AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
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Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Recuerdo del primer mensaje :
Bajo del carruaje con mucho cuidado de no pisar el charco lodoso que estaba justo debajo de la pequeña escalinata. Unos pasos mas allá, Celia la observaba impaciente. Emily suspiro profundamente y dio un pequeño y delicado salto. Unas gotas de agua sucia volaron desde el suelo a la falda de su vestido color verde claro, pero no le dio importancia. Cuando levanto la vista, se encontró con la severa mirada desaprobadora de su nodriza. Celia resoplaba y miraba intermitentemente de los ojos de su protegida a las pequeñas manchitas amorronadas que habían aparecido sobre la tela del caro vestido.
-No pasa nada, Nana- dijo Emily, sonriendo- Tengo una tonelada de vestidos
-¡Emily Angelique Pope! Esa no es forma de hablar para una señorita decente. ¿Cuántas veces le he dicho que se dirija a las demás personas con propiedad, como es esperado de una dama de su alcurnia? – los ojos de Celia refulgían furiosos.
Emily giro los ojos y prefirió quedar callada, mientras su nodriza caminaba frente a ella, guiándola por las calles parisinas. Se concentro en observar todo lo que podía, y eso requería toda su atención. Las calles estaban plagadas de personas de diferentes clases sociales, pero mas clase alta que otra por esta zona. Vestidos de múltiples colores estaban en exposición, en los diferentes negocios. La Nana Celia entraba y salía de lugares que Emily, distraída, no alcanzaba a observar y su Nana, apresurada, no notaba que ella no la seguía como era debido. Pocos minutos después, estaba sola.
Un mundo de nuevas posibilidades se abrió ante ella, aunque sabia que serian solo unos minutos hasta que su ama de cría apareciera nuevamente a su lado. Emily comenzó a caminar con ligereza, sorteando la gente que se atravesaba en su camino y riendo alegremente. Un pensamiento rápido paso por su mente: imagino la mirada de Celia si la escuchara reír así, lo que hizo que quedara seria de golpe. Pero segundos después, reía de nuevo al recordar que estaba sola y libre. Eso era lo que ella esperaba de Paris, ¡libertad! Celia la había convencido de mudarse al menos por un tiempo con la promesa de que seria mucho mas libre allí, pero no había cumplido hasta ahora. Esta era la primera vez que se encontraba realmente sin ninguna clase de compañía y libre. Emily soltó una sonora carcajada, y, levantando la parte delantera de su vestido, comenzó a correr. Iba tan alegre y distraída por la calle que no noto la persona que estaba delante de ella, lo que la hizo tropezar y caer de bruces en el mojado y sucio suelo.
-Lo siento mucho...- balbuceó dirigiéndose a la persona que se encontraba a su lado.
Bajo del carruaje con mucho cuidado de no pisar el charco lodoso que estaba justo debajo de la pequeña escalinata. Unos pasos mas allá, Celia la observaba impaciente. Emily suspiro profundamente y dio un pequeño y delicado salto. Unas gotas de agua sucia volaron desde el suelo a la falda de su vestido color verde claro, pero no le dio importancia. Cuando levanto la vista, se encontró con la severa mirada desaprobadora de su nodriza. Celia resoplaba y miraba intermitentemente de los ojos de su protegida a las pequeñas manchitas amorronadas que habían aparecido sobre la tela del caro vestido.
-No pasa nada, Nana- dijo Emily, sonriendo- Tengo una tonelada de vestidos
-¡Emily Angelique Pope! Esa no es forma de hablar para una señorita decente. ¿Cuántas veces le he dicho que se dirija a las demás personas con propiedad, como es esperado de una dama de su alcurnia? – los ojos de Celia refulgían furiosos.
Emily giro los ojos y prefirió quedar callada, mientras su nodriza caminaba frente a ella, guiándola por las calles parisinas. Se concentro en observar todo lo que podía, y eso requería toda su atención. Las calles estaban plagadas de personas de diferentes clases sociales, pero mas clase alta que otra por esta zona. Vestidos de múltiples colores estaban en exposición, en los diferentes negocios. La Nana Celia entraba y salía de lugares que Emily, distraída, no alcanzaba a observar y su Nana, apresurada, no notaba que ella no la seguía como era debido. Pocos minutos después, estaba sola.
Un mundo de nuevas posibilidades se abrió ante ella, aunque sabia que serian solo unos minutos hasta que su ama de cría apareciera nuevamente a su lado. Emily comenzó a caminar con ligereza, sorteando la gente que se atravesaba en su camino y riendo alegremente. Un pensamiento rápido paso por su mente: imagino la mirada de Celia si la escuchara reír así, lo que hizo que quedara seria de golpe. Pero segundos después, reía de nuevo al recordar que estaba sola y libre. Eso era lo que ella esperaba de Paris, ¡libertad! Celia la había convencido de mudarse al menos por un tiempo con la promesa de que seria mucho mas libre allí, pero no había cumplido hasta ahora. Esta era la primera vez que se encontraba realmente sin ninguna clase de compañía y libre. Emily soltó una sonora carcajada, y, levantando la parte delantera de su vestido, comenzó a correr. Iba tan alegre y distraída por la calle que no noto la persona que estaba delante de ella, lo que la hizo tropezar y caer de bruces en el mojado y sucio suelo.
-Lo siento mucho...- balbuceó dirigiéndose a la persona que se encontraba a su lado.
Emily Pope- Humano Clase Alta
- Mensajes : 243
Fecha de inscripción : 18/06/2010
Localización : Escapando de Celia
Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Emily puso sus manos en las caderas y observo atentamente los pasos. Luego intento hacerlos, tímidamente, pero no le salieron muy bien. Se levanto un poco la falda para que no le molestara mientras bailaba, lo que hizo que pensara que Celia tendría un sincope si la viera exponiendo sus piernas frente a un gran grupo de desconocidos. Varias personas, en su mayoría mujeres, repitieron los pasos. Algunas se situaron junto a Emily, tratando de guiarla. Esta vez le salieron mucho mejor. La música se repetía para que ella pudiera aprender correctamente todos los pasos necesarios, y el grupo de personas que estaban cerca se alejaron, haciendo una ronda ubicándola en el centro. Dejando toda vergüenza de lado, Emily hizo los pasos con entusiasmo, quizá demasiado, porque los pies se le enredaron y termino de espaldas en el suelo. Estaba tan alegre que ni se preocupo por la caída, se levanto rápidamente e intento de nuevo, luego de hacer un gesto a los músicos para que volvieran a empezar. Divertida y entre risas, poniendo mucho cuidado, logro hacer los pasos que le habían indicado. Las mujeres prorrumpieron en aplausos, Emily hizo una reverencia, sonriendo. De nuevo se pusieron a su lado, enseñándole nuevos pasos, y ella aprendía cada vez mas rápido. Emily giraba feliz entre vestidos de múltiples colores. Estaba eufórica y emocionada, le hubiera gustado que todos los bailes fueran así de divertidos. Al poco tiempo estaba sin aire y agotada. Busco a Cam con la mirada, y cuando lo encontró, fue hasta el. Se sentó en una silla vacía que estaba a su lado, tratando de recuperar el aire.
-¡Esto es fantástico!- exclamo mientras se hacia viento con la mano derecha. Tenia las mejillas sonrojadas. Estuvo sentada solo un momento, y luego volvió al centro de la diversión, esta vez llevando a Cam a los tirones.-No te dejare escapar. Tu tuviste la idea de bailar, así que ahora debes bailar con nosotras- le dijo dedicándole una sonrisa mientras se ubicaban en el medio de la gente. Enseguida, estaba girando nuevamente.
-¡Esto es fantástico!- exclamo mientras se hacia viento con la mano derecha. Tenia las mejillas sonrojadas. Estuvo sentada solo un momento, y luego volvió al centro de la diversión, esta vez llevando a Cam a los tirones.-No te dejare escapar. Tu tuviste la idea de bailar, así que ahora debes bailar con nosotras- le dijo dedicándole una sonrisa mientras se ubicaban en el medio de la gente. Enseguida, estaba girando nuevamente.
Emily Pope- Humano Clase Alta
- Mensajes : 243
Fecha de inscripción : 18/06/2010
Localización : Escapando de Celia
Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Me alejé de la zona de baile en busca de una silla vacía desde donde poder contemplar los progresos de Emily con el baile. Las mujeres la ayudaban dándole consejos apresurados y reptiendo una y otra vez los pasos. En una de esas Emily se cayó de espaldas y dudé entre levantarme y ayudarla a ponerse en pie o esperar a que ella misma lo hiciera. Antes de que tuviese tiempo de levantarme, ella ya se había repuesto y volvía al baile entre risas. Me descubrí a mí mismo riéndome bajito por todo lo que hacía, por esa alegría que tenía, por el empeño que ponía en aprender los bailes populares con el ceño fruncido y cara de concentración. Cada vez que fallaba se reía y lo repetía con paciencia, con ganas...Como si fuera una de nosotros. No me imaginaba a Emily despreciando a alguien. Había sido increíblemente amable con mis amigas pese a que fueran de vida alegre, se mostraba tan entusiasta en este pequeño antro lleno de gente ruidosa, mal hablada y pobre...Se había portado tan bien conmigo sin juzgarme por las apariencias ni un momento...
Comprendí entonces que Emily se me asemejaba a un pequeño sol; un sol lleno de vida, brillante como el que más y con energía para dar y regalar. Emily no privaba a nadie de su luz personal y era capaz de iluminarte el día con aparecer. Sí, era un pequeño sol que se acercaba en ese momento hacía mí con las mejillas coloradas como amapolas y haciéndose aire con las manos.
-¡Esto es fantástico!- se sentó en la silla vacía que tenía a mi lado pero en apenas cinco segundos ya estaba en pie nuevamente aferrando mi mano y obligándome a ir hasta la pista de baile, argumentando que ésa había sido mi idea y que tenía que bailar.
-Tranquila, sólo estaba descansando-bromeé volviendo con los demás para sumarme al baile-¡Gastón!-vociferé dirigiéndome al pianista-¿Porqué tú y tus músicos no ponéis una de esas canciones que se bailan en grupo?
Gastón asintió y eligió una pieza que era bastante movidita. Me situé frente a Emily y en menos que canta un gallo ya estábamos dando vueltas cogidos del brazo, de la cintura e incluso con el brazo sobre los hombros. Ahora tocaba cambio de pareja, ella se iba con el hombre de la derecha y yo con la mujer de la izquierda y así sucesivamente hasta encontrarnos nuevamente.
La mujer con la que me tocó bailar era un rolliza camarera de pelo corto y rizado que tenía un gracioso lunar cerca de los labios. A pesar de sus kilos de más se movía mejor que nadie y me sonreía con simpatía. Tras varias vueltas volvimos a hacer el cambio.
Durante todo el tiempo que estuve dando vueltas con mis parejas de baile no aparté la vista de Emily. Quería asegurarme de que seguía sana y salva. Ya quedaba poco para que cada uno retrocediese hasta dar con su pareja inicial cuando vi algo que me dejó estupefacto.
Emily bailaba con un hombre que rondaría la treintena. Saltaba a la vista que iba algo borracho y sonreía a mi amiga con lascivia. En un momento en acababan de dar una vuelta él le estampó un beso en la boca y le apretó con fuerza contra su cuerpo.
Abandonando a la anciana señora que tenía ahora por pareja de baile me dirigí hacia ellos enfurecido, ¡Ese tipo era un aprovechado! Emily me odiaría por siempre por su culpa.
Comprendí entonces que Emily se me asemejaba a un pequeño sol; un sol lleno de vida, brillante como el que más y con energía para dar y regalar. Emily no privaba a nadie de su luz personal y era capaz de iluminarte el día con aparecer. Sí, era un pequeño sol que se acercaba en ese momento hacía mí con las mejillas coloradas como amapolas y haciéndose aire con las manos.
-¡Esto es fantástico!- se sentó en la silla vacía que tenía a mi lado pero en apenas cinco segundos ya estaba en pie nuevamente aferrando mi mano y obligándome a ir hasta la pista de baile, argumentando que ésa había sido mi idea y que tenía que bailar.
-Tranquila, sólo estaba descansando-bromeé volviendo con los demás para sumarme al baile-¡Gastón!-vociferé dirigiéndome al pianista-¿Porqué tú y tus músicos no ponéis una de esas canciones que se bailan en grupo?
Gastón asintió y eligió una pieza que era bastante movidita. Me situé frente a Emily y en menos que canta un gallo ya estábamos dando vueltas cogidos del brazo, de la cintura e incluso con el brazo sobre los hombros. Ahora tocaba cambio de pareja, ella se iba con el hombre de la derecha y yo con la mujer de la izquierda y así sucesivamente hasta encontrarnos nuevamente.
La mujer con la que me tocó bailar era un rolliza camarera de pelo corto y rizado que tenía un gracioso lunar cerca de los labios. A pesar de sus kilos de más se movía mejor que nadie y me sonreía con simpatía. Tras varias vueltas volvimos a hacer el cambio.
Durante todo el tiempo que estuve dando vueltas con mis parejas de baile no aparté la vista de Emily. Quería asegurarme de que seguía sana y salva. Ya quedaba poco para que cada uno retrocediese hasta dar con su pareja inicial cuando vi algo que me dejó estupefacto.
Emily bailaba con un hombre que rondaría la treintena. Saltaba a la vista que iba algo borracho y sonreía a mi amiga con lascivia. En un momento en acababan de dar una vuelta él le estampó un beso en la boca y le apretó con fuerza contra su cuerpo.
Abandonando a la anciana señora que tenía ahora por pareja de baile me dirigí hacia ellos enfurecido, ¡Ese tipo era un aprovechado! Emily me odiaría por siempre por su culpa.
Cam Rohan- Gitano
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Fecha de inscripción : 20/06/2010
Localización : Con la mano en tu bolsillo
Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Emily giraba alegre, cambiando de pareja conforme el baile avanzaba. Sonreía a todos, simpática. Su actual compañero de baile despedía olor a alcohol y estaba evidentemente algo tomado. Ella no se hizo problema, estaba divirtiéndose muchísimo. En el momento que tenia que hacer la ultima vuelta para volver con Cam, el hombre la hizo girar en sentido contrario, la apretó contra su cuerpo, y la beso.
Emily no sabia como reaccionar. Él era mas fuerte que ella, la sostenía alargando el beso, mientras ella trataba de alejarse. El beso era desagradable, muy húmedo, Emily fruncía el seño mientras las lagrimas comenzaban a caer por su rostro. El olor dulzón del vino era insoportable, y la barba del hombre lastimaba su delicada piel. Intentaba golpearlo con sus pequeños puños, pero el parecía no sentirlo. Sentía la saliva del ebrio mojar sus hasta entonces vírgenes labios.
Un instante después, y sin saber como, Emily se vio despegada del ebrio, e impulsada hacia atrás. Alcanzo a ver que el causante de esto era Cam, pero dos segundos después había desaparecido entre la gente, junto con el borracho que la había besado. Llorando, y terriblemente asustada, Emily se alejo y se sentó en una silla con los pies sobre la misma, abrazando sus rodillas. Escondió el rostro entre sus piernas, y se quedo allí, escuchando el ruido. Un par de mujeres que habían visto lo que sucedió se acercaron a ella, intentando consolarla. Permaneció callada, solo respirando ahogadamente por el llanto. Solo levanto el rostro cuando Cam volvió a su lado, con un labio un poco hinchado y partido. Un pequeño hilillo de sangre corría de el hasta su barbilla. Emily abrazo a Cam fuertemente, mientras lloraba con mas energía.
-Por favor, Cam, vámonos de aquí- sollozo a su oído. Una de las mujeres acariciaba su espalda, como apoyándola. Sin soltar a Cam, se despidió de ellas mientras salían de la taberna.
Emily no sabia como reaccionar. Él era mas fuerte que ella, la sostenía alargando el beso, mientras ella trataba de alejarse. El beso era desagradable, muy húmedo, Emily fruncía el seño mientras las lagrimas comenzaban a caer por su rostro. El olor dulzón del vino era insoportable, y la barba del hombre lastimaba su delicada piel. Intentaba golpearlo con sus pequeños puños, pero el parecía no sentirlo. Sentía la saliva del ebrio mojar sus hasta entonces vírgenes labios.
Un instante después, y sin saber como, Emily se vio despegada del ebrio, e impulsada hacia atrás. Alcanzo a ver que el causante de esto era Cam, pero dos segundos después había desaparecido entre la gente, junto con el borracho que la había besado. Llorando, y terriblemente asustada, Emily se alejo y se sentó en una silla con los pies sobre la misma, abrazando sus rodillas. Escondió el rostro entre sus piernas, y se quedo allí, escuchando el ruido. Un par de mujeres que habían visto lo que sucedió se acercaron a ella, intentando consolarla. Permaneció callada, solo respirando ahogadamente por el llanto. Solo levanto el rostro cuando Cam volvió a su lado, con un labio un poco hinchado y partido. Un pequeño hilillo de sangre corría de el hasta su barbilla. Emily abrazo a Cam fuertemente, mientras lloraba con mas energía.
-Por favor, Cam, vámonos de aquí- sollozo a su oído. Una de las mujeres acariciaba su espalda, como apoyándola. Sin soltar a Cam, se despidió de ellas mientras salían de la taberna.
Emily Pope- Humano Clase Alta
- Mensajes : 243
Fecha de inscripción : 18/06/2010
Localización : Escapando de Celia
Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Aparté a Emily del tipo y lo empujé hasta el centro de la taberna. Notaba la rabia que quería salir en forma de golpes e insultos. Sentía como todo mi ser quería arrancarle la cabeza a aquel cerdo aprovechado. Cerré las manos en dos puños y con el derecho le aticé en un ojo.
-¡Hijo de puta!-exclamé lanzándome a por él, ya más animado, buscando donde golpearle para hacerle más daño. El tipo doblaba mi tamaño, pero yo era más ágil y podía esquivarlo con facilidad.
El borracho sonrió estúpidamente tocándose el ojo mientras decía:
-¿Es tuya la rubita? ¿Cuánto he de pagarte por ella para foll...?
No le di tiempo a terminar. Cayeron sobre él una avalancha de puñetazos, patadas e insultos. Por fin se decidió a defenderse y lanzó un puñetazo a mi estómago, haciendo que me faltase el aliento. Lo esquivé nuevamente aún recobrándome de su anterior golpe. Sin embargo logró darme en el labio y pronto sentí el sabor de la sangre en mi boca, aquel regusto metálico y a sal que tanto odiaba. Me relamí y me lancé hacia su costado tratando de desastibilizarlo. Y lo conseguí.
Caímos al suelo haciendo mucho ruido. A nuestro alrededor la gente gritaba y trataba de separarnos, pero yo me había vuelto medio loco: Le golpeaba el rostro buscando que su sangre brotase como una fuente, buscando hacerle daño, que suplicase perdón...Su boca se convirtió en una masa sanguinolenta gracias a algunos de mis anillos y su nariz hizo un desagradable chasquido hasta que alguien me agarró por los brazos. Me giré para ver quién quería recibir una torta, pero sólo era Gastón.
-Cam, ya ha tenido sufiiciente-el hombre me hablaba con serenidad, pero me sujetaba con firmeza.-Marchaos. Creo que tu amiga no se encuentra demasiado bien y deberías ir con ella.
En medio de mi ataque de locura había olvidado hasta el motivo de la pelea: ese tipo había osado besar a Emily, la misma Emily que yo había traído aquí. Cerré los ojos cuando la culpa comenzó a pesarme demasiado. Sin decir nada me zafé del agarre de Gastón y al pasar al lado del hombre tirado en el suelo le escupí, asqueado. Me dirigí hasta donde había dejado a Emily y ella me abrazó suplicándome que nos marchásemos. Le pasé el brazo por la cintura y la saqué al exterior. Echamos a andar hacia el lugar donde había una pequeña fuente en la que solían beber los gatos y los indigentes para poder lavarme las manos manchadas de sangre. Esperaba que Emily no pensase que era un monstruo. Aproveché también para limpiarme el labio.
-Lo siento-suspiré y la miré de reojo con la cabeza gacha-Yo...no sabía que pasaría esto. Lo siento mucho de verdad.
La abracé sabiendo que era una falta de cortesía, pero me daba igual. Le susurré muchas veces que lo sentía, que no habría querido por nada del mundo que ella pasase ese mal trago. Cuando me separé de ella la miré unos segundos antes de preguntar:
-¿Era la primera vez que un hombre te besaba?
-¡Hijo de puta!-exclamé lanzándome a por él, ya más animado, buscando donde golpearle para hacerle más daño. El tipo doblaba mi tamaño, pero yo era más ágil y podía esquivarlo con facilidad.
El borracho sonrió estúpidamente tocándose el ojo mientras decía:
-¿Es tuya la rubita? ¿Cuánto he de pagarte por ella para foll...?
No le di tiempo a terminar. Cayeron sobre él una avalancha de puñetazos, patadas e insultos. Por fin se decidió a defenderse y lanzó un puñetazo a mi estómago, haciendo que me faltase el aliento. Lo esquivé nuevamente aún recobrándome de su anterior golpe. Sin embargo logró darme en el labio y pronto sentí el sabor de la sangre en mi boca, aquel regusto metálico y a sal que tanto odiaba. Me relamí y me lancé hacia su costado tratando de desastibilizarlo. Y lo conseguí.
Caímos al suelo haciendo mucho ruido. A nuestro alrededor la gente gritaba y trataba de separarnos, pero yo me había vuelto medio loco: Le golpeaba el rostro buscando que su sangre brotase como una fuente, buscando hacerle daño, que suplicase perdón...Su boca se convirtió en una masa sanguinolenta gracias a algunos de mis anillos y su nariz hizo un desagradable chasquido hasta que alguien me agarró por los brazos. Me giré para ver quién quería recibir una torta, pero sólo era Gastón.
-Cam, ya ha tenido sufiiciente-el hombre me hablaba con serenidad, pero me sujetaba con firmeza.-Marchaos. Creo que tu amiga no se encuentra demasiado bien y deberías ir con ella.
En medio de mi ataque de locura había olvidado hasta el motivo de la pelea: ese tipo había osado besar a Emily, la misma Emily que yo había traído aquí. Cerré los ojos cuando la culpa comenzó a pesarme demasiado. Sin decir nada me zafé del agarre de Gastón y al pasar al lado del hombre tirado en el suelo le escupí, asqueado. Me dirigí hasta donde había dejado a Emily y ella me abrazó suplicándome que nos marchásemos. Le pasé el brazo por la cintura y la saqué al exterior. Echamos a andar hacia el lugar donde había una pequeña fuente en la que solían beber los gatos y los indigentes para poder lavarme las manos manchadas de sangre. Esperaba que Emily no pensase que era un monstruo. Aproveché también para limpiarme el labio.
-Lo siento-suspiré y la miré de reojo con la cabeza gacha-Yo...no sabía que pasaría esto. Lo siento mucho de verdad.
La abracé sabiendo que era una falta de cortesía, pero me daba igual. Le susurré muchas veces que lo sentía, que no habría querido por nada del mundo que ella pasase ese mal trago. Cuando me separé de ella la miré unos segundos antes de preguntar:
-¿Era la primera vez que un hombre te besaba?
Cam Rohan- Gitano
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Fecha de inscripción : 20/06/2010
Localización : Con la mano en tu bolsillo
Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Emily todavía sentía el sabor repugnante de la saliva de ese hombre, y parecía haber quedado impregnada con el aroma del vino. Mientras que el otro abrazo era repulsivo y la había hecho sentir descompuesta, el de Cam le resultaba reconfortante y protector. Todavía no estaba totalmente calmada, pero al menos ya no lloraba. Llegaron a la fuente, y mientras el se lavaba las manos, Emily se limpio las lagrimas del rostro. Sus ojos estaban rojos e hinchados, y su coleta se había desarmado. Supuso que tendría un aspecto lamentable, y las lagrimas amenazaron con surgir de nuevo, pero las retuvo. Cam se sentía realmente mal, y no cesaba de pedir disculpas.
-No te sientas culpable, nadie podría preverlo.- se rearmaba la cola mientras hablaba.-Si alguien tiene la culpa, soy yo por hacerme la rebelde y escapar pensando en aventuras.
Cam la abrazo nuevamente, y se dio cuenta que no podría disuadirlo de que no era responsable por lo que había pasado. Suspiro, ya tranquila, devolviéndole el abrazo. ¡Si Celia supiera lo que había pasado! La mandaría de vuelta a Reino Unido, eso seguro. Trato de convencerse de que no era tan grave, que al menos no tenia daños visibles. Cuando escucho la pregunta de Cam, bajo la mirada y se sonrojo.
-Si, lo fue. Y no fue nada parecido a lo que había imaginado.- una sonrisa amarga se asomo en sus labios.- Una niña siempre sueña con momentos como este, pero nunca son como lo esperaban.- se acomodo un mechón de cabello detrás de la oreja con un delicado movimiento. Su peinado no era tan bueno como el de las jóvenes amigas de Cam, y ya estaba empezando a desarmarse. Varios cabellos cubrían su rostro, lo que ella pensó que era una ventaja porque así podría ocultar mejor su vergüenza.-No te preocupes, prefiero no pensar en ello. Solo quiero... dejarlo en el olvido.- levanto la cabeza, con una mirada suplicante, pero sabia que no lo olvidaría jamás.
Humedeció un pañuelo que tenia oculto en el vestido y con delicadeza limpio el hilillo de sangre que volvía a aparecer en el rostro de Cam. Se sentía muy mal por el, que había recibido golpes solo por su culpa. – Mejor preocupémonos por ti, ¡mira como has quedado! Y todo por mi, lo siento mucho. Aunque no creo que haya sido un error venir a la taberna. Dejando el incidente de lado, me he divertido mucho.- trataba de enmendarse haciéndole ver que su visita a la taberna no había sido un completo desastre. No estaba arrepentida, a pesar de todo. Detrás de las humildes casas, el sol empezaba a ocultarse, dándole al cielo una tonalidad rojiza.
-No te sientas culpable, nadie podría preverlo.- se rearmaba la cola mientras hablaba.-Si alguien tiene la culpa, soy yo por hacerme la rebelde y escapar pensando en aventuras.
Cam la abrazo nuevamente, y se dio cuenta que no podría disuadirlo de que no era responsable por lo que había pasado. Suspiro, ya tranquila, devolviéndole el abrazo. ¡Si Celia supiera lo que había pasado! La mandaría de vuelta a Reino Unido, eso seguro. Trato de convencerse de que no era tan grave, que al menos no tenia daños visibles. Cuando escucho la pregunta de Cam, bajo la mirada y se sonrojo.
-Si, lo fue. Y no fue nada parecido a lo que había imaginado.- una sonrisa amarga se asomo en sus labios.- Una niña siempre sueña con momentos como este, pero nunca son como lo esperaban.- se acomodo un mechón de cabello detrás de la oreja con un delicado movimiento. Su peinado no era tan bueno como el de las jóvenes amigas de Cam, y ya estaba empezando a desarmarse. Varios cabellos cubrían su rostro, lo que ella pensó que era una ventaja porque así podría ocultar mejor su vergüenza.-No te preocupes, prefiero no pensar en ello. Solo quiero... dejarlo en el olvido.- levanto la cabeza, con una mirada suplicante, pero sabia que no lo olvidaría jamás.
Humedeció un pañuelo que tenia oculto en el vestido y con delicadeza limpio el hilillo de sangre que volvía a aparecer en el rostro de Cam. Se sentía muy mal por el, que había recibido golpes solo por su culpa. – Mejor preocupémonos por ti, ¡mira como has quedado! Y todo por mi, lo siento mucho. Aunque no creo que haya sido un error venir a la taberna. Dejando el incidente de lado, me he divertido mucho.- trataba de enmendarse haciéndole ver que su visita a la taberna no había sido un completo desastre. No estaba arrepentida, a pesar de todo. Detrás de las humildes casas, el sol empezaba a ocultarse, dándole al cielo una tonalidad rojiza.
Emily Pope- Humano Clase Alta
- Mensajes : 243
Fecha de inscripción : 18/06/2010
Localización : Escapando de Celia
Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Maldije entre dientes cuando respondió a mi pregunta. Hubiera preferido que ese no fuera su primer beso; incluso yo sabía lo importante que era ese momento para las mujeres e incluso para nosotros. Me detuve a pensar en mi primer beso, pero el de verdad. No los inocentes piquitos que solía darme con mis amigas de niño, no. Mi primer beso de verdad fue con esa gitanilla de pelo negro ensortijado, Carla. Aún recordaba el sabor de su boca (habíamos estado comiendo manzanas momentos antes, así que mi recuerdo estaba plagado de un dulce olor a manzana), la suavidad de aquellos labios gruesos y casi perfectos, su mirada oscura e intensa que me hacía vibrar por aquel entonces...Suspiré. Todo había sido hermoso hasta que Carla y yo comprendimos que sólo podíamos ser amigos pese a nuestra evidente atracción física. Poco después ella se prendó de un hombre blanco que la dejó embarazada. Carla apareció muerta semanas después, habiendo ingerido un extraño veneno.
Me deshice de todos aquellos pensamientos para volver al presente y controlar la situación que tenía ahora. Miré a Emily, apenado. Su recuerdo nunca sería hermoso, ni tendría sabor a manzana. Más bien olería a alcohol de mala calidad.
Le sonreí agradecido cuando me ayudó a limpiarme y decidió que lo mejor era olvidarse de aquello. Trató de animarme asegurándome que no lo había pasado del todo mal, pero yo aún me sentía responsable de lo que le había hecho aquel idiota. Le sonreí con tristeza y eso provocó que el labio me sangrase de nuevo. Mientras ella lo limpiaba miré al cielo que comenzaba a oscurecerse.
-Emily...-le dije llamándola por su nombre por primera vez. En mi mente me refería a ella como Emily, pero no me había atrevido a llamarla así. Esperaba que no se molestase demasiado-Sé que es tarde y probablemente estés deseando regresar a tu hogar pero, ¿te importaría que te llevase a un último lugar?-le pedí.
Quería compartir aquel lugar con Emily, para mí era una manera de pedirle perdón.
Me deshice de todos aquellos pensamientos para volver al presente y controlar la situación que tenía ahora. Miré a Emily, apenado. Su recuerdo nunca sería hermoso, ni tendría sabor a manzana. Más bien olería a alcohol de mala calidad.
Le sonreí agradecido cuando me ayudó a limpiarme y decidió que lo mejor era olvidarse de aquello. Trató de animarme asegurándome que no lo había pasado del todo mal, pero yo aún me sentía responsable de lo que le había hecho aquel idiota. Le sonreí con tristeza y eso provocó que el labio me sangrase de nuevo. Mientras ella lo limpiaba miré al cielo que comenzaba a oscurecerse.
-Emily...-le dije llamándola por su nombre por primera vez. En mi mente me refería a ella como Emily, pero no me había atrevido a llamarla así. Esperaba que no se molestase demasiado-Sé que es tarde y probablemente estés deseando regresar a tu hogar pero, ¿te importaría que te llevase a un último lugar?-le pedí.
Quería compartir aquel lugar con Emily, para mí era una manera de pedirle perdón.
Última edición por Cam Rohan el Miér Jun 30, 2010 8:43 am, editado 1 vez
Cam Rohan- Gitano
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Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Emily sonrió ante la propuesta de Cam. Mientras mas postergara la llegada a su casa, mejor seria. No quería enfrentarse a Celia, aunque sabia que cuanto mas tardara, peor seria la reprimenda. Aun así, acepto el ofrecimiento del gitano. Además, quería que él se sintiera un poco mejor. Todavía tenia una mirada amargada, y no quería despedirse dejándolo en ese estado de tristeza. No pudo evitar notar que Cam la había llamado por su nombre. Le gustaba eso, generalmente la gente se dirigía a ella como “señorita” o algo similar, con respeto. La hacia sentir sola, por mas que estuviera rodeada de personas.
Se puso de pie, acomodándose la falda del vestido. Empezaron a caminar, y a los pocos segundos Payaso apareció corriendo y se puso al lado de Cam. Trotaba alegre, dando eventuales ladridos. Por el camino, varias personas saludaban a Cam, y el les respondía el saludo. Emily ya estaba tranquila, y sonreía a las personas como si también la conocieran a ella, por lo que ellos también le devolvían la sonrisa. La gente de clase baja era, según su opinión, mucho mas amable que los estirados caballeros y las petulantes damas de la realeza con las que ella solía relacionarse. Le agradaban, y pensaba que le hubiera gustado nacer en una familia mas humilde. Estas personas, a pesar de sus carencias, parecían felices. Ella, con todo el dinero que tenia, vivía triste y amargada encerrada en su castillo, tan grande que todos los días descubría una habitación nueva.
Pasaron por un sencillo puesto, donde un anciano gitano vendía frutas. Notando que habían paseado toda la tarde sin comer absolutamente nada, Emily se acerco, sacando una pequeña bolsa que tenia escondida en la manga de su vestido. Eligio dos manzanas, las mas rojas y jugosas que encontró, y le pago con una moneda de oro. Le arrojo una a Cam, que la atrapo con una mano. Un poco mas allá, en un puesto de pescados, compro un bocado para Payaso, que lo recibió moviendo la cola. No tenia idea a donde la llevaba Cam, pero ella estaba disfrutando el paseo.
Se puso de pie, acomodándose la falda del vestido. Empezaron a caminar, y a los pocos segundos Payaso apareció corriendo y se puso al lado de Cam. Trotaba alegre, dando eventuales ladridos. Por el camino, varias personas saludaban a Cam, y el les respondía el saludo. Emily ya estaba tranquila, y sonreía a las personas como si también la conocieran a ella, por lo que ellos también le devolvían la sonrisa. La gente de clase baja era, según su opinión, mucho mas amable que los estirados caballeros y las petulantes damas de la realeza con las que ella solía relacionarse. Le agradaban, y pensaba que le hubiera gustado nacer en una familia mas humilde. Estas personas, a pesar de sus carencias, parecían felices. Ella, con todo el dinero que tenia, vivía triste y amargada encerrada en su castillo, tan grande que todos los días descubría una habitación nueva.
Pasaron por un sencillo puesto, donde un anciano gitano vendía frutas. Notando que habían paseado toda la tarde sin comer absolutamente nada, Emily se acerco, sacando una pequeña bolsa que tenia escondida en la manga de su vestido. Eligio dos manzanas, las mas rojas y jugosas que encontró, y le pago con una moneda de oro. Le arrojo una a Cam, que la atrapo con una mano. Un poco mas allá, en un puesto de pescados, compro un bocado para Payaso, que lo recibió moviendo la cola. No tenia idea a donde la llevaba Cam, pero ella estaba disfrutando el paseo.
Emily Pope- Humano Clase Alta
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Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Le agradecí la mazana a Emily pero tras darle un mordisco añadí:
-Te la pagaré en cuanto pueda. Odio deberle algo a alguien-le sonreí cuando acabé de tragar-Está realmente sabrosa.
Payaso había recibido también algo de comer. Se entretuvo mordisqueando el pescado y tragándoselo cn voracidad, como si no hubiera comido nunca. Era un perro goloso en exceso aunque su cuerpecillo flaco y casi famélico indicase lo contrario. Lo miré mientras me acababa mi manzana y avanzábamos silenciosos por aquellas callejuelas estrechas.
Guié a Emily hacia la zona de bosques, atravesando casi media ciudad mientras el sol se iba escondiendo. Tenía la esperanza de llegar antes de que anocheciera a mi lugar preferido. Miré a Emily de reojo que parecía estar disfrutando del paseo casi tanto como yo. Me fijé en su cabello rubio y no pude evitar comprarlo con el mío y ver cuan diferentes éramos: todo en ella indicaba raza blanca y riqueza mientras que yo simbolizaba todo lo contrario. Sentía que Emily y yo podíamos hacer buenas migas y me apenaba tener que seprarme de ella y no verla en mucho tiempo quizás.
Cuando se acabó la ciudad y comenzamos a pisar hierba la noche estaba a punto de llegar por completo. Mi lugar no se iba a preciar tan bien como cuando era de día pero algo era algo. tomé de la mano a Emily.
-Por aquí-le susurré-Está algo escondido...
Tras atravesar durante un largo rato el bosque llegamos a la falda de una pequeña montaña poco alta. Le señalé la pequeña cueva oscura en la que teníamos que adentrarnos.En su interior había algunas antorchas encendidas ya que algunos de mis compadres también conocían el lugar y a veces iban allá a pensar. Caminamos por ese pequeño camino hasta que salimos al otro lado y por fin me volví para mirar a Emily frente a frente.
-Suerte que hay estrellas esta noche-le dije en un susurro poniendo mi mano en su espalda y empujándola con delicadeza hacia delante para que viera lo que quería mostrarle.
La gruta daba a una pequeña pradera, atravesada por un riachuelo que reflejaba las estrellas y la luna en él. El suelo era una alfombra repleta de flores de mil colores y árboles de los que pendían los más variados frutos. Una pequeña cabaña, construida por nosotros, daba refugio a cualquiera que quisiera esconderse allí. Esa noche no estaba iluminada.
-Este es mi pequeño paraíso-comencé a caminar hacia el centro del lugar-.Es mi lugar preferido.
-Te la pagaré en cuanto pueda. Odio deberle algo a alguien-le sonreí cuando acabé de tragar-Está realmente sabrosa.
Payaso había recibido también algo de comer. Se entretuvo mordisqueando el pescado y tragándoselo cn voracidad, como si no hubiera comido nunca. Era un perro goloso en exceso aunque su cuerpecillo flaco y casi famélico indicase lo contrario. Lo miré mientras me acababa mi manzana y avanzábamos silenciosos por aquellas callejuelas estrechas.
Guié a Emily hacia la zona de bosques, atravesando casi media ciudad mientras el sol se iba escondiendo. Tenía la esperanza de llegar antes de que anocheciera a mi lugar preferido. Miré a Emily de reojo que parecía estar disfrutando del paseo casi tanto como yo. Me fijé en su cabello rubio y no pude evitar comprarlo con el mío y ver cuan diferentes éramos: todo en ella indicaba raza blanca y riqueza mientras que yo simbolizaba todo lo contrario. Sentía que Emily y yo podíamos hacer buenas migas y me apenaba tener que seprarme de ella y no verla en mucho tiempo quizás.
Cuando se acabó la ciudad y comenzamos a pisar hierba la noche estaba a punto de llegar por completo. Mi lugar no se iba a preciar tan bien como cuando era de día pero algo era algo. tomé de la mano a Emily.
-Por aquí-le susurré-Está algo escondido...
Tras atravesar durante un largo rato el bosque llegamos a la falda de una pequeña montaña poco alta. Le señalé la pequeña cueva oscura en la que teníamos que adentrarnos.En su interior había algunas antorchas encendidas ya que algunos de mis compadres también conocían el lugar y a veces iban allá a pensar. Caminamos por ese pequeño camino hasta que salimos al otro lado y por fin me volví para mirar a Emily frente a frente.
-Suerte que hay estrellas esta noche-le dije en un susurro poniendo mi mano en su espalda y empujándola con delicadeza hacia delante para que viera lo que quería mostrarle.
La gruta daba a una pequeña pradera, atravesada por un riachuelo que reflejaba las estrellas y la luna en él. El suelo era una alfombra repleta de flores de mil colores y árboles de los que pendían los más variados frutos. Una pequeña cabaña, construida por nosotros, daba refugio a cualquiera que quisiera esconderse allí. Esa noche no estaba iluminada.
-Este es mi pequeño paraíso-comencé a caminar hacia el centro del lugar-.Es mi lugar preferido.
Cam Rohan- Gitano
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Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Emily seguía a Cam alegre, sin preocuparse por el hecho de que el cielo se oscurecía mas con cada minuto que pasaba. Comía su manzana de a pequeños trozos, porque parecía una niñita pequeña manchándose el mentón cada vez que daba un bocado. No estaba acostumbrada a comer frutas así, generalmente se las daban ya sin piel y cortadas, y ellas las comía con cubiertos. Se limpio la boca con el dorso de la mano, con delicadeza, mientras observaba que ya habían dejado atrás la ciudad y se acercaban a un bosque. Para su sorpresa descubrió que no estaban muy alejados de su castillo, si incluso podía ver las luces que provenían de el a lo lejos.
Cam le señalo por donde tenían que ir. Le costaba ver donde pisaba, el bosque era bastante cerrado y la noche ya estaba sobre ellos, dejando todo oscuro. Cam la llevaba de la mano, lo que era una suerte. No porque tuviera miedo, ya que estaba bastante a gusto, sino porque por la falta de visión iba tropezando por el camino y corría peligro de caer en el húmedo suelo a cada paso. Según pensaba, ese día ya había tenido suficientes golpes, no quería otro. Payaso venia delante de ellos, como indicando el camino a seguir con sus alegres ladridos.
Poco después llegaron al pie de una montaña pequeña, con un camino iluminado con antorchas. A Emily le fascino. El camino no era muy largo, finalizaba en un claro. Cuando Emily pudo observar bien donde estaban, abrió la boca asombrada y se la cubrió con la mano derecha. Cam la empujaba suavemente, pero ella estaba paralizada. El lugar era maravilloso, parecía salido de un cuento de los que Celia le contaba cuando ella era niña. Las flores eran bellísimas, el riachuelo cristalino, y la cabaña acogedora. Emily se acerco a los arboles y miro las frutas maduras. Era un lugar maravilloso. Se arrodillo en el suelo, con cuidado de no pisar ninguna flor. Sosteniendo su cabello, se inclino hasta la mas cercana para sentir su dulce aroma. No la quería arrancar, las flores siempre eran mas bellas en su lugar natural que en un florero sobre una mesa. Se puso de pie y se acerco a Cam.
-Gracias por enseñarme esto- emocionada, apenas podía hablar. Su voz sonaba diferente, como ahogada.-Este lugar es sencillamente mágico. - se dio vuelta. Trataba de absorber todo con una simple mirada, pero le resultaba imposible. –¿Crees que podría volver aquí algún día?- se rehusaba a abandonar el lugar, pero sabia que tendría que hacerlo pronto. Solo la ilusionaba la idea de volver.
Cam le señalo por donde tenían que ir. Le costaba ver donde pisaba, el bosque era bastante cerrado y la noche ya estaba sobre ellos, dejando todo oscuro. Cam la llevaba de la mano, lo que era una suerte. No porque tuviera miedo, ya que estaba bastante a gusto, sino porque por la falta de visión iba tropezando por el camino y corría peligro de caer en el húmedo suelo a cada paso. Según pensaba, ese día ya había tenido suficientes golpes, no quería otro. Payaso venia delante de ellos, como indicando el camino a seguir con sus alegres ladridos.
Poco después llegaron al pie de una montaña pequeña, con un camino iluminado con antorchas. A Emily le fascino. El camino no era muy largo, finalizaba en un claro. Cuando Emily pudo observar bien donde estaban, abrió la boca asombrada y se la cubrió con la mano derecha. Cam la empujaba suavemente, pero ella estaba paralizada. El lugar era maravilloso, parecía salido de un cuento de los que Celia le contaba cuando ella era niña. Las flores eran bellísimas, el riachuelo cristalino, y la cabaña acogedora. Emily se acerco a los arboles y miro las frutas maduras. Era un lugar maravilloso. Se arrodillo en el suelo, con cuidado de no pisar ninguna flor. Sosteniendo su cabello, se inclino hasta la mas cercana para sentir su dulce aroma. No la quería arrancar, las flores siempre eran mas bellas en su lugar natural que en un florero sobre una mesa. Se puso de pie y se acerco a Cam.
-Gracias por enseñarme esto- emocionada, apenas podía hablar. Su voz sonaba diferente, como ahogada.-Este lugar es sencillamente mágico. - se dio vuelta. Trataba de absorber todo con una simple mirada, pero le resultaba imposible. –¿Crees que podría volver aquí algún día?- se rehusaba a abandonar el lugar, pero sabia que tendría que hacerlo pronto. Solo la ilusionaba la idea de volver.
Emily Pope- Humano Clase Alta
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Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
-Ya sabes donde está-le sonreí con alegría-Puedes volver cuando quieras. Si alguien te ve aquí sólo diles que me conoces y que eres amiga mía; lo entenderán y...-señalé la cabaña-Si necesitas huir un par de días de Celia, avísame y te traeré lo que necesites. Es un buen lugar para esconderse.
La miré, sabiendo que dentro de poco tendría que acompañarla a su hogar. Ya era tarde y se estarían preocupando por ella. Suspiré y se lo dje:
-Emily, deberías volver a tu hogar ahora-fue un diminuto susurro-Te llevaré y te dejaré cerca para que no te suceda nada. Es la hora de los rufianes, los ladrones y las brujas-bromeé encogiendome de hombros y andando con paso desenvuelto hacia la salida. Payaso me siguió, no sin antes tirarle de las faldas a Emily para que jugara con él.
Aguardé a que ella llegase a mi lado y luego la guié por el mismo camino hasta volver al bosquecillo. Si no hubiera estado observando como le brillaban los ojos de alegría, quizás me hubiera percatado de que algo extraño estaba sucediendo en el exterior. Cuando noté el fuerte calor en el rostro supe que pasaba:
El bosque había empezado a arder.
off: siento la tardanza, he tenido problemas con mi ordenador
La miré, sabiendo que dentro de poco tendría que acompañarla a su hogar. Ya era tarde y se estarían preocupando por ella. Suspiré y se lo dje:
-Emily, deberías volver a tu hogar ahora-fue un diminuto susurro-Te llevaré y te dejaré cerca para que no te suceda nada. Es la hora de los rufianes, los ladrones y las brujas-bromeé encogiendome de hombros y andando con paso desenvuelto hacia la salida. Payaso me siguió, no sin antes tirarle de las faldas a Emily para que jugara con él.
Aguardé a que ella llegase a mi lado y luego la guié por el mismo camino hasta volver al bosquecillo. Si no hubiera estado observando como le brillaban los ojos de alegría, quizás me hubiera percatado de que algo extraño estaba sucediendo en el exterior. Cuando noté el fuerte calor en el rostro supe que pasaba:
El bosque había empezado a arder.
off: siento la tardanza, he tenido problemas con mi ordenador
Cam Rohan- Gitano
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Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Cuando Cam le dijo que podía volver cuando quisiera, Emily se puso a dar pequeños saltitos de alegría. Eso le daba un aire infantil, mas aun del que ya tenia. Palmeaba las manos, emocionada ante la perspectiva de una nueva visita a ese maravilloso jardín oculto. Dejaba volar su imaginación pensando que ese lugar podía ser como una válvula de escape para las presiones que Celia ponía en ella. Las estrellas se reflejaban en sus ojitos brillosos, resaltando la ilusión que había aparecido en ellos.
Distraída absorbiendo todo con una ultima mirada, apenas escucho la voz de Cam que le decía que ya era hora de volver a su casa. Pensó en resistirse, no quería marcharse todavía, pero era demasiado tarde y la preocupación de su Nana seguramente ya rallaba la locura. Suspiro dando media vuelta, y asintió para indicarle a Cam que estaba lista. Camino lentamente hacia donde estaba el gitano esperándola, sin ánimos de dejar el prado.
Sostuvo la mano de Cam mientras caminaban de vuelta por la pequeña gruta iluminada con teas, prestando poca atención a lo que hacia. En realidad su mente estaba en otra parte, todavía en el pequeño paraíso a donde la había llevado Cam, pensando que le gustaría quedarse días enteros allí, olvidarse de todas sus tareas por solo un tiempo y recostarse en el verde césped a leer los libros de novelas que ella tanto amaba y que Celia le reprochaba.
Chocó contra la espalda de Cam, que se había detenido de golpe, y se puso en puntas de pie para ver lo que sucedía. Una gran luz anaranjada cubría la entrada de la cueva, impidiéndole pasar. Tardo unos segundos en reaccionar y darse cuenta de que era fuego proveniente del bosque. El humo le hizo picar la garganta y arder los ojos. Encontró su pañuelo, que tenia manchas de sangre secas, y lo introdujo en un pequeño charco de agua que había cerca de ella. Luego se lo llevo a la boca, para protegerse del humo. Había leído eso en una de sus novelas, después de todo eran útiles.
-¿Qué haremos? ¿Hay otro camino?- apenas podía hablar, se ahogaba y tosía casi constantemente. La alegría que había tenido segundos antes se había esfumado para dar lugar a un autentico pánico. Por primera vez en el día, solo quería estar a salvo en su castillo. De sus ojos comenzaron a caer lagrimas involuntarias, que le nublaban la vista. Estas, sumadas al humo que ya invadía la caverna, hacían imposible ver mas allá de dos pasos. Asustada, se aferro al brazo de Cam, escondiendo el rostro en su pecho. Si el no conocía otro camino, no sabría como podrían salir de allí.
[off: Perdón por la mía, es que estoy de vacas y no me conecto mucho]
Distraída absorbiendo todo con una ultima mirada, apenas escucho la voz de Cam que le decía que ya era hora de volver a su casa. Pensó en resistirse, no quería marcharse todavía, pero era demasiado tarde y la preocupación de su Nana seguramente ya rallaba la locura. Suspiro dando media vuelta, y asintió para indicarle a Cam que estaba lista. Camino lentamente hacia donde estaba el gitano esperándola, sin ánimos de dejar el prado.
Sostuvo la mano de Cam mientras caminaban de vuelta por la pequeña gruta iluminada con teas, prestando poca atención a lo que hacia. En realidad su mente estaba en otra parte, todavía en el pequeño paraíso a donde la había llevado Cam, pensando que le gustaría quedarse días enteros allí, olvidarse de todas sus tareas por solo un tiempo y recostarse en el verde césped a leer los libros de novelas que ella tanto amaba y que Celia le reprochaba.
Chocó contra la espalda de Cam, que se había detenido de golpe, y se puso en puntas de pie para ver lo que sucedía. Una gran luz anaranjada cubría la entrada de la cueva, impidiéndole pasar. Tardo unos segundos en reaccionar y darse cuenta de que era fuego proveniente del bosque. El humo le hizo picar la garganta y arder los ojos. Encontró su pañuelo, que tenia manchas de sangre secas, y lo introdujo en un pequeño charco de agua que había cerca de ella. Luego se lo llevo a la boca, para protegerse del humo. Había leído eso en una de sus novelas, después de todo eran útiles.
-¿Qué haremos? ¿Hay otro camino?- apenas podía hablar, se ahogaba y tosía casi constantemente. La alegría que había tenido segundos antes se había esfumado para dar lugar a un autentico pánico. Por primera vez en el día, solo quería estar a salvo en su castillo. De sus ojos comenzaron a caer lagrimas involuntarias, que le nublaban la vista. Estas, sumadas al humo que ya invadía la caverna, hacían imposible ver mas allá de dos pasos. Asustada, se aferro al brazo de Cam, escondiendo el rostro en su pecho. Si el no conocía otro camino, no sabría como podrían salir de allí.
[off: Perdón por la mía, es que estoy de vacas y no me conecto mucho]
Emily Pope- Humano Clase Alta
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Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Emily se aferraba a mí con todas sus fuerzas ocultando su pequeño rostro tras aquel pañuelo humedecido. Yo aguantaba la respiración todo lo que podía, pero opté por imitarla y me arranqué un trozo de tela de la camisa para usarla como pañuelo mojado con el cual protegerme del humo. No debía dejar que el pánico se adueñase de mí, pese a ver las llamas a pocos metros nuestros. No había otra salida. No podía decirle a Emily que no había otra salida. La miré angustiado y se me ocurrió una cosa.
-Cierra los ojos, Emily-le pedí. Y sin esperar respuesta me quité mi pañuelo humedecido y se los vendé-No te quites el pañuelo de la boca y no me sueltes la mano ¿entendido? Yo seré tu guía y has de confiar en mí. Pégate a la pared.
Sentía al calor del fuego extraordinariamente cerca. Noté las primeras gotas de sudor resbalándome por el rostro mientras guiaba a Emily. Ambos habíamos pegado el pecho contra la pared y sin soltarle la manos nos deslizábamos por ella. La roca estaba húmeda, y nos salavaba un poco del calor asfixiante que hacía allí. Yo noataba mis pulmones llenos de humo y sabía que si seguía aspirándolo me desmayaría, pero no quería que Emily viese lo cerca que teníamos el infierno. La miré mientras nos íbamos alejando del fuego. Un intento inútil si cada vez ganaba más terreno. Sentí a Emily ahogar un gritito cuando un árbol cayó partido en dos por las llamas que lo devoraban.
-Vamos, Em-¿Em? ¿Desde cuando la llamaba así?-.Ya queda menos, te prometo que estamos más cerca. Hay un río. ¿Oyes el agua? Estamos cerca.
El río estaba cerca pero no tanto como para oírlo aún. Sólo quería que ocurriese un milagro. Le recé a Dios, pidiendo que me mandase un segundo diluvio. Era buen nadador. Sobreviviría a un dilivio y salvaría también a Emily. Pero no era un brujo; ellos podían hacer hechizos de inmunidad a las llamas, incluso eran capaces de provocar lluvia...
Gota.
Gota.Gota.
Miles de gotas comenzaron a caer del cielo. Miré hacia la bóveda estrellada sintiéndome confuso y extrañado. ¿Cómo era posible? ¿Quién...?
Pero la respuesta estaba justo detrás. La abuela Fiona, exhausta, se sentaba en el suelo mientras la lluvia luchaba contra el fuego. El cielo luchando contra el infierno. Y parecía que el agua ganaba la partida.
-Abuela-dije con voz temblorosa. La boca me sabía a cenizas-Jamás duddaré de tus capacidades como bruja. Nunca más.
Ella me sonrió y se acercó para examinar a Emily que se encontraba nuevamente entre mis brazos. La había atraído hacia mí sin pensar y seguía con los ojos vendados. Le retiré el pañuelos de los ojos y reí al ver como su rostro, sucio de hollín, tenía una franja limpia.
-Estamos a salvo, Em. ésta es mi abuela-la señalé-Una de las brujas con más poder que conozco.-miré a Fiona con agradecimiento-¿Cómo sabías que estaba aquí?
Ella sonrió, enigmática.
-Siempre sé donde andas. Pero ahora será mejor que vayáis a asearos un poco. Estáis hechos un asco.
Y con un movimiento de su mano nos señaló la dirección del río.
-Cierra los ojos, Emily-le pedí. Y sin esperar respuesta me quité mi pañuelo humedecido y se los vendé-No te quites el pañuelo de la boca y no me sueltes la mano ¿entendido? Yo seré tu guía y has de confiar en mí. Pégate a la pared.
Sentía al calor del fuego extraordinariamente cerca. Noté las primeras gotas de sudor resbalándome por el rostro mientras guiaba a Emily. Ambos habíamos pegado el pecho contra la pared y sin soltarle la manos nos deslizábamos por ella. La roca estaba húmeda, y nos salavaba un poco del calor asfixiante que hacía allí. Yo noataba mis pulmones llenos de humo y sabía que si seguía aspirándolo me desmayaría, pero no quería que Emily viese lo cerca que teníamos el infierno. La miré mientras nos íbamos alejando del fuego. Un intento inútil si cada vez ganaba más terreno. Sentí a Emily ahogar un gritito cuando un árbol cayó partido en dos por las llamas que lo devoraban.
-Vamos, Em-¿Em? ¿Desde cuando la llamaba así?-.Ya queda menos, te prometo que estamos más cerca. Hay un río. ¿Oyes el agua? Estamos cerca.
El río estaba cerca pero no tanto como para oírlo aún. Sólo quería que ocurriese un milagro. Le recé a Dios, pidiendo que me mandase un segundo diluvio. Era buen nadador. Sobreviviría a un dilivio y salvaría también a Emily. Pero no era un brujo; ellos podían hacer hechizos de inmunidad a las llamas, incluso eran capaces de provocar lluvia...
Gota.
Gota.Gota.
Miles de gotas comenzaron a caer del cielo. Miré hacia la bóveda estrellada sintiéndome confuso y extrañado. ¿Cómo era posible? ¿Quién...?
Pero la respuesta estaba justo detrás. La abuela Fiona, exhausta, se sentaba en el suelo mientras la lluvia luchaba contra el fuego. El cielo luchando contra el infierno. Y parecía que el agua ganaba la partida.
-Abuela-dije con voz temblorosa. La boca me sabía a cenizas-Jamás duddaré de tus capacidades como bruja. Nunca más.
Ella me sonrió y se acercó para examinar a Emily que se encontraba nuevamente entre mis brazos. La había atraído hacia mí sin pensar y seguía con los ojos vendados. Le retiré el pañuelos de los ojos y reí al ver como su rostro, sucio de hollín, tenía una franja limpia.
-Estamos a salvo, Em. ésta es mi abuela-la señalé-Una de las brujas con más poder que conozco.-miré a Fiona con agradecimiento-¿Cómo sabías que estaba aquí?
Ella sonrió, enigmática.
-Siempre sé donde andas. Pero ahora será mejor que vayáis a asearos un poco. Estáis hechos un asco.
Y con un movimiento de su mano nos señaló la dirección del río.
Cam Rohan- Gitano
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Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Em ni siquiera abrió la boca para responder, solo asintió con la cabeza. Cuando Cam le coloco la venda sobre los ojos, contuvo un saltito al sentir el frio trozo de tela, que contrastaba con el aire pesado y caluroso debido al fuego. El agua donde Cam había mojado la tela le había dado una frescura incomoda. Gruesas gotas resbalaban por sus mejillas, haciéndole cosquillas. Sostenía su pañuelo contra su boca con la mano izquierda. Cam le tomo la otra mano, sobresaltándola. Tropezando con sus propios pies, Emily comenzó a seguirlo.
A medida que avanzaban, sentía el calor de las llamas aplastándola. El humo pasaba a través del pañuelo haciendo que su garganta ardiera con cada inhalación. Quería pedirle a Cam que se detuvieran un segundo para respirar mas tranquila, pero cada ves que se quitaba el pañuelo de la boca empezaba a toser hasta lagrimear. Cuando ya no aguantaba mas e iba a intentar soltarse de la mano de Cam para descansar un poco, sintió una gota caer sobre su cabeza. Al principio pensó que era una pequeña brasa que había caído de algún lado y grito. Pero luego, cuando a esa gota le siguió otra y otra y otra, descubrió que estaba lloviendo. Cam le quito la venda, y entre el humo y el vapor mezclados logro ver que estaban en el bosque. El fuego se había consumido, y la lluvia se detuvo. Una mujer adulta estaba de pie junto a ellos. Em apenas escucho la conversación de Cam con la mujer, todavía asombrada por la lluvia que había apagado el fuego tan rápido como si una fogata se tratara. Salió de su adormecimiento cuando Cam le presento a la señora como su abuela.
-Ho... hola...- su voz sonaba débil como consecuencia del humo que había respirado. Viendo que no iba a poder decir mucho mas, levanto una mano en señal de saludo. Vio que Payaso saltaba alrededor de la mujer. Sonrió aliviada. Con todo el susto del incendio, había olvidado al animalito y no le hubiera gustado que algo le sucediera.
Cuando la abuela de Cam señalo había donde quedaba el rio, Emily se dio cuenta del estado en el que se encontraba, con el vestido lleno de hollín y su piel oscura gracia al polvillo que se le había pegado. Sin esperar a Cam, se desprendió de su abrazo y salió corriendo hacia el lugar de donde provenía el ruido de una corriente de agua. Ni bien llego al riachuelo, se arrodillo en la orilla, y ayudándose con las manos, tomo una gran cantidad de agua para aliviar la quemazón de su garganta. Cam apareció un minuto después, Em vio su reflejo en el agua. Recién ahí vio que tenia la cara llena de ceniza, con una franja pálida alrededor de los ojos. Se apresuro a lavarse la cara antes de ponerse de pie.
Al mirar al frente, del otro lado del rio, vio el castillo y recordó que debería estar volviendo. Se dio vuelta para mirar a Cam. Antes de hablar, recordó que Cam la había llamado Em, con una confianza que podía parecer atrevida y fuera de lugar, pero a ella la hacia sentir cómoda.
-Veo que ya casi llegamos a mi hogar- señalo al castillo con un gesto desganado.Su voz se escuchaba grave y ronca. -¿Me acompañaras hasta allí?- hizo una mueca con los labios que intentaba ser una sonrisa, pero en realidad se sentía mal porque el día ya llegaba a su fin y ella no quería volver al castillo. –Por cierto,- dijo antes que el respondiera-me gusta que me llames Em. Me hace... sentir bien. Gracias- En realidad no sabia porque agradecía, pero sentía la necesidad de hacerlo.
A medida que avanzaban, sentía el calor de las llamas aplastándola. El humo pasaba a través del pañuelo haciendo que su garganta ardiera con cada inhalación. Quería pedirle a Cam que se detuvieran un segundo para respirar mas tranquila, pero cada ves que se quitaba el pañuelo de la boca empezaba a toser hasta lagrimear. Cuando ya no aguantaba mas e iba a intentar soltarse de la mano de Cam para descansar un poco, sintió una gota caer sobre su cabeza. Al principio pensó que era una pequeña brasa que había caído de algún lado y grito. Pero luego, cuando a esa gota le siguió otra y otra y otra, descubrió que estaba lloviendo. Cam le quito la venda, y entre el humo y el vapor mezclados logro ver que estaban en el bosque. El fuego se había consumido, y la lluvia se detuvo. Una mujer adulta estaba de pie junto a ellos. Em apenas escucho la conversación de Cam con la mujer, todavía asombrada por la lluvia que había apagado el fuego tan rápido como si una fogata se tratara. Salió de su adormecimiento cuando Cam le presento a la señora como su abuela.
-Ho... hola...- su voz sonaba débil como consecuencia del humo que había respirado. Viendo que no iba a poder decir mucho mas, levanto una mano en señal de saludo. Vio que Payaso saltaba alrededor de la mujer. Sonrió aliviada. Con todo el susto del incendio, había olvidado al animalito y no le hubiera gustado que algo le sucediera.
Cuando la abuela de Cam señalo había donde quedaba el rio, Emily se dio cuenta del estado en el que se encontraba, con el vestido lleno de hollín y su piel oscura gracia al polvillo que se le había pegado. Sin esperar a Cam, se desprendió de su abrazo y salió corriendo hacia el lugar de donde provenía el ruido de una corriente de agua. Ni bien llego al riachuelo, se arrodillo en la orilla, y ayudándose con las manos, tomo una gran cantidad de agua para aliviar la quemazón de su garganta. Cam apareció un minuto después, Em vio su reflejo en el agua. Recién ahí vio que tenia la cara llena de ceniza, con una franja pálida alrededor de los ojos. Se apresuro a lavarse la cara antes de ponerse de pie.
Al mirar al frente, del otro lado del rio, vio el castillo y recordó que debería estar volviendo. Se dio vuelta para mirar a Cam. Antes de hablar, recordó que Cam la había llamado Em, con una confianza que podía parecer atrevida y fuera de lugar, pero a ella la hacia sentir cómoda.
-Veo que ya casi llegamos a mi hogar- señalo al castillo con un gesto desganado.Su voz se escuchaba grave y ronca. -¿Me acompañaras hasta allí?- hizo una mueca con los labios que intentaba ser una sonrisa, pero en realidad se sentía mal porque el día ya llegaba a su fin y ella no quería volver al castillo. –Por cierto,- dijo antes que el respondiera-me gusta que me llames Em. Me hace... sentir bien. Gracias- En realidad no sabia porque agradecía, pero sentía la necesidad de hacerlo.
Emily Pope- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 18/06/2010
Localización : Escapando de Celia
Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
El agua del río estaba fresca y me alivio los pulmones y permitió que la suciedad se fuera de mi rostro. Suspiré mucho más a gusto cuando vi que Emily también estaba bien.
La abuela se acercó hasta a mí para susurrarme que acompañase a la muchacha hasta su hogar al tiempo que me daba un corto beso en la mejilla y se quedaba inmóvil, dando a entender que me esperaría. Le sonreí con auténtico agradecimiento y me dirigí hasta Emily que ya mepedía ir a su castillo. Después del susto lo normal era que quisiese escapra por patas de aquel lugar.
-Pensé que lo de Em te había molestado-musité aliviado de que no fuera así-.Pero me alegro de que no lo haga. Suelo ponerles diminutivos a mis amigos-le dije sonriéndole afectuosamente.
Echamos a andar lo más lejos del bosque en dirección al iluminado castillo que veía. Senntí una punzada de envidia. Un castillo así podría alojar a toda mi tribu y a dos más. Haríamos fiestas y bailes y cantaríamos con nuestras guitarras a la luz de la luna.
-¿Cómo es eso de vivir en un castillo?
La abuela se acercó hasta a mí para susurrarme que acompañase a la muchacha hasta su hogar al tiempo que me daba un corto beso en la mejilla y se quedaba inmóvil, dando a entender que me esperaría. Le sonreí con auténtico agradecimiento y me dirigí hasta Emily que ya mepedía ir a su castillo. Después del susto lo normal era que quisiese escapra por patas de aquel lugar.
-Pensé que lo de Em te había molestado-musité aliviado de que no fuera así-.Pero me alegro de que no lo haga. Suelo ponerles diminutivos a mis amigos-le dije sonriéndole afectuosamente.
Echamos a andar lo más lejos del bosque en dirección al iluminado castillo que veía. Senntí una punzada de envidia. Un castillo así podría alojar a toda mi tribu y a dos más. Haríamos fiestas y bailes y cantaríamos con nuestras guitarras a la luz de la luna.
-¿Cómo es eso de vivir en un castillo?
Cam Rohan- Gitano
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Fecha de inscripción : 20/06/2010
Localización : Con la mano en tu bolsillo
Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Em resopló y sacudió el cabello con enfado. - Es terriblemente espantoso.- No comprendía que quizá para otras personas vivir en un castillo era algo majestuoso y que anhelaban. Para ella, era una cárcel fría y gris, a pesar de todas las cosas que tenia en el eran de colores alegres y vivos. Pero al estar encerrada ahí, todo perdía su color. Iba caminando hacia las luces del castillo lo mas lento que podía. No quería que llegara el momento en que Celia la encontrara. Recibiría un gran regaño.
-Tengo que admitir que hay gente que me atiende todo el tiempo y no sufro necesidad de nada, pero no es tan agradable como parece. Tengo veinte años y todavía no se cocinar, ni bañarme sola. Incluso me ayudan a vestirme. No tengo nada de privacidad o independencia- Estaba un poco avergonzada por esto. Se sentía inútil e innecesaria. Ella quería ser libre, poder hacer lo que tuviera ganas en el momento y no tener que estar dando explicaciones a nadie.
Ya casi llegaban al castillo, y quedo callada. Suspiro y se dio vuelta para mirar a Cam a su lado.
-Creo que... ya tenemos que separarnos. - sonrió tristemente. -De verdad me divertí hoy a pesar de lo que sucedió-dijo señalando el labio partido del gitano.
-Tengo que admitir que hay gente que me atiende todo el tiempo y no sufro necesidad de nada, pero no es tan agradable como parece. Tengo veinte años y todavía no se cocinar, ni bañarme sola. Incluso me ayudan a vestirme. No tengo nada de privacidad o independencia- Estaba un poco avergonzada por esto. Se sentía inútil e innecesaria. Ella quería ser libre, poder hacer lo que tuviera ganas en el momento y no tener que estar dando explicaciones a nadie.
Ya casi llegaban al castillo, y quedo callada. Suspiro y se dio vuelta para mirar a Cam a su lado.
-Creo que... ya tenemos que separarnos. - sonrió tristemente. -De verdad me divertí hoy a pesar de lo que sucedió-dijo señalando el labio partido del gitano.
Emily Pope- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 18/06/2010
Localización : Escapando de Celia
Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Se la veía apenada por tener que regresar. Ella quería ser libre, su alma lo ansiaba más que cualquier otra cosa. La miré compadeciéndola. Yo me quejaba de que pasábamos hambre y frío, pero a cambio éramos libres...Siempre podría marcharme, siempre podría dormir en cualquier luga y tomar mi propio camino. Los blancos, los ricos...Ellos se perdían lo que era vivir en sintonía con el mundo. Ser parte del bosque tanto como los árboles o el río que lo cruza apaciblemente.
Y mientras entendía esto y me sentía afortunado por ello oí que teníamos que despedirnos. Asentí con tristeza. Me había divertido con aquella muchacha, que era todo alegría y simpatía. Esperaba volver a verla para tener una nueva aventura por las calles parisinas, aunque lo veía difícil. No creía que ella pudiese escaparse tan fácilmenete como hoy.
-Ha sido un placer conocerte, Em-le dije haciéndole una breve reverencia-. Espero que volvamos a vernos y que...-miré al castillo- encuentres la forma de ser quien deseas ser.-luego me señalé el labio-.No te preocupes por esto; no es la primera vez..
Suspiré y tras inclinarme para besarle la mano, le sonreí.
-Me vuelvo al campamento en cuento vea como entras en el castillo, señorita-dije observándola con humor.
Y mientras entendía esto y me sentía afortunado por ello oí que teníamos que despedirnos. Asentí con tristeza. Me había divertido con aquella muchacha, que era todo alegría y simpatía. Esperaba volver a verla para tener una nueva aventura por las calles parisinas, aunque lo veía difícil. No creía que ella pudiese escaparse tan fácilmenete como hoy.
-Ha sido un placer conocerte, Em-le dije haciéndole una breve reverencia-. Espero que volvamos a vernos y que...-miré al castillo- encuentres la forma de ser quien deseas ser.-luego me señalé el labio-.No te preocupes por esto; no es la primera vez..
Suspiré y tras inclinarme para besarle la mano, le sonreí.
-Me vuelvo al campamento en cuento vea como entras en el castillo, señorita-dije observándola con humor.
Cam Rohan- Gitano
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Fecha de inscripción : 20/06/2010
Localización : Con la mano en tu bolsillo
Re: Cambio de ciudad, misma carcel [Libre]
Emily suspiro y dio un paso hacia el castillo. Lo veía como un monstruo preparado para engullirla y encerrarla de nuevo entre sus paredes grises y frías. Casi podía sentir la furia que Celia debía tener por su pequeña (según ella) travesura. Sonriendo tristemente, se giro hacia Cam.
-Me he divertido mucho, Cam. Gracias por todo.- hizo una pequeña reverencia a modo de saludo y comenzó a caminar lentamente hacia la entrada de la fortaleza. A cada paso sentía como iba perdiendo su alegría y toda la emoción que había vivido durante el día. Deseaba no tener que volver allí, pero Celia hubiera revuelto mar y tierra para encontrarla.
Miro hacia atrás y vio que Cam todavía estaba de pie, esperando que ella ingresara al castillo, pero Payaso, sin embargo, la acompañaba hasta la puerta trotando seriamente a su lado, mirando hacia delante. Em se detuvo, y se agacho para acariciar la cabeza del animalito, la cual todavía estaba húmeda por la lluvia. El perrito movió la cola y ella le sonrió. Luego, asumiendo que no podía retrasar mas su regreso al castillo, se levanto y abrió la pesada puerta de madera que estaba frente a ella. Antes de ingresar, se dio media vuelta y saludo a Cam con la mano, en un gesto triste. Después giro hacia la oscuridad del pasillo que tenia enfrente y entro.
[Pd: Perdón por la tardanza, tuve crisis de inspiración, entre otras cosas. Cierro el tema ]
-Me he divertido mucho, Cam. Gracias por todo.- hizo una pequeña reverencia a modo de saludo y comenzó a caminar lentamente hacia la entrada de la fortaleza. A cada paso sentía como iba perdiendo su alegría y toda la emoción que había vivido durante el día. Deseaba no tener que volver allí, pero Celia hubiera revuelto mar y tierra para encontrarla.
Miro hacia atrás y vio que Cam todavía estaba de pie, esperando que ella ingresara al castillo, pero Payaso, sin embargo, la acompañaba hasta la puerta trotando seriamente a su lado, mirando hacia delante. Em se detuvo, y se agacho para acariciar la cabeza del animalito, la cual todavía estaba húmeda por la lluvia. El perrito movió la cola y ella le sonrió. Luego, asumiendo que no podía retrasar mas su regreso al castillo, se levanto y abrió la pesada puerta de madera que estaba frente a ella. Antes de ingresar, se dio media vuelta y saludo a Cam con la mano, en un gesto triste. Después giro hacia la oscuridad del pasillo que tenia enfrente y entro.
[Pd: Perdón por la tardanza, tuve crisis de inspiración, entre otras cosas. Cierro el tema ]
Emily Pope- Humano Clase Alta
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Localización : Escapando de Celia
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