dejándola inconsciente.
Despertó en casa de Darcy, el lycan que la atacó y Milo, su amigo y quien se estaba encargando de curarla, y al más o menos comprender la gravedad del asunto decidió, con todo el dolor del mundo, quedarse con ellos en lugar de volver a casa. Durante varios meses se dedicaron a viajar juntos y luego de un tiempo decidieron enviarla con una manada francesa para que entrenara.
Fue en una misión con ellos, en la que se suponía que debía vigilar a alguien, que termino prisionera. Todo por no resistir la tentación de jugarle una pequeña e inocente broma a su presa, en lugar de sólo acecharla… Ahora no le queda más que intentar escapar una y otra vez hasta conseguirlo o morir en el intento, ya que la idea de sentarse a esperar que la rescaten es demasiado aburrida, por no decir desquiciante.



-Datos Extras: