Posiciones Amatorias +18 {libre}

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Oct 02, 2011 7:10 pm

De un momento a otro sentía la necesidad de acudir al burdel, tenía ganas de saborear a alguien en mis manos, sentir su miedo hacia mi o al menos sentir el latido de su corazón sobre mi cuerpo, ansia demasiado sentirme un animal, no me importaba el lugar donde realizaría tal hecho sublime que me ha indicado que es momento de que el masoquismo inicie.

Sentado esperando la indicada para tal labor, nadie mostraba lo que deseaba, todas eran hermosas pero nadie me daba la excitación que necesitaba. Tenía en mente torturar a una mujer pero este deseo no era necesario tenía ganas de poder gritar y que alguien me grite mientras el enfurecimiento se eleva mas para convertirse en pasión absoluta. Nada veía en el lugar, borrachos y mas borrachos exigiendo el pago en el servicio. Las copas eran juntadas con un fino golpecito celebrando de su hombría, otros trataban de conseguir gratis el servicio con tan solo unas cuantas palabras bonitas y gestos amables vil desgracia veía en ellos, pobres, ellos si que eran verdaderos hombres estúpidos, ya que un hombre o tan solo un animal demuestra sus intenciones al principio y sin hacer drama alguno.

Sabía que si seguía leyendo los pensamientos, observar sin querer hacerlo terminaría fastidiándome de todos y me retiraría para buscarlo en la calle, pero de momento alguno pude sentir mi droga perfecta, el indicado para este trabajo, era un hermoso joven, su rostro sumamente humano, los latidos de su corazón eran melodías para mi mente, su andar demasiado provocativo para mi pesar, discreto se veía, su mirar de seriedad.
Era momento de insinuarme, de pedir su cuerpo desnudo en mis manos, su sangre que me alimente y así podamos hacer una conexión esplendida, sentir nuestras propias vibraciones de la pasión.

Levantándome como si mi camino estuviese ya marcado desde un principio, mi rostro se mostraba serio y seguro, un porte inigualable todo un hombre con toda la palabra, mi abrigo hacia que me viera mas glamuroso y el cabello revuelto como todos deseaban ver y segui el despeinado con mis dedos deslizándose en ellos, y justamente lo tenía en frente, se encontraba sentado en la barra posando sus codos con una posición muy atraída, sin más ni menos deslice mi mano en su pierna con un movimiento juguetón mientras mi rostro se acercaba quedando frente a frente, brillosos ojos se ven en mis ojos, un aliento tormentoso para mi sed, sus labios quedaban a unos centímetros de los míos y deseaba probarlos pero con esa voz seductora, tan apasional le murmure disimulando para besarlo- Te espero-Retome mi posición y enseguida me adentre a unas de las habitaciones privadas, dejando la puerta entre abierta y solo sentándome en la orilla de la cama para verlo entrar.

por **Mar Santini** Mar Oct 04, 2011 3:49 pm

Mmmmhhh *Los gemidos de las putas eran excitantes, el burdel no era como su segunda casa ni mucho menos ya que ella atendia a los hombres en su propio hogar la mayor parte de las veces, ahora estaba falta tanto de dinero como de clientes porque muchos habian tenido que saldar sus cuentas con los bancos o personas que le habian dejado dinero y le habian comentado que no tendrian dinero para ella en unas semanas las mismas que habia tenido que recurrir a la madame para prometerle algo de dinero extra. Mar presentaba un alto grado de ninfomanía que obviamente sabía controlar pues sino estaria en la calle con las piernas separadas pidiendo que alguien le complaciese un deseo que nunca podia ser satisfecho, respiracion acelerada, quien le mandaba escuchar detra de las puertas ¡quien! ahora estaba apretada a la pared con sus manos apretando sus pezones delineandolos dandoles incluso forma mientras los endurecia sabiendo que no podría aguantar como siguiera asi, la gente no transitaba por ese sitio dedicado solo a las cortesanas mas privilegiadas asi que nadie podia contemplarla con el vestido subido, dejando que el calor de sus muslos hicieran temblar al propio frío mientras con sus manos masajeaba aun sus senos respirando agitada, aquel cliente era bueno porque estaba escuchando los gritos de placer de la cortesana.

Aguardo los deseos insanos de meterse alli y formar algo de lo que pudiera arrepentirse, agitada busco las fuerza donde no las tenia para marchar hacia un baño cercano quedandose apoyada en la puerta, era los unicos momentos donde su fuerza se iba por el mismisimo aguacero, nadie de sus informantes o sus clientes imaginaría que era esa la misma mar estanyol que habia matado a hombres y habia seducido a muchos tantos, la humedad en sus piernas, delataba que algo en ella queria sentir más, pero no iba a permitir que le ganase ese sentimiento estaba dispuesta a hacer lo que pudiera para dejarse de idioteces y ser la misma de siempre, pero cuando se miro al espejo una sonrisa juguetona sofoco el calor, sus senos endurecidos se marcaban a través de aquel vestido, sus muslos se veian acalorados, igual que sus labios, hinchados por sus propias mordidas, quien dijese que habia terminado de salir de alguna habitacion - y que bien me vendria- replicó mentalmente hasta bajarse el vestido dejandolo en el suelo olvidado, no tenia ropa interior pues no lo necesitaba en esos momentos ella sabia seducir y al mismo tiempo exponer lo cual se consideraba sin lugar a dudas, indecente para una mujer como lo era ella* Calma

*tras esa palabra se introdujo en la ducha más cercana para dejar caer el agua fria sobre su cuerpo, gritó claramente por el inesperado giro de arder en las llamas de la pasion amatoria sin ningun tipo de sensimientos a aquel frio chapuzon de realidad que el golpeaba incansable, pero le ayudo, aun podia notar que sus dedos traviesos querian marcar su señal en la piel blanca de la cortesana sin lograrlo, su cuerpo debia de estar intacto, su cuerpo era suyo y gracias a el podia comer* Mierda, llego tarde *toda la travesura de sus dedos se habia esfumado, la madame seguro que estaba mas que harta de aquella intrusa que llegaba tarde, salió del agua secándose y buscando los botes escondidos de colonia hechandose una de aroma a lavanda y limón, sonrio satisfecha cuando sustituyo el vestido por otro de color rojo transparente, y unos pantalones cortos que se apretaban contra sus muslos dandoles forma, ella no era excesivamente delgada, sus anchas caderas o sus turgentes senos lo demostraban y eso sin duda era una cualidad valorada por los hombres especialmente cuando la veian exponiendo toda su sensualidad.

Corrió escaleras abajo, aun con las puntas del cabello húmedas por la ducha, vió a la madame fingiendo que habia estado arriba haciendo algo se paseo a su lado ultimando los detalles de ese ' contrato ' que le habia hecho, hasta que entró un hombre, alguien que pudo hacer que volviera a sentir el deseo escondido, con un movimiento brusco de la madan en el vestido ella volvio a prestar atencion asintiendo, firmando con una pluma unos acuerdos sentándose después en la barra, con abierta sensualidad, esquivo la mirada de algunos hombres quedando acariciando un vaso puesto alli por algun olvido, bueno, seria para alguien pero ahora mismo habia encontrado a otro astuto dueño, mar se llevo aquel vaso a la boca dejando que su lengua se introdujese con una pizca de impaciencia, quemándose en aquel extraño licor que tenia una alta graduación en licor ' ven aqui ' dijo no en voz alta sino lo tarareo con los labios, las mujeres estaban esperando igual que mar a ser elegidas, incluso no se pudo creer la suerte que tuvo cuando ese hombre se acercó a ella, la mano en su pierna, la cercania, el aroma varonil y peligroso...el olor a sangre le desconcertó pero más alla de resultarle un problema o un fastidio despertó todos sus sentidos, incluidos los más salvajes*

Sus deseos son ordenes para mi *Sonrió sin mirarle, se levantó notando la mirada de odio de alguna de las chicas a las cuales respondió inclinando el rostro, fue a la madame indicandole que ese era su cliente incluso ella le sonrió diciendole que era un pez gordo o al menos eso parecia por su físico, le dijo en donde estaria y le indico con la mirada que mas valia dejarle satisfecho* no sabes con quien hablas mujer *pero aunque dijo eso era evidente que la mas satisfecha acabaría siendo la cortesana, se movió con sigilo, escondiendo su presencia mientras sus pasos seguian de cerca a los de aquel hombre, lo examino desvergonzadamente, hacerlo en el suelo, en la bañera, en el sofa, en la cama, rodeados de vino, pegajosos ¿era mucho pedir? sonrió ante sus pensamientos bajando la mirada mientras su lengua seguia masajeando sus dientes para no dejar escapar en ningun momento algo que delatase que estaba impaciente por problarle el habia llegado antes y estaba en la habitacion escogida, respiro varias veces cerrando la puerta detrás de ella mirandole a los ojos con una sonrisa coqueta-

por **Nicolás D' Lenfent** Jue Oct 06, 2011 1:02 pm

No tardó ni un segundo cuando la joven se dirigió al camino de la muerte, era un éxtasis escuchar esos murmuros, desquiciantes pensamientos volaban atreves de esa aurora de fantasías, siendo una cortesana la cual podía entrar en su mente; era torturante pero no más que este cuerpo deseoso fornicar sin parar hasta sesearse de mil maneras, sesearse de la muerte y arrebatarle toda energía en solo un abrazo, su mente es un sitio intocado de una lujuria antigua, que tanto olvido se había puesto en mi camino, he vuelto finalmente a sangrar ese templo, su mirada se posaba entre sus puntas de los pies y era santiguada, nada queda en ella de aquel viejo fragor decolorado.

¡Mujer! Era un ser superior a todas las demás, esto era una nueva iniciativa de juegos. Enamora mas no se enamora ¿Rinde culto y vasallaje? Soy el señor hare que se declare sierva esta dama, a la que llama a varios mi señor. Sin movimientos aun descifraba su mirada, se caracterizaba por un cumulo de perfecciones…

Sufrimiento, dolor tendría al tenerme en sus brazos que deseara la muerte sin concluir nuestro encuentro..Demostrando la sonrisa más seductora y atrayente que envolvía a los demás, sentía su vuelo de la libertad, pero era mejor no hablar de eso ya que soy noche, podre enjaularla en mi oscuridad. Nadie se atrevía a presumir esos aires, a transferir su paciencia eficacia, como ninguna pudo serlo, es inestable y solida…Hábil, cruel..En años atrás para mi ella sería una Persia, refinadas para las fragancias y las delicadezas perdidas por la pasión, por la ambición.

No más de un segundo la sombra corrió a su encuentro, disfrutando torturarla tan solo pensar en la idea de que no tendría miedo era plena excitación, oírle pedir a gritos que la tome de una vez por todas, como le decían a sus manos la perdición empezaron a indagar el sendero de su piel, estando en silencio para que se excitara y se corriera para él.

Seguían sus manos en el cuerpo ajeno, aquel vestido sensual pero no más que esta acción deslizo su mano abriéndole la entrepierna para rozarle con los dedos su parte íntima, alzándola con su brazo, dejando escapar unos gemidos para que esta correspondiera de igual manera...

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