PECADOS Y FANTASÍAS || PRIVADO +18 – NEPHTYS

por **Nephthys** Vie Dic 02, 2016 10:34 pm

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Mi cuerpo queda desnudo por completo, el largo cabello rojo calleándome por la espalda, el frio es visible en mi cuerpo, en mis pechos… le escacho llamarme, me acerco a él
~Ella no regresara…~ el asombro es palpable ~Es hora de que hagamos algo con esto~ toco su entrepierna gimiendo, muerdo mis labios temblando ~Gabriel… te necesito~ tomo su manos llevándola a mis muslos, húmedos, estoy lista, le jalo de cuello alejándolo de la entrada. Beso sus labios, mordiedolo para que abra la boca y profano con mi lengua frotando mi cuerpo ~Tocame… mas…mas…~ demando rompiendo el contacto antes de desgarrar su camisa deslizando mis de regreso mis manos por su pecho.

Acabo de hacer una tontería, estoy en celo, si él no me toma, lo terminare forzando. Necesito que me folle, duro, fuerte, rápido, necesito que me coja como nunca se ha follado a una mujer… necesito llevarle al límite.

Atrayéndome más cerca con la mano en mi nuca, se inclinó y tomó mi boca con la de él. El simple contacto me sacudió. Desde el primer toque, sentí lo entregados que eran sus labios, abriéndose en bienvenida. Solté un gritó contra él, y sus palmas trazaron mis pecho, mis dedos se unieron en su cabello mientras él se movía frenéticamente comienza a mover más sus caderas contra mi sin dejar de verme, adornándome con una diosa, como una divinidad cual mi nombre hacia honor, pero yo era todo menos todas las cosas hermosas que él decía en este momento. Él deslizó la lengua en mi boca y yo le di la bienvenida con la mia, con suaves y pícaros lametazos que lo hicieron inhalar bruscamente hasta gruñir contra mi. Su manos me tomaban y restregaban con mas fuerzas mientras profundizaba el beso y yo gemía dulcemente en aprobación, relajándose contra él. Le daría lo que me estaba pidiendo con tanta desesperació, ahora ansiaba un orgasmo tan desesperadamente como lo ansiaba obtener Gabriel de mi. ~Gabriel… … ah ah… ah Te necesito dentro de mí~ mas… mas y mas y solo un poco mas y… ~¡¡¡Gabrieaaaaahhhhhh!!!~ grite a la noche mientras el profundo nudo de lujuria se desataba desde mi interior. Mientras comenzaba a correrme me puse tensa, en total abandono, me arque bajo él, extendiendo mis rodillas y balanceó las caderas pidiendo más, lo agarre del cabello y el hombro, onduló mis caderas, frotando su carne contra la tela rugosa y molesta de su pantalón.

Escuche un gruñido, creyendo que era mío pero era de Gabriel, él gruñía contra mi, despertando mi naturaleza salvaje. Aun con los estragos de mi orgasmo picando en toda la piel me puse de rodillas y con rudeza desgarre lo pantalones de él, admirando su cuerpo semidesnudo. Por primera vez en mi vida comprendí la visión de Gabriel sobre el arte y lo efímero, lo hermosa que podía llegar a ser un hombre desnudo ante mi sin sexo, pero ya habían mas noches ahora no era momento. ~Gabriel~ susurre deshaciéndome del resto de su ropa, colocándolo de espalda a la cama y subiéndome a ahorcajadas sobre su cadera dejando que el tomara la iniciativa de zambullirse entre mis piernas.

por **Gabriel Cavalho** Miér Dic 07, 2016 11:25 pm

El aroma del placer que le ha entrado su musa, su diosa es tan único que desea grabarlo aún más pero esta vez ya no en sus ojos si no con sus manos, con su cuerpo sobre el lienzo fino que era el cuerpo de la mujer que tenía con él. El rostro en tonos rojizos que contrasta con aquella piel olivácea que se perlaba con el sudor y se impregna con un aroma dulce y embriagador que solo incitaba al gitano a probar aquellos manjares.

Sus manos acariciaban completamente la piel expuesta, su boca comenzó a devorar por completo aquellos senos hambriento estaba del deseo pues sus ojos no dejaban de admirar cada rincón de aquella piel, incluso cuando ella le retiró la ropa, observarla haciendo ello lo excito hasta el punto de sentir dolor en sus partes bajas por el deseo desenterrarse de lleno en el cuerpo de la mujer. Tomó su nuca besándola desesperadamente, se perdió en el beso hasta que el aire les falto y comenzó a separarse mirándola jadea sobre él; sus manos se posaron sobre las caderas de ella rozando sus intimidades, sentía su humedad empapándolo y llenándolo de un deseo bestial –Nep, Nephtys– la agarra con fuerza de la piel.

Deseoso de poseerla la mira a los ojos volteándola dejándola sobre la cama a ella y él entre sus piernas con la punta de su miembro amenazando con adentrarse en aquella cueva de placeres, besa el cuello de su musa, se desliza besándola completamente lamiendo su piel sin dejar lugar alguno al cua, besa el cuello de su musa, se desliza besándola completamente lamiendo su piel sin dejar lugar alguno al cual besar, desciende por su cuello hasta sus hombros bajando por cada una de sus manos tomándose el tiempo de sentirla y poder verla toda extasiada, sus dedos los atiende uno a uno mordiéndolos levemente, los deja a un lado para lanzarse a su vientre, sus manos acarician los muslos de ella abriéndose paso a su intimidad mientras él desciende a besar sus piernas, sus talones los toma besándolos hasta sus dedos los cuales muerde también y asciende hasta su sexo el cual da una rápida lamida a aquel botón expuesto.

El sabor salado que se impregna en su palada lo vuelve locos, sus manos acarician cada rincón de su cuerpo, necesitaba recrearlo y poder hacerla para él, solo para él. La miró jadeante al igual que él, gruñó tomando sus piernas abriéndolas un poco admirando su humedecido sexo, su miembro palpitaba y con ese deseó se adentró en ella, penetró el cuerpo de su musa completamente en una sola embestida soltando el aire de sus pulmones, sin moverse sintiendo esa sensación de placer que sentía en el interior de ella –Oh Nephtys, incluso esto quiero poder llegar a esculpir, como tu interior se amolda a mi, DIOS NEPHTYS– grita moviendo sus caderas contra ella. Entra y sale a un ritmo lento con pequeños movimientos circulares. Embestía por completo y en otras solo era suaves empujes, se retiró completamente de ella viendo su miembro lleno de su musa tocando aquella humedad para volver a embestirla mientras frotaba aquel manjar en los senos de ella para chuparlos con un deseo devorador.

Solo podía oir su voz y sus gemidos, aquella noche, sea sueño o no, no la dejaría irse hasta que terminara con ella, hasta que su cuerpo se quedara grabado en sus manos para terminar aquello que tanto deseaba, a su propia diosa.

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