Iniciando una nueva vida [Libre]

por **Rilian Korsákova** Sáb Sep 22, 2012 11:57 am

Era primavera, y el calor del verano ya jugueteaba alzando la temperatura del ambiente y dando aún más luz a los días. Rilian acababa de llegar a Francia, aún no sabía donde asentarse, por ahora mantenía sus cosas en un hostal cercano, pero no sabía si comprar o arrendar la vivienda, lo que sí sabía es que tendría que buscar algún lugar en donde invertir o la fortuna robada de su padre se le acabaría antes de terminado el año.

Se sentó al borde de una de las piletas de las calles parisianas, para mirar a la gente pasar, como siempre, esperaba ver algo extraordinario. Sabía que ya estaba cerca, podía sentirlo, todas las historias, todos los susurros sin nombre y murmullos de antiguas leyendas, todos, todos venían de Francia.

De pronto... un hombre se acercó acompañado de una mujer, ella completamente esplendorosa, él elegante de pies a cabeza, y Rilian... Rilian parecía una niña exploradora, pero eso no importaba, lo que realmente importaba era observar sus costumbres y supersticiones, porque de ahí partía todo. Ambos besaron cada uno una moneda y la arrojaron a la fuente con ojos esperanzados antes de marcharse del lugar, entonces Rilian se giró hacia la pileta y vio que en ella no había Francos de Plata, sino que una que otra moneda de oro aunque de procedencia desconocida.

Miró hacia ambos lados de la calle y se sacó los zapatos mientras se mordía la lengua y vigilaba los cuatro extremos de las avenidas antes de meterse a la pileta como una verdadera gata cazadora en busca de aquellas monedas doradas y una que otra plateada, antes de que llegase algún curioso o quizás la policía, pensamiento que le hizo incrementar la adrenalina y apresurarse aún más para prácticamente dejarse del otro lado y sentarse de regreso en la orilla en donde escondería sus monedas en algún bolsillo cauteloso.

por **Luna M. Butterfly** Sáb Sep 22, 2012 1:49 pm

Por mas tiempo que se pasara fuera de los muros de Paris no deberia de ser en el que sintieras nostalgia, ni mi propio cuerpo se habia acostumbrado aun a aquella ciudad cuando me habia tenido que retirar y ahora volvia a estar de vuelta. Parecia como si yo misma volviera en el mismo circulo hacia mi punto de partida, algo extraño y por mas tiempo que estes fuera de un lugar busques cambios y no los encuentres. No queria perder los recuerdos del lugar, quizas alguno que otro pero no las mismas piedras que se me habian aacumulado demasiado para ahogarme.

En algunos momentos podia llegar a sentir la eternidad demasiado grande como para darme el lujo de vivirla pero en otros quizas algo tenia que hacer con ella que aun no habia logrado. Estaba un silencio algo extraño para las noches en las cuales se acumulaban borrachos por las calles, mujeres buscando forma de vivir y algun que otro vagabundo en miseria de algo para llevarse a la boca, era poco lo que teniamos para que al menos llegara a ello. Mi corto tiempo hacia que no quisiera seguir asi porque no entendia que debia de hacer un ser como yo. Aun no habia perdido del todo lo que tenia por ahora podia darme la vida que deseaba y por un momento que se piensa en frio es lo que deseaba en ese momento.

El tronar de mis tacones en las calles se hacia notar como si fuera un paso firme, la mirada en alto con elegancia asi como el contoneo de mis caderas. Mis cabellos sueltos a penas atado con dos trenzas unidas atras, rostro blanquecino como la misma Luna... Labios rojizos y una mirada oscura. Vestido marfil y abultado, bastante sencillo al ser liso y algunos detalles en el corsert dorado pequeños toques. Por un momento noto algo en el ambiente que hizo que arrugara la nariz, llego una fuerte mezcla de olores que se hacia notar movimiento en las calles.

Como pensaba al avanzar algo mas llegue a donde estaban los borrachos con lo cual preferia no toparme con ellos, no tenia muchas ganas de fiestas tampoco. Queria una noche tranquila y no estaba segura si la iba a tener. Camine algo mas alla donde escuche el sonido del agua y entre medio de los callejones observe a una joven. Estaba buscando algo? que se le podia haber perdido por alli? Fueron mis ojos quienes vieron las monedas que se introducia en su bolsa. Me aproxime curiosa como si no supiera nada de lo que hacia.- Buenas noches señorita... no pense encontrarme a nadie por aqui.- comente fijandome detenidamente en cada faccion de su rostro.

por **Rilian Korsákova** Sáb Sep 22, 2012 2:44 pm

Dio un pequeño salto, un poco asustada, cuando una voz le habló de pronto llamando su atención. Acababa de agitársele el corazón, pensando que se trataría de algún policía, pero para su suerte -o desgracia- no era así. Rió de sí misma por aquella exageración y se llevó la mano a los cabellos para así despejarse el rostro y observarle mejor.

–No le sentí venir –se excusó ante su ridícula reacción, aunque la verdad es que la mujer que tenía delante parecía tan grácil y armoniosa, que podría jurar que sus pasos debían parecerse más a una danza silenciosa que al andar pesado de los tacones de las mujeres tradicionales, las mujeres como ella.

–Sí, oscureció de pronto, casi ni me di cuenta. La hora pasa volando en una cuidad como esta –le sonrió, sintiéndose incluso halagada, porque una mujer con tanta elegancia reparara en su rostro de la forma en que lo hacía ella –Aaaamm... ¿Es peligroso? Paris de noche ¿es peligroso? –aclaró dudosa ante lo dicho por la mujer, pues le daba a entender que no mucha gente salía a transitar por las calles a esas horas –Soy nueva en el país, hay muchas cosas nuevas que me quedan por descubrir –sonrió.

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