Directa hacia el peligro(Varg)

por **Briseida Denwonts** Lun Sep 12, 2011 6:06 am

No sabía adónde iba ni hacia dónde venía, pero poco me importaba ya...lo único que quería era olvidarme de todo lo que había tenido que pasar, no pensar nada más en ellos, ni en lo que se me vendría encima. Me sentía sola en el mundo, pero al mismo tiempo me sentía ahogada, como si un monstruo enorme estuviese ahogándome y me tuviese atada al cuello por una cuerda de sangre y de metal.
Caminaba sin rumbo fijo por los callejones de París, sin importarme un pimiento el peligro...lo único que quería era encontrar a mi hermana, sabía que habría huido por allí, y lograría hacerla entrar en razón y obligarla a regresar, no me importaba cómo se sentiría ni cómo me sentía yo...lo único que quería era que estuviese a salvo, y escapar de esos pensamientos.
Ni siquiera tenía una vela, mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad, la poca luz que había en aquellos callejones me bastaba para guiarme por la oscuridad. Podría asaltarme un bandido o lo que fuese y me daba igual...yo ya tenía mi daga a mano por si alguien lo intentba...por lo que no tenía miedo alguna. Mis pasos apenas resonaban en aquel callejón oscuro, lo único que se oía claramente era al ruido de alguna que otra rata...
Y entonces...me acabé perdiendo. No sé si fueron las copas de más que me tomé, mi estado de ánimo o mi despiste pero el hecho es que en un momento dado terminé por no saber por dónde andaba...

por Invitado Lun Sep 12, 2011 3:08 pm

Como un Ymir maldito, gigante como el padre de una raza, deambulaba por los sórdidos rincones de aquella ciudad que cada vez le parecía más divertida, no había noche que no matara, no había una clase social que se hubiera salvado ya de su terrible mano que como mazo cae sobre ellos al anochecer, y era mejor aún porque en una ciudad con tantos vicios y tanto maleante, pasaba desapercibido, aunque sabía bien que Galeotti y ese amigo suyo proveniente de la tundra rusa andaban ya tras de él. Él los estaba esperando.

Aguardó al escuchar unos pasos, por su fuerza y continuidad supo que eran de una mujer, se peinó el largo bigote y apretó con su mano calluda el mango de Tomhet, su hacha tan manchada de sangre como el cielo tiene estrellas, se relamió los labios, tenía sed también. Pero no, Varg no iba y atacaba a sus víctimas sólo yéndose directo a la yugular, primero los hacía pasar por un suplicio inhumano, les daba muertes diferentes, cada una terrible, dolorosa, grande, dejando manifiesto su enorme poderío… el que él creía tener. Aguardó en las sobras, silencioso como la misma Hela, reina del inframundo, esperando soltar la cuerda que mantenía al demonio que en verdad era a raya. La paciencia pagaba, lo sabía.

Cuando la mujer cruzó, demasiado sumida en sus pensamientos, Varg salió de su escondite dejando ver su mastodóntica figura bañada por la luz de la luna. Una risa como el grito de Veðrfölnir surcando los cielos salió de su boca interponiéndose en el paso de aquella mujer.

-¿Tiene prisa? –dijo con voz ronca, cavernosa, una jauría de bestias desencadenada.

por **Briseida Denwonts** Mar Sep 13, 2011 12:50 pm

De repente alguién detuvo mis pasos. Me dio tal susto que no pude evitar dar un respingo. Luego observé fijamente a aquel hombre. ¿Quién sería? Era hermoso, pálido como la luna y con el pelo canoso, pero me dio miedo...
No parecía ser un maleante, o un criminal cualquiera, pero tenía prisa, por lo que le quitaría de enmedio. Así que le dije:
-A alguna parte...a algún lugar. A mi casa.-le dije en aquel tono tan propio de mí que usaba cuando estaba en un estado tan melancólico de ánimo, tan susurrante, tan...claro como las aguas de un río joven.
Llevaba un hacha manchada de sangre en la mano y su risa se me antojó...extraña, como si saliese de una cueva.
Me dio bastante miedo...pero no fui capaz de moverme. Me quedé paralizada y mirándo a aquel hombre con ojos extrañados, pero fascinados, no podía evitarlo.

por Invitado Jue Sep 15, 2011 12:12 am

Varg se llevó una mano a la larga barba para peinarla como si reflexionara algo a profundidad, la mujer trató de hacerlo a un lado pero qué mella podía hacer ella en un tipo que es todo músculos como él, no lo movió un ápice, en cambio recibió una risotada burlona por parte de él, cómo se atrevía, cómo osaba a intentar deshacerse de él de ese modo, sin duda no tenía idea de a qué se enfrentaba, eso le traería diversión sin duda.

Con fuerza, sin intención alguna de no lastimarla, la tomó del brazo y la jaló violentamente.

-Es obvio que no vas a ningún sitio –clavó aquel par de orbes color azul ultramar que eran los ojos del mismísimo diablo, una puerta al Niflheim, el hogar de la niebla donde deambulan las almas en pena, el infierno al que descienden aquellos que como el monstruo ahí presente esa noche, provienen de las tierras perpetuamente congeladas del norte –así que… ¿por qué no nos divertimos? –soltó con clara burla aventándola un poco para soltarla, aunque no con tanta fuerza como para que cayera.

Eso iba a ser interesante, le serviría de distracción por esa noche al menos. Sintió en ella algo parecido a lo que sintió con aquel viejo al que enfrentó en Notre Dame, poderes insignificantes en comparación a lo que él poseía. Magia decían los pobres mortales que en cualquier cosa depositaban su fe.

por Contenido patrocinado

Directa hacia el peligro(Varg)

Directa hacia el peligro(Varg)

Re: Directa hacia el peligro(Varg)

Re: Directa hacia el peligro(Varg)

Re: Directa hacia el peligro(Varg)

Re: Directa hacia el peligro(Varg)