En apuros [Wolfgang]

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 5:08 am

Cuando el sol se descolgó del cielo y la luna tomó su relevo yo salía de la pequeña mansión que había comprado en el centro de París al poco de instalarme definitivamente aquí. Me dirigía hacia los bosques, un lugar al que todavía no me había dejado caer desde mi llegada a la capital francesa. Junto a mi, caminaba un muchacho de aire temeroso, pues aunque obviamente no sabía qué clase de ser o persona era yo, su dueña, sus instintos le llevaban a tenerme miedo, respeto y fidelidad. Aún recordaba su rostro sucio y sus ojos negros como el azabache cuando le recogí de la calle en la que mendigaba, ya casi muerto de hambre. A cambio, le pedí que trabajara para mí como un sirviente más y como tal, aquella noche me apetecía practicar la esgrima un arte que adoraba y que llevaba a cabo menos de lo deseado.

El muchacho, de no más de doce años de edad, me guió hacia una parte del bosque a la que el acceso estaba restringido por el peligro que suponía un pequeño acantilado bajo el cuál permanecían acechantes multitud de troncos y ramas de árboles a modo de reja formada por espinas. Aquello le daba un aire peligroso y morboso que me gustaba, por eso aplaudí el escenario elegido por el chico. Le lancé una espada y yo desenvainé la mía tras rasgar mi vestido para permitirme más mobilidad y agilidad. Y así empezamos nuestro extraño baile de espadas en el que por supuesto, yo era la vencedora. En el momento menos esperado, el muchacho resbaló de la roca en la que se mantenía en guardia, cayendo hacia el despeñadero sin poder evitar que su cuerpo fuese atravesado múltiples veces por las afiladas ramas que lo esperaban sedientas de sangre. En un intento de agarrarle del brazo y evitar tal desgracia, me lancé hacia el joven, pero ya era demasiado tarde y fui testigo de su lamentable muerte mientras con una de mis manos me agarré a la roca, sabiendo que si me soltaba o resbalaba, aquella sería mi última noche de vida. Para colmo, el alba empezó a escalar el cielo, iluminando poco a poco el claro en el que momentos antes habíamos luchado el humano y yo. Los minutos transcurrían demasiado deprisa y ya imaginaba mi triste desenlace cuando un aroma desconocido envolvió mis pulmones.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 15, 2011 5:40 am

Habia seguido a la vampira desde Paris hasta el bosque en el mas absoluto silencio. Queria ver que pensaba hacerle al joven que la acompañaba, la verdad es que podia esperarme muchas cosas pero el que se pusieran a combatir asi no era una de ellas. Creia que simplemente le succionaria la sangre hasta matarlo, en tal caso entraria en escena, sino, simplemente la seguiria para saber donde vivia, queria estar informado de los vampiros de la ciudad.

Lo extraño fue que cuando el chico se despeño y le vi el rostro a la mujer reflejado por la luna me acorde de una dama que habia conocido en mis inicios como licantropo, la cual me habia conseguido engañar, aunque no me habia matado. Jamas habia llegado a comprender porque aquella mujer no habia acabado conmigo pues hubiera sido lo normal en ese caso. No la habia vuelto a ver y ya habia perdido la esperanza de obtener respuesta a mi pregunta, aunque ahora, muchos años despues la habia encontrado.

Al verla caer pense que sino la salvaba jamas obtendria la respuesta por lo que sali de mi escondite, aunque por un instante me quede parado, ¿debia ayudar a un vampiro? si lo salvaba seguiria matando y no sabia si mis razones serian suficientes para ello. Tras un par de segundos decidi que debia ayudarla, despues ya veriamos que pasaba. Me lance sobre el borde del precipicio, quedando tumbado sobre este mientras la agarraba del antebrazo y tiraba de esta hacia arriba, poniendola a salvo y alejandome yo mismo del precipicio.

Al mirar hacia el prado observe que el sol estaba haciendo su entrada en escena, lo que era cuanto menos molesto pues tendria que volver a salvar a la mujer - si quieres pasar de este dia, sigueme - le dije levantandome y sacudiendome un poco el polvo, sacando de mi bolsa una pequeña manta para que pudiera cubrirse del sol. Caminando por el borde del precipicio tras darsela, antes de llegar a la ciudad habia vagado por el bosque y recordaba que en aquel acantilado habia una zona de cuevas donde la vampira podria responder a mis preguntas.

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 6:04 am

De entre los árboles y dejando que la luz solar fuese iluminando sus facciones faciales, un joven se acercó hacia el precipicio en el que me encontraba amarrada para no perder la vida. Por un segundo, el rostro se me iluminó al pensar que quizás aquél humano me socorrería, ya que con el amanecer mis fuerzas se habían mermado y a penas podría mantenerme a salvo unos segundos más. Pero a medida que él recortaba distancias, dudoso y algo vacilante, la esperanza se desvaneció. Se trataba de un licántropo. Pero no sólo se trataba de un lobo, una raza que siempre odiaba a los vampiros, sino que se trataba de Wolfgang. Sí, conocía a aquél muchacho pues había sido mi alimento una noche de hacía ya tiempo. Le dejé con vida, a la vista estaba, simplemente por que no era mi estilo matar a mis víctimas. Pero quizás ahora me arrepentía si es que su intención era vengarse de mis colmillos.
Para mi sorpresa, el muchacho se tumbó sobre el césped del lugar y me agarró del antebrazo para arrastrarme fuera del peligro. Visiblemente asombrada por su actuación, no pude gesticular palabra alguna, pero tomé la manta que me ofrecía para cubrirme de mi verdugo y me limité a seguirle sin preguntar a dónde me llevaba, todavía en sock.

Al cabo de poco rato de deambular entre sombras y saltando algunos claros de luz, llegamos a una zona de cuevas cuya orientación alejaba el sol. Parecía que allí estaría a salvo durante las horas diurnas y no pudiendo contenerme, corrí hacia una de ellas, escondiéndome tras una roca de la entrada y cubriéndome todavía con la manta me acurruqué sobre mí misma y mordí mi labio inferior, algo nerviosa por lo sucedido.

- Gracias, Wolfgang.- musité sin alzar la vista hacia él.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 15, 2011 6:13 am

La guie hacia las cuevas de la mejor manera que pude. No era facil llevarla por zonas sombrias y en alguna ocasion tuve que llevarla por claros de luz, en esos momentos me ponia nervioso pues no queria que tras tantos cuidados un pequeño error hiciera que me quedara sin mis respuestas, la unica razon para haber salvado a un muerdecuellos.

Cuando las cuevas se divisaron ella me adelanto, corriendo hacia una de ellas e internandose en la segura oscuridad que la salvaria de una muerte segura. En mi caso simplemente disfrute de aquellos rayos de luz antes de seguirla al interior de la cueva. Al entrar, mi vista se adapto rapidamente y pude observar como se mantenia escondida. Me adentre un poco mas en la cueva, esperando que me siguiera. Sus palabras de agradecimiento no hicieron que menguara mi determinacion, aunque me dejaron claro que se acordaba de mi.

- Bien, ahora responderas a mis preguntas vampira - le dije girandome para observarla. Me quite el chaleco y lo deje caer al suelo, sentandome sobre este sin dejar de mirar a la mujer - ¿por que no acabaste conmigo en aquella ocasion? - le pregunte sin mas preambulos, me podia mi curiosidad.

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 6:26 am

El licántropo pasó de largo frente a mí, dirigiéndose hacia los adentros de la cueva. Pensé quería mejor no quedarme tan cerca de la entrada, así que le seguí a una distancia prudencial. Él se quitó un chaleco y se sentó sobre él empezando un interrogatorio que a penas comprendí.

Me quité la manta y se la devolví con una tímida sonrisa de entre agradecimiento y verguenza, para sentarme sobre una roca justo en frente de Wolfgang.

- No te maté porque simplemente no es mi estilo de alimentación.- respondí con un encogimiento de hombros.- Me alimento de sangre porque si no moriría de hambre, pero eso no implica que deba masacrar a todos cuanto sangre posean.

Solté una carcajada nerviosa, pues ahora que poco a poco volvía a la normalidad, aquella situación me erizaba la piel. Me encontraba atrapada en una cueva rodeada de sol con un licántropo curioso o quizás sediento de venganza. Si las cosas se torcían... ¿qué me esperaba? ¿La muerte a zarpazos? ¿O quizás Eyra a la parrilla? Debía intentar sobrevivir unas quince horas de sol antes de poder escapar de ahí.

Por otro lado, tampoco deseaba que él se marchara y me dejara sola, pues necesitaba a alguien que conociera mi secreto por si aparecía algun humano husmeando en la zona.

Suspiré y empecé a juguetear con un largo mechón de mi cabello, intentando no mostrar mis inquietudes a Wolfgang.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 15, 2011 6:38 am

¿Una vampira que no mataba a nadie? Eso me resultaba extraño pues no habia conocido jamas a ninguno que no matase cuando se alimentaba. Me quede pensativo unos segundos, pensando en como seguiria la conversacion puesto que sino mataba no merecia morir, era asi de sencillo mi vision del tema.

- ¿Y nunca matas a los humanos de los que te alimentas? Porque en ese caso serias una excepcion de entre los tuyos - le dije mirandola, intentando pensar en que hacer ahora. Lo mas facil seria largarme de alli y dejarla sola todo el dia, no tenia ninguna obligacion con ella. No me mato en su momento y no la habia dejado morir hacia un rato por lo que estabamos en paz.

- Entonces, ¿aseguras no haber matado jamas a un solo humano para poder alimentarte? - le pregunte inquisitivamente, no iba a dejar el tema asi como asi, queria descubrir la verdad. Me levante de mi asiento y cogi la manta, acercandome a la entrada de la cueva, poniendola de tal manera que cubria la mayor parte de la entrada, asi podria seguir preguntandole sin preocuparme porque un rayo de luz rebelde le diera a ella y la matara, al menos no antes de que supiese todo lo que necesitaba de ella.

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 6:50 am

El lobo parecía muy interesado en mis palabras y no comprendía el porqué, puesto que no resultaba tan extraño como el decía. Sin embargo, medité unos segundos sobre lo que había dicho y rememoré mi vida vampírica desde la cuál todos los vampiros que había conocido si terminaban con la vida de sus víctimas. Aquello me chocó.

- Quizás no sea lo más normal en los de mi especie.- murmuré para mí misma.- Quizás tenga a ver con el modo de la transformación.

Alcé la vista hacia Wolf y me cubrí el rostro con mis manos, acto reflejo a que alguien se levantase de aquél modo y sin esperarlo, pues creí por unos segundos que iba a clavarme una estaca en el pecho. Pero no fue así, sino que sorprendiéndome de nuevo, se dirigió hacia la entrada de la cueva con la manta en mano. Entonces pensé que ya habiendo satisfecho su curiosidad, iba a desaparecer de mi vista. Conclusión equivocada, como ya empezaba a acostumbrarme desde mi encuentro con él. Cubrió la entrada con aquella manta, sujetándola con las piedras y las rocas de su alrededor. La cueva quedo sumida en una oscuridad que me aliviaba en todos los sentidos. Suspiré, visiblemente tranquila y relajada.

- Y no, jamás he matado a nadie para alimentarme de su sangre.- admití con un orgullo traducido en una amplia sonrisa.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 15, 2011 7:01 am

Me volvi a sentar en el mismo lugar que habia ocupado unos segundos antes, pensando en todo lo que me decia. La verdad es que sino se dedicaba a ir matando humanos por ahi era una rareza de su especie, me sentia intrigado por ella y queria descubrir como alguien con ese pensamiento habia llegado a convertirse en un demonio de la noche.

- ¿Como que el modo de la transformacion? - le pregunte mirandola extrañado, que yo supiese no es que hubiera mas de una forma de llegar a ser vampiro por lo que eso no me cuadraba - solo existe una forma de llegar a ser de tu especie, al igual que solo existe una forma de ser de mi especie - le dije mirandola completamente serio.

- Y si jamas has matado a ningun ser humano, ¿podrias explicarme el porque jamas lo has hecho? - le pregunte mirandola, queria saber todas esas cosas. Decian que la curiosidad mato al gato pero queria descubrir la forma de pensar de esa vampira, quizas fuera la primera de su estirpe con la que pudiera hablar sin querer matarla. Ademas habia algo en mi interior que me decia que aquella mujer no era una mala persona, al menos no en el fondo.

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 7:54 am

Wolfang se sentó de nuevo, sin dejar de preguntarse cosas sobre mí. ¿Por qué tanto interés en mi persona? Sólo nos habíamos cruzado un par de veces a lo largo de nuestras vidas y sabíamos tan poco del uno como del otro. ¿Por qué romper ahora ese misterio?

- Quizás me expresé mal.- asentí frunciendo los labios y bajando la vista hacia mis manos cuyos dedos empezaron a juguetear.- Me refería a que la mayoría de vampiros fueron transformados al ser cruelmente atacados por otros. Muchos de ellos no deseaban esta vida y tal vez cuando despertaron a la inmortalidad... todo cuanto les rodeaba les quedaba grande, por eso combatían contra las tinieblas del modo más feroz posible, usando el asesinato como fin y no como medio.- expliqué con un hilo de voz, recordando nítidamente cómo fue en mi caso la decisión de convertirme en lo que ahora soy.- Los vampiros no son animales salvajes, Wolfgang, tienen una humanidad en su interior y como las personas, somos capaces de decidir si hacer algo o no.- respondí con seriedad, ahora frunciendo el ceño, pues odiaba que me tildaran de monstruo cuando era más parecida a una humana que los mismos humanos.- La mayoría usa su condición como excusa para desatar su lado más salvaje y psicópada, pero no todos son así. Yo, por ejemplo.

Sonreí de nuevo y alcé la vista hacia el rostro de mi compañero, el cuál mantenía su interés tan palpable como su curiosidad hacia aquél asunto. Sin desviar los ojos de los suyos, dejé que por unos segundos el silencio se acomodara en mis labios carmesíes.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 15, 2011 8:13 am

-¿Que? - dije al sobresaltado tras escucharla hablar, aquello me parecia horrendo. No podia entender como alguien podia desear esa vida, como alguien podia querer necesitar quitar la vida a una persona para seguir viviendo. La verdad es que me resultaba como poco extraño, no entendia como alguien podia desear algo asi - ¿y por que deseaste ser una vampira? - le pregunte aun sobresaltado, no me cabia en la cabeza el como alguien queria algo asi.

- Y tendreis humanidad pero la mayoria de vosotros la escondeis muy bien pues no entiendo como no os come por dentro la culpa por vivir como teneis que hacerlo, yo no podria hacerlo - le dije negando con la cabeza mientras pensaba en tener que vivir asi, ya odiaba mi transformacion cada luna llena y como temia el matar a una persona inocente cuando me transformaba en la bestia que habitaba mi interior.

- Tu no seras asi, pero tu especie si y eso es innegable, por eso me extraña tu forma de pensar - sin contar conque aun no me creia del todo que no matase humanos para alimentarse y que decidiera dejarlos vivos cada vez que se alimentaba de un humano.

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 8:40 am

Alcé una ceja, sorprendida por su reacción. ¿Tan raro le parecía que alguien deseara ser inmortal? Pero su pregunta removió mi pasado y era algo con lo que me cotaba lidiar. A demás, en mis más de 700 años como vampiresa, jamás había contado mi historia a nadie. ¿Realmente iba a abrirme a aquél lobo? ¿Por qué debería hacer eso?

- Dame una buena razón para que te cuente mi historia y la escucharás.- le reté con una media sonrisa traviesa.

Pero siguiendo sus cuestiones, me limité a responderlas como si se tratara de una conversación casual, simplemente saltándome la parte de mi pasado.

- Los inmortales no solemos tener remordimientos, lobito.- comenté con un resoplido.- Cuando tienes todo el tiempo del mundo no te paras a llorar la muerte de un mortal desconocido.

No es que lo supiera por haberlo sufrido en mi piel al haber matado a alguien... bueno, sí, en cierto modo sí. No sabía si era por mi condición vampírica o porque en el fondo era cruel realmente, pero jamás derramé una sola lágrima por la muerte de mi padre. Pero eso era distinto. Se lo merecía.

Quise cambiar de sitio, pues la roca era bastante incómoda. Decidí recostar mi espalda contra la fría y húmeda pared de roca, abrazando mis rodillas y con la vista fija en Wolf. Fue cuando hice aquél movimiento de mudanza cuando recordé que llevaba el vestido rasgado desde el principio de la práctica de esgrima y eso dejaba al descubierto mis largas y esbeltas piernas. En otro momento me hubiera cubierto con la escasa tela que aún se mantenía firme, pero en aquella oscuridad a penas se distinguía nada y él no dejaba de ser un licántropo, alguien que odiaba a los vampiros y que estaba segura que mi estado físico le importaba un cuerno.

Suspiré algo agotada por el día pero con los ojos bien abiertos, sabiendo que me esperaban largas horas de insomnio. No podría dormir con un lobo pululando cerca mío.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 15, 2011 8:52 am

- Por que lo unico que te salva la vida ahora mismo es mi curiosidad hacia tu persona, si mi curiosidad se agota quien sabe que podria llegar a pasar - le dije sin mirarla, mirando el techo de la cueva. Era un farol, no iba a matar a una vampira que no mataba humanos pero no dejaria que una de las suyas se riera de mi, sin contar conque despues de haberle salvado la vida creia tener el derecho suficiente para que se me contaran ciertas cosas si queria saberlas, mas que nada porque en esta vida, por larga que sea habia que ser agradecidos.

- Claro, solo son hormigas a vuestro alrededor, eso es lo que odio de vosotros, vuestra falta de humildad y cuando esta desaparece, es cuando ya no mereceis seguir viendo las estrellas cada noche - le dije observando como se sentaba, la verdad es que no era fea, tenia un cuerpo bonito, pero aun asi seguia siendo una vampira y por lo tanto no iba a siquiera intentar nada con ella. Una cosa era que me hubiera decidido a dejarla con vida y otra que fuese intimar con una vampira, no me fiaba de ella para nada, aunque dijera que no mataba humanos.

Sabia que estaria cansada, era cuestion de horas que se durmiera y entonces me tocaria quedarme vigilando sino queria que algun humano entrometido descubriera algo que no debia y que por lo tanto se pusiera en peligro tanto el como todos los demas seres vivientes del mundo.

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 9:15 am

Su amenaza no me gustó y me pareció una falta de respeto. Aún así, eso me dio motivo suficiente como para desconfiar de él. Me alcé del suelo y me crucé de brazos a la altura del pecho.

- Sin amenazas, chucho.- dije con voz escalofriantemente fría.

Me di la vuelta y caminé paulatinamente hacia el final de la cueva, a unos siete metros desde dónde se encontraba Wolf. Al llegar, suspiré mientras apoyaba mi espalda contra una de las rocas, pero sin sentarme en el suelo.

- Mis raíces me empujaron a buscar algo más en la simple vida humana.- susurré, sin prestar atención a si él me escuchaba o no.- Fui una hija concebida por amor por parte de mi padre pero con odio por parte de mi madre.- hablaba con la voz tiritante y dejé que mi espalda se deslizara hasta sentarme.- Mi padre era el hijo de un caudillo vikingo y en una de sus expediciones a Terranova acabó con la vida de una tribu indígena, la de mi madre. Ella fue la única superviviente y mi padre, encaprichado de ella, la obligó a casarse y a mantener relaciones sexuales con él hasta que me dio a luz.- suspiré, agarrando con fuerza mis rodillas y hundiendo mi rostro entre mis brazos.- Mi madre intentó vengarse de mi padre pero le salió mal y ella murió. Cuando supe lo que había ocurrido yo misma terminé con mi padre. Con ese crimen tuve que huír de Islandia y me refugié en una aldea de las montañas, sin saber muy bien qué hacer con mi vida. Allí fue dónde escuché por primera la palabra vampiro y tuve el pálpito de que era eso lo que me faltaba en la vida. Nunca me había sentido parte de nada ni nadie. Los niños me excluían por mi tez algo más tostada que la suya y mis ojos más oscuros. Los adultos me veían como un engendro de la naturaleza.- las lágrimas desataron el cerrojo de mis ojos y camparon libremente sobre mis mejillas.- Así que vine a París dónde contacté con un vampiro y él fue quién me transformó.- la voz se quebró ante la última palabra, pero intenté disimularlo con una toz sobreactuada.- En mi caso lo tenía planeado desde hacía días. Estaba informada y sabía lo que me ocurriría. Quizás eso me diferencia del resto de los vampiros.

Suspiré profundamente y sentí como si me hubiera deshecho de un nudo que durante siglos me había ahogado. No sabía porqué se lo había contado y menos después de sus exigencias. Pero ahora no me arrepentía en absoluto.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 15, 2011 9:32 am

- Es una advertencia, deberias estar agradecida de que te salvara la vida, sin mi, ahora mismo estarias descansando eternamente - le conteste mirandola, observando como se iba hacia el final de la cueva, pensando que eso no era seguro pues normalmente estas cuevas no solian ser demasiado seguras y cuanto mas te adentrabas en la oscuridad, mas peligrosas se volvian.

Escuche su historia en el mas absoluto silencio, la verdad es que si tanto habia deseado convertirse en lo que era tendria sus motivos. Ciertamente a mi no me hubiese gustado y su hubiese podido elegir hubiese querido seguir siendo humano, aunque habia aceptado mi ser hacia mucho tiempo. Suponia que igual le habia pasado a ella y por lo menos no ansiaba matar humanos como el resto de su especie, lo que le daba algun punto a su favor para que no la odiara.

- Toma - le dije acercandome a ella al ver que comenzaba a llorar mientras sacaba de mi bolsillo un viejo trozo de tela. No me gustaba ser maleducado por lo que cuanto menos podia hacer era intentar que se calmara y dejara de llorar, no me gustaba ver llorar a las mujeres.

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 9:48 am

Sus pasos se acercaron y me sentí incómoda. Nadie nunca me había visto llorar y en realidad, aquella era la primerza vez que lo hacía. La educación impartida por los vikingos no dejaba lugar al temor o a la fragildiad, aunque fuese una mujer había sido bien instruída. ¿Porqué ahora no podía dejar de llorar? No sabía dónde esconderme para que aquél licántropo no me viese así, no fuera que se aprovechara de mi debilidad anímica.

Alcé la vista hacia él y vi que tendía un trozo de tela. ¿Un pañuelo, quizás? Sin dudar, lo tomé entre mis dedos y oscultando mi rostro entre las sombras de la cueva empecé a secar cada lágrima traicionera. De vez en cuando se escapaba otra lágrima o un suspiro. Entonces siempre intentaba disimularlo o bien con tos o bien con rascándome el ojo antes de que ésta cayera por mi rostro.

- ¿Por qué no me dejaste caer o arder con el sol?- le pedí con la voz tan quebrada que a penas podía gesticular las palabras.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 15, 2011 10:00 am

La pregunta que tarde o temprano iba a tener que llegar y a la cual no queria responder pues ni yo mismo sabia demasiado bien porque narices lo habia hecho, simplemente algo en mi interior me habia dicho que tenia que salvarla si queria respuestas. La verdad es que no me arrepentia pues habia conseguido respuestas y me alegraba el saber que no todos los vampiros mataban a sus victimas tras alimentarse de ellos, lo que me demostraba que aun quedaba alguno con humanidad.

- Por que tu me dejaste con vida en una ocasion y por lo tanto merecias una segunda oportunidad para poder rehacer todos tus errores del pasado como vampira - le conteste con una leve sonrisa mientras cogia el pañuelo y le quitaba una lagrima de su mejilla devolviendole el pañuelo antes de alejarme un par de pasos de ella - ademas, me alegro de haberte salvado si ciertamente jamas has matado a un humano - le conteste mientras me alejaba, estaba preocupado por saber cuanto tiempo quedaria hasta que volviera a ser de noche, si alguien venia tendriamos mucho que explicar y mentir, cosa que no me apetecia.

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 10:13 am

Asentí despacio, no muy convencida. Sabiendo lo que era ¿por qué arriesgarse a salvarme? Si hubiera sido otro vampiro simplemente se lo hubiera agradecido bebiendo de su garganta.

- No vuelvas a hacerlo.- le aconsejé de pronto.- No todos son como yo y es mejor prevenir y dejarme morir que arriesgarse y que maten a un humano como tu.

Cierto, él no era humano, pero los licántropos siempre les había visto más cercanos a la humanidad que los vampiros. Respiré aliviada y seguí a Wolf con la mirada, parecía preocupado.

- Puedes irte, no tienes porqué permanecer conmigo más tiempo.- le dije con una sonrisa cordial.- Ahora ya tienes tus respuestas y como has dicho tu mismo, estamos en paz. ¿Porqué sigues aquí?

Mordí mi labio inferior, confusa.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 15, 2011 11:16 am

- ¿Matarme? Dudo que un vampiro hubiese conseguido matarme en tu situacion, sin contar conque te salve a ti porque tenia curiosidad hacia ti desde que nos conocimos hace tiempo. Sino llegas a ser tu la vampira probablemente hubiera dejado que te convirtieras en cenizas - le conteste mirandola a los ojos tranquilamente. De eso si que estaba seguro, si no hubiera sido ella la vampira hubiera observado como el sol le quitaba la vida mientras sonreia y recordaba antiguos recuerdos.

- Sigo aqui porque si viniera un humano y te viera aqui querria llevarte a la ciudad, cosa que no podras hacer asique me quedo para que no te descubran - le dije mirando hacia la entrada, si eso ocurria desapareceria de Paris puesto que no queria ser cazado cual alimaña. Si, ciertamente la estaba protegiendo pero tambien me protegia a mi y al resto de los de mi estirpe.

- Ademas, para ser una vampira no me has caido del todo mal - le conteste sonriendo levemente antes de acercarme a la entrada de la cueva, mirando por una de los huecos que quedaban entre la pared de la gruta y la manta, la verdad es que hacia un dia maravilloso pero habia prometido quedarme y me quedaria, aunque tuviese hambre y algo de sed.

por **Arlette** Lun Ago 15, 2011 11:34 am

Mis ojos se abrieron desmesuradamente.

- Si me reconociste... con más razón podías matarme.- susurré, completamente confundida para entender su razonamiento.- Yo te ataqué. ¿Por qué me salvaste?

Sin pensar en lo que hacía me puse en pie, tanteando la pared oscura. Fue al realizar aquél movimiento en el que me percaté de mi debilidad. Hacía más de un día que no me alimentaba y mis tejidos a penas me aguantaban. Otro día más y podría morir de hambre. Me agarré a la pared y respiré con dificultades mientras escuchaba las palabras de Wolfang quien se había asomado a la entrada y no podía verme. Pero a esa distancia, escuché el sonido ronroneante de sus tripas y sonreí levemente, pues no era la única hambrienta.

- Ve a comer algo, yo estaré a salvo en la cueva.- le aseguré con la voz más llena de vida que disponía en esos momentos y una sonrisa que ahora había conquistado mis labios desde que el licántropo había dicho que no le caía mal. Algo extraño, pues no solían importarme las opiniones de los demás. Pero aquello me hizo sentir bien, no puedo negarlo.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 15, 2011 11:50 am

- ¿Por que no te deje morir? Facil, queria saber porque me dejaste con vida tras nuestro encuentro - le dije notando como estaba debil. Se le notaba al moverse y al hablar. Seguramente llevaria mas tiempo del recomendable sin alimentarse, aunque tampoco tenia intencion de ir y cazarle a un humano para que ella pudiera robarle la sangre, una cosa era que no me cayera mal y otra que le diera de comer gente viva.

- Esta bien, volvere en un rato - le dije moviendo la manta lo minimo posible y saliendo al exterior. Aspire el aroma a bosque y comence a caminar mientras cargaba mi pistola, la llevaba escondida entre mis ropas y al sacarla solo tuve que cargarla, ahora solo me faltaba la presa. Me interne en el bosque y camine en silencio mientras olisqueaba el ambiente buscando algun olor animal para poder cazarlo.

No fue facil pero tras un rato caminando por el bosque, encontre un rastro adecuado, me daba la impresion de que seria un jabali y cuando vi las huellas me quedo claro, se trataba de un jabali. Segui su rastro hasta un pequeño riachuelo en donde estaba bebiendo agua, no hice el mas minimo movimiento durante un par de segundos. Tras ese instante levante mi arma, disparando hacia el animal, sino le mataba me atacaria pero por suerte el disparo fue certero, le atraveso el cuerpo de lado a lado, probablemente hubiera tocado el corazon. Fui corriendo hacia el y le corte el cuello, saque mi cantimplora y la llene de la sangre del animal, despues simplemente lo cargue sobre mi hombro, era una buena pieza, pesaba lo suficiente.

Mientras llegaba a la cueva iba cogiendo algunas ramas para hacer un fuego, era dificil cargar con todo, pero al fin, cuando llegue de nuevo a la cueva me senti aliviado de haber llegado con todo, dejando al jabali en el suelo y soltando las ramas. Me acerque a la vampira y le di la cantimplora, poniendome despues a encender un fuego - eso es para ti, no es humana, pero espero que te valga - le dije esperando que no lo rechazara, si asi lo hacia, no le traeria sangre humana, eso era demasiado para mi.

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