AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
¿En busca de que perdonen mis pecados? ¡No! [Marius]
2 participantes
Página 1 de 1.
¿En busca de que perdonen mis pecados? ¡No! [Marius]
Tal vez en una huida desesperada del ambiente de noches pasionales que se repiten una y otra vez en el burdel había llegado hasta aquí. Buscando perderme entre las callejuelas parisinas. Había que cederle espacio a mis pensamientos, tan solo una mañana. Estoy cansada de vivir de noche. Aunque claro, ahora me repongo y esta noche seguiré disfrutando de la lujuria. Mi vida dio un vuelco de 360º grados desde aquella maldita noche. Aunque a lo mejor lo prefiero así. En estos instantes, mi segundo nombre es Libertad. Antes estaba atada a los deseos de mi familia. Teniendo que ser perfecta a cada momento, impecable. Ahora, me entrego al mejor postor. Tal vez la venganza aún me retenga un poco, pero pronto podré volar, cuando arruine completamente a aquél que se hacía llamar mi padre. Observé con fiereza a mi alrededor. Me encontraba en la catedral. ¿Qué hace una muchacha como yo en un sitio como este? Pese a que llevo uno de mis vestidos más "decentes", se puede discernir a kilómetros que no soy como las demás muchachas. No soy recatada, no me da vergüenza enseñar carne, y mi mirada tantea a las personas con picardía. Decididamente diferente. Así que no pienso entrar a la catedral. Pese a estar "orgullosa" de ser como soy, no me gusta ver la desaprobación en los ojos de los presentes. Me mordí el labio inferior y decidí sentarme en un banco a los alrededores de la catedral. Sencillamente, a esperar. ¿A esperar qué? Jugueteé un momento con mi pelo. ¿De verdad esta es la vida que quiero tener? ¿Prostituta hasta que los hombres me rechacen por haber envejecido? Fruncí el ceño. Sí si así puedo hacerle daño a mi padre. Me aseguro bien de que todos los hombres con los que me acuesto sepan mi nombre. Giulietta Di Noir. A saber si eso le estaría afectando a mi padre. Esperaba de todo corazón que supusiera una deshonra para él.
Durante unos minutos mantuve la mente en blanco, tan solo dedicándome a observar a los transeúntes. Pocos reparaban en mí, y los que lo hacían solo eran hombres con mirada pervertida. Mientras estoy en el burdel, me gusta que se fijen en mí de esa forma. Eso supone un cliente fijo. Pero cuando estoy en la calle... Es todo diferente. Aunque claro, es el camino que yo he escogido. Sería muy inmaduro por mi parte lloriquear interiormente por algo que yo misma he decidido. Dibujé en mi rostro una pequeña sonrisa mientras decidía que podría hacer a continuación. Desde luego, no pienso quedarme toda la mañana enfrente de la catedral sola.
Durante unos minutos mantuve la mente en blanco, tan solo dedicándome a observar a los transeúntes. Pocos reparaban en mí, y los que lo hacían solo eran hombres con mirada pervertida. Mientras estoy en el burdel, me gusta que se fijen en mí de esa forma. Eso supone un cliente fijo. Pero cuando estoy en la calle... Es todo diferente. Aunque claro, es el camino que yo he escogido. Sería muy inmaduro por mi parte lloriquear interiormente por algo que yo misma he decidido. Dibujé en mi rostro una pequeña sonrisa mientras decidía que podría hacer a continuación. Desde luego, no pienso quedarme toda la mañana enfrente de la catedral sola.
Giulietta Di Noir- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 24/06/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ¿En busca de que perdonen mis pecados? ¡No! [Marius]
Como cada noche, salía a mis encuentros fortuitos con el pópulo. A veces eran simples transeuntes pero la vida en ésta ciudad era distinta. Pese a mis otros encuentros con hermosas damas y quizás alguna que otra satisfacción nunca estaba de sobra, pues yo era el único que tomava mi vida y la moldeaba a gusto. Éso era lo bueno de la eternidad, y los que aclamaban estar solo era porque así lo querían. Siempre se podía tener la compañía de una cortesana, o controlar el cuerpo de una jóven muchacha para que hiciese a voluntad propia. Pero todo ello nada mas que eran juegos. Tan solo había llegado en otras ocasiones a ésta ciudad, pero en éstos tiempos que corrían, todo era diferente.
Aquella imágen lo explicaba todo. Personas beatas paseando frente a la catedral, observando a las mujeres menos recatadas con aires de desprecio y superioridad, pese a que en sus fueros internos deseaban yacer con un hombre distinto cada noche; el amante que susurraba palabras eróticas en el oido de la dama mientras su marido está cuidando de su propio hijo, todo delante de su supuesto "Dios".
Aquel personaje no podía irrumpir en las vidas de aquellas personas que inútilmente pasaban por la catedral a rezar, a implorarle que llueva para regar su sembradíos, para ayudarla a tener un hijo varon, pues su marido así lo quería. Como una vieja anciana simplemente acataba aquella promesa que hizo en su día cuando su marido estaba a punto de morir. Pero toda atención a mentes ajenas careció de importancia, cuando observé a una muchacha sola, frente a las puertas de la gran catedral. No estaba a punto de entrar, sino mas bien estaba sentada de espaldas a ella, una sonrisa cruzó mis labios al ver tal muestra de ignorancia hacia la casa de Dios.
- Buena noche, Mademoiselle.
Mi voz sonó ténue, pero lo suficientemente grave para sentir aquel atractivo que mi voz poseía. No lo hacía a propósito, sino era algo que mi don sobrenatural me había permitido, encandilamiento. Algo que hacía que todas las personas se sintiesen atraidas hacia mí, pero por el momento no era aquello lo que buscaba. Quería saber de aquella muchacha atrevida, que le daba la espalda a algo tan importante para la mayoría de los Parisinos. Tras ello, si mi sed me lo pedía, su sangre resvalaría por mi garganta con mas suerte que otras.
Aquella imágen lo explicaba todo. Personas beatas paseando frente a la catedral, observando a las mujeres menos recatadas con aires de desprecio y superioridad, pese a que en sus fueros internos deseaban yacer con un hombre distinto cada noche; el amante que susurraba palabras eróticas en el oido de la dama mientras su marido está cuidando de su propio hijo, todo delante de su supuesto "Dios".
Aquel personaje no podía irrumpir en las vidas de aquellas personas que inútilmente pasaban por la catedral a rezar, a implorarle que llueva para regar su sembradíos, para ayudarla a tener un hijo varon, pues su marido así lo quería. Como una vieja anciana simplemente acataba aquella promesa que hizo en su día cuando su marido estaba a punto de morir. Pero toda atención a mentes ajenas careció de importancia, cuando observé a una muchacha sola, frente a las puertas de la gran catedral. No estaba a punto de entrar, sino mas bien estaba sentada de espaldas a ella, una sonrisa cruzó mis labios al ver tal muestra de ignorancia hacia la casa de Dios.
- Buena noche, Mademoiselle.
Mi voz sonó ténue, pero lo suficientemente grave para sentir aquel atractivo que mi voz poseía. No lo hacía a propósito, sino era algo que mi don sobrenatural me había permitido, encandilamiento. Algo que hacía que todas las personas se sintiesen atraidas hacia mí, pero por el momento no era aquello lo que buscaba. Quería saber de aquella muchacha atrevida, que le daba la espalda a algo tan importante para la mayoría de los Parisinos. Tras ello, si mi sed me lo pedía, su sangre resvalaría por mi garganta con mas suerte que otras.
Marius De Romanus1- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 56
Fecha de inscripción : 21/06/2011
Re: ¿En busca de que perdonen mis pecados? ¡No! [Marius]
A los ojos de los demás debía de parecer una sola e indecente muchacha. Nadie sabe lo que se oculta detrás de la picardía de mi mirada. Mejor así. No necesito que me compadezcan ni que sufran por mi. Resuelvo los problemas muy bien yo solita. Observé con el rostro serio a la personas que entraban y salían de la catedral. ¿Realmente creían que Dios los iba a ayudar? ¿Tan solo por lloriquear un poco y pedir perdón por los pecados cometidos? Sinceramente estúpido. Suspiré y me centré en acariciar mi precioso cabello.
Me sobresalté al escuchar que una agradable voz se dirigía hacia mi persona. Fruncí el ceño y levanté la mirada con la intención de perforarlo. Y sin embargo, no me salió como yo esperaba. No podía mirarlo con desagrado. Había algo en su persona que no me lo permitía, que me atraía irremediablemente. Sin duda era un chico agraciado. Está bien, dejémoslo en guapo. Con un buen cuerpo y una voz encantadora, pero yo nunca me vengo abajo ante nadie, no pierdo la dignidad. Desvié la mirada hacia otro sitio mientras pronunciaba un seco: "Buenas, Monsieur". ¿Qué me pasa? Suelo ser yo la que dejo sin habla a los demás, la que controla la situación y hace sentir incómodo al resto. Un par de miradas y una sonrisa cómplice y los hombres caen a mis pies como moscas. Al parecer, la situación ha cambiado. Y sin embargo, soy cabezota como yo sola. Con una gran fuerza de voluntad y sin mirarle a los ojos murmuré: "Disculpe... me molesta su presencia". Resalté la palabra "su" con todo el veneno posible, y le dediqué una borde sonrisa. Tal vez así me dejara en paz y no tendría que seguir luchando con el irrefrenable deseo que crecía en mi interior.
Volví a centrarme en mi cabello, como si eso pudiera alejarme kilómetros de aquél hombre. Como si al ignorarlo pudiera hacer que se marchase. Bastante improbable, pero mejor luchar que mirarlo con adoración. A mí me gusta jugar cuando sé que voy a ganar. Y, es extraño, pero SÉ que no podría ganar.
Me sobresalté al escuchar que una agradable voz se dirigía hacia mi persona. Fruncí el ceño y levanté la mirada con la intención de perforarlo. Y sin embargo, no me salió como yo esperaba. No podía mirarlo con desagrado. Había algo en su persona que no me lo permitía, que me atraía irremediablemente. Sin duda era un chico agraciado. Está bien, dejémoslo en guapo. Con un buen cuerpo y una voz encantadora, pero yo nunca me vengo abajo ante nadie, no pierdo la dignidad. Desvié la mirada hacia otro sitio mientras pronunciaba un seco: "Buenas, Monsieur". ¿Qué me pasa? Suelo ser yo la que dejo sin habla a los demás, la que controla la situación y hace sentir incómodo al resto. Un par de miradas y una sonrisa cómplice y los hombres caen a mis pies como moscas. Al parecer, la situación ha cambiado. Y sin embargo, soy cabezota como yo sola. Con una gran fuerza de voluntad y sin mirarle a los ojos murmuré: "Disculpe... me molesta su presencia". Resalté la palabra "su" con todo el veneno posible, y le dediqué una borde sonrisa. Tal vez así me dejara en paz y no tendría que seguir luchando con el irrefrenable deseo que crecía en mi interior.
Volví a centrarme en mi cabello, como si eso pudiera alejarme kilómetros de aquél hombre. Como si al ignorarlo pudiera hacer que se marchase. Bastante improbable, pero mejor luchar que mirarlo con adoración. A mí me gusta jugar cuando sé que voy a ganar. Y, es extraño, pero SÉ que no podría ganar.
Giulietta Di Noir- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 24/06/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ¿En busca de que perdonen mis pecados? ¡No! [Marius]
El comportamiento de la mujer podría haber hecho que cualquier hombre bajase la cabeza e intentase desaparecer de la lengua viperina de la mujer. Pero lo que todos sabían de Marius era su persistencia, paciencia y demás virtudes que conseguían poner la carne de gallina a las personas al igual que "encantarlas" literalmente.
Marius, sin sacar las manos de sus bolsillos se acercó mas hacia aquel banco, las sacó y con ellas arremangó parte de sus pantalones para sentarse, como solía hacer siempre. No le importaba aquel malestar que la mujer sentía, sin embargo como todas las que solía conocer, al igual que ella (cortesana), tenían un pasado turbio y un odio irrefrenable quizás con el género opuesto. Los hombres además de propinarles placer, solían ser fruto de sus rabias, odios e incluso desgracias sufridas a lo largo de sus vidas. Padres insatisfechos, hermanos que no parecían serlo, y demás eran lo que solían apuntar su odio.
- Si le molestase ya se habría ido. - Pronuncié en un perfecto francés, que acariciaba su lengua como muchas otras veces lo hacían los labios de una mujer. - Y sabe que no es cierto. - Me giré hacia ella, en un simple movimiento de cabeza, sin borrar aquella media sonrisa de mis labios, esperando recibir una mirada de la mujer. Él sabía su efecto que tenía en ella, sabía que como cualquier otra mujer le deseaba, pero quizás eso fuese parte de su poder, la otra parte de aquella mujer se negaba a caer en el embrujo de Marius, sabiendo que no sería buena forma de evadirle.
Posiblemente, la obligaran a acostarse con hombres mucho mas mayor que ella, pudiendo ser su propio padre o incluso mas mayor aún. ¿Por qué resistirse al encanto de un jóven Romano recien llegado de viaje? Tan solo ella lo sabía, pero Marius perfectamente conocedor de las pasiones femeninas sabía que poco tardaría en cederle su complicidad, una mirada dedicada solamente hacia él seguidas de unas palabras mejor sonantes que las anteriores.
- Mi nombre es Marius, ¿y el vuestro?[/center]
Marius, sin sacar las manos de sus bolsillos se acercó mas hacia aquel banco, las sacó y con ellas arremangó parte de sus pantalones para sentarse, como solía hacer siempre. No le importaba aquel malestar que la mujer sentía, sin embargo como todas las que solía conocer, al igual que ella (cortesana), tenían un pasado turbio y un odio irrefrenable quizás con el género opuesto. Los hombres además de propinarles placer, solían ser fruto de sus rabias, odios e incluso desgracias sufridas a lo largo de sus vidas. Padres insatisfechos, hermanos que no parecían serlo, y demás eran lo que solían apuntar su odio.
- Si le molestase ya se habría ido. - Pronuncié en un perfecto francés, que acariciaba su lengua como muchas otras veces lo hacían los labios de una mujer. - Y sabe que no es cierto. - Me giré hacia ella, en un simple movimiento de cabeza, sin borrar aquella media sonrisa de mis labios, esperando recibir una mirada de la mujer. Él sabía su efecto que tenía en ella, sabía que como cualquier otra mujer le deseaba, pero quizás eso fuese parte de su poder, la otra parte de aquella mujer se negaba a caer en el embrujo de Marius, sabiendo que no sería buena forma de evadirle.
Posiblemente, la obligaran a acostarse con hombres mucho mas mayor que ella, pudiendo ser su propio padre o incluso mas mayor aún. ¿Por qué resistirse al encanto de un jóven Romano recien llegado de viaje? Tan solo ella lo sabía, pero Marius perfectamente conocedor de las pasiones femeninas sabía que poco tardaría en cederle su complicidad, una mirada dedicada solamente hacia él seguidas de unas palabras mejor sonantes que las anteriores.
- Mi nombre es Marius, ¿y el vuestro?[/center]
Marius De Romanus1- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 56
Fecha de inscripción : 21/06/2011
Re: ¿En busca de que perdonen mis pecados? ¡No! [Marius]
Al parecer, aquel muchacho encantador no se dio por vencido. Pfff. Se acercó más hacia el banco y, sacando las manos de los bolsillos, se remangó los pantalones para poder sentarse en el banco. Fruncí el ceño ante su actuación. No me hacía gracia esa irremediable atracción que sentía. No es que no me apeteciese mantener relaciones con él ahora mismo. Porque me apetecía. El problema era que no sería yo la que controlase la situación. Me dejaría llevar y entonces él podría hacer todo lo que quisiese conmigo. Me mordí el labio inferior.
-No me voy porque es el sitio que YO he escogido, y ya que usted es el que ha llegado después, debe pagar las consecuencias.- respondí. La verdad es que el muchacho tenía toda la razón del mundo. Si algo no me gusta, me voy. Pero algo tenía que decirle. Lo miré con fiereza cuando añadió ese "Y sabe que no es verdad". ¿Qué sabrá él lo que yo sé? Vale, eso ha sonado un poco raro. Y sin embargo, cuando me observó con esa media sonrisa, la fiereza de mi mirada se evaporó. Aún así, gruñí descontenta, como un perro que se da cuenta de que no tiene nada que hacer contra su adversario. ¿Marius? En fin, si me pregunta por mi nombre no le voy a decir que no. Es lo que busco, predicar mi apellido para hundir a mi padre.
-Giulietta, Giulietta Di Noir- respondí aún con un poco de reticencia. Decidí, tras un largo debate con mi mente, jugar también al juego de la seducción. Muchos hombres han caído bajo mis pies después de un par de miradas y una sonrisa pícara, creyendo que le iba a entregar mi cuerpo solo por ser ellos. Inocentes, como, seguramente, estaría siendo yo ahora. Así que volví a alzar la mirada, y esta vez, intensamente, como quien no quiere la cosa. Le dediqué una falsa sonrisa y jugueteé con un mechón de mi rubio pelo. El problema radica en que cada momento que paso junto a él, más atraída me siento, y así, cualquiera se puede concentrar. ¿Qué tendrá?
-No me voy porque es el sitio que YO he escogido, y ya que usted es el que ha llegado después, debe pagar las consecuencias.- respondí. La verdad es que el muchacho tenía toda la razón del mundo. Si algo no me gusta, me voy. Pero algo tenía que decirle. Lo miré con fiereza cuando añadió ese "Y sabe que no es verdad". ¿Qué sabrá él lo que yo sé? Vale, eso ha sonado un poco raro. Y sin embargo, cuando me observó con esa media sonrisa, la fiereza de mi mirada se evaporó. Aún así, gruñí descontenta, como un perro que se da cuenta de que no tiene nada que hacer contra su adversario. ¿Marius? En fin, si me pregunta por mi nombre no le voy a decir que no. Es lo que busco, predicar mi apellido para hundir a mi padre.
-Giulietta, Giulietta Di Noir- respondí aún con un poco de reticencia. Decidí, tras un largo debate con mi mente, jugar también al juego de la seducción. Muchos hombres han caído bajo mis pies después de un par de miradas y una sonrisa pícara, creyendo que le iba a entregar mi cuerpo solo por ser ellos. Inocentes, como, seguramente, estaría siendo yo ahora. Así que volví a alzar la mirada, y esta vez, intensamente, como quien no quiere la cosa. Le dediqué una falsa sonrisa y jugueteé con un mechón de mi rubio pelo. El problema radica en que cada momento que paso junto a él, más atraída me siento, y así, cualquiera se puede concentrar. ¿Qué tendrá?
Giulietta Di Noir- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 24/06/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: ¿En busca de que perdonen mis pecados? ¡No! [Marius]
Marius, un tanto divertido por la situación, no cambió el gesto en su rostro ni un ápice. Se levantó y alte la atenta mirada de la muchacha que parecía querer seducirle, le tenidó su mano.
No pretendía hacer nada que la mujer no quisiese, o al menos por el momento. Las ganas de Marius de poseer a otra de las mujeres parisinas no escatimaba en gustos. Si la quería, lo conseguiría, pues no era dificil que cualquier fémina cayese en su juego. Se le antojó la verdadera forma de insultar al supuesto dios, y era poseyendo a la mujer en la capilla de la catedral, pero en cambio siguió un camino totalmente distinto, hacia el jardín que tenían justamente al frente, pasada la laguna.
- Tu padre debería estar orgulloso. - Comentó con una media sonrisa en los labios, parándose en la barandilla que daba al estanque, para observar la reacción de la muchacha. Le encantaba seguir aquellos juegos, y mas aun si se trataba de una mujer que conseguía la mayoria de sus veces llevar la voz cantante en la cama. Sabía que así se trataba, y por la reacción tan esquiva de la misma, también creyó que no importaría luchar por algo si luego en realidad se tenía.
Deseaba arrancar sus ropas en miles de pedazos, y tomarla allí quisiese o no. Tan solo era su decisión, y su misión ahora, era provocarla hasta límites insospechados.
Sabía de sobra la repercusión que tendría sus palabras en aquella jóven. Aquel apeliido sin duda me sonaba, pero era totalmente imposible de recordar los millones de rostros que habían pasado por mis ojos a lo largo de mi extensa vida.
- Por qué no me dejas ayudarte..? - Comentó, al tiempo que se paraba tras de ella y absorbía su aroma con los ojos cerrados, intentando contenerse de toda acción brusca, pudiendo ser descubierto por ojos indiscretos. - Podría acabar con todas tus preocupaciones.
No pretendía hacer nada que la mujer no quisiese, o al menos por el momento. Las ganas de Marius de poseer a otra de las mujeres parisinas no escatimaba en gustos. Si la quería, lo conseguiría, pues no era dificil que cualquier fémina cayese en su juego. Se le antojó la verdadera forma de insultar al supuesto dios, y era poseyendo a la mujer en la capilla de la catedral, pero en cambio siguió un camino totalmente distinto, hacia el jardín que tenían justamente al frente, pasada la laguna.
- Tu padre debería estar orgulloso. - Comentó con una media sonrisa en los labios, parándose en la barandilla que daba al estanque, para observar la reacción de la muchacha. Le encantaba seguir aquellos juegos, y mas aun si se trataba de una mujer que conseguía la mayoria de sus veces llevar la voz cantante en la cama. Sabía que así se trataba, y por la reacción tan esquiva de la misma, también creyó que no importaría luchar por algo si luego en realidad se tenía.
Deseaba arrancar sus ropas en miles de pedazos, y tomarla allí quisiese o no. Tan solo era su decisión, y su misión ahora, era provocarla hasta límites insospechados.
Sabía de sobra la repercusión que tendría sus palabras en aquella jóven. Aquel apeliido sin duda me sonaba, pero era totalmente imposible de recordar los millones de rostros que habían pasado por mis ojos a lo largo de mi extensa vida.
- Por qué no me dejas ayudarte..? - Comentó, al tiempo que se paraba tras de ella y absorbía su aroma con los ojos cerrados, intentando contenerse de toda acción brusca, pudiendo ser descubierto por ojos indiscretos. - Podría acabar con todas tus preocupaciones.
Marius De Romanus1- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 56
Fecha de inscripción : 21/06/2011
Re: ¿En busca de que perdonen mis pecados? ¡No! [Marius]
Observé como se levantaba. ¿Se iría por fin? Parecía bastante improbable. En efecto, quedó demostrado que lo que quería era martirizarme cuando me tendió la mano. Ni en sueños le acompañaría a dondequiera que fuese. El muchacho se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia el jardín. ¿Me dejaría tranquila?
"Tu padre debería estar orgulloso". Oh, ha dado en el clavo. Me levanté con rapidez y seguí los pasos del muchacho. Di un par de zancadas y me coloqué a su lado, en la barandilla con vistas al estanque.- ¿Conoces a mi padre?- le pregunté con una sonrisita. La misma sonrisa de una niña pequeña al saber que le van a dar un caramelo. Las anteriores tonterías que se me habían cruzado por la cabeza desaparecieron, como el rechazo hacia aquel hombre. ¿Ayudarme? Pues claro que podría ayudarme. Sin embargo, recuperé un poco la compostura debido a la desconfianza que había arraigado en mi interior desde los últimos tiempos.
-¿Ayudarme a qué?- le pregunté, ingenua. ¿Acabar con todas mis preocupaciones? Eso eran muchas preocupaciones. Tal vez el maldito estaba jugando conmigo. Además, ¿de que le serviría ayudarme? No tengo prácticamente nada. A no ser que quiera lo que todos los hombres desean en su fuero interno. Noches desenfrenadas, cuerpos esbeltos y sonrisas pícaras. Putas. Tal vez fuera eso, porque no podría darle mucho más. De todas formas, ¿cómo piensa ayudarme? Tamborileé con los dedos encima de la barandilla con impaciencia, esperando respuestas. Este juego no termina de hacerme gracia.
Mi mirada se perdió en el hermoso estanque, mientras Marius paseaba a mi alrededor.
"Tu padre debería estar orgulloso". Oh, ha dado en el clavo. Me levanté con rapidez y seguí los pasos del muchacho. Di un par de zancadas y me coloqué a su lado, en la barandilla con vistas al estanque.- ¿Conoces a mi padre?- le pregunté con una sonrisita. La misma sonrisa de una niña pequeña al saber que le van a dar un caramelo. Las anteriores tonterías que se me habían cruzado por la cabeza desaparecieron, como el rechazo hacia aquel hombre. ¿Ayudarme? Pues claro que podría ayudarme. Sin embargo, recuperé un poco la compostura debido a la desconfianza que había arraigado en mi interior desde los últimos tiempos.
-¿Ayudarme a qué?- le pregunté, ingenua. ¿Acabar con todas mis preocupaciones? Eso eran muchas preocupaciones. Tal vez el maldito estaba jugando conmigo. Además, ¿de que le serviría ayudarme? No tengo prácticamente nada. A no ser que quiera lo que todos los hombres desean en su fuero interno. Noches desenfrenadas, cuerpos esbeltos y sonrisas pícaras. Putas. Tal vez fuera eso, porque no podría darle mucho más. De todas formas, ¿cómo piensa ayudarme? Tamborileé con los dedos encima de la barandilla con impaciencia, esperando respuestas. Este juego no termina de hacerme gracia.
Mi mirada se perdió en el hermoso estanque, mientras Marius paseaba a mi alrededor.
Giulietta Di Noir- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 24/06/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» ~ Busca liberarte de tus pecados, yo te escucharé ~
» Marius "El Romano"
» Marius Id
» Marius T. Rohmer.
» Marius De Romanus
» Marius "El Romano"
» Marius Id
» Marius T. Rohmer.
» Marius De Romanus
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour