El Ladrón timador (Claire)

por **Cam Rohan** Lun Jun 21, 2010 9:09 am

Ataviado con un parche en el ojo, fingiendo ser tan tuerto como mi perro, Payaso, el cual se dedicaba en aquel momento a morderse sus propias patas, planté un barril vacío en mitad del mercado ambulante. Me había echado harina en los rizos volviéndolos blancos, simulando ser más viejo de lo que era y en ese momento pregonaba a los cuatro vientos mis "trucos de magia".

-¿Quieren ver cómo hago desaparecer las cartas, señores?-dije, con un falso acento ruso-¡VENGAN A VER LOS TRUCOS DE POLINSKI!¡GRAN MAGO DE RUSIA!

Un grupo de ingenuos ricachones de los que tanto odiaba se aproximaron para tentar a la suerte. A un pobre jamás le haría eso; sabía lo que se padecía en las calles y no pensaba quiatrles el dinero a todos ellos. Sin embargo los ricos...eran harina de otro costal.

-Acerquese, Monsieur, y jugue un rato con el azar y la suerte-mis variopintas ropas parecieron convencerle, porque puso una bolsa llena de monedas en la improvisada mesa y eligió una carta.

-Jugaremos a encontrar la carta-le propuse con falso entusiasmo. Moví las cartes de un lado a otro y en un veloz movimiento cambié la que él había elegido por otra diferente. Ninguna de las tres cartas sobre la mesa era la del hombre.-Sólo dos intentos, Monsieur.

El tipo eligió una. Falló, por supuesto. Reí para mis adentros pero a él no le hizo demasiada gracias. Haciendo gala de los estupendos modales con los que educaban a los ricos, golpeó el barril hacineod que todo saliera por los aires.

-¡TIMADOR!-exclamó fuera de sí-¡DETÉNGANLO, ES UN TIMADOR!
-¡cómo los de toda su calaña!-murmuró su señora, cuya nariz era más grande que mi brazo.-Jacques, te dije que en este juego te engañarían...

No seguí escuchando su insulsa conversación. Cogí la bolsa con el dinero y eché a correr, seguido de mi perro. Me metí por una estrecha calle y me agarré al alféizar de una envejecida ventana que crujió debido a mi peso. Me impulsé hacia arriba mientras Payaso seguía mis pasos por el suelo.

-¡Vete a casa, Payaso!-le ordené corriendo por el tejado de la casa a la que había trepado. Salté por allí tratando de no caerme. Cuando pensé que estaba suficientemente lejos descendí por un callejón.
Fue entonces cuando escuché los gritos. Una mujer gritaba en alguna parte. Corrí hacia la voz y la vi; la estaban atracando.

por **Claire Quartermane** Miér Jun 23, 2010 4:06 pm

Sonreía descaradamente con las compras en sus brazos, los hombres le dedicaban miradas de soslayo, querían hacerle creer a las mujeres con las que andaban que no le conocían, aunque varios de ellos eran frecuentes en su cama. Saludó con la cabeza a un par que lucían aún más nerviosos luego de ello. Le gustaba comprar ella misma sus frutas y otros caprichos, las elegía con detalle sólo escogiendo lo mejor y dedicándose a buscar algo diferente para aumentar su colección de cosas que sólo a ella le gustaban.

Cruzada de brazos golpeaba el suelo algo cabreada, se había detenido donde un grupo de gente miraba algo, no entendía porque debía soportar ese espectáculo. Una mujer gritaba y gritaba, como si eso le fuera a ayudar en algo. Un hombre pasó corriendo a su lado, por fin alguien se decidía a actuar, ella había llegado a pensarlo, pero su total desinterés por todo aquello que no le afectara siempre era mayor. Aplaudió al ver que eso servía de algo, la gente comenzaba a dispersarse y se quedaba mirándola raro cuando pasaban a su lado.

-¿Cuál es el nombre del héroe del día? – preguntó sacando una moneda y entregándosela a la mujer asaltada – Me gustaría saber a quien puedo llamar si alguien se atreviera a atacarme – su voz era afilada, como la tenía cada vez que intentaba imponerse, una de sus cejas se alzaba y su barbilla apuntaba al cielo intentando demostrar su elegancia natural. El hecho de ser la hija bastarda de un señor inglés, no sólo le había traspasado una altura y belleza mayor, dignas de alguien de esa clase social, si no también una personalidad que algunos consideraban engreída para una que se suponía era una simple cortesana, pero obviamente, ella lo que menos tenía era la simpleza de la que si contaban muchas de sus compañeras de trabajo.

por **Cam Rohan** Vie Jun 25, 2010 4:15 am

La pobre mujer golpeaba a sus atacantes y nadie hacía nada. ¿Se podía ser más inútil? Me acerqué hasta ella. Por suerte eran flacuchos y los despacharía con facilidad. Me aproximé al primero y le aticé un puñetazo en la mejilla. El otro soltó a la mujer y me observó con los dientes apretados.

De la nada (o eso parecía) saqué una navaja afilada. El muchacho que quedaba en pie se empezó a alejar sin perderme de vista, dejando a su compañero inconsciente en el suelo. La mujer me miró alviada y agradecida.

-Gracias, Monsieur-me dijo llevándose una mano al pecho, sintiendo los frenéticos latidos de su corazón- Esta comida es para mi marido y si no se la llevo..pues...-agachó la cabeza y comenzó a alejarse al tiempo que los curiosos se marchaban. Esa mujer no sólo era asaltada en la calle, sino también en su casa.

Cuando todos se hubieron ido y yo me disponía a hacer lo mismo vi una silueta femenina que hablaba con la pobre mujer. Le entregó una moneda mientras me miraba y me preguntaba:

--¿Cuál es el nombre del héroe del día? Me gustaría saber a quien puedo llamar si alguien se atreviera a atacarme.

Tenía un tono autoritario, casi dominante. La miré de lado evaluándola. No parecía de la clase alta por la ropa pero sus formas y su voz me hacían pensar lo contrario. Me aproximé a ella con las manos metidas en los bolsillos, lentamente.

-Mi nombre es Cam Rohan, Madame-respondí haciendo una breve inclinación. Luego le sonreí de lado y añadí:-Pero usted parece una mujer fuerte y creo que no hace falta que nadie la defienda. ¿Podría saber su nombre?

por **Claire Quartermane** Vie Jul 02, 2010 2:16 pm

Una risa refrescante salió de sus labios, era casi como la brisa tan necesaria en el caluroso verano que los aquejaba, este hombre era más observador que la mayoría que la conocía. No se dejaba llevar por su imagen de jovencita de apenas 19 años, había notado el tono de su voz, la ironía que muchas veces era como su segundo lenguaje, aprendido como método de defensa al principio, ahora sólo era diversión, una forma de exasperar a algunos y de dejar callados a otros. Lo miró de arriba a abajo, era bastante particular, especialmente después de aquella pequeña reverencia, que lucía un tanto fuera de lugar, considerando que no era una señorita con todas sus letras.

Notó como el lugar quedaba cada vez con menos gente, ahora muchos habían olvidado a la mujer asaltada y retornaban a su rutina, la que incluía ignorar a quienes trabajaban para ellos y a los que no estuvieran en su nivel social. Que fantástico sería contarles a sus esposas que muchos de ellos habían pagado más de lo que valían sus joyas por una noche con ella. Respiró profundamente volviendo a la realidad. - ¿Siempre juzga a un libro por su portada Cam? – se atrevía a llamarlo por su nombre, era un descaro de su parte, pero así era ella, descarada.

Dio un paso más para estar cerca y que sólo ellos escucharan lo que hablaban, eso de seguro aumentaría la curiosidad de quienes estaban pendientes en los alrededores. – Debo concederle la razón, no necesito que me defiendan, por lo general, soy más victimaria que victima. – asintió sonriente, con un brillo satisfecho en los ojos, dejó las compras en el suelo para liberar sus manos. – Soy Claire. – dijo llanamente estirando una y esperando que la estrechara, quizás no era algo común un saludo así de parte de una mujer, pero su ideal siempre era destacar, como fuera.

por **Cam Rohan** Miér Jul 14, 2010 6:05 am

-No siempre, madame, pero suelo decir lo que pienso y es la impresión que me ha dado-me encogí de hombros y sonrei de forma despreocupada. Sin duda esa mujer era fuerte, todo en ella me lo indicaba y dijese lo que dijese no podía pensar lo contrario.

La gente volvió a sus cosas. Algunos hombres echaron varias miradas a la mujer con la que hablaba mezcladas entre el deseo y el temor. Se llevaron a sus esposas de allí casi corriendo. Quizás tenían miedo de lo que aquella chica podría contar si se le brindaba la ocasión.

-Lo que pensaba-respondí cuando se presentó a si misma como más victimaria que víctima-.Cuidaré mis espaldas cuando usted ande cerca, Claire.-sonreí nuevamente contento de saber el nombre de tan extraordinaria mujer.

-Si no es indoscrección, ¿a dónde se dirigía antes de detenerse aquí?-pregunté.

por **Claire Quartermane** Sáb Jul 17, 2010 1:57 pm

Miró al piso haciendo la nota mental de las cosas que aún le faltaban por comprar. Con el pie movió las bolsas para que estuvieran más cerca de ella, no quería el peso en sus manos mientras hablara pero tampoco quería que desaparecieran misteriosamente, lo que podría suceder con apenas un descuido. Ella provenía de ese mismo nivel y pese a que ahora luciera como una señorita de clase alta, conocía las técnicas que utilizaban los ladronzuelos para robar en lugares como éste. Afortunadamente nunca las había utilizado, el dinero sólo escaseó hasta que ella y su hermana descubrieron el potencial que tenían para trabajar de noche.

Lo escuchó atenta mientras miraba a uno de sus clientes más asiduos transpirar más que nunca al pasar a su lado, le guiñó un ojo más que nada para molestarlo y se fijó que la mujer que lo acompañaba lucía los pendientes que él le había ofrecido la noche anterior para una segunda ronda en su cama, – Aquello suena a como si debiera temerme… créame, no soy tal mounstro, sólo una mujer decidida a no ser la presa en este mundo lleno de depredadores, - sonrió enfocándose en Cam, dando un tono más divertido a sus palabras mientras disfrutaba de un rayo de sol que calentaba su mejilla.

Junto al puesto de frutas que estaba a la espalda del joven con quien conversaba había un grupo de mujeres que murmuraban mirándola, de seguro alguna de ellas conocía su profesión y le contaba al resto, alzó la barbilla y se ordenó el pañuelo que colgaba de su cuello para que sus pechos quedaran un poco descubiertos, -Intentaba terminar mis compras, - dijo apuntando con la boca los paquetes que tenía en el suelo, - me gusta elegir por mi misma lo que como, visto o uso, quizás son manías o privilegios como podrían llamarlo otros… pero creo que volveré a mi lugar de trabajo, donde además vivo… soy cortesana… -

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