Querida niña a jugar contigo [Privado]

por **Valentin Zukovski** Sáb Jul 21, 2012 3:59 pm

Había llegado en el lomo del caballo de Valentín. El señor mono y lilith estaban bajando apenas el caballo se detuvo en la gran puerta del castillo del conde, no le había dicho a lilith que él era una persona de la realeza así que aquello le debía sorprender un poco, esperaba que solamente un poco, tal vez para ella él era “el emplumado mayor” o algo por el estilo, uno de los empleados salió a recibir al caballo apenas el conde se bajo de él, luego otro abrió las puertas y se inclino mientras estaba el pasando.

-llama a una modista especializada en niñas- ordeno. El subordinado asintió y respondió con un “sí señor” muy formar mientras se retiraba.-vamos al patio a tomar una merienda mientras llega la modista- sugirió con una sonrisa al rostro sorprendido de la pequeña, que lo único que le provocaba a él era risas. El parecía una jungla, un laberinto que cualquiera se podría perder, el señor mono parecía estar disfrutando de los árboles frutales que estaban en ese lugar mientras lilith buscaba con su mirada algo de valor, tal vez.

La mesa había sido servida, había unas tazas de te servidas y muchos pasteles y galletas que aquella mesa redonda, adornada con rosas y jazmines. Esperaba que ella no se atragantara con todo aquello o pensara que era muy ostentoso, se podría decir que no había visto nada de lo que los ricos y mas los de la realeza podrían hacer, aquello era apenas un festín para una persona o hasta para los empleados si una persona deseara.

por **Lilith Guillory** Lun Ago 06, 2012 2:52 am

Pffff…no me gusta ir de paquete…pero claro como no me dejaron traer a Esperanza pues tuve que venir de paquete…Si las cosas se ponen fea…iba a tener que correr mucho…Por que un caballo no iba a quitarle por muy muy emplumado que sea. Por que los caballos son amigos, familia, y no está bien separar a la familia. Y el caballo no sería feliz. A no ser que los tratasen mal, en cuyo caso si sería feliz pero eso…era otro asunto. Cuando el caballo paró bajé de un salto ágilmente con El señor mono en mi hombro. Sonreí estirándome. La próxima vez el emplumado gracioso iría de paquete y yo conduciría.

Miré O.O que le van a robar el caballo. Un hombre a cogido las riendas. Que se lo va a quitar. Pero por que no hace nada el emplumado este…es que tambien regala por casualidad caballos??...pues yo quiero una novia para Esperanza!! Jum…O.O ostin y ahora nos abren las puertas y se agacha…miré al suelo. Pero no en el suelo no se le había perdido nada, al menos en el suelo yo no veía nada…entonces por que se agacha?...mmm cosas de emplumados tontos…

Quité mi sonrisa…perdona? Yo no quiero que una emplumada rara que se llama modista me haga algo…ni hablar.-vamos al patio a tomar una merienda mientras llega la modista- Y dale con la señora modista…yo no quiero nada raro…Pssss, me encogí de hombros y seguí al emplumado por un sitio mientras El señor mono csaltaba de mi hombro a los árboles. Más le vale no liarla…que luego no la cargamos.

En fin..es un sitio raro..algo habrá por aquí para coger…digo…para ver Very Happy

.
Cuando llegamos a la mesa el señor mono saltó a mi hombro mientras yo abría la boca sorprendída…Por que había tanta comida..para mi? Y por que había flores? Aggg…ahora si que me parecen raro los emplumados…comen flores…pues yo no pienso comer flores. Peeero…lo otro si que tiene buena pinta. Me acerque´a la mesa y cogí con una mano un pastel y con la otra otro pastel. Primero mordí uno y luego otro mientras masticaba. No estaban malos… Aunque los dulces gitanos están más ricos. Pues claro. .

Miré unas tazas como verdes que había. Yo de eso no sabía si beber…parecía una pócima rara de bruja. Auqnue la bruja del campamento era buena y nos enseñaba y nos ayudaba, seguro que hay otras malas que quieres comerse a los niños y… O.O a lo mejor la mujer que se llama modista es una bruja que se come niños y que hizo esta poción para que el emplumado le haga caso y ahora viene a comerme…más vale que no sea así…mmmm Tragué la comida antes de hablar.

-Oye…modista no quiero que venga…tu dijiste al sitio ese…no a que una bruja mala y vieja me coma.- a lo mejor no es vieja, pero por si acaso.-y por cierto…los emplumados sois raros, y puaj. No te ofendas.

por **Valentin Zukovski** Dom Ago 12, 2012 12:38 pm

Por las cosas que aquella niña decía se podía prácticamente reír todo el día, su dulzura y singularidad le daban a él un deseo de abrazarla y decirle que era lo más lindo que piso aquella tierra, pero sabía que si lo hacia lo trataría como un pedófilo pervertido, aunque en realidad con el hecho de tener en ese lugar y disfrutar su compañía de la forma que lo hacía ya se sentía como uno. Gracias a dios que no le iba con las chicas ni siquiera para traer progenitores… sino le pediría que se casara con el solo por su ternura inexplicable.

-¿Bruja la modista?- dejo salir una risa sonora, algunas de las sirvientes que estaban en ese lugar también rieron suavemente pero con mas delicadeza y de forma discreta para no incomodar a la jovencita –no… mira… es que…- se quedo un momento pensativo mientas ponía su codo en el apoyo de la silla y acomodaba su cabeza en ella. –No te vayas a asustar ni mucho menos pretendas huir… ¿vale?- le dijo con una mirada serena.

Le explicaría algunas cosas que hacían los “emplumados” había algunas cosas que hacían de forma excesiva por solamente el hecho de él ser de la “realeza” algo que ella aun no sabía, esperaba que no saliera corriendo luego que le dijera que era un emplumado mayor o algo así. –Los de clase alta tienen este tipo de trato pero un poco más leve, algunos lujos que tengo yo son exclusivos… porque soy un conde, el conde de Rusia para ser mas especifico – dijo con una leve sonrisa. –sus tratos son molestos en ocasiones, pero todo tiene un protocolo… hasta para bañarme tengo que hacer una serie de pasos en donde muchas personas colaboran- explico mientras entrecerraba sus ojos.

Le molestaba, pero ya estaba acostumbrado a no hacer casi nada. Un joven le indico que la modista había llegado, le dijo que la hiciera pasar a uno de los salones para que se pusiera cómoda mientras ellos terminaban. –Ah… la bruja vieja… digo modista- dijo riendo levemente mientras se acomodaba –es una joven que hace ropa para niños…. Como gane la apuesta serás mi muñequita de porcelana por un día, te regalare un lindo vestido y te “emplumare” para solo molestarte- fue sincero en cada una de sus palabras. Bueno al menos debía agradecer que hubiera una recompensa después de todo eso. Miro al señor mono para sonreírle ampliamente –ahh… a ti te pondremos un lazo- dijo animado mientras lo señalaba con un dedo, parecía que el animal sintió el peligro entre aquella dulce sonrisa que salto lejos del lugar escondiéndose en la espalda de la niña. –luego iremos a la rueda de la fortuna y comeremos algodón de azúcar!- no podría escapar a los mimos de aquel joven que adoraba las cosas lindas y tiernas… aunque Lilyth apenas tenía la apariencia porque su personalidad daba mucho que desear, aunque aun así a él le parecía linda y adorable.

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