Comienza la noche (Angel C. Zaubers)

por **Rocío Márquez** Sáb Mar 31, 2012 12:42 pm

Un día más acababa de terminar y el sol estaba escondiéndose. Rocío salió de debajo de su puente, vestida mas o menos aseada y dispuesta para comenzar la noche. Tenía mucha hambre, hacía varios días que no había comido y el vestido ya volvía a tener agujeros pero la falta de dinero y de aguja e hilo no le permitía estar mejor.

El mercado estaba cerrando y los restos de comida se apilaban a los lados de la calle, era el mejor momento del día pues si era rápida podía comer algún resto y como todas las noches también salían los hombres que debido a la bebida se encontraban ebrios y tenía mas posibilidades de robar algunas monedas.

Siguió caminando, buscando un “pardillo” como ella llamaba a los hombres a los que les robaba pero andaba mirando a otro lado cuando no se dio cuenta y chocó contra algo. Era frío y duro como una roca y calló al suelo asustada comenzando a recular hasta alguna sombra en la que esconderse.

por **Zachary/Zouleth Bourque** Sáb Mar 31, 2012 1:17 pm

“Uno es por su persona, no porque tiene mucho dinero y se cree el dueño del mundo, no por eso se cree Dios, uno es cada uno, sin importar cuánto tienen en el bolsillo”

Ya llevaba meses en esta ciudad, en parís, y hace un par de semana me había divorciado de mi “mujer” que nunca lo fue, que nunca fue mía ¿Por qué? La verdad porque ella no sentía nada por mi y como se va a entregar alguien que no ama en verdad, aunque una vez casi iba a violarla, el deseo por ella me venció, pero pude recuperarme, pude razonar las cosas si hubiera pasado eso…no sabría como enfrontarlo. El destino, el maldito destino es el único que sabe, que sabe lo que puede pasar entre ambas personas y yo no sabía lo que me estaba llevando, lo que me estaba convirtiendo, yo nunca forzaría a una mujer al estar conmigo, por eso le di su libertad, porque sabía que no iba a pasar nada conmigo, por una estúpida promesa nos casamos, por esa maldita promesa, me hizo venir, claro no negare que le ame, que todo el tiempo estuvo en mi corazón muerto, pero poco a poco ella misma lo mato eso fue lo mejor para ambos para los dos, ella no me amo nunca, nisquiera se acordaba de mí y yo mate el amor que sentía por ella, por eso, ahora soy libre buscare una mujer que me ame y me ame como soy, aunque ¿Para qué buscar? Porque no esperar a que ella venga a mi…o nos encontremos en nuestro caminos destinados.

Cerré mi libro de golpe, estaba enojado conmigo mismo, por encapricharme en una cosa que no iba a pasar nunca, nunca…como pude aferrarme a una mujer que la verdad nunca me amo, siempre pensé que nunca lograría que me viera como su amigo es lo que note, ni eso miro en mi, era una persona completamente desconocida para ella, y yo que la conozco…-Valla dilema, la ame tanto que el amor que sentía o creí sentir por ella me cegó completamente sin ver la cruel realidad-Avente el libre a una esquina de mi despacho, levantándose de aquella silla de madera, el sonido de las patas no se hicieron esperar, sonaron por todo el lugar. Mire de reojo mi escritorio, muchos papales estaba encima del mueble, era papeles que necesitaba para hacer mi pequeña editorial, me faltaba mucho por hacer pero lo iba a lograr iba hacer mi empresa. Me encamine hacia la puerta de mi despacho, abriéndola de golpe, necesitaba salir, necesitaba tomar aire, sin cerrar las puertas del lugar, me dirigí a la puerta principal, todavía no había contratado gente, eso lo iba hacer la semana que viene, cuando tuviera mi capital aquí en parís estaba decidido a cadera en este lugar por siempre o hasta que me quitaran mi amada eternidad. Abrí la puerta y Salí cerrando tras mi espalda, mirando las personas caminar, todavía era temprano, estaba arreglando tenia puesto un pantalón blanco, con un chaleco y chaqueta negra haciendo juego, y una camisa blanca, con su cuello hacia arriba y mis botas negras, me encamine no sabría a donde ir, pero sabrá donde el camino me lleve, pero estoy afuera, estoy afuera de mi casa, para no recordar mas y no enojarme yo mismo.

Seguía caminando, no se dio cuenta que llego al mercado, un mercado que estaba cerca de su casa, era lo poco que le quedaba cercar, aquí venia de vez de vez en cuando para comprar cosas. Las personas se me quedaba viendo, como yo era un hombre de clase alta, se preguntaba siempre “Y este ricachón que hace por aquí” “¿Se abra perdido?” esas y más preguntas siempre se hacina en su mente y yo como buena persona leí su mente. Pero no importaba leer sus mentes, era persona que alguna vez hicieron daño u otras no pero yo para protegerme lo hacía, estaba tan distraído que no me di cuento que choque con una persona, escuchando como caí al suelo, baje mi mirada, la luna y los faros haciendo que viera a la persona, era una mujer…era una mujer que se había caído y que el miedo se hizo presente en su ser, en su cuerpo. Me acerca a ella rápidamente, poniéndome enfrente de ella, y extendiendo mi malo-Disculpe Señorita, iba distraído….por favor reciba mis más sincera disculpas y déjeme ayudarla a pararse, es lo menos que puedo hacer por mi torpeza-Seguía con mi brazo estirado hacia aquella joven, observándola, mirándola, analizándola, como si fuera lo ultimo vivo en la tierra

por **Rocío Márquez** Sáb Mar 31, 2012 1:29 pm

Al caer al suelo y ver al hombre notaba algo raro en él, era de una te demasiada blanca y estaba muy bien vestido. Su sentido se supervivencia seguía encendido en ella y comenzó a recular hacia atrás, evitando que se acercara mucho. Había sufrido durante su infancia y muchos hombres la habían golpeado y abusado por lo que era una temerosa mujer, desconfiada a mas no poder de todos los que la rodeaban. Ahora mismo su único pensamiento se fue a las niñas que tenia bajo su cuidado y en las palabras de su mejor amiga diciéndole que ella no podía desaparecer o sino todo acabaría mal.

Siguió reculando mirando la mano del hombre hasta que su espalda toco contra una pared, estaba aterrada y su mirada se dirigió a buscar alguna de las posibles escapatorias. Un golpe en la entrepierna era una opción, salir corriendo a la derecha donde veía un callejón era otra posible opción, pero a medida que pensaba formas notaba como el hombre estaba aun mas cerca y se quedaba sin salidas

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por **Zachary/Zouleth Bourque** Sáb Mar 31, 2012 1:57 pm

“¿Por qué te juzgan sin concerté? No saben ese dicho no juzgues el libro por la portada pues asi lo hacen con las personas”

Seguía con mi mano extendía hacia ella, su mirada era de terror, pero… ¿Por qué? Si yo no dije nada malo, al contrario dije algo bueno, me comporte educadamente como siempre me habían dicho que lo hiciera ante una dama o un caballero. Baje mi mano rápidamente, no la iba tener extendida como un estúpido, solo me la quede mirando, observando su rostro…era bonito, tendría unos veinte años o un poco menos o un poco más, eso no importaba era una bella dama ante mis ojos, pero con ese terror que tiene en sus ojos opacaba su belleza, claro, no se lo iba a decir se espantaría mas y me golpearía en todo lados que pudiera. Se encontraba en cuclillas ante ella, ladeo su cabeza, leyendo la mente de ella-Asi que tiene niñas a su cuidado ¿Serán sus hijas?...pero se mira tan joven para ser madre….-Pensé, aunque eso no me interesaba, me estaba metiendo en cosas personales que no me interesaba en lo mas mínimo, pero verla asi, asustada no se, la sangre de mi cuerpo recorría rápidamente, sentía unas ganas de echarme a reír ante ella, pero eso se miraría más raro de lo que soy-Valla jovencita que tenemos aquí-Volví a pensar-Asustada de… ¿Quién? ¿De mi?-Me reí por dentro, mis ojos grises estaba enfocados en el rostro de ella, simplemente, algo nuevo me paso, alguien estaba ¿asustada? De mi, pero que le puede hacer un hombre yo…nada….solo violarla, saciar mi sed, entre más joven la sangre más poder tendré, pero no, no podría hacer eso a una joven con ella, está nerviosa y no quiero que me tema.

Mis ojos seguían observándola, mirando que su espalda toco la pared del mercado…me acerco poco a poco a ella, mis pies avanzaba, mis manos en el suelo para sostenerme sonriendo sínicamente por esos pensamiento, negué con mi cabeza-Niña, niña, qué culpa tiene mi entrepierna para golpearla….no te hecho nada... ¿O sí?... ¿Te he tocad?-Pregunte sonriendo mas, alargando mis labios-Jovencita…eso no se hace a las personas que se comportan bien contigo, no sea una niña malcriada-Casi gruñí, me estaba colmando la paciencia y era pocas las personas que lo hacían, me levante mirándola desde abajo-Me llamo Angel…-Dije mi nombre acercándome a ella, y tomando su mentón-Y tú?-Pregunte, estaba un poco irritado por culpa de ella.

por **Rocío Márquez** Sáb Mar 31, 2012 2:06 pm

Cuando sintió como el hombre se acercaba aun mas su panico siguió creciendo pensando en los golpes que tuvo que soportar de joven y en la posibilidad de que fuera un cazarrecompensas o un emisario del rey que la condenara por todos los robos realizados. Si hubiera escuchado a Noah y hubiera dejado que ella robara por las pequeñas… ellas eran su unica familia, su grupo de amigas que lograron escapar del explotamiento del hombre que se decía como su protector.

Su expresión se volvió aun mas de terror al ser consciente de que él se había colado en su mente soltando en voz alta las palabras que ella pensaban y su panico y la busqueda de algun punto de huída no paraba de rondarle la cabeza.

Agradeció un poco cuando se separó aunque al verlo ahí de pie, frente a ella la hacía intimidar mas, comenzando a removerse cuando sintió el fío agarre en su mentón.-Sueltame! No me hagas daño!!-no paraba de repetir aterrorizada. Desde su estancia con su supuesto protector había aprendido a temer a los hombres por lo crueles que eran y por las veces a las que había sometida a ser obligada a yacer con ellos.-No tengo dinero ni nada por favor sueltame...

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