Un lugar especial espera por ti. -Libre-

Acaso todo lo que estaba ocurriendo esa noche era cierto?, Leonor aún no podía creerlo, el echo de estar así, después de tantas noches de soledad que había tenido que pasar en esa misma cabaña, en ese sillón donde muchas veces se había dormido llorando la partida de su madre, y ahora de la nada había aparecido un hombre maravilloso que intentaba explicarle con palabras sus sentimientos, - Mikele... yo entiendo, te entiendo, y no sabes lo feliz que me estas haciendo en este momento - le reconoció mirándolo directamente a sus ojos, sin ser capaz de despegar su vista ni por un segundo y como podría? si estaba totalmente hipnotizada por su mirada...

Levantó su mano para acariciar dulcemente su mejilla, su piel era tan suave y cálida, realmente le encantaba - Claro que quiero formar parte de ti, de tu corazón, querido mio... - finalmente los sentimientos hacia el comenzaron a aclararse en su mente, y estaba conociendo otro tipo de... amor, a la única persona que había amado en su vida era a su madre, y esta vez se le estaba abriendo una nueva puerta y la joven estaba dispuesta a dejarse llevar por completo...

Levantó su dedo indice poniéndolo sobre los labios de el - No te disculpes... no lo hagas - de pronto observó como el llevaba su mano y sacaba una pluma de su bolsillo, sentía curiosidad de saber que haría con el, partituras quizás... pero no, tomo su brazo libre y comenzó a escribir sobre el...- ¿Que haces? - le pregunto de manera sorprendida mientras intentaba observar que era lo que estaba escribiendo.

Sintió como su corazón se contraía al leer su brazo, podría haber llorado ahí mismo, solo de felicidad... el era simplemente hermoso, lograba emocionar su alma por completo, no podía dejar de mirar la firma, la estaba leyendo una y otra vez, para luego sentir como abandonaba el sillón y en segundos estaba siendo cargada por el, hundió su rostro en el pecho de el mientras rodeaba su cuello con ambas manos...

La recostó en la cama, y se posiciono a su lado, estaba completamente relajada con el a su lado, la hacia sentirse segura, protegida de todo lo malo del mundo, y sus ojos que no dejaban de obsérvala, la hacia sentirse aún mas de el - El futuro...por supuesto que si mi amo... - se callo sintiendo como se enrojecían sus mejillas, nunca habia llamado a nadie así, y no sabia si el deseaba escucharlo salir de sus labios.

Tuvo otra idea, y sacando la pluma de su bolsillo, ocupando el resto de tinta que quedaba en ella tomo el dorso de la mano de el escribió...


Todo se reducía a esa frase, sostuvo su mirada quería saber que reflejaban sus ojos ahora, no espero respuesta... volvió a besarlo, esta vez con mas intensidad, apoyando su cuerpo en el de el, quería hacerle sentir lo mismo que ella, demostrarle que sus sentimientos hacia el eran reales, y sinceros, que realmente deseaba hacerle feliz, y que su compañía era lo único que necesitaba.

Se separo solo un poco de sus labios y pregunto suavemente - ¿Estaremos juntos... siempre? - Leonor anhelaba una respuesta positiva a aquello, pero no espero escucharle y volvió a juntar sus labios a los de el, pasando un brazo por detrás de su nuca para atraerlo aún mas a su cuerpo, deseaba quedarse así, acariciándolo y besandole para siempre...

Sentir el rozar de la piel de Leonor sobre la mía y me hacía sentir tan vivo, pero tan como si volase suave y ligeramente, dentro de un sueño, la verdad es que nunca me habia costado tanto describir o expresar mis sentimientos, pues no me gusta quedarme en silencio...pero todo lo que ahora Leonor me hacia sentir, se reducía a que no hay palabras para hablar de amor...todo se expresaba solo y naturalmente...

No pude ignorar que ella me habia dicho que la estaba haciendo muy feliz, y eso me hizo sentir feliz a mi también, ella me producía felicidad hasta en las cosas mas pequeñas acaso eso le pasaba a todo el mundo? la verdad es que no me importaba siempre y cuando sea yo quien reciba esa felicidad compartida...siempre recuerdo esa frase: "La felicidad sólo es real cuando es compartida" y ahora podía dar por sentado que es muy cierto...si ella es feliz yo también lo seré...
Cuando estabamos ya instalados los dos cercanamente en la cama, ella también quiso darme una firma, y me escribio en el brazo la frase más hermosa y deseada por el ser humano: "Je t' aime Mikelangelo" ...un te quiero, o un te amo en francés, no estaba seguro de cuál de las dos opciones era, pero me la dijo en fin, y en un idioma precioso...
Luego me besó reposando su fino y hermoso cuerpo sobre el mio, mientras me besaba yo sentía su amor y cariño en todos los sentidos posibles, estaba llenandome de ella en mi ser, como quien esta saciando una sed desesperante...comenzaba en mi a surgir la pasión...algo que no me esperaba que llegase tan rápido, pero llegó...y aún así me esforcé y la rechazé intentándola olvidar, debido a que cuando algo me apasiona no me pueden parar...como la típica crítica que me dicen de: "...Son muchas notas Sr. Van Dort, muchas notas! el oído está acostumbrado a escuchar sólo una determinada cantidad de notas.." y bla bla bla...simples inútiles que no se dejan llevar por las pasiones humanas, como la que me producen a mi, la música y las duraderas melodías....pensaba en mi mente en esos momentos.

-Leonor, hermosa mía...no quiero sonar malagradecido, pero creo que es hora de que me vaya...- dije con un tono mas o menos desesperado... -...yo, yo..me quedaría contigo toda la noche, y toda la mañana, hasta el dia siguientem o el subsiguiente...pero no sé hasta cuando podré aguantar mis emociones e impulsos...eres un anhelante deseo que se deshace entre mis dedos sin poder alcanzar a sostener o atrapar...- le dije mientras la sostenía con fuerza contra mi cuerpo.

-Mi locura, querida mia, es una caracteristica de mi que muy pocos conocen pero que a todos les agrada...pero yo, no quiero afear la visión que tienes de mi ahora...aunque si me pides sinceramente que muestre todos los lados de mi...yo lo haré por ti...me harías sentir completamente agradecido y complacido...Pero Leonor, mi querida Leonor, no quiero asustarte, y no quiero decepcionarte, no quiero...no quiero!...- comenzé a derramar lágrimas

Me desesperaba el tener estos sentimientos locos dentro de mi, me desorbitaban de la tierra...me desesperaba el desearla tanto, el querer y no poder, pues yo siempre me limito cuando mi pasión es desesperante con una mujer, ella es tan delicada y hermosa que hace que guarde todo tipo de sensaciones anhelantes, y me terminan convirtiendo en esclavo del deseo que no se puede cumplir, prefiero eso, a ser egoísta y pensar solo en cumplir mis deseos, ojalá Leonor pudiese interiorizarse en mi y entender mi situación, o por lo menos sentir las mismas cosas que yo, porque realmente yo la quiero hacer feliz, ya me queda pequeño el: "estoy dispuesto"...ahora es el: "yo quiero"....
Le acaricié calmadamente su rostro contorneando sus rasgos con mis dedos sin dejar de contemplarle, abrazándola fuertemente contra mi para sentir su calor...y yo, me daba cuenta que mi piel estaba ardiendo, esperaba a que ella no lo sintiese, me esforzaba para que ella no se diese cuenta. Al final, le di un beso (eso, yo no me lo quería negar jamás...) , le acaricié el rostro son suavidad mirándola fijamente a sus bellos ojos, me levanté de la cama, la tapé con sus sabánas, le acomodé la almohada, le volví a dar un tierno beso y me dispuse para irme...aunque tuviese el fulgoroso deseo de pasar la noche con ella, hasta mañana, hasta el día subsiguiente y hasta siempre...

Leonor ya no recordaba la ultima vez que se había sentido así, tan feliz, tan completa y tan llena de sentimientos que no lograba explicar, sus emociones eran tan fuertes que casi podía sentir que las tocaba con sus manos, pensar en ello se le hacía tan extraño, pero no lograba encontrar otra forma que lo demostrara mejor, ahora era ella quien se sentía como una completa loca, pero ni siquiera eso le importaba, estaba totalmente plena a su lado.

No quería soltarlo, nunca pensó el llegar a sentir tanto por un hombre que acaba de conocer hace unas horas, a ella le parecía mas tiempo, mucho mas...y no sentía miedo alguno de entregarle a el todo lo que sentía en su interior, quería mostrarle con acciones, con miradas que el se estaba ganando de manera increíble su corazón...

Su voz le provoco cosquilleo en su estomago, le encantaba escucharle, pero las palabras que ahora decía, no eran las que ella deseaba escuchar, había perdido completamente la noción del tiempo, pero al parecer era bastante tarde, iba a irse, pero no era realmente lo que el quería, y ambos lo sabían perfectamente - No... - aquello salía como un susurro de sus labios difícil de oír, luego se limito a escucharle con atención, lo veía desesperado, hablaba y hablaba, estaba nervioso, su rostro se había vuelto triste y sus ojos lo reafirmaban soltando una lagrimas, y lo único que a ella se le ocurría decir era...No te vayas...

La joven no quería que se fuera así, en realidad no quería que se fuera y punto, pero cuando le vio levantarse, se le hizo un nudo en la garganta, como si fuera ella quien comenzaría a llorar, pero se aguanto, no deseaba transformar ese momento en algo triste, todo lo contrarío, buscaba hacerlo feliz, adoraba su sonrisa, y deseaba verla siempre plasmada en su bello rostro...

Sintió como la tapaba con las sabanas acomodándola dulcemente, se limito a recibir su beso, pero no se quedo ahí, se levanto rápidamente arrodillándose sobre la cama para quedar a su altura atrapando su rostro con ternura mientras que con sus pulgares limpiaba las lagrimas que humedecían sus mejillas, y fue en ese momento que el pensar antes de hablar desapareció por completo de ella y mirándolo directamente a sus ojos le dijo - Mi amor, tranquilo, por favor...yo de verdad deseo conocer todo de ti, todo, no temas asustarme, el único momento en que me has asustado fue también en las hermoso que me regalaste esta noche, cuando apareciste desde ese árbol, lo recuerdas? - hizo una pausa ella también deseaba revivir ese momento en su mente, la primera vez que vio su rostro, sin saber en lo importante que se convertiría minutos mas tarde - Ábreme tu corazón querido mío, no tengas miedo de expresarte conmigo... solo... quédate - no sabía cual seria su reacción ante sus palabras, y solo cuando ella también logro comprenderlas se sonrojo, pero no estaba arrepentida, no podía arrepentirse por ser sincera con el...

Lo observo por un momento antes de levantarse solo un poco para quedar a la altura de sus labios y decirle suavemente - Has despertado un nuevo sentimiento dentro de mi Mikelangelo Van Dort... - esperaba que el entendiera sus palabras, no había nada mas que decir, no era necesario - Besame - le pido a escasos centímetros de sus labios, eso era todo lo que ella deseaba en ese momento.

Su alma volvió a renacer con aquello, no solo con sus actos le afirmaba que iba a quedarse con ella, si no que también iba a demostrarle todo lo que sentía por ella, acaso podía estar mas feliz?...

Sintió como comenzaba a besarla de manera apasionada, mientras lentamente se arrodillaba junto a ella, ya estaba echo, y realmente no iba a detenerle, deseaba estar con el, esta noche, y mañana, y toda su vida si el se lo permitía.
No fue capaz de darse cuenta cuando lo tuvo sobre ella, acariciándola, mientras reclamaba su cuello como si le perteneciera por completo, podía sentir como le quemaba su contacto, era como una descarga eléctrica en cada beso, en cada caricia...

De pronto sus manos se deslizaron hasta sus finas piernas, el contacto piel a piel en esa zona comenzaba a despertar nuevos deseos, sus manos ardían, al igual que su piel, ambos cuerpos sumergidos en lo que cualquier para una simple persona sería un fiebre terrible.

No pudo evitar los suaves gemidos que se escapaban de sus labios, quería decirle tantas cosas, pero nada lograría explicar lo que le estaba haciendo sentir justo en ese momento, de pronto su respiración se agito junto con la de ella, y ahí se detuvo para mirarla, el le parecía tan hermoso, tan especial, aún no terminaba de creer que siguiera ahí con ella, llevo sus manos hasta su rostro para acariciarlo suavemente, para dejar que las manos bajen por su cuello, hasta su pecho buscando los botones de su camisa, para comenzar a sacarlos lentamente.

Cuando libero su camisa la hizo deslizar por los hombros de el, para hacerla caer al suelo, dejando su torso desnudo, y comenzó a acariciar su pecho desnudo, le parecía tan suave y terso, su piel estaba a una temperatura perfecta, la cual ella sabía que también tenia su propia piel.
Decidió mirarlo por un momento mientras acariciaba su piel, teniéndolo frente a frente, y de pronto una frase, llego a su mente, una frase que explicaba todo lo que sentía, y no fue capaz de contenerla en su boca... - Te amo... - aquello salio algo agitado de su garganta, casi susurrandolo, pero el le había escuchado perfectamente.

No espero respuesta de parte de el quizás por temor a recibir palabras que no deseaba oír, por lo que lo tomo de su cuello para volver a recibirle sobre su cuerpo, para comenzar a besarlo nuevamente, con mas intensidad de antes, quería llenarse de el, de su esencia, sentirlo por todo su cuerpo, demostrarle que ya no existía nada mas para ella en ese momento, solo el...

No había nada mas que pensar, era el, el hombre que Leonor había estado esperando prácticamente toda su vida, aquel ser que le robara por completo el aliento, que lograra llevarla al cielo, y hacerla descender de manera dulce y delicada, al cual deseaba serle fiel en todos los sentidos, aquel hombre que la mirara y amara mas haya de su clase, si no, por que lo que hay en su corazón y le correspondiera con la misma intensidad, todo eso, todo y mas era Mikele para ella...

No lograba controlar su respiración la cual se volvía mas agitada a cada momento, y los gemidos que salían de sus labios estaban cobrando mayor protagonismo en la escena, no podía dejar de observarlo mientras bajaba dulce pero intensamente por su cuello hasta llegar a su pecho...

Que mejor forma de representar el amor y la pasión en una complementación perfecta? dicen que no existe la perfección, pero la joven no imaginaba un hombre mas perfecto para ella, con sus caricias, sus labios rozando y besando su piel con una delicadeza extrema como si en cualquier momento pudiera lastimara, ese momento era simplemente hermoso y perfecto...

De pronto las palabras que mas deseaba oír salieron de la boca de el, no podía creerlo, ahora si que quizás debía estar soñando, este hombre realmente la llevaba al cielo, pero no, no era un sueño lograba sentir su aliento sobre su piel, o acaso los sueños son así de reales? realmente ya no sabia que pensar, la chica se encontraba totalmente sumida en sus sentimientos, sus deseos hacia el...

Finalmente se las arreglo para hablar, con su voz aún agitada por las caricias de el sobre sus muslos, y bajando la mirada para encontrarse con sus bellos ojos dijo - Mi... amor, yo también... lo deseo, permiteme entrar en tu corazón...permiteme cuidarte como tu te lo mereces... - su voz se corto por un segundo - Por favor... - aquello fue como un suave susurro saliendo de sus labios, aunque deseaba decir mil cosas mas, no eran necesarias, las palabras entre ellos no eran necesarias...en lo absoluto.

Tuvo que volver a dejar caer su cabeza sobre la almohada mientras con sus manos acariciaba la espalda desnuda del hombre que tenía sobre ella, aquel hombre que deseaba reclamar como suyo, lo amaba, lo amaba tanto que no podía explicarlo, simplemente lo adoraba, lo quería, lo deseaba y lo amaba mas que a nada en el mundo, eso solo podía demostrárselo de una forma a el - Mikele... te amo... - quería continuar pero sus caricias cortaban sus palabras - yo quiero... entregarme a ti... en todos los sentidos posibles mi amor... enséñame como amarte - había estado esperando al hombre indicado, y ahora que ella sentía que lo tenia al frente no iba a perderlo, al contrario, y le entregaría todo de ella, le haría sentir la pasión que despertaba mas y mas con cada beso entregado por el...

No dijo ni una palabra mas, solo se dejaría llevar por lo que estaba sintiendo, lo único que quería era ser y hacerlo feliz, nada mas...no deseaba nada mas que a el...por lo que lo sostuvo con fuerza contra su cuerpo, donde deseaba que el permaneciera para siempre...

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