AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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¡ Tu ! ¿que haces por aqui? (Privado)
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¡ Tu ! ¿que haces por aqui? (Privado)
Es...bonito *explico tomando aquel collar en sus manos con una sonrisa en los labios, el hombre parecia ya frotarse las manos al ver que la mujer se llevaria uno de los más caros que vendía aunque era el anochecer y miraba a todo lados vigilando que la policia no pasara cerca, obviamente algunas de las joyas eran robadas y eso lo sabia mar de sobra pero le gustaba aprovecharse de todo un poco despues de todo ella tambien habia robado a hombres borrachos, tambien a las mujeres que descuidadamente y al sernueva se habian dejado aconsejar sobre todo en temas de dinero por eso ahora ella podia disfrutar esos lujos a menudo por las presas que caian en sus redes* Me lo llevo
*Le pagó recibiendo la sonrisa de aquel hombre, el collar en cuestion tenia una piedra preciosa de imitacion en el centro que resaltaba el color de sus ojos, más aun el vestido casi transparente que escondia de forma insinuante sus senos y sus caderas dejando que el pantalon escondiese finalmente lo demás, algunas mujeres le miraban con odio, especialmente las decentes porque las mujeres no debian de llevar pantalon, era cosa de hombres segun decian todos*
¡Ouch, lo lamento señor! *Estaba intentando abrocharse el collar pero no tenia mucho éxito pero tambien su mirada se habia fijado en un carruaje libre que estaba a punto de ser tomado por otra persona, por eso apuró el paso y por eso habia chocado, dejo caer el collar que con suerte no se habia hecho nada mas que un rasguño. Mar lo tomo examinándolo, resoplando aun mas cuando aquel carruaje habia sido tomado recordando que hasta llegar a su casa era un camino bastante largo y que seguro que tardarian los cocheros.
Dejo de pensar en ella misma -algo a veces dificil- y su mirada fue hacia aquel hombre, le miró apenada colocando la mano en su brazo para mirar si estaba bien, al comprobar que no le habia hecho nada serio se alejo un poco de él, su vestimenta claro estaba señalaba su oficio y no queria que aquel hombre se asustase o pensara que iba a por el, muchos habian hechado de malos modos a mar solo porque pensaban que queria algo indecente, incluso cuando solo queria ir a comprar algo o preguntar las direcciones, pero esa era la vida de una cortesana*
Me lastimarian si un hombre tan guapo se hiciera daño *Paso a la fase de bromear, era buena con los hombres pero torpe, cuando la torpeza venia de la mano de la mujer, siempre acostumbrada a la perfeccion que se olvido efectivamente de que a veces era una maldita humana algo que le recordaba a menudo algun que otro cliente perteneciente a la raza de los inmortales y hablando de inmortales ¿porque aquel hombre le sonaba de algo? después abrió la boca señalando, algo poco femenino realmente* ¡ Tu !
*Le pagó recibiendo la sonrisa de aquel hombre, el collar en cuestion tenia una piedra preciosa de imitacion en el centro que resaltaba el color de sus ojos, más aun el vestido casi transparente que escondia de forma insinuante sus senos y sus caderas dejando que el pantalon escondiese finalmente lo demás, algunas mujeres le miraban con odio, especialmente las decentes porque las mujeres no debian de llevar pantalon, era cosa de hombres segun decian todos*
¡Ouch, lo lamento señor! *Estaba intentando abrocharse el collar pero no tenia mucho éxito pero tambien su mirada se habia fijado en un carruaje libre que estaba a punto de ser tomado por otra persona, por eso apuró el paso y por eso habia chocado, dejo caer el collar que con suerte no se habia hecho nada mas que un rasguño. Mar lo tomo examinándolo, resoplando aun mas cuando aquel carruaje habia sido tomado recordando que hasta llegar a su casa era un camino bastante largo y que seguro que tardarian los cocheros.
Dejo de pensar en ella misma -algo a veces dificil- y su mirada fue hacia aquel hombre, le miró apenada colocando la mano en su brazo para mirar si estaba bien, al comprobar que no le habia hecho nada serio se alejo un poco de él, su vestimenta claro estaba señalaba su oficio y no queria que aquel hombre se asustase o pensara que iba a por el, muchos habian hechado de malos modos a mar solo porque pensaban que queria algo indecente, incluso cuando solo queria ir a comprar algo o preguntar las direcciones, pero esa era la vida de una cortesana*
Me lastimarian si un hombre tan guapo se hiciera daño *Paso a la fase de bromear, era buena con los hombres pero torpe, cuando la torpeza venia de la mano de la mujer, siempre acostumbrada a la perfeccion que se olvido efectivamente de que a veces era una maldita humana algo que le recordaba a menudo algun que otro cliente perteneciente a la raza de los inmortales y hablando de inmortales ¿porque aquel hombre le sonaba de algo? después abrió la boca señalando, algo poco femenino realmente* ¡ Tu !
Mar Santini- Humano Clase Alta
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Re: ¡ Tu ! ¿que haces por aqui? (Privado)
Dos festines. Dos cuerpos. Dos vidas. El monstruo que se había apoderado de Vladik desde hacía ya más de una semana levantó su cabeza de su segundo cuello al sentir cómo el ser humano daba su último aliento de vida y, con ello, la última gota de sangre era sustraída por sus labios. Desde la última vez que había permitido que el joven tímido y con una conciencia moral absolutamente ridícula se apoderada de su cuerpo había llegado a la conclusión que no lo volvería a permitir, no porque no le divirtiera ver cómo Vladik se las arreglaba tratando de ocultar el cuerpo o lamentándose por la culpa, sino porque le desesperaba lo mucho que le costaba volver a tomar el control de nuevo.
Con rapidez y destreza cargó los dos cuerpos hasta el basurero más cercano, en donde los tiró sin la mayor preocupación, cubrir sus huellas no era algo de lo que le gustaba preocuparse, para eso tenía a su mentor, además estaba tan lejos de la mansión y habían tanto de los suyos en aquel país que estaba casi seguro de que jamás creerían que él había realizado semejante barbaridad.
Comenzó a caminar hacia el centro de París al tiempo que desenvolvía una pequeña pastilla de menta despojándola de su envoltura, siempre traía varias de las mismas en los bolsillos por seguridad, uno nunca sabía qué le podía deparar la noche y no le gustaba oler a sangre o a muerto en caso de toparse con una mujer bella a la cual cortejar, aunque debía reconocer que había sido bastante complejo poder consumar todas las coqueterías que había realizado últimamente, pues el cuerpo del muchacho era bastante reacio al contacto físico, tanto así que el monstruo no tardó en descubrir que se trataba de un chico absoluta y completamente virgen.
No alcanzó a caminar ni cuatro cuadras cuando su cuerpo colisionó con el de una damisela cuyas curvas pudo percibir de inmediato en el instante que la tuvo que sujetar para que no se golpeara con el pavimento. Al principio su voz le pareció bastante conocida, lo suficiente como para dejarlo pensativo lo cual era altamente preocupante para el joven vampiro.
Una sonrisa absolutamente cautivadora se posó en sus labios ante el piropo de la damisela, el cual debería haber sido pronunciado por él, sin embargo su gesto se desvaneció por completo al ver el rostro de Mar Santini. ¡Por supuesto que la voz le sonaba familiar! ¿Cómo olvidar el rostro, cuerpo y voz de la mujer que estuvo a punto de desvirginar al pequeño Vladik? Era una lástima que esa noche Logan - su mentor - hubiese hecho sus truquitos mágicos para que la verdadera personalidad del muchacho saliera a flote, pues haber dejado el cuerpo de Mar en pura ropa interior en aquel cuarto del burdel había sido todo un desperdicio, aún no podía entender cómo el chico había pasado de semejante mujer corriendo como si lo persiguiera el mismisimo diablo. ¡Ni que el sexo fuera algo de lo que asustarse!
- Mar, veo que aún me recuerdas - comentó galante una vez la muchacha recobró la estabilidad - Sé que la última vez que nos vimos no tuvimos la mejor despedida de todas, pero ¿es necesario ese tono de voz? - preguntó acercándose a su cuerpo llevando una de sus manos hasta sus finos cabellos para poder echarlos hacia atrás y así tener una panorámica de su cuello, no porque estuviera hambriento, pues con dos cuerpos ya se podía controlar lo más bien, sino porque esa parte de la anatomía era bastante atractiva para el vampiro, ¿raro, no? - Tal vez si me dieras la oportunidad de arreglar ese pequeño mal entendido... - prosiguió - ¿O es que ya no puedo ser parte de tu lista de clientes? - sus ojos penetraron los de ellas con picardía, una que sólo podía poseer frente a una mujer que realmente considerara deseable, luego de haberse alimentado como correspondía, sabiendo que no cometería ninguna locura o acto de canibalismo.
Con rapidez y destreza cargó los dos cuerpos hasta el basurero más cercano, en donde los tiró sin la mayor preocupación, cubrir sus huellas no era algo de lo que le gustaba preocuparse, para eso tenía a su mentor, además estaba tan lejos de la mansión y habían tanto de los suyos en aquel país que estaba casi seguro de que jamás creerían que él había realizado semejante barbaridad.
Comenzó a caminar hacia el centro de París al tiempo que desenvolvía una pequeña pastilla de menta despojándola de su envoltura, siempre traía varias de las mismas en los bolsillos por seguridad, uno nunca sabía qué le podía deparar la noche y no le gustaba oler a sangre o a muerto en caso de toparse con una mujer bella a la cual cortejar, aunque debía reconocer que había sido bastante complejo poder consumar todas las coqueterías que había realizado últimamente, pues el cuerpo del muchacho era bastante reacio al contacto físico, tanto así que el monstruo no tardó en descubrir que se trataba de un chico absoluta y completamente virgen.
No alcanzó a caminar ni cuatro cuadras cuando su cuerpo colisionó con el de una damisela cuyas curvas pudo percibir de inmediato en el instante que la tuvo que sujetar para que no se golpeara con el pavimento. Al principio su voz le pareció bastante conocida, lo suficiente como para dejarlo pensativo lo cual era altamente preocupante para el joven vampiro.
Una sonrisa absolutamente cautivadora se posó en sus labios ante el piropo de la damisela, el cual debería haber sido pronunciado por él, sin embargo su gesto se desvaneció por completo al ver el rostro de Mar Santini. ¡Por supuesto que la voz le sonaba familiar! ¿Cómo olvidar el rostro, cuerpo y voz de la mujer que estuvo a punto de desvirginar al pequeño Vladik? Era una lástima que esa noche Logan - su mentor - hubiese hecho sus truquitos mágicos para que la verdadera personalidad del muchacho saliera a flote, pues haber dejado el cuerpo de Mar en pura ropa interior en aquel cuarto del burdel había sido todo un desperdicio, aún no podía entender cómo el chico había pasado de semejante mujer corriendo como si lo persiguiera el mismisimo diablo. ¡Ni que el sexo fuera algo de lo que asustarse!
- Mar, veo que aún me recuerdas - comentó galante una vez la muchacha recobró la estabilidad - Sé que la última vez que nos vimos no tuvimos la mejor despedida de todas, pero ¿es necesario ese tono de voz? - preguntó acercándose a su cuerpo llevando una de sus manos hasta sus finos cabellos para poder echarlos hacia atrás y así tener una panorámica de su cuello, no porque estuviera hambriento, pues con dos cuerpos ya se podía controlar lo más bien, sino porque esa parte de la anatomía era bastante atractiva para el vampiro, ¿raro, no? - Tal vez si me dieras la oportunidad de arreglar ese pequeño mal entendido... - prosiguió - ¿O es que ya no puedo ser parte de tu lista de clientes? - sus ojos penetraron los de ellas con picardía, una que sólo podía poseer frente a una mujer que realmente considerara deseable, luego de haberse alimentado como correspondía, sabiendo que no cometería ninguna locura o acto de canibalismo.
Vladik Udinov- Mensajes : 304
Fecha de inscripción : 07/06/2011
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Re: ¡ Tu ! ¿que haces por aqui? (Privado)
*Agradeció aquella sujeción pues de no haber sido por aquel hombre ahora mismo habría hecho algo que no le gustaba, el ridículo; Esperó a que su cuerpo recuperase todo el equilibrio más agil de lo que pensaba, si no hubiera conocido a esa persona no le habria importado nada hacer el ridiculo podía correr rapidamente quitándose los tacones pero conocía esa voz por ser el primero hombre que "rechazaba" a la pelirroja cuando estaba con sus encantos femeninos al desnudo, como olvidar aquella voz que al principio le sedujo o incluso aquellos orbes que tenían algo extraño en sí* No podría olvidarte *Intentó hablar coherente mientras examinaba que lo que habia comprado estuviera en perfectas condiciones al menos hasta que sucediera algo despues de todo era de segunda mano asi que la calidad dudosamente sobreviviría durante toda una semana si no lo sabía cuidar, presumir y guardar ese era el lema de toda aquella mujer que tuviera joyas.
El hombre seguía siendo tan atractivo como le había recordado diviendo a Mar en dos cuestiones la primera que debia de ser precavida pero lo más salvaje le indicaba que le encantaria volver a tener una noche con ese hombre. Dejó que domase por arte de magia sus mechones rizados dejando su cuello al desnudo aunque ella también ayudó colocando el cabello en su hombro derecho como buena cortesana que ofrecia obediencia a los hombres no se contenía excesivamente* Mi voz delata aún la sorpresa de aquel hombre que pudo, digamos, decir que no a algo que yo haya dicho * La altaneria como la sensualidad en su voz eran patentes, ella era una mujer que conseguía lo que quería incluso a los hombres que ella deseaba, cuando trabajaba en el burdel muchas mujeres le odiaban pues habia clientes realmente atractivos que ella solia dejar bastantes satisfechos. No dudaba que habría hecho lo mismo con este hombre que tenia en frente pero en fin elpasado era pasado y las lagrimas que se derramasen eran patéticas si es que habia alguna, claro estaba* Siempre estarás en mi lista Mon chér. Pero no creo que te guste hacerlo en mitad de la calle ¿o si?
*Bromeó con una sonrisa en los labios dejando sus dientes blancos que parecían romper el contraste de los cabellos pelirrojos y el carmín en los labios de la pelirroja, Su humor era bastante picante así que no se contenía en cuando debía de hacer alguna que otra broma. La cercania de ambos cuerpos hacía más fácil la tarea de mar especialmente cuando paseó sus dígitos por el torso ajeno por encima de la camisa mientras miraba fijamente sus ojos, no tenia por costumbre apartar la mirada por muy descarado que fuera lo que le dijesen* ¿Tienes algun lugar al que llevarme? *Le guiñó el ojo, al cabo de unos pocos minutos se separó haciendo gala de que no había perdido la sensualidad o el erotismo por como sus caderas se movían con presuntuosidad incluso, divisó por el rabillo del ojo que los cocheros habian decidido no venir así que en parte se aprovecharía de que conocia a Vladik todo un caballero* Me siento generosa. Asi que puedo invitarte a lo que desees y después cuando pienses donde deseas llevarme nos podremos divertir
*El tono de voz parecía un ronroneo mientras vagaba una sonrisa entre tímida y suave, podia ser una cortesana pero tambien en su momento era timida o cohibida como las mujeres normales, esa faceta suya no era que le gustase demasiado especialmente cuando tenia que hacer su trabajo, pocas veces un hombre le habia hecho sonrojar, no tenía porque empezar a hacerlo ahora. Señaló un bar que conocía, iba a dirigirse justamente a ese sitio en el caso de que no hubiera cocheros hasta horas tardías. El cabello de Mar recuperó la compostura escondiendo sus hombros y su espalda, balanceándose ritmicamente mientras el sonido de sus tacones reinaba en el silencio que se había formado de la noche interrumpido por ellos dos o por algun que otro animal callejero que habia salido de su escondite por alguien superior o por un vagabundo, antes de llegar a entrar, ladeó el rostro mostrando sus rasgos de perfil mientras observaba a su acompañante ¿Se hecharia atrás como la otra vez?*
El hombre seguía siendo tan atractivo como le había recordado diviendo a Mar en dos cuestiones la primera que debia de ser precavida pero lo más salvaje le indicaba que le encantaria volver a tener una noche con ese hombre. Dejó que domase por arte de magia sus mechones rizados dejando su cuello al desnudo aunque ella también ayudó colocando el cabello en su hombro derecho como buena cortesana que ofrecia obediencia a los hombres no se contenía excesivamente* Mi voz delata aún la sorpresa de aquel hombre que pudo, digamos, decir que no a algo que yo haya dicho * La altaneria como la sensualidad en su voz eran patentes, ella era una mujer que conseguía lo que quería incluso a los hombres que ella deseaba, cuando trabajaba en el burdel muchas mujeres le odiaban pues habia clientes realmente atractivos que ella solia dejar bastantes satisfechos. No dudaba que habría hecho lo mismo con este hombre que tenia en frente pero en fin elpasado era pasado y las lagrimas que se derramasen eran patéticas si es que habia alguna, claro estaba* Siempre estarás en mi lista Mon chér. Pero no creo que te guste hacerlo en mitad de la calle ¿o si?
*Bromeó con una sonrisa en los labios dejando sus dientes blancos que parecían romper el contraste de los cabellos pelirrojos y el carmín en los labios de la pelirroja, Su humor era bastante picante así que no se contenía en cuando debía de hacer alguna que otra broma. La cercania de ambos cuerpos hacía más fácil la tarea de mar especialmente cuando paseó sus dígitos por el torso ajeno por encima de la camisa mientras miraba fijamente sus ojos, no tenia por costumbre apartar la mirada por muy descarado que fuera lo que le dijesen* ¿Tienes algun lugar al que llevarme? *Le guiñó el ojo, al cabo de unos pocos minutos se separó haciendo gala de que no había perdido la sensualidad o el erotismo por como sus caderas se movían con presuntuosidad incluso, divisó por el rabillo del ojo que los cocheros habian decidido no venir así que en parte se aprovecharía de que conocia a Vladik todo un caballero* Me siento generosa. Asi que puedo invitarte a lo que desees y después cuando pienses donde deseas llevarme nos podremos divertir
*El tono de voz parecía un ronroneo mientras vagaba una sonrisa entre tímida y suave, podia ser una cortesana pero tambien en su momento era timida o cohibida como las mujeres normales, esa faceta suya no era que le gustase demasiado especialmente cuando tenia que hacer su trabajo, pocas veces un hombre le habia hecho sonrojar, no tenía porque empezar a hacerlo ahora. Señaló un bar que conocía, iba a dirigirse justamente a ese sitio en el caso de que no hubiera cocheros hasta horas tardías. El cabello de Mar recuperó la compostura escondiendo sus hombros y su espalda, balanceándose ritmicamente mientras el sonido de sus tacones reinaba en el silencio que se había formado de la noche interrumpido por ellos dos o por algun que otro animal callejero que habia salido de su escondite por alguien superior o por un vagabundo, antes de llegar a entrar, ladeó el rostro mostrando sus rasgos de perfil mientras observaba a su acompañante ¿Se hecharia atrás como la otra vez?*
Mar Santini- Humano Clase Alta
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Re: ¡ Tu ! ¿que haces por aqui? (Privado)
Enarcar una ceja era algo que el monstruo hacía a menudo, sin embargo esta vez fue la primera vez que aquel gesto era provocado por la altanería de una mujer, sumado a ese inmensa sensualidad que desbordaba por cada uno de sus poros, ciertamente las curvas de aquella cortesana unidas a su desbordante belleza provocaban en él un deseo más allá de sólo querer morder su cuello, el cual era bastante delicado y atractivo de observar, debo agregar.
Una media sonrisa se posó en su rostro, dejando atrás a su ceja arqueada ante el siguiente comentario de la pelirroja, las mujeres atrevidas eran, para todo hombre en aquella época, algo sorprendente de ver, mas en Mar aquella cualidad encajaba a la perfección con todo lo que representaba, no sólo por su trabajo, el cual dejaba mucho que desear, sino más bien por su carácter, el cual se notaba demasiado difícil de llevar, por no decir complicado de disuadir. Todo un reto para un hombre que tenía los cojones de intentar tener algo con ella más allá de sólo una noche bien pagada.
- A la mitad de la calle, afuera de la catedral si te apetece. Con tal de tenerte no me importaría tener que volver a Rusia si así lo deseas - susurró con un deje de deseo al tiempo que comenzaba a acariciar su brazo con la yema de sus dedos, acercándose aún más a ella para poder comenzar a depositar suaves besos en la curva desnuda de su cuello, aprovechando de susurrarle a su oído con el fin de volver la conversación un poco más íntima - El problema no es si tengo o no un lugar a donde llevarte - musitó entre aquellos pequeños, pero excitantes, besos que subieron de su cuello hasta el lóbulo de su oreja mientras pensaba en el camino hacia la mansión de su creador y mentor, en la cual estaba viviendo - El problema es que no te he encontrado en tu lugar de trabajo, así como tampoco con tus ropas de trabajo, por lo que si aceptas venir conmigo será por tu propia voluntad dispuesta a satisfacer tu propio placer sin dinero de por medio - con lentitud se separó de ella para poder mirarla directamente a los ojos percatándose de que un carro se aproximaba hacia ellos, sin embargo, al parecer la muchacha había considerado que un bar y caminar eran opciones más apetecibles, así que no dudó en dejar pasar el medio de transporte y seguirla con una sonrisa de picardía en su rostro.
Caminaron en silencio hasta que la puerta del local se encontró entre ambos, el rostro de invitación de la cortesana fue todo lo que necesitó para querer hacer todo lo que la noche le ofreciera, sin embargo no estaba dispuesto a pagar por sus servicios y necesitaba dejar eso claro. Pagar por sexo era algo que no estaba en las prioridades del vampiro, no porque lo encontrara asqueroso, pues trabajo era trabajo, sino más bien porque aquello no representaba ningún reto para él, cualquiera con una buena billetera podría tener la mujer de sus sueños, algo realmente aburrido. - Mar antes de entrar, necesito saber si estás los suficientemente generosa para dejar a un lado tu trabajo y tan sólo dedicarte a disfrutar - El joven iría a tomar unos tragos de igual forma, pues había salido con dinero suficiente, sin embargo quería saber si había ganado esa partida, quería saber si la cortesana estaría dispuesta a no recibir ni un céntimo si es que las cosas pasaban a mayores, pues si aceptaba, ciertamente no dejaría que ella pagara los tragos, por supuesto que no, por mucho dinero que ella pudiera hacerse en una sola noche, el honor era el honor y no había nada de honorable o caballeresco en dejar que una damisela invitara en una noche de juerga.
Off: perdón por la tardanza, estaba de vacaciones
Una media sonrisa se posó en su rostro, dejando atrás a su ceja arqueada ante el siguiente comentario de la pelirroja, las mujeres atrevidas eran, para todo hombre en aquella época, algo sorprendente de ver, mas en Mar aquella cualidad encajaba a la perfección con todo lo que representaba, no sólo por su trabajo, el cual dejaba mucho que desear, sino más bien por su carácter, el cual se notaba demasiado difícil de llevar, por no decir complicado de disuadir. Todo un reto para un hombre que tenía los cojones de intentar tener algo con ella más allá de sólo una noche bien pagada.
- A la mitad de la calle, afuera de la catedral si te apetece. Con tal de tenerte no me importaría tener que volver a Rusia si así lo deseas - susurró con un deje de deseo al tiempo que comenzaba a acariciar su brazo con la yema de sus dedos, acercándose aún más a ella para poder comenzar a depositar suaves besos en la curva desnuda de su cuello, aprovechando de susurrarle a su oído con el fin de volver la conversación un poco más íntima - El problema no es si tengo o no un lugar a donde llevarte - musitó entre aquellos pequeños, pero excitantes, besos que subieron de su cuello hasta el lóbulo de su oreja mientras pensaba en el camino hacia la mansión de su creador y mentor, en la cual estaba viviendo - El problema es que no te he encontrado en tu lugar de trabajo, así como tampoco con tus ropas de trabajo, por lo que si aceptas venir conmigo será por tu propia voluntad dispuesta a satisfacer tu propio placer sin dinero de por medio - con lentitud se separó de ella para poder mirarla directamente a los ojos percatándose de que un carro se aproximaba hacia ellos, sin embargo, al parecer la muchacha había considerado que un bar y caminar eran opciones más apetecibles, así que no dudó en dejar pasar el medio de transporte y seguirla con una sonrisa de picardía en su rostro.
Caminaron en silencio hasta que la puerta del local se encontró entre ambos, el rostro de invitación de la cortesana fue todo lo que necesitó para querer hacer todo lo que la noche le ofreciera, sin embargo no estaba dispuesto a pagar por sus servicios y necesitaba dejar eso claro. Pagar por sexo era algo que no estaba en las prioridades del vampiro, no porque lo encontrara asqueroso, pues trabajo era trabajo, sino más bien porque aquello no representaba ningún reto para él, cualquiera con una buena billetera podría tener la mujer de sus sueños, algo realmente aburrido. - Mar antes de entrar, necesito saber si estás los suficientemente generosa para dejar a un lado tu trabajo y tan sólo dedicarte a disfrutar - El joven iría a tomar unos tragos de igual forma, pues había salido con dinero suficiente, sin embargo quería saber si había ganado esa partida, quería saber si la cortesana estaría dispuesta a no recibir ni un céntimo si es que las cosas pasaban a mayores, pues si aceptaba, ciertamente no dejaría que ella pagara los tragos, por supuesto que no, por mucho dinero que ella pudiera hacerse en una sola noche, el honor era el honor y no había nada de honorable o caballeresco en dejar que una damisela invitara en una noche de juerga.
Off: perdón por la tardanza, estaba de vacaciones
Vladik Udinov- Mensajes : 304
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Re: ¡ Tu ! ¿que haces por aqui? (Privado)
*Su sonrisa se ensanchó cerrando los ojos ante aquellos besos que estaban asfixiando su piel, parecían ser una pareja algo completamente erróneo pues no habia amor entre ellos dos, sino atracción. Esta vez fue mar la uqe acarició los cabellos de Vladik entregándose con una pizca de docilidad a aquellos besos primero en el cuello y despues en el lóbulo dejando que su piel temblara agradeciendo que era una cortesana porque sino sus piernas habian temblado a merced de aquel hombre lo cual era gracioso tenia una cierta habilidad para hacer caer a todas las mujeres a sus pies, era un honor ser la primera en pie antes de que el primer asalto llamado seduccion terminase por satisfacerla* ¿No ha quedado claro Vladik? *Mar replicó con un toque cariñoso mientras ladeaba el rostro, al hacerlo sus rizos se movieron con travesura acariciando los hombros y el rostro de la cortesana que no habia dejado de sonreir* Esta noche *Cerró la puerta del bar estando ambos aun en el exterior, apegandose a la puerta sabiendo de que nadie le interrumpiría* soy tuya como mujer no como prostituta * Tomó su mentón acercándole atrevidamente a su cuerpo a pesar de la distancia que habia entre una altura y otra, Besó sus labios con suavidad pareciendo más un roce que un beso, un acercamiento, atrevimiento mientras miraba sus ojos con una sonrisa*
Seré una mujer...enamorada de vos ¿no os gusta eso? como una princesa que cuando sea el amanecer no recuerde sino el sabor del hombre que estuvo a su lado pero no mucho mas *Detuvo sus dedos en el pecho de Vladik, refiriendose especilamente a que solamente se dejaría llevar por los instintos como en una cita pero que para que ambos no pensaran erróneamente como que el amor sustituiría al deseo le dejaba claramente que no se preocupase por ello. Debia de sentirse mal de cabeza pues muy pocas veces se atrevía a pensar no como cortesana sino como una mujer...se quedó mirando fijamente sus ojos besando sus labios de nuevo, corto e incluso "casto" pero con el atrevimiento de su húmeda lengua* vamos entonces * Abrió la puerta adentrándose en el local, no olía demasiado a alcohol como otras veces asi que con confianza se sentó en una de las mesas localizadas en un rincón intimo pero no por ello menos visible, cruzó entonces las piernas exponiendo la piel de sus piernas observando una carta con lo que servían allá* Te recomiendo el vino o el whisky son especialistas pero tambien sus carnes son bastante buenas
*Saludó a uno de los camareros con normalidad, su aspecto no era el de un hombre normal ya que tenia el cabello completamente teñido de blanco a pesar de ser joven, una herida en el rostro y algun que otro tratuaje que se veia en sus ropas, cuando vió a la mujer le dedicó una sonrisa caminando hacia la mesa* Will este es Vladik *Acarició la mano de Vladik automáticamente esperando que no le importase a su acompañante* ¿Nos puedes poner unas buena jarras de vino por favor? *Will asintió y marchó a paso calmado mientras Mar se concentraba en su acompañante* Y bien, algo tendrás para decirme ¿no? *Apoyó su mentón en la palma de la mano apoyando el codo en la mesa, muchos veian aquello como uan falta de educación pero eso a ella no le era muy importante pues no era una señorita era una cortesana de lujo. Se quedó una sonrisa en los labios que iluminó su rostro al pensar que le habia estado buscando en el lugar de trabajo quien lo iba a decir, ella pensaba en buscarlo a él pero solo en una fase de "celos" para pasear sus caderas por su cara diciendole indirectamente que eso era lo que habia perdido por no estar con ella aquella noche pero ahora parecia una cosa del pasado.
Sus pensamientos se vieron disipados con un golpe de las jarras llenas de vino antes de poder agradecerle ya se habia marchado a atender a otros clientes, Mar dejo escapar por primera vez algo asi como un gesto infantil tomando la jarra con las dos manos { teniendo desgraciadamente que alejar su mano de la ajena } para poder beber comodamente incluso a pesar de todo algunas gotas de vino caian por su menton, precipitandose o bien a la mesa o manchando su cuello. Estaba demasiado acostumbrada a eso así que siguió bebiendo hasta saciar completamente su sed, cerrando incluso los ojos apretandolos cuando gemia suave bajando la taza finalmente, respirando agitada riendo suave* Ah...*Intentaba recuperar su respiración mirando al hombre*
Seré una mujer...enamorada de vos ¿no os gusta eso? como una princesa que cuando sea el amanecer no recuerde sino el sabor del hombre que estuvo a su lado pero no mucho mas *Detuvo sus dedos en el pecho de Vladik, refiriendose especilamente a que solamente se dejaría llevar por los instintos como en una cita pero que para que ambos no pensaran erróneamente como que el amor sustituiría al deseo le dejaba claramente que no se preocupase por ello. Debia de sentirse mal de cabeza pues muy pocas veces se atrevía a pensar no como cortesana sino como una mujer...se quedó mirando fijamente sus ojos besando sus labios de nuevo, corto e incluso "casto" pero con el atrevimiento de su húmeda lengua* vamos entonces * Abrió la puerta adentrándose en el local, no olía demasiado a alcohol como otras veces asi que con confianza se sentó en una de las mesas localizadas en un rincón intimo pero no por ello menos visible, cruzó entonces las piernas exponiendo la piel de sus piernas observando una carta con lo que servían allá* Te recomiendo el vino o el whisky son especialistas pero tambien sus carnes son bastante buenas
*Saludó a uno de los camareros con normalidad, su aspecto no era el de un hombre normal ya que tenia el cabello completamente teñido de blanco a pesar de ser joven, una herida en el rostro y algun que otro tratuaje que se veia en sus ropas, cuando vió a la mujer le dedicó una sonrisa caminando hacia la mesa* Will este es Vladik *Acarició la mano de Vladik automáticamente esperando que no le importase a su acompañante* ¿Nos puedes poner unas buena jarras de vino por favor? *Will asintió y marchó a paso calmado mientras Mar se concentraba en su acompañante* Y bien, algo tendrás para decirme ¿no? *Apoyó su mentón en la palma de la mano apoyando el codo en la mesa, muchos veian aquello como uan falta de educación pero eso a ella no le era muy importante pues no era una señorita era una cortesana de lujo. Se quedó una sonrisa en los labios que iluminó su rostro al pensar que le habia estado buscando en el lugar de trabajo quien lo iba a decir, ella pensaba en buscarlo a él pero solo en una fase de "celos" para pasear sus caderas por su cara diciendole indirectamente que eso era lo que habia perdido por no estar con ella aquella noche pero ahora parecia una cosa del pasado.
Sus pensamientos se vieron disipados con un golpe de las jarras llenas de vino antes de poder agradecerle ya se habia marchado a atender a otros clientes, Mar dejo escapar por primera vez algo asi como un gesto infantil tomando la jarra con las dos manos { teniendo desgraciadamente que alejar su mano de la ajena } para poder beber comodamente incluso a pesar de todo algunas gotas de vino caian por su menton, precipitandose o bien a la mesa o manchando su cuello. Estaba demasiado acostumbrada a eso así que siguió bebiendo hasta saciar completamente su sed, cerrando incluso los ojos apretandolos cuando gemia suave bajando la taza finalmente, respirando agitada riendo suave* Ah...*Intentaba recuperar su respiración mirando al hombre*
Off - No te preocupes ¡ espero que hayas tenido unas buenas vacaciones !
Mar Santini- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 10/09/2011
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Re: ¡ Tu ! ¿que haces por aqui? (Privado)
El beso, aunque tan sólo fuera un leve roce de labios, fue suficiente para sacar una sonrisa en el rostro del muchacho, sin embargo aquellos perfectos dedos en su pecho hicieron que aquella curva en sus labios se volviera cada vez más picara, la palabra amor ciertamente lo hubiese hecho darse media vuelta en otras circunstancias, sin embargo de la boca de una cortesana no representaban riesgo alguno, o al menos eso creía el demonio por ahora, así que tan sólo se dejo guiar en aquel juego, en el cual ahora que estaban todas las cartas sobre la mesa se le hacía mucho más fácil jugar, tan fácil que el segundo beso lo recibió con deleite, incluso lo esperaba, sentir su húmeda lengua rosarse con la de él era lo que estaba deseando desde que la había visto por primera vez, sensación que pocas mujeres le provocaban, debía agregar, no obstante le fascinaba que una de esas pocas féminas fuera Mar, no sólo por su físico, sino que también por su desplante, a veces la vida podía ser algo irónica y, ciertamente, este era uno de aquellos días que respaldaba aquella creencia. Un vampiro junto a una cortesana disfrutando una noche como si ambos fueran personas absolutamente normales, él un joven sin una maldición y ella una mujer de la alta sociedad que jamás entraría en un bar de noche si no era del brazo y compañía de un hombre apropiado, de SU hombre apropiado.
La siguió igual de mudo que hasta ahora, pues no tenía nada más que agregar, hasta que ella le hizo las recomendaciones lo cual le hizo recordar aquellas copas de vino baratas que debió beber la primera noche que salió a un bar ya que no andaba con más dinero en su billetera, algo que por suerte no era una de sus preocupaciones el día de hoy. Dejó que llamara al camarero, con su elegancia y ojos demandantes, sin inmutarse cuando los presentó, debió haberse imaginado que ambos se conocían, de inmediato se preguntó de dónde y, en contra de su voluntad, una puntada de celos recorrió su cuerpo al sólo pensar que quizás ese hombre fuera una de los tantos clientes de la pelirroja, lo cual era una probabilidad bastante alta. Carraspeó, mas que nada para despejar su mente, alejando aquellos insanos pensamiento y, sonrió con cortesía a Will tomando con posesividad la mano de Mar dejando en claro que, sin importar de dónde se conocían, esa noche el mozo no podía acercarse a más de un metro de la cortesana.
Una vez el mesero se marchó la boca de la pelirroja volvió a abrirse provocando que una nueva sonrisa apareciera en el rostro del vampiro dándose cuenta de que no había dicho ni pío en todo momento - Pues... - su voz se vio interrumpida por la llegada de Will y en cuanto dejó los jarros en la mesa lo esquivó por completo esperando que no se quedara más tiempo del necesario en su mesa, el contaba con tan sólo seis horas antes de que los primeros rayos de sol aparecieran por el este y algo le decía que seis horas era demasiado poco tiempo cuando se tenía una compañía como aquella - Lo primero que voy a decir es que espero que ese mesero no vuelva a pasearse mucho por aquí a menos que quieras conocer mi faceta celosa, la cual no es nada agradable, creeme - musitó con voz dura, furioso sin saber muy bien el por qué, pues si se ponía a meditar sus reacciones Will en ningún momento se había propasado con la señorita Santini, sin embargo el sólo saber que se conocían de antes le hervía la sangre.
Aún con un deje de frustración levantó su mirada hacia la cortesana percatándose por primera vez de que tomaba vino como si de ello le dependiera la vida provocando que algunas gotas rodaran por su mentón y bajaran hasta su cuello. Guiado por la excitación que aquella imagen le provocó, se acercó más a la muchacha, algo que no le costó pues sus asientos estaban uno al lado del otro y, con delicadeza, deslizó su lengua por la pequeña gota que recorrió su cuello hasta llegar a su mentón y de paso a sus labios, los cuales capturó justo en el momento en el que ella comenzaba a recuperar la respiración. Penetró con su lengua su húmeda cavidad sin importarle que estaban en un lugar público al tiempo que sus manos se deslizaban una por su cintura y la otra entre su cabeza y la curva de su cuello, acercándola aún más a él dentro de los límites que podía. Se deleitó con el beso, enredando su lengua con la de ella, deleitándose con su sabor, el cual estaba mezclado con vino, por unos segundos que le parecieron interminable así como a la vez se le hicieron cortísimos, realmente esa mujer tenía algo que lo provocaba más allá de su entendimiento.
- Eres una mujer demasiado sexy para andar suelta por las calles, Mar, debo reconocerlo - susurró con los ojos brillantes apartándose de ella tan sólo un poco para poder pronunciar aquellas palabras y mirarla directamente a los ojos mientras lo hacía - Espero poder tener la dicha de compartir toda esta noche y algunas más en tu compañía - sonrío volviendo a su posición inicial, sentándose como todo un caballero - Me preguntaste si tenía algo que decirte y lo cierto es que es poco lo que puedo contarte sobre mí, si quieres que te aburra con mi vida, sólo puedo decir que soy Ruso, huérfano hace un tiempo y ahora me estoy quedando en la mansión de un... tío, aquí en Francia, quien me da todo lo que necesito para vivir bien y disfrutar como Dios manda - musitó para luego tomar un sorbo de vino sin querer hablar sobre el horrible desaire que le había hecho el primer día que se conocieron - Lo que significa que estas copas las pago yo, por supuesto - le acarició el rostro como si fuera la más delicada rosa cuyo pétalo se desintegraría ante un roce muy brusco - Así pues, a parte de mi tío, soy un hombre solitario que busca divertirse y disfrutar de su juventud... Lo usual, más de lo mismo - se encogió de hombros dejando en claro que hablar de él era algo aburrido incluso para él mismo - Así que mejor hablemos de ti... ¿Cómo es que semejante mujer terminó siendo una cortesana? ¡Por Jesucristo! De haberte conocido antes no te lo permito, no hubiese permitido que nadie más se atreviera a rozarte ni con el pétalo de una rosa... - acercó su rostro más al de ella penetrándola con la mirada como pocas veces hacía, analizándola queriendo saber cada secreto que ocultaran aquellos deslumbrantes ojos, esperando a que aquello no la incomodara.
La siguió igual de mudo que hasta ahora, pues no tenía nada más que agregar, hasta que ella le hizo las recomendaciones lo cual le hizo recordar aquellas copas de vino baratas que debió beber la primera noche que salió a un bar ya que no andaba con más dinero en su billetera, algo que por suerte no era una de sus preocupaciones el día de hoy. Dejó que llamara al camarero, con su elegancia y ojos demandantes, sin inmutarse cuando los presentó, debió haberse imaginado que ambos se conocían, de inmediato se preguntó de dónde y, en contra de su voluntad, una puntada de celos recorrió su cuerpo al sólo pensar que quizás ese hombre fuera una de los tantos clientes de la pelirroja, lo cual era una probabilidad bastante alta. Carraspeó, mas que nada para despejar su mente, alejando aquellos insanos pensamiento y, sonrió con cortesía a Will tomando con posesividad la mano de Mar dejando en claro que, sin importar de dónde se conocían, esa noche el mozo no podía acercarse a más de un metro de la cortesana.
Una vez el mesero se marchó la boca de la pelirroja volvió a abrirse provocando que una nueva sonrisa apareciera en el rostro del vampiro dándose cuenta de que no había dicho ni pío en todo momento - Pues... - su voz se vio interrumpida por la llegada de Will y en cuanto dejó los jarros en la mesa lo esquivó por completo esperando que no se quedara más tiempo del necesario en su mesa, el contaba con tan sólo seis horas antes de que los primeros rayos de sol aparecieran por el este y algo le decía que seis horas era demasiado poco tiempo cuando se tenía una compañía como aquella - Lo primero que voy a decir es que espero que ese mesero no vuelva a pasearse mucho por aquí a menos que quieras conocer mi faceta celosa, la cual no es nada agradable, creeme - musitó con voz dura, furioso sin saber muy bien el por qué, pues si se ponía a meditar sus reacciones Will en ningún momento se había propasado con la señorita Santini, sin embargo el sólo saber que se conocían de antes le hervía la sangre.
Aún con un deje de frustración levantó su mirada hacia la cortesana percatándose por primera vez de que tomaba vino como si de ello le dependiera la vida provocando que algunas gotas rodaran por su mentón y bajaran hasta su cuello. Guiado por la excitación que aquella imagen le provocó, se acercó más a la muchacha, algo que no le costó pues sus asientos estaban uno al lado del otro y, con delicadeza, deslizó su lengua por la pequeña gota que recorrió su cuello hasta llegar a su mentón y de paso a sus labios, los cuales capturó justo en el momento en el que ella comenzaba a recuperar la respiración. Penetró con su lengua su húmeda cavidad sin importarle que estaban en un lugar público al tiempo que sus manos se deslizaban una por su cintura y la otra entre su cabeza y la curva de su cuello, acercándola aún más a él dentro de los límites que podía. Se deleitó con el beso, enredando su lengua con la de ella, deleitándose con su sabor, el cual estaba mezclado con vino, por unos segundos que le parecieron interminable así como a la vez se le hicieron cortísimos, realmente esa mujer tenía algo que lo provocaba más allá de su entendimiento.
- Eres una mujer demasiado sexy para andar suelta por las calles, Mar, debo reconocerlo - susurró con los ojos brillantes apartándose de ella tan sólo un poco para poder pronunciar aquellas palabras y mirarla directamente a los ojos mientras lo hacía - Espero poder tener la dicha de compartir toda esta noche y algunas más en tu compañía - sonrío volviendo a su posición inicial, sentándose como todo un caballero - Me preguntaste si tenía algo que decirte y lo cierto es que es poco lo que puedo contarte sobre mí, si quieres que te aburra con mi vida, sólo puedo decir que soy Ruso, huérfano hace un tiempo y ahora me estoy quedando en la mansión de un... tío, aquí en Francia, quien me da todo lo que necesito para vivir bien y disfrutar como Dios manda - musitó para luego tomar un sorbo de vino sin querer hablar sobre el horrible desaire que le había hecho el primer día que se conocieron - Lo que significa que estas copas las pago yo, por supuesto - le acarició el rostro como si fuera la más delicada rosa cuyo pétalo se desintegraría ante un roce muy brusco - Así pues, a parte de mi tío, soy un hombre solitario que busca divertirse y disfrutar de su juventud... Lo usual, más de lo mismo - se encogió de hombros dejando en claro que hablar de él era algo aburrido incluso para él mismo - Así que mejor hablemos de ti... ¿Cómo es que semejante mujer terminó siendo una cortesana? ¡Por Jesucristo! De haberte conocido antes no te lo permito, no hubiese permitido que nadie más se atreviera a rozarte ni con el pétalo de una rosa... - acercó su rostro más al de ella penetrándola con la mirada como pocas veces hacía, analizándola queriendo saber cada secreto que ocultaran aquellos deslumbrantes ojos, esperando a que aquello no la incomodara.
Vladik Udinov- Mensajes : 304
Fecha de inscripción : 07/06/2011
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Re: ¡ Tu ! ¿que haces por aqui? (Privado)
*Seguía distraida hasta que le habia escuchado hablar, habia visto en la mirada de Vladik algo que habia visto muchas veces pero en cierto modo distonto ¿celoso? aquello era para reirse pero tambien para pensar pues no sabía porque motivo debia de ponerse celoso* Él es amigo mio *dejó que su voz saliera ronca pero al mismo tiempo femenina* No se que está pensando esa cabezita tuya respecto a eso...*Aunque lo que más le extrañaba era estar dando explicaciones ahora mismo los orbes de mar miraban hacia otro lado pensando en la razón, era solo una cita ninguno de ellos debia de sentir celos pero si territorialidad, de hecho estaba pensando que aquello no era más que una muestra de su hombría o de que esa noche Mar santini sería solamente suya como una mujer que al dia siguiente se marcharia o se quedaria a su lado aun no sabia que pasaría aquella noche* Soy tu- *Antes de decir lo que iba a hacer el cosquilleo de aquella lengua le hizo sonreir abiertamente, intentaba recuperar la respiración despues de ese mal hábito que siempre tenia de beber tanto como pudiera en poco tiempo incluso llegaba a ser como un instinto de competición. Podía notar los ojos de los demás sobre ellos pero la verdad es que no le importaba sino que se dejo llevar al principio algo dificil pues intentaba recuperar el aliento pero despues fué cosa de instinto, acariciando la mano de Vladik para continuar el beso, permitiendo que aquella lengua masculina le dominase hasta cierto punto, dejando una mordida de advertencia en la lengua ajena mientras le miraba felinamente con una sonrisa pues un hilo de saliva acariciaba ambas bocas hasta que se separó Vladik dejando a una cortesana satisfecha mientras suspiraba*
Vaya, debe de ser duro vivir como dios manda *Bromeo pero sabia que lo habia pasado pues en los ojos de mar habia un brillo de entendimiento pues ninguna vida era fácil incluso ella habia descubierto la verdadera naturaleza del hombre. Cuando el se separó ella aprovechó para acariciar la mano de Vladik que tenia más cerca escuchando acerca de su vida mientras asentia en silencio sin interrumpir en ningun momento más, tenia algo que le calmaba y a la vez le hacia sonreir sin proponérselo...era un hombre capaz de proteger a una mujer pero tambien parecia saber cuando detenerse, como los caballeros que ponían una barrera delante para que nadie pudiera hacerles daño* Todo un caballero *le miró fijamente a los ojos mientras sentia esa caricia en su mejilla, todos ya parecían murmurar que aquellos dos eran pareja aunque aquello le hacia sonreir con tranquilidad hasta que llegó el momento de la verdad, hablar sobre su vida* No le he hablado a nadie de ella la verdad *Colocó su mano en el mentón masajeándolo mentamente mientras a su vez apartaba la mirada por unos minutos acariciando el borde de la jarra de vino* Yo soy española mm... mi padre era un trovador, escritor fracasado pero muy cariñoso con mi madre como imaginarás no teníamos con que comer
*Se acercó a Vladik cogiendo uno de los brazos del hombre para que la rodease agradeciendo que esas sillas no tenian apoyabrazos pues asi la tarea era bastante sencilla, dió un suave beso en el mentón de Vladik y continuó narrando* mi madre se dejó influir asi que entiendo el mundo del sexo desde pequeña porque yo le conseguia sus clientes o vigilaba la puerta para que nadie entrase en fin que debido a ella podiamos comer bien, no demasiado pero bien *con una sonrisa* los amigos de mi padre se metieron con el porque su mujer ganaba mas dinero esos pensamientos tipicamente machistas de "soy el hombre de la casa mi mujer debe tener un jornal menor que el mio" *puso voz grave riendo despues mientras tomaba con las manos su jarra dando un sorbo más pequeño, suspirando al recordar esos tiempos* descubrió a mi madre, nos abandonó y a nosotras nos tacharon de putas tanto a mi como a ella...es dificil en la ciudad donde yo vengo hm *se irguio un poco para explicarle* a las prostitutas se les hacian vestir colores chillones y se les prohibia en muchos sitios es decir eran peores que vagabundos pero conseguimos sobrevivir, a ella le asesinaron y yo tuve que...*pensó un poco en que decirle, que habia tenido que matar, que habia tenido que comer de la basura todo lo que pudiera... que no tenia ropa muchas veces porque la violaban la mayor parte de las veces asi que para suavizar la historia coloco un dedo en el menton* Digamos que tuve que dedicarme a ser prostituta.
*Reia pues habia tambien cortado la parte en la que un hombre, un vampiro precisamente le enseñó a pelear y a sobrevivir por si misma* Gracias a lo que ganaba y a que pedia favores me cambiaba las ropas y el aspecto y podia comer al menos una vez a la semana como una chica normal hasta el momento no me he avergonzado de ser cortesana *Hizo un movimiento con la pierna dejando que la tela acariciase su piel dejando entrever con delicadeza y elegancia el tono claro de su piel volviendo a colocarse en la posición de antes extrando un poco estar en el pecho de Vladik el que sustituyó al colocar la palma de la mano en su mejilla* ¿Que habrias hecho si me hubieras conocido antes? *Bromeó con una sonrisa mientras acercaba su rostro nuevamente al ajeno, le gustaba actuar como una mujer normal que en parte incluso sin ser cortesana su coqueteria y sensualidad parecían ser un perfume que llevaba día tras día* Seguramente habria sido más feliz contigo *le guiñó el ojo besando sus labios con suavidad, la suavidad despues cambio hasta ser sensualidad y pasión adentrando su lengua en aquella boca de nuevo por unos minutos mirandole despues fijamente a los ojos*
Alguna de las noches que quieras pasar conmigo me podrías mostrar donde vives despues de todo ya sabes donde vivo yo ¿verdad? *Cruzó los brazos por delante de su pecho en un gesto descarado que marcó un poco más susodichos, el escote del vstido parecia incluso ser cómplice pues acariciaba su piel con suavidad. Le habia dicho algo que solo el sabía aunque nunca le habia gustado hacerlo lo gracioso es que se lo habia dicho de una manera tan casual como si estuviera contando una historia, desde esa posición se permitó una mirada hacia el local, no habia sino unos cuantos borrachos y solo dos camareros que se encargaban de todo, queria haberle dicho que si pedian una llave para una habitación pero despues lo pensó...si no queria que se acercase a will como pediria la llave, tomó la jarra contemplando que no quedaba sino unas gotas de vino dejandola nuevamente con una sonrisa, bebia demasiado y eso de lo habian repetido hasta la saciedad pero gracias a eso podia competir con los hombres para beber ellos encontraban sexy a una mujer que pudiera soportar una bebida sin caerse* Vladik supongo que no deberia de pedirte esto *Mostró su lado más timido mientras golpeaba la jarra con uno de los dedos* Nunca he tenido a nadie a quien pedirselo pero en la intimidad *más bien indicandole que no quería que les viese nadie* ¿querrias bailar conmigo? *Elevó el rostro con curiosidad pensando en su reacción mientras elevaba la mano derecha y alzaba un dedo enseñal de que solo seria un baile*
Vaya, debe de ser duro vivir como dios manda *Bromeo pero sabia que lo habia pasado pues en los ojos de mar habia un brillo de entendimiento pues ninguna vida era fácil incluso ella habia descubierto la verdadera naturaleza del hombre. Cuando el se separó ella aprovechó para acariciar la mano de Vladik que tenia más cerca escuchando acerca de su vida mientras asentia en silencio sin interrumpir en ningun momento más, tenia algo que le calmaba y a la vez le hacia sonreir sin proponérselo...era un hombre capaz de proteger a una mujer pero tambien parecia saber cuando detenerse, como los caballeros que ponían una barrera delante para que nadie pudiera hacerles daño* Todo un caballero *le miró fijamente a los ojos mientras sentia esa caricia en su mejilla, todos ya parecían murmurar que aquellos dos eran pareja aunque aquello le hacia sonreir con tranquilidad hasta que llegó el momento de la verdad, hablar sobre su vida* No le he hablado a nadie de ella la verdad *Colocó su mano en el mentón masajeándolo mentamente mientras a su vez apartaba la mirada por unos minutos acariciando el borde de la jarra de vino* Yo soy española mm... mi padre era un trovador, escritor fracasado pero muy cariñoso con mi madre como imaginarás no teníamos con que comer
*Se acercó a Vladik cogiendo uno de los brazos del hombre para que la rodease agradeciendo que esas sillas no tenian apoyabrazos pues asi la tarea era bastante sencilla, dió un suave beso en el mentón de Vladik y continuó narrando* mi madre se dejó influir asi que entiendo el mundo del sexo desde pequeña porque yo le conseguia sus clientes o vigilaba la puerta para que nadie entrase en fin que debido a ella podiamos comer bien, no demasiado pero bien *con una sonrisa* los amigos de mi padre se metieron con el porque su mujer ganaba mas dinero esos pensamientos tipicamente machistas de "soy el hombre de la casa mi mujer debe tener un jornal menor que el mio" *puso voz grave riendo despues mientras tomaba con las manos su jarra dando un sorbo más pequeño, suspirando al recordar esos tiempos* descubrió a mi madre, nos abandonó y a nosotras nos tacharon de putas tanto a mi como a ella...es dificil en la ciudad donde yo vengo hm *se irguio un poco para explicarle* a las prostitutas se les hacian vestir colores chillones y se les prohibia en muchos sitios es decir eran peores que vagabundos pero conseguimos sobrevivir, a ella le asesinaron y yo tuve que...*pensó un poco en que decirle, que habia tenido que matar, que habia tenido que comer de la basura todo lo que pudiera... que no tenia ropa muchas veces porque la violaban la mayor parte de las veces asi que para suavizar la historia coloco un dedo en el menton* Digamos que tuve que dedicarme a ser prostituta.
*Reia pues habia tambien cortado la parte en la que un hombre, un vampiro precisamente le enseñó a pelear y a sobrevivir por si misma* Gracias a lo que ganaba y a que pedia favores me cambiaba las ropas y el aspecto y podia comer al menos una vez a la semana como una chica normal hasta el momento no me he avergonzado de ser cortesana *Hizo un movimiento con la pierna dejando que la tela acariciase su piel dejando entrever con delicadeza y elegancia el tono claro de su piel volviendo a colocarse en la posición de antes extrando un poco estar en el pecho de Vladik el que sustituyó al colocar la palma de la mano en su mejilla* ¿Que habrias hecho si me hubieras conocido antes? *Bromeó con una sonrisa mientras acercaba su rostro nuevamente al ajeno, le gustaba actuar como una mujer normal que en parte incluso sin ser cortesana su coqueteria y sensualidad parecían ser un perfume que llevaba día tras día* Seguramente habria sido más feliz contigo *le guiñó el ojo besando sus labios con suavidad, la suavidad despues cambio hasta ser sensualidad y pasión adentrando su lengua en aquella boca de nuevo por unos minutos mirandole despues fijamente a los ojos*
Alguna de las noches que quieras pasar conmigo me podrías mostrar donde vives despues de todo ya sabes donde vivo yo ¿verdad? *Cruzó los brazos por delante de su pecho en un gesto descarado que marcó un poco más susodichos, el escote del vstido parecia incluso ser cómplice pues acariciaba su piel con suavidad. Le habia dicho algo que solo el sabía aunque nunca le habia gustado hacerlo lo gracioso es que se lo habia dicho de una manera tan casual como si estuviera contando una historia, desde esa posición se permitó una mirada hacia el local, no habia sino unos cuantos borrachos y solo dos camareros que se encargaban de todo, queria haberle dicho que si pedian una llave para una habitación pero despues lo pensó...si no queria que se acercase a will como pediria la llave, tomó la jarra contemplando que no quedaba sino unas gotas de vino dejandola nuevamente con una sonrisa, bebia demasiado y eso de lo habian repetido hasta la saciedad pero gracias a eso podia competir con los hombres para beber ellos encontraban sexy a una mujer que pudiera soportar una bebida sin caerse* Vladik supongo que no deberia de pedirte esto *Mostró su lado más timido mientras golpeaba la jarra con uno de los dedos* Nunca he tenido a nadie a quien pedirselo pero en la intimidad *más bien indicandole que no quería que les viese nadie* ¿querrias bailar conmigo? *Elevó el rostro con curiosidad pensando en su reacción mientras elevaba la mano derecha y alzaba un dedo enseñal de que solo seria un baile*
Mar Santini- Humano Clase Alta
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