AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Un golpe nefasto {Alexis}
2 participantes
Página 3 de 3.
Página 3 de 3. • 1, 2, 3
Un golpe nefasto {Alexis}
Recuerdo del primer mensaje :
Nueve y media de la noche; era una calurosa noche de verano y por suerte para los campesinos ellos ya habían terminado su jornada laboral por lo tanto residían en sus casas, en familia alrededor de una mesa mientras agradecían los alimentos que tomaban… la escena era tan idílica que en ocasiones podía dar hasta asco pero para ella no, adoraba ver esas cosas y más de una vez se había hecho pasar por una mendiga para disfrutar de la compañía de los humanos. ¿Por qué? Sencillamente, porque estaba sola, completamente sola en el mundo… la compañía de los criados y alguna que otra dama de compañía no era suficiente para ella – y quizás para nadie- puesto que no había ningún tipo de complicidad a todo esto se le sumaba que no pasaba tiempo en la casa familiar, la agobiaba estar encerrada entre cuatro paredes.
Frente a esta situación sus pies pusieron camino hacia la cantidad de campos y sembradíos que gozaban los alrededores de la ciudad parisina pero para su desgracia por el camino fue asaltada por un par de malhechores que habían seleccionado esa ruta para intentar atracar a algún pobre indefenso pero lo que ellos no sabían es que saldrían perdiendo…y así era; de acuerdo que tenía un carácter apacible pero no por ello era tonta así que no le costó demasiado acabar con ellos, los lanzó a una cuneta sin preocuparse mucho más. Ojo por ojo, diente por diente… o algo así había escuchado hace tiempo.
En todo el ajetreo había recibido un golpe certero en el estómago; una daga –por suerte no era de plata- había atravesado aquella parte y no se atrevía a quitarsela aún a sabiendas que su sanación acelerada la ayudaría para no desangrarse. Elora consiguió avanzar algunos metros y una vez que no pudo más se dejó caer contra el tronco de un árbol notando alguna que otra pequeña hoja caer sobre su rostro de la copa la cual estaba demasiado florida para su gusto pero seguro que sería un buen resguardo para los campesinos.
El vestido, en un principio blanco, estaba teñido de un color rojizo que poco a poco se volvía cobrizo al secarse además de haber dejado un fino hilo de sangre como rastro; ella gruñió llevando una mano a la daga pero no era capaz de tirar de esta por pavor al dolor que sabía que sentiría… de sus labios sólo salían quejidos y jadeos procedentes del dolor. Estaba comenzando a sudar además de palidecer lo que conllevaba a que estaba perdiendo bastante sangre..
Nueve y media de la noche; era una calurosa noche de verano y por suerte para los campesinos ellos ya habían terminado su jornada laboral por lo tanto residían en sus casas, en familia alrededor de una mesa mientras agradecían los alimentos que tomaban… la escena era tan idílica que en ocasiones podía dar hasta asco pero para ella no, adoraba ver esas cosas y más de una vez se había hecho pasar por una mendiga para disfrutar de la compañía de los humanos. ¿Por qué? Sencillamente, porque estaba sola, completamente sola en el mundo… la compañía de los criados y alguna que otra dama de compañía no era suficiente para ella – y quizás para nadie- puesto que no había ningún tipo de complicidad a todo esto se le sumaba que no pasaba tiempo en la casa familiar, la agobiaba estar encerrada entre cuatro paredes.
Frente a esta situación sus pies pusieron camino hacia la cantidad de campos y sembradíos que gozaban los alrededores de la ciudad parisina pero para su desgracia por el camino fue asaltada por un par de malhechores que habían seleccionado esa ruta para intentar atracar a algún pobre indefenso pero lo que ellos no sabían es que saldrían perdiendo…y así era; de acuerdo que tenía un carácter apacible pero no por ello era tonta así que no le costó demasiado acabar con ellos, los lanzó a una cuneta sin preocuparse mucho más. Ojo por ojo, diente por diente… o algo así había escuchado hace tiempo.
En todo el ajetreo había recibido un golpe certero en el estómago; una daga –por suerte no era de plata- había atravesado aquella parte y no se atrevía a quitarsela aún a sabiendas que su sanación acelerada la ayudaría para no desangrarse. Elora consiguió avanzar algunos metros y una vez que no pudo más se dejó caer contra el tronco de un árbol notando alguna que otra pequeña hoja caer sobre su rostro de la copa la cual estaba demasiado florida para su gusto pero seguro que sería un buen resguardo para los campesinos.
El vestido, en un principio blanco, estaba teñido de un color rojizo que poco a poco se volvía cobrizo al secarse además de haber dejado un fino hilo de sangre como rastro; ella gruñió llevando una mano a la daga pero no era capaz de tirar de esta por pavor al dolor que sabía que sentiría… de sus labios sólo salían quejidos y jadeos procedentes del dolor. Estaba comenzando a sudar además de palidecer lo que conllevaba a que estaba perdiendo bastante sangre..
Elora Soulacroix- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 30/06/2010
Localización : Una loba en el armario...(8)
Re: Un golpe nefasto {Alexis}
Elora frunció levemente el ceño molesta, ¿Molesta por qué? Quien sabe, ni siquiera ella terminaba de tenerlo claro pero tenía derecho a molestarse, sí…claro que sí.- Ni te conozco ni lo haré porque no te sale de los mismisimos que nadie lo haga, sigue ahí encerrado en tu pequeño mundo…seguro que llegas lejos.-Todo aquello eran suposiciones pero su intuición femenina le decía que no se equivocaba.
La mujer entró en la bañera soltando una muda risa por sus labios al ver cómo se chocaba con el lavabo, ¿Por maldad? No, sencillamente le hizo gracia y no lo pudo evita así que dejó caer la almohada para luego derrumbarse ella encima de esta acomodándose como podía para terminar por colocar los pies fuera del recinto, colgando debido a que era más larga que todo el conjunto que conformaba la bañera. Su mirada se posó en el techo paseándose por este lentamente sin demasiado interés pero necesitaba alguna cosa con la que distraerse.
¿Cuánto tiempo pasó? Diez minutos quizás algunos minutos no estaba segura pero su conciencia la golpeó brutalmente, era el tipo de persona el cual no podía estar enfadada más de cinco minutos ya que sino su conciencia hacia mella además de no estar tranquila así que torpemente comenzó a salir de la bañera, porque no veía ni torta, resbalando y cayendo un instante para morderse e labio pero eso era lo de menos la cuestión es que al final salió con la almohada bajo el brazo siendo parcialmente arrastrada. La mujer se deslizó por el baño saliendo para ver a Alexis en las proximidades de la ventana y murmurar…- Lo siento…- Siseó bajando levemente la cabeza mientras los dedos de sus pies se movían nerviosos rozándose entre ellos y contra la fría madera del suelo.
Sus labios hicieron una mueca de desaprobación a la vez que los mechones color negro azabache se deslizaban para ocultar parcialmente su rostro sobretodo aquella mirada que expresaba más de lo que debía es más su rostro expresaba prácticamente todo lo que sentía y en aquel momento no era para menos posiblemente prefería que por eso no se la mirase mucho.
La mujer entró en la bañera soltando una muda risa por sus labios al ver cómo se chocaba con el lavabo, ¿Por maldad? No, sencillamente le hizo gracia y no lo pudo evita así que dejó caer la almohada para luego derrumbarse ella encima de esta acomodándose como podía para terminar por colocar los pies fuera del recinto, colgando debido a que era más larga que todo el conjunto que conformaba la bañera. Su mirada se posó en el techo paseándose por este lentamente sin demasiado interés pero necesitaba alguna cosa con la que distraerse.
¿Cuánto tiempo pasó? Diez minutos quizás algunos minutos no estaba segura pero su conciencia la golpeó brutalmente, era el tipo de persona el cual no podía estar enfadada más de cinco minutos ya que sino su conciencia hacia mella además de no estar tranquila así que torpemente comenzó a salir de la bañera, porque no veía ni torta, resbalando y cayendo un instante para morderse e labio pero eso era lo de menos la cuestión es que al final salió con la almohada bajo el brazo siendo parcialmente arrastrada. La mujer se deslizó por el baño saliendo para ver a Alexis en las proximidades de la ventana y murmurar…- Lo siento…- Siseó bajando levemente la cabeza mientras los dedos de sus pies se movían nerviosos rozándose entre ellos y contra la fría madera del suelo.
Sus labios hicieron una mueca de desaprobación a la vez que los mechones color negro azabache se deslizaban para ocultar parcialmente su rostro sobretodo aquella mirada que expresaba más de lo que debía es más su rostro expresaba prácticamente todo lo que sentía y en aquel momento no era para menos posiblemente prefería que por eso no se la mirase mucho.
Elora Soulacroix- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 30/06/2010
Localización : Una loba en el armario...(8)
Re: Un golpe nefasto {Alexis}
Me recargué lo más que pude en el sillón y cerré los ojos. No era un intento de quedarme dormido porque sabía que no lo haría –¿cuántas veces ya he repetido eso?–, sino una forma de relajación... tal vez. Llené mis fosas nasales de aire acarreando el olor característico del lugar en ese momento: sábanas medio limpias –por que olía a que no las lavaban como se debía–, el olor de la comida aún estaba suspendido en el aire, el jabón, el agua con unas pizcas de cloro... Una voz interrumpió mis pensamientos, le miré de reojo y suspiré.
– Me pregunto por qué la gente tiene la costumbre de decir que siente algo cuando no es cierto... – susurré – curiosa conducta –
Tal vez Elora no lo sintiera de verdad y lo hacía por pura inercia. Yo no me lamentaba por lo que había dicho ya que fue lo que sentí en el momento y sería una mentira disculparme por ello. Volví a masajear mis sienes y exhalé aire por la nariz en un intento de suspiro mal logrado.
– Mira... ya te lo dije... haz lo que quieras –
No había más que discutir y pensé que ya lo habíamos aclarado. Este tipo de cosas me pasaban por preocuparme por la gente y eso claramente me enfadaba ya que me tomaba la molestia de preocuparme por ella y... gruñí levemente y cubrí mi rostro con las manos. Mi cabeza me palpitaba de una manera terrible –de nuevo–, el dolor aumentaba y toda la situación solamente lo empeoraba. Quería salir de ahí, pero sabía que no era lo más prudente... no arriesgaría a gente por mis cambios de humor, no señor.
– ¿Quieres dormir en la bañera? Bien, duerme ahí – comenté – buenas noches, Elora –
Mi voz era pasiva esta vez, no intentaba ser hostil ni nada por el estilo. Ya no quería discutir, había tenido suficiente... mi cabeza me gritaba que ya no podía más, que dejara de saturarla de información que no necesitaba. ¿Qué podía hacer yo? Absolutamente nada... eso era lo que podía hacer.
– Me pregunto por qué la gente tiene la costumbre de decir que siente algo cuando no es cierto... – susurré – curiosa conducta –
Tal vez Elora no lo sintiera de verdad y lo hacía por pura inercia. Yo no me lamentaba por lo que había dicho ya que fue lo que sentí en el momento y sería una mentira disculparme por ello. Volví a masajear mis sienes y exhalé aire por la nariz en un intento de suspiro mal logrado.
– Mira... ya te lo dije... haz lo que quieras –
No había más que discutir y pensé que ya lo habíamos aclarado. Este tipo de cosas me pasaban por preocuparme por la gente y eso claramente me enfadaba ya que me tomaba la molestia de preocuparme por ella y... gruñí levemente y cubrí mi rostro con las manos. Mi cabeza me palpitaba de una manera terrible –de nuevo–, el dolor aumentaba y toda la situación solamente lo empeoraba. Quería salir de ahí, pero sabía que no era lo más prudente... no arriesgaría a gente por mis cambios de humor, no señor.
– ¿Quieres dormir en la bañera? Bien, duerme ahí – comenté – buenas noches, Elora –
Mi voz era pasiva esta vez, no intentaba ser hostil ni nada por el estilo. Ya no quería discutir, había tenido suficiente... mi cabeza me gritaba que ya no podía más, que dejara de saturarla de información que no necesitaba. ¿Qué podía hacer yo? Absolutamente nada... eso era lo que podía hacer.
Alexis D. Guischard- Mensajes : 70
Fecha de inscripción : 06/07/2010
Re: Un golpe nefasto {Alexis}
Elora se quedó en silencio, un silencio sepulcral que inundó la habitación anulando todos sus sentidos; los párpados se cerraron de forma pesada y su figura permaneció inmóvil levemente cabizbaja mientras interiormente su mente maquinaba distintas ideas algunas un tanto macabras y su mayoría contradictorias, las palabras del hombre surcaban su mente a la vez que se desmenuzaban intentando buscar algo que no escuchase algo a simple vista como quien lee entre líneas pero en parte no lo conseguía.
“¿Qué puede motivar a alguien a tener esa actitud? Es como si se dividiese en dos, la persona que sí quería hacer algo pero la otra persona que le atormentaba…y yo pensaba que era complicada; puff… lo suyo supera los límites pero quizás por eso sea tan curioso, quizás por eso me llame la atención… No pienso que sea igual que yo, es más somos polos opuestos a mi parecer pero realmente cualquier persona es completamente contraria a mi parecer, no hay nadie que se asemeje aunque...quizás sí..yo bah, es igual” Suspiró pensativa a la vez que alzaba una mano para frotar levemente la yugular que pasaba por su cuello, entreabriendo los ojos en dos fines líneas verdosas observando sus movimientos parecía cansado, agobiado pero no estaba muy segura de que si aquella sensación era únicamente por su presencia cosa que dudaba bastante ya que seguramente tenía que ver algo más pero no sabía que.
Tras todo aquel cacao mental, se armó de paciencia con el siguiente objetivo: intentar sacar algo bueno de él y borrar momentáneamente aquella desesperación o bien conseguir que la echase como mínimo y como máximo que recibiese un golpe aunque ya había sufrido bastantes por parte de su marido cuando él había estado en casa pero aquello era otra historia. En fin el lo había querido y como bien había dicho haría lo que quisiera así que frente a aquello giró sobre si misma para caminar hacia el baño con las aparentes intenciones de volver al baño pero sólo dio dos pasos cuando se giró para dar un salto – cual rana- y dejarse caer encima de Alexis con la almohada en las manos, de inmediato llevó una mano a sus labios colocándola sobre esta para que se callase es más si era cortés hasta la dejaría hablar.
-¿Sabes? Hay un 90% de personas que no me irritan pero tú eres del 10% restante y lo mejor de todo es que no sé porque es, es más no se te ve como una persona con mal carácter- Hizo una brevisima pausa para acomodarse en las piernas de Alexis ya que ella misma estaba sentada sobre sus piernas depositada sobre el torso y cintura de él, su mano presionó sobre sus labios.- No sé que puñetas te atormenta porque tiene que ser algo se nota en tus gestos, movimientos, palabras…¡Hasta en tu forma de estar sentado! Pero también consigue atormentarme a mi lo suficiente como para que me preocupe por ti ¡Oh sí! Un gran desconocido que aparenta odiarme pero sólo desde que hemos entrado aquí, antes no… cosa que no entiendo- Tosió levemente.- Se que no tengo derecho a meterme en tu vida pero se que tengo que hacerlo aunque no quieras…- Necesitó coger una bocanada de aire.- Y me da igual que me chilles, que me empujes, que me pegues o que me mientas…- Se mordió el labio a la vez que retiraba la mano.
Y ahora… ¿Ahora es cuando explota, la echaba, la pegaba, la odiaba… la…la? Algo, cualquier cosa le servía incluso una provocación.
“¿Qué puede motivar a alguien a tener esa actitud? Es como si se dividiese en dos, la persona que sí quería hacer algo pero la otra persona que le atormentaba…y yo pensaba que era complicada; puff… lo suyo supera los límites pero quizás por eso sea tan curioso, quizás por eso me llame la atención… No pienso que sea igual que yo, es más somos polos opuestos a mi parecer pero realmente cualquier persona es completamente contraria a mi parecer, no hay nadie que se asemeje aunque...quizás sí..yo bah, es igual” Suspiró pensativa a la vez que alzaba una mano para frotar levemente la yugular que pasaba por su cuello, entreabriendo los ojos en dos fines líneas verdosas observando sus movimientos parecía cansado, agobiado pero no estaba muy segura de que si aquella sensación era únicamente por su presencia cosa que dudaba bastante ya que seguramente tenía que ver algo más pero no sabía que.
Tras todo aquel cacao mental, se armó de paciencia con el siguiente objetivo: intentar sacar algo bueno de él y borrar momentáneamente aquella desesperación o bien conseguir que la echase como mínimo y como máximo que recibiese un golpe aunque ya había sufrido bastantes por parte de su marido cuando él había estado en casa pero aquello era otra historia. En fin el lo había querido y como bien había dicho haría lo que quisiera así que frente a aquello giró sobre si misma para caminar hacia el baño con las aparentes intenciones de volver al baño pero sólo dio dos pasos cuando se giró para dar un salto – cual rana- y dejarse caer encima de Alexis con la almohada en las manos, de inmediato llevó una mano a sus labios colocándola sobre esta para que se callase es más si era cortés hasta la dejaría hablar.
-¿Sabes? Hay un 90% de personas que no me irritan pero tú eres del 10% restante y lo mejor de todo es que no sé porque es, es más no se te ve como una persona con mal carácter- Hizo una brevisima pausa para acomodarse en las piernas de Alexis ya que ella misma estaba sentada sobre sus piernas depositada sobre el torso y cintura de él, su mano presionó sobre sus labios.- No sé que puñetas te atormenta porque tiene que ser algo se nota en tus gestos, movimientos, palabras…¡Hasta en tu forma de estar sentado! Pero también consigue atormentarme a mi lo suficiente como para que me preocupe por ti ¡Oh sí! Un gran desconocido que aparenta odiarme pero sólo desde que hemos entrado aquí, antes no… cosa que no entiendo- Tosió levemente.- Se que no tengo derecho a meterme en tu vida pero se que tengo que hacerlo aunque no quieras…- Necesitó coger una bocanada de aire.- Y me da igual que me chilles, que me empujes, que me pegues o que me mientas…- Se mordió el labio a la vez que retiraba la mano.
Y ahora… ¿Ahora es cuando explota, la echaba, la pegaba, la odiaba… la…la? Algo, cualquier cosa le servía incluso una provocación.
Elora Soulacroix- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 30/06/2010
Localización : Una loba en el armario...(8)
Re: Un golpe nefasto {Alexis}
Si hubiese sido una persona ‘normal’ seguro habría pensado que Elora se había marchado, pero varias cosas me indicaban que no era así. Ella seguía ahí, callada, ¿qué demonios estaba esperando para irse ya a su cama improvisada? ¿Por qué estaba tan molesto? Sabía que mi condición jugaba un rol demasiado grande y era casi la razón por la que me encontraba de esa forma, pero ella no lo sabía... no tenía por qué hacerlo.
Giré levemente mi rostro para mirarle de reojo. La observé caminar hacia el baño. Por fin se iría... podría descansar un poco de tanto estrés mental... o eso fue lo que pensé. Volteé el rostro hacia el frente y casi al instante Elora cayó sobre mis piernas, le miré atónito, ¿qué estaba haciendo? Separé los labios para hablar, pero ella me lo impidió. Observé sus facciones, sus expresiones, sus labios moverse al compás en el que salían las palabras de su boca. Todo, absolutamente TODO estaba siendo recordado por mi mente. Más información... genial, justo lo que necesitaba para mi paz mental.
Le escuché atentamente, aunque no lo quisiera, pude haberla alejado en un movimiento, pero no lo hice. Sólo la dejé hablar, claramente ya no tenía energías para nada, ni para pelearme. Desde el inicio estaba intentando evitarlo, pero al parecer Elora y yo no estábamos sintonizados... nunca lo estaríamos, si es que la volvía a ver. Quitó la mano de mis labios y yo mantuve mi mirada en sus ojos. Probablemente ya no sabía ni qué hacía, ni qué era lo que decía, siempre me pasaba en estos momentos.
– Es algo – comenté – pero no por que lo sea significa que debas saberlo – agregué y cerré los ojos al tiempo que golpeaba mi puente nasal con mi dedo índice – exactamente... no tienes derecho y si no quiero que lo hagas no lo harás... – abrí los ojos para posar mis lagunas verdes en los suyos – querer es poder... – desvié mi mirada de ella para posarla en el cristal, intentando ver más allá sin lograrlo – no te chillaré, no te pegaré, ni te mentiré... sólo te pido que me dejes en paz... descansa para que yo pueda hacerlo – le miré de reojo – si en verdad quieres ayudarme, no me hables más... por ahora –
No le aclaré nada sobre el hecho de odiarla. No lo hacía, no merecía mi odio siquiera, al único que odiaba era a mí mismo y eso era más que suficiente. O, ¿sería acaso que el dicho de ‘¿cómo puedes amar a alguien si no te amas a ti mismo?’ ser también aplicable a la palabra ‘odio’? No estaba seguro, sólo sabía que ya no quería pensar más... ya no quería recordar más y no podía... ja... qué hipócrita, justo yo había dicho que ‘querer es poder’ y estaba demostrando lo contrario... patético.
Sólo esperé a que Elora se alejara y me dejase en paz, estaba claro que no iba a golpearla, no sería capaz de ello. A decir verdad no sabía qué haría para hacer que se alejara de mí... al parecer la única opción era decirle sobre mis tormentos y, claramente, no lo haría, aunque eso significase que me debía volver loco. No le contaría mis cosas a una desconocida, jamás.
Giré levemente mi rostro para mirarle de reojo. La observé caminar hacia el baño. Por fin se iría... podría descansar un poco de tanto estrés mental... o eso fue lo que pensé. Volteé el rostro hacia el frente y casi al instante Elora cayó sobre mis piernas, le miré atónito, ¿qué estaba haciendo? Separé los labios para hablar, pero ella me lo impidió. Observé sus facciones, sus expresiones, sus labios moverse al compás en el que salían las palabras de su boca. Todo, absolutamente TODO estaba siendo recordado por mi mente. Más información... genial, justo lo que necesitaba para mi paz mental.
Le escuché atentamente, aunque no lo quisiera, pude haberla alejado en un movimiento, pero no lo hice. Sólo la dejé hablar, claramente ya no tenía energías para nada, ni para pelearme. Desde el inicio estaba intentando evitarlo, pero al parecer Elora y yo no estábamos sintonizados... nunca lo estaríamos, si es que la volvía a ver. Quitó la mano de mis labios y yo mantuve mi mirada en sus ojos. Probablemente ya no sabía ni qué hacía, ni qué era lo que decía, siempre me pasaba en estos momentos.
– Es algo – comenté – pero no por que lo sea significa que debas saberlo – agregué y cerré los ojos al tiempo que golpeaba mi puente nasal con mi dedo índice – exactamente... no tienes derecho y si no quiero que lo hagas no lo harás... – abrí los ojos para posar mis lagunas verdes en los suyos – querer es poder... – desvié mi mirada de ella para posarla en el cristal, intentando ver más allá sin lograrlo – no te chillaré, no te pegaré, ni te mentiré... sólo te pido que me dejes en paz... descansa para que yo pueda hacerlo – le miré de reojo – si en verdad quieres ayudarme, no me hables más... por ahora –
No le aclaré nada sobre el hecho de odiarla. No lo hacía, no merecía mi odio siquiera, al único que odiaba era a mí mismo y eso era más que suficiente. O, ¿sería acaso que el dicho de ‘¿cómo puedes amar a alguien si no te amas a ti mismo?’ ser también aplicable a la palabra ‘odio’? No estaba seguro, sólo sabía que ya no quería pensar más... ya no quería recordar más y no podía... ja... qué hipócrita, justo yo había dicho que ‘querer es poder’ y estaba demostrando lo contrario... patético.
Sólo esperé a que Elora se alejara y me dejase en paz, estaba claro que no iba a golpearla, no sería capaz de ello. A decir verdad no sabía qué haría para hacer que se alejara de mí... al parecer la única opción era decirle sobre mis tormentos y, claramente, no lo haría, aunque eso significase que me debía volver loco. No le contaría mis cosas a una desconocida, jamás.
Alexis D. Guischard- Mensajes : 70
Fecha de inscripción : 06/07/2010
Re: Un golpe nefasto {Alexis}
Tras todo aquel vómito verbal Elora pareció recibir algún tipo de explicación- si es que se le podía llamar así- que no la reconfortó demasiado pero sabía que eso era suficiente para una persona como Alexis, sabía con certeza que ya le había pedido demasiado así que como le pidió sus labios se silenciaron sepulcralmente y se retiró de encima de él colocándose bien el vestido. Por supuesto, se callaría y se iría a descansar recogiendo su almohada para girar y ahora sí entrar en el baño introduciéndose en la bañera, haciéndose una pequeña bola humana para intentar conciliar el sueño recordando las palabras del hombre las cuales daban vueltas y vueltas provocándole que le doliese el hemisferio derecho de la frente, migraña seguramente.
¿Cuánto tiempo pasó? Posiblemente una hora hasta que el cansancio hizo mella en su pequeño cuerpo y acabó durmiéndose presa de aquella sensación quedando con la mejilla apoyada en la almohada de la cual permanecía parcialmente abrazada como forma de autoprotegerse aunque la pregunta más obvia era de qué, sólo ella lo sabía. Así el tiempo avanzó, ajena a todo lo que ocurría en la calle, en el hostal, con Alexis…
Los primeros rayos de sol se colaron entre las cortinas color café de la habitación- las cuales ya hacía años que allí permanecían así-, aquella luz impactó suavemente sobre le mejilla de Elora haciendo que en cuestión de minutos despertase molesta por el calor, odiaba el verano junto con todas las consecuencias, prefería sin duda el invierno además no podía enfermar y eso era un punto a su favor. Lentamente comenzó a levantarse recordando en primera instancia la conversación que tuvieron la noche anterior a la vez que se estiraba dándole sin darse cuenta a la llave de paso haciendo que el agua fría cayese de lleno sobre sus pies mojando los bajos del vestido, tuvo que reprimir un chillido para no molestar al licántropo el cual no sabía si dormía o no y así de un golpe seco cerró la llave de paso a la vez que se levantaba sacudiéndose los pies.
-Torpe-Gruñió por lo bajo saliendo de la bañera para coger una toalla, apoyarse en el borde de esta y secarse con lentitud sujetando la tela con una mano mientras la otra se la pasaba por el cabello intentando arreglarlo; sabía que se iría y sino ocurría nada dentro de unos minutos para dejar al hombre tranquilo, quizás tenía que hacer lo de siempre… dejar las cosas pasar pero en el fondo, en esta ocasión…no quería.
¿Cuánto tiempo pasó? Posiblemente una hora hasta que el cansancio hizo mella en su pequeño cuerpo y acabó durmiéndose presa de aquella sensación quedando con la mejilla apoyada en la almohada de la cual permanecía parcialmente abrazada como forma de autoprotegerse aunque la pregunta más obvia era de qué, sólo ella lo sabía. Así el tiempo avanzó, ajena a todo lo que ocurría en la calle, en el hostal, con Alexis…
[…]
Los primeros rayos de sol se colaron entre las cortinas color café de la habitación- las cuales ya hacía años que allí permanecían así-, aquella luz impactó suavemente sobre le mejilla de Elora haciendo que en cuestión de minutos despertase molesta por el calor, odiaba el verano junto con todas las consecuencias, prefería sin duda el invierno además no podía enfermar y eso era un punto a su favor. Lentamente comenzó a levantarse recordando en primera instancia la conversación que tuvieron la noche anterior a la vez que se estiraba dándole sin darse cuenta a la llave de paso haciendo que el agua fría cayese de lleno sobre sus pies mojando los bajos del vestido, tuvo que reprimir un chillido para no molestar al licántropo el cual no sabía si dormía o no y así de un golpe seco cerró la llave de paso a la vez que se levantaba sacudiéndose los pies.
-Torpe-Gruñió por lo bajo saliendo de la bañera para coger una toalla, apoyarse en el borde de esta y secarse con lentitud sujetando la tela con una mano mientras la otra se la pasaba por el cabello intentando arreglarlo; sabía que se iría y sino ocurría nada dentro de unos minutos para dejar al hombre tranquilo, quizás tenía que hacer lo de siempre… dejar las cosas pasar pero en el fondo, en esta ocasión…no quería.
Elora Soulacroix- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 30/06/2010
Localización : Una loba en el armario...(8)
Re: Un golpe nefasto {Alexis}
Su peso cedió sobre el mío y suspiré internamente, aliviado. Al parecer por fin me había hecho caso, esa fue la acción que más agradecí en todo el rato que estuvimos ‘discutiendo’. La sentí marcharse, por que no volteé a mirarla siquiera, no quería seguir recordando más cosas como su caminar, la forma en la que se ondulaba su vestido al tiempo que daba cada paso... ya había tenido suficiente por ese día.
Le escuché acomodarse en la tina y después silencio. Dulce sonido que para mí era melodía, aunque no fuese algo tangible ni apreciable a primera instancia. Me levanté del sillón y me coloqué frente a la ventana, pensando en todo y en nada. No tenía gran cosa en la que pensar, pero todo lo que había ocurrido en el día y las cosas con las que se semejaban pasaba por mi mente a una velocidad increíble y aún así me tomaría toda la noche terminar y me costaría un dolor de cabeza terrible.
Así era la cosa, así tenía que ser siempre que pasaba algo así y por eso prefería mantenerme en silencio y gastar la noche en esto, ya que si lo evitaba sería peor durante los días siguientes. Prefería estar de la peor manera una noche a estarlo todo un día. A veces me preguntaba qué era peor... esto o las noches en las que me convertía en un lobo sin voluntad.
Habían ratos en los que sentía que incluso siendo un animal me sentía mucho más a gusto y libre que siendo un ‘humano’ con emociones que sólo lograban aprisionarme. ¿Sería mejor entonces dejar de sentir? Sí, para mí sería mejor, pero no podía hacerlo aunque quisiera... maldita ironía. Me senté de nuevo en el sofá de manera casi mecánica ya que mi cerebro estaba demasiado ocupado recabando los datos y guardándolos para siempre en mi cabeza para que, cuando tuviera otra crisis, fuera peor. Con el paso de los años todo empeoraba... esto me llevaba a la conclusión de que la única forma de detenerlo era terminar con mi vida... pero de nuevo, era demasiado cobarde y quería sufrir un poco más. Me odiaba y por eso quería sufrir más, pero al mismo tiempo no quería... patético –¿ya lo había dicho?–.
No supe ni cuánto tiempo pasó cuando por fin mi mente estuvo en paz y el dolor de cabeza remitió casi en su totalidad. No dormí, ciertamente, ni una pizca; estuve paseando del sillón a la ventana, de la ventana al sillón, del sofá a la cama y así... sin un claro orden. Lo hice sin pensar, en un intento de distraerme, de manera inconsciente, pero no pude hacerlo... mi mente seguía con sus cosas mientras mi cuerpo hacía lo suyo. Era por esto que pensaba que no era dueño de mis acciones... no sabía exactamente qué me pertenecía, ni siquiera mis pensamientos eran míos completamente.
Escuché la voz de Elora en el baño y miré instantáneamente a la puerta del mismo. Me levanté con cansancio y pesadez de la silla y me estiré un poco mientras me acercaba a la puerta. Me asomé y le miré arreglarse y secarse, al parecer se había mojado.
– Buenos días – comenté, mis labios en una fina línea – ¿te irás ya? –
No le estaba pidiendo que se fuera, pero ella misma había dicho que se marcharía tan pronto amaneciera. No sabía hacía cuánto había amanecido, no estuve al pendiente de eso ni de muchas otras cosas. Observé a Elora por unos segundos, lo suficiente como para recordar su aspecto en ese momento y compararlo con la noche anterior. No sabía si dormir en la bañera era placentero, pero suponía que no lo era para una chica que siempre duerme en la mejor de las camas. Y bueno, tampoco era algo que me preocupase demasiado, había cumplido con mi objetivo, así que... si quería marcharse era su decisión.
Entré al baño y mojé mi rostro, no tenía sueño, pero debía despabilarme de todo por lo que había pasado esa noche. Sequé mi rostro con mi playera y salí del baño, me acerqué al teléfono que se encontraba en la mesa de noche y marqué a servicio de cuartos para que fuera a retirar las bandejas que estaban vacías. Me senté en la cama y apoyé mis codos en mis rodillas y mi rostro en mis manos. Pasé las manos por mi rostro y suspiré un poco. No quería pensar en las cosas que tenía que hacer ese día... ya todo me parecía terrible, rutinario... y yo odiaba la rutina.
Le escuché acomodarse en la tina y después silencio. Dulce sonido que para mí era melodía, aunque no fuese algo tangible ni apreciable a primera instancia. Me levanté del sillón y me coloqué frente a la ventana, pensando en todo y en nada. No tenía gran cosa en la que pensar, pero todo lo que había ocurrido en el día y las cosas con las que se semejaban pasaba por mi mente a una velocidad increíble y aún así me tomaría toda la noche terminar y me costaría un dolor de cabeza terrible.
Así era la cosa, así tenía que ser siempre que pasaba algo así y por eso prefería mantenerme en silencio y gastar la noche en esto, ya que si lo evitaba sería peor durante los días siguientes. Prefería estar de la peor manera una noche a estarlo todo un día. A veces me preguntaba qué era peor... esto o las noches en las que me convertía en un lobo sin voluntad.
Habían ratos en los que sentía que incluso siendo un animal me sentía mucho más a gusto y libre que siendo un ‘humano’ con emociones que sólo lograban aprisionarme. ¿Sería mejor entonces dejar de sentir? Sí, para mí sería mejor, pero no podía hacerlo aunque quisiera... maldita ironía. Me senté de nuevo en el sofá de manera casi mecánica ya que mi cerebro estaba demasiado ocupado recabando los datos y guardándolos para siempre en mi cabeza para que, cuando tuviera otra crisis, fuera peor. Con el paso de los años todo empeoraba... esto me llevaba a la conclusión de que la única forma de detenerlo era terminar con mi vida... pero de nuevo, era demasiado cobarde y quería sufrir un poco más. Me odiaba y por eso quería sufrir más, pero al mismo tiempo no quería... patético –¿ya lo había dicho?–.
[...]
No supe ni cuánto tiempo pasó cuando por fin mi mente estuvo en paz y el dolor de cabeza remitió casi en su totalidad. No dormí, ciertamente, ni una pizca; estuve paseando del sillón a la ventana, de la ventana al sillón, del sofá a la cama y así... sin un claro orden. Lo hice sin pensar, en un intento de distraerme, de manera inconsciente, pero no pude hacerlo... mi mente seguía con sus cosas mientras mi cuerpo hacía lo suyo. Era por esto que pensaba que no era dueño de mis acciones... no sabía exactamente qué me pertenecía, ni siquiera mis pensamientos eran míos completamente.
Escuché la voz de Elora en el baño y miré instantáneamente a la puerta del mismo. Me levanté con cansancio y pesadez de la silla y me estiré un poco mientras me acercaba a la puerta. Me asomé y le miré arreglarse y secarse, al parecer se había mojado.
– Buenos días – comenté, mis labios en una fina línea – ¿te irás ya? –
No le estaba pidiendo que se fuera, pero ella misma había dicho que se marcharía tan pronto amaneciera. No sabía hacía cuánto había amanecido, no estuve al pendiente de eso ni de muchas otras cosas. Observé a Elora por unos segundos, lo suficiente como para recordar su aspecto en ese momento y compararlo con la noche anterior. No sabía si dormir en la bañera era placentero, pero suponía que no lo era para una chica que siempre duerme en la mejor de las camas. Y bueno, tampoco era algo que me preocupase demasiado, había cumplido con mi objetivo, así que... si quería marcharse era su decisión.
Entré al baño y mojé mi rostro, no tenía sueño, pero debía despabilarme de todo por lo que había pasado esa noche. Sequé mi rostro con mi playera y salí del baño, me acerqué al teléfono que se encontraba en la mesa de noche y marqué a servicio de cuartos para que fuera a retirar las bandejas que estaban vacías. Me senté en la cama y apoyé mis codos en mis rodillas y mi rostro en mis manos. Pasé las manos por mi rostro y suspiré un poco. No quería pensar en las cosas que tenía que hacer ese día... ya todo me parecía terrible, rutinario... y yo odiaba la rutina.
Alexis D. Guischard- Mensajes : 70
Fecha de inscripción : 06/07/2010
Re: Un golpe nefasto {Alexis}
Las consecuencias de dormir en la bañera comenzaron a hacerse visibles cuando volvió a estirarse, la espalda contraída comenzó a crujir juntamente con algunas pequeñas contracturas que residirían unas horas en el final de la espalda y en el cuello algo que la molestaría en según que movimientos pero no se quejaría ya que ella misma había optado por aquella opción. Lentamente se acercó para colocarse los zapatos acomodando los pies y agradeciendo que no fueran de tacón ya que si así fuesen se caería más de una vez, y de dos… se sentía inútil en momentos como aquellos pero como siempre se limitaba a resignarse como solía hacer con casi todo.
La figura de Alexis la pudo ver por el cristal del lavabo a la vez que cogía un peine para cepillarse el cabello con suavidad ya que tenía algún que otro enredo, para su gusto – y seguramente el de cualquiera- tenía peor cara pero de momento no comentaría nada es más haría como si la situación fuese “normal”.- Buenos días.-Murmuró la mujer para terminar por asentir a la vez que sus labios siseaban una respuesta clara.- Sí, ya te he buscado bastante problemas.- Las frases eran breves aunque no por eso menos pensadas es más todo lo que parecía decir daba varias vueltas antes de deslizarse por las cuerdas vocales. Bufó levemente notando los ojos hinchados es más tenía unas bolsas moradas bajo estos que verificaban el bufido de la mujer
Se apartó levemente dejándole que se enjuagase la cara para terminar por salir después de un minuto tras él observando como se sentaba adoptando aquella posición a la vez que sus labios se fruncían.- Espero que te sirva.- Hizo una pausa.- No me casé por voluntad propia, ni me quiere ni le quiero como castigo me pegaba cada noche mientras intentaba que yaciese con él en vano como secuela no he dejado que nadie me toque hasta hoy por pánico y posiblemente cuando salga de aquí vuelva a adoptar esa posición.- Las palabras se apagaron y giró suavemente sobre sí misma con las intenciones de salir de la habitación, puede que ahora no lo entendiese pero sí quizás con el tiempo o puede que nunca, quien sabe… Después de esto abrió la puerta para salir lentamente, cerrando sin hacer ruido alguno.
La figura de Alexis la pudo ver por el cristal del lavabo a la vez que cogía un peine para cepillarse el cabello con suavidad ya que tenía algún que otro enredo, para su gusto – y seguramente el de cualquiera- tenía peor cara pero de momento no comentaría nada es más haría como si la situación fuese “normal”.- Buenos días.-Murmuró la mujer para terminar por asentir a la vez que sus labios siseaban una respuesta clara.- Sí, ya te he buscado bastante problemas.- Las frases eran breves aunque no por eso menos pensadas es más todo lo que parecía decir daba varias vueltas antes de deslizarse por las cuerdas vocales. Bufó levemente notando los ojos hinchados es más tenía unas bolsas moradas bajo estos que verificaban el bufido de la mujer
Se apartó levemente dejándole que se enjuagase la cara para terminar por salir después de un minuto tras él observando como se sentaba adoptando aquella posición a la vez que sus labios se fruncían.- Espero que te sirva.- Hizo una pausa.- No me casé por voluntad propia, ni me quiere ni le quiero como castigo me pegaba cada noche mientras intentaba que yaciese con él en vano como secuela no he dejado que nadie me toque hasta hoy por pánico y posiblemente cuando salga de aquí vuelva a adoptar esa posición.- Las palabras se apagaron y giró suavemente sobre sí misma con las intenciones de salir de la habitación, puede que ahora no lo entendiese pero sí quizás con el tiempo o puede que nunca, quien sabe… Después de esto abrió la puerta para salir lentamente, cerrando sin hacer ruido alguno.
Elora Soulacroix- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 30/06/2010
Localización : Una loba en el armario...(8)
Página 3 de 3. • 1, 2, 3
Temas similares
» Nefasto día
» Golpe en la cabeza
» De golpe [privado]
» Un golpe, una amiga [Ruslana]
» Golpe inesperado || Darío Ciancimino
» Golpe en la cabeza
» De golpe [privado]
» Un golpe, una amiga [Ruslana]
» Golpe inesperado || Darío Ciancimino
Página 3 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour