Cuestión de honor [Eleonor]

por **Kwon Jae Wook** Miér Jul 06, 2011 12:07 pm

Una noche más entre las calles parisinas. El coreano pasaba por sus calles, con gesto ausente. El era mucho más guapo e interesante que aquellos mortales europeos. Estaba pasando por un periodo extraño. Algo dentro del menor de los Kwon habia cambiado, desde la noche en que perdiera los papeles con aquella zorra de ojos azules. Se odiaba, no estaba para nada contento, y, a pesar de que su mente de le decia que borrara esa estupidez de su mente, no podía. Por que su orgullo habia sido tocado. Y eso, le hacia odiar con todas sus fuerzas aquellos lugares de sexo y excesos. Si por el fuera, intentaría borrar del mundo, como un justiciero que no era, de aquellas mujeres que solo servían para abrir las piernas.

Pateó enfurruñado una botella vacía. Hasta su nariz llegaba el leve aroma del efluvio de aquella bebida mortal, que no le gustaba, pero que tomaba solo para parecer más humano. Total, no le sabia a nada. En su mente tambien rondaba cierta cosa, que habia empezado cono un juego, Jae Wook no habia pensado bien aquello y se habia dejado llevar por el estúpido anhelo momentáneo de volver a ser humano.
Solo por… los recuerdos, seguiría con aquello que para el no era más que una farsa.

“Si, claro, un tontera que te hizo sonreir como un idiota. No te mientas.".

Al final, terminó llegando a las puertas de uno de esos lugares que no le gustaban. Pero quería divertirse. Asi que, entró. Una cortina de humo, mientras miles de olores humanos, afectaban su nariz sobrenatural. El coreano entró hasta el fondo, sentándose sobre al barra, pidiendo un poco de ron. Paseó su vista por los cuerpos que alli se vendían, con su aire de suficiencia. Mujeres de todos los gustos. Altas, bajitas. De piel bronceada, o carentes de color. Escotes sugerentes y piernas interminables. Cabelleras que caian como redes sobre los hombros de sus futuros clientes…

Dí un largo trago. Ninguna le gustaba fisicamente. El ron servía para aparentar. Quizás alguna le sirviera de bocadillo. -Mierda…- Y entonces, la vio, por eso dejo de nuevo su vaso sobre la barra. Aquel color de piel, y los rasgos propios del rostro. La sangre del muchacho, literalmente hirvió en sus venas. Si de por sí, ya tenia cierto odio por las cortesanas- y aquellos hombres que tambien servían en el oficio.- una ira y desprecio, lo llenó a verla.

¡¿Como osaba aquella mujer a humillar la sangre de su patria, vendiéndose a hombres que no eran de su raza?! Estaba humillando a toda su nación. Y con ello, a él mismo. -Hey, tu, ven aquí.-la llamó con tono seco.

por **Eleonor Hwang** Miér Jul 06, 2011 1:16 pm

Era una nueva noche de trabajo, una muy oscura. Eleonor recién llegaba al lugar donde pasaba todas las noches del año, desde hace ya varios años. Se paseo delicadamente por el burdel, mientras se sacaba aquel chaquetón largo que le cubría, quedando solo con un vestido muy escotado, de color negro, el cual se movía grácilmente al caminar. Mostraba una sonrisa, como siempre, mirando seductoramente a cualquier caballero que le hiciera una reverencia. Era conocida, no solo por pertenecer a una raza diferente a la de ellos, si no por la buena fama que había creado todo el tiempo que llevaba ejerciendo aquel oficio.
Se sentó en la barra mientras aparentaba beber vino, ella nunca bebía, solo mojaba sus labios suavemente con este licor. Si tenía que trabajar, tenía que ser con todos los sentidos en buen estado. Se giro suavemente, para ver a los caballeros borrachos a ver si uno realmente mostraba que gastaría bastante dinero en ella, lo cual era lo único que le importaba.
“Pobres hombres” pensaba mirando el estado de alcoholismo en el que estaban todos ellos, sin soltar la copa de vino. Fue en ese momento cuando se percató de un joven en particular, el no era de aquí. “¿Chino, coreano o japonés?” se pregunto en la mente mientras dejaba la copa, no era normal ver personas de su misma raza, ni menos aun con aquella belleza que deslumbraba entre tantos señores borrachos, llenos de sudor en su cuerpo, oliendo a sexo y alcohol. Volvió a tomar la copa lentamente, bebiendo un sorbo, esperando a que aquel joven se fijara en ella, hasta que le escucho hablar. Dirigió su mirada hacia él, sin cambiar su expresión, la cual siempre se encontraba seria. Soltó la copa, y se levanto suavemente, llamando la atención de muchos, quienes le siguieron con la mirada, hasta que se poso en frente de aquel chico extranjero.
- ¿Que desea? – preguntó Eleonor educadamente, sabía que no trataba con cualquier hombre. Aquel olor a perfume caro, aquella vestimenta, aquella mirada autoritaria, no mostraban a cualquiera, era un hombre de clase, los que ella acostumbraba atender - ¿Quiere que le haga compañía esta noche? – preguntó suavemente, sonriendo con los ojos, esperando una respuesta positiva.

por **Kwon Jae Wook** Miér Jul 06, 2011 3:51 pm

Con su mejor cara de poker, el menor de lo Kwon, observó a la mujer acercarse, ella, tambien poseía un semblante donde no se transmitía gran cosa. Como si con eso le dijera que no era como las otras zorras de aquel mugroso lugar, que dicho sea de paso, tenía la gracia ya, de que Jae Wook se hubiera dignado a poner la suela de sus zapatos sobre su piso. Mantenía su mano en torno al frio cristal del vaso, con aquella bebida idiotizante. Claro, el nunca habia sufrido sus estragos siendo humano. ¿Por qué? Simple, mientras los otros jóvenes de la alta sociedad, solían tomarse varias botellas robadas a escondidas de sus padres, para irse a las calles más desoladas de las ciudadelas y perderse a quien sabe donde, dando pena y deshonra a sus apellidos, el prefería burlarse de ellos. Siempre un paso delante.

En realidad, la única persona que le habia hecho comportarse de manera infantil en extremo, y sin educación, era la menor de la casa imperial japonesa. Si, Sakura. Solo ella. ¡Pero es que ese “pollo” era tan desesperante!
Ojalá se hubiera ahogado esa tarde en la fuente…. Lastima que el era muy niño e incluso, a pesar de el quien la habia aventado, fue el quien la sacó.
-Deseo muchas cosas.-Le dijo en tono seco, sin parpadear. Y era verdad. Pero no era momento de decirselo. Volvió a tomar con fuerza su vaso y lo llevó a su boca, dando un pequeño trago.-Si, de todas aquí, eres la única que podría interesarme…-Susurró, mirandola de arriba- abajo, mientras ella intentaba mostrarse ¿coqueta? Con esa mirada proveniente de unas pupilas tan profundas, y esos labios regalo de algún dios pagano.-Si me lo permite, me gustaria continuar esta charla en algún lugar… más intimo-Un atisbo de sonrisa en sus labios, mientras la miraba de manera seductora.

“Si, un lugar sin testigos, primor

por **Eleonor Hwang** Miér Jul 06, 2011 7:28 pm

Eleonor se quedo perdida en sus ojos, profundos como un pozo sin fin, provocándole un escalofrió por todo su cuerpo. Era la primera vez que se encontraba con un asiático, un asiático muy hermoso.
Le escucho atentamente, mientras sentía como su corazón se aceleraba más y mas. Vio aquel vaso dirigirse a su boca, provocándole sed, sed de alcohol. Se sentía extraña, algo en ella no estaba bien, algo en él no estaba bien, aunque en el fondo sabía que no debía acercarse más a aquella persona, hizo caso omiso a sus instintos, el deseo de dinero podía más que nada en estos momentos, y sabía que el pagaría bastante bien.
- La conversación también va incluida en el precio – dijo con una sonrisa maliciosa mientras le daba la espalda, comenzando a caminar en dirección a las habitaciones, sintiendo como él le seguía. Se paro en frente de una puerta de madera, la cual abrió con una llave que traía colgando en su cuello – pasa – dijo mientras dejaba la puerta abierta, esperando que el entrara.
El cuarto donde se encontraban, a diferencia de otros del burdel, se mantenía limpio y con un buen olor, Eleonor sabía que aunque muchos hombres no les importase donde estar con ella, a otros les llamaba más la atención, o incluso les excitaba.
Cerro la puerta detrás de ella, mientras dejaba la llave en el mueble al lado de la cama, sentándose en ella, mirándole seductoramente, mientras cruzaba sus piernas lentamente, levantando intencionalmente su vestido.
- Dígame, de que desea charlar? – pregunto mirándole fijamente a los ojos – o acaso quiere hacer otra cosa? – pregunto sonriendo suavemente, esperando algún movimiento de él.

por **Kwon Jae Wook** Vie Oct 14, 2011 6:38 pm

Jae Wook, ahora que estaba plenamente interesado, que tenia atención de aquella mujer, podía observar al resto, pero, su sintonía era con ella. Y, lo que sentía, lo que era capaz de percibir, era fabuloso. La sangre bombeada por un corazón que se viene a agitar de más en el primer momento. Razones sobran. Especulaciones también. Lo único que importaba, es que el deseaba esa sangre para si. Si… Hincar sus comillos en aquella pálida piel de un cuello por demás frágil.

Mientras camina detrás de ella, aspirando su aroma, mirando las curvas bien formadas de la mujer, no puede evitar sonreír de medio lado, con las manos en los bolsillos, desganado.

”Precio. Acaso la humanidad no puede pensar en nada más que el dinero? ¡Que es lo más importante! Y aún así, yo hace no mucho pertenecí a ese mundo. Pero ya no. Ahora solo soy un ser que observa. Juega. Conoce. Estudia. Mata.

Entro detrás de ella, sigiloso, como si fuera su sombra. La mujer le daba casi lastima por estar allí. Y rabia, por denigrar así sus raíces. Que vergüenza…
Charlar o tener sexo.
¿Qué elegir entre las dos? Era difícil, por que por otro lado, querría beber su sangre. Llevarse su vida… - siempre eres tan directa, eh? Eleonor, querida, ven aquí. - dijo meloso, cruzando la habitación, hasta un pequeño diván en color cerúleo. Y una sonrisa. - prometo no morder… al menos, no fuerte…-

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