En busca de respuestas...(Loukas Giorkas)

por **Nara Della Rovere** Sáb Jul 02, 2011 8:44 pm

Todo parecía una terrible pesadilla, aquella noche en el bosque donde aquel lobo hambriento la había atacado. Ni si quiera supo como logro llegar a su hogar. La fiebre y los terribles dolores que había pasado los días siguientes a eso. Los doctores que su familia había mandado a llamar ninguno encontraron una respuesta cuando al cabo de unos días Nara despertó como si nada hubiera pasado, ya no había cicatriz en su cuello o casi nada de ella, pero parecía que desaparecería en un par de días más.

Tenia que entender que le estaba sucediendo, estaba segura que aquello no era normal, incluso cuando aquel vampiro la había mordido había dejado una pequeñas marcas en su cuello, pero la cicatriz que ese animal había dejado en ella lentamente desaparecía.
De golpe con un montón de libros en las manos choco con una persona y al mirarlo sintió un terrible terror, aquellos ojos ya lo había visto un poco mas salvaje y en otro ser, pero podía reconocerlos. Los libros se esparcieron por el suelo y Nara dio un paso hacia atrás, el miedo hacia aquel hombre se reflejo en sus ojos. Fue por instinto que llevo una mano hacia su cuello tocando la pequeña cicatriz que aun estaba allí.

Parecía estar paralizada, queria correr pero ese hombre era el único que podía explicarle lo que le estaba sucediendo. Así que simplemente se limito a mirar sus ojos. Las imágenes de esa noche volvieron a ella y sus ojos se llenaron de lágrimas, casi como si le estuviera sucediendo en ese momento.

por **Eyra Erikdóttir** Sáb Jul 02, 2011 8:54 pm

Formaba parte del trabajo. Habían informado de una desaparición de una adolescente y todo apuntaba a que había sido en la Biblioteca de París. Y ahí estaba yo, preguntando a la recepcionista si había visto u oído algo extraño hacía tres días. La respuesta que obtuve, no me convenció en absoluto, así que dejé a mi compañero que le interrogara él solo mientras yo daba una vuelta por la sala, observando y anotando mentalmente cada rostro sospechoso o pista que pudiera ayudarme en la investigación.

Y estaba tan metido en mi papel de superhéroe local, que no me percaté de que una humana chocaba contra mí, cayéndosele los libros al suelo y mirándome de forma extraña, como si me reconociera y me temiera... estaba asustada pero, ¿por qué?
Le presté mi ayuda al recogerle los libros y le sonreí amistosamente.

- Disculpe, su belleza me cegó unos instantes y... tropecé con usted, lo lamento.- susurré con desparpajo, guiñándole un ojo y sin borrar mi sonrisa traviesa.

por **Nara Della Rovere** Sáb Jul 02, 2011 9:08 pm

Nara escucho su voz y hasta parecía dulce, pero ella sabia que no era así, al verlo acercarse volvió a dar un paso para atrás, pero jamás quito los ojos de los de el. La indignación recorrió la columna de Nara, el casi había acabado con su vida y ni si quiera la recordaba o eso era lo que parecía.

Se agacho para recorrer sus libros los cuales algunos habían caído abiertos y mostraban distintas leyendas de licántropos -No te segó al tratar de asesinarme- Susurro Nara tan despacio que solo un ser sobre natural la abría escuchado. Al ver que el hombre volvió a acercarse para ayudarla, Nara se volvió alejar de el pero esta vez su cabello se movió dejando al descubierto la cicatriz en su cuello.

por **Eyra Erikdóttir** Dom Jul 03, 2011 9:21 am

Parecía que mi sonrisa, mis buenos modales y mi disculpa por el tropezón no habían tenido el efecto esperado. Fruncí el ceño cuando retrocedió de nuevo, ésta vez, enfadada. ¿Por qué? Le tendí mi mano derecha esperando que aunque fuese por mi uniforme policial, ella la encajara. Sólo necesitaba un roce con su piel para acercarme de nuevo a ella. Sin embargo, no entendía porqué seguía allí plantado, mirándola con curiosidad y esforzándome en acercarme a esa muchacha a la que no había visto antes... ¿o sí?

Entonces, ella se agachó para recoger sus libros, por lo que aproveché mi rapidez para avanzarme y ayudarla cuando un susurro me hizo estremecer. ¿Asesinarla? ¿Yo? Me alcé del suelo y la miré fijamente a los ojos, mordiendo mi labio inferior.

Hacía unos días desde que había sido luna llena y en aquella ocasión, recordaba que no había tenido tiempo suficiente para ir a casa y atarme a las cadenas. Lo siguiente que recordaba fue despertar desnudo junto a una laguna, en el bosque próximo a mi casa... con sangre en los labios.

Mi pulso se aceleró y empecé a ponerme nervioso. ¿A caso la había atacado? ¿A ella? Como acto reflejo, miré todo cuanto la envolvía: su ropa, sus detalles, su mochila, sus libros...

Los libros. En un fugaz vistazo comprobé la temática de aquellos dichosos volúmenes de ciencia ficción. Hablaban sobre licántropos y hombres lobo. Volví a mirarle con urgencia. ¿Y si sabía mi secreto? ¿Y si hablaba? Pero si realmente la había atacado... ¿porqué seguía con vida?

Recorté distancias aproximándome a ella y percatándome de una herida en su cuello. Una mordedura. Pero no se parecía a la de un bicho o incluso la de un vampiro. No. Era más grande y profunda, como si la intención no hubiese sido la de succionar su sangre sino la de decapitarla.Tragué saliva ruidosamente y sin dudarlo, la arrinconé en una estanteria, cerciorándome de que nadie nos veía ni nos escuchaba.

- ¿Qué es lo que sabes de mí?- le exigí con un tono algo mordaz para ocultar mi preocupación.

Moví mis manos posicionándolas alrededor de su cintura para evitar que intentara escapar de mis preguntas. Estábamos en una biblioteca y no podía dejar entrever mis habilidades como lobo.

por **Nara Della Rovere** Dom Jul 03, 2011 11:52 am

Aquel hombre pareció entender de qué hablaba Nara porque se levanto rápidamente y por primera vez ella noto como su respiración se había acelerado ¿Eso era posible? Jamás le había sucedido algo así.

Se levanto por instinto, algo de la mirada de el no le gusto, pero cuando quiso huir, el la arrincono contra un estante "¿Qué es lo que sabes de mí?" Exigió saber el. Nara miro a su alrededor en pero nadie los miraba. Pudo sentir las tibias manos de aquel hombre en su cintura.

Sus ojos se clavaron en los de el -Yo se que eres una bestia- Dijo casi con odio, no ha su especie sino a el mismo. Siempre se había querido a los licántropos, pero el había querido asesinarla -Siempre lo supe, desde aquella noche en la que me atacaste, se que eras tu, jamás olvidare tus ojos hambrientos- Se sentía molesta.

Otra vez estaba allí a merced de el así que tomo sus manos y las movió con fuerza, para liberarse, sus movimientos eran mas ágiles y esta vez se sentía mas fuerte ¿Que era lo que le sucedía? Entonces volvió a mirarlo, casi con temor en las voz dijo -¿Que me has hecho?- Entonces sus ojos se llenaron de lagrimas.

Queria saber que era lo que le estaba sucediendo, ella misma se sentía diferente, tal vez más ágil y más segura de su misma, pero con un miedo interior, como si una bestia fuera a salir de ella y que jamás lograría controlarla.

por **Eyra Erikdóttir** Dom Jul 03, 2011 12:27 pm

Miré aquél brillo especial en sus ojos. Sí... tenía razón. Ambos se conocían. Esucuché sus reproches en silencio, dejando que aquél odio calara en mi pecho, dejándome sentir culpable y abominablemente monstruoso. Bajé los ojos hacia mis pies, incapaz de continuar sosteniendo su ardiente mirada.

- Dios... ¿qué hice? Maldita sea...- blasfemiaba para mí mismo.- Siento mucho lo que te hice, de veras.- me disculpé sinceramente, alzando la vista hacia ella y mostrándole mi faceta más humana.

Ella hizo un gesto para desprenderse de mí y no quería asustarla más, por lo que le di cierto margen por si prefería marcharse de allí. Sin embargo, los tormentos me acecharon y di un cabezazo en el estante, cayendo algunos libros a mi alrededor. Por suerte, la biblioteca empezaba a estar desierta y nadie se percató de lo ocurrido.
Cuando quise voltearme, vi que ella seguía allí, mirándome acusatoriamente, y su voz volvió a tomar las palabras ésta vez, con sabor a lágrimas.
Suspiré y me giré para apoyar mi espalda en el estante, cerrando mis ojos y cruzando los brazos sobre mi pecho.

- No sé lo que pasó aquella noche.- admití con un deje amargo en mi voz.- Y no sé lo que te hice.

Aguardé unos segundos y abrí mis párpados lentamente, mirando por el rabillo del ojo a aquella joven hermosa que sin darme cuenta, había entrado en mi vida.

Y me quedé pensando en sus palabras, en sus gestos, en aquella agilidad sobrehumana... ¿y si...? Meneé la cabeza. No, no podía ser. Imposible.

- Déjame ayudarte.- le pedí con un hilo de voz y mi mirada penetrando la suya.

por **Nara Della Rovere** Dom Jul 03, 2011 12:55 pm

El blasfemo y luego se disculpo por lo que le había hecho. En sus ojos había arrepentimiento y dolor, Nara no fue ajena a eso, pudo verlo en sus ojos y algo en su corazón se hablando. El la soltó, pero no huyo, en cambio siguió escuchando sus palabras.

El no sabia que le había hecho, pero Nara necesitaba de su ayuda para entender lo que sucedía dentro de su ser. Hubo unos minutos de silencio, cuando el abrió los ojos la miro y le ofreció su ayuda.

Entonces entendió las palabras de aquel licántropo llamado Yann, cuando decía que el era una bestia, Nara se acerco un poco y dijo -Necesito tu ayuda- Pero esta vez sus palabras eran mas dulce -Algo en mi esta cambiando desde aquella noche y me siento desesperada no puedo contarle a nadie-

Lentamente se agacho para levantar los libros en el suelo no queria llamar mas la atención y necesitaba hablar con aquel hombre y tranquilizarse, después de todo estaba convencida que el era el único que podría ayudarla.

por **Eyra Erikdóttir** Dom Jul 03, 2011 1:12 pm

Ella aceptó mi ayuda y el nudo que me estrangulaba el pecho fue desapareciendo lentamente. Suspiré aliviado y la ayudé a recoger los libros caídos, poniéndolos en el estante perfectamente ordenados, como si no hubiese sucedido nada. Alcé la vista hacia ella con seriedad, y asentí una sola vez, indicándole que me siguiera hacia la mesa más alejada de la sala. Teníamos unos minutos hasta que nos echaran, puesto que la Biblioteca estaba a punto de cerrar. Era casi de noche.

Le ofrecí un asiento y esperé a que se sentara en él para luego retirarme hasta el otro lado de la mesa, justo frente a ella. Carraspeé un poco y jugueteé con los dedos de mis manos, incapaz de saber cómo empezar aquella extraña confesión. Era la primera vez que hablaba de mi condición con otra persona, pero algo me decía que debía confiar en ella. Así pues, escondí mis ojos tras la penumbra de la sala y las palabras fluyeron por entre mis labios como si tal cosa.

- Mi nombre es Loukas Giorkas.- empecé entre susurros y sin poder mirarla a los ojos por temor a lo que pudiese ver reflejados en ellos.- Mi origen se remonta a Atenas, lugar en el que me crié con mi padre hasta que una noche, fuí atacado por un enorme lobo en el bosque. Al día siguiente, sólo vi heridas y contusiones, pero seguía con vida.- obvié el comentar sobre la suerte de mis dos amigos, puesto que ambos murieron aquella fatídica noche.- Entonces supe que algo en mí había cambiado, pero no supe en qué sentido hasta la luna llena siguiente, cuando yo... bueno, me convertí en lo que tu viste hace un par de noches. Un monstruo.

Suspiré y la miré dubitativo, esperando que saliera corriendo en cualquier momento, o quizás que sacara una pistola y me disparase con balas de plata. Al fin y al cabo, cualquiera un poco cuerdo actuaría de aquél modo.

por **Nara Della Rovere** Dom Jul 03, 2011 1:33 pm

Nara lo siguió hasta la mesa y tomo asiento. Sus palabras parecían ser una carga y aquel hombre parecía temer decirle algo, cuando termino de hablar Nara llevo por instinto la mano a su cuello -Por Dios...- Dijo con los ojos lloroso y totalmente sorprendida ¿Era posible ella ahora seria un licántropo?

Se quedo en silencio tratando de entender lo que le sucedía, respiro profundo y le dio una suave riza a su compañero -Mi nombre es Nara Della Rovere- Dijo tratando de no perder el control. Estiro su mano y tomo la de el -No eres un monstruo y yo tampoco lo seré- Su voz era tranquila, aunque por dentro se sentía nerviosa.

Miro sus ojos y dijo -Necesito que me expliques todo lo que sepas, tengo que estar preparada para cuando eso llegue- Ahora entendía por que su cicatriz desaparecía lentamente, por que escuchaba cosas que antes no, por que los colores ahora ten vividos.

De algún modo Nara ahora se encontraba conectada con aquel hombre y aunque una parte de ella aun le temía, otra sabia que necesitaba de el. Los ojos de Nara se volvieron suaves y llenos de cariño al entender que aquel hombre no había deseado atacarla y que ahora se sentía culpable por lo que había hecho. No podía decir que lo perdonaba, no aun pero por lo menos no sentía odio por el, es mas comenzaba a sentir esa suave ternura que sentía por los licántropos.

por **Eyra Erikdóttir** Dom Jul 03, 2011 3:44 pm

Suspiré y esbocé una tímida sonrisa cuando sus manos se posaron sobre las mías, asegurando que ninguno de los dos éramos uns monstruos. Sin embargo, discrepaba. Yo era un asesino, pues empecé matando a mi propio padre cuando me vi fuera de control durante la primera luna llena, y durante los veinte años como lícantropo, sumaba en una lista negra de víctimas, pese a haber dejado de contarlas a partir de la treintena.

- En realidad no sé mucho, puesto que no conozco a nadie igual que yo.- susurré, bajando la vista a nuestras manos entrelazadas.- Sólo sé que cada luna llena pierdo el conocimiento y despierto desnudo en cualquier parte. Si no me atara con cadenas, sé que podría ser el autor de una matanza.- meneé de nuevo la cabeza ante esa idea.- También sé que la plata me hiere más de lo normal, así como que soy más ágil, los sentidos más desarrollados, más hambre...- reí levemente.- Ser licántropo tiene algunas ventajas.

Le guiñé el ojo, esperando sacarle una sonrisa a la bella damisela enfrete sentada.

- Sin embargo, no puedo dejarte sola en ésto y puesto que yo fui el culpable, te ofrezco mi casa para pasar la primera luna llena.

Sabía que dos lobos solos en una casa alejada de la gente sería arriesgado, puesto que si no salía bien, se convertiría en una locura. Pero si salía según lo planeado... ambos lobos estarían lejos de las personas y ambos podríamos ayudarnos a pasar aquella noche. Esperé su respuesta algo inquieto, pues deseaba que no me malinterpretara. Mordí mi labio inferior.Suspiré y esbocé una tímida sonrisa cuando sus manos se posaron sobre las mías, asegurando que ninguno de los dos éramos uns monstruos. Sin embargo, discrepaba. Yo era un asesino, pues empecé matando a mi propio padre cuando me vi fuera de control durante la primera luna llena, y durante los veinte años como lícantropo, sumaba en una lista negra de víctimas, pese a haber dejado de contarlas a partir de la treintena.

- En realidad no sé mucho, puesto que no conozco a nadie igual que yo.- susurré, bajando la vista a nuestras manos entrelazadas.- Sólo sé que cada luna llena pierdo el conocimiento y despierto desnudo en cualquier parte. Si no me atara con cadenas, sé que podría ser el autor de una matanza.- meneé de nuevo la cabeza ante esa idea.- También sé que la plata me hiere más de lo normal, así como que soy más ágil, los sentidos más desarrollados, más hambre...- reí levemente.- Ser licántropo tiene algunas ventajas.

Le guiñé el ojo, esperando sacarle una sonrisa a la bella damisela enfrete sentada.

- Sin embargo, no puedo dejarte sola en ésto y puesto que yo fui el culpable, te ofrezco mi casa para pasar la primera luna llena.

Sabía que dos lobos solos en una casa alejada de la gente sería arriesgado, puesto que si no salía bien, se convertiría en una locura. Pero si salía según lo planeado... ambos lobos estarían lejos de las personas y ambos podríamos ayudarnos a pasar aquella noche. Esperé su respuesta algo inquieto, pues deseaba que no me malinterpretara. Mordí mi labio inferior.

por **Nara Della Rovere** Dom Jul 03, 2011 4:18 pm

Sonrió suavemente al escuchar que el no conocía a otro hombre lobo, pero por la mente de Nara pasaron la imagen de Jamal peleando contra los vampiros y sonrió -Esta bien, quizás podríamos buscar respuestas juntos- Dijo casi pensativa, le preocupaba el hecho de la plata, recordó que en la mañana se había quitado la cruz de plata que llevaba siempre colgada por que el había quemado. Otra prueba más de lo que comenzaba a temer.

Río suavemente ante su broma -He visto muchas veces las ventajas de los licántropos o ¿En realidad crees que ere el único licántropo que he visto?- Dijo con naturalidad después de todo ya se había cruzado con varios de ellos.

Entonces el le hizo una propuesta y Nara se sonrojo por completo ¿Pasar la noche en la casa de un hombre? Jamás había estado en lugar cerrado con un hombre -¿Como le explicaría mi desaparición a mi familia?- Dijo sin mirarlo, se encontraba avergonzada aunque entendía el por que de su palabras.

por **Eyra Erikdóttir** Dom Jul 03, 2011 4:34 pm

Cabeceé ligeramente cuando ella comentó aquello. Me aliviaba saber que no era el único licántropo en aquella zona, por lo que no pude evitar sonreír. Cuando le sugerí que pasara aquella noche conmigo, divisé un rubor en sus mejillas y sus ojos centellearon unos segundos, hasta que ella los apartó para hacerse una pregunta en voz alta a la que respondí poniéndome en tensión. Recordaba demasiado nítidamente la primera noche en la que me transformé.

Era mi primera vez, no sabía qué me ocurría... Mi padre estaba junto a mí y lo último que recuerdo fue su rostro descompuesto por el horror. Después... sangre.

Bajé mi barbilla y oculté mi rostro entre mis manos antes de tomar su rostro entre mis dedos para obligarla a mirarme.

- Debes abandonar a tu familia, Nara.- le imploré con sequedad en la boca.- Es peligroso para ellos.

No quise decirle nada más, pues sabía que se imaginaría el motivo del peligro. Suspiré y acaricié sus mejillas como acto de valentía, asegurándole con una simple mirada, que siempre me tendría a su lado.

por **Nara Della Rovere** Dom Jul 03, 2011 4:46 pm

Noto como aquel hombre ocultaba su mirada y luego tomaba su rostro para decir lo único que hizo que Nara temiese ¿Abandonar su familia? Ellos lo eran todo, las únicas personas que lo había amado. Lo miro en busca de esperanza, pero al no encontrar nada, soltó sus manos con violencia y se levanto de la mesa -¡¿Que?! Jamás, ellos son todo lo que tengo-

Ni si quiera podía pensar ¿Que haría ella sola? Giro casi con brutalidad y comenzó a caminar, estaba molesta, llena de ira, un nudo crecía en su garganta mientras mas pensaba en no volver a ver el dulce rostro de su madre, sabia que la misma moría de pena si ella los abandonase, tenia que haber otra manera.

Todo su ser le pedía correr huir de allí, las lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas, tenia tanta impotencia, tanta amargura, era algo que jamás había sentido, como si un dolor profundo se clavara en su pecho.

por **Eyra Erikdóttir** Dom Jul 03, 2011 5:06 pm

Nara se alzó bruscamente y tras gritarme, dolida y llena de ira, se volteó y empezó a caminar a paso firme. Bueno, finalmente, había ocurrido lo que esperaba: ella huía de mí. Pero de lo que jamás podría escapar, era de ella misma.

Me alcé pasivamente y en dos segundos me detuve frente a ella, tomándola de sus muñecas y llevándola a un rincón de la sala llena de estantes, mesas y silencio.

- No seas egoísta, Nara.- le pedí calmadamente.- Si te empeñas en tenerles cerca de ti, ambos sabemos que morirán.

Suspiré y la solté, pero sin apartar mi cuerpo de encima del suyo, bloqueándole que pudiera escapar de mí. Mi aliento acariciaba su piel y mis latidos intentaban calmarla, sosegarla.

- [color=orange]No estarás sola, me tiemes a mí a tu lado.- le prometí, acercándome a su rostro para besar la punta de su nariz para terminar sonriéndole dulcemente. Quería que ella viera que podía confiar en mí.

por **Nara Della Rovere** Dom Jul 03, 2011 5:22 pm

El no dejo que se fuera del lugar, la llevo a un lugar apartado "No seas egoísta, Nara" No pudo decir nada se quedo en silencio, pensativa, escuchando sus palabras. El la soltó pero acerco su rostros y beso suavemente la punta de su nariz, tal vez en otro momento se hubiera sonrojado pero en ese momento hizo algo que no esperaba, le dio una bofetada -Esto es tu culpa- Dijo con los ojos llenos de lagrimas.

Pero unos segundos después comenzó a llorar, dejándose caer en su pecho -No puedo irme, mi madre esta muy enferma y si me voy, la preocupación la mataría- Todas sus palabras estaban entre lagrimas y desesperación. No sabía que seria de ella después de lo que le había sucedido.

Se abrazo el pero no sabia que decir, ni como actuar ¿Aquello significaba que siempre estaría sola? Que jamás volvería a disfrutar del cariño y el amor de los seres amados. Nara levanto su vista y busco en los ojos de Loukas un poco de esperanza.

por **Eyra Erikdóttir** Dom Jul 03, 2011 5:37 pm

No sé lo que esperaba que ocurriese entonces, pero un bofetón no era lo más indicado en aquél momento. Sin embargo, reprimí mi enfado y suspiré, dejando que Nara se desahogara en mi pecho mientras mis manos acariciaban su espalda deseando borrarle ese sufrimiento. Y lo peor, es que tenía razón: yo era el único culpable.
Suspiré y escondí mi rostro entre su alborotado cabello achocolatado, cerrando los ojos pero escuchando sus lamentos, sin dejar de acariciar su espalda.

- Lamento todo ésto, Nara.- le aseguré con pesar.- Pero es necesario alejarte de tu familia.

En mi mente empezaron a dibujarse ideas para que fuera más senzillo; fingir su muerte, decirle que se casa con un extranjero y debe mudarse...

- Me pedista ayuda y ahora te la estoy brindando: vivirás conmigo a partir de ahora.

No era una sugerencia. Ya no. Ambos sabían que lo mejor para todos era que Nara se mudara conmigo. Dónde los dos pudiésemos dedicar el 100% de nuestro tiempo a saber qué éramos, sin preocuparnos de la seguridad de nadie más a parte de nosotros mismos.

Esperé alguna señal por parte de mi interlocutora.

por **Nara Della Rovere** Lun Jul 04, 2011 11:31 am

El sentimiento era terrible, casi como de soledad, las lagrimas no paraban de brotan, pero Nara sabia que el tenia razón, debía alejarse de su familia antes de la próxima luna llena o podría resultar en la muerte de sus seres mas queridos. Escucho sus lamentos pero no podía mirarlo a los ojos.

Entonces Loukas dijo algo que no esperaba, Nara levanto lentamente la vista y clavo sus ojos en lo de el -¿De que hablas?- Pero millones de ideas comenzaron a brotar en su mente. Quizás no todo estaba perdido, Nara solo tenía que estar alejada de su familia las noches de luna llena, pero si ella no vivía con ellos eso no significaba volver a verlo jamás, tal vez todos los días podía ir a ver a su madre y ayudarla.

Una pequeña sonrisa se dibujo en el rostro de Nara, ahora solo tenia que encontrar una manera de explicarle a su madre por que se iría de su hogar después de todo en aquella época una mujer solo se iba de la casa de sus padres, si se casaba o moría. Pero alguna explicación debía encontrar.

Dejo sus pensamientos de lado y mas alegre miro a Loukas -Gracias- Después de todo aquel hombre intentaba ayudarla y si no fuese por su advertencia, tal vez la primera luna llena la abría encontrado junto a sus familiares y hubiera teñido sus manos de su sangre.

Volvió a hablar -¿pero que dirá la gente de que vivas con una mujer que no es tu esposa?- Después de todo ella había notado su uniforme, y el siendo un policía imaginaba que debía cuidar su imagen. Tampoco queria ser un problema para el, el ya tenia suficiente.

por **Eyra Erikdóttir** Lun Jul 04, 2011 11:51 am

Nara parecía algo más animada, algo que realmente me tranquilizó. Y por suerte de ambos, ella había accedido a vivir conmigo, pese a ser un extraño y el verdugo de su humanidad. Le sonreí dulcemente y sequé con la yema de mis dedos cada lágrima que había humedecido su precioso rostro angelical.

- Cásate conmigo, entonces.- comenté con un ligero encogimiento de hombros.

Todo aquél problema había sido por mi culpa, así que si podía ayudarla, lo haría. Y si el problema era una boda, habría boda. A demás... algo en mi interior, una especie de monstruito empezó a desperezarse, indicándome que algún sentimiento jamás antes experimentado, empezaba a nacer en mí.

Guiñé el ojo con complicidad y volví a besar la punta de su nariz, esperando que no me abofeteara ésta vez y no apartándome demasiado tras el gesto cariñoso, dejando que nuestras respiraciones se entrelazaran.

por **Nara Della Rovere** Lun Jul 04, 2011 12:13 pm

Trataba de pensar alguna excusa cuando escucho lo que el dijo, lo miro completamente sorprendida. Ella jamás había pensado en casarse con nadie y mucho menos con un hombre que no conocía, después de todo ningún hombre aceptaba su personalidad y sus ideas de libertad.

Nara abrió la boca para hablar pero ninguna palabra salía de sus labios "¿Porque? No solo lo hacia por compasión a ella, para dejarla sola" Se dijo a si misma y lo miro a los ojos -No tienes que atarte a mi solo por compasión- Dijo casi con tristeza en la voz, no queria que el sacrificara tanto por ella.

Entonces el volvió a besar suavemente su nariz, pero esta vez ella le dio una suave sonrisa, era la primera vez que un hombre se le acercaba tanto, bueno a excepción de aquel vampiro que la había atacado y había usado sus habilidades sobre ella. Odia ver esa imagen en su cabeza así que intento borrarla y volver a su compañero.

Lentamente pasó su mano por el rostro de aquel hombre acariciándolo suavemente, en sus ojos había un nuevo brillo, pero no sabía como definirlo. De golpe sintió la voces de personas que lo habían visto -Que desubicados, como van a estar así en un lugar publico- Dijo aquella voz, y Nara se sonrojo completamente, agachando la vista y clavándola en el suelo.

por **Eyra Erikdóttir** Lun Jul 04, 2011 12:26 pm

Ella no dijo un "no". Y la sola esperanza de recibir una afirmación de sus labios, me hacía marear de... ¿alegría? Nara había mencionado el "atarme" a ella, y mis labios se entreabrieron para susurrarle al oído justo cuando ella acariciaba mi rostro.

- Es lo que más deseo.

Sonreí sinceramente y me aparté ligeramente de ella cuando ambos escuchamos la voz de la Bibliotecaria, la cuál avanzaba hacia nosotros para rogarnos que nos marcháramos. Junto a ella, mi compañero de trabajo me miraba con los ojos desorbitados. Le hice un gesto con la cabeza y se marchó.

Tomé la mano de Nara y disculpándome con la Bibliotecaria, la guié hacia la salida, respirando el oxígeno renovado de la noche. La media luna nos observaba desde la lejanía.

- Parece que la luna nos sonríe.- susurré, sentándome sobre un escalón que conducía
hacia la Biblioteca.

Aún aguardaba su respuesta. ¿O acaso necesitaba un anillo? Mordí mi labio inferior, devanándome los sesos para encontrar la mejor forma de hacerlo.

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