el coste de la informacion ~.privado.~

por **Aetos** Miér Oct 12, 2011 6:21 am

-La mejor manera de verla era en la intimidad, su amante, su peligro...no tenia nada en contra de los vampiros incluso estos le daban trabajo muchas veces conociendo ya al brujo de las idas y venidas que siempre le llevaban a conocerlos era mas que habitual que sus compañeros de la noche fueran en verdad vampiros. Asi fue como la conocio, a esa mujer que por unos momentos le volvio loco algo que no era muy comun para Aetos pues contadas personas podian hacerle perder la cabeza o en este caso tambien la sangre aunque despues de aquella noche se habian visto contadas ocasiones habian contado con algunas sesiones de amistosa charla sin dar pie a nada más que a los roces a la pasión a la tension sexual que siempre estaba presente.

Pero por el momento necesitaba informacion de uno de los vampiros que estaba causando estragos, le habian pedido a Aetos que fuera a investigar...aunque no quisiera debia de hacerlo ya le habian pagado una buena suma de dinero que habia invertido en caras investigaciones, materiales, algun que otro ayudante, no el interesaba gastar SU dinero pero si el dinero de sus contribuyentes especialmente si era un idiota adinerado como el que le estaba pidiendo sus servicios, por eso se detuvo por una noche ante aquellas zonas, las conocia como si hubiera crecido alli, no distaba especialmente de su verdadero hogar en donde te hacias más rapido amigo de las ratas que de los propios humanos- Lamento importunarte preciosa

-Cuando sintió su presencia pudo elevar el rostro, Aetos estaba vestido informalmente con un toque elegante pero provocativo, una camisa holgada que cubria su torso pero que mostraba algunas zonas debido a su blanca transparencia, pantalones negros, holgados tambien y unos zapatos comodos, tenia un cigarrillo en su boca que pendia aun nuevo, el perfume de esa mujer opaco el humo del tabaco mientras el brujo lo tiraba al suelo, exhalando su ultimo aliento de humo, dejando su boca con la amarga mordedura del tabaco mientras prestaba atencion a la mujer que tenia en frente-

por **Kathe A. Kalcom** Jue Oct 13, 2011 6:25 am

Hacía bastante tiempo que no recibía una citación de esas características... y mayor fue mi sorpresa al ver de quien era la firma de la carta.
No pude hacer más que sonreír ya que usualmente cuando requería mi presencia era porque se traía algún trabajito entre manos, rara vez era para tomar una buena copa de vino... aunque también estaban aquellas ocasiones en las que nos dejábamos llevar por la pasión.

Aunque fuera así no pude más que alegramse, hacía semanas que no me traía nada entre manos y me apetecía algo de acción, no en el doble sentido de la frase, si no que me apetecía ser partícipe de alguna de las muchas misiones que le mandaban a Aetos.

El lugar de la citación estaba despoblado y era a altas horas de la noche, no pude evitar sonreír, el chico sabía exactamente lo que me gustaba. Llegué antes de lo previsto, ataviada con un vestido de colo rojo oscuro que consistía en falda larga y holgada y un corsé acompañados de una capa negra que cubría mis hombros desnudos.

- ha sido una verdadera sorpresa que requerieses de mis servicios- dije sin poder ocultar mi sonrisa divertida cuando el brujo apareció, fumando uno de aquellos característicos cigarrillos suyos y se dirigió a mi- ¿ya estás de nuevo metido en algún extraño trabajito...
El chico siempre fué atractivo, y su sangre tenía un sabor dulce que realmente me resultaba irresistible. Por eso, cuando dije esa última frase no pude evitar acercarme con aquella rapidez digna de los vampiros hasta terminar a sus espaldas, asomando la cabeza por encima de su hombro y susurrarle en el oído-... o me buscas para algo más... íntimo?

por **Aetos** Mar Oct 18, 2011 7:00 am

-Le gustaba el hecho de que esa mujer era directa, no se iba por las ramas cuando alguien le estaba pidiendo algo, Aetos odiaba que la gente empezase a buscar el sentido de las cosas cuando estas no poseían ninguno, por ejemplo, a veces recordaban tiempos pasados donde habían estado jugando o simplemente empezaban a añadir secuencias venideras. Cuando había amistad Aetos solia soportarlo de buen grado como era el caso pero en cuando solo utilizaba a alguien para aquellos trabajos el hecho de que se lo recordasen a cada momento le ponía enfermo, ella en cambio te decía simplemente “que es lo que quieres” algo que en verdad valoraba especialmente en una mujer- Siempre, aunque hace mucho que no te llamo para mis propósitos

-Bajó el rostro mientras notó como aquellos labios se habían posado en su oído, con una sonrisa, le apetecia obviamente tener a la más salvaje de sus amantes bajo su cuerpo o incluso sobre el suyo, le había cedido su sangre agradablemente, claro, él no tenia trato nada más que con pocos vampiros por decir que casi ningunos siendo solo ella la que más frecuentaba en aquellos tiempos. Bajó la mano que tenia el cigarrillo tirándolo- ¿Sabes tu si hay un vampiro transformado recientemente que cause problemas? La policía obviamente esta atada de manos y pies y me han pedido a mi alguna ayudita por eso he pensado en ti, mi princesa salvaje

-Se volteó con la calma de un humano pues siempre le había gustado jugar al gato y al raton con ella, le dejaba dominarle como le gustaba dominar, cruzó los brazos por encima de su pecho tirando el cigarrillo finalmente mientras le miraba a los ojos con una sonrisa en los labios suave. Palpó la mejilla de Kathe besando de pronto aquellos labios, un beso apasionado pero casto alejándose después con una sonrisa mientras esperaba que le diese la información que necesitaba, de ese modo podía dedicarse a disfrutar de ella, conseguiría de nuevo su reputación en la policía y después de todo sabia que aquel vampiro acabaría muerto o por el contrario acabado por lso suyos, conocía muy bien el orgullo de los vampiros asi como la ley del silencio que muchos poseían-

por **Kathe A. Kalcom** Vie Oct 21, 2011 5:11 pm

Siempre directo, así me gustaba. Yo siempre era directa y me gustaba que me ofrecieran el mismo trato, así todo iba más rápido y sin ningún problema de ninguna clase.

¿Vampiro reciéntemente transformado? Lo medité unos segundos, los mismos en los que me había apartado de su oído y llevado mi mano al mentón, pensativa. No me había llegado noticia de esa clase desde hacía meses. Los vampiros teníamos varias reglas, por sobre ellas estaba la del voto de silencio hacia los de nuestra raza.
Otra de ellas era la de transformar a alguien en vampiro. Vale, todos habíamos sido transformados alguna que otra vez, pero si no había más remedio era problema del transformista el cuidar y criar al nuevo vampiro para que no causase estragos... y, a juzgar por la información de Aetos, alguien estaba infringiendo las reglas.

Aquello no me gustó, y supuse que Aetos lo notaría porque había fruncido el ceño y tenía los dientes apretados, seguramente mis ojos grises se habían oscurecido... dichosos vampiros incompetentes.

Tenía una larga lista de vampiros de esa calaña, pero no tenía constancia de que alguno estuviera por París.

El brujo se acercó a mi, acariciándome la mejilla para acto seguido besarme. Uno de esos besos apasionados y leves que hacían que una sonrisa ladeada apareciera en mi rostro.
- ¿debo tomar ese beso como el pago por la información? Te diré que últimamente he subido mis tarifas por la información- reí por lo bajo antes de transmitirle la información de la que disponía- hay muchos vampiros incompetentes que no cuidan a los nuevos y los dejan vagar por sus anchas, por supuesto, esto es una grave falta a nuestras leyes pero bueno...- me encogí de hombros-...siempre hay de todo. En cuanto a que haya alguno nuevo no tengo constancia de nada pero en cuanto llegue a casa pondré a unos cuantos a trabajar. Si hay un nuevo vampiro sembrando el pánico y haciendo que nuestra identidad esté en peligro ten por seguro que lo encontraré... y que rece porque no lo encuentre yo misma porque le daré la muerte más dolorosa que un vampiro pueda soportar.

Si, vuelvo a repetir, los vampiros somos muy respetuosos con nuestras normas. Voto de silencio, la más importante.
Segundo, era una mujer tolerante... pero no había que jugar conmigo... bueno, eso también dependiendo del juego.

Volví a sonreír antes de acercarme de nuevo, pasando mis brazos por el cuello del brujo. Adoraba la línea de la mandíbula de los hombres, y la de Aetos especialmente era atrayente.
- ¿algo más?- pregunté mientras pasaba los labios por esa línea de la mandíbula.

por **Aetos** Vie Nov 25, 2011 10:01 am

-se quedó mirandola fijamente, parecia que no conocia de la noticia pues sino no habria enseñado el rostro que ahora tenia, colocó despues las manos sobre su propio pecho al cruzar los brazos mirando hacia la nada, le habia parecido que alguien les estaba siguiendo pero solo se trataba de una rata como le habia confirmado silenciosamente su guardián. Sabia que algunos vampiros tenian sus responsabilidades pero otros pensaban en el poder despues de todo no habia que negar un hecho que
era más que evidente, que los vampiros eran superiores a los humanos, simplemente eso-

Pues hay alguien pasandose por la entrepierna vuestras leyes o eso es lo que me parece a mi -sacó unos papeles arrugados que le habian dado, todos eran victimas y todos habian muerto por unos arañazos extraños en el cuello, la gente era idiota por no sospechar pero todos pensaban que eran los colmillos de algún animal que andaba suelto o un asesino que los mataba o dormía y despues les clavaba una aguja para desangrarlos, en fin todo tipo de teorias extrañas que se formaban los propios humanos aunque obviamente él era parte de los humanos también. Cuando se lo entregó saco despues unas fotos que claramente no estaban muy bien ni tenian la mejor calidad pero le habian dado algunas de las heridas y las victimas, él, sin dudarlo ni unos segundos habia llegado rapidamente a lo que habia sucedido-

No solo eso sino que al parecer han transformado a dos personas lo que pasa es que éstas enloquecieron – Dijo colocando las manos en los bolsillos con un suspiro meditabundo, no queria hacer este trabajo pero al menos habia sido una especie de excusa para poder hablar con ella. Era una de sus amantes, salvaje e indomable como le gustaba a Aetos- Hm ¿Asi que tu precio ha subido?

-Le siguió el juego con una marcada sonrisa en los labios mientras posaba las manos en la cintura de esa mujer, ella tenia la belleza propia de la inmortalidad e incluso rallaba la hermosura pero Aetos no era tan cursi como para decir lo que pensaba, algunas veces si lo haría, claro que lo haría pero ahora, no- ¿Qué he de hacer para obtener tu sabiduría? - Sonrió después introduciendo una de las manos en las piernas de la dama, poco a poco ingresaban bajo su ropa para seguir un ligero masaje, acariciandole por completo- Tu solo dime despues de todo no solo he venido a por información

-Era sincero, por eso deslizo despues las manos por sus caderas pero desgraciadamente sobre su ropa, las caricias anteriores las habia dado esperando a recibir su respuesta, si ella no le habia gustado esa caricia pararia, sino, la noche como siempre se decia solo habia empezado, porque el placer, el delirio y sobre todo el sexo tomarian el testigo de lo que habia empezado con seriedad-

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