Éline Rimbaud

-Nombre del Personaje: Éline Rimbaud
-Edad: 24 años
-Especie: Humana
- Tipo y Nivel Social: Antes pertenecía al clero, ahora es de clase baja.
-Lugar de Origen: París, Francia
-Descripcion Fisica:


-Descripcion Psicologica:
Loca. Éline está loca. Después de lo que pasó aquella noche del 11 de junio, Éline perdió la cordura quizá para siempre. Dice cosas que, aparentemente, carecen totalmente de sentido para una persona normal. Sus frases son inconexas y es muy difícil mantener una conversación clara con ella, aunque se puede conseguir.Tiene una extraña fijación por los pájaros, ya que según ella pueden adivinar el futuro y espantar a las criaturas de la noche. Todo el mundo la rehúye. Ahondar en la psicología de Éline es muy complicado. Ni tan si quiera los especialistas logran saber del todo como funciona su mente. La locura de Éline es exhibida en su diálogo extraño, acompañado por incongruencias. Su comportamiento a veces se asemeja al de un niño, acompañado a veces con giros irónicos y oscuros. Va siempre descalza pues ella dice que los pies deben de ser "expuestos ante Dios". Obviamente, nadie sabe a lo que se refiere con ello.
Su violación le causó tal estupor y asco que ahora piensa que ella es la concubina de Satán. No se acerca a las iglesias, teme a Dios, pero aunque no se sabe muy bien por qué, lleva siempre una cruz colgada al cuello. Hay momentos en los que piensa que en realidad aquel vampiro sí que la convirtió y es por eso que se cree uno de ellos. Muchas veces se ha avalanzando hacia un hombre en pleno día tratando de morderle en el cuello, incluso arrancándole un trozo de piel. Es por ello que Éline pude ser peligrosa.
Pero Éline no siempre ha sido así. Éline antes era amable, bondadosa, pura y casta. No se enfada con nadie ni con nada. Éline no conocía la maldad hasta el punto de parecer una ingenua. Inocente por naturaleza, no pensaba que alguien pudiera hacer algo por malicia. Por eso el vampiro se fijó en ella. La crueldad de éste no tenía límites y quería convertir a una de las criaturas de Dios criaturas más hermosas en una bestia que se alimenta de sangre. Como burla de Dios.


-Historia:
Éline nació en París y nunca ha salido de la ciudad. Se crió en el seno de una familia de clase media-baja, siendo la menor de tres hermanos. Su madre era muy creyente y transmitió su amor por Dios a todos sus hijos, pero caló más aférrimamente en Éline. Ya desde muy niña sabía que quería ser monja.
Al cumplir los 10 años, sus padres la llevaron al convento de las Hermanas de la Adoración en París.
Éline era la más jóven de todas ellas y sin duda la más bonita, pero la muchacha sólo tenía ojos para Dios y para los pobres y enfermos que las monjas cuidaban en el convento. Decían de ella que era un ángel caído del cielo. No conocía la maldad y su corazón rebosaba bondad y pureza. Aprendió a leer y escribir en el convento, pues las monjas la enseñaron.
El día 11 de junio de 1796 entró en el convento una criatura hermosa. Éline nunca había visto una belleza semejante, ni en los cuadros de Boticcelli ni en los versos de Garcilaso.
-Buenas noches, hermana.
Éline inclinó la cabeza, sonriendo.
-Buenas noches, monsieur. ¿Qué le trae por aquí a estas horas de la noche?.-Preguntó la inocente Éline sin que se le borrase la deslumbrante sonrisa de la cara.
-Vengo a buscar a sor Rimbaud.-Contestó el hombre, con una voz melodiosa y sensual.
-Soy yo, ¿qué se le ofrece?
El hombre no contestó de inmediato. Se acercó sigilosamente a la monja, tan rápido que Éline lo tubo en cuestión de minutos frente a ella. Tan cerca que casi podía oler el vaho que desprendía de su boca; era un olor...Una mezcla de sangre y manzanilla.
-Te estaba buscando desde hace tiempo...Y por fín te he encontrado.
Éline jadeó. Nunca antes había tenido a un hombre tan cerca de ella, y mucho menos a un hombre tan imponente e inquietante.
Éline tembló cuando notó cómo la fría mano del hombre le sujetaba la barbilla, cómo la fría mano de la bestia-que ya no era hombre-la tocaba y recorría su cuerpo. Éline tembló cuando la bestia estampó sus labios púrpuras y gélidos en su boca. Mientras sus manos trataban de desnudarla, allí frente al altar.

Éline forcejeó, quiso zafarse de aquel ser. De aquel demonio. Pero él era mucho más fuerte. La arrojó sobre uno de los bancos de madera y le quitó la ropa que le quedaba. Las lágrimas adornaban el dulce rostro de Éline mientras notaba como los afilados caninos del vampiro penetraban en su piel. Pero no lo suficiente como para matarla.
El vampiro seguía recorriéndola con su lengua endemoniada mientras Éline gritaba para que la soltase.

Las monjas escucharon los gritos angustiosos de Éline desde el otro lado del convento y llegaron justo en el momento en el que Éline iba a ser convertida. Lograron espantar al vampiro antes de que Éline fuera a beber su sangre.
Los meses siguientes a la violación, cuidaron a Éline para que se recuperase, pues había perdido mucha sangre pero gracias a Dios había conseguido salvarse. Pero aquella noche había dejado un gran trauma a la chica. Se había vuelto loca. Completamente loca.
Las monjas la enviaron a un sanatorio mental, pero Éline consiguió escapar y ahora vaga por las calles de París. Sin más compañía que su ruiseñor Maspero.

-Datos Extras:
-El ruiseñor Maspero no existe, sólo se encuentra en su imaginación.
-Las hermanas del convento no se preocuparon en hacerse cargo de ella ya que consideraban que Éline está manchada al haber sido violada por la peor de las criaturas; un vampiro.
-Ve cosas que en realidad son imaginaciòn suya.

Ficha aceptada.
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