¿Nos brillara la luna esta noche? [Privado]

“Petry van se pondrá furioso si se entera de que vinimos a meternos por aquí!”

La voz de Abel resonaba en la cabeza de su hermano, pero este estaba esperando el espectáculo que tanto tiempo había tenido que esperar por ver. Desde hacia algunos meses habia escuchado comentarios de la gitana con cantos de sirena, tan bella y tan embrujante, solo mas hermosa que su rostro era su voz, que se elevaba en cantos magicos que hechizaban el alma y envolvían a los hombres dejándolos inútiles a sus plantas. El era una amante de las mujeres y la mención de cuan tan excepcional despertaba su interés mas alla de lo razonable, desgraciadamente cuando habia tomado la decisión de buscarla habia salido a corrr por el bosque, se habia encontrado con cazadores y habia terminado con un serio envenenamiento de plata, Van y Abel habían ido a asistirlo y aunque habían salido con vida Abel tambien habia terminado envenenado con la plata. Curarlos habia sido un infierno, Van habia tenido que sacar las balas de sus cuerpo con las manos. Ellos se regeneraban rápidamente asi que habia tenido que mantener la carne abierta con sus garras para que poder sacar la plata, al final Van habia terminado casi tan envenenado como ellos por tener que sacarles las balas con las manos desnudas. Después de eso Van le habia hecho jurar que ninguno saldría a correr en soledad nuevamente, y el estaba cumpliendo su palabra, habia salido en compañía de Abel, su hermanito tenia que pensar mejor en las promesas que les hacia hacer.

“es mi turno de ser humano, cuando eso sucede Van prefiere dormir para no ver las cosas ‘indecentes’ que hago, así que tranquilízate”

Hablo a la mente de su hermano que convertido en perro permanecía a su lado, el espectáculo comenzó y la sirena por fin apareció, desde donde estaba parecía una muchacha bella, desgraciadamente sus sentidos estaban aturdidos por el envenenamiento aun asi que apenas podía verla con la visión de un humano, desde donde estaba no alcanzaba a verla con el detalle que estaba acostumbrado…sin embardo aun con sentidos humanos su voz hizo vibrar su cuerpo por completo.

“Petry… lo sientes?”

“lo siento”

Ambos los sentían, una especie de sentimiento especial que les estremecía no solo el cuerpo, si no que viajaba directo a su alma… se sujeto el pecho con una mano, el sentimiento extraño lo invadió, como un presentimiento pero no estaba claro, dios…si solo sus sentidos se aclararan… acaso era su sentido del peligro queriendo despertar? No estaba seguro.

“deberíamos conocerla…”

Sonrio petry sin poder quitar sus ojos de la joven, Abel no respondió y supo que el también sentía el deseo de acercarse, pero decirlo era darle la razón a su hermano de haber ido hasta aquel lugar aun con todos los peligros.

Llevaban un rato observando a la joven, era bella, tal como le habían comentado… pero no parecía excepcional, aunque era hermosa petry había tenido un sinfín de hermosas amantes… sin embargo.. su voz… parecía encantar, sonrio sin saberlo y aunque no lo notaba Abel estaba a sus pies acurrucado, escuchando las notas, cuando terminaron noto que estaba encantado con la chica. Por extraño que pareciese verla caer le pareció adorable, la gente se movió hacia ella y el se adelanto regalando algunas sonrisas y logro llegar hasta ella.

Petry sonrió ante la pregunta y la cercanía- no, no lo soy…- ella estaba tan cerca, se estaría insinuando acaso? Sentía señales contrarias saliendo por todos lados de la muchacha, su cercanía le invitaba a coquetearle pero su rostro y su sonrisa limpia le decía que debía ir con cuidado, Abel en forma de perro estaba a su lado completamente ajeno a sus pensamientos, por suerte, su inocente hermano podía ponerse molesto si supiera lo que le gustaría hacerle a la dulce jovencita frente a el.

-Asi que me gane una flor?- pregunto con una son risa coqueta- petry, ese es mi nombre, cual es el suyo? Se de la hermosa sirena que encanta con su voz… sirena es tu nombre?- la chica paso de una dulce inocencia a un una premeditada sensualidad, aunque l hecho dejaba a petry adaptándose de una a otro Abel no parecía siquiera percatarse, pues se había acercado a la joven, acariciando su cabeza en sus piernas pidiendo una caricia… tramposo- y como dije, tiene una voz hermosa, no me sorprende que le digan que no pueden vivir sin ella- La gente a menudo daba cumplidos de ese tipo, con una voz como la que poseía no le sorprendía.

La pregunta de la joven le hizo soltar una risita, que clase de pregunta era esa? El había estado encantado con varias mujeres, al punto de salir en periodos largos con ellas pero jamás había vivido para alguna…aun asi la pregunta no le molestaba- preferiría que fuese usted la que no pudiese vivir sin mi- contesto simplemente.

Sonrió cuando la chica lo jalo hacia ella para bailar, sus manos se apoderaron de las caderas de la joven, si la chica quería distraerlo con sus encantos sea por dios que lo estaba logrando, u pelvis se pego con la aneja y siguió los movimientos de la música, disfrutando del rose sensual del cuerpo ajeno- precio…- pero sus palabras quedaron a la mitad mientras los labios de la joven se apoderaban de los suyos y el no era de los que desaprovechaban oportunidades, sus labios devoraron los ajenos y sus manos acariciaron las caderas ajenas sintiendo sus exquisitas formas, la chica definitivamente lo estaba incendiando como una antorcha humana.
“2eres un imbécil petry”

Esa era la voz de su hermano dentro de su cabeza, a pesar del envenenamiento de plata ellos aun podían comunicarse de esa manera, lo que reafirmaba la intensidad de sus lazos.

“solo estas celoso”

Se burlo mientras acariciaba el trasero de la chica, viendo de reojo al lobo que esperaba a una corta distancia, donde podía verlos perfectamente. La chica se separo y petry sonrió ante la “cálida” recepción que había recibido de ella a pesar de los increíbles rumores de lo maravillosa que era.

“y nos acaban de dejar sin un peso”

Se burlo el lobo desde su sitio que obviamente se había dado cuenta de que la chica había asaltado la cartera de su hermano, ella se veía muy joven y a pesar de que petry interactuaba con mujeres todo el tiempo no había notado que la chica le había dejado sin nada. Noto que su hermano revisaba discretamente cuando la chica se acerco a el acariciándolo…ella no podía ser mala, debía ser solo la necesidad.

La chica les guio a otro sitio, parecía que hora que tenia lo que quería el atractivo de petry había desaparecido, les dio carne jugosa, petry sonrió, bien al menos pensaba alimentarlo ahora que lo había dejado sin un solo franco encima, cuando se fue simplemente observo hacia donde se retiraba, tomo algo de la carne comiendo y se agacho para darle algo a Abel.
-que dices hermano, ¿la seguimos?

El perro asintió y caminaron sigilosamente siguiendo a la chica, después de todo tenían el sigilo de los lobos.

-entonces señorita…s interesante lo que encontró ahí?- le sonrió a la chica cuando la encontró esculcado en su cartera, Van seguramente les daría un sermón por el dinero pero no recordaba tener algún papel importante ahí, ellos jamás cargaban nada de eso, era Van el que se encargaba de todo lo que tuviese que ver con papeleo así que de omento no tenían que preocuparse de nada de ese estilo.

La chica se sobresalto en cuanto noto su presencia, el sonrió un poco pero aunque era ligeramente divertido verla tan asustada no es que verla tan mal le causara placer, la vio retorcerse y sintió genuina pena cuando la chica se hizo un ovillo en la cama cubriendo su rostro con aquel libro, como si esperara recibir algún golpe que por supuesto jamás llegaría. Vio la cartera abandonada en el suelo y la recogió lanzándola a Abel.

“cuídala hermano”

Le hablo a su mente caminando un par de pasos hasta quedar frente de la joven, consolar no era precisamente su especialidad, normalmente se iba antes de tener que hacerlo, se puso en cunclillas frente a la joven y se quedo viéndola, no dijo nada por no perturbarla, esperando que la chica se calmara antes de hablar, la verdad no estaba molesto el y sus hermanos habia robado mas de una vez durante su adolescencia, el sabia lo que era la necesidad y no pensaba reprocharle nada, habia pasado y ya la verdad tampoco tenia un consejo que dar.

Paso un rato y Abel vino a sentarse a su lado mientras esperaban, la chica se fue calmado y cuando vio que levantaba un poco la cabeza sonrió, esperando que el gesto le tranquilizara, pero solo verlo la chica salto asustada, maldita sea no estaba tan feo, lo siguiente que vio fue la carpa ir cayendo.

-oh diablos- hablo mientras sentía que le golpeaban en el pecho con el libro, se quedo quieto sin saber que hacer hasta que su hermano le empujo con el hocico.

“haz algo!!”

“hey estoy humano déjame reaccionar a mi ritmo”

Hablo mientras se quitaba la chaqueta y se acercaba a los restos del fuego usando la tela para apagar las llamas. Escucho que la chica se quejaba de alguna broma pero no tenia la mas remota idea de lo que estaba hablando, que diablos tenia alguna clase de alucinación por el miedo o similar? Siguio trabajando en el fuego hasta que noto que estaba todo apagado, suspiro y por primera vez se seco la cara, alegrándose de que todo hubiese acabado, la muchacha habia sacado varias cosas del fuego, su principal preocupación suponía.

-Tranquila, lo tengo aquí recuerdas?- le hablo enseñándole el libro en una de sus manos.

Se paso el dorso de la mano por la frente, el fuego le había hecho entraras que en calor, vio a la chica y noto que parecía desubicada, no como desquiciada, solo como si intentara recuperar la calma. Se quedo en silencio y ella finalmente te volvió a hablarle con calma, que le llamase por el nombre de su hermano no le molesto, estaba bastante acostumbrado asi que se sentía normal para el. La chica salió de la carpa y el solo la vio irse parpadeando desconcertado.

“ella tiene la manía de salir corriendo todo el tiempo o es mi imaginación”

Hablo en su mente a sus hermanos aunque mas específicamente a petry, pues sabia que van estaba bloqueado de momento, después del envenenamiento de plata ellos no podía hablar a larga distancia entre ellos, solo si estaban cerca y teniendo en cuenta que la mansión estaba bastante lejos era imposible que van pudiese escuchar sus pensamientos.

“las mujeres son asi”

Contesto su hermano, Abel bajo la vista viendo al lobo a sus pies, sentado y viéndolo con el conocimiento en los ojos, no era la mirada propia de un lobo normal, podía vislumbrarse el entendimiento y el conocimiento.

“ellas normalmente no actúan asi conmigo”

Y era cierto las mujeres que conocían a petry siempre actuaban extraño, con el eran diferente, las mujeres que habia conocido por su cuenta eran mas calidad y atentas, sonreían a menudo y no sentía presión o resentimiento de ellas, no podia oler aquella tensión en el aire, como cuando petry estaba involucrado. Cuando Abel se involucraba también era diferente, con el todo era siempre calma. A excepción de la cazadora que habían conocido, la pasión de esa mujer por su hermano casi podia tocarse.

Sirenia regreso y el le sonrió, cuando ella le dio un chaleco nuevo noto por que se habia ido después de ver el estado del anterior- no es necesario, gracias, yo mismo eche a perder el otro y no fue nada, lamento haberla asustado- hablo inclinando la cabeza sintiendo cierta satisfacción por que al menos el libro al que se aferraba no se hubiese perdido.