Plegarias a la luna [Privado]

por **Doreen Jussieu** Mar Ago 09, 2011 12:04 am

No tenía miedo a las dificultades:
lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino.
Escoger un camino significaba abandonar otros.

¿Has escuchado siempre que te dicen que tu vida puede cambiar de la noche a la mañana? Siempre creemos que esas cosas no pasan, que nuestra vida se quedará de color de rosa, pero deja decirte amigo que estas en un error. Sus hermosos ojos verdes habían dejado de transmitir ese brillo, esa luz de un momento a otro. La vida de la rubia había girado por completo, el pasado se había vuelto carne, una carne muerta que vivía del liquido vital de otros seres humanos, su maldad y capricho hacían que cualquiera quisiera mantenerse alejado para no salir envenenado.Las manos del caballero estaban enredadas en la cintura de la fémina de manera firme. Esta sintió como una de sus manos la levantaba de sus piernas y ella de manera instintiva lo abrazo por el cuello pero escondió su rostro en su pecho. No podía mirar, no quería dejar el hogar que le había abierto las puertas cuando no tenía nada ni nada en París.

- No me hagas esto - Susurró a su oído mientras sus dedos se hundían de manera agresiva en su cuello. Ahora, formaría parte de su vida aquel hombre que siempre le había hecho la vida pesada, ahora había vuelto para destrozarla. ¿Vivir con él? ¿Dónde viviría el vampiro? Ser su esclava era algo más acertado a ser su esposado. Ellos no se amaban, él simplemente quería destruir su vida, y ella simplemente quería protección a su familia. Sabía que de haber sido de otra manera ellos estarían a salvo pero a nadie podía pedirle ayuda. - Es noche, no deberíamos interrumpir las plegarias de los angeles en las iglesias, pueden terminar con la vida de las criaturas de la noche - Susurre mirando sus ojos con intensidad y cierto miedo.

por Invitado Mar Ago 09, 2011 2:23 am

En un parpadeo estaban ahí justo delante de las grandes puertas de la catedral, la bajo de sus brazos y la tomo de la mano arrastrándola hasta una de las capillas, ¡¿Por qué, por qué, por qué?! El vampiro se estaba hartando ya de esas estúpidas preguntas, deseaba cerrarle la boca de una bofetada, pero debía de tratar bien a su nueva adquisición.

Le llevo en una de las pequeñas capillas que ahí estaban, alguien ya le esperaba, aquel viejo sacerdote que era un vampiro, un mensaje que telepático que había lanzado Isaí al cielo cruzando más rápido a la mente del aludido – Buenas noches, Como ve ya estamos preparados – el hombre le sonrío de una manera cómica, ambos sabían de qué iba Isaí, no eran tontos, se conocieron hace tanto. Les dio la bienvenida al lugar.

-Ves Querida mía, no hay problemas, las reservaciones se hacen rápido – río mientras se abrían fúnebres las puertas de la iglesia, mostrando un lugar seco, vacio, oscuro, alumbrado con la luz de las velas unas que mostraban aquel color caqui que el arrogante vampiro detestaba. – Empecemos entonces, adelante – puso a fuerzas la mano de la rubia sobre su ante brazo, caminando al altar donde les esperaba aquel servidor de dios. – Hare tus deseos realidad – Susurro tan cerca de su oído con ese tono único y lamio el lóbulo de aquella oreja. Le llevaba a rastras pero eso no le importaba ahora.

por **Doreen Jussieu** Vie Sep 02, 2011 2:06 am

El viento golpeó con suavidad el cuerpo de Doreen. Cerró sus ojos cuando las manos frías y fuertes del vampiro se aferraron a su delicado cuerpo sintiendo como apenas podía controlar el temblor del cuerpo por el miedo que le ocasionaba lo que se avecinaba. Cuando el aire dejo de acariciar su figura esta abrió los ojos observando el lugar donde se encontraba. En un principio no pudo articular palabra alguna pues su impresión era más grande de lo que había imaginado. Poco a poco pude entender en donde se encontraba. Tragó saliva intentando reaccionar. Su vida estaba por dar un giro de 360º. Siempre había soñado con casarse, tener una familia pero no de la manera en que estaba a punto de pasar. Pues apesar de estar viviendo una pesadilla aun creía que el amor existía y que todo lo que había sufrido valdría la pena, pero ya era demasiado tarde por lo que solo bajo la mirada, una mirada que había perdido el brillo que siempre había tenido nublando su vida, su alma y su corazón.

Su mirada se detuvo en aquel hombre que la observaba con una sonrisa burlona. No tuvo más remedio que comenzar a avanzar conforme Isaí la arrastraba al altar y ahí fue cuando su corazón comenzó a acelerarse de tal manera que parecía explotar - Lo que tu digas - Susurró cerrando los ojos por breves momentos ante la lamida. Sollozó ante aquello. ¿Qué le esperaría después de eso? Por un momento estuvo a punto de gritar y arrepentirse, pero ¿Quién era ella para arrancarle la vida a su familia después de todo lo que le habían dado, bien que mal y muy a su manera pero le habían dado alimento, vestimenta, un techo y sobre todo amor, un raro amor pero a fin de cuentas amor. ¿Qué haces cuando la vida de tus seres queridos están en tus manos? Nada, simplemente presionar el gatillo de la pistola para matar ese futuro que habías añorado. - Que divertido debe ser todo esto para ti - Alzó la voz aferrando su mano a la suya. Si no había marcha atrás entonces era momento de guardar ese pasado, esos recuerdos, y ese amor por alguien más en una cajita, una personal que se encontraba en su interior donde nadie podía robar aquello.

por Invitado Dom Sep 04, 2011 9:09 pm

Hecho una pequeña carcajada, ante sus palabras, la noche era perfecta para efectuar sus planes, y claro ahí se encontraban escuchando cada palabra del sacerdote, ante lo cual Isaí solo podía sacar a relucir su diversión.

“Han venido aquí, para que Dios garantice con su sello del amor que ambos se tienen, Cristo va a bendecir su amor, y los enriquecerá les dará fuerza, para se guarden siempre mutua fidelidad y puedan cumplir siempre con vuestra misión de casados. Por tanto, ante esta asamblea, les pregunto sobre vuestra intención. Así. Pues, ya que quieren contraer Santo Matrimonio, unan sus manos y manifiesten, su consentimiento ante Dios”

El vampiro estuvo demasiado atento a las palabras de aquel sacerdote, toda una blasfema, observo a Doreen con cierta dulzura, él mismo no sabía si era por fingir o por naturalidad pero ese gesto era de lo más dulce, tomo las manos de la humana que emanaban una calidez que el vampiro podía imaginar, la suavidad, todo en ella era casi perfecto, pero salió de su vacilaciones y se concentró en el momento.

-Esto es algo que me encanta querida-Hizo una mueca juguetona, mientras apretaba las manos ajenas y miraba directamente los orbes de la rubia, esperando a que el sacerdote prosiguiera, notaba el nerviosismo de la joven, sus manos temblaban, todo en ella lo hacía.

por **Doreen Jussieu** Jue Sep 08, 2011 8:31 pm

La chica cerró los ojos po unos momentos cuando escucho al sacerdote hablar, por unos momentos se perdió en ella misma meditando todo lo que había estado haciendo últimamente, las situaciones, las personas, sus deseos, sus aprendizajes, sus sueños y un sin fin de cosas que le hicieron sentir como su mirada comenzó a nublarse por el ligero manto transparente de agua que apareció en sus ojos. Se aferró al agarre de las manos de Isaí, intentando que su desesperación lo hiciera entender, lo hiciera dejarla ir. Se acercó unos pasos con cierta inocencia hasta su cuerpo y lo abrazó soltando lagrimas sin poder evitarlo - No me hagas esto por favor - Le susurró hundiendo su rostro en su pecho, se mordía el labio inferior con fuerza evitar sollozar, ya ni siquiera escuchaba la voz de aquel sacerdote que estaba siendo parte de aquel juego donde su vida se había vuelto un pedazo de vidrio golpeado por una pelota haciéndose mil pedacitos.

Cerró los ojos por unos escasos momentos intentando concentrarse, intentando parar las lagrimas y su agonía. Solo esperaba las palabras de él para poder volver a su realidad. Soltó un suspiro y temblando se separo para mirarlo a los ojos - Tu no quieres atarte a mi, no me quieres... - Y de nuevo la esperanza de que un sentimiento fuera más valioso que un poco de frialdad se asomó en el rostro de la chica. Aun confiaba en que había un poco de bondad en el cuerpo del más malo de todos. Soltó suavemente las manos del que ahora sería su futuro esposo y limpió su rostro para observar de reojo al sacerdote que miraba la escena divertido, incluso pudo ver los colmillos que afloraba de los labios mirando a la humana. Siempre se preguntó como sería su aroma para aquellos seres ya que con los que convivía nunca le hacían daño o hacían signos de querer beber de ella. Era el momento estaban por unirse ante Dios y aquello ya nada ni nadie lo separaba.

por Invitado Vie Sep 09, 2011 12:51 am

El vampiro le miro con cierto desprecio, odiaba aquellas escenitas de humanidad, si bien él había perdido la suya hundiéndose en completa oscuridad, dedico una larga mirada a las facciones de la rubia. Era hermosa Maldición! Qué estaba pensando? -No, no, Isaí sal de esos pensamientos- se dijo cuándo por un momento contemplo el pasado en el rostro de la hermosa chica, una vez mas llorando, de alguna manera ya la tenia arto y de otra deseaba hacer las cosas bien, no quito la fría mirada el eco se hizo grande sus sollozos en la iglesia se podían repetir uno a uno y eso le volvía loco – Sabes lo que quiero te lo dije hace tiempo – Había confesado el vampiro, si, hace tiempo había pasado algo. Por eso es que estaba de vuelta en esa ciudad.

Pero de un momento a otro decidió callarse, ojala Doreen pudiese recordar aunque sea un poco de lo que paso en aquella ocasión antes de que su padre la comprometiera aun sin saber. Por eso Isaí no opuso resistencia a esa tentadora oferta, pero no todo venia en bandeja de plata, no cuando la rubia dedico esas palabras que hicieron que el vampiro terminara por completo hundido en la oscuridad.

Aparto la mirada de ella y la aparto de su pecho – Por favor querida compórtate – sonrió. Para inclinarse después a su oído el perfume femenino le volvía loco, era tan penetrante que lo recordó una y otra vez, recordó lo hermosa que se veía esa noche que le rechazo. – Tú en mayor parte tienes la culpa de esto – susurro en un tono poco sensual y sarcástico uno diferente uno que demostraba que estaba realmente “dolido” por así decirlo de aquella acción del pasado. – Prosiga por favor – inclino la cabeza en señal al sacerdote y tomo la mano de la joven con calidez y con ternura, el deseaba ese momento aunque ella no, el deseaba mucho y Doreen ya antes lo sabía y si no lo sabía era por su tanta inocencia, el siendo una criatura tan misteriosa como la noche.

por **Doreen Jussieu** Vie Sep 09, 2011 1:14 pm

El pasado se hace presente haciendo que tu futuro se destroce por completo, siempre había escuchado eso, no solo una vez, muchas habían sido las veces en que aquello había perjudicado y no solo a la rubia. La chica se limpio las lagrimas que corrían por sus mejillas. ¿Algo de hace tiempo? Se quedo pensando, era cierto que hace tiempo Isaí la molestaba, la atormentaba pero también era cierto que la cuidó hace tiempo aunque no lo aceptara. Una de las tantas veces en que ella había ido por las compras este la seguía en silencio por los bosques de su pueblo en un principio a Doreen aquello le parecia algo enfermo, le daba miedo pero con el tiempo algunas miradas complices entre ambos se hacían presentes, sonrisas que ella le daba cuando avanzaban. Aquella vez al regresar a casa de una feria del pueblo ya muy noche la venían siguiendo, varios jóvenes la seguían y cuando ella temió por su vida él estuvo ahí. Extrañamente los ahuyento y abrazo su delicado cuerpo tembloroso hasta llevarlo a casa. Tantas veces se lo había agradecido Doreen que el vampiro incluso ya sentía fastidio cada que lo volvía a hacer y esta dejo de hacerlo.

El silencio se apodero de la iglesia por unos momentos mientras la hermosa joven no dejaba de verlo. Intentaba hacer memoria, saber de lo que hablaba, recordó cuando confesó al vampiro que se escaparía de casa pues ella no quería comprometerse con nadie a quien no amara, grave error Doreen no sabía que él iba a ser su prometido, hasta que días después su padre los hizo conversar en una hermosa cena donde ella llevaba el mejor de sus vestidos, lloraba de impotencia por no poder hacer otra cosa que aceptar lo que el hombre decía -¿Me querías hace tiempo? - Susurró apenas de manera entendible pues su voz estaba tan quebrada como ella misma. Negó varias veces, él nunca se lo había dicho, era una niña, apenas aprendía bien a cocinar y esas cosas.

Las manos de Doreen se apretaron con fuerza a las de él, quería que el tuviera su calidez, su palpitar y parte de su bondad - ¿Por qué no lo dijiste directamente? - Preguntó sin prestar atención al hombre que estaba casándolos. Las lagrimas habían dejado de caer ahora el vació de su pecho era más grande, quiso abrazarlo con fuerza intentando así sacar ese odio, esa irá, esa pena que tenía en su pecho. De pronto un carraspeo los saco de su "intimidad" y ella sonrojada desvió la mirada al hombre que volvía a tomar su discurso y bendiciones a la pareja, una pareja que no se amaba como debía ser. Ella ya no podía suplicarle más que la dejara de lo que había hecho, quería salir corriendo de ahí pero era tan firme la manera en que la sostenía. - Déjame... - Susurró en su último intento por intentar librarse de eso por querer ahora hacer las cosas bien con él.

por Invitado Dom Sep 11, 2011 4:22 pm

El vampiro le miro de pies a cabeza, con esa mirada tan arrogante, escuchando sus palabras, el pasado era pasado, estaba fastidiado de la humana, eso sin dudas, la mujer era terca demasiado pero eso no descartaba que en cierta época sintió atracción por ella, aunque en el mundo oscuro enamorarse y casarse con una humana era jugarse todo se decía que el amor hacia sucumbir a cualquiera Isaí no quería eso para él, no, no, se negaba a seguir esa ideología que muchos de sus camaradas hacían y es que verlos sufrir y morir por culpa del amor se le hacía meramente ridículo, sacrificar la eternidad por un humano que vivió tan poquito o no envejecer con ellos era triste y daban pena, los vampiros con sentimientos acaban de plano en brazos de la muerte o hundidos en una profunda soledad atormentándose eternamente.

De nuevo le jalo del brazo para que la joven guardara compostura y con un simple movimiento de cabeza indico al sacerdote que se prosiguiera aunque los quejidos y cuestiones de Doreen le sacaban de sus casillas – Eras una niña, que ibas a saber eres una mujer sin en cambio ahora y creo que bastante inteligente para descifrar el pasado y el presente de lo que vivimos. – susurro mientras escucho de nuevo al sacerdote muy al pesar de la chica.

¿Isaí de Borbón aceptas a Doreen como tu esposa para amarla y respetarla hasta que la muerte los separe, para velar de ella en la salud y enfermedad? – sonrío como victoria ante la pregunta seguido de un – Si, acepto – mirando a la mujer.

Pregunto ¿ Doreen aceptas a Isaí de Borbón como tu esposo para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe, para velar de él en la salud y enfermedad? – esperaban atentos la respuesta de la muchacha, Isaí presiono la mano ajena si la respuesta era negativa ella sabía a qué se atenía.

En un tiempo Isaí aquel vampiro hipócrita, arrogante y egoísta tenía la pinta de un tipo amable, cálido y demasiado sumiso, pero los sentimientos por una joven y hermosa humana le había hecho cambiar, sin embargo ahora eso no estaba del todo descartado, unirse con Doreen aunque fuera en contra de la voluntad de la chica, le hacía muy por dentro feliz, se sentía más vivo de lo que podía presumir. Y eso ella tarde o temprano debía saberlo, si quería respuestas debía observar los ojos del vampiro y adentrarse hasta abrir las puertas de ese corazón que fue sellado por las palabras del rechazo en el pasado.

por **Doreen Jussieu** Lun Sep 12, 2011 12:35 am

Más palabras de aquel hombre, más sonrisas de ambos, más lagrimas que caían sin que ella ya quisieran salir. Doreen lamentaba haber desobedecido al salir de la casa, lamentaba todo pero a esas alturas ¿De que servían las lamentaciones? La chica comenzó a sentir como la mirada se le comenzaba a nublan, en repetidas ocasiones volvió a tomar el conocimiento cuando aquel vampiro acariciaba sus manos y su contacto la hacía erizarse por el frío que estas emanaban. Las palabras del sacerdote comenzaban a escucharse a la lejanía, nada tenía sentido a esas alturas, soltó con fuerza la mano de Isaí para sobarse una de las sienes. Tomo varias bocanas de aire. Ya venían las preguntas definitivas y a ella se le iba el aire constantemente. La voz de Isaí era una especie de confinación en un tono ansioso y sarcástico. No le di ni la menor importancia, había aceptado todo eso sin decir más, cuando mi vista se puso un poco más clara pude observar tantas emociones en sus ojos todo aquello la estaba confundiendo. Era como si el vampiro sintiera por ella cosa que era mentira.

Pasado, presente y futuro. El pasado siempre llega a perjudicar el futuro cuando dejas cabos sueltos, pero no entendemos por que algunas cosas nos pasan, y es tan fácil, es fácil no observar más que lo que tus narices o tu pequeño mundo rosa este presenciando, por eso tal vez la rubia no había notado que las molestias pasadas del caballero eran para llamar su atención. Pero vamos una joven de quince años no esta pensando en el amor, o menos que el "amigo" de tu padre te vea de esa manera. La chica tosió varias veces antes de escuchar la misma pregunta pero ahora ejercida en ella. Sintió dolor cuando Isaí apretujó sus manos soltando un sollozo fuerte - Suelta - Sus ojos comenzaron a sentirse pesados, sentía como el frío invadía su cuerpo y poco a poco su vista volvió a nublarse. Poco a poco su cuerpo perdió la fuerza necesaria para mantenerse de pie, Doreen se aferro al cuerpo de Isaí sintiendo como el mareo la iba a apoderando de su cuerpo, sin darse cuenta todo se había vuelto negro, no había nada, ni aquel hombre hablando, ni Isaí ni siquiera se veía a ella misma, se había desmayado.

Doreen había sentido que ese vampiro no quería vengarse del todo de ella al final de cuentas ella no era la que disponía del corazón para decidir con quien estar y con quien no, los mandatos de su padre eran los primordiales, ¿cómo darse cuenta si en realidad la quería? ¿No se daba cuenta que estaba siendo egoista con ella? Nunca le había faltado al respecto, al estar en su casa siempre lo atendía, cuando quería que lo acompañara a eventos de sociedad ella iba... No la quería ¿O si?

por Invitado Sáb Oct 01, 2011 7:06 pm

CERRADO

por Contenido patrocinado

Plegarias a la luna [Privado]

Plegarias a la luna [Privado]

Re: Plegarias a la luna [Privado]

Re: Plegarias a la luna [Privado]

Re: Plegarias a la luna [Privado]

Re: Plegarias a la luna [Privado]

Re: Plegarias a la luna [Privado]

Re: Plegarias a la luna [Privado]

Re: Plegarias a la luna [Privado]

Re: Plegarias a la luna [Privado]

Re: Plegarias a la luna [Privado]

Re: Plegarias a la luna [Privado]