¿Estás segura de que nació muerto? (Eyra Erikdottir, May, Jerarl y Néphtys Délvheen)

por **Néphtys/Freya Délvheen** Sáb Oct 15, 2011 11:56 am

Recuerdo del primer mensaje :

La mar estaba serena,
serena estaba la mar.

La mar estaba serena,
serena estaba la mar.

Ahora con "E".

Le mer estebe serene,
serene estebe le mer.

Le mer estebe serene,
serene estebe le mer.

Ahora con "I"...

Está bien, está bien, me voy a dormir

No sabía cómo había llegado ahí, pero se lo sospechaba. Había despertado en una habitación muy... de niñas... con muchas cosas rosas, muñecas, juguetes y vestidos, pero aún así, era bastante acogedora, con unos jarrones de jazmín en varios lados, inundando la habitación con su olor, relajando los sentidos y mostrándole al pequeño que no todo era igual a su mundo, uno donde los golpes eran el pan de cada día, porque la pequeña era mimada, era querida... cuidada.

Néphtys la miró y bajó la cabecita, aún como gatito... ojalá él también tuviera esa vida, aunque bien sabía que ya era hora de irse... Se restregó contra la carita dormida de la niña y luego, le agradeció mirándola largamente. Era una niña preciosa, con sus pestañas largas y su carita tan tierna, dulce. Bajó la cabecita y suspiró profundamente, para bajarse de la cama, del delicioso colchón tan suavecito, de las mantitas calentitas que él jamás había tenido, ni tendría nunca.

Debía irse, si su tío lo atrapaba ahí... no quería que le hiciera daño a la niña con tal de obtener dinero o algo parecido y a su tierna edad sabía que su tío era capaz de eso y más y la pequeña había sido tan linda con él. Le había cuidado, alimentado, juntos jugaron, rieron, iban de un lado a otro, pero ya todo había terminado. El cuento acababa y él, debía regresar, pero no con las manos vacías o su tío le volvería a pegar. Además, necesitaba licor, su tío se lo daría sin dudar, debía encontrarlo... Lo necesitaba.

Abandonó la habitación y recorrió el pasillo, con sus patitas silenciosas, los bigotitos se movían al compás de su nariz, olfateando para evitar que nadie le sorprendiera y de todas formas, era un gato, nadie siquiera diría más que se le había escapado a su dueña (la niñita) y quizá, que buscaba algo de tierra para... bueno, eso que hacen los gatos... caminó en silencio, hasta que su olfato detectó algo interesante, era un olor a jazmín. Todo el pasillo estaba adornado con esculturas y cuadros, aunque desde su estatura era difícil apreciarlos, además, no era algo que le interesara mucho.

Qué curioso, parecía que la casa olía a esa flor. Sus pasitos se dirigieron hacia allá, una puerta entreabierta, que con una patita hizo un espacio suficiente para entrar y mirar a su alrededor. Era una habitación decorada lujosamente, muy diferente de la de May, pero impresionantemente llena de cosas interesantes, como jarrones que él jamás había visto, muebles mulliditos, una camototototototototota a la cual se subió con un salto y encajando bien las garritas, escaló para probarla... suspiró y dio de saltos de un lado a otro en ella, hasta que rompió un almohadón y miles de plumas de ganso volaron por todos lados.

- MIAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU - fue feliz saltando y atrapando las plumas, estornudando cuando una se le "atoró" en la nariz, para luego seguir las plumas por todos lados, hasta que se cansó y se echó en la cama, ronroneando feliz, sintiendo las plumitas en su pelaje, que se sentían tan bien... fue cuando un brillito la llamó la atención, se puso en pie y fue a ver qué era, saltando hasta llegar al tocador... había una hermosa joya, un collar precioso... netamente femenino, así que cambió a su forma humana y lo tomó, era tan lindo, que no notó que había alguien más en la habitación.

Se lo metió al bolsillo y dio vuelta, para irse a casa, seguramente podía volver a tomar la carreta de regreso y ésta le llevaría a con su tío. La joya le permitiría que le perdonara y al mismo tiempo, que le evitara una tunda y algo de licor. Tenía mucha sed, necesitaba licor, sí. Sólo un poco...

Aunque al voltear, no esperaba ver a quien vio...

- Ups....

por **Néphtys/Freya Délvheen** Lun Mar 19, 2012 8:40 am

Witzie, Witzie araña
tejió su telaraña
Vino la lluvia
y se la llevó.

:bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce:

¿Y qué más, y qué más y qué más papá?

¡Es uina araña, es mi ídola!

El rival más importante de todos, el decisivo, el que no se achantaría ante su presencia estaba ahí, adelantándose con esa cola que se le escurría de las garras, de los bigotes y colmillos como si se riera. Néphtys avanzaba a todo lo que sus patitas daban mientras se hacía el infierno en la cocina producto de quién sabe qué, pero primero atrapaba a la rata y luego se concentraba en ver qué era lo que había sucedido. Y corría el animal y corría él. Derecha, izquierda y...

¿Qué pasó? ¿Quién les dijo que podía detenerseeeee? Shocked

*Choque contra la pared* Una vez sacudida la cabeza tras la falta de los frenos again, fue a reclamarle a su rival su nueva finta.

Pero ahí estaba él, chillando y dando vueltas muy extrañas. Népthys se le acercó y le golpeó con la patita, el ratón lanzaba unos berridos que parecía que lo mataban... hasta que lo hicieron. Se quedó ahí tieso, sin moverse en tanto el pequeño gato alzaba las cejitas sorprendido y metía la cola entre las patitas para irse a esconder bajo la mesa. ¿Quién era la bruja o el brujo que hacía semejantes cosas sin siquiera tocar a nadie porque jamás había visto algo así? Qué miedo le daba. Se mantuvo ahí quietecito, aunque escuchara y viera caminar a la dama a la que le había robado.

Incluso ni siquiera le convenció de salir cuando vio a la señora sentarse con esa bonita niña y agradecerle para entonar esa nana que le sonaba tan triste y nostálgica, como la que su mami le cantaba a él cuando era feliz. Bajó la cabecita y sus orejitas se doblaron un tanto deseando tener tanta suerte como la niñita que ahora era acomodada entre los brazos de su mamá. Él quería a la suya ¿Dónde estaba? Miró sus patitas y continuó en silencio hasta que la señora se retiró de ahí. Iba a salir para irse de la casa cuando una cabeza conocida se puso ante él, era el señor de la casa quien le tomó primero de las patitas jalándole para que saliera de debajo del mueble y a continuación, le abrazó contra él.

Néphtys le miró en silencio parpadeando con inocencia, dejándose acariciar y permitiendo que le quitara del pelaje todos los escombros que tenía. Pues no sabía cómo se había puesto, así que la pregunta del señor en ese sentido no la pudo responder más que con un "miau". No es que dijera mucho con eso, pero pues como que tampoco le podría entender, pero lo que sí comprendió fue el maullido histérico de Néphtys cuando le rozó la herida de la frente tras chocar contra la chimenea. El tacto del hombre era frío y Néphtys estornudó un par de veces, pero era también tan suave y amable que se quedó con él sin moverse, valiente para ver si le daba al menos otro poquito de leche.

Las palabras del hombre le hicieron mover la colita con satisfacción, fue depositado en la mesa y le miró esperando a ver qué más hacía, pero el adulto tornó su rostro a uno más serio del que había mostrado mientras lo curaba. Una figurita se acercó a ese varón y le tomó de la pierna, Néphtys maulló feliz al ver que era su ídola: la nena que le había dado mucha lechita hasta hartarse y acomodado entre cojines. Rogaba porque su tío no la descubriera y no le hiciera daño, pero con ese par de padres que tenía (sobre todo la madre, que qué gran jaleo armó), seguro que no tenía nada que temer.

La sentaron a la niña a su lado y Népthys maulló de alegría cuando ésta le acarició tras las orejas para ronronear. Era tan rico que le hiciera eso. Hacía mucho que nadie le hacía esas caricias que tanto le agradaban. Estaba concentrado en ese momento, ese instante en el que todo era pura felicidad para guardarlo en su corazón y pensar en ello cuando su tío le hiciera cosas malas. Sus ojos se agrandaron cuando vio el cuencote para él, uno enooorme, gigante. Por lo que corrió hacia él y bebió ansioso y ¡No se acababa! Era lo mejor de todo, tan grandote era que por más que lamía y lamía y lamía aún quedaba leche.

Maulló feliz cuando el cuenco quedó a la mitad y él ya estaba muerto. Volteó a ver al hombre para saber qué iba a hacer a continuación con curiosidad, acostándose en la mesa patitas arriba, con lo que Jerarld quedaba de cabeza y eso era divertido. Maulló feliz. Qué bien se sentía quedarse en esa casa, aunque se preguntaba por qué esa niña tenía todo eso y él no. Se relamió los bigotitos y supuso que porque era niña y él no. Ronroneó más cuando le acariciaron la barba aunque renegó un poquito porque se llevaba las gotitas de leche que él bien pudo llevarse a la boca porque cuando regresara a con su...

- ¿Qué dices pequeño, te gustaría quedarte con nosotros?

¿Quedarse? Shocked

¿De verdad? Miró a la niña y luego el cuenco de leche y a la señora y al señor... los bigotitos le temblaban y reculó dos pasitos como si su cabecita no lograra comprender todo lo que acontecía. ¿Quedarse? Miró al piso y saltó, cuando lo pisó era un niño ya y le miró ante la sorpresa de la niña que gritó algo sobre estar desnudo. De inmediato el señor le pasó encima su saco y se puso a su tamaño, hincado.

- ¿Yo? ¿Quedarme? -parpadeó azorado cuando el hombre asintió - Pero yo no soy un niño bueno, mi tío siempre lo ha dicho, me pega porque no traigo mucho dinero. Además, si lo hago él vendrá a buscarme y no quiero que le haga daño a nadie. No, mejor me voy. Así no pasa nada, pueden conseguirse a otro niño que les dé más dinero - miró a May - ella lo ha de hacer bien porque le dan muchas cosas, pero yo no soy tan bueno - era su inocencia la que hablaba, cuando el interés de un hombre sólo fue por el dinero que obtendría, el pequeño lo relacionaba con el deseo de una persona por tenerlo a su lado. Interés monetario era equivalente a un interés por una persona en particular. Y Néphtys prefería irse a que se decepcionaran de él porque no sacaba suficientes monedas. Así, todo sería un sueño, todo parte de una bonita fantasía.

por **Arlette** Jue Mar 22, 2012 11:58 am

Suspiré cuando May saltó de la cama y corrió de nuevo hacia abajo en busca de su padre, abrazándosele a la pierna antes de que él la sentara junto al gato y entablar una conversación transcendental… y sin mí. Parsimoniosamente, descendí las escaleras y quedándome un momento en el umbral de la puerta de la cocina, el escenario de aquél imprevisto teatro, decidí mantenerme al margen de ellos, quedándome en la penumbra del pasillo, con mi espalda recostada en el muro mientras agudizaba el oído para escuchar la respuesta a la proposición que Jerarld le ofreció al metamorfo. Una mueca se dibujó en mis labios y no pude morderme la lengua, debía actuar si quería tener aquél niño bajo mi poder, así que disfrazando una sonrisa dulce y maternal, entré en la cocina y me posicioné al lado de mi marido, pasando uno de mis brazos por su cintura y la otra por su cuello, dando una perfecta estampa de lo que era un matrimonio feliz. Pegué mi mejilla contra la de Jerarld y los dedos que acariciaban su cuello se pasearon ahora por su nuca, erizándole la piel como sabía que le agradaba.

- No es dinero lo que queremos de ti, pequeño.- discrepé con melosidad en mi voz.- Nos conformamos con tu cariño a cambio de nuestra protección y de una familia que te garantizo, te querrá más que nadie en el mundo.

Me aparté de Jerarld y di un paso hacia el cambiaformas, acuclillándome frente a él para jugar con su pequeña nariz.

- ¡Já! ¡Te robé la nariz!- reí mostrándole al pequeño la yema de mi dedo pulgar situado entre el índice y el anular, una broma que a menudo se les hacía a los niños.- Y no te la devolveré hasta que no digas que te quedas con nosotros.

Le guiñé el ojo con picardía y sin borrar aquella sonrisa maternal que de seguro lograba hacer vibrar su corazón y que encontraría en mis brazos el calor familiar que de seguro hacía mucho no sentía en su cuerpecito. Y entonces, empecé a contar mentalmente cuánto tiempo tardaría en acceder… Ocho… siete… seis…. cinco… cuatro… tres… dos… .

¡Bingo!

Una sonrisa maquiavélica cruzó, por unos, segundos, mi rostro, haciendo que mi mirada se oscureciera tenuemente y una idea macabra cruzara mi mente.

por **May Délvheen** Dom Mar 25, 2012 3:58 am

¡¡¡Papi-papito!!!

La cabra se puso requeteloca, corre por todos lados sin sentido y se pega contra la cerca.

Es que mi mami fue a morderla e_e

Jajajajajajajajajajaja

¡Ahora no sé si vacunar a mamá contra la rabia o a la cabra contra la locura!

:face: :face: :face: :face:

Ya lo dije, estoy intentando que mi papi-papito reaccione y me deje quedarme con mi gatito, estoy bien sujeta de su pierna, abrazándola toda y es que él es muy grande y yo pequeña lo que me agrada porque hay mucho de él que no puedo rodear con mis manitas. Miro a mi papi-papito y río feliz cuando me toma en brazos y le puedo besar más rápido su mejilla entre carcajadas de satisfacción. Está en casa, conmigo, lo demás no importa, bueno sí, mi gatito y mi felicidad será completa. Soy sentada al lado de él y le acaricio tras las orejas muy contenta porque él ronronea en respuesta a mis caricias.

Tomo mi vaso de leche y como siempre (por eso lo adoro) mi papi-papito hace gala de sus modales impecables sirviéndole en un cuenco a mi gatito. Es un amor, bueno ambos lo son y yo estoy ansiosa de tenerlos a los dos conmigo. Bebo mi vaso dejándome unos bigotes, pero no importa, me encanta la leche y miro con deleite que a mi gatito también que cae muerto tras haberse bebido de golpe la mitad del cuenco lo que me hace reír mucho. Seremos muy buenos amigos. Muevo mis piecitos jugueteando mientras bebo a cada rato de mi vaso hasta que papi-papito habla de que hay que pedirle opinión al gato. O sea, es un gato. Hello!

Ash, eso de juntarse con mami chula es contagioso. Mira que preguntarle al gato... uno que por cierto baja de la mesa y... y... Shocked

DIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOSSSSSSSSSSSSSSSS

- ES UN NIIÑO, ESTÁ DESNUDO, ES UN NIÑOOOO - grito igual de loca que mami chula cuando es barata de vestidos. Aunque nadie me oye, incluso yo misma me quedo callada cuando el niño habla. No entiendo bien qué dice, pero sus palabras, la forma en cómo las dice, son suficientes para que me quede en silencio. Mami llega al rescate y hace que la ame más a pesar de que a cada rato nos peleamos. Pide al niño que se quede - Si él se queda, ¿Será mi hermanito? Si es así quédate, yo no tengo con quien jugar y a veces hay mucha leche como para que me la tome toda, anda ¿Si? - le sonrió bajándome de la mesa y poniéndome a su lado, porque me cae bien, me agrada mucho y sí, quiero un hermanito para no estar sola. Beso su mejilla y río feliz - anda, así no estaré solita y me cuidarás de los ratones que me asustan mucho.

Ojalá y acceda porque por mi parte, aunque no estoy acostumbrada a compartir, con tal de tener a un gatito como mascota y a un hermanito que me cuide mucho, haría cualquier cosa por ello. De verdad que sí. El niño me cae muy bien aunque no me hubiera dicho quién era o que era un niño. No importa, de verdad que no importa... pero que se quede...

por **Jerarld Délvheen** Sáb Mayo 05, 2012 6:30 am

Acomode mi chaqueta sobre los hombros del pequeño, ésta le quedaba tan grande que incluso las mangas rozaban el piso, dándole un aspecto aun más tierno si cabía. Yo cruce la chaqueta con cuidado sobre su pecho y aparte hacia un lado sus cabellos rubios.
Contemplé aquellos ojitos cristalinos que tan tristes le hacían parecer en aquel momento.

Lo que dice Eyra es cierto pequeño. Nosotros no queremos ni necesitamos que traigas dinero, ni absolutamente nada…En nuestra compañía solo tendrías que preocuparte por crecer tranquilo, por aprender, por jugar…Pues es eso y solo eso lo que deben hacer los niños…Yo me encargare del resto Le comente con una sonrisa, pues aunque su mente le hiciese pensar que debía cooperar, la sola idea de verle o imaginarle vagabundear por ahi, o buscar dinero de cualquier modo, siendo tan pequeño como era...Me rompía el corazón.

Frote con cuidado sus delgados brazos, y le contemple un momento en silencio. Pues de alguna forma era como si estuviese hablando con un “yo” de otra época. Quizás porque también había tenido que convivir con mi tio y había tenido que soportar su horrible trato hacia mi, que me hacia una idea de lo que aquel pequeño podía sentir. Por eso, imploraba que aquel pequeño deseara quedarse. ¿Como podría sino continuar como si nada, sabiendo lo que podria esperar a aquel niño?...¿que clase de vida le iban a obligar a llevar? Solté un suspiro.

Además es cierto, comente mientras miraba a May, no estarías solo, tendrías una hermanita. indiqué mientras acercaba mis dedos hacia ella para limpiar la comisura de sus labios, que aun albergaban unas gotitas de leche. Sonreí a mi pequeña traviesa, cuanto tiempo había pasado desde que le había dedicado tiempo a mi pequeña?...Fuese como fuese tendría que ver la forma de compaginar mi tiempo, sobre todo si deseaba que Néph se quedase con nosotros.

Fue entonces cuando me puse en pie, esperando que aquel pequeño aceptase lo que le pedíamos, pues de alguna forma, ya le considerábamos como si fuese de alguna forma nuestro. Seria por su mirar, por su aroma... Quizás por sus gestos o su carácter ahora mismo algo pensativo.

Acomode el cuello de mi camisa, soltando algunos botones, puesto que apenas había podido ponerme cómodo al llegar a casa.
Mire de reojo a Eyra y observe su postura altiva, su sonrisa parecía dulce y maternal pero sus ojos escondían algo.
¿Que podía querer ella de un niño tan pequeño como aquel? Fuese lo que fuese tendría que averiguarlo en algún momento, Pues su conducta no era para nada normal, por mucho que se centrase en ocultármelo...
A veces parecía que vivía con una completa desconocida y aquello tarde o temprano nos acarrearía algun problema…Pero al menos en aquel momento iba a tener que respetar aquel silencio. Pues si algo me habían enseñado los años es que la verdad tarde o temprano sale a la luz, y yo tenía toda la eternidad por delante para descubrir que se traía entre manos.

por **Néphtys/Freya Délvheen** Dom Mayo 13, 2012 1:46 pm

El ratón vaquero
sacó su pistola,
inclinó el sombrero
y me dijo a solaaas...

Papá, papá, ese ratón me dice siempre groserías!

¿Qué es inglés?

Bueno, me dice groserías en inglés!!! :spank:

¿Cuándo hubo soñado algo así? Tener una familia, una casa grandota, una cama rica donde dormir, unos papás, una hermanita, vamos hasta ratones que perseguir, leche que tomar, ser feliz, no trabajar, sólo... sólo... Tragó saliva mirando a cada uno de los rostros, desde esa madre tan hermosa que él querría tener abrazándle y acunándole como hicera con esa niña. Que le besara, que le cuidara. Sí, de verdad que sí quería, que le diera de comer, a pesar de que luego se ponía muy agresiva y corría muy rápido.

Esa niña tan dulce, que le cuidaba y mimaba, que le llevó a su cama y dio mucha lechita, que le consintió y que quería que... que... ¡Que fuera su hermano! Que la protegiera de los ratones, que jugara con ella, que... ¿Cómo había cambiado tanto la vida para él con sólo dejarse atrapar por esa nena? Mas no podía negarlo, le encantaba la idea, sí, le fascinaba y quería hacerlo, pero sobre todo porque ese lugar sería maravilloso y...

Y qué decir de ese hombre que le trataba con tanta ternura y... y... cariño. Néphtys se abrazó de Jerarl fuertemente y le apretó como podía mientras lloraba, pero eran lágrimas de agradecimiento, de confort, de alivio por saber que sí era querido, que alguien de verdad lo apreciaba por quien era como sus papás. Claro que sí, que lo haría, que se quedaría, pero les daría todo lo que estuviera en sus manos para que no se arrepintieran, sería niño bueno, adorable, jugaría mucho, no había mucho desorden, ayudaría en lo que le dijeran... ahhh... no todo, bañarse ni lo sueñen, ni por todos los papás, hermanas y casas y lec... lech... bueno, por leche sí, está bien, ellos ganaban.

- ¡Sí, sí, acepto! Muchas gracias señor, señora... muchas gracias a todos, yo... yo prometo ser un niño bueno, les prometo que no se arrepentirán yo... yo... -se apretó más contra Jerarld mientras sus ojos derramaban lágrimas y ahora reía, lo hacía tan feliz, Dios le cuidaría, Dios le iluminaría y le daría todo lo que él necesitaba, pero sobre todo le auxiliaría a que jamás se arrepintieran - ¿Entonces puedo llamarle papá? - preguntó esperanzado mirando al vampiro y cuando éste asintió rió feliz y miró a Eyra, sería su madre y May su hermanita, una que ya le extendía la mano y le jalaba en pos de su habitación para enseñarle sus juguetes, separándolo de Jerarld mientras reían y él caminaba torpemente por el enorme abrigo que traía encima, pero era de su papá, de él era... y si él lo permitía lo guardaría consigo para siempre... - ya voy, ya voy hermanita, ahora venimos... mamá... jajajajaja - reía mientras era arrastrado fuera de la habitación entre risas y un montón de palabras que su hermana le dirigía... su hermana... su casa... volteó por última vez hacia la cocina y miró el rostro de los dos adultos... papá... mamá...

Gracias, muchas gracias...

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¿Estás segura de que nació muerto? (Eyra Erikdottir, May, Jerarl y Néphtys Délvheen)

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