Las calles se hacen mucho más largas al anochecer... [Jamal] ◊◊

Recuerdo del primer mensaje :

Había pasado ya varios siglos desde que ella había estado en aquella ciudad, una ciudad que atraía mas por su gentío que por lo demás.
Ella había decidido marcharse, espantada por la insorportable realidad traída por las eras, se había marchado bien lejos, para volver a dormir.

Pero sin saber porque, algo, la hizo despertar de aquella tumba de humedad y fría piedra, del polvo envejecido, en algun lugar de oriente comprendiendo como los tiempos había cambiado.

Y ahora estaba allí, en una París avanzada, más moderna, con paredes empapeladas de carteles donde se hablaba de su exótico espectáculo. Si no hubiese sido por aquel tipo inglés de alta clase, que la había descubierto en algun lugar de la India, o más bien donde ella le había descubierto para sus propositos, no hubiese sido posible que su fama como bailarina de danzas orientales y otras artes hubiese llegado al mismo París. Si ahora, se apodaba Lakme, si, Lakme, ya aquel noble inglés le había puesto aquel nombre por alguna ópera que se ambientaba en la India o algo por el estilo, y fingía ser una extravagante bailarina, protegida por un hombre que le atraía el mundo del exotismo, y mas que protegida por él, él mismo estaba siendo ahora su propia marioneta.

Aquel pequeño espectáculo, estaba viajando por todos los teatros, cabaret e incluso burdeles de europa, y éste iba precedido por el escándalo y la censura. Ya que en aquella época, ¿qué mujer decente bailaría de aquel modo, con tan poca ropa encima? Aunque en realidad, aquello era lo que creaba morbo a la gente, y la atraía bastante.

Ahora aquel teatro de París estaba repleto de un público con un poco más de dinero que el resto, en su mayoría podían verse hombres, pero también se podían ver a aquellas curiosas mujeres, que solo iban a señalar con el dedo.

El telón escarlata estaba echado, hasta que la iluminación de las velas se apagaron, quedando unas pocas bien encendidas. A la reacción de la oscuridad del teatro, susurros de los espectadores, los cuales, se vieron interrumpidos por la repentina música.

Unos hombres, que tenían el aspecto de ser hindues o algo similar, tocaban extraños instrumentos. Lakme los había elegido para que ellos fuesen con ella, para que se alejasen de su país y sus familias, ellos aceptaron movidos por las ansias de riquezas, y a pesar de que estaban ya bien colmados de ellas, continuaban con ella, la avaricia les movían.

De nuevo las luces cambiaron, y se sumió el escenario en un juego de sombras, el espectáculo estaba bien preparado, ya que no solo traía aquellos músicos de orientes, sino ilusionistas que juganban con las luces y las sombras de un modo hipnótico, creando una extraña sensación de magia y misterio.

De repente se la vió a ella, situada en su postura inicial, con aquellas ropas curiosas, y mostrando partes de su cuerpo, que en aquella época llamaba bien la atención, y era visto como impúdico. Sus brazos comenzaba a ondearse, al igual que su cintura y caderas una manera sensual, movida con aquella música, como si fuese una serpiente, la cual dejaba, un extraño hechizo sobrenatural, que encandilaba a los espectadores, los cuales, ahora estaba totalmente boquiabiertos.
Sus ojos seductores eran ajenos a aquellos que le rodeaban, Lakme bailaba para sí más que para ellos, aunque a ella se sentía agusto, en aquel momento, portadoras ser el centro de atención, más le gustaba la sensación de estar rompiendo ciertas reglas en su especie, como era el descubrirse a la luz entre aquellas sombras, pero a ella no le importaba estaba cansada de esconderse en las sombras, en la vergüenza como muchos decían, por ser aquellos demonios que no habían elegido, algunos, aquel medio de vida.

Las sombras se cirnieron ante ella, que desaparenció en aquella danza hipnótica, y el silencio se hizo... Un silencio demasiado largo... Hasta que alguien inicio los aplausos.

Todos la creían una mortal como cualquiera, y ella aparentemente había fingido en todo momento, tenía esa capacidad. Podía engañar tanto a mortales como a inmortales, usando diferente trucos, uno de ellos era la saciedad de la sangre que mantenía el rubor humano, el calor, e incluso el finfido palpitar del corazón al sentir correr la sangre.

Ya pasarían las horas, y el espectáculo oriental, continuaría con las funciones de los diferentes miembros de aquella pequeña compañía habia montado, gracias a aquel tipo inglés, y donde ella era su estrella. Ahora Lakme volvía a su camerino, y mirandose de nuevo al espejo aquel eterno rostro, suspiró por un instante, algo rondaba su cabeza, pero repentinamente ese gesto pensativo se torno en una sonrisa confiada. Para ella la noche solo había comenzado, y no solo la dramatización quedaba sobre los escenarios, comenzaba el momento de convertirse en una pobre victima mortal.

La puerta de atrás del teatro se abría para ella, y las calles llenas de la absoluta oscuridad jugaban con su figura, vestía como cualquier mujer de aquella sociedad, normal y corriente, pero algunos detalles revelaban el material rico de sus ropas y ciertas peculiaridades que la hacía distinta a las demás.

Ahora era aparentemente inmune, humana, su condición inmortal quedaba tapada bajo aquel aroma cálido de su piel palpitante de vida.

Esa la sensación que desea arrastrarte a la inconsciencia, es la debilidad al serte arrebatado aquel líquido tan vital en tu cuerpo. Lakme sentía como su sangre era robada, como aquella que le daba fuerzas le concebía al lobo éste mismo poder, y revelaba miles de años de historia ante sus ojos.

Sus dedos que se volvía como garras marmóreas, arañaban la piel morena a la que se aferraba, sus parpados cerrados daban gesto de tener una enorme concentración, como si su percepción fuese más allá de lo físico. Una carcajada limpia y satisfactoria resonó en aquella calle, ahora podía ver con fuerza, podía buscar entre sus mismo recuerdos... Podía moverse en los olvidados incluso. Solo tenía seleccionar entre tanto confusión, ya que la mente desde donde leía sus propio recuerdos, era un tremendo caos. En el interior de la mente de Jamal, solo había desorden y confusión, pero era perfecta para ser manipulable, perfecta, para ser un reflejo donde captar aquello que su misma mente ocultaba.
Dicen que en un vampiro los años no pasan en balde, sobre todo si es referido a su físico, pero realmente pasan sobretodo cuando no llevas ni un año desde que has despertado, los recuerdos no quedan ordenados ni a simple viste. Y los suyos eran demasiados.

Un quejido de los labios indicaba el placer que podía proporcionarle aquella pequeña dosis de dolor, ella sabía que lo tenía a su merced aunque fuese la expuesta... Si ella lo deseaba, Jamal podría volver a tomar el control de su cuerpo desplazando al “otro”, si ella lo permitía el lobo podía escapar de su prisión, incluso sin haber luna llena, ella podría brindarle la oportunidad de transformarse cuando lo deseara. El licántropo era suyo...

El hechizo parecía haberse esfumado, el licántropo había detenido en su saborear de su sangre, ¿se había hartado? Lo ignoraba... Lakme lo lamento, ya que los últimos recuerdos que había podido apreciar habían sido los de la nieve, el hambre y el frío... Los aullidos de la manada que la perseguían... Los cuerpo de los lobos que habían intentado detenerla, y aquel pelirrojo que gritaba un nombre... de otro tiempo. El suyo.

Cuando sintió que él había dejado de beber, sus ojos ahora escarlatas se encontraron con los de él. Su mirada era sobrenatural, toda ella lo era, ya que a diferencia de su anterior aspecto, ahora parecía una diosa esculpida en mármol y cuarzo; su piel nívea se veía contradecida con el negro de sus cabellos, con el rojo de la sangre que se secaba en su piel. Toda la humanidad se había esfumado, y aquella mirada rubí le daba un aspecto bastante salvaje y escalofriante. Sus gesto carecían del sentir, el calor se había esfumado, y el aire de sus pulmones. Era como si se hubiese metamorfoseado, aunque más bien aquel era el aspecto de un inmortal hambriento y excitado.

Lakme rió con fuerza, aquello le pareció gracioso sentir la mano aferrada a su cuello, el contraste de la piel ígnea con su helada temperatura de cadáver, y luego las palabras de aquel que se hacía llamar Seth.

-Tal vez le dé esa oportunidad... ¿Por qué no? -Su voz era dulcemente escalofríante, sus gestos suntuosos. -¿Te sientes satisfecho? Porque yo ahora me siento algo vacía... Creo que cobraré mi pago.

Lakme tomó con una extraordinaria fuerza la mano que envolvía a su cuello, apartándola con demasiada facilidad. Una sonrisa maquiavélica hizo que sus labios se curvaron, y el gesto que vino fue demasiado veloz y violento para apreciarse a simple vista, solo podía ser sentido.
La inmortal impacto sus labios contra los del licántropo, su aliento sabía a hielo el cual se vio teñido por la sangre, ahora era ella la que bebía de la sangre del lobo, se alimentaba para recuperar fuerzas, sus colmillos se aferraba con tanta fuerza a sus labios que podía sentirse la piel desgarrarse dolorosamente.

El moreno se dejo manipular por aquellos largos dedos y ese arranque de salvajismo que llego a exitarlo o dicho de otro modo exitarlos ya que dentro de el no solo habitaba un "yo" si no un todos , en el murmullo de voces que inundaban con mas fuerza la mente de Jamal dificilmente se podría decir cuantos eran en realidad , había tantas voces , de tantos tonos y acentos ....

El, el italiano cerro los ojos al contacto frió de esos labios de mármol pulido que se le antojaron suaves y siniestros le heló la piel de su boca la cual estallo deliciosamente como un dulce derretido ante el fuego podía sentir como su sangre era succionada de una manera exquisita hasta el mismo acto de sentir su carne ser desgarrada en un solo bocado , hacia que todo el el gritara de gozo ¿gozo? ja, eso debería ser una broma como podía el sentir aquella cosa por ...alguien de esa especie .

Al cerrar sus ojos estos estaban llenos que esa gloriosa sensación de lujuria , si , para que mentir se sentía increiblemente atraído por esta mujer y para colmo de males la tenía ahí frente a el despidiendo aquel asqueroso y pútrido aroma a muerto que violaba sin consideración el templo sacrosanto que por años no solo su familia de inculco y levanto si no que todo su pasado residía en el odio a esa detestable raza llena de oscuridad , pero como negarse a ese sabor , a esa sensación que le llenaba de adrenalina su cuerpo por si solo se movió junto con ella primero dejando que ella le llevase sonriendo mientras ella rebanaba con esos afilados colmillos su piel candente exitado por la fuerza que ella implementaba dejo que su fuerza saliera aflote sin consideración algo que lo exito todavía mas ya que con las mujeres normales había que tener cuidado , demasiado cuidado y lo que había pasado con su hermana hace algo de tiempo le carcomia por dentro , pero ahora ...ahora no había sentido por que contenerse ¿Verdad?


Dejo que su torso golpeara el de la chica sintiendo como un bloque de fuerza destructora se le imponía , abrió los ojos sin separarse de ella de un fuerte jalón movió su mano que todavía se encontraba atrapada en las manos de ella solo para golpear su vientre contra la pared y dejar que esta se desquebrajara , no la solto aun así , dejo que el polvo los bañara y que las migas de piedra resbalaran por sus hombros su mano libre la puso en un mechón de sus negros cabellos los cuales atrapo en el aire al mirar aquella roja mirada este movió su lengua dentro de su boca delineando los colmillos que aun succionaban su vida , regalandole algo mas , algo que a nadie había contado , un secreto finamente guardado por el humano , por el loco y por el lobo ...


/ El palacio de la iglesia de Italia era mas que un simple cuarto lleno de mármol y joyas brillantes decorando el palco del papa , era mas que su increible escuela de artes , era así mismo un asqueroso burdel de monstruos humanos ....

El joven adolecente de cabellos largos se encontraba sentado ala orilla de las jardineras se encontraba decaído ultimamente no había encontraba inspiración para dibujar , su maestro Virgil había sido el mejor en todo el lugar y razón de su muerte fue para el una maldición , su alucinacion se paseaba delante de el con la sonrisa amplia y mostrando la perfecta y blanca dentadura " quieres que vuelva a decirte como le rebane el cuello ? " decía el mientras se inclinaba para susurrarle al oído como si fuera el putrefacto cadáver de su maestro.../ callate por favor callate ¡¡¡ / murmuraba el con las manos sobre sus oídos como si esto pudiera callar a ese fantasma de cuerpo inexistente , pero este como buen demonio sonreía y le echaba el brazo en sus hombros burlandose de lo debil y patetico que era su "amigo" no se dieron cuenta de que eran vigilados de cerca por un monagillo puesto por ordenes superiores de vigilar al joven pupilo de Virgil ; sin miramientos este dio su reporte mas tarde y así como una ola de viento matutino dos hombres de aspecto andrajoso llegaron a las habitaciones de Jamal en la escuela de arte , el joven había sido advertido por Seth de que tuviera cuidado , de que no confiera en nadie , de que no abriera la puerta , de que no comiera nada por que podría estar envenenado , de que no saliera de sus habitaciones , cuando esos hombres llegaron no sabia cuanto tiempo había pasado , ni cuanto llevaba escondido , ni cuanto que no comía o dormía solo se dio cuenta de que por mas que gritaba que lo soltaran que no había echo nada malo , de que no se lo llevaran estos no le hacían caso , grito una y otra ves a Seth que lo ayudara pero este solo reía a carcajadas , grito a Virgil que lo ayudara que no lo mandara de nuevo a las mazmorras con los vampiros , no de nuevo ...

Nadie le hizo caso ...


Sus manos se movieron por el cuerpo blanco sin pudor y sin miramientos la apretujo contra el dejando que sus manos ardientes dejaran su marca en la marmorea piel , una joya que ansiaba destrozar , sentir como se desquebrajaba en sus garras despues de morder sus entrañas , si eso ansiaba , por dentro gruño con fuerza al lobo ansiando cada ves mas poder salir de su escondite , pero alguno en realidad encontraría el hilo de la realidad ? El humano , el loco y el lobo ? quien de los tres dominaría ?

Spoiler:

Colmillos hacía rato que ya había abandonado su cruelta misión de desgarrar la piel ajena, llevándo en contraste la sensación de que su garganta era penetrada por aquel fuego abrumador de su sangre, sangre que circulaba por sus reavivadas venas, que activaban de repente el ritmo acelerado de su corazón, que en su pecho estallaba como mortal.

Imágenes que en su mente se introducían, recuerdos ajenos, rostros desconocidos y... Conocidos... Demasiado.

Sus víctimas había sido miles, millones, era difícil recordar el rostro de cada una de ellas. Al principio de su resurrección, cuando cobró vida de entre los muertos gracias al poder de la sangre vampírica, ella no podía evitar ver el horror de sus ojos con cada dormir, sus sueños se había convertido en tortuosas pesadillas. Todo por sentir aun latenta su humanidad más absoluta, la culpa por cada asesinato le había llevado al punto de casi alcanzar la locura. Pero eso fueron los primeros decenios, siglos... Hasta que descubrió de como deshacerse de su humanidad, de como encerrar sus sentimientos humanos en la caja de Pandora de su ser, todo por la supervivencia. Ya había presenciado miles de suicidios en su especie, camino fácil para escapar de aquelal viva.

Solamente los rostro de aquellos que habían marcado de algun modo su vida, que le había llevado a algun acontecimiento, y la cara que había visto en el recuerdo del licántropo, había sido el primero en su despertar en aquellos tiempo. Un necio mortal que había cometido el error de despertarla de su letargo, que había osado desafiarla y pedirle sus conocimientos más ocultos de aquel modo tan poco ortodoxo. Un necio que solo se había merecido la venganza...

La pared había estallado contra su marmóreo cuerpo, la fuerza de aquel hombre era increíble y en cuanto sus labios se retiron de los de él ella no pudo evitar sino que lanzar una carcajada al aire mostrando aquellos colmillos amenazantes, sabía que sus acciones continuaban provocando más y más en aquella bestia sus deseos más lujuriosos, y ciertamente ella no quedaba atrás con respecto a aquel sentimieto.

-¡Oh caro mio!

Su risa no se detenía, disfrutaba con aquel acto de violencia contra ella, decían que había torturas capaces de elevar al individuo al extasis más intenso, si, y que mismisimo dolor se acostaba en la misma cama que el placer.
Sus labios de nuevo volvía a impactar en una lucha sin tregua, su roce se hacía ansiado y lujurioso, ella podía beber de éste proporcionandole marcas que tentaban al pecado.

Un gemido placentero y estremecer se pronunció entre los labios de la inmortal, que jadeaba gustosa ante la brutalidad de sus manos. Su cuerpo quedaba aprisinado por el de él en una celda candenete, ella con sus brazos se aferro a su cuerpo mientra sus besos peligrosos seguían siendo pura lujuria.

De repente estos se separaron del contacto de su agonico ósculo, sus ojos escarltas que brillaban sobrenaturales en la oscuridad de unas pupilas dilatadas le miraron directamente en una pausa de roto silencio. Su pecho apretado contra su cuerpo subía y bajaba en una respiración agitaba e innecesaria para su supervivencia.
Los dedos pálidos de la bella rozaron la mejilla de él con una extraña y delicada suavidad, una caricia amable, mientras ella se mordía sus propios labios con gesto lascivo.

-Jamal, si estas ahí... "C'è una storia che non conoscete "... (Hay una historia que desconoces...) -Su caricia se fue deslizando poco a poco por su torso y cintura hasta introducirse por dentro de su pantalón, mientras sus labios se acercaban a su oreja susurrandole aquella palabras con voluptuosidad. -Tal vez más tarde te la cuente... "Senza fretta " (Sin prisas)-Sus labios atraparon el lóbulo de la oreja dejando un agradable y provocador cosquilleo, su lengua rozo su mejilla con lascibia. -Virgil, me encontro antes que a ti...

Había removido todo sensaciones que estaban sepultadas en años de miseria e ignorancia , el hombre cerraba los ojos una parte de el lo hacía como modo de autodefensa inculcada a un infantil y penoso deseo de ser erradicado de todo mal , al volver a abrir los parpados las pupilas marrones se habían clavado con mas odio ala inmortal , sus labios se juntaron y se dibujaban en una sola linea tensa demasiado seductora para dejarla pasar de largo , SEth estaba siendo doblegado solo por el candente llamado de ella hacía Jamal , apretó los dientes como si pudiera destrozarlos ((" idota")) rugieron aquellas vocesillas que se habían escapado colandose de entre las rendijas que el mismo ente Jamal había disparado al escuchar su nombre .

Trago saliva y al instante la exitasion lo llevaba a mover su pelvis contra la cadera femenina , involuntario fue aquello se volvía débil in importar la fuerza que implementaba ese asqueroso Jamal por contenerse ante algo tan burdo y loco como la atracción , Pero Seth encontraba molesto estaba a punto de perder el control de aquel cuerpo y al instante la mano fría dentro de sus ropas le hizo saber que tan perdido estaba de tener el "control" soltó un innecesario jadeo tan humano y estupido que en su cabeza se mezclaron las burlas inoportunas de los compañeros de habitación .

Las garras clavadas en el cuello marfíl se pintaron de un carmín intenso Jamal miro entonces ala mujer delante suyo con los marrones encandilados por una belleza fantasmal y fuera de lo normal , una mano detuvo la de aquella insana y traviesa embustera se pego ligeramente a su rostro solo así mirandola , viendose en esas pupilas increibles que deliraban de sabiduria demoniaca , ladeo el rostro com osi la estuviera estudiando pero no se aparto .

-Mujer , ¿Como es que sabes de Virgil ?


Obvio , no era necesario ser un erudito para saber que Virgil era mas que un simple maestro para Jamal era su mentor su heroe , era el por que era lo que era , le causo escalofríos el acercarse ala realidad que estaba apunto de ser revelada .

Debajo de la piel de aquel licántropo, la suya propia y helada podía percibir el calor y excitación que emanaba por aquella tentativa que le ofrecía, por sus caricias descaradas.
Miradas de odio contradichas por el propio deseo que había sido capaz de provocarle, había algo en el interior de él que luchaba con fuerza y otra parte que se quería dejar llevar, Lakme ya lo hacía tranquilamente sin temer el dolor que le producía o a la propia muerte, aquella anciana de extraña belleza se dejaba arrastrar a aquel abismo provocándole de cualquier modo, jugando con fuego continuamente, el riesgo le divertía y le hacía sentirse viva, algo complicado en su estado.

Más se aproximaba su cuerpo al de ella, con aquella cárcel de huesos y piel que había creado haciendo que su espalda destrozase con su fuerza la pared que la atrapaba, el olor a su propia sangre era latente con su férreo... Bajo su amenaza, la piel de mármol parecía resquebrajarse como la delicada porcelana.
Él detuvo sus lujuriosas caricias, y ella le miraba con reto con sus ojos excitados, ya que ella lo deseaba también.

-Los que caminamos más tiempo en la línea del tiempo con un don extravagante, nos encontramos con peticiones poco usuales... -Sus ojos escarlatas provocadores y fieros continuaron llevando a cabo ese hechizo pero a poco fueron adquiriendo su jade natural. Su voz melosa, sus labios movidos con voluptuosidad, su excitación era latente. -Nunca supo mi nombre, nunca supe quien el había hablado de mí... Pero como muchos buscaba lo mismo que todos, quería que le proporcionase conocimientos prohibidos.

Retrocedió un poco algunos pasos torpes que terminaron por alejarlo de las garras de la mujer sus manos se encontraban sosteníendo algo en el aire y sus ojos se desorbitaron al entender las palabras dichas trato de tragar saliva y solo obtuvo recuerdos rasgados que aun se mantenían en su mente torcida dolorosas piezas que embonaban ala perfección en un cristal que era su pasado , comenzó a sudar a saber si era por el nerviosismo o el miedo al presentimiento que tenía podía creerlo de cualquiera menos de VIrgil ...


paso su mano por su rostro tallando esta y limpiando en su camino las perlas de sudor que marcaban al masculino comenzaba a temblar ligeramente y el tic nervioso de su mano derecha ( la que limpiaba su cara ) se cerraba y abría primero con lentitud y poco a poco con desesperación al entrar en ese tic su mano compañera lo seguía con aquel movimiento repetitivo el pecho se inflaba cada que inhalaba y al mismo tiempo aceleraba aquella necesidad .


¿Entonces VIrgil era un no vivo ?

se pregunto al instante que levantaba el rostro con la marca de preocupación , no soportaría aquello ...oh si?

Lakme continuo apoyada en aquella pared, una sonrisa satisfecha se retorció en sus labios dándole un aspecto malévolo. Había conseguido desconcertarle, y solo tuve que usar la verdad.

Apoyando sus manos sobre la pared, dejo atrás el ruido inconfundible de las resquebrajada pared en la que su cuerpo se había quedado clavado por la presión del licántropo, su forma continuaba allí.
Limpiando sus pálidos hombros del polvo de esta pared, fue avanzando un paso tras otro.

-No me lo puedo creer, ¿No lo sabe? -Parecía hablar para ella pero su intención iba directo al confuso Jamal. -Virgil fue besado por la inmortalidad, al igual que otros vampiros quería mis secretos... Más bien "querían", nunca me espere que su Hacedor por fin eligiese convertir a un humano, pero me encontraron.

Observando como afectaba la verdad a Jamal, cauta aquella muñeca de porcelana se acerco. Su gesto malévolo, su descaro... Se esfumaron, sus gesto suaves, sorprendentemente podía comprenderlo de algun modo.

-¿Tiemblas? -Volvía a estar a su lado, sus manos entrelazadas sobre su regazo. Su voz cálida y apaciguadora. -Shhh, shhh... Calma, lobo, calma. -Decidió no tocarlo, solo estar a su lado. Sabía que volvería a rechazarla. -Respirare, lobo... Tranquilo...

Agacho la cabeza aun temblando y sin ser un completo dueño de sus acciones ya que aunque miraba como sus manos se abrían y cerraban este no podía parar aquel movimiento miraba de reojo ala mujer consternado de tanta información no por que fuera un completo ignorante en el asunto ya que no tenía mucho que se había encontrado con su maestro y fue testigo de su transacción mejor dicho de su estado de no vivo , quiso pensar , quiso calmarse hacer caso de la voz mortal que lo seducía pero no fue un oyente total del plano real , las voces contenidas hace minutos antes se fueron desperdigando por todo su cerebro como una vertiente de lava acaparando todo rogo por que cada una mantuviera un nivel de voz minimo regular pero fue todo lo contrario



-¿Entonces ...para que volverme cazador ?

Si había esa lucha mental en sus recuerdos un instructor duro que le inculco mas que nada el odio en especifico a esa raza de seres inmortales por sobre todas las criaturas , no es que deseara empezar a en parentar pero ese odio fue el responsable numero uno de que su felicidad se fuera al demonio y ahora se sentía como un trapo viejo y miserable .