Canta Ruiseñor :Valentin Volkova:

La frase le dejo confuso, Valentín le dijo que no se preocupara al tiempo que le decía que el licor era algo fuerte…. Observo el vaso, como preguntándose que hacer, con la cara de siempre pero con el ceño apenas ligeramente fruncido. Noto que Valentín había pedido algo cuando pusieron frente a el un plato con aperitivos, acaso de había dado cuenta de lo hambriento que estaba? Vio a la joven que le había servido y asintió hacia ella agradeciéndole el servicio, se había ido ya la muchacha cuando fue consiente de que había usado el idioma adecuado. El día mejoraba lentamente.

Probo lo que le habían llevado, no tenia idea de que era lo que estaba comiendo pero le supo bien, así que continuo mientras veía a Valentín al parecer perdido en algún pensamiento, estaría recordando algo? Tuvo el valor de llevarse el trago a la boca aunque solo tomo un solo trago, de cualquier manera no hubiese aguantado mucho mas, solo el liquido cruzo su garganta tuvo un ataque de tos, que le hizo apartar la mirada de Valentín justo cuando iba a preguntarle en que pensaba, el ataque de tos le duro varios segundos aunque a él le pareció que había sido mas tiempo, para cuando se tranquilizo y levanto la vista había mas de una persona viéndole con una sonrisa divertida, no pudo sonrojarse, pues su cara estaba ya roja por la falta de aire, sentía el cuerpo caliente y no supo si fue efecto del licor o el bochorno de la situación.

-creo…que no sirvo para beber- murmuro a Valentín, aunque era una verdad evidente, lo que dijo le pareció tan obvio que sus labios se curvaron ligeramente y una autentica sonrisa se dibujo en su rostro con la ayuda del alcohol- pero nadie es bueno a la primera verdad?-noto que sonreía y aunque la sensación era extraña en su rostro no desagradable...

El ataque de tos se había ido deteniendo poco a poco, sentía que sus pulmones iban recuperando el ritmo despacio, se sintió aliviado pero le duro poco, las palabras de Valentín le hicieron atragantarse con los restos de licor y con su propia saliva, le decía ¿¿que?? ¿¿Valentín en verdad estaba comparando el licor con tener relaciones sexuales?? Sus ojos se abrieron un poco mas de lo normal, sin deformar los rasgos de su rostro pero si lo suficiente como para notarse diferente a lo usual, sorprendido y con el rostro rojo, ya no sabia ni por que, si por el frio, si por el licor que casi le deja sin aliento o por las ultimas palabras del muchacho que acababa de conocer.

-no estoy seguro de si deseo conseguir practica en esto- contesto al fin, reservándose para sus pensamientos que si lo que le decían era cierto, tampoco estaba muy seguro de querer dejar de ser virgen, en verdad no veía el caso de intentar algo que era desagradable hasta que el cerebro arto de los ataques contra su lógica aceptase un supuesto auto infringido, estaba completamente de acuerdo con Valentín, el no iba a forzar a su cuerpo a algo que no deseaba, poco sabia en ese momento lo mucho que su cuerpo tendría que acostumbrarse al alcohol y a los desvelos- mi vida en el monasterio?- hizo algo de memoria, a el su vida siempre le había parecido bastante normal y rutinaria, ahora estaba seguro de que era rutinaria pero no tanto que fuese normal- rutinaria creo que la describiría, levantarse al amanecer, recoger las mantas de los catres, el baño, los rezos matutinos, el desayuno, lavar los pisos y después las clases con los profesores, pocas veces salía así que aunque mi cerebro se alimentó no se cosas como montar a caballo o salir de cacería.

El en realidad no sabia mucho de nada, no sabia mucho de mujeres, de licor o de fiestas, ni siquiera sabia mucho de la amistad con personas de su misma edad. De hecho desde que había salido de aquellas paredes el mundo se le había hecho incomprensible, en la celebración después de su coronación la gente se había acercado a el mas amable que nunca, le habían agradado y había conversado con varios de los invitados… pero había notado que simplemente no tenia nada en común con la gente que conocía, sus formas de pensar, de vivir…no había nada.

Le pareció que valentin no le estaba prestando atención, sin embargo cuando hablo, fue como si realmente lo hubiese escuchado… y al mismo tiempo, como si algo le molestara, como si algo en su cabeza no dejase de fastidiarlo.

Ladeo el rostro sus ojos bajaron a la mesa y dejo el trago en esta, por unos segundos se quedo perdido en el vaivén de el liquido, era cierto, era difícil acostumbrarse a las cosas nuevas pero lo disfrutaba, lo estaba disfrutando como no recordaba haber disfrutado antes, conocer los lugares con los que antes solo había imaginado ver, conocer a la gente, sentir a la gente. El sabia quien era pero no sabia que lugar tenia en la vida ni que significaba para los demás, siempre su tuvo simplemente a si mismo y siempre fue suficiente, ahora podía ver como era la vida normal, lo que los demás tenían y sentía el ansia de conocer mas, se gustaba a si mismo, no se sentía solo, pero la curiosidad crecía cada vez con mas fuerza en su interior, la música subió de tono las risas inundaron el lugar y a pesar de esto no le alcanzaron, una joven se acercó a hablar con su acompañante y la expresión de jubilo en sus rostros le hizo preguntarse por que el suyo jamás había podido tener una expresión así- si nunca eh perdido nada- llevando lentamente sus ojos a valentin- es por que nunca lo eh tenido, ni amigos, ni familia… el calor de una madre o la enseñanza de un padre. La alegría de una infancia o los problemas de la juventud, bueno o malo jamás eh tenido nada como para perderlo- su rostro se giro despacio por el lugar observando a la gente observando las cosas mundanas que para los demás parecían tan comunes.

Una pareja entre todas esta riendo sin parar, los músicos no tenían las expresiones amargadas de las orquestas de la corte, estos parecían sentir cada nota vibrar a través de ellos mismos, jamás había visto algo asi… o tal vez si? En una ocasión los mojes habían celebrado su nacimiento y habían bebido y reino hasta desmayar, el solo los había observado, contento pero sin entender demasiado, ahora…seguía sin entender, pero observaba fascinado. Posiblemente no podía saber porque tanta felicidad por que jamás se había emborrachado, por que jamás siquiera había bailado.

Su mirada se había quedado prendada en la algarabía, sin embargo al volver despacio los ojos, apartándolos del torbellino de actividad que se desataba frente a el, sus ojos volvieron a encontrarse con el rostro del muchacho… era un rostro diferente si prestaba atención no solo era bien parecido si no que sus rasgos eran..suaves, de aspecto inocente, puro, cuya tranquila expresión lo asemejaba a los rostro que veía en los murales de las iglesias, el recuerdo de los altos muros y el aire cálido producto de los cientos de cirios que iluminaban la parroquia le llego de golpe, las rostros sonrientes de los mojes. Un leve toque de sonrisa animo sus labios, en una expresión magistral y única al aparecer en el normalmente inexpresivo rostro, mueva que se mantuvo mientras luchaba por hacer desaparecer la melancolía que se había acumulado en su interior. Quizás, pensó. Con el tiempo seria mas fácil.

Que es lo que quería decía el? Que contestar? Que palabras podrían describir los sentimientos que lo abrasaban como fuego encendido y eterno en su alma? Tantas cosas, tantas y ni siquiera podía iniciar, viajar había sido una decisión que había tomado, se había convertido en un buscador y no sabia exactamente que buscaba. El no era nada mas que un joven que nunca había vivido, que desconocía lo que el mundo podía ofrecerle y aunque no sabia bien que buscaba si tenia una idea del fin que perseguía…pero era difícil expresarlo, dicho de otra manera mas acertada daba miedo expresarlo, como decir algo que podía sonar tan torpe? Como expresar lo que posiblemente para todos estaba sentado o peor, que para todos pudiese parecer insignificante? Cierto era que era un joven que se mantenía fiel a si mismo, poco importaban los días si podía conservarse, si podía ser fiel a sus propias ideas. En el tiempo que llevaban viajando era la única realidad que podía percibir, su fidelidad a si mismo debía estar por encima del resto de las cosas, como poder vivir cuando se traicionaba? No debía poder existir algo así… asi que…por que no decirlo? Por que no simplemente declararlo frente al muchacho… el problema era, como decirlo? Conocer poesía no te hacia poeta y conocer de narrativa no lo hacia un orador.

-cantar la música que ha sido escrita, amar… podría hacer cualquier cosa si me creyera capaz de hacerlo, aunque me acompañaran las mas duras y sinceras criticas las aceptaría por algo de amor, podría vencer la oscuridad y encontrar la salida, si pudiese conocer lo que es amar, cuando veo mi alrededor valoro las cosas en parámetros, las pinturas por su técnica, por su valor, por el juego de sombras o el tramado de sus colores, la música por la cantidad de acordes o la armonía de sus notas, mi corazón no vibra ni se estremece, a veces me siento muerto y lo mejor o peor, es que me siento tranquilo conmigo mismo, aun a pesar de anhelar algo que me estremezca, no hay cosa existente en mi que me desagrade- logro decirlo todo y prefirió no reflexionar sobre las palabras que sonaban en sus oídos en la voz propia, por que no quería ser consciente de ellas, por que no quería compararlas con las frases de libros…por que no quería, en esos momentos sentirse absurdo.

Volvió la mirada a los bailarines y ladeo el rostro- dicen que Ser feliz no es conseguir lo que deseas, es desear lo que tienes, pero yo jamás…eh tenido una expresión con esa en mi rostro.

EL había escuchado palabras similares antes, pero parecía que el problema no era del mundo ni de los monjes, ellos le habían criado como mejor podían, a veces algo distantes, otras con un interés genuino y cálido, con el tiempo el niño había crecido. Ellos le habían cuidado siempre y con el tiempo llegaron a predecir sus emociones, el jamás tuvo que expresar sus sentimientos. Ellos podían entenderlo solo con verlo. Sabían cuando estaba confundido o cuando algo se le dificultaba, cuando algo le preocupaba o cuando algo le parecía bueno. Ellos se habían adelantado a tal punto que él no había aprendido a mostrar expresiones en su rostro ni a describir sus sentimientos. Las cosas llegaron incluso al punto en el que estaba ahora. Podía ver la pasión en Valentín, la fuerza con la que intentaba hacerle ver lo maravilloso del mundo y aun así… el no podía verlo por completo. Sentía como si en el tiempo que llevaba viajando hubiesen entreabierto una enorme puerta, lo suficiente como para dejar pasar una ranura de luz, pero no tanto como parta ver el paisaje entero tras la madera.

Volvió la vista a los músicos, Valentín intentaba explicarle y el permaneció en silencio…lo que contestaría no seria del gusto del joven para nada, la verdad es que lo único que podía decir es que aquella música parecía algo más viva que otras, las risas lo inundaban todo y los acordes eran más fuertes y rápidos…. No había mucho más que pudiese decir… era un insensible? El ser humano; le habían explicado. Debería poder aprender las cosas de las que el carecía por mero instinto, sin siquiera pensarlo. Aun a pesar de no saber de música el corazón salta con los tambores y los pies se mueven en cada acorte, la música te lleva, te encanta y para el era mas fascinante observar a las personas perderse en este hechizo, con estudioso ante una prueba de ensayo. De decirlo en voz alta sabia que solo desataría la cólera de su acompañante y seria nuevamente tachado de ignorante, de insensible tal vez, lo más probable que de torpe o tonto.

-Eh escuchado la música de la corte, me pareció que todo era perfecta aunque algo desprovista de eso que llaman “pasión”- contesto… vio a Valentín unos segundos, segundos en que se pregunto si algún día el podría poseer semejante brillo en la mirada, semejante vida…- a veces, me gustaría estar algo loco- si es que ello le podía hacer sentir, hacer vibrar. Experimentar todo aquello de lo que la gente hablaba y que para él era más como un mito.

La música continua, las risas también, los murmullos, los danzantes y los sentimientos a flor de piel y sin embargo nada se movió en Fernando. Solo aquella luz tintineante detrás de aquella pesada puerta en su mente parecía llamarle. Pero la puerta no se abría.

Suspiro, la vista a las personas y el aire simplemente escapo de sus pulmones, posiblemente seria lo mas que podría obtener de el. Las palabras de Valentín le llegaban pero era difícil para el entender realmente, se preguntaba si había algo mal con el… un pequeño peso se instalo en su corazón y ni siquiera puso sentirse feliz por ello… Vio a Valentín e intento sonreír… pero no lo logro…

-Salí de mi país y comencé a viajar, esperando comprender aquellas cosas que no parecen naturales en mi… pero no parece que vaya a ser un proceso rápido- hablo con monotonía, casi se asomaba la resignación en sus palabras – creo…que me retirare ahora…- asintió, el peso en su pecho se hacia cada vez mas grande y era incomodo, estaba acostumbrado a cosas diferentes. Aquel sentimiento no era familiar, siquiera conocido.

Se levanto despacio, con movimientos pausados y naturales- me gusto conocerte… también estoy agradecido por el abrigo, es tiempo de que me marche- asintió deslizándose fuera de la silla y la mesa, aun desviando la mirada por ocasiones a los danzantes, aun con la música inundando sus sentidos, necesitaba algo de espacio, algo de soledad para analizar lo que le estaba pasando…aunque al mismo tiempo no sentía deseos de nada… como si solo quisiera entrar a la cama y dormir… dormir tranquilamente y olvidarse de todo eso.

Si…pensándolo bien eso no parecía una mala idea, el lugar era frio y el sentía que las energías se le habían ido por completo del cuerpo… quería dormir… dormir profundamente, arroparse y acurrucarse en el calor en medio de aquel frio tan insoportable.

Centro los ojos en la mano que le ofrecían, algo de tranquilidad le invadió al verlo alejando la ligera inquietud que le había invadido nada mas ponerse de pie. La observo y extendió la suya estrechándola, era bueno saber que no se tomaba a mas su partida y que de hecho el también necesitaba marcharse.

-lo tendré en cuenta, si alguna vez visitas España, puedes buscarme y si necesitas algo con gusto te ayudare en todo cuanto me sea posible- hablo sin saber si algún día realmente podrían volver a encontrarse, pero esperaba en lo profundo de aquella alma seca que así fuese. Estaba soltando la mano de Valentin cuando noto que había dicho todo de corrido, parecía que si estaba mejorando con el idioma, posiblemente había sido solo la falta de costumbre o el nuevo ambiente lo que le había dificultado las cosas en un principio.

Inclino la cabeza en una despedida- un placer- y se retiro, tendría que tomar algún medio de transporte...no sabia muy bien donde estaba o como se movían por ahí...pero sin duda se sentía mucho mas seguro que antes, llegaría a su posada sin problemas.