Grillos traviesos (Néphtys Délvheen)

por **Celestine Arceneau** Jue Oct 13, 2011 2:03 pm

Hoy es un día especial para madre y padre. Cumplen un años más de estar casados. Padre le dio dinero a madre para que se compre algo que a ella le gustara y por primera vez desde hace días me deja salir de la casa con ella. Voy a mi habitación llena de juguetes que no puedo tocar y me pongo uno de mis hermosos vestidos y una de las sirvientas me peina con cuidado. Una vez lista espero a mi madre en el salón y cuando llega salimos de la casa.
Tengo que pestañar varias veces para acostumbrarme a la claridad del sol otoñal. Me acomodo el vestido y vamos hacia el centro. Miro las diferentes tiendas, contenta de estar al aire libre. Llegamos a una joyería cerca del parque y cuando estoy por entrar me detiene.
-No entres. Espérame en la plaza, no tardo cariño.-
Me dice con una sonrisa que para los que nos están viendo es sincera, pero en realidad es una máscara, que yo también tengo que usar.
-Sí, madre.-
Voy hasta la plaza y me siento en una banca. Hay varios niños jugando y me quiero acercarme a ellos, pero no sé como y no quiero que madre se moleste conmigo de nuevo. Anoche sin querer rompí un jarrón y se molestó muchísimo conmigo, el recuerdo me hace doler el brazo. Suspiro y giro mi cabeza a un lado y sonrío al ver un grillo posado en el banco donde estoy sentada. Trato de agarrarlo pero salta antes de poder hacerlo.
Me levanto y trato de agarrarlo, adentrándome entre los árboles de la plaza y me es difícil hacerlo por culpa de mi vestido.

por **Néphtys/Freya Délvheen** Sáb Oct 15, 2011 12:50 pm

Arroz con leche,
me quiero casar
con una señorita
que sepa cantar.

¿No tengo que cantar eso mami?

Pero yo quiero!

Ok, ok, voy a cantar algo más

Se le había pegado, no había perdido la oportunidad de que, en cuanto vio a uno de los sirvientes decir que iba a la ciudad, correr tras él, porque quería ver qué bichitos había. Además, no se lo podían negar, normalmente estaba parte del día despierto, iba a darse una siesta y para la noche, estaba casi toda ésta, pero siempre dormía otra vez. Para estar todo el tiempo activo, así que el mayordomo rogó porque se lo llevaran, así estaría agotado y podría irse a dormir y todos tendrían paz...

En la carreta, miró a todo su alrededor y rió feliz, sus padres habían venido con ellos de vacaciones, por lo que era muy divertido, traía bien agarrada su cajita, aunque ahora vacía, con varios compartimientos que su padre le había ayudado a hacer, para que pudieran justamente meter varios bichos sin necesidad de tener que gritar porque alguno se hubiera comido al otro. Todo bien de momento.

París era muy diferente de su ciudad y en cuanto llegaron al jardín, se bajó y prometió estar ahí en cuanto oyera el silbato del criado, que iba a ir a comprar varias cosas para la comida y la cena. Corrió dentro del parque, riendo, con una hermosa red en las manos que su padre utilizaba para atrapar peces, pero que Népthys reconocía perfecta para atrapar mariposas.

Y en eso estuvo, corriendo de un lado a otro, entre gritos y diversiones, con su red para allá y para acá, con los piecitos moviéndose y saltando, sonriendo feliz cuando por fin, por fin, atrapó algo.

- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii - dio saltitos y miró a la hermosa mariposa - qué chula eres... te pareces a mi mami, pero ella es más linda.

Fue cuando escuchó algo y sus sentidos felinos se pusieron atentos, vio correr a la niña más hermosa que nunca había visto, incluso se comparaba a su mami y a su hermanita. Se quedó tan bobo que la mariposa se le escapó, pero qué importaba. Ante él, tenía el bichito más interesante de todos: esa pequeña niña de cabellos como el sol y ojos como el cielo...

Bobamente, suspiró y se sonrojó todo, todo, todo, aún mirándola fijamente.

por **Celestine Arceneau** Sáb Oct 15, 2011 1:22 pm

Corro, corro y corro entre los árboles y el cesped tras el grillito tratando de atraparlo. Cada vez que lo alcanzo el pequeño bicho logra escaparse con un salto. Es muy escurridizo y yo soy muy obstinada como dicen mis padres, no me voy a detener hasta que lo atrape o me canse de tanto correr.
Me agrada poder salir de casa y tener estos momentos donde puedo moverme sin tener las sombras de mi padre tras de mi y sin preocuparme porque haga algo que a ellos no les guste y me castiguen. En momentos así me siento libre como el grillo que está delante mio. Doy un salto para atraparlo y el grillo también salta escapando de mis manos.
Miro al grillo que se queda quieto sobre una piedra, me cruzo de brazos mirandolo acusadoramente por no querer que lo atrape y suspiro. Me cansé un poco de correr de acá para allá, pero ese grillito no me va a ganar, en cuanto me recupere lo atraparé. Miro alrededor yme doy cuenta que alguien me ha estado observando.
Un niño de cabellos rubios y por alguna razón con su carita toda roja. Me lo quedo mirando timidamente sin saber qué hacer. No me he acercado a niños desde hace mucho tiempo, mis padres casi nunca me dejan y a veces cuando lo hago se enojan, pero ahora padre no está y madre está ocupada.

-Ho.. hola...-

Saludo suavemente y algo sonrojada. El grillito sigue ahí en la piedra como esperando a que me acerque a él, pero ahora el bichito puede esperar.

por **Néphtys/Freya Délvheen** Lun Oct 17, 2011 5:28 pm

Que sepa coser,
que sepa bordar,
que sepa abrir la puerta
para ir a jugar.

Qué bonita niña y ¡Corría tras un saltamontes! Adorable combinación que hacía latir el corazoncito de nuestro Bichito tremendamente. Suspiró y la miró embelesado, qué bonito cabello, qué bella carita, qué hermosos ojos... y le veía a su vez, ah, qué bonito era el cielo con sus libélulas volando y la tierra, con sus gusanitos caminando y los árboles, con sus escarabajos comiendo y las rocas, con sus bichitos bajo ellas...

Qué pálidos ante la belleza de la mariposa que tenía ante él, no entendía por qué su papi se le quedaba viendo tanto tiempo a su madre, pero ahora que veía a la niña y suspiraba, lo comprendía. Es que no había nada más hermoso, más bello, más adorable... que ella... ahhhhhhhhhh...

Por fuera, quizá tuviera la cara más tonta del mundo, como cuando había encontrado a la Abejita de pequeña o como cuando mirara un enorme pastel de chocolate (su favorito) para él solo o como cuando... no, era peor...

Néphtys no supo reaccionar, sólo se quedó alelado, con la red en las manitas y unos ojitos de borrego a medio morir... si en ese momento se acababa el mundo, bien acabado, se convertiría en cucaracha y sobreviviría sólo para ver a esa hermosa mariposa otra vez...

Con esta sí,
con esta no,
con esta señorita
me caso yo!

Embarassed

Yo me quiero casar con esta nena linda llamada Celestine... Embarassed

por **Celestine Arceneau** Dom Oct 30, 2011 6:13 pm

Cri cri… cri cri… cri cri…

Es el único sonido que se escucha mientras miro a aquel niño de cabellos rubios, es como si el grillo me estuviera llamando para que lo siga corriendo y tratando de atrapar, aún sabiendo que nunca lo lograría… pero mi atención está en alguien más ahora. En aquel niño un poco más grande que yo, que no deja de mirarme y que tiene esos ojitos de borreguito que enternece a cualquiera.

Inclino un poco mi cabeza a un lado cuando tras esperar unos segundos no recibo respuesta alguna de él. Talvez no me escuchó… mi saludo apenas fue un susurro, no acostumbro a acercarme a personas, ni siquiera a niños de mi edad. No sé hacerlo.

-Mmm… dije hola.-

Vuelvo a decir, esta vez en un susurro un poco más fuerte y con bastante timidez… y, a decir verdad, con algo de miedo a que por alguna razón este niño se moleste o algo parecido conmigo.

Cricri…. Cricri… cricri….

por **Néphtys/Freya Délvheen** Dom Nov 06, 2011 11:54 pm

Los pollitos dicen pío, pío, pío
cuando tienen hambre,
cuando tienen frío.

Nephtys sonrió débilmente y asintió, sí la había escuchado, pero no sabía qué decir o qué hacer, sus manitas jugueteaban una contra la otra y sonrió de nuevo, con mucho nerviosismo y lentamente, fue acercándose a la niña, pasito a pasito, como si fuera lo más difícil que hubiera hecho jamás.

- YholasoyNpehtys - dijo todo apresurado y le miró bajando la cabecita, sonrojándose.

Era mucho más hermosa que un bichito, mucho más linda y curiosa, eso le tenía de un ala, pero no sabía qué decirle o qué hacer... era más fácil con los bichitos.

Al final, tragó saliva y sacó fuerzas de flaqueza para mirarla y sonreírle a duras penas.

- Hola, soy Nepthys - dijo - mucho gusto...

Se quedó callado un buen rato, viendo sus ojitos hermosos y azules, sus cabellitos que eran tan lindos, nunca había visto a una belleza así. Su hermanita sí era preciosa, pero no de ese tipo de hermosura que adornaba a Celestine.

- ¿Quieres jugar? - se le ocurrió preguntar mientras tragaba saliva y bajaba de nuevo la cabecita.

A ver qué le decía la niña, porque él quería seguir a su lado.

por **Celestine Arceneau** Lun Nov 14, 2011 3:49 pm

Junto mis manos tras mi espalda con nerviosismo a medida que el niño de cabellos dorados se acerca lentamente. Es la primera vez que estoy con un niño, sin que estén mis padres vigilando y no estoy segura de qué hacer, así que solo puedo esperar a que el niño haga algo.

Lo primero que me dice… no lo entendí. Lo dijo demaciado rápido como para que pueda entenderle alguna palabra. Me lo quedo mirando, sin moverme, esperando a que él diga algo más o que repita lo que dijo para que pueda entenderle.

Hace lo segundo que dice… Nephtys, ese es su nombre y por sus acciones parece que está igual de nervioso que yo. Le devuelvo una debil sonrisa y hago una reverencia.

-Mucho gusto… Soy Celestine.-

La educación ante todo, eso es lo que me enseñaron y nunca paran de repetirmelo, por lo tanto, aunque no esté con mis padres ahora no tengo pensado ignorar esas costumbres de educación que me impusieron desde que tengo memoria.

-¿Jugar?-

Repito con inseguridad. Jugar con este niño sería maravilloso, pero… miro los alrededores buscando a mi madre, no la veo y doy un suspiro. Aún no ha vuelto, eso significa que tengo un tiempo más para disfrutar de esta bocanada de aire… y sin duda disfrutaré más de estos minutos de libertad si juego con este lindo niño. Asiento con la cabeza sonriendo débilmente.

-¿A qué jugamos?-

El grillo vuelve a cantar.

por **Néphtys/Freya Délvheen** Dom Ene 08, 2012 10:04 pm

Allá en la fuente había un chorrito
se hacía grandote, se hacía chiquito.
Estaba de mal humor,
pobre chorrito tenía calor.

No sabía qué decirle, pero oírla decir que sí, lo hizo sonreír y dio un saltito. Estaba emocionado, la niña más bonita de todas le había dicho que sí quería estar con él y pensó en tantos juegos que podían compartir, pero prefería hacerlo con su pasión: los bichos. Si a ella no le daban miedo, entonces sería la niña perfecta, la de sus sueños.

- Pues estaba atrapando una mariposa, ven, te enseño - tomó la red y la llevó con ella para enseñarle - mira, se toma así - le dijo con paciencia, como su papi le enseñara, tomándole la manita, enseñándola a sujetarla bien, a moverla y a usarla - y cuando la ves, saltas y pum, la haces como si fueran tus manos y la atrapas! - rió mirándola con alegría, era chiquitita como él, lo que le daba un sentimiento de protegerla y cuidarla - pero ten cuidado, que son muy escurridizas! ¡Prepárate, voy a espantar a unas!

Y corrió hacia el campo de flores para hacer que alzaran el vuelo y las llevaba a Celestine, gritándole que saltara y las atrapara, sin mucho éxito, para las risas de Nephtys que seguía persiguiendo a las mariposas hasta que pronto, eran dos niños corriendo sin sentido en pos de las mariposas escurridizas...

Nunca se había sentido así, compartiendo su pasión con alguien que lo entendiera, porque su hermana siempre andaba con su madre y cuando quería, jugaba y cuando no, le daba por quemar a sus bichos, lo que ponía a Nephtys muy triste, pero con esta nena, todo era genial, maravillosos porque ambos reían y se divertían mucho, como jamás le hubiera pasado a él.

Así fue durante minutos hasta que Nephtys, cansado y riendo, se echó boca arriba en el pasto y miró el cielo feliz... observando detenidamente las nubes. Sonreía feliz, buscando en las nubes figuras como su padre le enseñara en la noche, pero que en el día eran mucho más maravillosas por los tonos que los algodones del cielo tenían. Su padre le había comprado uno hacía tiempo y reía al pensar que pronto, le pediríá otro.

- Nunca había conocido a una niña tan bonita como tú, Celestine - volteó a mirarla y se sonrojó todo, era bien linda la chamaca, le gustaba mucho estar con ella, hacerla reír, verla feliz y quería conservarlo siempre, esa sensación, ese sentimiento... - quiero ser tu amigo... ¿Quieres tú?

Off rol: Sorry, mi USER andaba sin inspiración

por **Celestine Arceneau** Lun Ene 09, 2012 1:05 pm

Espero pacientemente a que me diga a que jugar. Yo no sé qué podemos hacer, para mi es la primera vez que juego con alguien que no sean los sirvientes de mi casa… más aún es la primera vez que juego con un niño… y aún más, es la primera vez que juego de verdad.

-¿Es así?-

Le pregunto agarrando la red como él me indica y me va explicando con paciencia, otra cosa nueva para mi. Al parecer hoy es un día en el que experimentaré cosas que jamás me pasaron ni hice.

¡Sin dudas son escurridizas!! Por más que salto no puedo atrapar ninguna!! Esto por una parte me frustra, pero gracias a que Nephtys me anima y alienta, no me doy por vencida y sigo saltando tratando de atraparlas. Corro junto con Nephtys tras las mariposas sin descansar, quien sabe por cuanto tiempo. Segundos, minutos u horas, no lo sé y no me importa, por mi podría seguir todo el día corriendo entre las flores jugando con Nephtys.

Por desgracias las energias se agotan y Nephtys es el primero en caer, tirandose sobre el césped y haciendome reír. Me acerco a él sonriendo feliz por primera vez en mucho tiempo. Me dice que soy bonita y siento como mis mejillas se ponen rozadas y bajo la mirada.

-Gra… gracias… También eres muy lindo Nephtys… me gustaría ser tu amiga-

El color de mis mejillas aumenta y llevo mis manos tras mi espalda avergonzada. Un tirón en la red me hace mirar y sonrío feliz, olvidando mi vergüenza anterior.

-¡Mira, mira! ¡la atrape! ¡atrape una! ¡mira!-

Grito feliz dando saltitos y mostrando la red, donde había una hermosa mariposa de alas amarillas como el sol… como los cabellos de Nephtys. De la alegría me acerco a él y le beso la mejilla para después seguir dando saltitos.

Off: Disculpa la tardanza.

por **Néphtys/Freya Délvheen** Dom Ene 15, 2012 10:33 am

Pinocho es un muñeco
muy guapo y de cartón,
se lava su carita
con agua y con jabón...

:evil: :evil: :evil: :evil:

Ni pienses que cantándome eso mamá, harás que me bañe!

*Huye en estampida*

La emoción fue intensa, sobre todo cuando ella le dijo que sí sería su amiga, Néphtys no supo qué hacer, dio una vuelta alrededor de la niña y luego rió feilz, nunca había estado más contento que ahora. No, mentía, era como cuando le habían dicho sus padres que ellos le adoptarían... o como cuando su padre le había enseñado a cazar bichos y le había dado una cajita para guardarlos. Así de feliz estaba. Así de alegre era su vida ahora.

Y mucho más cuando ella atrapó a una escurridiza mariposa, rió con ella y le aplaudió feliz, contento, orgulloso porque la niñita había aprendido con él, porque era el que le había enseñado y entonces pensó que su papá podría comprarle otra red para ir a cazar con Celestine toda clase de bichos, sí, qué divertido sería con ella a su lado.

- Sí, atrapaste una, ¡Qué bonita es! - se asomó a verla y se quedó perplejo cuando la niña le regaló un beso. Cierto era que su mami todas las noches lo besaba cuando despertaba ella y cuando él se iba a dormir. Incluso, en ocasiones, no dejaba de darle besitos y a él le gustaba mucho eso. May también le daba cariñitos y él era feliz correspondiéndoselos.

Sin embargo... no supo por qué, pero este beso le dejó rojas las mejillas, las manos sudorosas y no supo qué hacer. Bajó la cabecita y jugueteó con sus manos, para tragar saliva, alzar la carita para mirar a Celestine que daba brinquitos. Le gustaba mucho, muchísimo y quería jugar con ella todos los días. A todas horas. Parpadeó y tragó saliva, atreviéndose a hacerlo.

Detuvo a Celestine en su último brinquito y la abrazó fuerte, fuerte... la mariposa escapó, pero a él no le importó... sólo la estrechó entre sus brazos y acomodó su cabecita contra la de la niña, que era un poquito más bajita que él. No sabía por qué lo hacía, pero tenía la necesidad de demostrarle no con un beso, si no de otra forma, cómo se sentía. Su padre le había enseñado que, cuando no había palabras y los sentimientos eran muy profundos, un abrazo lo compensaba todo.

- Gracias... y perdona, pero quería hacerlo - no sabía por qué se disculpaba, pero le miró a los ojos sonriéndole ahora - ups, la mariposita se escapó, traviesa - gruñó tomando la red de manos de Celestine, pero luego, entrelazó su manita con la de la niña - Juntos, Celestine, vamos juntos a atrapar a esa traviesa - sí, no había nada más hermoso que jugar con esa niña. La llevó consigo para correr tras la mariposa y enseñarle que él podía hacerlo, podía atraparla para ella y no sólo esa, que meterían en una cajita, si no muchas... muchas más...

Porque con ella, Néphtys se sentía capaz de todo, se sentía grande como su papá...

por **Celestine Arceneau** Dom Feb 12, 2012 4:12 pm

¡¡Lo he logrado!!

¡¡Logré atrapar una mariposa por primera vez!!

Y es una mariposa hermosa con sus alas amarillas y brillantes que no deja de mover atrapada en la red. La felicidad que tengo es grande, no recuerdo haber estado tan feliz en mi vida. Tan feliz que no me di cuenta en que momento le di un beso a Néphtys y que él después de eso se quedo callado y quieto mientras yo sigo saltando y riendo feliz entre las flores y alrededor de Néphtys.

De golpe alguien la detiene en sus saltos y su sonrisa desaparece al pensar que podía ser su madre y mira a Néphtys con miedo antes de darse cuenta que era él y sonreirle, solo para después tensarse al recibir el abrazo. La está abrazando, un abrazo diferente a los que ella está acostumbrada, esos abrazos son mentira, no hay ningún sentimiento expresado en los abrazos que ella resibe…

En cambio este abrazo… es… es cálido como los rayos del radiante sol, expresa un sentimiento que yo no crei sentir alguna vez… cariño. Al darme cuenta de esto mis mejillas se tornan rosadas y mi cuerpo se relaja en aquel abrazo que no quiero que se termine, me gustaría quedarme entre los brazos de este niño que… solo conozco de hace unos minutos, ¿es posible querer a alguien en tan poco tiempo?

Finalmente Néphtys rompe este abrazo y me mira sonriendo. Le devuelvo la sonrisa, aunque no entiendo por que se disculpa, su abrazo no me molesto, al contrario, me gustó, y mucho.

-¡Sí! ¡vamos!-

Agarro fuerte su mano y corro con él tras aquella mariposa que se escapó, pero mi mente no está en esa mariposa… está en la sensación de su mano en la mía y recordando ese abrazo. De golpe me detengo.

-Néphtys.-

Lo llamo sin mirarle a los ojos, solo miro nuestras manos. Mis mejillas nuevamente están rosadas al pensar en lo que voy a hacer.

-Néphtys… yo.. yo..-

Me quedo callada y sin avisar me acerco a él y lo rodeo con mis brazos, abrazandolo, queriendo volver a sentir aquella calidez de antes, cuando él me abrazó.

por **Néphtys/Freya Délvheen** Jue Feb 16, 2012 6:19 pm

Tengo, tengo, tengo,
tú no tienes nada
tengo diez ovejas en una cabaña...

¿Y dan leche, papá?

¡¡¡Yo quiero, yo quiero!!!

Ya corría a toda velocidad, todo lo que los piecitos daban pero no los suyos, si no los de esa nena preciosa a quien tenía tomada de la mano al tiempo que iban persiguiendo a esa mariposa traviesa que se les escapó. Ah no, eso sí que no, tenía que alcanzarla y demostrarle a la niña quién era Néphtys. Que sonriera porque eso iluminaba todo su día, era feliz así, con ella a su lado sintiendo cosquillitas en el estómago que parecían mariposas aleteando y no entendía por qué. ¿Por qué con su hermana no era así? ¿Por qué con sus padres no se sentía igual? Era esta niña de rubios cabellos, cual princesa de cuento y él era el príncipe que la defendería y cuidaría por y para siempre.

Así se sentía Néphtys, poderoso, grande como su papá, enorme, sólo porque la niña reía a su lado, le robaba la razón y el corazón con su voz dulce, sus pasitos que le enternecían y le incitaban a cuidarlos y mimarla toda, todita, le daría todos los vasos de leche que su vaca "Vacota" creara para él. No importaba si no volvía a beber leche nunca más, no si ella seguía siendo tan feliz y alegre como ahora. Porque eso hacía que el cambiaformas se sintiera también muy contento, sabiendo que nada malo podría pasarle si ella estaba a su lado.

Sería el niño más dichoso de todos si... y ella se detuvo, Néphtys volteó de inmediato a saber por qué lo hacía, qué le había pasado, ¿Le dolía la pancita? ¿Un piecito? ¿La cabeza? Qué feo se sentía mirarla y que ella no dijera nada, ¿Qué tenía? Un nudo se posicionó en su garganta y no supo qué decir, qué hacer. Aunque de pronto, todo cambió y se tornó... raro... porque ella le abrazaba como él había hecho y le saca un suspiro del corazón.

Parpadeó al tiempo que sus bracitos rodeaban el pequeño cuerpecito de la nena, suspiró besándole la frente como su papi lo hace todas las noches apretándola contra él. La meció sin saber por qué lo hacía, pero él se sentía feliz cuando su mami hacía lo mismo. Él mismo se movía en sincronía cerrando los ojitos. Su calor era tan dulce, tan maravilloso... era como May, pero... diferente.

Era como sus bichos, pero... mucho mejor... Como que su mami y su papi los abracen a May y a él en ese círculo que tanto le gustaba, donde podía abrir los ojitos y verlos a todos y saber que había alguien que lo quiere. Muchas personas, porque ya eran tres... Papi, Mami y May. Y ahora esta niña que tanto le movía el corazón. Celestine, un nombre tan bonito como la niña misma que lo portaba. Celestine, su nueva amiguita aunque Néphtys no se ciega. Ha querido a mucha gente a lo largo de su vida con sus papis, pero nadie le hizo sentir como ella.

Celestine... la niña más adorable de todas... y a quien él quería ahora...

por **Celestine Arceneau** Dom Mar 04, 2012 1:30 pm

Tengo miedo, tengo miedo de que… miedo a… a que me rechace. Temor a que el abrazo que le estoy dando no le agrade, no lo quiera. Miedo a que me empuje y me aparte de él y me grite que no quiere un abrazo y que ya no quiere que esté a su lado. Mi corazón late tan rápido que siento que se me va a salir del pecho debido al temor que mi cuerpo, mi ser siente. Los segundo pasan lento y me parece una eternidad mientras espero que me empuje… pero… eso no pasa… me llevo una gran sorpresa al sentir sus bracitos rodearme y estrecharme a él. Abro mis ojos para mirarlo y asegurarme que lo que pasa es la realidad.

Me da un besito en la frente que no me esperaba, pero que me tranquiliza. Sin darme cuenta, me muevo en sincronía con él cuando comienza a mecerme sin dejar de abrazarme. Se siente cálido. Como el calor de la chimenea de la sala los días de invierno llenos de nieve, como el calor de la mantas de mi cama que las sirvientes calientan antes de que vaya a dormir… pero al mismo tiempo es diferente. Es un calor diferente que me hace sentir cosquillitas en mi pancita, como si mariposas y mariquitas estuvieran batiendo sus alas dentro mio, pero no me molesta. Que sigan batiendo sus alitas sin detenerse.

Lo estrecho contra mí, cierro los ojos y suspiro con mi cabeza apoyada en su hombro. Podría quedarme así por siempre y no me cansaría. Su compañía, sus bracitos rodeándome me hacen sentir segura. Como si nada malo me pudiera pasar. Es un caballero de brillante armadura que con su brillo hace que los monstruos a mí alrededor desaparezcan y no regresen nunca más.

Suspiro de nuevo llena de tranquilidad y felicidad. Es posible querer a alguien cuando apenas lo conoces?? Si, eso es lo que siento. Quiero a Néphtys aunque solo lo conozco de hace unos minutos. Pero lo quiero y quiero quedarme a su lado, jugar todo el día y todos los días.

Plumas… tres plumas… una blanca como la nieve, otra negra como la noche y la otra amarilla, amarilla como el sol, amarilla como los cabellos de Néphtys caen a nuestro alrededor. La negra cae sola detrás de Néphtys y la blanca y la amarilla caen juntas a un lado nuestro. Estas dos plumas brillan y cuando el brillo se apaga han desparecido y en su lugar lentamente, como en cámara lenta, desde el suelo una ramita empieza a emerger. Lentamente crece, crece a nuestro lado, una ramita pequeña que se bifurca y de esas dos ramitas que se crearon empiezan a crecer pequeños capullos verdes, que aumentan de tamaño y cambian de color. De un color verde cambian a un hermoso color azul como el cielo. Y entonces los capullitos se abren revelando las pequeñas flores en las que se convirtieron y como todas juntas arman una figura que todos conocen, un corazón. Esta ramita con flores brilla levemente y la pluma negra desaparece en una silenciosa explosion.

Spoiler:

Yo no me doy cuenta de lo que paso porque he mantenido mis ojos cerrados, pero si he sentido esa corriente de energía que siempre siento cuando están por pasar las cosas raras que hacen enojar a mi madre. Pero por primera vez no tengo miedo de que eso pase.

por **Néphtys/Freya Délvheen** Jue Mar 08, 2012 7:48 pm

Mambrú se fue a la guerra,
qué dolor, qué dolor, qué pena
Mambrú se fue a la guerra
y no sé cuándo vendrá.

Mamá, qué feo nombre... Crying or Very sad

"Mambrú"

Sus papás no lo querían, ¿Verdad?

Laughing

Era su cuerpecito tan dulce que estremecía hasta la fibra más sensible del pequeño. No había nada que se comparara con tenerla entre sus brazos, ni siquiera la leche, aunque los bichos se le acercaban, claro. Era tan tierna su forma de ser, que le encariñaba y le daban ganas de protegerla, cuidarla, ser grande y que nada le pasara. Evitarlo. Chasqueó la lengua para besar su frente y seguir con la nana cuando una pequeña hoja cayó a su lado y luego otra junto a ésta. Sorprendido, observó cómo la magia fue dándose y rió feliz.

Era más que impresionante que ella fuera como su hermana May, que no fuera una niña común y corriente, aparte de hermosa, mágica. Todo lo que podrían hacer juntos, no sólo atrapar bichos si no también tener aventuras, ir a tomar un vaso de leche, comer caramelos, ir de la manita por la casa riendo y escondiéndose mientras papá los buscaba. Tantas cosas que podría hacer con ella, porque no se espantaría por verlo cambiar de forma, ella no. Si a ella le gustaba hacer magia, entonces no había nadie que lo entendiera mejor que Celestine fuera de su familia.

La abrazó con más fuerza riendo, para luego tomar sus manos, tensarlas y empezar a dar pasitos en círculos, para hacer un tipo rehilete con ella, entre risas felices, intentando no pisar la flor, ese hermoso brillo mágico iluminó su corazón que tenía miedo de que no le quisiera por su condición de cambiaformas. Era feliz, de verdad que sí con ella, riendo a carcajadas en tanto seguían dando vueltas unidos por las manos, caminando de lado haciendo un círculo... mareándose un poco, hasta caer ambos en el piso, afortunadamente lejos de la plantita.

- Eras bruja - dijo feliz mientras se apoyaba en un codo mirándola cuando por fin se le pasó el mareo - qué bien, yo soy un cambiaformas - no dudó en decirlo, era una niña como él, quizá mucho más versada por el tipo de magia que hacía - me transformo en gato, pero no aquí porque pueden verme. ¿A que es genial?

A él le parecía porque no creía su suerte de encontrar a una niña tan hermosa y al mismo tiempo que fuera una sobrenatural como él y sus papás. No había nada mejor que eso. Absolutamente nada. Ni siquiera los bichos. Y eso era decir demasiado.

por **Celestine Arceneau** Dom Mayo 06, 2012 12:43 pm

Estoy en verdad muy cómoda abrazando a este niño de cabellos dorados y también siendo abrazada por él. Su cuerpo es tan tibio y suave que me dan ganas de no soltarlo nunca y quedarme así para siempre. Pero es él el que rompe el abrazo tomándome las manos y haciéndome girar con él. Su risa es contagiosa y me empiezo a reír aunque no sé por qué. Entonces nos soltamos y caemos de espaldas al césped entre risas y un poco mareados.

Es muy divertido estar con este niño, no es que haya estado con otros niños antes, pero estoy segura que no me divertiría como lo hago con él. Su sonrisa y risa son contagiosas para mí e iluminan mi día más que el sol.

-Eras una bruja…-

Esas palabras hacen que mi risa se apague y deje de sonreír. ¿Cómo se dio?... Me siento en el césped rápidamente y miro alrededor, detectando aquella flor que apareció de la nada y que todavía brilla levemente.

-Yo… yo… lo siento… perdona… no quise… yo no quería que… no quería hacer eso…-

Me disculpo rápidamente, no sé que decir… y no entiendo como sucedió eso. No me gusta hacer esas cosas raras. Lo miro y veo que no se ha asustado ni enojado… pero mis padres muchas veces actúan que no les molestó y después me regañan… ¿si él hace lo mismo? ¿y que es un cambia formas??

Tengo miedo. Por primera vez tengo un amigo y yo tengo que arruinarlo haciendo esas cosas extrañas. Sin darme cuenta mi cuerpo empezó a temblar y mis ojos se llenan de lágrimas.

-¡¡Perdón!!-

Grito y me pongo de pie rápidamente y salgo corriendo a esconderme detrás de algún árbol del parque con mis lágrimas bajando por mis mejillas.

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