No asistí al funeral, pero envié una carta agradable diciendo que lo aprobaba.

Cuaderno de Bitácora
Hoy, a 26 de Julio me hallo de viaje.Voy en una incómoda calesita camino de Varsovia, con mi gata Besi a mi lado. Como ella, desearía estar en otro lado, lejos...
En mi casa de París alejada de la humanidad. Donde no oigo carruajes ni molestos caballos, no oigo a la tierra rodar con la velocidad de apuradas cortesanas metiendo prisa a sus chóferes... Solo escucho silencio, acompañado por el rumor de la brisa que me acaricia con dulzura. Con esa dulzura que no noto ya en ninguna mujer, presas todas de los nuevos movimientos y deseosas de romper con el tópico de dama en apuros.
Castas vestidas, locas pervertidas. Así las llamo yo.
Escribir mientras el conductor intenta evitar los baches para mi comodidad y placer, me hace pensar en los viajes que pasaba de niño en carruajes con mi pequeña prima dándome patadas en mis jóvenes piernas.
Puede que la vea mañana, ya casi no queda nada para llegar a mi ciudad natal. Dice mi madre que es una preciosa muchacha de cabellos rojos... Y yo me encargaré de comprobar que eso sea cierto. Ya he descubierto a varias falsas teñidas, y no es una dulce sorpresa ya que las pelirrojas son escasas. Me gusta lo difícil de capturar.
Como decía, vengo con el propósito de llevarme una buena herencia. Mi tío-abuelo Alfred ha muerto. Aunque me apena porque me enseñó a saltar con el caballo, me congratula más el llevarme algo de su propiedad.
Cierro el cuaderno, me avisan de que ya he llegado.
Der beste Jäger, Roderick.

Cuaderno de bitácora
A veces es que me amo demasiado.
Y ya vuelvo a mi casa, ha sido una breve visita aunque hayan pasado muchas cosas para ser tan solo un 27 de Julio. Ahora estoy escribiendo otra vez en la estúpida calesa que no hace más que botar y botar.
Con la diferencia de que Besi está sentado en otra parte.
¿Sabes estos días en los que haces mucho pero realmente no haces nada?
Para empezar, me he levantado y toda mi familia me ha acogido entre sollozos y cariños, cosa que me explico perfectamente... Me quieren como soy, aunque yo no me sepa ni sus nombres. Tampoco me interesa aprenderlos.
Durante el desayuno mi prima la pelirroja me acariciaba la cabeza suavemente, mientras lágrimas caían en sus pálidas mejillas. Probablemente quería atención pero no me ha apetecido dársela, porque las mujeres son así, cuanta más atención les das más quieren. Insoportables, menos mal que están para el sexo. Y limpiar, claro.
Después el funeral ha empezado y ver a los hombres llorar me ha dado verdadera pena. Mi tío abuelo siempre decía que llorar era de maricas, de hombres merecidos de morir o de ser repudiados. No he llorado por él, por mantener su memoria. Era el único que lo llegó a conocer de verdad, se pasaba horas hablándome de lo desagradecidas que son las mujeres y de como montar a caballo.
Tras el funeral he salido a las calles a desfogarme, mi cuerpo quería liberar toda la rabia en forma de matar, en forma de hacer sufrir a esos seres asquerosos llamados vampiros. Cuando iba por una callejuela he empezado a oír un ruido bajo mis piernas... Era un vampiro que esperaba a que pasase por encima de la rejilla a cogerme el pie. A los vampiros de Varsovia me los conozco tan bien que solo con olerlos ya me imagino cual será su próximo ataque. Sin dudarlo un momento he puesto el pie sobre la alcantarilla, y como estaba previsto una fuerza me ha tirado hacia adentro apartando la tapa de un golpe.
Ya allí abajo he visto que era un vampiro débil así que me he divertido inmovilizándole con las piernas y sacándole los dientes uno a uno. Me he quedado el colmillo superior derecho, como es costumbre en mi y al resto de esa poca cosa de vampiro le he matado parte por parte hasta llegar a la estaca en el corazón, hogar de residencia de su inexistente alma. Lo mejor ha sido usar mi pequeño puñal de mango de peltre para seccionarle la cabeza mientras gritaba de dolor.
Lo que he podido adivinar entre su camisa ha sido un collar de oro bañado en plata en los extremos. Dentro del colgante había una foto de una mujer, que probablemente lo andaría buscando donde quiera que sea que van los muertos. ¿Cuántos años tendría ese vampiro? ¿Cuántos llevaría su mujer buscándole desde su desaparición hasta que la muerte se la llevara?
Solo ella lo sabe... Diría que él está en el Infierno, pero yo le deseo algo peor, por la carga que le había tocado, ser un vampiro.
Me he recreado tanto en la matanza que cuando he vuelto a casa mis padres ya habían comido. Me he dado un suculento banquete y he ido con algo de prisa a la ceremonia de las Herencias. Mi abuelo me ha dejado un cuarto de su gran fortuna, unas joyas y un pequeño cetro... Y una estaca de madera. ¿Cómo sabía él que yo era cazador?
¿Acaso me pedía que vengara su muerte? ¿Era aquesto lo que ocurría, que un vampiro lo había matado?
Tendría que ver el cuerpo de mi tío abuelo, pero como me enseñó él... Si alguien te pide un favor y te paga antes es que ese favor no le interesa tanto. Vete con el dinero y pasa, total ya lo tienes.
Eso he hecho.
El resto de la tarde lo he dedicado en mi afectada prima, la cual creo que se sentirá mucho mejor ahora. Los mejores 20 años que he tenido el placer de catar nunca.
Es ist wahr, Rotschopf. Roderick.

Cuaderno de Bitácora

Nada más llegar a París esta mañana me asaltó una duda. ¿Debiera vengar la muerte de mi tío abuelo?
Al principio no quería, pero un mensaje me esperaba encima de mi escritorio en una hoja de color rosado. Con una letra pulcra y estilizada estaba escrito: "Si, fui yo. Y no me cogerás, cazador de pacotilla"
¿De pacotilla? ¿Yo? Me ofende claramente y no lo cazaré solo por mi orgullo, lo haré porque en la bolsa de dinero de mi herencia, había una nota que decía que mi venganza se vería más recompensada. Lo haré por mi orgullo, por el de mi tío abuelo y por el dinero.
Espero que sea un vampiro difícil... me gustan los retos. Me he armado con la estaca que me dieron; con dos cruces, una de oro y otra de plata. Así mismo llevo unos puñales de varias medidas y materiales, por si, y espero que así sea, tengo que cortar cabezas.
Todo ello está guardado correctamente en mi túnica por dentro y con las cruces colgadas en el cuello bajo la camisa. También llevo un pequeño revolver en el tobillo, pero dudo que lo vaya a necesitar.
Sin más equipaje que este y una bolsa monedas colgada a la cintura voy a empezar mi búsqueda. Oh, y la ropa claro. Una discreta capa marrón me ayudará a camuflarme entre los bosques. Esto es entre el vampiro y yo.
Pequeño libro de tapas de cuero, te dejo aquí, en tu habitual escondite. Besi sabe cuidarse por si sola, no le hará mal cazar un par de ratones. Volveré en una semana, esta noche tomo un caballo, quiero ir solo. Pero tú no entras en el equipaje.
Ohne das Schreiben, Roderick.

Spoiler:

Cuaderno de Bitácora
Ya he vuelto, y creerme, ese vampiro está bien muerto. Tengo su colmillo en mi mano ahora mismo, aun manchado de sangre... Parece que se ríe de mí, con sorna. No ha sido fácil cazarlo, jugábamos al gato y al ratón.
Y hablando de gatos, Besi está enfadada conmigo, no le ha gustado mi marcha.
Nada más entrar al bosque escuché una risa enloquecedora y galopeé rápidamente intentarlo evadirla. Está muerto, me decía, está muerto...
Al tercer día por fin se deja ver, bajo del caballo y subo un árbol habilidosamente. Sin mirar al suelo, sin heridas en mis manos, sin un resbalón. Y desde la rama más alta lo veo, junto a mi caballo. Bajó rápidamente y cuando estoy a su lado huye y se ríe.
Por las noches no duermo, me alimento de hojas y pequeños animalillos...Y en la cuarta noche, cuando doy una cabezada, mi caballo desparece... Ya no está, ya no tengo compañía...
Y me echo a reír, y le sigo buscando. Por fin el último día el vampiro está frente a mí comiendo. Le he encontrado desprovisto de sus asquerosas y antinaturales armas. Es un vampiro de aspecto muy antiguo y muy preparado. Luchamos, me echo a su espalda, me intenta morder y yo con un hábil movimiento de muñeca le clavo varios cuchillos por todo el cuerpo hasta dejarle inmóvil, clavado en el suelo... Las hormigas deseosas de alimentarse de su ponzoña lo miran con deseo. Pero él, él me mira con superioridad.
Y cuando poco a poco clavo la vieja estaca donde debería estar su corazón se ríe y me dice: Matame, pero él sigue estando muerto.
Estaba...harto de vampiros, estaba enfadado por la muerte, estaba confuso por la rota notoriedad... Y me dejé llevar. Lo torturé con rapidez dejando escapar mi rabia contra él, lo desmenucé, le pelé la piel cual monda de patata, le eché sus sesos de comer a las hormigas, le corté la cabeza con un cuchillo oxidado, deje que la sangre manchara mi capa, y la camisa de debajo, y al quitarme el sudor de la cara me noté un sabor oxidado en la boca. Me había manchado entero, pero eso me llenaba de una grata satisfacción... Cogí su cuerpo y lo eché de comer a los cerdos de una granja cercana a mi hogar.
Impotente ante no poder hacer nada volví a casa y aquí estoy ahora, escribiendo en este estúpido diario. Y ojalá pudiera matarlo otra vez.
Y otra más.
Roderick
P.S.= ¿Dónde cojones está mi caballo?