AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
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Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
-Mamá, ¿Segura que deseas salir de aquí?
-No desearía nada más, lyubovnitsa. He visto este museo demasiadas veces como para volver a impresionarme. Preferiría volver a casa.
Larisa estaba decepcionada. Había sido idea de su madre que fueran al Museo del Louvre, para que a la media hora de recorrido la mujer declarara que no quería más. Ella, en cambio, estaba maravillada. Jamás había estado en ese museo, y todo lo que veía era lo más hermoso del mundo. Y cuando se trataba de arte, iba a luchar con uñas y dientes para prolongar un poco más el momento de irse.
-Me gustaría quedarme un poco más. ¿Podría? No creo encontrar inconvenientes en que vuelvas a casa y luego envíes el carruaje por mí. Por favor, ¿Puedo?- juntó sus manos en un gesto suplicante.
La madre la miró por largo rato, como poniendo a prueba su paciencia. Al final, sólo soltó un suspiro.
-No pongo objeciones a que te quedes el tiempo que sea necesario. Pero por favor, no te pierdas, Larisa. Tienes una facilidad inusitada para perderte.
Como agradecimiento a ese gesto, Larisa le dedicó una gran sonrisa a su madre, la besó al estilo ruso y salió casi trotando a la vez que aseguraba que no se iba a perder tan fácilmente.
Y hasta ahora, había cumplido aquella promesa al pie de la letra. No sabía cómo pero a pesar de su pésimo sentido de la orientación había logrado ubicarse entre todos los pasillos que había recorrido. Quizá por el hecho de que todas las obras de arte que veía dejaban una huella grabada en su cerebro, susceptible a todo lo que estuviera plasmado en un papel o un lienzo. Sentía deseos de tocar aquella tela pintada, para ver si las texturas que sobresalían eran como las que su mente imaginaba…
Algo captó su atención. Una pintura en particular. La de una mujer con un tono trigueño de piel, rodeada de tonos cálidos cercanos al sepia, que la miraba atentamente.
La Gioconda, de Leonardo Da Vinci… Qué curioso. Nunca he tenido la certeza de si está sonriendo o es sólo una ilusión. También he oído que sus ojos te siguen… Haciendo la prueba, Larisa movió su cabeza a un lado, a la vez que la pintura hacía ver como aquella misteriosa mujer movía ilusoriamente sus ojos. Y otra vez. Estaba tan concentrada en aquel misterio que no se daba cuenta de la imagen un poco cómica que estaba haciendo. Como si estuviera haciendo ceremoniosas reverencias a la Gioconda misma.
-No desearía nada más, lyubovnitsa. He visto este museo demasiadas veces como para volver a impresionarme. Preferiría volver a casa.
Larisa estaba decepcionada. Había sido idea de su madre que fueran al Museo del Louvre, para que a la media hora de recorrido la mujer declarara que no quería más. Ella, en cambio, estaba maravillada. Jamás había estado en ese museo, y todo lo que veía era lo más hermoso del mundo. Y cuando se trataba de arte, iba a luchar con uñas y dientes para prolongar un poco más el momento de irse.
-Me gustaría quedarme un poco más. ¿Podría? No creo encontrar inconvenientes en que vuelvas a casa y luego envíes el carruaje por mí. Por favor, ¿Puedo?- juntó sus manos en un gesto suplicante.
La madre la miró por largo rato, como poniendo a prueba su paciencia. Al final, sólo soltó un suspiro.
-No pongo objeciones a que te quedes el tiempo que sea necesario. Pero por favor, no te pierdas, Larisa. Tienes una facilidad inusitada para perderte.
Como agradecimiento a ese gesto, Larisa le dedicó una gran sonrisa a su madre, la besó al estilo ruso y salió casi trotando a la vez que aseguraba que no se iba a perder tan fácilmente.
Y hasta ahora, había cumplido aquella promesa al pie de la letra. No sabía cómo pero a pesar de su pésimo sentido de la orientación había logrado ubicarse entre todos los pasillos que había recorrido. Quizá por el hecho de que todas las obras de arte que veía dejaban una huella grabada en su cerebro, susceptible a todo lo que estuviera plasmado en un papel o un lienzo. Sentía deseos de tocar aquella tela pintada, para ver si las texturas que sobresalían eran como las que su mente imaginaba…
Algo captó su atención. Una pintura en particular. La de una mujer con un tono trigueño de piel, rodeada de tonos cálidos cercanos al sepia, que la miraba atentamente.
La Gioconda, de Leonardo Da Vinci… Qué curioso. Nunca he tenido la certeza de si está sonriendo o es sólo una ilusión. También he oído que sus ojos te siguen… Haciendo la prueba, Larisa movió su cabeza a un lado, a la vez que la pintura hacía ver como aquella misteriosa mujer movía ilusoriamente sus ojos. Y otra vez. Estaba tan concentrada en aquel misterio que no se daba cuenta de la imagen un poco cómica que estaba haciendo. Como si estuviera haciendo ceremoniosas reverencias a la Gioconda misma.
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Como había podido perderse de nuevo en las calles, estaba segura de que iba por el camino correcto pero después de un rato se percato de que estaba completamente perdida "Soy una boba, perderme en un lugar que solía conocer como la palma de mi mano" era verdad que antiguamente conocia cualquier lugar pero ahora era completamente diferente a como le recordaba, para darse una idea de donde estaba giro a su alrededor y observo el museo "Bueno un poco de distracción no me hara daño, probablemente si entro y despejo mi mente cuando salga sabre como regresar".
Camino hacia el museo mientras pensaba en si transformarse ya que como gato tenia una mejor forma de ubicarse y llegaría a cualquier lugar relativamente pronto, pero tenía el inconveniente de que debería dejar la ropa en algún sitio y no le gustaba transformarse si no había algun conocido cerca que llevara sus ropas a su hogar "Bueno esa opción esta descartada en definitiva" entro al museo que era sencillamente hermoso, las obras de arte siempre susurraban los secretos de los artistas de manera inconsciente.
Camino observando cada una de las bellas obras, cuando algo llamo su atención y lo más extraño es que no era una obra de arte si no una joven de cabellos dorados y tez blanquecina que estaba frente a la Gioconda haciendo movimientos de cabeza de un lado para otro, Rossy rio internamente ya que nunca había visto a nadie actuar de esa manera frente a una obra de arte, asi que decidió acercarse a verla más de cerca; camino sigilosamente sin hacer ruido, se naturaleza de cambiafromas le daba a su humanidad ciertas caracteristicas parecidas a la de los animales que adoptaba " Espero poder verla más de cerca sin que se asuste por mi repentina presencia" y siguió caminando hacia la joven
Camino hacia el museo mientras pensaba en si transformarse ya que como gato tenia una mejor forma de ubicarse y llegaría a cualquier lugar relativamente pronto, pero tenía el inconveniente de que debería dejar la ropa en algún sitio y no le gustaba transformarse si no había algun conocido cerca que llevara sus ropas a su hogar "Bueno esa opción esta descartada en definitiva" entro al museo que era sencillamente hermoso, las obras de arte siempre susurraban los secretos de los artistas de manera inconsciente.
Camino observando cada una de las bellas obras, cuando algo llamo su atención y lo más extraño es que no era una obra de arte si no una joven de cabellos dorados y tez blanquecina que estaba frente a la Gioconda haciendo movimientos de cabeza de un lado para otro, Rossy rio internamente ya que nunca había visto a nadie actuar de esa manera frente a una obra de arte, asi que decidió acercarse a verla más de cerca; camino sigilosamente sin hacer ruido, se naturaleza de cambiafromas le daba a su humanidad ciertas caracteristicas parecidas a la de los animales que adoptaba " Espero poder verla más de cerca sin que se asuste por mi repentina presencia" y siguió caminando hacia la joven
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Algo la hizo detener su espectáculo ante la pintura. Una sensación. La sensación de que estaba siendo observada. Se puso rígida, pero no se atrevió a volverse. Sabía que si lo hacía, se le caería la cara de vergüenza. ¿Por qué tenía que terminar siempre haciendo el ridículo?
Calma, Lara, calma. Quizá no sea tan grave como parece. Quizá sea sólo tu imaginación que te está jugando una mala pasada. Ahora vas a inspirar profundamente, te vas a relajar y te darás la vuelta de manera natural. Ya verás que tu paranoia te está haciendo una jugarreta.
Larisa siguió el consejo que su conciencia le dio. Inspiró profundo, se relajó y dio una vuelta de la manera más despreocupada que pudo. Oh. Había alguien mirándola con un gesto divertido. Una mujer joven, rubia y de tez clara, aunque no al punto blanquecino de la jovencita. Al parecer tenía la sagacidad de un gato, porque no la había sentido llegar, sólo se había sentido observada.
La joven volvió a ponerse rígida, y además, se sonrojó. Trató de explicar su comportamiento, pero nada salía de sus labios. Trató, en última instancia, de correr, pero sus pies estaban firmemente atados al suelo. Lo único que pudo hacer fue devolverle la mirada, roja como un tomate.
Calma, Lara, calma. Quizá no sea tan grave como parece. Quizá sea sólo tu imaginación que te está jugando una mala pasada. Ahora vas a inspirar profundamente, te vas a relajar y te darás la vuelta de manera natural. Ya verás que tu paranoia te está haciendo una jugarreta.
Larisa siguió el consejo que su conciencia le dio. Inspiró profundo, se relajó y dio una vuelta de la manera más despreocupada que pudo. Oh. Había alguien mirándola con un gesto divertido. Una mujer joven, rubia y de tez clara, aunque no al punto blanquecino de la jovencita. Al parecer tenía la sagacidad de un gato, porque no la había sentido llegar, sólo se había sentido observada.
La joven volvió a ponerse rígida, y además, se sonrojó. Trató de explicar su comportamiento, pero nada salía de sus labios. Trató, en última instancia, de correr, pero sus pies estaban firmemente atados al suelo. Lo único que pudo hacer fue devolverle la mirada, roja como un tomate.
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Mientras se acercaba se percató de que la joven se ponía tensa, probablemente se había dado cuenta ya de su presencia ahí pero, le parecio divertido seguirla observando ya que era todo un espectaculo a la vista además de que la joven era muy bonita; y no podía negar que le divertia la joven y sus acciones.
Repentinamente la chica se giro y la observo, pero en el momento en que sus miradas se cruzaron la joven se quedo quieta como una roca y poco a poco su tez blanquecina cambio por un color rojo semejante a un tomate; lucía bastante confundida además de avergonzada y Rossy no pudo más que sentirse un poco culpable, después de todo ella había invadido la concentración de la joven mientras hacía.. lo que fuese que hacía así que sintió la necesidad de disculparse.
- Perdona si te e asustado, no era mi intención es solo que me sentí un tanto curiosa por tu actitud hacía la pintura de la Gioconda - le sonrio a modo de que tal vez la joven se sintiera menos avergonzada
Repentinamente la chica se giro y la observo, pero en el momento en que sus miradas se cruzaron la joven se quedo quieta como una roca y poco a poco su tez blanquecina cambio por un color rojo semejante a un tomate; lucía bastante confundida además de avergonzada y Rossy no pudo más que sentirse un poco culpable, después de todo ella había invadido la concentración de la joven mientras hacía.. lo que fuese que hacía así que sintió la necesidad de disculparse.
- Perdona si te e asustado, no era mi intención es solo que me sentí un tanto curiosa por tu actitud hacía la pintura de la Gioconda - le sonrio a modo de que tal vez la joven se sintiera menos avergonzada
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Oh, esto es cada vez peor. ¿Cómo voy a explicarle la estupidez que estaba haciendo?
Larisa trató de calmarse de a poco. Primero, relajó la postura. Le siguió el retorno de su color normal de piel y terminó inhalando y hablando, de manera clara, pero no sin cierto temblor en la voz.
-Lamento haber estado haciendo el ridículo, pero quería corroborar la particularidad de esta pintura. Muchos me dijeron que los ojos de la Gioconda se movían a la vez que uno lo hacía, por lo que quise intentarlo y, bueno…
El silencio volvió a caer, pesado, en aquella sala. Para huir de él, Larisa ladeó la cabeza y miró a un punto fijo a la vez que reflexionaba.
-No lo he logrado decidir, ¿sabe? Si la Gioconda sonríe o está seria… Siempre está el indicio, la pista, pero uno no lo sabe a ciencia cierta. ¿Es eso una sonrisa o sólo una pequeña curva de inconformidad? Es un misterio…
Larisa trató de calmarse de a poco. Primero, relajó la postura. Le siguió el retorno de su color normal de piel y terminó inhalando y hablando, de manera clara, pero no sin cierto temblor en la voz.
-Lamento haber estado haciendo el ridículo, pero quería corroborar la particularidad de esta pintura. Muchos me dijeron que los ojos de la Gioconda se movían a la vez que uno lo hacía, por lo que quise intentarlo y, bueno…
El silencio volvió a caer, pesado, en aquella sala. Para huir de él, Larisa ladeó la cabeza y miró a un punto fijo a la vez que reflexionaba.
-No lo he logrado decidir, ¿sabe? Si la Gioconda sonríe o está seria… Siempre está el indicio, la pista, pero uno no lo sabe a ciencia cierta. ¿Es eso una sonrisa o sólo una pequeña curva de inconformidad? Es un misterio…
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 10/09/2012
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Al haberle hablado parecia que efectivamente la joven se había calmado un poco pero cuando comenzo a hablarse podía percatarse aun de un ligero temblor en su voz, que por cierto era muy bonita.
Ella también había oido hacerca de el efecto que tenía aquella bella obra de arte y para ser sincera se sentía curiosa por comprobar las cosas por ella misma, pero antes de eso oyo a la chica hacer un comentario sobre su indesición sobre la Gioconda y una vez que oyo esto camino hacía la obra de arte y comenzo a moverse de un lado a otro como la joven lo había hecho momentos antes.
-Bueno parece ser que el famoso efecto que posee es cierto - observo a la joven y le sonrió - y respecto a si sonrie o esta seria creo que todo dependera de la perspectiva en la que quieras verle, como la copa media vacia o media llena; no se si me explico... - hubo un pequeño silencio y prosiguio mientras le observaba - nunca había oido a alguien tan joven como tu hacerse estas interrogantes, eres una jovencita bastante interesante -
Ella también había oido hacerca de el efecto que tenía aquella bella obra de arte y para ser sincera se sentía curiosa por comprobar las cosas por ella misma, pero antes de eso oyo a la chica hacer un comentario sobre su indesición sobre la Gioconda y una vez que oyo esto camino hacía la obra de arte y comenzo a moverse de un lado a otro como la joven lo había hecho momentos antes.
-Bueno parece ser que el famoso efecto que posee es cierto - observo a la joven y le sonrió - y respecto a si sonrie o esta seria creo que todo dependera de la perspectiva en la que quieras verle, como la copa media vacia o media llena; no se si me explico... - hubo un pequeño silencio y prosiguio mientras le observaba - nunca había oido a alguien tan joven como tu hacerse estas interrogantes, eres una jovencita bastante interesante -
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Larisa se sonrió ante el último comentario. En Rusia no hacía nada más que tocar y leer, así que esas preguntas aparecían de pronto en su mente, producto del ocio.
-Eso es porque he tenido mucho tiempo para plantearlas, gracias. Pero la respuesta que me ha dado también es interesante. ¿Ha venido a apreciar la enorme cantidad de expresiones artísticas de ese lugar? Si es así, le ruego me acompañe. Aún queda mucho por ver y es un poco aburrido hacerlo sola.
Con una sonrisa, la invitó a pasear a su lado, y ambas siguieron caminando entre las grandes pinturas, salidas de la intrincada imaginación de los autores. Para Larisa, la música y la pintura tenían demasiadas similitudes. Como por ejemplo, el hecho de que cada obra daba a conocer parte del mundo interior de la persona que lo plasmaba. Para Leonardo da Vinci, había sacado la conclusión de que era un hombre bastante serio, pero con ciertos toques de humor y la firme proposición de mantener todo lo relacionado a él en lo más profundo de las interrogantes. Así como la expresión de la Gioconda, siempre en un eterno limbo entre la felicidad y la seriedad.
-En el caso de que su teoría sea cierta, entonces yo veo el vaso sólo a la mitad- continuó, riendo-. No puedo descifrar esa sonrisa. ¿Y usted cómo la ve, señorita…?
-Eso es porque he tenido mucho tiempo para plantearlas, gracias. Pero la respuesta que me ha dado también es interesante. ¿Ha venido a apreciar la enorme cantidad de expresiones artísticas de ese lugar? Si es así, le ruego me acompañe. Aún queda mucho por ver y es un poco aburrido hacerlo sola.
Con una sonrisa, la invitó a pasear a su lado, y ambas siguieron caminando entre las grandes pinturas, salidas de la intrincada imaginación de los autores. Para Larisa, la música y la pintura tenían demasiadas similitudes. Como por ejemplo, el hecho de que cada obra daba a conocer parte del mundo interior de la persona que lo plasmaba. Para Leonardo da Vinci, había sacado la conclusión de que era un hombre bastante serio, pero con ciertos toques de humor y la firme proposición de mantener todo lo relacionado a él en lo más profundo de las interrogantes. Así como la expresión de la Gioconda, siempre en un eterno limbo entre la felicidad y la seriedad.
-En el caso de que su teoría sea cierta, entonces yo veo el vaso sólo a la mitad- continuó, riendo-. No puedo descifrar esa sonrisa. ¿Y usted cómo la ve, señorita…?
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Camino al lado de la joven observando las obras de arte y la grandeza del museo que las rodeaba, tantos pensamientos diversos plasmados en lienzos de diferente tamaños y de diversos colores.
- La verdad es que estaba perdida en las calles y me tope con el museo - solto una pequeña risita - así que decidi entrar a ver las obras de arte y me e terminado topando contigo; pero no tengo nada mejor que hacer y charlar contigo me resulta agradable - continuo andando al lado de la joven mientras pensaba en la interrogante de como veía ella la copa; la verdad nunca se había puesto a pensar seriamente en eso pero para ella ultimamente la copa lucía...
- Medio llena, me parece que verla de esa manera y también como tu la ves como la copa media que es, resulta ser lo mejor - sonrio - no me gusta entrar en eso de ser negativa ya que siempre saldra algo bueno de todo; simplemente observeme ahora estaba perdida y gracias a eso e tenido la oportunidad de toparme contigo y entablar esta interesante conversación - todo eso era verdad desde que había regresado no había tenido una charla tan placentera como la que mantenía con aquella joven en el museo y se sintio feliz de ello; le era facil entablar conversaciones pero eran pocas las personas que podian mantenerla interesada por un largo periodo de tiempo y esa joven lo estaba logrando.
- La verdad es que estaba perdida en las calles y me tope con el museo - solto una pequeña risita - así que decidi entrar a ver las obras de arte y me e terminado topando contigo; pero no tengo nada mejor que hacer y charlar contigo me resulta agradable - continuo andando al lado de la joven mientras pensaba en la interrogante de como veía ella la copa; la verdad nunca se había puesto a pensar seriamente en eso pero para ella ultimamente la copa lucía...
- Medio llena, me parece que verla de esa manera y también como tu la ves como la copa media que es, resulta ser lo mejor - sonrio - no me gusta entrar en eso de ser negativa ya que siempre saldra algo bueno de todo; simplemente observeme ahora estaba perdida y gracias a eso e tenido la oportunidad de toparme contigo y entablar esta interesante conversación - todo eso era verdad desde que había regresado no había tenido una charla tan placentera como la que mantenía con aquella joven en el museo y se sintio feliz de ello; le era facil entablar conversaciones pero eran pocas las personas que podian mantenerla interesada por un largo periodo de tiempo y esa joven lo estaba logrando.
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
-Entonces es un espíritu positivo. Qué bueno es oír eso. Hacen falta muchos espíritus como el suyo en estos días- Al oír que la joven también estaba perdida, se rió-. No se preocupe, yo también sé lo que es perderse en esta ciudad. Entonces eso significa que es alguien tan nuevo como yo en París.
Se sentía mucho más alegre de lo que había llegado. La señorita perdida le había hecho entablar una muy interesante conversación, e incluso se había dado el gusto de hacer los mismos ridículos experimentos que ella hizo frente a la Gioconda. Se preguntó si posiblemente Leonardo da Vinci había hecho esa obra con el objeto de unir los caminos de las personas, recordando trivialmente que sus padres también se conocieron ante susodicha pintura. Pero fue un pensamiento fugaz, y volvió de lleno a la conversación y a observar el lugar.
-¿Cuánto tiempo lleva en la ciudad? Si se ha perdido, como muchas veces me pasa a mí, entonces debió haber llegado hace poco- no quería parecer maleducada, pero en verdad sentía curiosidad sobre ese asunto.
Se sentía mucho más alegre de lo que había llegado. La señorita perdida le había hecho entablar una muy interesante conversación, e incluso se había dado el gusto de hacer los mismos ridículos experimentos que ella hizo frente a la Gioconda. Se preguntó si posiblemente Leonardo da Vinci había hecho esa obra con el objeto de unir los caminos de las personas, recordando trivialmente que sus padres también se conocieron ante susodicha pintura. Pero fue un pensamiento fugaz, y volvió de lleno a la conversación y a observar el lugar.
-¿Cuánto tiempo lleva en la ciudad? Si se ha perdido, como muchas veces me pasa a mí, entonces debió haber llegado hace poco- no quería parecer maleducada, pero en verdad sentía curiosidad sobre ese asunto.
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Así que la joven también era nueva en Paris; no era como si Camila fuese nueva pero todo habia cambiado tanto en los años que paso fuera que le costaba encontrar los caminos, seguia buscando los lugares que había dejado atras pero los cuales ya no existian como antes, sin embargo al final las dos eran nuevas en aquel París actual.
- Pues no es como si y fuese tan nueva en París, ya que nací aqui, sin embargo por razones familiares tuve que abandonar la ciudad y ahora tengo la oportunidad de regresar pero - solto una pequeña risita - los caminos me pierden; llevo aqui apenas unas cuantas semanas y tu - la observo - ¿De donde has venido? y ¿Cuanto llevas por aqui en Paris?- probablemente llevaban ya un buen rato por ahí pero se estaba sintiendo cada vez más comoda luego se percato de algo - Pero que mal educada que soy mi nombre es Camila - hizo una leve reverencia - Camila De Rose
- Pues no es como si y fuese tan nueva en París, ya que nací aqui, sin embargo por razones familiares tuve que abandonar la ciudad y ahora tengo la oportunidad de regresar pero - solto una pequeña risita - los caminos me pierden; llevo aqui apenas unas cuantas semanas y tu - la observo - ¿De donde has venido? y ¿Cuanto llevas por aqui en Paris?- probablemente llevaban ya un buen rato por ahí pero se estaba sintiendo cada vez más comoda luego se percato de algo - Pero que mal educada que soy mi nombre es Camila - hizo una leve reverencia - Camila De Rose
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Vaya. Nacida y criada en París. No se le notaba en absoluto. Pero quién era ella para juzgar. Oyó con tristeza la parte de las “razones familiares”. Ya sabía bien ella lo que era llegar a un nuevo lugar por las benditas “razones familiares”. El asesinato a sangre fría de tu hermano al frente de tus ojos cuenta como una.
No otra vez. ¿Vas a parar en algún momento, Larisa? Ya ha sido suficiente. Vladimir murió, y punto. Fue un accidente muy desgraciado, pero no tienes que recordarlo con toda cosa que hagas.
Larisa suspiró y recompuso su cara. La devolvió a la sonrisa anterior a la vez que respondía a las preguntas que formulaba Camila.
-Yo vengo de Rusia, y no llevo ni un mes aquí. Ah, mi nombre es Larisa Navratinova. Un gusto- dijo, respondiendo a la reverencia de Camila-. También tuvimos que venir por razones familiares fuera de nuestro alcance, pero no me molesta si es por pasar un buen momento y olvidar los problemas- continuó, pensativa-. Y ahora, que has vuelto, ¿Te ha gustado París?
No otra vez. ¿Vas a parar en algún momento, Larisa? Ya ha sido suficiente. Vladimir murió, y punto. Fue un accidente muy desgraciado, pero no tienes que recordarlo con toda cosa que hagas.
Larisa suspiró y recompuso su cara. La devolvió a la sonrisa anterior a la vez que respondía a las preguntas que formulaba Camila.
-Yo vengo de Rusia, y no llevo ni un mes aquí. Ah, mi nombre es Larisa Navratinova. Un gusto- dijo, respondiendo a la reverencia de Camila-. También tuvimos que venir por razones familiares fuera de nuestro alcance, pero no me molesta si es por pasar un buen momento y olvidar los problemas- continuó, pensativa-. Y ahora, que has vuelto, ¿Te ha gustado París?
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 10/09/2012
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Larisa también estaba ahi por razones familiares pero probablemente no fueran nada parecidas despues de todo tener que irte porque no envejeces no era una razón muy común, como tampoco lo era decir que era la hija de ella misma para que no se esparcieran rumores extraños; sin embargo Camila podía decir que su vida había sido placentera en cambio la joven frente a ella; bueno cuando se expresaba de la razón por la que estaba ahi tenía una expresión poco perceptible de dolor "¿Qué le habra pasado para deber venir aqui?" no cabía duda que la vida era una cosa complicada y dificil para todos; pero no quería que el tema volviera a girar en torno a las razones que habían llevado a Larisa a París asi que continuo con la pregunta que ella había efectuado.
- Si me ha gustado, aunque es... diferente a como le recuerdo, pero claro cuando me fui era muy joven - una pequeña mentira no dañaria a nadie, después de todo ella no era tan joven como aparentaba - pero debo admitir que me gusta el Paris de ahora - aunque como humana se perdia con facilidad cuando se transformaba en gato le encantaba pasear por las calles ya que era bastante curiosa y de esa manera no se perdia con tanta facilidad - es más interesante y divertido - solto una pequeña risa, ya que se encontraban en el museo - y a ti ¿Te ha gustado Paris, Larisa?
- Si me ha gustado, aunque es... diferente a como le recuerdo, pero claro cuando me fui era muy joven - una pequeña mentira no dañaria a nadie, después de todo ella no era tan joven como aparentaba - pero debo admitir que me gusta el Paris de ahora - aunque como humana se perdia con facilidad cuando se transformaba en gato le encantaba pasear por las calles ya que era bastante curiosa y de esa manera no se perdia con tanta facilidad - es más interesante y divertido - solto una pequeña risa, ya que se encontraban en el museo - y a ti ¿Te ha gustado Paris, Larisa?
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
-Pensé que se me haría tedioso, pero resultó que me ha gustado más de lo que pensaba.
No mentía cuando decía aquellas palabras, con el ánimo revitalizado. No había empezado en París con el pie derecho, pero pronto aquella gran urbe había ganado un pedacito en su corazón. Los amigos que había hecho- que no eran muchos- le habían mostrado las bellezas de aquel país extraño, a tal punto que pensaba con un poco de tristeza en el momento que tendría que dejarlos a todos.
Pero no era el tiempo de ponerse nostálgica. Ahora estaba conversando.
-La verdad es que nadie es inmune al encanto de París, especialmente con toda esta belleza y el arte, ¡Todo es hermoso! Cierto es que uno es propenso a perderse aquí, pero siempre terminas el día con una grata sorpresa. Y tiene las construcciones más pintorescas que he visto en mi vida- finalizó, con una gran sonrisa. El tener toda esa belleza alrededor siempre le había levantado el ánimo. Como era un corazón propenso a admirar el talento de otros, aquí tenía muchas razones para alegrarse y disfrutar de una buena vista-. Después de ver todas estas obras de arte, creo que ya no tengo un pintor favorito. O quizá Da Vinci se ha ganado un espacio un poco más grande.
No mentía cuando decía aquellas palabras, con el ánimo revitalizado. No había empezado en París con el pie derecho, pero pronto aquella gran urbe había ganado un pedacito en su corazón. Los amigos que había hecho- que no eran muchos- le habían mostrado las bellezas de aquel país extraño, a tal punto que pensaba con un poco de tristeza en el momento que tendría que dejarlos a todos.
Pero no era el tiempo de ponerse nostálgica. Ahora estaba conversando.
-La verdad es que nadie es inmune al encanto de París, especialmente con toda esta belleza y el arte, ¡Todo es hermoso! Cierto es que uno es propenso a perderse aquí, pero siempre terminas el día con una grata sorpresa. Y tiene las construcciones más pintorescas que he visto en mi vida- finalizó, con una gran sonrisa. El tener toda esa belleza alrededor siempre le había levantado el ánimo. Como era un corazón propenso a admirar el talento de otros, aquí tenía muchas razones para alegrarse y disfrutar de una buena vista-. Después de ver todas estas obras de arte, creo que ya no tengo un pintor favorito. O quizá Da Vinci se ha ganado un espacio un poco más grande.
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Camila no pudo evitar sonreir, vaya que la joven era muy interesante e inteligente.
- Parece que te gusta mucho el arte Larisa, yo le aprecio pero creo que no sera ni un poquito de lo que parece gustarte a ti - en esos momentos se sentia un poco boba, despues de todo conocia de arte pero no tanto - espero que el hecho de que no conozca mucho sobre arte no te sea incomodo, ya que no podre seguirte adecuadamente con respecto a ellas - levanto un poco los hombros - pero es una lastima que no pueda apreciar la belleza de París como tu lo haces, debe ser hermoso poder verle de esa manera - Camila admiraba París pero le veía como un campo de juegos nuevo e inexplorado completamente por ella, y aunque sabía que había muchos lugares para admirar rara la vez lo hacía - pero definitivamente vere con un sentido más profundo a la Gioconda ya que gracias a ella e podido encontrarme hoy contigo - observo a la chica y le sonrió - así que ahora cada vez que le vea recordare estos momentos; Da Vinci definitivamente se ha ganado un espacio en mi
- Parece que te gusta mucho el arte Larisa, yo le aprecio pero creo que no sera ni un poquito de lo que parece gustarte a ti - en esos momentos se sentia un poco boba, despues de todo conocia de arte pero no tanto - espero que el hecho de que no conozca mucho sobre arte no te sea incomodo, ya que no podre seguirte adecuadamente con respecto a ellas - levanto un poco los hombros - pero es una lastima que no pueda apreciar la belleza de París como tu lo haces, debe ser hermoso poder verle de esa manera - Camila admiraba París pero le veía como un campo de juegos nuevo e inexplorado completamente por ella, y aunque sabía que había muchos lugares para admirar rara la vez lo hacía - pero definitivamente vere con un sentido más profundo a la Gioconda ya que gracias a ella e podido encontrarme hoy contigo - observo a la chica y le sonrió - así que ahora cada vez que le vea recordare estos momentos; Da Vinci definitivamente se ha ganado un espacio en mi
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Cuando terminó de oir eso, Larisa sabía que se había ganado una nueva amiga, yo solo se limitó a sonreir.
París siempre le traía buenas amistades en los lugares más inverosímiles. Se había encontrado gente en un teatro vacío, en una plaza abarrotada, en un puerto tranquilo… y ahora, en el Museo del Louvre. Quizá para una joven con un temperamento como el suyo, era lo más normal del mundo vivir esas aventuras del día a día. No le importaba. Era feliz así.
-Muchas gracias por la consideración, señorita Camila. Tampoco la olvidaré cuando vea este edificio tan hermoso- se dio cuenta de que estaban a punto de salir del museo. Ya era hora de irse.
Pero no se iría sin una confirmación.
-Señorita Camila, ¿Tendría usted tiempo como para tomar una taza de té conmigo uno de estos días?
París siempre le traía buenas amistades en los lugares más inverosímiles. Se había encontrado gente en un teatro vacío, en una plaza abarrotada, en un puerto tranquilo… y ahora, en el Museo del Louvre. Quizá para una joven con un temperamento como el suyo, era lo más normal del mundo vivir esas aventuras del día a día. No le importaba. Era feliz así.
-Muchas gracias por la consideración, señorita Camila. Tampoco la olvidaré cuando vea este edificio tan hermoso- se dio cuenta de que estaban a punto de salir del museo. Ya era hora de irse.
Pero no se iría sin una confirmación.
-Señorita Camila, ¿Tendría usted tiempo como para tomar una taza de té conmigo uno de estos días?
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Todo parecía indicar que la pequeña travesia al museo estaba por terminar, ya que cada vez se veian más cerca de la salida; además Camila había recordado por donde debía ir para llegar a su destino original; se sintio sumamente alagada y feliz al oir a la joven decir que tampoco le olvidaria.
La verdad era que no quería irse y no queria dejarla se sentia comoda ahi, despues de todo solía encariñarse facilmente con las personas y más con quienes se mostraban sinceros y le ofrecian buen trato y sobre todo una charla placentera como la que había llevado a cabo en aquel museo; iba preguntar algo cuando Larisa se adelanto e hizo una pregunta sumamente parecida a la que ella iba a formular.
- Por supuesto, me sentire muy contenta de tomar un té contigo alguna vez; después de todo me gustaría mantener el contacto contigo Larisa, si es que no te importa; - jugueteo un poco con sus dedos porque se sentía algo nerviosa - ya que me e sentido muy comoda a tu lado y espero poder llegar a conocerte un poco más y tal vez podamos ser amigas - observo a la chica y sonrio - pero claro que solo si tu lo deceas - seguian caminando y con cada paso la salida de aquel bellisimo lugar estaba más cerca de ellas
La verdad era que no quería irse y no queria dejarla se sentia comoda ahi, despues de todo solía encariñarse facilmente con las personas y más con quienes se mostraban sinceros y le ofrecian buen trato y sobre todo una charla placentera como la que había llevado a cabo en aquel museo; iba preguntar algo cuando Larisa se adelanto e hizo una pregunta sumamente parecida a la que ella iba a formular.
- Por supuesto, me sentire muy contenta de tomar un té contigo alguna vez; después de todo me gustaría mantener el contacto contigo Larisa, si es que no te importa; - jugueteo un poco con sus dedos porque se sentía algo nerviosa - ya que me e sentido muy comoda a tu lado y espero poder llegar a conocerte un poco más y tal vez podamos ser amigas - observo a la chica y sonrio - pero claro que solo si tu lo deceas - seguian caminando y con cada paso la salida de aquel bellisimo lugar estaba más cerca de ellas
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
-¡Por supuesto que lo deseo! Si no, simplemente no habría preguntado- rió. Le complació sobremanera que Camila también considerara el ser su amiga. Le agradaba mucho su forma de ser, honesta y sencilla.
Vio el carruaje que su madre le había enviado. La estaban esperando. Quizá desde cuando. No quería hacerlos esperar más tiempo, ni preocupar a su madre más de lo necesario. Además, comenzaba a sentirse cansada. Era un día soleado, y Larisa no eran demasiado tolerante al calor.
Aunque eso no significaba que le apenara dejar a su acompañante.
-Entonces eso significa que nos volveremos a ver- dijo, sonriendo. Tomó una pequeña tarjeta de su cartera y se la alargó a Camila-. Si quiere hacerme una visita alguna vez, aquí está mi tarjeta. No dude de que la recibiremos bien. Ahora, es tiempo de irme. Espero que su estadía en París sea agradable. ¡Au Revoir!
Larisa se despidió con una sonrisa, y caminó rauda hacia el carruaje que la devolvería a su casa y a la rutina.
Vio el carruaje que su madre le había enviado. La estaban esperando. Quizá desde cuando. No quería hacerlos esperar más tiempo, ni preocupar a su madre más de lo necesario. Además, comenzaba a sentirse cansada. Era un día soleado, y Larisa no eran demasiado tolerante al calor.
Aunque eso no significaba que le apenara dejar a su acompañante.
-Entonces eso significa que nos volveremos a ver- dijo, sonriendo. Tomó una pequeña tarjeta de su cartera y se la alargó a Camila-. Si quiere hacerme una visita alguna vez, aquí está mi tarjeta. No dude de que la recibiremos bien. Ahora, es tiempo de irme. Espero que su estadía en París sea agradable. ¡Au Revoir!
Larisa se despidió con una sonrisa, y caminó rauda hacia el carruaje que la devolvería a su casa y a la rutina.
Larisa Navratinova- Humano Clase Alta
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Re: Cuando miras a la Gioconda nunca puedes saber si sonríe o está seria [Camila de Rose]
Vio a Larissa subir a aquel carruaje que le esperaba a las afueras del museo, cuando llevaban esperandole no tenía idea pero parecía no haberle importado gastar tiempo con ella lo que la hizo muy feliz; una vez que el carruaje desapareció en el camino observo la trajeta que la joven le había dejado; todo parecia indicar que tenía una nueva amiga que además era tan nueva como ella en París, asi que tendrian bastante de que hablar, una vez que hubo guardado la tarjeta donde no se perderia se giro para ver de frente al museo y de alguna forma agradecer los gratos momentos que había pasado en él para despues volver a emprender camino hacía donde debio ir desde un principio, pero ahora partia con una nueva amiga.
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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