[Libre]O.O No toques eso!! {Libre}

Para!!!!!!!!!!! joooooooooo por que corres tanto, pff ahora no se donde estas. En fin...será mejor que te busque señor mono. En algun lado te habrás metido. Espero que no estes robando a nadie. Ya sabes que en el campamento NO se puede robar a otros gitanos. Pero claaaro a ti eso te da igual. Sin verguenza. Mono malo. Uff Haber debajo de este carro...no, O.O o no o no o no

para para para. Me acerco despacio poquito a poco hacia el señor mono alargo mis brazos para cogerlo pero en ese momento tira la jarra al suelo. Y se escucha como el cristal se rompe en mil pedazos. Ahogo un grito y cojo al señor mono entre mis brazos.

-¿Estas contento? ya lo conseguiste será mejor que salgamos corriendo de aqui mono malo.

Bufo y veo a alguien salir del carromato O.O o no, comienzo a retroceder poco a poco poco a poco . Que no me vea que no me vea. Me ha visto.

-Esto....fue un gato que pasó...si eso. Y ibamos a espantarlo pero llegamos tarde y lo tiró. se fue por ahi.

Sonrio con cara de niña buena sin soltar al mono en ningun momento y doy otro paso hacia atrás poco a poco no quiero que me pille jooooo. que fue sin querer es que esa jarra parecia de un emplumado pff normal que hubiese querido romperla y quien no.

El no debía estar ahí, pero de todos modos estaba, no era que le gustara los adivinos de los gitanos, tampoco les desagradaban, pero eran tan misteriosos que al menos una vez por semana iba a verlos para comprar hierbas para su baño o para su te de las tardes, adoraba sentir la libertad y el humo en su rostro. Había salido de la carreta de uno de aquellos gitanos, quien le había vendido lo que necesitaba, esta había salido por unos minutos para buscar unas cosas, dejando al conde –aunque nadie sabía en realidad quien era- en su carreta. Estaba tranquilo oliendo los aromas mezclados del polvo y hierbas, eso le provoco bienestar de una manera que cerro los ojos para sentirse a gusto, pero un extraño ruido lo saco del trance, se levanto asustado, casi se dormía, salió de la carreta con una capa negra con capucha, le cubria sus pantalones negros de cuero y sus botas hasta las rodillas del mismo color, tenía una camisa blanca con bordados en el cuello, que sobresalían de esta. Vio a una niña rubia junto con un hermoso monito que prácticamente se miraba en sus ojos lo travieso que era, rio ante aquella tonta escusa.

-Tranquila pequeña- dijo sonriéndole con ternura-mejor dicho aquel ruido me hizo ponerme alerta, eso fue bueno- le acaricio sus cabellos dorados, mientras trataba de tranquilizarla.

En eso llego el dueño de la carreta quien si estaba molesto por aquello que había hecho la mascota de la chica y mucho más por molestar a su honorable invitado, rápidamente Valentín lo tranquilizo con una paga mayor para los gastos y estragos de esos dos.

Después quedaron nuevamente solos- ¿dime como se llama tu mascota?- pregunto acariciando al mono con ternura, volvió a ver a la joven sonriéndole-disculpa…No me he presentado- se incorporo realizando una leve reverencia ante la señorita-Mi nombre es Valentin, Mucho gusto mi hermosa…Flor Silvestre-

El hombre se acercó…uh…parece un emplumado. Uhhh…se va a enfadar mucho lo estoy viendo venir. Uh…que mal. A que sube la mano. Cierro los ojos con fuerza y preparo mi pierna para darle una patada en la espinilla. Pero no ahí golpe. Huy que me está haciendo en la cabeza? Andaaa si me está acariciando. Pero yo no soy un perro para que me acaricie jus. Bueno da igual. Tu sonríe y a lo mejor se olvida de que he roto el…

O.O Señor mono mira. Ese gitano…ese si es el hombre de esta carreta el dueño de lo que has roto. Uhhh nos la vamos…no…me la voy a cargar. Si eso si. El gitano empezó a gritar y volví a cerrar los ojos. Pero el emplumado le dio dinero y el gitano se cayó y se fue dentro. Uffffffff…abrí los ojos repirando más tranquila. Menos mal, menos mal. Crei que me la cargaba.

¿Mascota? Ah El señor mono. Así llamaban los emplumados a los animales de compañía. Pero esque el Señor mono no era mi “mascota” era mi socio y mi amigo y mi familia. Si todo eso junto. Miré como acariciaba al señor mono que le miraba reacio mostrando un poco los dientes sin fiarse. Esque jo. Los emplumados son malos y tontos. Que quieres que le haga.

Se agachó delante mia y miré al suelo. ¿Se le habría caído algo? Por uq eno creo que me estuviese saludando a mi así. Creo…por que ahora mismo ya no estoy segura.

¿Flor Silvestre? Uhhh…eso era bueno? Mola. Pero me llamo Lilith, no flor silvestre. Aunque me ha dicho hermosa…mmmm bueno vale. Pero que no se crea que soy como esas emplumadas que se ponen colorada por cualquier palabrería. Por que no lo soy. Pss a mi no se me gana con palabras bonitas. Aunque si es dinero….ejem..digo no no se puede.

-Se llama Señor mono.-Le miré sin soltar al mono que tampoco quitaba ojo del tal Valentin.- Yo soy Lilith Guillory. Por si quieres saberlo. –bufe…no me gustaba tener que dar las gracias a un emplumado pero si no habia más remedio…-ah gracias. Pero no tenias por que pagar nada, seguro que lo habia robado de la casa de algún emplumado.

Me rasque la nariz mirándole. Huy creo que metí la pata. Por que el es un emplumado. Aunque…bueno si no sabe que es un emplumado no pasa nada.

Rio con una sonrisa inocente en su rostro, no quería ver molesto a la joven, cuando escucho aquello, le miro extrañado ¿emplumado? Pensó extrañado, sabía que los gitanos robaban cosas a los de clase alta, pero no sabía que lo llamaran tan gracioso, tapo con el revés de su mano su boca para dejar salir una suave risa.

-así que emplumados…-dijo riendo suavemente y con delicadeza….-que forma tan graciosa de llamarnos señorita- suspiro cerrando sus ojos con una sonrisa en sus labios.-pero no sea mala, no debe juzgarme antes de conocerme- añadió con su rostro fijado en el suyo.

Se inclino mirando al mono, quien parecía un poco receloso del acercamiento hacia la joven, pensó que debían ser muy unidos para mostrarse así ante un extraño, bueno era algo normal, después de todo el era un “emplumado” rio sin querer recordando aquello. Se aparto un poco de la joven hasta que este dejo de gruñir.

-me dijo que su nombre era Lilith ¿verdad?- ladeo un poco su cabeza-¡Que hermoso señorita!-murmuro alegre riendo un poco-perdóneme… debe enojarse por verme actuar asi como un “emplumado”- dijo riendo
 

O.O O no….sonrei disimulanod un poco, sabia…sabia lo que eran emplumados y sabia que le habia llamado emplumado. Uffff. Uffff. Espera… No se ha enfadado. Uf menos mal. Pero y si solo está esperando para reñirme mucho o algo así? Mejor no fiarse.

Miré al señor mono y leugo a Valentin. ¿No le cae bien al señor mono? Eso no e sbuena señal pero nunca se sabe. Mejor andar con cuidado y listo. Y le miro mucho mucho por si acaso. Además….a lo mejor tiene alguna moneda o algo que quitarle. Je je je. Veremos.

Le miré otra vez y asentí. Si Lilith bien bonito. Por algo me lo puso mi madre. Si.

Vale este hombre es demasiado raro incluso para ser un emplumado. Bueno creo. Al menos no me ha gritado, ni atacado, ni eprseguido. Veremos si sigue así…

-No puedes actuar, por que no actuas como emplumado. ERES un emplumado. No es lo mismo sabes? –Dejé al señor mono encima de la mesita sobre la que estaba la cosa esa antes de que se rompiese y miré al señor.-¿y que hace un emplumado en un campamento de gitanos? No lo entiendo.

No estaba tratando de ser amable, la chica tenía razón el era una de esas personas y aunque tratara de no actuar como ellas le era imposible porque no era “actuar” el “era” uno de ellos, le lleno un poco de tristeza que no pudiera marcar la diferencia en sus otros colegas, pero pensó que debía demostrarle lo contrario a la chica, cuando esta pregunto qué hacía en el campamento, sonrió con cierto aire de misterio, aunque claro ya estar ahí era misterioso, le guiño el ojos acercándose a ella con un aire coqueto y encantador, normal en un caballero.

-Querida… Lilith… lo que hago Aquí no es nada malo ¿entiendes?- murmuro como si fuera un secreto-pero si se enteras los otros “emplumados” sería totalmente aburrido la larga discusión que tendríamos mis superiores y yo.-
Quiso ser breve, no le diría quien era, pero si podría decirle que hacia hay, la verdad era que adoraba las hiervas y el té que algunos gitanos preparaban, sabían a algunas bebidas de su nación y eso le encantaba más que nada, aunque claro no se comparaban con un delicioso vodka.

-Solo vine por unas hiervas e inciensos- dijo para responder a la pregunta de la chica,-Como dije, no hago nada malo, ¿o te parece?- pregunto alzando su ceja.
 

El hombre me sonrio mirándome como si supiese el mayor secreto del mundo y me lo fuese a decir. Me guiñó el ojo y se acercó a mi algo raro…Me miraba como esperanza miraba a algunas yeguas…uis… que raro…

Asentí, claro que le entiendo. Pero ahí muchas cosas que son malas. A si que…mmmm…el es emplumado…pero si los otros emplumados se enterasen que él está en el campamente gitano, en vez de estar donde tuviese que estar…los otros emplumados se enfadaran mucho con él mmm que raro…mmmmm mola.

Le miré y asentí pero leugo negué. Bueno no era tan malo aunque el te no me gustaba mucho, y el incieso tampoco, una hoguerita si pero sin incienso de ese que huele demasiado. Me rasqué la nariz recordando el olor y le miré.

-No, no parece nada malo.-Entrécerré los ojos.-Pero no se seguro que digas la verdad. Quizás no me la estés diciendo.-Entrecerré más los ojos.-O quizás si me estés diciendo la verdad. Mmm no se…-cogí al Señor Mono para que se pusiese en mi hombro y miré al hombre-emplumado-raro que le gustaba el te.-Y si seguimos ahblando en otro sitio? El campamento es muy grande para seguir delante de la casa del hombres enfadado por que mira.-le señalé con el dedo la ventana del carromato y el hombre que miraba por ahí se ocultó.-Nos estaba espiando. Anda vamos.

Comencé a andar esperando ver si el emplumado me seguía. Yo le lelvaria a mi casa-carromato. Pero no le voy a llevar aun por que no se si es bueno o malo del todo. Aun debo investigarlo bien.

Aquella joven si era algo inusual, era como aquel dicho “Un Diamante entre estiércol” claro, el no creía que los gitanos se podrían comparar con estiércol, les tenía un gran aprecio, eran personas con gran valor y fuerza mental, pero aquella niña, con apenas ¿Que? ¿Unos 15 o 16 años? Tenía un brillo en sus ojos, una fuerza incalculable, era diferente en ciertos aspectos de lo que la rodeaba. No pudo evitar sonreír y asentir mientras la joven miraba al gitano que estaba mirando receloso en la ventana.

¡Ah! ¡Aquello! La desconfianza que tenían, lo único que le molestaba de verdad, como él era una persona amable, con quien podrían pasar horas hablando, pero esa era su naturaleza y la naturaleza de los gitano será ser desconfiados, recelosos de sus secretos; debía darle crédito a la sociedad, que cuando ve algo distinto a lo bueno o correcto es un peligro para la vida misma y tratan de erradicarlo. Pero dejemos de hablar de los gitanos y la sociedad, ellos tenían sus problemas y en ese momento no se estaba presentando ninguno. Aquella niña ¡oh..! Sus fracciones, hermosas, eran como si fuera una pequeña muñeca de porcelana de aquellas frágiles, pero no, ella no era frágil, aun era joven y eso le daba aquel poder, no tenía las debilidades de un adulto, de una mujer, solo deseaba divertirse y lo hacía con una gran gracia.

-Claro, serás mi guía…- dijo sonriendo con mucha ternura. Su fetiche era las cosas pequeñas y esponjosas, la verdad era que si hubiera tenido más confianza con ella se le hubiera abalanzado para abrazarla y estrujarla como un gran peluche de felpa que les regalaban a los niños de la alta sociedad y que los de clase alta apenas soñaban, pero claro horita no lo haría, podre chica, que pensaría de él después, lo mínimo seria que era un cínico acosador de menores, cerro sus ojos dejando salir un poco de sudor ante aquello, si a veces se comportaba tan infantil que no parecía de la realeza.

Comenzó a caminar por donde lo hacia la joven, miraba de reojo todo el lugar, casi nunca algo especifico del lugar, así que no era de mucho su interés sus tiendas y en donde dormían, la verdad que les parecía algo normal, no les interesaba.

-Si algún día deseas, puedo sacarte a pasear a algún lado ¿te apetece?- pregunto en un noto muy suave y sincero.

El no era amante de mostrar los lujos, pero si ella aceptaba podría darle un pequeño paseo por las afueras de parís, por las villas, regalarle algunas cosas, no era que la veía como alguien pobre, solamente comenzaba a tener un poco de cariño por ella, pues era una de las pocas personas que llenaba un extraño vacio (que no debía estar) en su corazón, era algo refrescante, poder ver como alguien discutía calurosamente con el sin dejar atrás su terquedad e ideales, aquella niña le parecía fantástica… era eso simplemente fantástica, sus gestos, su forma de moverse, sus hermosos rizos cayendo en sus hombros, donde posaba el animal quien comenzaba a acostumbrarse a la presencia del hombre de cabellos negros y ropa fina.

Anduve en silencio mirando de vez en cuando hacia atrás para ver si me seguía el emplumado rarito. La verdad era rarito pero parecía simpatico mmmmm ahora ya no se bien que pensar… Seguimos andando mientras las pulseras de mis muñecas y mis tobillos resonaban conforme andaba en especial las que golpeaban con mis pies descalzos. Creando un ritmo agradable. Al menos para mi para el hombre no se… A saber en que pensaría por que la miraba mcuho pero no decía nada…Como le hiciese algo malo se iba a enterar. Pero….no, no parece de esos como los que…los que…u.u….eso…dejemoslo mejor.

Me paré un segundo y giré mi cara mirándole. Pasear? Salir? Con un emplumado? A donde? Por París? Mmmmm que cosa más rara desde luego este emplumado cada dia me sorprende mucho mucho más. No si al final a este ritmo iba a tener que admitir que entre los empplumados malos, asesinos, asquerosos, envidiosos, celosos, avariosos y demás osos habia alguno que escapaba a esa descripipcion. Aunque no estaba segura.

Sentí como el mono le sacaba la lengua al hombre que ahora le miraba y sonreí. Este señor mono…era el mejor. Seguí andando por el campamento sin saber a donde ir. Esque no podía llevarle a mi casa. Por que nadie ha entrado nunca en mi casa. Y mi casa es…jooo….no que tendría que ver si era bueno bueno de verdad antes de decirle donde estaba la casa del Señor Mono, de Esperanza y mia. Si eso!! Le llevaría al prado que hay cerca de mi carromato donde habia dejado esta mañana a Esperanza pastando.

-bueno, mientras no me hagas ponerme zapatos o comportarme como un emplumado…o…hacerme daño….-le miré ligeramente.-vale.- Me encogí de hombros y sonreí cuando vi a lo lejos un pequeño trocito sin carros en el que un precioso caballo negro pastaba tranquilamente. El señor mono enseñó los dientes como saludo y yo acaricié al caballo.-mmmmm señor…Valentin. Le presento a mi caballo Esperanza. –Acaricié el cuello del caballo que me dio con su morro en la cara como saludo. Sonreí. Girandome a mirar al emplumado de nuevo y murmurando bajito para que no escuchara el caballo-Es algo celoso tenga cuidado.

Sonreí señalando al caballo.



Off: PD: Perdona el retraso pero estoy atestada de exámenes y epenas he tenido un respiro para poder contestarte.

Asentí sonriendo a sus palabras. Pues claro que estaba muy bien cuidado. Como que yo lo cuidaba muy muy bien. Acaricie a esperanza sin dejar de mirar al emplumado bueno. ¿Perros? En el campamento habia muchos perros. Pero estaba segura que los perros que el tenia eran de esos que tienen los emplumados con muchos dientes, cara de tontos y muchas babas. De esos que nos habían perseguido a esperanza y a mi muchas veces. Pff que mal me caian los emplumados se creían que el mundo era solo suyo. Pues no! También era nuestro. Ja! Y lo cuidábamos mucho mejor que ellos.

Me encogí de hombros. Pues igual que el tiene a sus perros babosos yo tenia a Esperanza y al Señor Mono que eran mi familia. Mi única familia y los quería muchos y ellos me querían mucho. Y nos cuidábamos entre los tres. Para que ningun emplumado pudiese hacernos nada malo.

¿Mis…mis papá? Me giré mirando a esperanza dándole la espalda al emplumado y suspiré dejando que todo el aire slaiese de mis pulmones. Mis papás…por que tuvo que preguntar eso. Por que tuvo que meter la pata.

Ellos lo mataron. Ellos los emplumados. Ellos son los culpables. Los asesinos. Los asesinos emplumados. No tiene piedad no tienen perdón…son unos montruos. Solté todo el aire de golpe para relajarme y acaricié a esperanza sin darme la vuelta aun. Miré al cielo en silencio.

-Están los dos hayá arriba. Vigilandome y cuidándome. –suspiré y volvía bajar la mirada al caballo que me daba con el morro en el hombro. -Mi papá está muerto, y mi mamá está muerta. Los mataron los emplumados como tu. Solo por ser gitanos. Solo por que intentábamos buscarnos la vida bailando y cnatanto. Los acusaron injustamente y nos persiguieron. Me salvaron a mi, me escondieron en un establo. Conocí a esperanza. Pero escuché sus disparos y sus gritos.- algunas algrimas caian por mis mejillas recordando aquella noche cuando apenas tenia 9 años.- y como los mataban y como los emplumados los golpeaban ya muertos. Los asesinos. Los malvados.-suspiré y me limpie veloz las lágrimas malas antes de darme la vuelta sonriendo.-Pero se que ellos siguen protegiéndome desde allí arriba. Ahora mi familia aquí abajo son Esperanza y el Señor Mono.


Miré al emplumado seguro que no se esperaba esa respuesta seguro, seguro que no. Pero el preguntó y yo le contesté. Por que los emplumados no lo son todos. Y nunca lo serán. El Señor mono se subió a mi hombro y me acaricio el pelo sonriendo. Le acaricié también y el mono saltó de mi hombro y se quedó en la hierba mirándonos.

Sonreí ya sabia yo que me vigilaban. Y que estaban contentos. Por que cuidaba nuestra casa al señor mono y a todos. Y me estaba convirtiendo en una gitana muy lista y hermosa como decía mi madre.

Volvía sonreir frotándome un poco los ojos que me picaban. Pero no lloraba eh?! Solo me picaban un poco. Con su idea una fugaz línea blanca se vislumbro en mis ojos. Le miró mientra el hombre miraba a Esperanza que le observaba con cara atenta por si le hacia algo para cocearle.

-No, no creo que pueda vencerte. Se que te venceríamos con los ojos cerrados. Esperanza es de los caballos más rapidos de tooodo el campamento. Y como yo peso poco vamos muuucho más rápido. –Sonreí de lado y orgullosa me acerqué a Esperanza por el otro lado y de un salto agil y eficaz me subi a su grupa. La cual no tenia silla ni nada. Simplemente un antiguo y simple bozal para poder guiarlo pero sin molestar al animal.-Y si ganamos…¿Qué premio nos llevamos?

Sonreí picara y algo avariciosa mientras le miraba. Los buenos gitanos siempre miran que pueden sacar de una apuesta y más si es contra un emplumado. Leccion 5 de las lecciones de cómo ser un buen gitano. Rei divertida ante aquella tontería que habia pensado mientras Esperanza daba un paso y miré al emplumado divertido.

-¿y bien? O esque ahora tienes miedo por que sabes que una gitana, chica, y pequeña te va a ganar con su precioso caballo. –le miré divertida.

Dejo salir una carcajeada grande y sonora-¿Premio?- pregunto mirándola a los ojos mientras disminuía su sonrisa pero para aun dejar en aquel lugar, ya se había montado en su hermosa yegua, de verdad se veía fuerte y con aquella joven encima podría, solo tal vez, ganarle, el también tenía su orgullo, no un orgullo machista ni nada por el estilo, pero ser el mayor de dos hermanos habían dado sus frutos en no dejarse vencer y siempre ser mejor.

-déjame pensar- dijo moviéndose alrededor de la chica y su caballo-que te parece… lo que tú quieras, así es… lo que me pidas será tu premio- pero antes de decir algo mas la joven había hablado, dejándole sacar otra risilla al conde –No te tengo miedo, pequeña gitana. Solo pensaba en cuál sería mi recompensa- se movió de un lado a otro pensando


No se había divertido tanto desde que había jugado con sus primos en Rusia, eso le recordaba las buenas fiestas que hacían en ese lugar, muy pronto mira con un poco de malicia a la pequeña gitana, no quería hacerle daño pero debía jugar una pequeña broma, pues el también era travieso a su forma.

-Si gano, pequeña flor de silvestre- dijo mirándola de forma seria-tendrás que ser mi acompañante por un dia- sentencio sonriéndola –ese es mi deseo ¿Cuál sera el tuyo?-
 

Asentí dejándole pensar. Pero no mucho. A ver que deica que yo tenia ganas de tener un premio. Por que iba a ganarle. Esperanza mi caballo era uno de los más rapidos de tooodo el campamento de gitanos. Y muchas yeguas habían salido detrás de él. Pero el solo me quería a mi. Por que yo le cuidaba muuuy bien y era mi familia.

Lo que yo quiera mmmm que super mega interesante….pero no se que pedir….por que puedo pedir mucho pero asi guay…no se no se….jooo que difícil es pedir….pero a ver que pido…joooo….

O….si gana que? Que? Le miré atenta---Su acompañante?? Que es eso…tengo que estar tooodo el dia con un emplumado…por sitios de emplumados…como si fuese emplumada…mmm no se yo…aunque bueno…si no es vestida de emplumada…quizás incluso pueda sacaer algo chulo de dinero…si…seguro…

Le miré rascándome la barbilla mientras epsranza pastaba debajo mia. Pues yo no se que pedirle la verdad…esque hay muchas cosas…pero por otro lado….yono quiero nada de nada de un emplumado…por que pfff los emplumados…no tienen nada chulo…

-Vale…lo tuyo vale…Pero yo no me visto con ropa de emplumado y el señor mono viene con nosotros si no no acepto…-le miré agachándome un poco.-y lo que yo quiero…tenog que pensarlo…asi que ya te diré de momento….de momento vamos a buscar a tu caballo. Por que si no te gano enseguida. ¿Vale?

Pestañe y cogí al señor mono que se subió a mi hombre sonriendo y moviéndose.

Esperé aburrida encima de esperanza mientras jugaba con el señor mono divertida y contaba las monedas que este le habia quitado al emplumado. Habia unas cuantas que guay. Si esque al señor mono no se le escapa una. Sonreí y las guardé en mi epqueño bolsito. Luego me quedé allí acariciando al señor mono y a esperanza hasta que vi al emplumado aparecer con su caballo…mmmm a ver….veamos bien el caballo…no está mal fuerte…pero va a perder…este era el terreno de Esperanza muahahaha. No podría ganarle…Y menos un caballo emplumado. Esperanza tenia su orgullo de caballo gitano.

Miré bien el sitio calculando un poco asi a vista como seria la carrera y los atajos que podía a ver. Al final sonreí mirándole mientras me colocaba bien en Esperanza.

-Va…le…..ves ese rio allí adelante del todo.-Le señalé con la mano para que lo viese.-Pues el primero que llegue gana. No valen trampas ni cosas de esas de emplumados. –Me senté apretando las rodillas para no caerme por que Esperanza tenia como silla una especie de manta con dos cuerda a modo de estribo. No me iban las cosas de emplumados.-Preparados…listos…ya!

Sonreí saliendo a correr riendo porque al emplumaod le habia cogido de sorpresa. Ah…me dijo que contase asiq ue….Rei mientras Esperanza enseguida corria rapididididisisisiissmo subiendo rápido el ritmo en su posición de cabeza. A ver si este tenia fuerza para adelantarme ja!

-¡Vamos!-

Reí esto iba a ser muuuy fácil iba a ganarle así chas chas....Claro Esperanza es uno de los caballo más más rápidos de tooodo el campamento. Bueno si no el más rápido mmm...pero es que jus...así...así no iba a ser divertido. Por que si ganaba desde el principio...Se iba a quedar muy atrás y el pobre emplumado quedaría herido de orgullo para siempre...mmmm se me está ocurriendo algo...sehhh...

Sonreí tunamente y comencé a tocar a Esperanza en una zona para que supiese que tenía que ir un poquito más despacio. Así el emplumado se creería guay me adelantaría...si....ganaría él...por muy muy poco claro está y así luego me lleva con él a donde quiera...y así yo peudo ver si tiene algo chulo...y se lo cojo siiiiiii.....Que lista soy...Que lista soy....

Cuando el emplumado por fin, me logró pasar....si es que a los caballos les dan cosas que luego...no peude ser...los mejores caballos los gitanos. Si! Bueno cuando me logró pasar aceleré de nuevo a Esperanza consiguiendo cogerle aunque que el último momento llegando a la linea de meta el pasó seguido apenas ganandome por muy muy poco. Fui frenando a Esperanza y me acerqué al emplumado bueno y a su caballo.

-vaya...me has ganado...pffff.



Ssupiré y El señor mono se lanzó sobre mi cabeza.

-Ehhhh no hagas eso...

Refunfuñé y luego miré al hombre sonriendo con cara buena.