Pecados y Fantasías || Privado +18 – Nephtys

por **Gabriel Cavalho** Vie Ago 07, 2015 10:42 pm

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El trabajo duro es aquel que no podemos mostrar al mundo, aunque sea perfecto no podrían comprenderlo…

Luego de una semana aproximadamente, aquel gitano había pasado tiempo encerrado en su taller de arte buscando la forma de emular a aquella diosa; primero fueron los oleos, los colores no tomaban vida propia sobre el lienzo que parecía no hacerle justicia. Enfurecido los arrojaba al suelo o a la abrazo del fuego de aquella pequeña chimenea, para seguir con otros pero todos terminaban iguales. Cansado de aquello busco otra forma de poder tener a su musa, quizás con algún dibujo a carboncillo. De día era el desastre andante, había dejado de salir a vender sus pinturas, la barba le quedaba algo más expuesta, era un desastre de ser que vivía por las noches atormentado en sueños. La musa se le aparecía en sus sueños extasiándolo dejándolo con una gran erección para luego irse dando paso al despertar dulce y doloroso que terminaba con las sabanas manchadas y una violación propia.

Cansado estaba ya de no encontrar la forma de retratarla, hasta que la mirada de su pequeña gatita que iba y venía en su casa, porque ya era de ella también aquel pedazo de lugar, la observó cómo lo miraba tan quieta sin pestañear y fue ahí que tuvo una epifanía sobre lo que debía hacer –Nepthys, realmente eres de la suerte, parece ser que hablaras y todo, Ah como quisiera que pudieras decirme las cosas para así no perder tiempo, ya sé cómo retratar a aquella musa que me roba el sueño mi gatita, espérame aquí– sonoro beso en su pequeño hocico y la deja sobre la cama corriendo por el lugar, baja las escaleras de aquel arrendamiento que posee y va por las calles a toda prisa. Al cabo de unas cuantas horas regresa acompañado de un joven robusto que le ayuda a cargar un enorme bloque de mármol. Deja las últimas monedas al joven alzando los hombros –Tranquila pequeña, mañana saldré a trabajar, venderé los otros cuadros y esculturas pequeñas que he hecho, mientras hoy solo trabajaré en esta– sus dedos acarician el material sonriendo, aspira el aroma para sentir un tirón en su entrepierna, regresa la mirada a su mascota sonrojándose de la verguenza –Creerás que soy un pervertido pero solo de pensar en que aquí nacerá ella me hacer hervir la sangre, solo quisiera volver a verla para grabar aún mejor sus detalles, sus ojos, sus labios, sus manos– Suspira dándole la espalda a la gatita buscando así sus herramientas, aquellos cinceles que ahora serán por horas parte de sus dedos, regresa al mármol tocándolo con los dedos temblorosos, se frota contra esta emulando en su pensamientos a su Proserpina, a su musa egipcia.

por **Nephthys** Miér Ago 26, 2015 10:20 pm

Miro desde sentada en mis patas traseras a Gabriel ir de aquí a allá, maulló un par de veces pero ni así me presta tantitita atención, suspiraría pero solo sale otro maullido cansado e incluso algo ronco. Mi gitano resulto algo empeñado, lleva una semana con lo mismo. Hay retratos míos por todo su taller, apenas y a salido por comida y cuando lo ha hecho a sido para obtener materiales o colores o pasteles, carbón o algún marco para continuar y e sentido la arrogante necesidad de transformarme y cumplir las demandas de su cuerpo, lo que comenzamos en la laguna y no pudimos terminar pero ahora no puedo ya que mi estado de celo es latente y si no quiero que se espante ante mis peculiares gustos debo mantenerme… dejo mis posaderas y meneo la colita a cada paso que doy con mis patitas peludas. Hay retratos a carbón en el piso, de mi rostro, de mis manos, de mi cuerpo desnudo, hay uno que me gusta en peculiar, es de mi vientre hacia arriba, fue de los primeros que hizo pero aunque a mi me gusta al parecer a él no porque no lo termino, sus labios y ojos, el movimiento de sus manos y dedos al trazar ¡mis dioses! Es hipnótico, es como un dios dando vida a una nueva de sus creaciones. Mis caderas gatunas continúan moviéndose hasta que los lienzos a medio terminar, a estado tan absorto y desesperado con encontrar los colores exactos…

… me preocupa ya que se ve agotado totalmente trastornado, no parece Gabriel, no parece mi gitanito.

Miro a los ojos a mi gitano, el me devuelve la mirada y me quedo quietecita ronroneando al mirarlo, se que le estoy haciendo un mal al dejarlo caliente entre sueños, al tocarlo y tocarme un poco, se que no es decente dejarlo todo excitado hasta el punto de que él mismo tenga que proporcionarse satisfacción y placer en solitario. Gabriel me mira y parece tener una epifanía como si acabara de comprender o descubrir o tener una gran idea. Sale corriendo dejándome sola por varios minutos, puede que algunas horas. Deambulo entre el estudio, me subo a la cama y amaso dando vueltecitas recostándome hasta esperar que regrese y en cuento le escucho llegar brinco de la cama para ver que viene acompañado de alguien mas con un bloque de algún material pesado ¿Qué ara ahora? ¿Para que querrá eso? Meneo y meneo la colita mientras me quedo sentada cerca admirando como acaricia haciéndome sentir un poco celosa de la atención que le presta ¿Qué tanto tiene de especial? ¿Qué tiene pensado hacer? Muevo la cabeza sin entender a que se refiere con eso de que “Ella nacerá” … MIAUUUU…. ¿ELLA? ¡¿QUIÉN ES “ELLA”?! y siento como se me eriza el pelaje del los celos que me están llenando… a mi me hace hervir la sangre de pensar quien es “Esa” porque… … estoy a punto de transformarme y demostrar que yo soy mucho mas mujer que cualquier otra… aunque termine violando a mi querido gitano.

Miro a Gabriel demasiado entusiasmado, trabaja con una pación que me hace ponerme caliente de solo verlo con aquel ardor. Sus manos se mueve y sus brazos se tensan al cincelar el material duro… los minutos pasan y poco a poco aquel enorme bloque comienza a tomar la forma de una mujer a la que odio sin saber quien es.

por **Gabriel Cavalho** Lun Sep 07, 2015 11:11 pm

Aun cuando no podemos ver lo que vemos no significa que no esté ahí, simplemente nuestros ojos no están acostumbrados a la luz de la perfección…

Sus ojos se cerraban imaginando las formas de aquellas curvas que había visualizado por unos segundos; sus dedos rozan el mármol fresco van subiendo lentamente por los pequeños detalles de los muslos, moja su mano frotándola nuevamente sobre la tersa y dura pero fría piel amoldándola en la textura que buscaba, va tomando forma su deseo reprimido. Unos cincelados más y ya tiene la cadera. Las horas van pasando y aquella figura va tomando cada vez más y más la forma de su diosa. Los pechos los sume apretujándolos entre los dedos deseando que sea la carne trémula de su musa.

Deja el trabajo sentándose en la cama, observa su obra de arte, el dios y la diosa, suspira con una sonrisa boba en el rostro justo cuando un maullido entre gruñido lo distrae; es su pequeña mascota a la que le rasca la cabecita con una risita mientras le deja un pedazo de pan sobre las cobijas de su catre –Tranquila me pequeña Nepthys, esta obra será única y la tendré aquí porque, te diré un secreto, esta obra es solo para mí, es mi musa aquella me dio la idea de ponerte el nombre, esa diosa cuyo cuerpo se asemeja al terso mármol– se pone de pie acercándose a la escultura con sus dedos acariciando aquellos muslos siendo aprisionados por aquel dios que la está raptando. Su excitación es evidente, el abultamiento de su miembro queda latente contra sus pantalones –Es hermosa, tan bella al ser raptada por Plutón, ella es mi Proserpina mi diosa encarnada que huye de su captor a mis brazos para que la posea en la libertad– suspira acercándose más a aquel cuerpo inerte, su rostro se posa entre aquellos muslos y sin darse cuenta su erección se frota con fuerza insistente contra el pie de ella.

Los gemidos de placer se van haciendo más fuertes, al tomar las caderas de la escultura empujando más fuerte contra ella, se ha olvidado de todo, el lugar le parece otro, como si estuviera en otra dimensión, en su cabeza pasaban líricamente los campos elíseos; acerca sus labios al cuello que sujetará aquel rostro jovial, va bajando para besar aquellos senos aunque firmes y duros no son tan suaves como los que él imagina, su excitación es tanta que no se contiene y sujeta con fuerza aquel trasero frío dejándose llevar por el éxtasis del orgasmo. Cae al suelo rendido observando a la mujer y parte de los pies del Dios –No, no debe ser él, debo ser yo quien la rapta para hacerla mía, no lo haré a él solo a mi bella Proserpina a mi musa, a mi Nepthys esa diosa antigua y profana–

Al levantarse observa al pequeño animal mirándole con ojos abiertos –Mierdas, rayos y centellas, Nep esto no es lo que parece…lo bueno es que eres una pequeña gatita que no entiende lo que acaba de pasar, pero no negaré que me da vergüenza contigo porque tienes su nombre– su pantalón lleva una mancha en la entrepierna acercándose a rascar las orejitas de la gatita. Le sonríe ocultando su vergüenza, sobre todo que nuevamente está excitado pensando en el rostro de la mujer que debe terminar sobre la escultura –Debo hacer su rostro para besarlo y acariciarlo, sé que te prometí vender mis obras nuevamente pero, te juro mi gatita que termino solo a Proserpina, a mi musa y me iré a vender los cuadros, aunque me lleve toda la noche y madrugada lo haré, solo déjame terminarla, al dios no me importa no lo haré porque no quiero que toque a mi musa, solo la haré a ella sobre una cama de mármol tan bella como la musa– se arrodilla frente al animalito suplicándole que le maúlle en señal de aprobación a su petición.

por **Nephthys** Vie Dic 25, 2015 10:26 pm

Si tuviera mi figura humana mi pecho subiría y bajaría con fuerza y rapidez, él se sienta a mi lado y ambos observamos la obra de arte que acabada de cincelar… me siento sorprendida, demasiado anonadada, algo acaba de pasar y no se como reaccionar. ” esta obra es solo para mí… … es mi musa… … esa diosa cuyo cuerpo se asemeja al terso mármol” las palabras de Gabriel salen cual magia en el aire. No puedo apartar la mirada… “Ella” la chica que he querido acecinar desde que mi gitano comenzó a tallar he sido yo, soy yo, siempre fui yo.

La toca como si fuera real, como si me tocara a mi, las manos se tensan, aprieta acariciando con deseo, las palabras son extrañas, casi irreales, pero es un artista, mi amado gitano es un artista que siente con el alma y crea con sus manos, desea … desea… poseerme con libertad. Estoy excitada muy excitada, necesito tocarme, necesito tocarlo, perderé en cualquier momento el control y contengo la respiración al verlo. Los gemidos de placer se van haciendo más fuertes, y toma las caderas de la escultura empujando más fuerte contra ella, se ha olvidado de mi, solo existe mi cuerpo humano y su deseo. La esta besando… por Ra, por Orus, o mis señores de los desiertos, denme serenidad o esto acabara en desastre. Me mantengo atenta mirando como se toca, lo duro que esta, las venas se marcan, su mano sube y baja y la toca. ¡NO! A ella no, a mi, a la verdadera Nephthys.

Maldice y esta tan equivocado, comprendo mucho mas de lo que cree lo que acaba de suceder. Toca mis orejas y ya no puedo más, no maulló, no me muevo solo lo miro con anhelo contenido desesperación, aparto la cabeza de su mano y salgo huyendo por uno de los pequeños huecos, me sigue pronunciando mi nombre pero no tardo mas de algunos minutos antes de entrar nuevamente por el lado contrario, por una de las ventanas.

Mi cuerpo cambia poco a poco dejando todo aquel pelo, sin bigotes ni patas agiles, mi cuerpo queda desnudo por completo, el largo cabello rojo calleándome por la espalda, el frio es visible en mi cuerpo, en mis pechos… le escacho llamarme, me acerco a él ~Ella no regresara…~ el asombro es palpable ~Es hora de que hagamos algo con esto~ toco su entrepierna gimiendo, muerdo mis labios temblando ~Gabriel… te necesito~ tomo su manos llevándola a mis muslos, húmedos, estoy lista, le jalo de cuello alejándolo de la entrada. Beso sus labios, mordiedolo para que abra la boca y profano con mi lengua frotando mi cuerpo ~Tocame~ demando rompiendo el contacto antes de desgarrar su camisa deslizando mis de regreso mis manos por su pecho.

Acabo de hacer una tontería, estoy en celo, si él no me toma, lo terminare forzando. Necesito que me folle, duro, fuerte, rápido, necesito que me coja como nunca se ha follado a una mujer… necesito llevarle al límite.

por **Gabriel Cavalho** Jue Ene 07, 2016 11:49 pm

La irrealidad estaba haciendo real, poco a poco el sueño erótico de un arte viviente que pudiera llevar a quien lo mire a una excitación que es más allla de la norma y sana ahora tomaba el cuerpo humano uno al que tan deseaba emular aquel cuyos ojos no podían creer lo que veían, sus manos palpaban la redondez de sus pechos, lo duro de sus pezones toándolo entre sus dedos para asegurarse que era carne suave y no el frío mármol, su lengua bajó recorriendo el cuello de su musa, lamía en formas sensuales hasta donde los pechos se unen, sus manos tomaron aquellas hermosas frutas suaves sujetándolas suavemente dejando que el aroma de la piel fuera real. Y lo era.

Se alejó de aquel cuerpo con la dureza de su entrepierna palpitando de dolor, aun sigue sin creer y sus ojos atónitos lo muestran, la voz de su musa lo seduce como si fuera una sirena y él maldito marino que con gusto se enredará en sus brazos hasta hundirse en la muerte. La toma de las caderas llevándola hasta aquella cama pequeña, la besa con pasión desenfrenada subiendo y bajando aquellas manos por el cuerpo de su real y no imaginaría afrodita; abre las piernas de la mujer observando cada detalle, cada parte de su fresca anatomía, incluso aquel sexo humedecido que lo llama e invita a que pruebe de él, pero sus dedos se detienen. La mira respirando con dificultad y es entonces que la sonrisa de satisfacción y deseo aparece en el rostro de él, sus manos suben por los muslos de ella hasta la cadera atrayéndola a que roce su sexo contra su pantalón, en especial contra aquel bulto que gritaba con salir y enterrarse en ella. Se frota contra ella viéndola respirar, viéndola agitada.

–Ne.Necesito esto Nephthys – comienza aquellos movimientos eróticos de la unión sexual, frotándola contra su pantalón sin perderse cada detalle de ella –Quiero ver tu rostro cuando llegues al orgasmo Nephthys, quiero poder recrearlo solo para mí, porque no sé cuándo te veré y si esto es o no un sueño, si lo es, quiero que dure un largo tiempo hasta que mis pupilas puedan grabar cada centímetro de tu piel– jadea recorriendo con sus manos la cintura de ella hasta llegar a los senos, los cuales trata con suavidad tirando de los pezones uno a uno, la diestra sube hasta los labios de ella, el índice roza el labio inferior abriéndolo, sus dedos comienzan a tocar más aquellos labios y los dientes buscando con desesperación la lengua –Correte para mi, mi musa, mi diosa, solo para mí, déjame oír tus gritos y cantos, explota en mis pantalones tanto que quede solo tu aroma– frenéticamente comienza a mover más sus caderas contra ella sin dejar de verla.

El éxtasis y le placer que le provoca aquella mujer le hace olvidar de su propia realidad y por ello recrea su mente que todo es un sueño, un sueño del cual no quiere despertar y en el cual podría hacer de todo lo que le plazca sin considerarse un pervertido.

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