La muerte puede estar a la vuelta de la esquina (Eyra) +18

por **Wolfgang Lindert** Mar Ago 16, 2011 3:13 pm

Recuerdo del primer mensaje :

La noche habia comenzado bien, habia encontrado a un inexperto vampiro alimentandose en un callejon cual vulgar ratero contando su botin del dia. Al verlo, me habia acercado sin hacer el mas minimo ruido, el pobre diablo ni tan siquiera se habia puesto en la esquina opuesta a la pared, donde la visibilidad y proteccion es mayor. Se encontraba en medio del callejon, por lo que pude advertir antes de matarlo debia de tratarse de un vampiro joven, quizas hubiera sido convertido hacia una decada, dos como maximo.

Saque mi cuchillo de entre mis ropas, el cual podria pasar por una espada corta y atravese el cuello del vampiro, sacando el cuchillo por la parte delantera de su garganta y repitiendo al instante el movimiento, solo que cercenando el resto de su cuello. Su cabeza se separo del resto de su cuerpo y cuando la solte rodo cual balon un par de metros con una extraña mueca grabada en su rostro.

La chica de la que se alimentaba al instante se cayo al suelo, al agacharme pude advertir que estaba a punto de morir y cuando me disponia a llevarla a un hospital aparecio alguien a quien no esperaba. Se trataba de un cazador, este apenas dijo nada, tras eso y sin darme tiempo a decir nada, disparo. Pude apartarme ligeramente, aunque la bala se alojo en mi costado, como ya me suponia se trataba de plata.
El dolor fue inmenso, aunque la herida no iba a ser mortal si se extraia la bala, esta, de momento me ardia en mis entrañas.

No pense, simplemente cargue contra el, el golpe que le propine lo tiro contra la pared del callejon mientras yo salia huyendo del lugar. La sangre manaba de la herida y mientras con una mano la taponaba, con la otra sacaba mi pistola. Conforme me movia, mis movimientos eran mas torpes y toscos, la sangre manaba demasiado deprisa, sino se me extraia la bala no pasaria de esa noche.
Me apoye sobre la pared que delimitaba el jardin botanico, tras una esquina, esperando unos minutos para comprobar que no me seguian. Entonces, recorde que cierta conocida vivia por alli, no conocia a demasiada gente en la ciudad y no estaba como para hacerle ascos a cualquier ayuda que se me ofreciera por lo que corri hacia su casa lo mejor que pude.

Salte la valla de una manera algo tosca, arañandome una pierna, pero nada importante. Al llegar a la puerta principal la aporree con violencia, apoyandome en el marco mientras miraba hacia la calle, respirando entrecortadamente y esperando que el cazador encontrara el rastro, si iba a morir alli, por lo menos el cazador moriria conmigo.

por **Wolfgang Lindert** Dom Ago 28, 2011 5:21 pm

No esperaba esa reaccion por su parte por lo que en un primer momento me quede algo parado debido a la impresion del momento. Cuando por fin mi cuerpo comenzo a hacer caso de lo que mi mente ordenaba la estruje contra mi cuerpo mientras continuaba nuestro beso, buscando sus labios a cada instante hasta que la necesidad de respirar hizo que nos separaramos unos milimetros.

- A eso le tenemos miedo todos, pero es un riesgo que tenemos que correr Eyra, a eso se le llama vivir - le conteste en los segundos que tuve antes de que nos volvieramos a besar. Esta vez, al estar ya sobreaviso no me costo reaccionar y en que nuestros labios mis brazos la rodearon y abrazaron durante unos segundos. Despues una de mis manos recorrio su espalda mientras la otra seguia manteniendola pegada a mi. Era tal el ansia que sentia y las ganas que invadian mi ser que apenas paraba para respirar, cada segundo que estaba alejado de ella era un segundo perdido.

En una de las veces que pare a respirar me aleje un instante de su rostro para poder mirarla - eres la mas bonita de las estrellas Eyra - le dije antes de volver a besarla, simplemente fue algo que salio de mi y que me extraño tanto como a cualquiera pues jamas habia sido alguien dado a decir esas cosas.

por **Arlette** Dom Ago 28, 2011 5:31 pm

Wolfgang me rodeó con sus brazos y sus besos se intensificaron, aceptando sus palabras y sumergiéndome en su boca. Se lo entregué todo: mi pasado, mis errores, mi naturaleza, mis esperanzas, mis temores, mis debilidades, mi sonrisa, mi amor, mi erotismo... Sólo deseaba que no hiciera añicos mi corazón porque éste, era lo último que me quedaba en vida.

Salté hacia su cuerpo y enlacé mis piernas alrededor de su cintura, matando cualquier espacio que nos separase físicamente. Enredé mis manos en su cuello y mis labios besaron el lóbulo de su oreja, bajando por sus mandíbulas, su mentón, su cuello, sus labios... La excitación empezaba a deborarme por dentro y si no quería que aquello se desmadrara, debía frenar ahora. Pero... no frené. Quizás porque no deseaba que aquello cesara. Y así, tenté a la locura meintras surcaba sus caricias a cada beso que le brindaba. De aquél modo, sellábamos un viaje que ambos embarcábamos y con el simple equipaje del amor. ¿Sería suficiente? Sólo el tiempo lo diría. Mientras, me colé en el corazón de aquél increíble licántropo.

por **Wolfgang Lindert** Dom Ago 28, 2011 5:43 pm

Cuando salto sobre mi y me rodeo con sus piernas la lleve hacia la cama mientras recibia sus caricias, recorriendo con mis manos su espalda en direccion descendente hacia su trasero dejandome llevar por la pasion del momento. En aquel momento no queria pensar en nada, tan solo queria disfrutar con Eyra.

La deje caer sobre la cama sin separarme de ella, recorriendo con los dedos una de sus esbeltas piernas. Mientras tanto mis labios rozaron su cuello camino a su oreja, mordiendo suavemente el lobulo de su oreja, pensando por primera vez que si no parabamos en ese preciso instante por lo menos a mi me seria imposible pues notaba como la excitacion que ella me estaba causando aumentaba por momentos a un ritmo realmente rapido. Ella no parecia querer parar y la verdad es que yo no estaba demasiado por la labor por lo que decidi continuar, besando de nuevo sus labios y apretando su cuerpo contra el mio.

por **Arlette** Dom Ago 28, 2011 5:56 pm

Sin darme cuenta, yacía sobre mis sábanas rojas bajo el ardiente cuerpo del lobo, cubriéndome con sus besos cálidos y pasionales. Cerré los ojos y ladeé mi rosotro, facilitándole el encontrar mi oreja y mi cuello, sin soltar todavía su agarre del cuello ni mis piernas de su cintura. Era mi prisionero y no pensaba liberarlo. No aquella noche.

Abrí mis ojos cuando sentí que aquella locura se agolpaba en mi pecho y necesitaba salir de allí de un modo u otro, sólo entonces dejé caer mis manos del cuello de Wolf y acaricié su torso desnudo, sus fuertes hombros, su pectoral marcado, su abdomen, su herida ya prácticamente cerrada, su ombligo... hasta que algo detuvo el paso de mis dedos por sus poros, algo llamado: pantalones.

Solté una divertida y traviesa carcajada mientras mordía mis labios, jugueteando con su cinturón como si fuese una niña. Le miraba de forma provocativa, como si dudara en si debía o no desabrocharle los pantalones. Pero... ¿debía? Por supuesto.

por **Wolfgang Lindert** Dom Ago 28, 2011 6:06 pm

Mientras continuaban nuestros besos comence a notar como la llave con la que me habia capturado Eyra comenzaba a aflojarse, recibiendo a cambio caricias que recorrian mi cuerpo y que hacian que se me erizara la piel en cada punto que sus suaves manos rozaban. Conforme bajaba hacia mi cintura mi excitacion iba aumentando y llego el momento en que decidi que no debia de contenerme ni un apice mas.

Su mano jugaba con mi cinturon pero la mia, ya perdida entre el deseo y la pasion habia comenzado a recorrer su muslo por la parte interna, lentamente, sin prisas, ella queria jugar y jugariamos los dos, aunque tenia la ligera impresion de que a ese juego iba a perder yo, no tenia la fortaleza suficiente como para aguantar mucho mas y en cualquier momento ocurriria lo inevitable.

Mientras, mi mano continuaba su lento pero seguro avance por el muslo de Eyra, ansiosa por llegar a un punto en especial, el cual, cuando mi mano llego acaricie con suavidad mientras volvia a besarla otra vez, deseando que arrancara mi cinturon de una vez, ansioso porque me lo quitara.

por **Arlette** Dom Ago 28, 2011 6:28 pm

Las manos del macho recorrieron mi muslo con lentitud, provocándome cada vez que avanzaba hacia mi intimidad, ya humedecida por la excitación del momento. Wolfgang, yo, una habitación en penumbra, toda la noche por delante y una gran cantidad de hormonas reboloteando por nuestros estómagos.

Perdida todavía en el mar de su boca, desabroché con parsimonia su cinturón, jadeando cuando sus manos acariciaban mi secreto mejor guardado, hallado entre mis piernas. Sí, desabroché su cinturón pero no su pantalón al que vislumbraba que ocultaba un voluptuoso bulto entre sus piernas. Torcí una sonrisa maliciosa y curvé mi espalda para hacer chocar nuestras caderas en una sutil danza carnar, aunque por supuesto la ropa, impedía que aquello fuese a más. Solté una carcajada y mis manos se alejaron de su pantalón para hacer deslizar los tirantes de mi camisón de seda por mis hombros, mirándole llena de picardía y sensualidad. ¿Cedería?

por **Wolfgang Lindert** Dom Ago 28, 2011 6:36 pm

Mientras ella gemia por culpa de mi traviesa mano note como conseguia soltarme el cinturon, aunque claro, ahora faltaba el pantalon. Me despiste por un instante y su cadera se pego a la mia, pegando nuestros cuerpos hasta el extremo. Tras ese instante y con total naturalidad la vi bajarse los tirantes de su camison, siendo ese el momento en que no pude aguantar mas. Cogi con ambas manos su camison y aunque me arriesgaba a que se enfadara por ello lo rompi hasta arrancarselo, desnudandola y admirando su cuerpo perfecto en la penumbra de la habitacion.

Me acerque a besarla mientras pegaba mi cuerpo al suyo, descendiendo por todo su cuerpo lentamente, besando cada poro de su piel desde sus labios hasta su ombligo, mirandola entonces con una malvada sonrisa, acariciando de nuevo con la mano su zona mas intima, esperando unos instantes antes de perder mis labios tambien en dicha zona, jugando en ella con mi lengua y pegando su cuerpo al mio mientras lo hacia, mirandola fijamente a los ojos.

por **Arlette** Dom Ago 28, 2011 6:53 pm

De pronto, el semblante del lobo se desarmó y sus ojos se fijaron en mis hombros sensualmente descubiertos antes de arrancarme el camisón con una fiereza que jamás antes había visto en nadie. Hice un pequeño puchero, pues aquél camisón me agradaba. Sin embargo, nada tenía ni punto de comparación a los besos y caricias que él me brindaba, deteniéndose entre mis piernas para juguetear con mi clítoris usando como arma sensual su preciada y húmeda lengua.

Mis dedos se enredaron en su cabello y tiré levemente de él dada la excitación del momento, jadeando y gimiento, arqueando mi espalda y susurrando mi nombre con alevosía.

Entonces le di un leve empujón, cambiano la posición hasta abrirme de piernas sobre su cadera, recorriendo su pectoral con mis labios y mi lengua, usando mis manos para liberarle de aquellos dichosos pantalones hasta tener entre mis manos su ya erecto miembro viril. Lo miré embobada durante unos segundos para entonces, llevarlo a mi boca como si de una piruleta dulce se tratara, masajeándolo con mis labios con un ritmo frenético, movienodo mi cabeza hacia arriba y hacia abajo, lamiéndolo con necesidad y perversión.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 29, 2011 3:59 am

Nada importaba ya, tan solo el placer que nos brindabamos ambos mutuamente y que iba en aumento a cada segundo que pasaba. Mientras me dedicaba por completo a su entrepierna pude notar como ella tiraba de mi y se retorcia de placer.

Pronto todo eso cambio y me encontre con ella sobre mi cuerpo, bajando hasta mi erecto miembro y dandole un tratamiento realmente placentero. Me decidi por disfrutar de aquello, cerrando los ojos y buscando su mano. No paso demasiado tiempo hasta que note que se acercaba el final de todo asique decidi que ella tenia que dejarlo.

La separe de mi miembro y la hice rodar hasta quedar yo sobre ella, besandola de nuevo mientras con mi miembro buscaba la entrada de su zona intima, encontrandola tras varios segundos, entrando lentamente, notando como me introducia en ella mientras la besaba con gran pasion.

por **Arlette** Lun Ago 29, 2011 9:08 am

Sentía su verga en mi boca y presentía que aquello era de su agrado, algo que me complacía enormemente. De pronto, me vi de nuevo bajo su ardiente cuerpo, siendo besada pos su labios ansiosos mientras yo enlazaba de nuevo mis piernas alrededor de su cintura, facilitando la entrada de su miembro en mi interior, sintiendo como un placentero latigazo en mi vientre cuando él me penetró.

Ahogué un jadeo y un gemido mientras mis manos se acomodaban en su torso, perfilando cada uno de sus músculos, mordiéndome el labio inferior por la excitación del momento. Arqueé mi espalda para que nuestro choque fuese más profunda y placentero para ambos, sintiendo mis músculos tensarse por el lujurioso momento que mi cuerpo vivía.

Sus labios recorrieron mi cuello y mi boca, haciendo que su fresco aliento casi me mareara y nublara mi vista. Me sentía como si estuviese sobre una nube y acariciara con la yema de mis dedos el Cielo, aquél Cielo que a mí me había vetado la entrada.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 29, 2011 9:27 am

Note como se intentaba colocar de tal forma que la penetracion fuera mucho mas profunda y placentera y comence a aumentar el ritmo de mis embestidas. Con una mano me apoyaba en el colchon para no aplastarla bajo mi cuerpo y con la otra acariciaba su pierna, aquella pierna que aprisionaba mi cuerpo y me impedia separarme de ella.

Hundi mi cabeza en su cuello, besandola al ritmo que lo haciamos, de vez en cuando aumentaba el ritmo de mis embestidas, excitandome mas a cada gemido que escuchaba escapar de sus labios, volviendo a besarla de nuevo, necesitado de su calido sabor y su suave tacto. No podia ni queria escapar de aquella prision en que se habia convertido su cuerpo para mi.

Tras besarla la mire a los ojos con ternura, observando su placido rostro y como un mechon de pelo rebelde habia decidido ocupar parte de su rostro, quitandoselo con suavidad antes de volver a besarla.

por **Arlette** Lun Ago 29, 2011 9:37 am

Sus embestidas aumentaron su intensidad y su velocidad, haciéndome enloquecer por momentos, arañando las sabanas que se ocultaban bajo mi piel desnuda. Tan desnuda como lo estaba en aquél momento mi corazón.

Wolf se apartó para mirarme y yo le respondí con el rostro algo tímido, dejando que un sencillo rubor coloreara mis pálidas mejillas. Su mano se movió para apartarme un rizo que se había acomodado en mi rostro y yo sentí una sensación extraña en mi vientre, como una oleada de lujuria. Moví mis manos hacia sus glúteos y obligué a mis caderas seguir el ritmo que mi hombre marcaba, sintiendo su verga de una forma indescriptiblemente placentera. Grité sin poder contenerme, suplicándole que no cesara aquella danza carnal.

Me alcé un poco, haciendo que mis seno acariciaran su pectoral mientras mis brazos se fundían con su espalda en un abrazo donde dos corrientes opuestas se mezclaban, por un lado mi piel gélida y por otro, la suya cálida y ardiente. Era un cóctel distinto y adictivo, del que no quería separarme jamás. Mientras, el cabezal de la cama y el colchón en si, se movían frenéticamente a nuestro ritmo, a punto de desprenderse por lo salvaje de nuestros actos.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 29, 2011 9:49 am

Note sus manos aferrarse a mi trasero y me di cuenta de que no queria que nuestra danza terminara por lo que aumente aun mas el ritmo de mis embestidas mientras volvia a besar a Eyra. Aunque esta vez hubo una diferencia, al terminar de besarla y sin parar un solo instante atrape su labio inferior, mordiendolo suavemente durante unos segundos antes de liberarlo, mas que nada por si le hacia daño.

Tras ese instante note su abrazo y como su frio cuerpo se pegaba al mio, el cual a diferencia del suyo se encontraba caliente, quedandome lo mas cerca de ella que me era posible, sintiendo el roce de su piel en mi pecho y moviendo la cadera constantemente al ritmo mas frenetico que me era posible, escuchando a la vez los constantes golpes que el enorme cabecero de la cama daba contra la pared. Aquello hacia rato que se nos habia ido de las manos y ahora simplemente eramos dos seres entregados al placer y a la lujuria en el mas total y absoluto desenfreno, con un unico objetivo, el placer de ambos.

por **Arlette** Lun Ago 29, 2011 10:10 am

Otra oleada instintiva me llevó a empujarle ésta vez, contra la pared de la habitación, lejos de la cama, dejando que su espalda descansara en aquél muro mientras mis piernas seguían alrededor de su cadera, facilitanto los movimientos de su verga en mi interior.

Mis brazos se aferraron a su cuello y mis labios recorrieron cada poro de su piel, amándolo y deseándolo como nunca antes lo había hecho ni sentido. .Le besaba con intensidad, con necesidad, con pasión, con lujuria, con desenfreno, con dulzura, con locura... Perdí la razón por completo y me entregué a Wolfgang en cada sentido existente.

- Me vuelves loca, Wolfgang.- jadeé en su oido antes de lamer su lóbulo con picardía, riendo levemente y llevando mi cabeza hacia atrás, cerrando los ojos para dejar que mis sentidos experimentasen aquél acto sexual.

Y ahora, era la pared la que tiritaba con cada embestida del licántropo pero nada me importó. Si se caía la casa encima no me importaba. Si le tenía a él a mi lado, cualquier otra cosa era irrelevante. Y aunque fuese el fin del mundo, sabía que jamás me separaría de él. Volví a gritar de forma desgarradora mientras que no pude evitar que mis colmillos asomaran entre mis labios carmesíes.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 29, 2011 10:22 am

Ella me llevo hasta la pared y ahi fue cuando tuve que comenzar a hacer un verdadero esfuerzo pues debia de mover su peso, aunque jamas habia hecho un esfuerzo mas placentero en mi vida. Al ver como ella se dejaba llevar y dejaba caer su cabeza hacia atras le mordi suavemente la barbilla. Gire colocandole a ella pegada a la pared, continuando nuestro baile cada vez mas rapido, notando como el final ya no quedaba demasiado lejos. Quizas fuera por suerte el que ya quedara poco puesto que me daba la impresion de que la pared de su casa no aguantaria demasiado tiempo aquella violencia con la que estabamos dando rienda suelta a nuestros deseos.

Conforme se acercaba el final la volvi a besar de nuevo, dejandonos caer al suelo a ambos y aumentando hasta el limite de mis posibilidades el ritmo ya de por si frenetico que llevabamos. Tras unos segundos en el suelo pude notar como llegaba el final, profundizando la penetracion antes de llegar al final, haciendolo dentro pues sabia que no habia peligro de que se quedara embarazada.

por **Arlette** Lun Ago 29, 2011 10:33 am

Wolfgang me giró, empotrándome contra la pared. Oh, cielos... Su calor abrasante me quemaba la piel y me hacía sentir como si ardiera en el mismísimo infierno. Y aún así... ¡Qué dulce infierno!

De pronto, él me empujó contro el suelo, cayendo de nuevo sobre mí. Notaba sus venas inflamarse y sus músculos tensarse, sabiendo que él ya estaba lleganod al clímax. Cuando lo hizo, un líquido esponjoso, suave y algo más calido que su temperatura corporal, recorrió mis entrañas inundándome con su ser.

Mordí con fiereza mis labios, amainando el ritmo y dejando que nuestros latidos fuesen retomando su normalidad hasta que finalmente, nos detuvimos, jadeantes y con la adrenalina todavía haciendo mella en nuestra piel. Acaricié el cabello de Wolfgang y recorrí su espalda con la yema de mis dedos, dibujando un corazón con éste y sonriendo para mis adentros.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 29, 2011 10:43 am

Sali de su interior y me tumbe a su lado, dandole antes de nada un rapido beso en los labios. Me encontraba cansado debido al esfuerzo fisico realizado, aunque la verdad es que me encontraba extremadamente feliz. Lo que no sabia es lo que ella querria hacer ahora, de momento yo seguiria tumbado a su lado sobre el frio suelo, admirando la belleza de su cuerpo, abrazandola a la altura de la cintura y dandole un beso en la mejilla.

- ¿Te apetece salir? - le dije, aunque la verdad es que tenia que irme, aun no habia encontrado refugio y la luna llena se acercaba, apenas quedaban unos dias y aun no tenia un lugar seguro donde poder quedarme antes de que llegara aquella noche. Tenia que encontrar un edificio de paredes y puertas solidas, a ser posible con algo para anclarme al suelo y donde nadie pudiera entrar y dañarme pues estaria completamente expuesto. No queria ni pensar en lo que podia pasar sino conseguia un refugio, aunque seguramente seria lo de siempre, muertes y un gran sentimiento de culpa.

por **Arlette** Lun Ago 29, 2011 10:54 am

Su verga salió de mi entrepierna y yo suspiré apesadumbrada, pues me gustaba sentirle en mi interior. De algún modo, éramos una sola persona y aquella idea me agradaba.

Wolfgang se tumbó junto a mí, abrazando mi cintura y deleitándome con algunos besos en los labios y mejillas. Era feliz a su lado y no cambiaría aquél momento por ningún otro que pudiera vivir. Sin embargo el rostro de una persona se clavó en mis retinas y tuve que hacer un sobreesfuerzo para que Wolf no notara mi cambio de humor. Ahora no era un buen momento para hablar de ello.

Llevé una de mis manos a su mejilla y la acaricié con dulzura, sonriéndole complacida y asientiendo cuando me propuso de salir. Le besé en sus labios efímeramente y salé de su lado para buscar algún vestido bonito para aquella noche. Debía de estar espectacular. Me decidí entonces por mi vestido rojo y negro palaba de honor y por un corsé negro. Me vestí deprisa, con una sonrisa de oreja a oreja y sin vergüenza o timidez por saber que Wolfgang me miraba. Me acerqué a él y le di la espalda.

- ¿Puedes abrochármelo?- le pedí con timidez, señalando los cordones del vestido mientras mis ojos se posaban en aquella ventana que ahora mostraba una noche limpia y serena, sin nubes y muchas estrellas.

por **Wolfgang Lindert** Lun Ago 29, 2011 11:05 am

Cuando se separo de mi lado para poder vestirse di un largo suspiro. Aunque no quisiera separarme de su lado debia de hacerlo, aunque tan solo fuera para vestirme. Me levante y busque mi ropa con la mirada, encontrando toda ella por la habitacion, cosa que no era extraña dado lo ocurrido. Lo unico malo era mi camisa, tenia un agujero y estaba inservible debido a la gran mancha de sangre por lo que deberia de buscar otra camisa, aunque no tenia ninguna de repuesto, tan solo tenia el chaleco, que por cierto se habia quedado abajo con el resto de mis cosas.

- ¿No tendras una camisa para dejarme verdad? - le pregunte mientras me acercaba a ella para abrocharle el vestido, al hacerlo, me temblaba ligeramente el pulso, no entendia porque, pero asi era. Le abroche como pude el vestido, intentando que no quedara demasiado mal pues no tenia experiencia en esos campos.

- ¿A donde quieres ir? - le pregunte mirando por la ventana y observando que hacia una noche magnifica, quizas le faltase que corriese algo de brisa para que fuera la noche perfecta, aunque la verdad es que simplemente con la estupenda vista que habia del cielo donde brillaban miles de estrellas era suficiente.

por **Arlette** Lun Ago 29, 2011 11:15 am

Sonreí bajo mi nariz, divertida.

- Puedo prestarte una camisa de mi mayordomo.- le aseguré, dándome la vuelta para volver a enredar mis manos en su nuca y besar de nuevo sus labios.- Aunque de éste modo estás muy... sensual.

Volví a reír, acariciando su mejilla para luego alejarme de él, abriendo la puerta y caminando hacia el salón en la planta de abajo. Llamé a mi sirviente y él apareció desde la cocina con el rostro algo desencajado, probablemente sorprendido de verme tan radiante tras escuchar los golpes y gemidos de mi habitación. Reí de nuevo y le pedí entre carcajadas que me prestara una de sus camisas, siguiéndole por las escaleras hasta su dormitorio, del que extrajo una de color blaca, suficientemente grande para Wolfgang. Se lo agradecí con un par de monedas y volví a entrar en mi alcoba, dónde Wolfgang me esperaba.

- Sorpréndeme.- le dije aludiendo a su anterior pregunta, sonriendo mientras le tenía la prenda y miraba cómo se la abrochaba.

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