Incontrolable situación, ayuda inesperada... (Rayner Andrews)

por **Darielle Libberman** Miér Jun 22, 2011 1:21 pm

Recuerdo del primer mensaje :

La tarde era totalmente hermosa, los últimos rayos del sol bañaban las calles adosadas de Paris, la brisa era cálida y reconfortante, tanto que el estar fuera del hotel lo tomaba como una bendición ya que el clima auguraba una noche agradable... Caminé de manera tranquila por las calles con un vestido que dejaba ligeramente al descubierto mis hombros, era un hermoso vestido regalo de mi nuevo jefe, no prestaba realmente atención a nadie, aun era un poco temprano para regresar al hotel, o al menos eso creía.

De un momento a otro aquel calor del sol se vio opacado por una repentina tormenta, todo el cielo se cubrió de gris y las gotas de lluvia comenzaron a amenazar a todos los transeúntes. Me pregunté un momento si estaría mal visto el que caminara tranquila a pesar de la lluvia, "Claro que si, debes comportarte como una dama de compañía" pensé para mí misma.

El cielo totalmente oscurecido se veía iluminado a momentos por los relámpagos impetuosos que retumbaban asustando a los pequeños niños que se cubrían de la lluvia. Llegué hasta el raso de una casa intentando que el vestido no se mojara demasiado. Alrededor la gente aun caminaba, mis ojos se encontraron por un instante con un hombre de aspecto maduro... su mirada me llegó de inmediato y sonreí ligeramente cuando sentí un jalón en el brazo.

- Pero que.... - alcancé a decir al sentirme arrastrada hacia el callejón cercano, la lluvia arreciaba y la tormenta descargaba su furía reprimida, intenté safarme pero aquella mano comenzaba a lastimar mi brazo - suelteme - dije de manera firme pero sin tener resultado alguno. Aun sin estar segura de si era de noche deslicé el grillete de mi muñeca mismo que por el agua resbaló por mis dedos. Intenté convertirme en pantera... mientras aquella mano apretujaba mas mi brazo, mi corazón latía desmesuradamente mientras intentaba concentrarme... todo se volvió pequeño sentí como las telas me envolvían. Me quedé quieta mientras aquel ser que me había sujetado maldecía e intentaba dar con aquel "Ser del demonio", estaba totalmente acorralada.

por **Darielle Libberman** Vie Jul 15, 2011 11:36 pm

Fue cuestión de segundos, mismos que ante mis ojos fueron una eternidad, la fría mano de aquella inmortal, sus uñas clavándose en mi muñeca y al instante una luz que me dejo con la vista nublada... un grito de agonía que perforó mis tímpanos y que quedará grabado en mi mente por mucho tiempo.

La fría brisa de la noche, sentirme entre la dureza de una helada pared y la calidez del cuerpo de Rayner, no alcé la mirada, mi vista ahora era un cumulo de pequeñas luces centelleantes, era una felina deslumbrada y no en un sentido positivo. Mi cuerpo me traicionaba, resultaba mi peor enemigo, ¿que pensaría aquel experimentado brujo al verme a punto de llorar, con el miedo paralizándome, con el nudo en la garganta? "Pensará que eres la más tonta de las mujeres... inexperta y miedosa" pensé para mi misma mientras el empujaba ligeramente algo sobre mi abdomen, sus manos buscaban las mías para reemplazar las suyas y su susurro cual murmullo para mis adoloridos tímpanos, aliviaban ligeramente mi mutismo.

Aun sentía su aroma, su calidez, la idea de la protección, todo conjugado para hacer un momento de necesidad de mi parte - No se aleje... por favor... - susurré con la voz entrecortada que fingía ser decidida - por favor - mis manos se aferraron un instante a su camisa aun cuando el podía safarse sin hacer esfuerzo desee con todas mis fuerzas que no lo hiciera, porque en ese instante me derrumbaría, y adiós coqueterías, adiós sonrisas, adiós ideas de sentirme como en un cuento de hadas para dar paso a la patética realidad. Mi frente se quedó pegada a su pecho y mis manos aun se aferraban a su camisa, no abrí los ojos necesitaba un instante para poder recuperar mi ya destruido temple. - Es un gran atrevimiento, no es acción de una dama, pero ahora no lo soy... solo soy yo... - balbucee apretando los ojos y mi cuerpo contra el.

por Invitado Lun Jul 25, 2011 12:33 am

-Tranquila-le susurro despacio, inclinándome hacia su oído-ya paso, sólo debemos de quedarnos unos momentos aquí, tranquiliza tu corazón ellos suelen encontrarnos así.

La chica esta prácticamente temblando. Creo que no se suele encontrar con vampiros a menudo o simplemente no esta acostumbrada a que le entierren las uñas en su muñeca. Le acaricio suavemente el cabello con una mano, pasando los dedos entre tus cabello ondulado y rubio, con mi otra mano levanto su barbilla y la veo a los ojos sonriéndole.

-Ya paso todo-le beso la mejilla suavemente- Creo que ya podremos caminar.

Me separo de ella, pero siento su suspiro su miedo. Como si el hecho de dejarla atrás la desprotegería de la noche. El miedo llena mucho su corazón, a mi mismo me asusta que se sienta hacia.

-Debemos irnos, no podemos estar aqui-le digo sonriente- en especial por que debemos ir a casa.

Incluí la palabra debemos, por que no se si tenga idea que pienso llevarla a m tienda, donde pueda descansar, la señora de la tienda me dijo que no tenia hogar desde que llego. Mi tienda sirve para eso, para darle alojamiento aquellos como yo que buscan refugio, ella lo tendrá gracias a mi.

por **Darielle Libberman** Lun Jul 25, 2011 1:35 pm

"Tranquiliza tu corazón" pense siguiendo las palabras que el mismo había dicho y lo intente con todas mis fuerzas, pero ya estaban gastadas ante cada uno de los encuentros tan raros que había tenido aquella noche, ¿pero porque no podía tranquilizarme? simplemente porque nunca en mi vida había pasado tantas desventuras a la vez, tantas amenazas a mi vida, comenzaba a plantearme el hecho de que estar en París era un error.

- Ya estoy mejor, gracias - susurré cuando el beso mi mejilla, y aunque esquivé la mirada sentí ciertas mariposas en el estomago mismas que ya decidí ignorar, no estaba bien, el solo tenía consideraciones a mi persona pero nada mas, y debía comenzar a tener claros mis pensamientos, suspiré y pasé la mano por mis mejillas para borrar cualquier evidencia de lo que pudo haber sido una lagrima, escuché sus palabras y más cuando dijo debemos... ¿debemos? ¿que casa? si yo no tenía un lugar donde llamar hogar, - si esta bien - contesté de manera automática sin pedir más explicaciones, comencé a caminar en modo automático mientras apretaba las manos y respiraba de manera acompasada, ya no quería mostrarme tan desvalida, tan nerviosa, que tuviera lastima de mi para que Rayner tuviera que tener más y más consideraciones hacia mi persona, porque la paso que iba le debería todo el oro que pudiera llegar a tener...- ¿queda cerca de aquí? - pregunte aunque ya no lo miraba por vergüenza, por que trataba de decidirme si era ya conveniente hablar o era mejor seguirlo cual cordero a su dueño, pensando en que sería mejor porque nada de lo que hacía estaba bien,

por Invitado Lun Jul 25, 2011 3:27 pm

Sigue asustada, tiene que tranquilizarse, no puedo permitirme que este asustada, no así. Me separo de ella pero mantengo mis manos en su cintura, la realidad es que no quiero separarlas de ese lugar, quisiera quedarme un momento más abrazándola, pero hay tantas cosas que no sabe de mi ,tanto que n ose de ella. Seguramente pensaría que soy un brujo caza nova que quiere comerse a besos a la primera gatita con la que se encuentra, literalmente.

-Todo estará bien, no se preocupe-le acaricio el cabello mientras hablo y sostengo bien su mano-mi tienda esta más cerca, de hecho, pero tendríamos que regresar a los callejones.

Mientras sostengo su mano, no puedo evitar acariciársela con mis dedos, sentir su tersa piel con la mía, seguramente la de ella esta chinita hace unos momentos, no permitiré que se vuelva a asustar así, me lo prometo a mi mismo.

-Pero antes-le digo volteándome hacia ella.-Hay algo que quiero hacer y la verdad en estos momentos, sería preferible tarde que nunca.

Sin esperar respuesta de ella, le acaricio los labios con los míos y la beso. Tiernamente fugaz, casi indetectable ante la vista si alguien hubiera estado mirando. Posiblemente eso hará dos cosas, hacer que me de una bofetada o tranquilizarla, espero al menos, si pasan las dos cosas a la vez, primero sea la segunda.

por **Darielle Libberman** Lun Jul 25, 2011 8:00 pm

Asentí ante lo que el decía sentía el suave roce en mis cabellos, tanto que estaba conteniendome para no decir alguna cosa sin pensar, me ponía sumamente nerviosa, aunque la sensación era sumamente agradable, su mano acariciaba la mía al grado de sentir como mis mejillas regresaban a ese tono que antes había adoptado, estaba a punto de hablar ya con un poco más de valor cuando lo escuché decir que deseaba hacer algo.

- Que... - alcancé a decir al momento de sentir sus labios rozar los míos, cual suave brisa del viento, en un beso sumamente inocente, y aun cuando solo duro unos instantes no pude evitar cerrar los ojos, disfrutar el momento, olvidar los miedos, sentir que por un momento la noche era perfecta, "Abre los ojos, no te quedes así" entreabrí los ojos, aun mantenía los labios entreabiertos y la posición que el mismo había hecho que tuviéramos.... aun cuando el ya no estaba tan cerca, mi rostro se enrojeció totalmente tanto que hice un movimiento para girar mi cuerpo y que el ya no me mirara, de seguro se reiría de mi - señor Andrews -balbucee sin saber que decir, ¿que significaba? ¿porque lo habría hecho? me había gustado sobremanera eso sí... pero... y a el? ¿lo hizo solo para que dejara de llorar? - no deseaba girarme, no quería verlo, di un par de golpecitos en mi frente con aquel abanico que el mismo me había dado intentado ser valiente y encararlo - ¿por qué? - pregunté mientras me giraba y lo miraba a los ojos con las mejillas encendidas y la sensación de calidez recorrer mi cuerpo, pero no lo dejé responder y me paré de puntitas para darle un suave beso tan fugaz como el que el me había dado, pero lo suficientemente largo como para asegurarme a mi misma que fue real - creo que estamos a manos -"Pero que frase tan absurda Darielle" me recriminé mientras tomaba su brazo y comenzaba a caminar aunque en realidad no tenía la menor idea de donde quedaba su hogar.

por Invitado Jue Jul 28, 2011 10:48 pm

La miro sonriendo mientras la llevo del brazo, es bueno sentirse bien acompañado y con una bella sensación de calidez.

-A veces hacemos las cosas por querer hacerlas, querida-le digo mientras caminamos-no podemos encontrar explicaciones a nuestras acciones.

Parece que la muchacha ya esta mas tranquila, eso me satisface y me hace sentir bien. La realidad es que el beso fue tanto por que quise como para tranquilizarla, parece que fuera de nuestro encuentro vampirico la noche será tranquila.

-La empleada de la tienda me conto de su estado de vivienda actualmente. No se donde se quedara a dormir esta noche, pero le ofrezco la cama extra que yo tengo, así podrá dormir con comodidad. Se que es atrevido que se lo pida, pero tal vez la pueda ayudar.

Suspiro al terminar de hablar, viendo hacia el cielo y como las estrellas parecen haberse quedado un poco calladas por los faros de la ciudad. Aun así miro al cielo y sonrío.

-¿Qué dice? Se puede quedar conmigo y estará tranquila, puede quedarse el tiempo que desea conmigo.

La miro esperando respuesta. Aunque no se como aguantaría estar tan cerca de ella. La tentación de volver a besarle y de llegar a mas allá me hace sentir deseoso. Lo mejor se que ella no puede leer mi corazón, no es una habilidad de una cambiaformas, hasta donde yo se y espero que no la tenga.

-Se que es acelerado decirle eso, apenas y la conozco, pero mi tienda esta hecha para proteger a aquellos que huimos de cazadores. Últimamente se han alojado magos conmigo, pero usted será bienvenida obviamente.

Le sonrío de nuevo, aguantando las ganas de besarle una vez mas, de robarle su aliento pasionalmente.

por **Darielle Libberman** Vie Jul 29, 2011 8:53 pm

Escuché de manera atenta lo que decía, aun cuando por momento su cercanía me hacía sentir ligeramente cohibida, - bueno tiene toda la razón - contesté sin mirarle mientras aun andábamos por la ahora tranquila calle.

Su suspiro me hizo mirarle con las cejas ligeramente juntas ¿por qué suspiraba? acaso algo le acongojaba? - ¿eso le ha dicho aquella agradable mujer? - pregunté sin pensar mientras mi boca hacía ligeramente una mueca, si me daba un poco de vergüenza hablar de mi inexistente hogar en esta área de París - es usted una persona muy generosa señor Andrews - aseveré con total sinceridad pues era más que testigo de ello. - Si bien dice usted que es un atrevimiento ¿no considera que esa palabra ya sobra después de todo lo vivido esta noche? - le sonreí con tranquilidad para luego mirar nuevamente el camino que seguíamos.

El continuo hablando y hablando y yo trataba de buscar las palabras indicadas, no me quería ver como una malagradecida, y menos ante el, que por alguna extraña razón aceleraba mi corazón al grado de sentir que estaba a punto de salirse de mi pecho - su ofrecimiento me resulta totalmente conveniente para esta noche Rayner -intenté tutearlo pero no me sentía realmente cómoda haciéndolo sin que el lo hubiera autorizado - sin embargo sería demasiado mi atrevimiento el aceptar estar más de una noche... mis cosas se han quedado en un hotel que a esta hora de la noche es imposible que pueda localizar - suspiré intentando no revelar mi pesar por lo descuidada y distraída que había sido aquella noche, lo miré de reojo, el se notaba un tanto tenso, incluso distraído, totalmente diferente de como hace poco tiempo se había notado - señor Andrews ¿pasa algo? - pregunté con cierto tono de inocencia en la voz, pero no estaba segura si el contestaría o no a mi cuestionamiento por lo que continué caminando - ¿cuanto nos falta para llegar a su tienda? - pregunté intentando aligerar el ambiente tan tenso que se había tornado.

por Invitado Mar Ago 02, 2011 10:45 am

Le sonrío ante su pregunta, mi tienda está sumamente cerca de aquí, pues tengo una excelente ubicación en el centro de la ciudad. Así como mis vecinos, me asegure de planear todo con anticipación y hoy, gracias a mi establecimiento, formo parte de la alta sociedad de la ciudad. Gozando del dinero y riqueza que nunca pensé tener cuando era más joven. Aun así, no lo presumo mucho, pienso que sería de mala educación ir por el mundo diciendo que soy un millonario.

-Esta sumamente cerca de aquí señorita. Pero no se que pasara una vez que lleguemos a ella-le digo con ternura-puede que no duerma sola esta noche, en todo caso.

Ya es tarde para retractar mis comentarios, una bofetada o un beso, siempre queda en misterio cuando algo así se comenta a una dama. Aunque yo lo haya dicho de la mejor manera y con la clase de palabras que hemos usado toda la noche, nunca sabré si la joven opina algo diferente de lo que yo.
Me recuerda mucho a Gianette, una cambiaformas perdida en la ciudad, espero que ella no tenga que ir a alimentarse de los basureros como lo hacia mi amiga. Casualmente, ambas son cambiaformas felinas, tal vez les atraigo a las gatitas, que podría decir.

-Una vez que lleguemos, puede tomar la habitación de abajo, es grande y por el momento nadie mas se hospeda, por lo que la tendrá para usted sola. Puede estar el tiempo que desea-le digo mientras continuamos acercándonos.

por **Darielle Libberman** Mar Ago 02, 2011 6:47 pm

Aquel comentario que dijo quizás sin pensar me hizo atragantarme con las palabras y desviar el rostro, el era al parecer un hombre muy experimentado y yo… bueno, el sentir atracción o algún sentimiento similar no era de mi estilo, en realidad nunca lo había sentido.

Me aventuré a hablar, aunque en realidad no estaba segura de mis palabras, y tenía el nerviosismo a flor de piel - ¿realmente lo considera señor Andrews? – mi pregunta fue cargada de un tono curioso en la voz, mismo que nunca antes había usado – es decir, usted se mira tan elegante, tan conocedor, que no dudo que mujeres más hermosas, más experimentadas puedan estar dispuestas a estar con usted, en cambio yo... bueno de conocedora tengo casi nada, y me temo que nunca he estado con... bueno tengo nula experiencia– reí ligeramente, no me menospreciaba pero era sumamente realista, y al final de cuentas así era tal cual, sin más ni menos y no deseaba aparentar algo que no era – sin embargo si usted así lo piensa, que sea lo que el destino quiera… hasta ahora me ha mantenido junto a usted, quizás el destino nos mantenga en una misma habitación – mantuve mi vista al frente y la cabeza en alto a pesar de que mi corazón aun mantenía ese ritmo acelerado.

Al parecer faltaba muy poco para llegar a su tienda y el ya me daba indicaciones de donde podría pasar la noche, nunca había sido una persona que abusaba de las bondades de los demás – muchas gracias señor Andrews, pero por la mañana deberé partir, si es que deseo conservar las pocas pertenencias que me quedan, - lo miré de reojo mientras apretaba ligeramente su brazo – pero deseo preguntarle algo antes que lleguemos a su tienda – detuve mis pasos y me paré frente a el – pase lo que pase esta noche… ¿podré visitarlo en futuras ocasiones? – pregunté mientras me acercaba un paso y trataba de respirar lo más tranquilo posible.

por Invitado Mar Ago 09, 2011 1:20 pm

Supongo que tendrá que regresar al hotel donde se hospeda, no diga que mi tienda sea mejor que un hotel, pero posiblemente la encontraría mas económica, al menos yo no les cobro renta a mis inquilinos con dinero, si no con esfuerzo, a veces les pido trabajar en la tienda un tiempo, claro esta, tengo hechizos fuertes que impiden que alguno con intención de robar no deje los francos en la caja. Lo pensé todo muy bien cuando decidí como iba a trabajar mi refugio para todos aquellos que lo necesitan.

Llegamos a una esquina, donde la luz de la farola incandescente nos ilumina levemente. La tienda esta a unos cuantos pasos mas, donde podrá descansar le puedo pedir un carruaje que la deje en su hotel y verla después, pero no creo que sea mi decisión y ella tendría que tener cuidado sobre que elegirá, pues ya dije que podría pasar.

-Muy bien, mi tienda esta muy cerca, a menos de un par de minutos, sin embargo, puedo pedirle uno de los carruajes que pasan por aquí y encárgame de que la deje en su hotel. Usted es libre de elegir que camino tomar. No le sugeriré nada ni le pediré nada, señorita-le digo mientras veo hacia mi tienda, apagada a esta hora, en una calle iluminada tenuemente.

Si bien no tengo intenciones malévolas, no puedo dejar de ser un caballero, uno que se encarga de darle las opciones que puede tomar, sin ponerse a pedir una en específico, eso delataría deseos que pueden no ser cómodos para alguien.

-Lo que decida, sabe bien que podrá visitarme cuando quiera, ya ve donde es mi tienda. Me gustan las visitas, no es malo tenerlas. Además, después de todo lo de hoy, sería una lástima ya no verle de nuevo.

Le sonrío mientras espero su respuesta, no queda más que esperar.

por **Darielle Libberman** Mar Ago 23, 2011 4:32 pm

Su comentario no me hace más que reafirmar que es un caballero en toda la extensión de la palabra, suspiré y miré la calle que el miraba, estaba un poco dudosa sobre si quedarme o mejor marcharme ¿pero que clase de persona sería marchándome de aquella manera? las cosas ya habían cambiado su curso desde que sus labios se habían posado sobre los míos... no podría llamarme solo una extraña ¿o si?

- Señor Andrews - comencé a hablar calculando mis palabras para que no fueran atropelladas y sin sentido, acaricié su mejilla con la mano cubierta por el suave guante mientras lo miraba fijamente a los ojos, quizás buscando en el la señal para decidirme a marcharme - si no le importa me gustaría pasar la noche en la habitación que me ofrece.

Bajé la mano y miré nuevamente hacia la calle que era alumbrada por una tenue farola dándole un aspecto un tanto misterioso - si aun no tiene mucho sueño... preparo un delicioso chocolate caliente - sonreí sin mirarle recordando todo lo que mi madre me había enseñado - o si desea dormir, quizás pueda preparle un buen desayuno, en agradecimiento a todo lo que ha hecho por mi esta noche - esperé con cierta impaciencia su respuesta, esperaba que aceptara mi propuesta.

Spoiler:

por Invitado Miér Ago 24, 2011 3:19 pm

Sonrío con tranquilidad, para luego suspirar.

-Bien, usted elige quedarse-le digo ofreciéndole mi mano-Pero debe de saber algo.
Antes de que termine de hablar, apunto hacia la tienda, que ya está a la vista. Las luces del interior se encienden, y se observa claramente como la puerta se abre suavemente.
Tomo la mano de Darielle y camino a su lado con tranquilidad hasta estar de frente a mi lugar.
Lo cierto es que mi tienda, en la noche, se ve distinta. Los estante de afuera están vacios, sin el color verde de las plantas, se mira algo insípido. Dentro, las luces dejan ver las mesas con las plantas acomodadas en orden, así como los instrumentos de jardinería, cada uno en su lugar correcto. Un estante para semillas, una vitrina para las más delicadas plantas y yerbas.

-El chocolate caliente suena muy bien-le digo sonriendo, aun frente a la tienda-Pero el desayuno…
La miro por un segundo, hace unos momentos era un manojo de nervios por el ataque de eses vampiros. Hace unos momentos decidió quedarse conmigo, lo correcto es aceptarla. Aun así, a veces hablo de mas.

-Tal vez seria bueno pensar quien es que levantara primero al otro ¿No?-le sonrío de una manera seductora, dando a entender mi idea. Que dejo por ese momento-A menos que prefiera dormir sola, lo cual entenderé a la perfección.

por **Darielle Libberman** Mar Ago 30, 2011 7:43 pm

Lo miré fijamente mientras el hablaba, aun cuando la manera en como su tienda se abrió por si sola era más que atractiva, sus preguntas causaron... cierta sensación de desconcierto. Miré nuevamente hacia dentro de la tienda y el solitario lugar, de seguro de día era una tienda muy concurrida y con muchos más momentos como el que acababa de presenciar.

Reí sin poder evitarlo, ¿como no me había dado cuenta? en el no había atracción solo era un gran caballero que aceptaba las locuras de una cambiaformas, se miraba tan apuesto y tan servicial que no dudaba que era un gran exito con las damas, ¿como no serlo? pero aquella noche se encontró con la peor de las damiselas, una que aparte de salvar tenía que aguantar sus arrebatos emocionales, como el que había dicho antes.

Tomé su mano entre las mías y lo miré fijamente a los ojos, - Señor Andrews... - continué con total serenidad en las palabras - ¿desearía que me marche esta noche? - pregunté sin más rodeos, no me sentía mal incluso estaba mucho más tranquila que antes - si se pregunta el porque de mis palabras, me refiero ante sus preguntas, que no dudo ni un instante que sean porque es un caballero.... más sin embargo me dejan con un poco de desconcierto - solté su mano y miré alrededor - su tienda es hermosa, y no dudo que de día sea mucho más llamativa - esperé con paciencia sus respuestas esperando que no me tildara de loca, porque no era mi intensión, sino darle la oportunidad de que fuera el, el que decidiera las cosas, porque mis respuestas ya estaban dadas.

por Invitado Dom Sep 04, 2011 6:28 pm

Ya no tengo algo más que preguntar, supongo. La tomo de la mano y la guio hasta la entrada la cual ella entra después de que la invito a pasar. Cierro la puerta lentamente a nuestras espaldas.
Me acerco a ella y la abrazo por la cintura, antes de que pueda decir algo mas le beso tiernamente. Suavemente y ante su sorpresa me alejo suavemente.

-¿Cómo no querría que se quedara conmigo señorita?

Chasqueo los dedos y una pequeña mesa se aproxima a los dos, un malten se desenrolla de una mesa próxima y otras dos sillas llegan a acompañar a la mesa.

-La magia me ayuda mucho aquí, creo que seria correcto prepararle algo para cenar. Debido al lugar donde estoy, temo decirle que sólo tendremos vegetales y fruta para cenar-le digo sonriendo mientras me alejo un poco y tomo una cazuela plateada.

Otro movimiento de mi mano hace que la puerta trasera se abra, en el suelo comienzan a rodar algunas zanahorias, brócoli y lechuga. Estiro mi mano hacia un cuchillo cercano. Lo toco suavemente y la mugre se va de el. Los vegetales llegan hasta mi , los cuales comienzo a cortaren forma rítmica.

-Espero no tenga algo contra la cena vegetariana-le digo sonriéndole, mientras me acerco a acariciarle su mentón.

por **Darielle Libberman** Miér Sep 14, 2011 10:15 pm

Aquel beso me hizo sonreir ligeramente.... ¿acaso estaba equivocada en lo que pensaba? a estas alturas ya no tenía la menor pista de lo que en verdad pasaba, por lo cual decidí dejarme de disyuntivas quizás sin fundamentos. Su ofrecimiento de alimentos me hizo reír ligeramente - no, claro que no estoy en contra de la comida vegetariana... - pero mis palabras se vieron interrumpidas por sus movimientos tan repentinos.

Me quedé admirando los movimientos que hacía y como las cosas se movían por si solas de su lugar - pero que fascinante!!! - dije mientras tomaba asiento y miraba lo que el hacía - señor Rayner... - estaba bastante maravillada de poder presenciar algo de aquella magnitud, en mi vida nunca había ocurrido nada parecido y era a tal grado que tan solo miraba embelesada aquella tienda mágica - ni en mis sueños habría pensado algo como lo que usted hace... -En cuanto acarició mi mentón me sonrojé ligeramente mientras le dejaba continuar.

Saqué de entre mis ropas la pequeña esfera para colocarla encima de la mesa, la miré como si fuera un juguete nuevo y esperaba que reconociera su hogar y brillara, reí por mi ocurrencia, si no era una mascota... - ¿y usted atiende solo este lugar? - pregunté mirando alrededor, era bastante grande y de seguro era muy concurrido aunque quizás con su magia no hacía falta la ayuda. Quité los guantes que cubrían mis manos y los dejé a un lado de la mesa.

por Invitado Mar Oct 04, 2011 12:43 pm

Sonrío al verla esfera, chasqueo los dedos y esta lanza un pequeño brillo que ilumina la habitación por un instante. Esa esfera tiene de mis mejores pócimas, hechas explosivamente para iluminar todo lo que me plazca, las utilizo en lugar de antorcha cuando la oscuridad cubre el lugar, incluso para acompañarme en el camino a casa, por si encuentro alguna criatura no muy placentera.

-Algo así. Vera, suelo tener algunos empleados y aprendices temporales, pero ellas vienen y van. En la costumbre de los brujos, los hombres tenemos aprendices mujeres y en ellas es al contrario. Es una costumbre extraña pero así ha funcionado, es por eso, que es bastante común que ambos padres sean brujos, algunas veces los aprendices y maestros se enamoran.

La mira mientras la comida se termina de servir por si misma. Tomo un plato y lo llevo hacia ella. Arrojo una especia más a las papas y zanahorias, haciendo que se calienten por sí mismas, ahora expidiendo vapor que se eleva hacia el techo del lugar.

-Espero sea de tu agrado como cocino, ya que el desayuno te tocara a ti-le digo sonriendo mientras le beso la mejilla y me siento frente a ella, no sin antes tomar mi propio plato.

La miro durante un segundo y pienso en la aventura de hoy. Es la segunda cambia formas que conozco y las dos se transformaban en felinos, a lo mejor son las criaturas más comunes para ellos.

-Cuéntame algo de ti, Darielle, en especial, el brazalete-le digo sonriendo-¿Ustedes no tienen maestros? Tal vez te ayudaría a controlar mejor tus transformaciones.

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Incontrolable situación, ayuda inesperada... (Rayner Andrews)

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