Huir es divertido pero depende de quien te siga es una broma ~.Privado.~

¿No sabias que los borrachos eran los peores? -La saliva parecia llegar tarde por como su voz se saboreaba ronca por primera vez pero no era debido al esfuerzo sino a los deseos de reir que aun no obedecía pues rara vez se permitia el reir a carcajadas sino era por una buena razón. Necesitaba un poco de tiempo con su compañera para eso la habia llamado y claro le habia preparado una sorpresa pues habia llamado a algunos espiritus organizando algo asi como una fiesta aprovechando que él tenia las artes necesarias para que los fantasmas fueran visibles para su acompañante no tuvo problema, el problema empezo cuando no paraba de molestar con bromas a los borrachos, aquellos eternos borrachos que habian muerto con sobredosis de alcohol en sus venas o con alguna botella en el interior del cuerpo aun visible a pesar de los añs que pasaran por eso parecian burlarse de ellos aunque algunos fantasmas le seguian las gracias los demas borrachbos parecian entenderl. Era dificil buscar sentimientos a un fantasma pero era realmente bueno haciéndolo ¿quien lo diria? siempre pensaba aquello, pensaba en lo raro que es ver a un fantasma reir, llorar, buscar emociones fuertes, querer unirse con la gente incluso ahora que lo pensaba más extraño le parecia.

Su acompañante ¿como estaba? habia empezado a correr cuando el fantasma le estaba lanzando chorros de licor de una forma extraña, como si fueran ataques, pero solo eran una resistencia a la realidad, que habian muerto como unos borrachos y que aun hoydia moririan de la misma forma si siguieran vivos, respiraba suave, al ser ellos fantasmas podian atravesar todo tipo de paredes, seguirles el rastro facilmente asi que habian corrido por todos los lados, hata que ellos habian parado de correr, e habrian cansado algo tambien poco factible en un espiritu mejor seria el aburrimiento o el darse por vencido- Te dije que no debiamos irritarles demasiado pero... era una muestra practica de porque no debes hacerlo -Mencionó altanero, apartando un mechon de cabello que estaba escondiendo sus orbes, se dedico a mirar a donde habian ido a parar al correr, los callejones. Alli habia visto miles de cosas y aun hoy las veia, las oia, olia el putrefacto aroma de la pobreza en algunos lugares pero otros sin duda parecian estar misteriosamente sellados a la oscuridad, esperando con alguna trampa para ser atravesados-

Aunque parece que aqui tambien tenemos compañia -su rostro se ensombrencio tan rapido como habia tardado en ponerse contento, sentia los pasos, unas cadenas, el sonido de una respiracion ronca pero no era un humano...el frio llenaba ahora mismo el callejon donde se encontraban, sus dedos se mecian impaciente por ver de quien se trataba pero no llego, parecía haber olido a aquellos dos invitados y cambio de rumbo volviendo asi el aire humedo de aquellos callejones dejando a Aetos con la mirada puesta en aquella oscuridad incluso esperando que se hubiera arrepentido y hubiera de nuevo ido a por ellos-

-Se creo una sonrisa en los labios cuando ella habia comentado algo de no poder controlar a los espiritus, obviamente si podia era incluso sencillo pero le gustaba que se mostrasen como ellos mismos solian ser pues era más divertido ¿o es que preferia estar asintiendo a un espiritu que no tenia siquiera la posibilidad de sonreir? El hasta jugaba a las cartas con los espiritus llegando a ser realmente divertido. Suspiró calmado mientras veia a su acompañante con una sonrisa en los labios pues sin duda era una mujer verdaderamente hermosa ¿como la habia encontrado? O mejor dicho como habian acabado siendo amigos, era lo mas extraño que le habia podido pasar a alguien como Aetos acostumbrado a no hablar con la gente más que con la que debia de hacerlo dado a que eran sus clientes.

¿Como se habian conocido? Incluso para el habia sido extraño... en fin, le habia parecido divertido, el control o poco control que tenia sobre algunos espiritus que dejaba a su libre albedrio pero lo que ahora estaba a punto de suceder no estaba precisamente en sus planes, ¿un espiritu? ¿un atormentado, un vengativo? Podia ser todas esas cosas, alguien cuyo espiritu siguiera atormentado esperando que apareciese alguien, aquestos, tenian la realidad distorsionada pues siempre recordaban lo que sucedió, su muerte, el dolor, incluso tenian la sensacion de que las heridas volvian a sangrar si las miraban. Para ellos todas las personas les debian tributo porque todas habian dejado que pasara tanto la muerte como su sufrimiento por lo que no tenian piedad con nadie mostrando abiertamente el odio que poseían- No lo se...pero creo que debemos de tener cuidado, parece que nos ha visto y nos vigila pero a su vez espera que nos acerquemos...es inteligente, domina su aura pues aun no se del todo a que categoria de espiritu vengativo asignarlo incluso diria que es alguien que sabe muy bien que podemos verle y por eso no nos ha atacado está confuso de que alguien pueda verle.

-Ahora que analizaba aquello le resultaba incluso como un niño salvaje, habria matado sobre todo a los vagabundos que no tenian ningun poder espiritual sobre ellos incluso podian pasear tranquilos escondiendose ahora en el cambio de temperatura que solia hacer en los callejones como en el cercano invierno, asi, podian estar horas y horas contemplando a su victima sin necesidad de actuar hasta que se enfurecian por aquel recuerdo vivido y les atacaban,pero ellos dos no eran ningunos insolentes que osaban molestarle mas bien lo contrario, podian verle, algo seguramente inusual por como estaba escuchando la respiracion del fantasma. Se sentía mirado, sentia la alerta de su cuerpo pero tambien el cuidado de la cautela, aunque no se lo habria dicho a su acompañante tambien se estaba sintiendo eufórico porque tendria algo de accion- ¿Tu que crees, deberiamos de aventurarnos?
-Sabia de buena mano que el se habria aventurado solo pero no queria poner en peligro a su compañera incluso si ello significaba dejar pasar ese momento, acostumbrado ya a una vida pacifica Aetos no le importaba sinceramente estar alli o marcharse-

-Antes de poder explicar nada más, se vió arrastrado hacia el interior de aquel callejon con una sonrisa en los labios, ¿Ver que se podia hacer? Era sencillo, si se le acorralaba les atacaria seria una buena oportunidad para no controlar los deseos por una buena pelea, su flequillo escondia su rostro con certeza de que lo que estaba por llegar era algo que no se podian perder. Gracias a ella se sentía de nuevo libre, no en el mal sentido de la palabra sino que era extraño concordar con alguien, ultimamente todos los brujos querian solo una cosa, esconderse bajo las faldas de cualquier noble que les pagase una manutención por hacer su trabajo, los espiritus que buscaban eran los menos peligrosos y despues se jactaban de sus poderes.

En cambio su acompañante era distinta, ella iba a por el peligro como una niña a un juguete, para que negarlo, él haría lo mismo durante el resto de su vida para que la monotonía no le jugara unas malas pasadas. El aroma del callejón se volvió enrarecido, la presencia del espiritu se notaba solamente a los ojos de ambos. Unas esquinas manchadas de sangre, los callejones con el aroma no solo a humanidad y a pobreza sino tambien a azufre-

Hm -con la mano libre paseó los dedos en una de las paredes, era extraño ese aroma... habia algo en el ambiente que aun no identificaba precisamente que era, en el momento que unas risas invadieron el ambiente volvió su vista hacia los crios, los odiaba basicamente él habia nacido sin el amor familiar o sin una infancia por eso a lo mejor debido a ese “trauma” los niños no era de su agrado precisamente. Suspiró profundamente pero sin sonar cansado o demolido solo evaluando mentalmente de quien se trataba, como bien debia ella estaban siendo seducidos o engañados pues las ánimas que estaban allá correteando eran sin duda un truco de un diablo- Solo los fantasmas con poder pueden dominar a otros

-Se acordo de las noticias, la peste se habia llevado a muchos niños, otros habian sido abandonados por sus crueles padres pero aun así no se identificaba con ninguno de ellos es más no le importaba demasiado el futuro de esos crios, podría decirse que era frio e incluso llegar a rozar la crueldad pero así era él y asi le habian enseñado que se debía de ser. Su compañera empezó a hablar, ya se habia dado cuenta de que ese alma podia usar a los demas como gustase, como quisiera ¿no era en el fondo parecidos a los brujos que podian ver los espiritus? Usaban solamente a esos que estaban a su alrededor sin mediar en las conspiraciones o como le hacian daño al ser usados-

No te confies, solo es una visión no son sonrisas auténticas, un alma devorada solo hace una cosa, obedecer ciegamente a quien le ha devorado por eso si rien es porque quiere que lo veamos y si quiere que veamos esto significa que nos conoce bien – Unos niños sonreian diabolicamente mientras otros seguian riendo, no daba la cara, lo que daba a entender que no habia cambiado de ser cobarde sino que esperaba que esa táctica disuadiera a los intrusos- la tuya -dijo cuando le tomó las mejillas a la muchacha para que mirase fijamente sus ojos, era más alto que ella asi que pudo conseguirlo sin preocupaciones.

Fijo sus ojos, el sonido de varios cánticos se sucedieron, pero esta vez no de niños sino de monjes, suspiró esta vez irritado pues todos sabian que él odiaba a la iglesia, unos curas aparecieron con una sonrisa en los labios mientras elevaban las manos, parecerian muy vivos de no ser por la sangre que caia en sus bocas al hablar o como los crucificos se mecian como hachas que seguian cortando la carne de aquel cuerpo de igual modo los niños empezaban a cambiar, ya no eran frágiles criaturas sino que empezaban a nacer sus heridas, los que habian sufrido maltrato estaban mostrando sus moratones, los que habian sufrido la peste tenian el rostro maltrecho o algunas llagas, los que habian sido abandonados sufrian desnutrición-

Cuando no crees en él, la magia...desaparece -Su voz era suave, casi como un susurro mientras comenzaba a caminar siendo él quien esta vez sujetaba con fuerza la cintura de su acompañante, era su compañera de travesuras, asi que con aire posesivo y protector la defenderia cuando ella lo necesitase, claramente-

- Era lo que ya habian previsto, en cuando se estaba perdiendo el interés o el miedo en lo que estaba haciendo así como la compasión, el fantasma se irritaba ¿podia escucharlo? el sonido extravagante de una respiración efímera incluso aunque hubieras muerto los espíritus parecían respirar a veces era molesto pues incluso los que habian muerto por algunas enfermedades derivadas de los pulmones vivian toda la eternidad con un sonido de respiración impertubable algunos incluso como los hmanos con pitidos extraños de la nariz como si estuvieran en un continuo resfrío. Suspiró suave apenas se escuchó cuando ladeó el rostro y contemplaba que las paredes que antes no tenian nada de interesante ahora estaban chorreando sangre- Ese truco no va a funcionar bastardo. No al menos con nosotros -alzó la voz pero la sangre en las paredes continuaba bajando a un ritmo vertiginoso manchando el suelo que pisaban con poca delicadeza. Estaba irritado, creia que ese fantasma sería especial u distinto pero era todo lo contrario, otro cobarde que desgraciadamente tenía suficiente poder como para crecerse a la distancia.

Siguió escuchando a su acompañante en silencio, dejando las manos en los bolsillos mientras seguía caminando. Se detuvo mirando a la muchacha mientras veia a su alrededor, ojos queles veían, niños muertos que cada vez estaban más delgados dando la sensación de que sus costillas atravesarían la carne que ya estaba muerta, parecia que las calaveras daban a asomar y que las cuencas de los orbes se mostraban un poco más vacías como si los mismos ojos se fueran marchitando y secando hasta convertirse en nada, la magia se estaba perdiendo, pero estaba interesado en el espiritu que estaria detrás de todo esto...podria parecer cruel pero no podía llorar por los que ya estaban muertos mucho menos por los críos, odiaba a los niños tanto vivos como muertos asi que no se mostraba demasiado entusiasmado con la idea de preocuparse por ellos-

Ya estas viendo su habilidad, creo que es capaz de leer tu mente, saber que te da miedo y que no... por ejemplo imagina una mujer embarazada que ha perdido a su hijo, camina por aqui desolada y escucha un "mami" ella corre y cuando se encuentra al bebe se convierte en alimento fácil para el espíritu que la asusta hasta la muerte, lo único bueno que tienen los espiritus es que no violan - Encogió los hombros tocando algunos pergaminos especiales que usaba para los espíritus. Eran utiles, tenia nuevos y la curiosidad por ver como funcionarían seria desbordante, su magia tambien habia aumentado siendo bastante poderosa, no demasiado como para relajarse pero si lo suficente como para divertirse un rato, se suponia que era una fiesta y acabaría convirtiendose en un jolgorio- si viniera un perro buscando a su amo lo mismo, si viniera un hombre buscando placer lo mismo. Le gusta asustar a la gente, imagino que su figura primeriza era mas pequeña que la de una simple lombriz por lo que a medida que ha ido creciendo y alimentandose del miedo y del alma de las personas ha ido creciendo hasta lo que ves. No deberia ser dificil acabar con él

- Golpeó la pared con una sonrisa de costado, la sangre que se supone caía debería de haberle golpeado, rebotado al menos en la camisa como muchas visiones que tenían los fantasmas pero en vez de eso la sangre cesó, el pecho del brujo subia y bajaba mostrandose satisfecho mientras saboreaba su propia humedad al humedecerse los labios- ¿Porque no nos divertimos nosotros tambien? -se escuchó un gruñido potente, Aetos como si nada volvió al lado de Aitz mirándole con una sonrisa en los labios que indicaba claramente que quisiera hacer lo que quisiera él no intervendría o por el momento no le daría más lecciones-

-Sentía la voz de su acompañante trasladarle al mundo real, bueno real dentro de lo que cabia pero gracias a ella no habia cometido la estupidez de matarlo directamente, sabia que con un movimiento de mano podria hacer que las mismas experiencias que ese fantasma hacia vivir a los humanos fueran directas hacia él, habia aprendido como se hacia gracias a la manipulación de los espíritus, era fácil dominar a los más débiles pues aun parecian tener esos sentimientos que los encadenaban al mundo humano como la rabia o la soledad, se dejaban llevar especialmente cuando alguien los veia pues eso significaba una persona para desahogarse, incluso parecian u aparentaban ser mas humanos que los propios humanos- ¿Sacar provecho?

-Eso le hizo pensar ¿que provecho podria tener?- ¿quieres domarlo o algo por el estilo? como guardian podria ser eficaz si la gente no descubre su truco ya sabes eso de hacer que tus pesadillas se hagan realidad podria ser un ataque efectivo - se acarició la barbilla, el tenia sus cuatro espíritus guardianes que eran quienes le protegian, la gitana, la mujer del lado el cambiaformas y el guerrero. Eran un elenco de espiritus que entre los mas poderosos (aunque habia miles aun mas fuertes) le habian seguido y ayudado en su vida...¿querria tener su compañera un espiritu guardian?. aunque parecia que era todo lo contrario.

Las risas, los trapecistas... ¿un circo o payasos? podria ser lo segundo, coloco las manos en las caderas con cierta tranquilidad mientras su porte atlético se dejaba entrever por la camisa que llevaba, aquel fantasma no tenia forma seguramente como habia indicado habria sido un insecto o algun ente que tras descubrir sus poderes ha ido creciendo, parecia una masa absurda, aunque solo se dejo ver unos segundos y despues volvió a huir- Bueno no pierdo nada - sacó un pergamino diminuto, lo miró fijamente durante un o dos minutos hasta que el pergamino empezo a flotar en el aire.

Aunque ellos no lo podian oler el pergamino tenia un aroma especial que hacia que los espiritus se acercasen, en este caso solo se habia centrado en el espíritu que necesitaban. Era una especie de feromona u hormona que segregaba el pergamino, poco a poco la sangre iba desapareciendo mientras aquella masa que se hacia llamar espiritu se estaba acercando, como habia visto era una especie de masa con ojos y boca que seguia al pergamino, estaba como hipnotizado, a su alrededor todo iba desapareciendo quedando solo ellos y el fantasma. Hábilmente lanzó el pergamino en dirección al cuerpo del espiritu- observa... -segundos fueron los que duró la visión, unas llamas verdes empezaron a rodear al fantasma que aun cuando estaba siendo atacado por el pergamino no se movia y se quedaba quieto-

Podremos ver su auténtica forma ¿o quieres hacer algo mas con el? -elevo la mano deteniendo las llamas verdes, le daría la opción, despues de todo eso seguramente era nuevo para ella, el brujo no solo podia hablar o domar a los muertos con las manos sino con unos pergaminos que siempre llevaba consigo, cuando hacia tratos con ellos o cuando los dominaba podia servirse de distintas armas pero lo que mas gustaba usar era el fuego y aquellos pergaminos-

-En su lugar otra persona se habria llamado cruel cuando el fantasma intentaba capturar los miedos de la pupila para hacerse másgrande- No domina la posesion solo sabe de tus miedos para intentar recuperar un poco de su poder -Comunicó con calma, si hubiera sido un espíritu más poderoso no hubiera dejado que su compañera hubiera decidido sino que depende de la utilidad habría capturado a dicho ente o lo habría fulminado en un abrir y cerrar de ojos, odiaba ese bullicio que habia en el propio silencio mientras el aire se enrarecia fruto de aquellas visiones del fantasma que parecia haberse percatado de lo que estaba sucediendo dejando de perseguir el pergamino que ya habia cumplido su función para querer escapar de esa trampa-Todo un quebradero de cabeza. -Comunicó aetos cuyo tono de voz no se habia alzado ni mucho menos buscado un tono más adecuado de voz para lo que estaba sucediendo, movió las manos, el espiritu empezaba a perder tamaño obligando que todas las visiones que hubiera procesado se desvaneciesen sobre todo por el humo de las llamas que aun cuando no era nocivo para los humanos actuaba como un limite de actuacion para el ente, no podia hacer nada, el humo le envolvia haciendo que cada particula de la que estaba compuesto se fuera disolviendo-

Te explico -Se situó detrás de la muchacha por si perdia el equilibrio colocando las manos en los hombros de su acompañante mirando fijamente hacia el frente, no importaba si se marchaba las llamas y el humo tenien el objetivo de hacer que ese espiritu desapareciese completamente porque esa era la orden que le habia dado el brujo- Imagina que el alma esta compuesta de x materia, esa materia gracias al humo que es un compuesto enemigo de ésta ayuda a que desaparezca poco a poco sin dolor porque estan muertos pero sintiendo que pierden las fuerzas pero sobre todo que desaparecen - Aquella masa intentaba huir pero no podía lograrlo un ojo habia desaparecido el otro ojo lo hizo casi a los pocos minutos dejando aquel espiritu ciego en su propio universo. ¿A donde iban a parar los fantasmas qu desaparecian por ese humo? el nunca habia creido en el infierno o en el cielo así que no podía decir ciertamente a donde se iban...continuó mirando pero aceleró el proceso que normalmente tardaría alrededor de unas dos o tres horas depende de que estuviera formado el ente-

Αγαθό αντίο - ("adios") en su idioma natal, el griego de donde habia salido del mismo infierno enviando quizás a esa masa, de los dedos de Aetos emergieron unas pequeñas llamas iguales que las que rodeaba al espiritu, conforme estas paseaban (para el asombro de su acompañante por las manos del brujo con pequeñas patitas y manitas como si tuvieran vida) por la palma de la mano el fuego crecía escondiendo por completo al espiritu en su interior, se escuchaban los sonidos desgarradores de dolor pero en realidad no sentia no podia sentir porque estaba muerto. En un abrir y cerrar de ojos las llamas se unieron en una llamarada en la palma de la mano extinguiéndola cuando cerro la mano dejando que su puño firme aplastase la llama, lomismo que hicieron con la masa aplastarla en un abrazo practicamente parecido al de una serpiente obligándole a desaparecer rapidamente, a los pocos segundos lo unico que quedaba del espiritu que habia desaparecido era el aire pesado con aroma a azufre-

Listo -Se separó de Aitziber seguramente ya estaria mejor despues de haberle quitado ese peso de encima. Con aire calmado tomó un cigarro colocandolo en su boca encendiendolo como si la esencia del fuego aun ardiera en su ser se quedo mirando la llama unos buenos instantes cesando aquella mirada guardando el mechero en su bolsillo con elegancia propia del brujo creando unas figuras de humo burlándose a lo mejor de aquel pobre enfrentamiento que habia tenido-

-No estaba cansado todo lo contrario más bien solamente pensativo, pensativo en sus propios pensamientos como se diría absurdamente pues entrecerraba con cierta placidez los ojos, notándose solamente un poco achinados mientras miraba el humo que permanecía en su memoria visual como si quisiera recordarle que era lo que habia sucedido momentos antes, su pecho subió debido a una respiración profunda volviendo a elevar el rostro, ese fantasma podria haber sido manejado por otra persona pero tambien le interesaba como los muertos empezaban a "transformarse" en algo que no era.

Era raro, exactamente porque parecía que una puta podía convertirse en una buena samaritana, que un asesino podía ser solo un dócil ciudadano con piel de lobo, una estudiante podía ser por sus ansias de venganza la que acabase con el día a día de muchos los que estaban a su alrededor aún asi se preguntó porque le importaba, era sencillo, porque si se estaban transformando significaba que en el mundo de los muertos había nuevas reglas, solo tenía que capturar a alguno de estos nuevos espíritus para interrogarle. Le dedicó una de las miradas inquisitivas a la muchacha- Que peso me quitas -casi ironizó cuando dijo su explicación de lo que había pasado en ese día.

Ella no dejó pasar ni mucho menos más tiempo del que ya habian gastado en esa cháchara, contempló con aspereza su espalda al marchitarse en la oscuridad, era lo primero que nunca se debía de hacer al menos alguien que podía saber de la existencia de los espíritus, no marcharse en la oscuridad sin protección, con un suspiro, parecido al que emitiría una niñera cansada se acercó a ella, tomando con cierta delicadeza su muñeca- Cuidado con los Rounds que elijas puede que en uno salgas vencedor pero en otro te maten -le miró a los ojos con aquel consejo que le estaba ofreciendo, después comenzó a moverse, a su lado, alejando su mano de la de Aitz mirando a su alrededor, estarian dentro de poco si seguian así llamando a voces a algun otro espíritu. No que el espiritu quisiera tener o llamar por venganza pero muchos como ellos solo querian divertirse a costa de los humanos, algunos eran débiles y no costaba alejarlos con solo un soplido otros en cambio podían ser demasiado peligrosos.

Una noche como aquella se había envalentonado una vez, cuando era joven y no conocía del todo sus problemas, un espíritu animal la tomó con él, al principio creía que podía con él porque solo habia conocido a unos pocos espíritus, de aquellos que decian ¿puedes verme? te mandaban tres o cuatro palabras de como habian muerto y despues tu podias soplarle y se debilitaban, en cambio aquel espíritu era demasiado rápido, de no ser porque tenía muchos reflejos habría perdido la cabeza, aquellos espíritus parecian ser tan reales que las heridas que infligían iban directamente al sistema nervioso haciendote padecer como sería si te hubieran hecho eso, al final caes inconsciente, pudiendote provocar hasta la muerte, al final a pesar de que nunca lo decia, esa noche huyó de ese espíritu prometiéndose mejorar para vengar su orgullo -

-El silencio era un buen compañero de pensamientos, era lo que más le gustaba después de un discurso el silencio que se sumía ante ellos como una manta de poca monta que tanto como quisieras o no siempre la llevabas encima, podía servirte para muchas cosas o estorbarte pero siempre iba contigo ¿porqué no? la gente ultimamente vivía apegada al ruido tanto el que generaban ellos mismos como los que las personas generaban, parecían ser incapaces de vivir en un ambiente silencioso como si ni ellos mismos quisieran hacerlo ¿que se podía esperar entonces de la humanidad? cuando los hombres callaban eran cuando más descubrían pero tenían tanto empeño en generar ruido que perdían de vista todo lo que era importante.

Negó entonces mientras alzaba la mano, sentía la presencia de espíritus pero que no les harían daño, tocase lo que tocase no importaba nada porque notaba que había "vida" en cada lugar, en algún hueco podía haber un insecto que se negaba a abandonar ese hueco aún cuando hubiera muerto, una mano que no encontraba su dueño o algun hombre o niño o mujer que habia sido escondido en algún rincón perdido estaba allí en donde tocase, cuando salieron al exterior miró al frente respirando el aroma fresco que le transmitía la calle aunque claro también había zonas de parís que olían peor que los suburbios (y no se refería precisamente a los pobres) mientras caminaban miró a Aitz arqueando una ceja- Pero somos humanos nada más, mortales en medio de mortales -Es cierto que tenían poderes incluso que podían burlar a la muerte durante unos años pero sangraban igual, sentían las mismas heridas que los normales.

Era un error creer que eras más que un simple humano solo por el hecho de tener poderes, sangrabas igual, tenías sueño del mismo modo, podían vencerte o podías ganar debías de luchar contra el mundo, conseguir dinero para alimentarte...no sabía en qué se diferenciaba de los normales aunque solo pudiera ver esoíritus, derrotarlos, usarlos a su libre albedrio se consideraba incluso más normal que los propios humanos mortales. Sus dedos sintieron la rugosidad de su camisa como también la aspereza de su pantalón mientras se distraía contemplando sus alrededores ya que si, era cierto lo que decía habían salido pero encontraba que no había mucha gente, pasaban señoras en ocasiones algún que otro hombre de negocios pero no había visto mucho más- Habremos salido a algún sitio no muy poblado.

-De todos modos como era habitual estaba en guardia, la muerte ¿que era sino un entretenimiento? el brujo le gustaba sentir tanto como a su acompañante como la muerte le tomaba por los cabellos intentando llevárselo pero al tropezar el humano seguía vivo tomándole ahora el pelo a la muerte para que se marchase. Estaba enojada de tantas ocasiones que había podido burlarla no solo ahora sino incluso de pequeño cuando golpeaba a los más pequeños o a los moribundos para poder tener comida que llevarse a la boca...de hecho era uno de los más crueles, incluso hoy en día golpearía a cualquiera por su supervivencia ¿quien no lo haría? el ser humano era egoista, más incluso de lo que jamás hubieran pensado los antepasados porque siempre anteponían ellos mismos su propio "yo" al "yo" de los demás- ¿De nuevo quieres más adrenalina?

-Recibió aquello con un suspiro mientras caminaba a su lado mirando el bar, la gente parecía correr pero mirarles al mismo tiempo, estaba en guardia, tanto espiritual como físicamente, ¿De que servían los espíritus si no podían venir a tiempo? se negaba a llamar a sus espíritus principales solamente para ese asunto. De nuevo empezó a caminar con ella tomándola de la mano mientras abría la puerta del bar, había algunas personas, el olor no era precisamente a rosas sino que parecía un hedor mezclado con humedad, alcohol, borrachos, sudor solo había un toque de perfume con la camarera que estaba sonriéndoles dándoles la bienvenida. Aetos observó fijamente a cada persona que había en el local, cuando les miraba apartaban la mirada y cuando no miraba volvía a sentir unos ojos sobre él, en vez de ponerse nervioso o ir diciendo "quien hay ahí, que quieren de mi" terminó por caminar sentándose en la barra con un pie apoyado en una barrita que tenía el taburete y el otro en el suelo colocando la mano en su mentón, perfilando la sensualidad de sus rasgos- pide lo que quieras -expresó con sequedad, él no tenía ganas de tomar nada-