Primer pétalo (PRIVADO)

por **Helene Depardiei** Jue Ene 26, 2012 1:40 pm

Desde el amanecer hasta el atardecer fue un día con el cielo cubierto de nubes grises que impedían que los rayos del sol se filtraran, un día frío de invierno y que no aparentaba que fuera a cambiar. Helene se encuentra dentro de la demaciado elegante mansión, sentada en uno de los sillones de la sala, leyendo uno de sus libros de latín, en estos días es lo único que le divierte. Su tía se encuentra durmiendo una siesta mientras su tío salió a hacer negocios, dejandola sola por un rato. Ella no protesta, al contrario, prefiere estar sola a estar con sus tíos.

Lo único que le gustaría es poder salir de esas paredes, su casa le enferma es demaciado limpia. Ella preferiría estar en los jardines, pero su tía le órdeno practicar latín y por eso se encuentra encerrada estudiando. Pero la verdad es que pasa más tiempo viendo los jardines que las hojas del libro, donde la única naturaleza que sobrevive en el invierno son los largos setos, por eso, a pesar del frío el jardinero viene dos veces por semana. Ella aún no lo conoce, solo sabe que fue contratado hace unas semanas, y seguro que no lo conocerá. Sus tíos no permitirían que una señorita conozca a alguien que trabaje para ellos. Y él seguramente ni sabe que ella vive en la mansión. No hay indisios, salvo la habitación de ella, que Helene viva con ellos, no hay retratos, no hay nada que indique que ahí vive una jovencita.

Un suspiro escapa de sus labios y sus ojos dejan de mirar por la ventana para volver a posarlos en las negras letras del libro e intentar seguir leyendo.

por **Tyler Fausten** Sáb Ene 28, 2012 1:56 pm

La mañana estaba en calma, salvo por aquel cielo pintado de gris en el que las nubes amenazaban con hacer llover.
Un nuevo contrato, una nueva vida en casa ajena, mi bebé siendo cuidado por una de las mejores amigas del mundo y mi vida hecha añicos.

Los dueños de la casa me habían proporcionado el espacio suficiente para montar un invernadero, lugar donde cuidar las plantas en invierno para que no mueran y así plantarlas en primavera para que estén más hermosas y esplendorosas que nunca. El frío acuciaba, y aun quedaban la puerta que yo mismo había tallado en mi hogar días antes para que el trabajo allí fuese el más rapido y mejor de todos. Sin embargo, mi mirada paseaba por aquel lugar casi desierto, personas de aquel semblante no podían ser nada sanos para la vida de aquel jardín, pero, sin embargo mi mirada paseó por una de las ventanas en las que observé una marca de aliento cuando golpea el frío cristal, podría ser una mera paranoia, o simplemente el aliento de alguien que deseaba salir de aquel lugar.

Mi cuerpo tembló al darme cuenta de que llevaba ya rato mirando hacia la ventana sin hacer nada. Todo ya estaba listo pasados unos minutos, la puerta encajada y mi trabajo casi terminado. En cuanto me dispuse a trasladar las grandes macetas y las bolsas de tierra los dueños me avisaron de que iban a marcharse por unas horas, así que me dieron el jornal por adelantado, para que cuando volviesen, no me viesen allí hasta el día siguiente.

- Cuidense, terminaré todo lo pronto que pueda.

por **Helene Depardiei** Mar Ene 31, 2012 2:00 pm

-Quédate en casa y estudia. No salgas. Recuerda que nadie puede verte.-

-Sí tío…-

Los mira salir de la sala y unos segundos después escucha el ruido de la puerta de calle abrirse y cerrarse. Se fueron. Por fin se fueron y quedó la mansión para ella sola al menos por unas horas, o eso es lo que ella espera. Tenerlos constantemente detrás de ella como dos enormes sombras es agobiante. No es una ladrona que deba ser vigilada todo el tiempo. No necesita tanta vigilancia.

Un segundo suspiro escapa de sus labios, chocando contra las páginas del libro con palabras en latín. Se siente atrapada en esta fría mansión… aunque las chimeneas calientan todo el lugar, para ella era frío, tan frío como el mismo invierno. Mira hacia el arco que da la entrada a una pequeña sala donde en el medio yace un piano de cola. Se levanta, cerrando el libro con un dedo entre sus páginas, camina hasta el piano y deja el libro sobre la banqueta. Lo mira fijamente antes de girar su rostro hacia un rincón donde yace el estuche de un violín. Se acerca y lo toma entre sus manos, regresa la banqueta donde apoya el estuche y lo abre. Con mucha suavidad agarra el instrumento.

Camina hasta estar junto a la ventana, en medio de la pequeña sala, se coloca el instrumento en la posición correcta y con la misma delicadeza con la que se tocan los pétalos de una flor comienza a tocar las cuerdas del violín con el arco interpretando una canción que suena en toda la mansión.

CANCION:

por **Tyler Fausten** Miér Feb 22, 2012 1:39 pm

El tiempo cada vez empeoraba más y más, pero el trabajo del invernadero estaba casi terminado por lo que tan solo quedaban que transportar las plantas más delicadas de las cuales los dueños de la casa querían conservar en perfecto estado. Tyler sabía todos los nombres de todas las plantas conocidas y por conocer, cierto era que quizás no supiese de alguna, pero se conocía todo olor y fragancia, debido a su buen olfato. Desde el día en que nació, su madre vaticinó que sus sentidos serían más de lo que cualquier otra persona tuviese, cada uno de ellos magnífico a pesar de todo ello.

Aunque su quehacer y su disciplina le hubiesen dado más de una razón para quedarse aquella melodía parecía querer salirse de las manos de aquella jóven, si, una joven residía en aquel hogar y el vaho en la ventana y tan triste melodía le decían a Tyler que se sentía realmente sola.

Muy lejos de parecer metiche, Tyler sucumbió a sus deseos y se encaminó hacia el interior de la casa, despacio, con disimulo, dejándose guiar por tan esquisita melodía, adentrose en aquel hogar, recluso de tan bella niña. Si, Tyler quedó perplejo ante la hermosura de la "niña" que resultaba ser toda una mujer, una mujer cual cisne acariciando aquellas notas como si las sintiese por completo. A Tyler, que portaba una maceta de poco tamaño le fallaron las manos, toda su atención en aquella muchacha le había perdido por completo. El sonido estruendoso paró la melodía de golpe y Tyler se maldijo por estropear cosa tan bella.

- No se preocupe. - Se adelantó a decir con las manos en alto en seña de que era totalmente inofensivo mientras se retiraba sus guantes de trabajo, despacio se acercó a ella, y sin presentación alguna pronunció: ¿Puedo? - sentándose en el banco de aquel piano que la acompañaba, comenzando con aquellas notas la misma melodía que la muchacha escrutaba al más mínimo detalle. - Déjeme acompañarla, será tan solo unos minutos...

por **Helene Depardiei** Dom Mar 11, 2012 6:38 am

El arco del violín se mueve constantemente mientras sus dedos tocan suavemente cada cuerda para producir las notas de aquella melodía que aunque triste para ella es cálida. Esa melodía para ella es su escape de la realidad, la transporta a más allá de aquella sala… más allá de aquella mansión… más allá de las calles de Paris. Siente que es transportada al lugar más hermoso del mundo, un lugar donde su corazón se hincha de anhelo con solo pensarlo…

Un estruendoso ruido hace que toque una nota errónea y mire inmediatamente hacia el lugar donde se produjo, asustada al pensar que sus tíos habían vuelto y la encontraron tocando su violín en vez de estar estudiando. Pero no, no fueron sus tíos los causantes de dicho ruido. Pero mayor fue su sorpresa al encontrarse a un hombre frente a ella, un joven hermoso para sus ojos, y una maseta rota en el suelo lo culpaban de dicha interrupción. Abre sus labios para poder decir algo cuando aquel joven se le adelanta.

Ella se queda callada observando como se acerca y se sienta en la banqueta del piano, junto a su libro de latín, pidiendo ser su acompañante de música para esta melodía. Sin decir palabras, se vuelve a colocar el violín en su hombro y comienza a mover el arco con la misma delicadeza de antes, fundiendo el sonido del violín y del piano en una nueva melodía que se escucha muy diferente a un solo de violín.

Cierra los ojos, dejándose llevar por la música que tocan. Escuchando la melodía, sintiéndola en cada parte de su ser. Dejando que las notas expresen sus sentimientos, convirtiendo la melodía en una nueva interpretación de aquella pieza musical.

Aquella melodía que antes se escuchaba triste ahora retumba en las paredes de forma cálida y con un sentimiento de esperanza que la joven plasma con su violín. Un sentimiento de esperanza y deseo que siempre ha deseado. La esperanza de por fin no estar sola en esta fría mansión…

Finalmente las notas llegan a su fin, pero ella se queda unos segundos quieta, con el violín aun en posición y sus ojos cerrados, guardando en su memoria tan hermosa melodía.

Spoiler:

por **Tyler Fausten** Lun Mayo 14, 2012 5:06 am

Tyler añoraba tocar cualquier instrumento en general, pero toda la culpa lo llevaba a vivir aquella desquiciante vida llena de mentiras, lo que le hacía aun más daño si cabía. El entonces recordó una melodía, única, en la que tan solo él y aquella mujer que vivía en su pasado conocían. Comenzó a tocar notas en aquel piano, suaves, maestrales, cualquiera que entendiese de música sabría ante lo que estaba, pues aquella melodía única, pronto se vió interrumpida antes de su fín, con una desagradable nota final.

Tyler llevó sus manos a la cara, se negó a si mismo durante meses el acabar aquella melodía, él, junto con aquella mujer de su pasado habían creado aquella fantástica melodía, pero jamás lograron acabarla del todo.
Tyler volvió a su realidad, nefasta como todas atentando contra lo que se le venía cima.
Volvió la mirada hacia la muchacha que con sus delicados rasgos le miraba entre aterrada y sin saber lo que ocurría exactamente.

Siento haberla molestado, mi lugar está fuera de ésta casa, ruego de nuevo sus disculpas… pero antes, me gustaría saber vuestro nombre… Por favor.

Al alzar la mirada encontrándose con la de ella sintió que el corazón le daba un vuelco. Aquella mirada llena de enigma y pureza le decían que era un alma cándida, pero la tristeza en su mirada le decían que deseaba vivir una vida muy distinta a la que llevaba. Tyler calmó sus instintos de salir de allí con la cabeza gacha directamente a lo que estaba obrando en el jardín, pero en lugar de eso, al carecer de trapo, se quitó su propia camiseta y comenzó a limpiar el piso de aquel barro que él mismo había portado al interior de la casa.

[color=Khaki] Quizás no le interese, pero mi nombre es Tyler, soy el jardinero… no tenía por qué haber entrado sin permiso de vuestros… padres? Se sentía irremediablemente extrañado al pronunciar aquella palabra, pues aquellos señores no parecían tener hijos, de hecho el tiempo que llevaba allí no había oído hablar de la muchacha ni siquiera por parte de la servidumbre, a la que él estaba acostumbrado a tratar, lo que le pareció de lo más incoherente.

por **Helene Depardiei** Dom Sep 02, 2012 2:18 pm

El arco de su violín había dejado de moverse y de hacer resonar las cuerdas del instrumento, pero las teclas del piano siguieron sonando por toda la casa de sus tíos, perdiendose en cada rincón y haciendo que la calidez reinara en el lugar. Helene cerró los para poder escuchar las notas que ese hermoso instrumento hacía danzar al viento… pero de golpe un nota distinta, desafinada, equivocada tal vez, hizo que esa armonía momentanea fuera cortada.

Helene abre sus ojos celestes y mira al caballero sentado en el piano sorprendida. ¿Qué fue lo que pasó para que cometiera ese error con las teclas del piano, cuando se veía a kilómetros que sabía tocar ese instrumento perfectamente?

Se queda en silencio escuchando su voz y observandolo fijamente a sus ojos. Siente que algo en su interior se enciende al verlo, no sabe bien que es pero ese sentimiento hace que su estomago se retuerse como si tuviera mariposas en su interior. Estaba tan sorprendida por lo que siente que apenas se dio cuenta que él estaba hablando, se dio cuenta cuando él dijo su nombre. Así que… era el jardinero.

-Mi nombre es Helene Depardiei, es un placer conocerlo señor.-

Se presenta con educación, usando esa máscara que durante toda su vida le obligaron a usar y que seguirá usando seguramente hasta el fin de sus días. Era algo que en verdad odiaba, no poder mostrarse como era en verdad, siempre teniendo que fingir ser la mujer educada y culta como sus tíos querían que fuera.

-No. No son mis padres. Mis padres fallecieron cuando era pequeña. Los que viven en esta casa son mis tíos.-

Le explica y sonríe suavemente. Aunque su sonrisa parecía sincera, en realidad no lo era.

por **Tyler Fausten** Mar Sep 04, 2012 3:55 am

Tyler sintió algo extraño que hacía mucho que no sentía. Unas ganas terribles de saber de alguien, de manera… obsesiva casi. Con el trapo que tenía a su cintura para, en ocasiones, limpiarse las manos tras el duro trabajo fuera, en el sol, lo usó para limpiar las teclas del piano.
Una pieza que armaba música tan hermosamente no debería tener manchas de tierra ni de nada.

- Un placer conocerla… - Tyler fijó sus ojos en los de ella, sabía infinitamente que aquel no era su lugar, es más, parecía como un hermoso pájaro encerrado en una jaula de oro… - Siento mucho mi indiscreción. – Dijo apenado. – Seguro que se encuentran en un lugar mejor, piense eso. Y que usted, tiene ahora todo lo que quiere. ¿No es así?. – Tyler muy lejos de parecer instigador, quería saber más de aquella muchacha.
¿Qué le impedía hacerlo? El hecho de que él ahora trabajaba para, prácticamente, ella.
Pero había algo, algo que ella tenía que le atrapaba a seguir rompiendo las reglas, así como entrar en aquella casa cuando los dueños le pidieron expresamente que no lo hiciera.

- Nunca supe que tenían… bueno, una sobrina tan hermosa como vos. Por eso entré, creí que había alguien saqueando la casa.

Tyler se llevó las manos hacia la cara, se la frotó y apartó su cabello rubio hacia atrás, de forma natural.

- Le pido por favor que no le diga nada a sus tíos. Puede que mi trabajo termine en ese mismo instante y tenga que irme.

Pareció más bien una súplica, Tyler le dijo mirándola directamente. Había algo en ella que le atrapaba, y tan solo sabía su nombre y que sabía tocar excelentemente el violín.
No es que Tyler necesitara el trabajo fervientemente, sino era el hecho de que le gustaba estar con la gente, con todo el mundo pareciendo alguien de procedencia humilde y que le conociesen tal y como era. Sin embargo, llevaba mucho tiempo ocultando que él era Duque de Francia, la persona más importante del país, después del príncipe.

por Contenido patrocinado

Primer pétalo (PRIVADO)

Primer pétalo (PRIVADO)

Re: Primer pétalo (PRIVADO)

Re: Primer pétalo (PRIVADO)

Re: Primer pétalo (PRIVADO)

Re: Primer pétalo (PRIVADO)

Re: Primer pétalo (PRIVADO)

Re: Primer pétalo (PRIVADO)

Re: Primer pétalo (PRIVADO)

Re: Primer pétalo (PRIVADO)