¿Una Dama en peligro? ¡Soy un hombre![Privado]

por **Valentin Zukovski** Miér Dic 21, 2011 11:52 am

No podía creer lo abarrotado que estaba ese día el mercado, solo deseaba ir por unas frutas el mismo, pero la gente lo empujaba y hasta le pisaba los pies aquel día; siempre iba de incognito para no causarle problemas a nadie, vestía una levita blanca con unos pantalones marrones holgados, unas botas negras y un sombrero de cuero que le cubría su cabeza del sol y era muy bueno para esconder su cabeza.

Su acento lo hacía parecer un extranjero, que a la vez parecía indefenso ante los ataques de los bandidos y ladrones que había en aquel lugar, ya varios lo habían visto y aunque trataba de no mostrarse adinerado era casi imposible, las ropas que usaba, eran viejas pero se podía distinguir la fina tela de donde provenía, haciéndolo tentador para los ladrones.

¿Acaso iban a cobrar una recompensa por él? Tal vez era alguien importante, pero si solo era un forastero que venía de paso, entonces ¿Quién pagaría su rescate? Por esa parte los ladrones se frenaban al verlo, como no sabían de donde era no podían hacer nada.

Valentín era muy astuto, sabía que su apariencia, elegancia y acento lo hacían muy llamativo, muy pocas veces dejaba que otras personas encontraran una pequeña oportunidad de saber quién era. Cuando iba a ese tipo de lugares, en donde había un peligro potencial de ser robado, atrapado y secuestrado, buscaba oportunidades para burlar a los interesados en el, conociendo a parís como la conocía podía escabullirse como un pequeño ratón en las grietas.

Parecía que esta vez debía hacer lo mismo, advirtió que tres hombres de aspecto robusto y mal olientes lo perseguían por aquel mercado ambulante tan abarrotado, dejo salir una pequeña sonrisa mientras entre la gente se quitaba discretamente el sombrero y se lo posaba en la cabeza de un pequeño que pasaba, se sentía como uno de esos forasteros que siempre andan en problemas.

Parecía que se había escabullido de ellos, miro a los lados para entrar a un callejón, si recordaba bien la última vez que vino lo llevaría a una de las calles centrales de parís, unas cuadras mas allá y estaría en el centro, allí podría encontrar una carroza que lo llevara hasta la mansión.

Todo estaba planeado, más o menos, lo que no esperaba era que al final del callejón dos hombres estuvieran esperándolo –Esto no es bueno- murmuro reconociendo al instante uno de los hombres malolientes del mercado ambulante quien le señalaba a la nueva cara. Valentín retrocedió tratando de llegar al otro tramo del callejón pero ya había otros tres hombres en aquel lugar.

¿Defenderse? No pudo uno de ellos le había puesto una toalla asquerosa en la boca que tenía una poción para hacerlo dormitar, el pobre hombre cayó desplomado en el piso mientras los ladrones lo metían en una carreta para llevarlo a dar un paseo y si no podían sacarle algo, al menos se divertirían con él.

por **Vanisha** Miér Dic 21, 2011 4:17 pm

Vanisha mordió una manzana con todo el placer del mundo, sintiendo sus dientes arrancar aquella jugosa piel y su fruto dulce. Aunque era dulce, su paladar identifico otro sabor, un sabor asqueroso y amargo. Escupió al suelo sin pudor alguno, tirándola lejos de su alcance mientras formaba varias muecas – Nada de manzanas en mi barco. Borra eso de la lista – comunicó a su confidente, Altaf. Estaban en el mercado, comprando ….perdonen, no me exprime correctamente, robando algunas necesidades básicas para sobrevivir unos cuantos días en alta mar. No tenían demasiado dinero por eso sus planes estaban estrictamente perfectos. No llamaban demasiado la atención debido al ajetreo que había en aquel día, pero los ropajes de un pirata( confundida a veces con un marinero) llamaban la atención, es decir..Vanisha llamaba la atención. Tal vez era su camiseta con los cuatro botones desabrochados permitiendo una vista privilegiada a los hombres ,tal vez sus facciones finas y llamativas o tal vez sus pantalones ajustados a sus piernas.

El único que estaba caminando a su lado era Altaf, los demás piratas estaban mezclados entre la multitud con diferentes misiones . Altaf tomó de la muñeca a Vanisha – Maldita sea! Aparta esa mano o te la corto de inmediato!Que te permita ser mi confidente eso no quiere decir que.. - se alteraba puesto a que no soportaba aquellos tratos. ¿Que demonios?. Ella era la capitana! - Sht! Ese de allí, mi capitana, de facciones asiáticas... ¿no es el mismo con el que nos enfrentamos a las orillas de Italia? - enseñó con la cabeza a un joven moreno. Vestía unos ropajes que le diferenciaba de los demás por la calidad alta de estos. La morena cerró un poco los ojos haciendo memoria pero no le parecía conocido – Te estas confundiendo.. - regañó apartando la mano de su confidente en un movimiento brusco . Altaf negó con la cabeza gruñendo y olisqueándolo como si fuese un perro , prácticamente lo era – Mi señora!Su olor... - Vanisha había adelantado unos pasos pero su confidente se empeñaba con el dichoso muchacho – Haber ,bola llena de pulgas... no sé lo que tu hueles pero en este mercado es imposible descubrir los olores . Te confundes! Hay variedades..¿me has entendido?. Deja de jugar al perro buscador porque no tengo ni la menor intención de lanzarte ningún palo... - las palabras parecía arrastrarlas sin ánimo alguno y de nuevo, volvió a darle la espalda .

“El Diablo” otro de los piratas, también pareció confundir al muchacho y por eso comenzó a hacer señas a los otros para que estén atentos . Dos de ellos lo siguieron hasta hacerlo adentrarse en los callejones . Una vez allí, habían otros dos que parecían esperarlo . El asiático estaba en apuros, no cabía duda pues a sus espaldas otros tres parecían querer arrancarle la cabeza. Uno de ellos le colocó una poción que provocó un desplomo. Vanisha al ver todo aquello emprendió la marcha hasta llegar al oscuro lugar. Nadie hacía ningún movimiento sin su permiso . Varias personas habían visto aquello por lo que ella no tuvo mas remedio que silbar y llamar al carruaje con en el que habían llegado. Metió al chico dentro y ella se subió junto con Altaf y “El Diablo”. Los otros se fueron devuelta al barco con la mayor discreción, tras la orden de la capitana.

Vanisha estaba a punto de explotar y todos esperaban aquel momento ,asustados. Pero no lo hizo, tan solo los engañó un par de minutos - ¿Quién coño os a dado el permiso para tomar a este individuo como prisionero? ¿E dado yo alguna orden? - preguntó en susurros y tras aquel tono suave comenzó la tormenta – Par de idiotas! Insensatos!Hombres! ¿Ahora ven porque necesitan una mujer como capitana?. IMBECILES! - los insultaba azotándolos a ambos con fuerza. Estos tenían la mirada en el suelo, avergonzados por lo sucedido – Altaf! - exclamó ella mirándolo y esperando alguna explicación . Estaba callado y su silencio era como echar mas leña al fuego – Maldito bastardo! No me contestas porque eres consciente de la gravedad. En medio de un callejón...oh por favor! - bufó ella mirando al otro - ¿Y tú qué? ¿Igual de callado? Miren..no me toquen … - iba a soltar unos cuantos tacos pero los parpados del joven parecían deseosos por abrirse – Bien. De alguna manera sacaremos provecho del joven – musitó chasqueando la lengua molesta por la desobediencia de su tripulación. ¿Era una rebeldía en su contra?. Bien sabían que ella estaba demente y que cualquiera podía caer en sus manos muerto.

por **Valentin Zukovski** Jue Dic 22, 2011 5:25 pm

Se sentía mareado y desorientado, no sabía en que parte del mundo estaba, oia unos murmullos cerca pero todo estaba oscuro ¿era de noche? ¿Había muerto?. No, sabía que no había muerto, un dolor punzante estaba en su cabeza, que dolor de cabeza tenia. Muy pronto cayo otra vez desmayado, desde pequeño había sido muy frágil para las drogas, cuando tenían que suministrarle una debía ser en muy poca cantidad, pues podría morir con la cantidad normal, pero parecía que esta solamente le daba sueño, por suerte.

Estaba en una pradera llena de girasoles, aquellas grandes flores que parecen un sol pequeño estaban por todo su alrededor, el los miraba confundido ¿no era de noche? Camino unos minutos hasta salir del hermoso prado, entre la alta y espesa maleza pudo encontrar una escalera, muy pronto otra hasta centrarse en un piso rustico, estaba en una zona destruida y desierta, miro a su alrededor, podía ver uno que otro indicio que tiempos atrás pudo hacer algo en ese lugar, pequeñas informidades, que sobresalían, pero que estaban cubiertas de maleza, se había camuflado con la naturaleza.

Escucho nuevamente unos ruidos que lo sacaban de aquel lugar, muy pronto todo se fue desmoronando, su realidad comenzaba a hacerse intangible, irreal, entraba a otra en donde estaba en problemas. La luz había llegado a sus parpados, realizo un gesto de dolor mientras pesadamente abría los parpados, para quedar con sus ojos negros puestos en una hermosa mujer, parpadeo varias veces incrédulo a lo que veía, sin poderlo procesar desvio su mirada; estaban en una casa abandonada, la humedad se sentía hasta en los huesos y la suciedad estaba por todas partes, las caras de sus opresores aparecieron entre aquella suciedad. ¡Estaba en problemas! ¿Qué sucedería si esto iba a mayores? Muchos problemas de seguro vendrían, para él y para ellos.

Se levanto del suelo sacudiendo el polvo de su camisa como si nada estuviera pasando, parecía muy fresco y tranquilo, claro era de la realeza sus modales debían ser impecables y no eran de aquellos bastardos de los altos funcionarios de peluca blanca y polvo hasta sus intimidades que lloriqueaban cuando estaban a punto de ser matatos, uno de los malolientes hombres se acerco harto de su indiferencia, con su puño cerrado estaba más que dispuesto a golpearlo, pero rápidamente este se inclino, dejando pasar el golpe por arriba de el, pudo localizar su pistola colgando de su correa, pudo estirar la mano y sujetarla con facilidad.

-Ves es aquel asiático- bramo el hombre mientras retrocedía al ver el arma en sus manos.

-¿asiático?- pregunto confundido –mis disculpas, soy ruso y si tengo estas habilidades es porque odio ser un bueno para nada-

Dedujo que era mala idea enfrentarse a ellos, por eso simplemente le dio el arma a la mujer que había visto primero, se podía notar que ella era la líder de aquellos sabandijas.-Bueno los dos sabemos lo que nos conviene ¿Qué desea? ¿Comida, bebidas, armas?-

Era mejor negociar que perder la vida, por eso había entregado el arma, a ellos tampoco le convenia tener a dos armadas navales buscándolo por los siete mares, él era el conde de Rusia, un importante funcionario de la nación nordica, aunque claro ellos no sabían con quien estaban tratando tal vez pensaban que era otro de la clase alta.

por **Vanisha** Lun Dic 26, 2011 9:14 am

En medio de aquel carruaje, la imagen de los tres piratas y aquel hombre no era nada mas ni nada menos que una cómica situación. Vanisha se reía en su interior por el destino de aquel joven. Al fin y al cabo,era una demente más en aquel mundo. Estaba silenciosa, con una expresión seria sin apartar los ojos del hombre. Despertó pero solo por unos segundos tras caer de nuevo en un sueño. Vanisha sonrío negando con la cabeza. “Hombres” pensó suspirando con resignación . No sabían con exactitud por donde les llevaba, ni se acordaba de las ordenes que había dado. Su mente estaba nublada de aquel incidente, del “incidente” que tenía ante sus ojos. Era un hombre atractivo, un muchacho que parecía buscar problemas con cualquier camino escogido. Tenía una esencia diferente a los demás y eso provocaba en la capitana unos deseos incontrolables por descubrir su identidad . Tras unos segundos ella se movió un poco hasta salir por la ventanilla sin prestar atención a la posición en la que estaba . Alrededor del camino , los girasoles parecían brillar mucho mas que el mismo sol. Algunas nubes amenazaban tormenta o una simple lluvia. El aire de París no le agradaba para nada, sabía con exactitud que aquella ciudad estaba maldita . Tras observar hacía la derecha, distinguió una casa abandonada de la mano de Dios. Recordaba vagamente que la noche anterior había sido repleta de cortesanos y cortesanas .

Volvió a su posición normal ,esperando el momento adecuado para bajar del carruaje. Un carruaje robado , pues lo necesitaban para los múltiples caminos que estos debían hacer hacía las zonas de París . Llegaron a la casa y Altaf bajó primero para abrirle el paso a Vanisha. Ella le golpeó con fuerza sobre el mano , rechazando cualquier ayuda – Estúpido perro. ¿Me ves cara de ser una dama necesitada de los servicios de sus sirvientes?. Asquerosa sabandija – bajó de un salto jovial tras escupir aquellas palabras. Altaf arrugó las cejas y reprimió cualquier palabra o gesto, pues su capitana tenía razón y no solo su capitana. El siempre había sentido aprecio y cierto amor hacía ella – Lafitte, esconde el carruaje y síguenos – ordenó al cochero , otro pirata. El único pirata francés de la tripulación. Altaf y “El Diablo” sacudieron al joven un poco , tomándolo por los brazos y obligándole a caminar. No necesitaban arma alguna ante el joven, Altaf poseía fuerza sobrehumana y el otro podía sacar los ojos de cualquier con un solo dedo. Vanisha abrió las puertas a la guarida , y las sujetó hasta que todos entraron. Volvió a cerrarlas y subió por las escaleras. Todos llegaron a aun piso rustico, abandonado y lleno de malezas alrededor. El polvo era abundante y la suciedad imposible de limpiar en un solo día. Todos estaban conscientes de que aquel lugar, era el que mas le gustaba a la capitana.

-Dejen al joven en el suelo – ordenó sentándose en una silla llena de polvo. No necesitaba limpiar ,no deseaba hacer eso. A la espera de ver al joven desesperado por salvarse, ella pudo notar que no era precisamente aquel asiático que estos intentaban encadenar. “El Diablo” se acercó al joven y apretó el puño deseando darle una buena lección, sin razón . Vanisha no estaba impresionada por el comportamiento del pirata y mucho menos de las habilidades del joven, al esquivar el puño y tomar el arma. Nadie se movió, salvo ella. Se levantó y con pasos lentos se acercó a el, un poco tambaleante – Veamos...- comenzó ella sonriendo y poniendo una sonrisa inocente – joven ...ruso – musitó ella aun caminando hacía el con pasos pequeños y suaves haciendo crujir aquel suelo inestable – no es buena idea enfrentarte a nosotros – tras aquellas palabras chasqueó los dedos y Altaf, siendo un licántropo se situó detrás del joven con una velocidad inhumana, rugiendo como un animal - ¿Lo ves? Tenemos cierta ventaja entre nosotros y aun no has visto nada. Dame el arma - movía los labios con lentitud, observando el arma y de vez en cuando a Altaf. El ruso devolvió el arma y ella con la misma lentitud de antes, la tomó. Sin darse la vuelta devolvió el arma al dueño de esta sonriendo triunfante – Joven.... ¿que te hace pensar que deseamos comida, bebida y armas? - preguntó ella dándole la espalda – Ah..se me olvidaba -se dio la vuelta con una mano en alto – Tu actitud no fue muy...adecuada – señaló con la cabeza al pirata que estaba detrás .

Altaf tomó al joven de ambos brazos llevándolas hacía la espalda para esposarlo. “El Diablo” lo esposó con unas cadenas ,mugrientas y manchadas de sangre . Mientras los demás lo ataban ella volvió a sentarse . En aquel mismo instante Laffite había llegado también –Mi señora- hizo una inclinación y se situó a su lado. Los que acababan de esposarlo, volvieron al lado de ella – Bien. A continuación te pondré unas cuantas preguntas. Yo deseo satisfacer mi curiosidad hacía un encuentro confuso y tu marcharte de aquí. Nadie saldrá herido si todo funciona. Solo quiero que me respondas a las preguntas, sin explicaciones ni nada parecido. Tienes un bonito rostro y de seguro que no quieres verlo deformado – todas aquellas palabras parecían un discurso interminable, soltado por ella con cierto cansancio – Primera pregunta: ¿Cuál es tu nombre? -

por **Valentin Zukovski** Mar Ene 03, 2012 11:07 am

Había algo malo en aquel momento, no se sentía ni una pizca cómodo, cuando la mujer comenzó a hablar, sintió que estaba en peligro de verdad y por primera vez sintió una rabia muy grande hacia alguien, cuando el hombre había llegado a su espalda sintió como un escalofrió aparecía por su espina dorsal, ¡era un sobrenatural! Trato de alejarse de el pero con una de sus manos lo sujeto para llevarlo arrastrando hasta unas cadenas oxidadas y manchadas de sangre.

-Oiga!- exclamo al sentir la sensación de impotencia, trato de mover los brazos, pero se lastimaba las muñecas.

De reojo miro a la mujer sentarse, dirigió una mirada con su ceño fruncido hacia ella, mientras comenzaba a hablar con suma tranquilidad, el hombre se había puesto a su lado, al conde le comenzaba a repugnar aquella situación, se dedico a oir con los ojos puestos en aquellos dos.

-¿Mi nombre?- realizo un bufido casi burlón -¿quiere que le diga mi nombre para satisfacer su curiosidad? ¿Qué hará con él? ¿Robármelo?- le saco la lengua de forma infantil, mientras se acomodaba en el piso, se sentó en forma de mariposa, con las piernas abierta.

-déjeme pensar… que se me a olvidado- dijo teniendo toda la intención de provocarlos-Valentín- dijo después de unos segundos en silencio –Segunda pregunta…- miro al hombre sobrenatural a su lado le hizo un gesto infantil, se notaba que lo tomaba como un juego todo aquello

por **Vanisha** Mar Ene 03, 2012 12:11 pm

Vanisha arqueó una de sus cejas con una expresión aburrida pero a la misma vez intrigada por su comportamiento. Demasiado rebelde para su gusto. Tenía la barbilla alta, como la mayoría de las veces y sus ojos parecían un pozo eterno de oscuridad. El joven se burlaba de ellos ,consciente de su estado .Estaba en peligro, no debía hacerla rabiar de ninguna manera a la morena. Era rara, sádica, masoquista cuando de prisioneros se trataba. Se recostó mejor , acomodando su espalda y colocando ambas piernas en el reposa-brazos del sillón - ¿Habéis oído caballeros?. Tenemos intención de robar su nombre.. - murmuró ella y tras aquellas sílabas escupidas con descaro , todos los piratas comenzaron a reírse con unas carcajadas sonoras y fuertes – No quiero hacer nada con tu nombre, chaval – comentó negando con la cabeza lentamente . Chasqueó la lengua , aburrida de toda aquella situación y no dudó en acompañar aquello con una mueca extravagante formada por sus labios – Si no contigo – esta vez sonrío lasciva y el destello de sus ojos comenzaban a regar las raíces de una imaginación nada apta para menores.

Altaf parecía una bestia sin control, deseando arrancarle la cabeza al joven . Rugía y Vanisha lo miró de reojo, solo faltaba darle una orden. Aun así escuchaba también al joven, mientras sus ojos estudiaba a cada uno de los acompañantes – No me has entendido – arrugó ambas cejas mientras atrapaba la mirada del moreno . Ella siempre había tenido aquel don de la gracia, pero en aquel momento estaba seria. Pronto anochecería y retener al joven seguramente le causaría mas problemas de lo que ya todos se esperaban – Valentin.. - pronunció su nombre con una sonrisa falsamente tierna – Tengo a un hombre que desea arrancarte la cabeza en este mismo instante , a otro deseando sacarte los ojos y jugar con ellas cuando el aburrimiento le acecha y otro que... - miró a Laffite por unos segundos. En su rostro se podía leer una de las expresiones mas idiotas del mundo. Vanisha puso los ojos en blanco – estaría deseoso de llenarte el cuerpo de agujeros - aunque el pirata francés no era “pirata” en todo el sentido de la palabra, eso no significaba que no podía matar cuando Vanisha le ordenase – Solo esperan la señal, mi señal- finalizó elevando sus hombros con suavidad.

Esperó una fracción de segundos para volver a retomar sus advertencias, amenazas, palabras ..lo que fuese – E dicho que no quiero oír nada mas que la respuesta. Ahorrate tus comentarios para los que de verdad los necesite – escupió en el suelo como un varón faltado de educación – Yo soy quién decide cuando cambiar de pregunta . E dicho tu nombre, eso cubre también tu apellido – le hizo una señal con la cabeza, a modo de que podía decirle todo el nombre. Si hacía falta torturarle, lo haría pero Vanisha no era tan tonta como para mancharse las manos de sangre con alguien tan....de clase alta. Le inspeccionó , de pies a cabeza, cada gesto y facción en silencio a la espera de su única respuesta.

por **Valentin Zukovski** Miér Ene 04, 2012 9:40 am

Una campana sonó en su cabeza, el sonido se repetía constantemente, le llamaba a ser fiel a su casa, a las tradiciones y al respeto a sus superiores, era como una canción compuesta por sus recuerdos, era extraño tener aquel sentimiento de desesperación en el corazón, como cuando se tiene un mal sueño una madrugada de fin de semana. Solo había querida tener una fiesta en su soledad, en donde el invitado era solamente una persona, si hubiera notado los pasos que le seguían, no estuviera en ese lugar, pero en ese momento solo pensaba pasarla bien en la vida.

Cerró los ojos, ignorando las risas de los demás, recordaba cómo había sido, se preguntaba cual había sido su error para estar en ese lugar, pero le daba tanta vueltas que comenzaba a marearse, y las ataduras no ayudaban, abrió sus ojos, ya la oscuridad no le agradaba, se quedo mirando a la joven morena con cólera en sus ojos, ya no le estaba gustando aquel juego pero lo disimulaba muy bien.

Valentín… le habían llamado, levanto su mirada, mostrándose neutral, odiaba mostrar sus verdaderos sentimientos, había aprendido a mostrar una máscara diferente, en ese momento estaba tratándolos como aquellos idiotas funcionarios, claro eran casi iguales, la diferencia era que ellos podían y la mayoría quería matarlo, pensando bien, no eran nada diferente. Las palabras de Vanisha confirmaron sus sospechas, no era del agrado de ninguno de los que estaba ahí. Pero no lo harían, claro si se mantenía al margen de la que en realidad importaba, saldría solamente con un dolor de muñeca de ese lugar. Su mirada estaba alta, en ningún momento la bajo o se mostro sumiso ante ellos, la verdad era que su actitud era lo que lo iba a matar, se acomodo moviendo un poco las piernas, sentía que comenzaban a dormirse, asintió haciendo un gesto de desprecio. Miro a los otros volteando los ojos hasta posarse con las de la joven.

-Muy bien, me ahorrare mis estúpidos comentarios- dijo neutral pero ya irritado-Mi nombre completo es Valentín Volkova, ese es mi nombre completo- se mordió su labio sonriendo falsamente de lado.

por **Vanisha** Vie Ene 13, 2012 2:09 pm

El joven demostraba inteligencia al bajar un poco la guardia. No tenía porque comportarse de esa manera ante ella, pues en menos de un segundo podía ordenar su cabeza sobre una bandeja de oro. Suponía que no hacía falta aquello y menos sus guardias así que llamó con un dedo al que estaba mas cerca de ella . Altaf inclinó su espalda y escuchó con atención la petición de la capitana . Todos los hombres salieron dejando a Vanisha y a Valentin solos. Acomodó su espalda cuando el silencio reinó en aquella habitación abandonada a su suerte. Por unos momentos ella no dijo nada, se limitó en escuchar su nombre completo. No le sonaba y estaba segura que se había equivocado de persona. Una puerta abre otra puerta. Sacar provecho de Valentin le resultaba fácil pero un poco intrigante, no sabía a que familia pertenecía – Valentin...- pronunció con suavidad apenas moviendo sus labios voluptuosos.

Entrecerró los ojos aun observando su rostro. Poseía facciones asiáticas y sin embargo su apellido era ruso. Una combinación interesante. Vanisha creyó conveniente pasar a la siguiente pregunta - ¿Cuantos años tienes? - era una pregunta para su interés, personal. Tal vez era un adolescente encaprichado en comportarse como un rebelde. Al fin y al cabo el mundo se estaba volviendo mas loco de lo que ya estaba.La puerta se abrió de golpe y Altaf hizo su presencia con una bandeja llena de comida y dos botellas de ron. Las dejó sobre la mesa y una vez colocadas de tal manera que Vanisha no tenía que hacer un esfuerzo, se paró al lado de ella – Dame las llaves Altaf y dejanos solos – extendió su mano a la espera de las múltiples llaves – Pero..- Vanisha no dejaba de observar al joven encadenado pero al escuchar como el pirata intentaba imponerse ante su petición no dudó en fulminarle con la mirada – Dame las putas llaves – cada sílaba había sido pronunciada con énfasis y seriedad. Fue como un rayo en medio de una tormenta, amenazante y periculoso. Altaf dejó las llaves caer sobre su mano y se dirigió a la puerta, abandonando a su capitana y al nuevo prisionero.

Vanisha apretó las llaves en sus manos y se levantó de la silla encaminándose hacía Valentin . Las meneó delante de su rostro con cierta gracia pero con un rostro serio – Si te portas bien y respondes adecuadamente a mis preguntas, te soltaré y cenaremos. Supongo que tienes hambre – dibujó una sonrisa de medio lado y volvió a darle la espalda. Aun de espaldas a el, tomó la botella de ron y le dio un trago volviendo a formular otra pregunta - ¿Eres extranjero? - sus dedos se permitieron el lujo de tomar una de las uvas que tan buen aspecto tenían.

por **Valentin Zukovski** Lun Ene 16, 2012 4:05 pm

Se había tranquilizado un poco, ahora simplemente mostraba silencio aunque su orgullo y elegancia no se habían quedado atrás, mantenía todos sus sentidos atentos a los movimientos de los demás, los labios de la mujer habían dicho su nombre, alzo la mirada ladeándola un poco mirándola a los ojos, muy pronto siguió la siguiente pregunta, Valentín sonrió-28 Años Madame- respondió cerrando sus ojos para descansar su vista un poco.

Sintió que algo pasaba, pero sus ojos se mantenían cerrados, no deseaba ver el lugar que estaba, pero pasos, ruidos y sonidos comenzaban a molestarlo, realizo un gesto mientras abría los ojos y encontraba ya la comida servida, y la hermosa mujer discutiendo por las llaves, valla, aquel hombre de alguna forma u otra era sobreprotector con ella pero la dama tenia los pantalones en este caso, así que regañado salió entregando las llaves a la dama, Valentín se despidió moviendo la cabeza con una sonrisa traviesa, adoraba molestarlo, parecía tan temperamental, su sonrisa no se borro cuando las llaves sonaron en su rostro, es mas eso le dio risa, pero la omitió con una mirada baja-Muy bien, Madame- respondió sonriendo mientras aquella joven volvía a preguntar ¿ya eso no lo sabía? Pero bueno no era tiempo de juzgar.

-así es, Soy de Rusia,- se mordió los labios pero se atrevió a molestarla-Discúlpeme…debo deber que es una dama con mucho carácter, peor que muchas baronesas que he conocido- sonrió acomodando su cuerpo entumecido mientras esperaba alguna respuesta de la joven o la próxima pregunta quizás.

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¿Una Dama en peligro? ¡Soy un hombre![Privado]

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