Amistades Inesperadas {Benjamin}

por **Paramitsha** Dom Jul 17, 2011 7:36 pm

Grace se encontraba en la entrada del burdel, sentada en un sofá esperando que llegara algún cliente, alguien, interesado en la compañía que la chica podía proporcionar, o algún desafortunado que simplemente quisiera pasar sus penas llorando en el hombro de una bella chica que lo escucharía y aconsejaría solo por unos francos.

Mucha gente pensaba que ser cortesana era simplemente tomar la vida fácil, pero realmente no saben nada, ya que estar en este rubro es mucho más difícil de lo que ellos piensan, partiendo por la discriminación que reciben de parte de los demás, aunque en el fondo los hombres lo hacen solo por imagen, ya que aún así en las noches llegan a los burdeles y tabernas en busca de una chica que sacie sus deseos carnales e incluso las mujeres de alta alcurnia iban por los callejones buscando un muchacho joven que las ayudara a olvidarse de sus problemas aunque sea un rato.

- Hora de comenzar otra jornada de trabajo -pensó para sus adentros.

La chica se encontraba solo con un poco de rubor en las mejillas y algo de maquillaje, pero solo el necesario para resaltar sus ojos y sus labios que era a lo que trataba de sacarle más provecho para llamar la atención, eso y sus curvas, su vestimenta era ligera y no dejaba demasiado a la imaginación, como siempre, ya que si te tapas demasiado no llamas la atención lo que realmente no es bueno, ya que mientras más atención captures de los hombres más solicitada eras y mucho más ganabas.

por **Benjamin Devisme** Dom Jul 17, 2011 8:02 pm

Como las pesadillas y los monstruos no volvían a sus sueños, Benjamin no podía escribir. Así que harto de perseguir a sus monstruos interiores para que le inspiraran el escritor había decidido cambiar de tercio. Además, cada vez le aceptaban menos relatos de terror y se estaba inclinando poco a poco por una literatura más realista, que retratara los problemas sociales y reales. Y al parecer los editores estaban buscando escritos que retrataran las miserias de las cortesanas.

Así que allí estaba Benjamin. No llevaba demasiado dinero encima, pero tampoco tenía intención de acostarse con ninguna, sólo de hablar. Una copa de vino, una charla larga y tendida… Espera que no le resultara demasiado caro ni nada de eso, porque aquél mes había gastado demasiado y el presupuesto se le había disparado.

Benjamin entró en el local y saludó al vigilante de la puerta con un gesto del sombrero. Parecía que le reconocía, lo cual no dejaba de ser algo que asustaba un poco. ¿Tanto tiempo pasaba allí? En fin, daba lo mismo. Echó un vistazo por todo el local hasta que localizó a una de las numerosas cortesanas que allí trabajaban. Parecía bien alimentada, atractiva e inteligente. Se imaginó cómo sería bajo aquél vestido que mostraba demasiado. Y se preguntó cómo besarían aquellos labios dulces y suaves. Durante unos segundos olvidó que estaba allí por cuestiones laborales, no por placer.

Pero suspiró. Recopiló valor y se acercó a ella sin poder evitar sonrojarse. Respiró varias veces seguidas y cuando estuvo lo bastante cerca se atrevió a saludarla:

-Buenas noches tengáis…-dijo, no sin esfuerzo-. Me llamo Benjamin señorita… ¿Os importa si os invito a una copa?-preguntó, notando cómo se ruborizaba a cada palabra.

por **Paramitsha** Dom Jul 17, 2011 8:26 pm

De pronto un hombre se acercó a la joven, ruborizado completamente ya hablando de manera lenta le invitó una copa, la joven aceptó y se levantó de su lugar tomando el brazo de su acompañante, se dirigieron al sector de tragos que existe en el burdel y lo dejó en una mesa mientras se acercaba a la barra a pedir dos copas de vino.

En cuanto se las entregaron ella partió de vuelta a la mesa, dejando una copa frente al chico que había dicho llamarse Benjamin, aunque normalmente los hombres mentían con sus nombres, para tratar de no ser reconocidos, aunque cuando se vuelven clientes frecuentes no siempre les resulta.

- Y, Benjamín -comenzó elocuente la muchacha- ¿Es tu primera vez acá? ¿o simplemente es la primera vez que me hablas?

por **Benjamin Devisme** Dom Jul 17, 2011 8:44 pm

Benjamin suspiró al verla marchar, recordando el calor del brazo y la suavidad con la que le había conducido hasta la mesa. No, no estaba allí para disfrutar. Trabajo. Aquello era trabajo, sólo trabajo. No importaba que moviera el trasero de aquella forma tan sensual… ¡Ah, maldita sea! Mientras la observaba volver no pudo evitar notar un pinchazo en la entrepierna, así que se quitó la chaqueta y la dejó sobre sus piernas para que no se notara la incipiente erección.

Cuando volvió la sonrió y se llevó la copa a las manos, que dejó medio vacía después de un único trago. Aquella solía ser la única forma que tenía de relajarse delante de una mujer. Y más cuando esa fémina era tan atractiva como la que tenía frente a él. Benjamin se sintió algo más relajado tras el trago y la primera pregunta de su interlocutora.

-No, ya he venido alguna vez por aquí, aunque nunca te había visto…-empezó diciendo, aunque decidió ir a lo principal-. No, bueno, no he venido a… bueno, a eso-dijo, algo dubitativo-. Veréis señorita, soy escritor-explicó-. O bueno, al menos intento ser escritor, no vivo de eso, lo hago sobre todo por gusto…-volvía a irse por las ramas-. Y me han pedido que escriba algo sobre, bueno…-a Benjamin le estaba costando más de lo que había esperado. Así que tomó aire y se terminó lo que quedaba de vino de un solo trago. Por fin, mucho más relajado, volvió a empezar.

-Perdonadme por favor. A veces me cuesta hablar delante de mujeres hermosas como vos-se disculpó-. Y me gustaría escribir una historia sobre vos. O sobre las mujeres como vos. Quiero contar vuestra historia y que el público lo sepa. Por supuesto no daría ningún nombre, ni de cliente ni de nadie más…-la verdad es que el vino le había tranquilizado bastante y se sentía mucho más suelto-. Puedo pagaros. No es mucho, pero así no perderéis la noche…

por **Paramitsha** Dom Jul 17, 2011 9:12 pm

La muchacha lo escucho en todo instante, sin dejar de mirarlo, tomo un sorbo de su copa mientras analizaba todo lo que él decía. Al principio la chica trataba de soportar la risa, le parecía sumamente tierno que él se pusiera nervioso de tan solo hablarle. Sonaba una idea interesante, pero no la convencía del todo.

Cuando finalizó de hablar ella lo miró, tomó otro sorbo, se aclaró la garganta antes de decir.

- ¿Qué quieres que te diga Benjamin? Suena una idea alocada, pero me gusta, sería un placer para mi ayudarte en tu escrito. Pero si bien no tienes dinero suficiente y no quieres que pierda la noche, tranquilamente podriamos juntarnos en las tardes, mi vida no es únicamente pasarme la noche en el burdel -añadió la joven con una sonrisa en el rostro- Solo te pido que me hables más sobre esta idea tuya.

por **Benjamin Devisme** Dom Jul 17, 2011 9:25 pm

Benjamin se tranquilizó mucho más al oír la respuesta afirmativa de la joven. La verdad es que durante unos instantes le había parecido que aquella mujer le mandaría a hacer puñetas, bien lejos del burdel y de ella. Pero no, la idea le gustaba. ¿Gustar? Parecía que le había encantado. Mucho más excitado que antes se apresuró a sacar un trozo de papel y una pluma ya cargada de tinta.

-Bueno, me gustaría empezar sabiendo vuestro nombre-respondió con una sonrisa como la que tendría un niño con un juguete-. En cuanto a lo que me tendríais que contar… Bueno, cómo es vuestro día a día, por ejemplo. O cómo acabasteis dedicándoos a ésta profesión… Entiendo que pueden ser preguntar muy personales y si no queréis responderlas no tenéis por qué hacerlo… O no hace falta que me contéis vuestra historia. Estoy seguro que sabréis la historia de muchas otras chicas…

Benjamin se detuvo un segundo para poner en orden sus ideas. Todo había ocurrido demasiado rápido y en su mente los conceptos y las tramas viajaban a demasiada velocidad para que pudiera pensar con claridad. Estaba tan concentrado y deseoso de empezar a trabajar que incluso había dejado de mirarle discretamente el escote.

-La verdad es que todavía no sé cómo voy a tratar el tema ni qué perspectiva le voy a dar. Sólo quiero saber… Y lo de hablar con usted por las tardes me parece una idea excelente, por cierto. Aunque si todo esto sale bien prometo recompensaros, por supuesto.

por **Paramitsha** Dom Jul 17, 2011 10:14 pm

De pronto Benjamin comenzó a dar una pregunta tras otra, a pedir cosas de todo tipo, personales, de las demás chicas, todo de un sopetón. En la mirada de él se notaba levemente la emoción del momento, lo inspirado que se encontraba, lo mucho que le gustaba la idea de desarrollar una nueva historia, lo mejor es que tenía la trama prácticamente listo.

- Tranquilo, sé que quieres saber de mi, pero si realmente necesitas que te cuente todas esas cosas no tengo problema en hacerlo, solo que este no es el lugar indicado -dijo Grace mirando todo su alrededor que en ese momento estaba lleno de hombres bebiendo- Realmente lo mejor sería charlar en un lugar más privado como una de las habitaciones.

La chica se levantó y de pie recostó sus antebrazos en la mesa, dejando su gran escote a la vista

- No te preocupes, ocupar las habitaciones no tiene precio extra... se puede decir que es como el agua en los restaurantes.

por **Benjamin Devisme** Lun Jul 18, 2011 9:03 am

Mientras oía las respuestas de la chica, que parecía no haber querido decirle su nombre, iba escribiendo algunas ideas que se le pasaban por la cabeza en una caligrafía rápida y prácticamente ineligible. Bueno, tal vez ni siquiera había oído la pregunta entre todas las que le había hecho, no tenía por qué pensar mal de ella.
Pero cuando propuso subir a una de las habitaciones para hablar más tranquilamente Benjamin tragó saliva. No por tener que pagar, que al fin y al cabo no tendría que hacerlo. Pero todavía le costaba estar a solas con una mujer en una habitación si no había bebido más. Y mucho menos si esa mujer le enseñaba de forma tan sugerente el escote del vestido como hacía su interlocutora.

-Me parece bien…-respondió por fin, una vez que logró apartar la mirada de los senos de la cortesana-. Sí, sí, me parece bien-repitió, algo nervioso-. Pero no querría quitaros horas de trabajo… Si ahora estáis ocupada podría volver mañana y hablar con vos en privado…

Benjamin se puso también en pie mientras esperaba una respuesta.

-Pero me gustaría saber vuestro nombre. O al menos uno con el que pueda dirigirme a vos…

por **Paramitsha** Lun Jul 18, 2011 3:39 pm

- No... realmente no estoy ocupada, y me parece más interesante pasar la noche con usted y sus preguntas, y discúlpeme si no le di mi nombre, no quise ser descortés. Mi nombre es Grace, Grace Clapton. -dijo la muchacha- Pero si no quieres hacerlo hoy no tengo problemas, puedes volver cuando lo desees, temprano para ver si estoy libre y luego coordinar para juntarnos cuando el sol aún ilumina las calles.

Grace sonrió ya que Benjamin parecía nuevamente contrariado al dirigirse a ella, y el ver como se sonrojaba le daba nuevamente la impresión de que era un chico muy tierno.

La verdad es que hoy no tenía realmente ganas de cumplir con su trabajo, y solo estaba buscando una excusa para poder descansar... y la proposición que le había dado este hombre que acababa de conocer era bastante interesante y divertida, ocuparía su tiempo en algo útil y "productivo". Además que hay que añadir que Benjamin era una persona atractiva, a la cual se te hacía difícil negarte a ayudarlo y con la cual sería divertido pasar un tiempo.

por **Benjamin Devisme** Lun Jul 18, 2011 6:21 pm

-¡Pues entonces estupendo!-exclamó el escritor, feliz como una perdiz. Se guardó en los bolsillos del traje el papel y la pluma-. Me alegra mucho que haya decidido aceptar mi oferta, señorita Clapton. Le aseguro que no se arrepentirá…

Dicho aquello, y no sin cierto esfuerzo, tomó a la joven del brazo y la condujo amablemente hacia las habitaciones del piso superior mientras sonreía abiertamente. Tan ilusionado estaba con el nuevo proyecto y el abanico de posibilidades que se abría ante él que apenas era consciente de la poca distancia que le separaba de su bella acompañante.

-¿Le gustaría que le entregara una copia del manuscrito antes de su publicación?-preguntó mientras avanzaba, para hacer un poco de tiempo-. Así podrá comprobar que no he inventado nada o dicho algo que no debiera. Y agradecería que lo corrigiera para ver si he captado bien todo lo que usted me cuente a partir de ésta noche…

Y mientras decía todo eso cayó en la cuenta de que tal vez Grace no supiera leer. Inmediatamente se preocupó, pensando que tal vez la hubiera ofendido.

por **Paramitsha** Lun Jul 18, 2011 10:17 pm

- Me encantaría -dijo la joven feliz con la idea de tener algo que leer durante sus tardes de ocio- No tengo muchas oportunidades para practicar mi lectura, ya que no poseo demasiado tiempo como para aprovechar del todo la biblioteca de la ciudad, así que sería todo un placer.

Subieron las escaleras hasta llegar al tercer piso en donde ella se encamino por un pasillo guiando a Benjamín.

- En esta habitación podremos estar tranquilamente -dijo la muchacha abriendo la puerta y entrando- Por favor Benjamin, pasa

En cuanto el hombre traspasó la puerta ella la cerró a sus espaldas, se encamino a la cama que había allí y se recostó en ella, era una costumbre aunque realmente no fueran a "eso" esta vez.

- Ahora sí, puedes hacer las preguntas que desees y yo te las responderé lo mejor que pueda, aunque claro, te agradecería que fueras de a una pregunta a la vez para poder centrarme en ella y no vacilar demasiado.

por **Benjamin Devisme** Mar Jul 19, 2011 9:25 am

Benjamin sonrió, aliviado, al oír que Grace estaría encantada de recibir la copia. Y no pudo evitar sorprenderse cuando hizo aquél comentario sobre la biblioteca. No sólo parecía saber leer, si no que disfrutaba haciéndolo. ¿Una prostituta ilustrada? Cuántas sorpresas estaban deparando aquella noche. Una parte de su mente, la más morbosa y excitable se preguntó qué más cosas podrían hacer aquellos tentadores labios y suaves manos.

El escritor siguió a la joven hasta la habitación. Cuando vio que se dirigía hacia la cama y se recostaba en ella Benjamin tuvo que tragar un par de veces saliva y recordar por qué estaba allí. Prefiriendo mantener las distancias se sentó en una sillita que había y dejó de nuevo el papel y la pluma sobre la mesa.

-Si no os importa, voy a ponerme algo más cómodo…-dijo mientras se quitaba la chaqueta y la dejaba colgada del perchero-. Bueno…-la verdad es que no sabía muy bien por dónde empezar-. Habladme de vos-dijo finalmente-. Contadme lo que queráis. ¿Vuestra historia? ¿El día a día en su trabajo? Elija usted, Grace, y luego iremos hilando más fino. Si os parece bien, claro.

por **Paramitsha** Mar Jul 19, 2011 1:33 pm

- Bueno... mi historia, es algo muy complicado y difícil de contar, pero presiento algo... hay un algo que me dice que puedo confiar en usted Benjamin, espero que este en lo correcto, ya que no suelo dar segundas oportunidades -dijo la muchacha sentándose en la cama y recostando su espalda en el respaldo de esta- Partiendo porque soy proveniente de Inglaterra, mi madre murió en mi nacimiento y mi padre me crió solo hasta los once años, cuando falleció en un confuso incidente, mi padre siempre me dio todo lo que pudo, en especial educación. Cuando él dejo este mundo me quedé con mi único familiar vivo que estaba cerca, mi tía Eleonor la cual estaba casada con un hombre que jamás me dio buena espina.

El recordar sus inicios le hacía sentir un nudo en el estómago a la joven cortensana, un nudo que se iba convirtiendo en un vacío extraño e inquietante.

- Mi querido tío perdía un poco el control cuando tomaba demasiado, por lo que se puede decir que gracias a él y todo el cariño que me brindo termine en esta profesión. -en la cara de Grace apareció una sonrisa irónica en cuanto recordo el dónde se encontraba su tío en esos momentos- Mi tía jamás se enteró de nada, más de una vez él me golpeo, pero de una manera u otra se libraba de todo y lo hacía parecer solo un accidente. En cuanto cumplí los 17 años me marché de casa y a pesar de tener aún la herencia que me dejó mi padre sabía que esta no iba a durar para siempre, por lo que al llegar a París decidí convertirme en una cortesana... proporcionar placer con mi cuerpo como irónicamente me enseñó mi tío.

por **Benjamin Devisme** Mar Jul 19, 2011 1:53 pm

-Gracias por confiar en mi, Grace. Le aseguro que no se arrepentirá-dijo Benjamin, para guardar silencio inmediatamente después y oír todo lo que tenía que decirle. El escritor iba tomando notas con su particular caligrafía. Eran apenas garabatos escritos en tinta negra que podían confundirse perfectamente con líneas sin sentidos y algunos puntos que iban y venían. A Benjamin se le iba haciendo también un nudo en el estómago mientras oía la historia de Grace. Se apenó cuando supo el destino de sus padres. Y se indignó al escuchar lo que su tío había sido capaz de hacerle.

Cuando la cortesana terminó su relato el funcionario guardó silencio y dejó la pluma sobre la hoja garabateada. Alzó el rostro y la miró a los ojos. Benjamin no pudo evitar sentirse mal consigo mismo al pensar que él mismo se había aprovechado de otras cortesanas. Cortesanas que posiblemente habían tenido el mismo pasado, incluso peor, que el de Grace. Normalmente intentaba no pensar en la vida de las mujeres a las que pagaba para que se acostaran con él. Y no pudo evitar sentir un poco de asco hacia él mismo.

-¿Habéis vuelto a saber de vuestros tíos?-preguntó, interesado por esa parte de la historia-. Quiero decir, que si os han buscado o ha llegado a vuestros oídos alguna información de ellos…

por **Paramitsha** Mar Jul 19, 2011 2:23 pm

Al oír esta pregunta no pudo evitar recordar las cartas de su tía.

- La verdad es que si, me mantengo en contacto con mi tía a través de cartas, aunque yo jamás le confesé todo lo que su marido había hecho. -la sonrisa irónica volvió a su rostro- En cuanto a mi tío... lo último que supe de él fue que lo encarcelaron bajo los cargos de robo, estaban esperando el juicio para saber su destino... eso fue hace unos meses, y realmente no tengo muchos detalles de qué robó ni nada de eso, solamente siento que será castigado por todo el daño que hizo.

Ella lo vio todo el tiempo tomar nota de cada palabra que ella decía, le causaba gracia la rapidez con la cual parecía moverse su pluma. Ella guardo silencio, esperando que esa respuesta le bastara y que preguntara algo más.

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