No todos los ríos llevan agua [ Müller ]

por **Ian Lancaster** Jue Jun 09, 2011 11:07 pm

Una noche tranquila donde las haya, aun así, el nosferatu había recibido una carta. La recogió, la abrió con su particular abrecartas de oro blanco y se dispuso a abrirla cuando ésta estaba totalmente desplegada comenzar a leer. Carraspeó un poco y leyó el solo en voz alta -

Ian Lancaster.
Quería proponerte una cita en los pantanos, es de vital importancia. Los motivos te los puedo confirmar desde ahora. Doreen se ha ido de mi vida. Aun así, sigo sufriendo de manera inexplicable, hasta hace unos días, la ví borracha y drogada junto a un vampiro, el cual, acabó acostándose con ella. De hecho, he de mencionar que tengo una enfermedad incurable Ian. Tengo cáncer. En un futuro quizás puedan sacar alguna cura o antídoto, pero es sabido que el cáncer apenas es conocido en el mundo, y yo lamentablemente lo padezco. Por otro lado, creo haber destruído a una persona maravillosa, quizás la persona mas cariñosa que he podido conocer en la corta edad que tengo, Adda. La he dañado Ian, por idiota, pero eso me ha hecho pensar, en lo mísera que es la existencia y lo asqueroso que es el destino, por ello, y sobre todo, por mis existencia, te pido que me conviertas, te pido que me inyectes ese veneno que hace a los humanos seres nocturnos, pálidos, sin escrúpulos y llenos de sangre luchadora, quiero ser como tú Ian, te admiro. Si de verdad estás dispuesto a aunque sea, salvarme la vida, ya sea por el hecho que sea, te esperaré a media noche en los pantanos, fuera de la ciudad. Espero tu presencia.
Tu querido amigo. Uriel Müller

Después de leer dicha carta, éste la arrugó y la tiró al suelo. Eran las 23:56 y tardaría aún un poco en ellgar al destino aunque corriera a su velocidad. Olfateó un poco desde su casa, y sentía el movimiento del cambiaformas. Por lo que en cuestión de 5 minutos se plantó delante del felino con los dientes hacia afuera -Si tienes prisa, puedo acabar aquí mismo y ahora- Dijo el nosferatu con los ojos amarillentos, deseoso de probar algo de sangre, y porque no, salvarle la vida a su amigo, que era a lo que realmente había ido.

por Invitado Jue Jun 09, 2011 11:24 pm

Uriel había mandado una carta suplicante a Ian con la esperanza de que éste aceptara a su oferta. Tanto así que estaba impaciente, sentado moviendo rápidamente su pierna nervioso y mordiéndose las uñas, aun era pronto, las 23:25 y Uriel no tenía mas que andar un kilómetro a lo mucho, y siendo un cambiaformas, no tendría que tardar más de 5 minutos, e incluso, menos tiempo aun. Uriel estaba pensativo, pero... sinceramente estaba harto de estar llevando así con su vida, por lo que impaciente se transformó en una negra y preciosa pantera para comenzar a correr a toda velocidad, que por última vez en su existencia, podría hacerlo, la última vez que sería más un felino, pero no se arrepentiría, tenía varios objetivo, que en la mente vampírica, sería aun mas aplicable. Cuando Uri llegó, tan solo esperó un par de minutos pues Ian se puso rápidamente en frente de él con los colmillos por fuera, Uri sonrió y lo miró -Siempre tan eficiente- Dijo para arrascarse la parte del cuello del cambiaformas y dejar un lado de su cuello libre -Acaba con esto... ¡ya!- Dijo mirándolo serio mientras observaba como el vampiro se acercaba a él para inyectarle ese veneno fatídico. La sangre de Uriel comenzaba a hervirle, los ojos se le pusieron blancos. Cayó al suelo en el acto con el vampiro aun engachado del cuello del cambiaformas, que ya no sería mas, aquel gatito al que todo el mundo miraba y acunaba cuando se transformaba en dicho animal, ahora sería alguien temido, o al menos era lo que Uriel quería pretender de toda la escena. Ian se apartó de él relamiéndose y pasándose la mano por los morros para quitar toda su sangre a lo que susurró el vampiro -Bienvenido-

Uriel abrió los ojos, apenas tenía visión de nada, lo veía todo negro. Pero algo le llamaba la atención y fué al relamerse, algo le impedía el paso a su lengua, y eran dos grandes colmillos que salían de las fauces del ya no felino. Se frotó los ojos y recobró así su visión... se miró y veía su piel blanca, demasiado, daba incluso asco. Olfateó al aire, y tan solo olía a una sustancia que el desconocía, pero que era sangre en realidad, una sustancia que lo atraía, haciendo que éste se levantara como na exhalación y mirar a Ian por debajo de los párpados -¿Esto... es estar muerto?- Rió con malicia, una voz tenebrosa y caótica, para volver a dirigirse al vampiro -Ian... gracias por devolverme la esperanza de poseer de nuevo la felicidad, una felicidad... que tendrá víctimas, quizás no mortales, pero si causantes de suicidios- Rió tenebroso y se giró de media vuelta -Quizás volvamos a vernos, y debas enfrentarte a mí, en ese caso, estaré encantado- Dijo con voz cínica y ''loca'' para salir disparado a una velocidad realmente increíble para llegar quien sabe a donde, pero debía encontrar un refugio alejados del sol y de la claridad, algo que Uriel sí conocía a la perfección.

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Vampiro de Clase Alta [Ian lo mantendrá]
Poderes de Uriel: Causar dolor mental . Persuasión . Sanación acelerada

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