Fiesta a papa (priv)

por Invitado Dom Oct 28, 2012 12:23 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Fiesta a papa (priv) - Página 2 Tumblr_ltbrse6YEk1qi27j3

Las rejas de la casa estaban abiertas y a la vista, se podían ver varios carruajes de alto nivel. Era una fiesta enorme, donde muchos integrantes de diferentes corporaciones asistirían. Mi padre había llegado recientemente de su viaje por toda Europa y al volver decidió hacer una fiesta bastante grande invitando a todos los conocidos y sus familiares. Por la parte del teatro de conferencias era lo suficientemente grande para toda la gente que había.
Contratamos, como nunca, bastante gente para que atendiera llevando de un lado a otro la comida que yo mismo había cerciorado. Hacía esperaba que todos estén contentos con ella. Lo principal de la fiesta se desarrollaría a mitad de función. Donde todos estarían en la sala sentados en mesas circulares de alrededor de diez personas cada una.

-"Todos sean bienvenidos a esta reunión"

Decía mi padre, un joven apuesto de unos aparentes treinta y tres años y yo su hijo, de unos aparentes veintiún años. Aún no entendía como mi padre podía hacer tales cosas, nunca le ha importado hacer fiestas en nuestra casa. Algo que podría perjudicarnos bastante. Pero de todos modos el lo hacía. Y me había dicho que debería hacer una parte del espectáculo. Por lo que hacía dos semanas estaba preparando una canción con una entrada de piano solo.
Cuando ya la casa se estaba llenando y el tiempo límite de llegada había parado se cerraron las puertas del lugar. Era una noche hermosa de luna menguante. Las estrellas estaban al punto tope y en el horizonte se podían observar algunas nubes que amenazaban con llegar hasta estas partes el bosque. Ya que la casa se unía con este último.
Era la última casa de la parte residencial. Donde solo una pequeña luz iluminaba las cosas. Aunque ese día habíamos puesto bastantes luces. Y junto con mi padre y algunos vampiros invitados tuvimos que pintarnos un poco el rostro, pues sino la blancura sería evidente.

Spoiler:

La persona que animaría la reunión empezó a pedir silencio y cuando al fin no hubo ruido alguno empecé a tocar el piano, lentamente y con armonía. Cerré mis ojos dejándome guiar hasta que pronto tocaría la parte de cantar, donde empezarían a tocar los músicos. Poco a poco me fui levantando con el micrófono en la mano. Sonriendo suavemente, mientras cantaba con tranquilidad. La idea era una canción al inicio, otra en el medio y una mas para cerrar. Esperaba hacerlo bien, realmente me molestaría mucho decepcionar a mi padre. Aparte, parecía ser algo importante para el. Nunca lo había visto tan emocionado. Miraba a toda la sala mientras cantaba, esperando a toparme con las miradas de todos, buscando a alguna mirada especial, esperando poder estar tranquilo en toda esa noche.

-Muchas gracias por venir... Soy Hero Jaejoong y espero que todos disfruten esta velada.

Susurré al terminar de cantar, en un hilo de voz suave y dulce. Mirando a todos sobre el escenario. Denotando que tenía el mismo apellido que mi padre. Dando a entender que ere de su familia. Aunque por obvias razones no hice mención a que era "su hijo" ya que sería algo de desconfiar decirlo así; quizá hasta demasiado evidente y fácil de juzgar.

por Invitado Lun Nov 19, 2012 5:39 pm

Entrecerré los ojos, notaba como aquellos ojos se habían impresionado por mi piel, y solo pude sonreír con una cercanía abundante, solo deseaba que aquel ser dejara de hacer que mis sentidos tiemblen del miedo y el placer.Ella se amotinaba todo y de alguna forma eso no me molestaba. Algo que, en realidad, debería molestarme aún mas. Suspiré frustrado ante sus palabras y negué un poco, observando esas manitos sobre mis mejillas. Estaría ella, realmente arrepentida? O solo estaría engañándome un poco mas? No podía distinguirlo bien, simplemente era muy fácil que me hagan perder la cordura.

- Eres terrible...

Negué y acaricié sus cabellos, seguía algo tonto por aquello que había visto. Que perturbador, ver como molestaba almas en pena me daba algo de tristeza. A mi no me gustaría ser molestado de esa forma. Me preguntaba si eso sería magia negra. Pues había leído, no hace mucho, en un libro, que las magia se dividía en dos partes la blanca y la negra. También leí que estaba la magia roja y la azul. Siendo la primera una mezcla de todas y la segunda una que controla los elementos. Pero hasta ahora no me parecía que fuese verdad, mas bien me resultaba mas práctico que solo este la negra y la blanca. Y ella realmente parecía que usaba magia negra, eso de molestar a los muertos, siempre lo he asociado con gitanos y brujos malos. Pero era imposible, ella no me dejaría odiarla ni tenerle miedo. Parecía demasiado dulce.

- Soy muchas cosas, pero no una buena... persona

Susurré mientras jugaba con las teclas del piano, pasando mis dedos por arriba, para ya luego, ser molestado por aquellas dichosas personas. Me molestaban, y les hubiese roto el cuello lentamente de no ser por que ella estaba presente. La observé de reojo y suspiré, levantándome cuando me tomó la mano, acomodándome, mientras me dejaba guiar por la dichosa asiática a mi lado. Observé su mano y enarqué una ceja, sonriéndole de lado, no es como si me molestara que me tomara de la mano, pero no era un gesto muy usado en la jerga que me incluía.

- Quizá deberíamos, quizá no me importe mucho. Pero si deseas ir, vamos.

Caminé e indiqué a los guardias que salieran rápido de mi habitación. No quería volverlos a ver sobre el piso de mi alcoba. Odiaba tratarlos así, usualmente era muy amable con las personas que trabajaba y aún así, sabía que tampoco era su culpa, ellos solo obedecían ordenes, pero estaba tan molesto que no me importó y cuando cerré la puerta de la alcoba para salir... Cometí un error. Mi molestia se había traducido en mi fuerza y al cerrar la puerta, me quedé con ella en la mano. Había sacado de lugar los clavos y tornillos y mis ojos se abrieron perplejos. Pestañeé y mire a los lados, tragando arduamente saliva. Lo bueno, era que los guardias estaban lo suficientemente lejos en la escalera para no ver lo ocurrido, la malo, era que Neru estaba, directamente agarrada a mi mano.

-... Vamos.

Dije dejando la puerta allí, comenzando a bajar, obviando el tema por completo, ahora, solo deseaba ir hacía abajo y ver que había pasado. Y si ella se olvidaba lo que acababa de ver, mejor sería. Aún estaba enojado, pero debía controlarme, o iría rompiendo cualquier cosa que tocara. Y por aquella llevaba especial cuidado en no romperle la mano que estaba entrelazada con la mía, como si de dos niños se tratara.

por **Neru Le Course** Jue Nov 22, 2012 2:54 pm

¿Terrible? Qué manera de describirme… admito no ser la persona más normal del mundo pero, ¿terrible? Estuve a punto de reír pero no lo considere el momento más adecuado para ello. A él no le gustaba la magia negra, bueno, ¿a quién le gustaría? era básicamente aprovecharse de los muertos, aunque había algunos a los que no les importaba en absoluto que los usaran, siempre que valiese la pena. ¿No una buena persona? Lo interrogue con la mirada, había algo en si tono que me impedía contradecirlo.

Fue en esos momentos que los guardias vinieron a interrumpir, ¡bien! El joven parecía haber aceptado mi oferta aunque no le veía tan animado por armas escandalo como yo, observe su gesto cuando le tome de la mano… ya sabía que algo así no era común para las personas noble y todo eso, pero a mí eso no es que me importara mucho.

- Solo quiero ir a ver qué tan aburridos están los demás…

Había comprobado (o algo parecido) que cuando más aburridos estuviesen los nobles más historias absurdas se inventarían sobre otras personas. No estaba loca (o no completamente), no me gustaba que hablasen a mis espaldas pero no podía decir que no me interesaba el causar un poco de escándalo.

Fuimos hasta la puerta mientras yo pensaba en que iba a actuar a continuación cuando llegásemos con los demás invitados e imaginaba la cara que Marie pondría al… abrí los ojos desmesuradamente. Jae había cerrado la puerta, hasta ahí nada mal, y se había quedado con la puerta en la mano, literalmente la tenía en la mano puesto que aquel pedazo de madera se había salido del marco. ¿Cómo era eso posible? Lo mire perpleja pero él no me dio ninguna explicación, se limitó a dejar la puerta en donde estaba y comenzó a ir hacia abajo aunque era obvio el nerviosismo.

¿Pensaba que lo iba a dejar pasar? Bueno, por el momento no iba a decir nada… pero ya veríamos luego. Abajo se encontraban reunidos los nobles formando pequeños grupos dentro de los cuales hablaban animadamente, distinguí a mi madre en uno de ellos pero ella pareció no notarme. No paso mucho hasta que el grupo de jóvenes que habíamos visto en el jardín nos viera y comenzara a caminar hacia nosotros.

- Veo que habéis estado divirtiéndose sin nosotros, pero en estos momentos estamos ligeramente ocupados así que si nos disculpan…

Dije en un tono formal y animado, manteniendo en todo el momento el plural y sin soltarme del joven. ¿Sería suficiente? Al parecer si ya que las jóvenes nobles ya estaban irritadas, reprimí una risa aunque me hubiese gustado tanto ponerlas a rabiar aún más. Pero en esos mi mente estaba ocupada en otras cosas. Continué caminando entre las personas hasta que decidí que era mejor preguntar.

- Jae… ¿Qué eres?

Lo dije en voz baja de manera que solo él me escuchara, además lo hice de manera algo tímida. Aquella pregunta quizá lo molestara, ¿cómo iba a saberlo? sabía lo que las personas sentían pero no podía saber sus pensamientos.

por Invitado Vie Nov 23, 2012 6:40 pm

Pestañeé un momento, como era eso de ver que tan aburridos estaban los demás? Aquella muchacha era mas que terrible. Me hacía reír y se burlaba de todos. Esas acciones eran tan dulces, tan imperfectas. Que eran de admirar. Me daban ganas de abrazarla por la espalda y presionarla contra mi pecho suavemente. La comprendía, entendía la poca ubicación que llevaba en lugares y momentos "indicados". No era habitual que me tomen de la mano, mas no era algo que realmente me influyera. Asentí a cada petición que me hizo. Aceptando aquellas palabras, hasta que sucedió lo sucedido. Mi fuerza y mi mal humor, habían provocado un despiste de mi parte y tuve que apoyar la puerta sobre un costado. Su expresión, casi me hizo temblar, con esos ojos rasgados que se volvían grandes como los de un gatito. Como si quisiera buscar una explicación lógica. Pero no la había, el hecho de ser un vampiro, simplemente no era una respuesta lógica. Al menos no en el mundo de los humanos. Pero ella... Ella era una bruja, por que tenía que ocultarme yo de una bruja, que para colmo hacía magia negra? Pues claro que no, no me parecía lógico. Aparte, si ella me había contado a mi, sería una buena paga devolver el favor, o no? Aunque... Yo no le causaba ninguna molestia, no es como si estuviese bebiendo de ella, o usando alguna habilidad en su ser.

Mis ojos se abrieron como platos cuando escuche como trataba a aquellas otras doncellas y sonreí mirando hacía un lado, haciendo una leve reverencia de cabeza, dejándome guiar por todo el camino. Aquellas mujersitas estaban furiosas, se les podía ver el aura de maldad recorriendo por todo su cuerpo. Es que aquella belleza asiática andaba haciendo que la gente se irritara, corriendo y huyendo luego. Era encantadora, tanto que solo podía sonreírle. Cerraba mis ojos y asentía a sus palabras y algunas veces le enarcaba la ceja, expresando mi ironía con las cosas que provocaba. Pero que mas podía hacer? No era como si hiciera cosas que me fuesen desagradables. Mas bien era esa divertida forma de tratar a los de su misma clase lo que me hacía reír.

Yo, usualmente directamente no hablaba con nadie, justamente para no provocar esa serie de cosas, solo era una cara exótica y bonita, que cantaba y tocaba el piano. Mostrando su educación fingida y un hermoso carácter, que nunca fue. Pues mi forma de ser era mas bien ridícula y graciosa. Torpe y algunas veces, llegaba a ser algo desagradable.

Y llegó. No se en que mundo pensaba que ella no diría nada el respecto. Esperaba demasiadas cosas imposibles. Quien sería tan miedoso como para no preguntar. Desvíe mi mirada hacía sus ojos y los entrecerré. Como si la estuviese calculando, como una maquina, me fije su mirada, su expresión. Podría ella no gritar? No horrorizarse? Por que no...? Ella era un bruja, sabía de los seres sobre naturales. O... Es que ella solo sabía de la existencia de poderes en los humanos? Y no creía en los mitos de vampiros, hombres lobos o cambia formas? Me ponía un poco nervioso, así que solo la miraba, sin decir palabra alguna, hasta que luego de mantener la vista lo escupí, como si fuese algo atroz. Lo dejé salir en voz ronca, profunda sobre su oreja. No quería causarle miedo, pero al mismo tiempo si quería. Ver su cara de temor o alguna expresión rara en su cuerpo.

-Vampiro...

Dije suavemente sobre su oreja y me separé rápidamente, desprendiéndome de aquella mujer. Comencé a caminar como el mismo muerto que era, rápido entre las personas, no había esperado escapar de ese modo, al parecer no era algo que mi cuerpo quisiera contar y me lo hizo saber con un acto reflejo, casi humano. Me escabullí entre las personas, yendo por los pasillos, hasta llegar donde había un buen grupo de gente, tomé suavemente una copa de vino. Y esperé a que ella no me encuentre. Solo quería tranquilidad. Nada de gritos, nada de exasperezas. Pero ella podía reaccionar de tantas formas... Con miedo, con curiosidad, con fascinación, con horror. Cual de todas las maneras de expresar su agrado o desagrado elegiría? Lo único que esperaba era que no haga escándalo. Aún no sabía por que lo había dicho. Debería haber hecho algún truco, modificarla para que simplemente este a gusto a mi lado y no se preocupe por esas cosas. Pero ella era tan adorable, que probablemente, me odiaría a mi mismo si llegaba a usar algún tipo de poder o habilidad en mi favor y en su contra. En contra de su voluntad. Lo mejor sería que simplemente no me siga viendo, que encuentre a su madre y se vayan o se queden, solo que no se acerque demasiado. El miedo de lastimarla también estaba presente.

por **Neru Le Course** Dom Nov 25, 2012 5:11 pm

Molestar a los nobles era ciertamente divertido pero me divertían aún más las expresiones de Jae, era un tanto tierno, el tipo de joven que evita causar alborotos (al menos normalmente). Quizá tuviese la oportunidad de corromperlo un poco, al menos podría “instruirle” en el arte de armar alboroto y desaparecer como si nada hubiese pasado.

Pero antes de eso tenía que preguntar… Jae no me dio una respuesta inmediatamente. Le sostuve la mirada sin dudarlo, no tenía que sentir lo que el sentía para saber que me estaba evaluando, que estaba comprobando si era lo suficientemente confiable como para decirme la respuesta que esperaba. Finalmente la respuesta llego, la susurro sobre mi oreja con voz ronca, una voz que asustaría a cualquiera, pero yo no pude concentrarme en ese detalle, a lo único que preste atención fue a la única palabra que dijo el joven: “Vampiro”.

Abrí los ojos, no tanto como antes, pero era obvio que estaba asombrada; sin embargo, no pude decir nada más. Tan pronto como me dio una respuesta se alejó, intente seguirlo y estire mi mano para alcanzarlo pero él ya estaba fuera de mi alcance.

- E-Espera…

Inútil, mis palabras no le alcanzaban, fui lo más rápido que pude tras el… en realidad, solo lo intente puesto que apenas di cinco pasos antes de chocar contra uno de los sirvientes. El sirviente comenzó a disculparse haciendo ostentosas reverencias que solo lograban llamar la atención de los invitados.

- ¡Neru!

Esa era mi madre. Se acercó rápidamente hasta donde me encontraba y me tomo del brazo hablando sin pausa, pero yo no la escuchaba, mis ojos seguían a Jae hasta que estuvo fuera de mi rango de visión y yo era arrastrada por Marie hacia un grupo de aristócratas.

Un hombre de mediana edad, una mujer cincuentona junto a su hija de veinte y tantos cuyas ropas era realmente llamativas, y un viejo vestido con ropas demasiado juveniles para lo que le correspondía. Ese era el grupo al que me llevaba mi madre, tan pronto como llegamos ella se unió a la conversación. En ese aspecto, la admiraba, sabia a la perfección que la verdadera razón que tenía mi madre adoptiva para juntarse con aquellas personas era el poder usar sus influencias cuando lo necesitara pero es que lo hacía parecer tan real. Sin embargo, en esos momentos no estaba para admirar la actuación de Marie, no me importaba en absoluto el tema de conversación. ¿Qué el conde de quien sabe dónde se casaba? ¿Qué la hija del duque le había sido infiel a su prometido? ¡No me importaba! Yo solo quería encontrar a Jae.

Mi oportunidad para escapar del grupo de “amigos” de mi madre llego mucho antes de lo que esperaba, un joven, Cristien si no me equivoco, llego al grupo con la excusa de conocerme. A Marie pareció parecerle la mejor manera para que yo aprendiera a comportarme con los nobles ya que el joven tenía toda la pinta de ser el típico aristócrata que desprecia a la clase baja. A mí eso no me hizo ninguna gracia pero al menos podría alejarme, en algún momento de la conversación Cristien y yo terminamos en uno de los pasillos donde había muy poca gente. Yo andaba distraída y solo asentía a las palabras del otro sin prestarle real atención, pero le dirigí una mirada cuando note que se estaba acercando demasiado. ¡Maldición! Ese tipo no quería “conocerme”, no de la manera natural al menos, no tarde en notar sus verdaderas intenciones y además sabía que no lo había planeado solo, las “damas” a las que había ofendido antes se encontraban a poca distancia, burlándose de la situación en la que me habían puesto. Imaginar lo que querían no era difícil, deseaban hacerme quedar como la chica proveniente de la clase baja que tenía por costumbre aprovecharse de los jóvenes aristócratas, y si intentaba librarme a la fuerza me llamarían salvaje. En todo caso, yo salía perdiendo. Ayuda… estaba vez no iba a poder librarme por mi misma.

por Invitado Lun Nov 26, 2012 9:34 am

Me contenté sabiendo que la había perdido de vista. Exactamente ahora, estaba completamente arrepentido de haberle dicho que es lo que era. Sabía o al menos, tenia la corazonada de que no lo andaría divulgando por ahí, principalmente, por que ella debería saber, que si era acusada de bruja, no solo la quemarían en una hoguera, sino que su familia también sería destruida. Cosa que tampoco quería que pasara. Así que tampoco contaría nada de lo sucedido. De alguna forma, creo que ni siquiera si ella contase que era un vampiro lo diría. al fin y al cabo ella era una humana, tenía vida y amor. Sol y armonía para disfrutar aun. A pesar de que era muy joven, como vampiro. No podía disfrutar del mismo modo. No podía ir a donde quisiera cuando quisiera y eso me daba un nuevo tipo de envidia hacia los humanos. Unos celos de poder ser como ellos. Pero era imposible, ya no había vuelta atrás.

Sonreí unos momentos cuando recordé su "E-espera" tan suave, tan tierno y sorprendido, que me hubiese quedado de no ser que no sabía exactamente como mirarla a la cara. Quizá luego le pediría a mi padre mas datos de aquella familia. La buscaría en otro momento en un lugar mas privado. Pero es que no quería verla, no quería siquiera pensar que ella sabía un secreto mío. El único y mas importante de mis secretos. Me temblaba el pecho, de pensar que quizá ella los odiaba y me tiraría al medio del sol. Desconfiado era mi segundo nombre; testarudo el sobre nombre.
No importa que ella me dijera mil y una vez que no le importara, seguiría desconfiando y desconfiando con el paso de los años; pues en nada creía y a nadie quería. Pero al mismo tiempo, deseaba y añoraba a todos. Una bipolaridad extraña, pero no del todo desagradable, cuando no se sabía exactamente que pasaba por mi cabeza. Cosa que era molesto con Neru, pues aunque ella no sabía exactamente que era lo que entraba en mi cabeza y salía. Y podía percibir, un poco de mis sentimientos.

Y de repente, ella estaba allí, a unos cinco metros, podía verle el rostro horrorizado y un muchacho hablándole. Probablemente tenía mi edad, o un poco menos. Se veía realmente atractivo, pero era el típico aristócrata en busca de una esposa adinerada. Con perfumes y esas extravagancias que odiaba completamente. Rodé los ojos, pensando en si ayudarle o no. La verdad, es que por lo que había visto ella debía de estar sufriendo tener que hablar con ese hombre.
Suspiré y tomé todo el coraje que tenía, cerré mis ojos y me encaminé directo hacía allí. Sentía que me observaban un poco, quizá pensaban que estaba celoso. Pero estaba muy lejos de eso, los celos, no era algo que la gente se ganara de mi tan fácilmente. O al menos no ese tipo de celos. Tenía celos de otras cosas, cosas materiales o de talentos. Pero no físicos, lo físico no me importaba realmente.

-Mademoiselle, me permite llevarla a la pista. Si no le importa a usted Mossier por supuesto...

Susurré mirando al hombre fijamente, usando un poco de mis habilidades, para que acepte carismática mente arrancarle la mujer que probablemente deseaba como prometida. Tomé la mano de Neru y poco a poco fui hacía la parte del baile, tomándole la cintura y una mano, mientras bailaba perfectamente el ritmo de la canción. Una de mis pocas habilidades, era poder bailar y cantar hermosamente.
Suspiré mirándola y negué un poco. Que era lo que hacía? Salvando a una humana, al fin y al cabo, de las garras de un hombre. Pero esa era aquella vida que ellos tenían, no sabía por que interfería.

-Cállate o te boto con el Sir rico.

Amenacé sobre su temple, mirándola a los ojos, esos ojos rasgados que me recordaban a mi lugar de origen, la Asia lejana. Seguíamos dando vueltas, mientras la música nos acompañaba, una melodía serena, así que íbamos lento, acompañados por demás personas a nuestro alrededor.

por **Neru Le Course** Vie Dic 14, 2012 2:06 pm

Pero que hombre más molesto era aquel que me tenía sin salida por el momento. ¿Qué quería? ¿Dinero? ¿Poder? Sí, eso era exactamente tras lo que estaba. Si bien lo que inicialmente quería era “ayudar” a aquellas damas que yo había ofendido momentos atrás, era obvio que el pensamiento de formar una unión conmigo y de esa manera ganar tanto el poder como los tesoros de mi madre había pasado por su mente. Un momento estaba pensando en que podía hacer para quitarme al molesto noble de encima y al siguiente… ¿había sido salvada? Apenas pude entender las palabras del joven que acaba de unirse a la conversación que tenía puesto que mis ojos y el resto de mi atención estaban en su rostro, era al que había estado buscando.

Cuando finalmente pude comprender lo que sucedía note que algo era extraño, aquel noble que momentos antes había insistido tanto en mantenerme a su lado y molestarme tanto como quería ahora no oponía resistencia alguna a dejarme al lado de él joven asiático ¿era en serio? Después de acceder con unas pocas palabras, el noble se despidió y se fue caminando en dirección opuesta a la que nos dirigíamos Jae y yo.

Seguí al joven asiático hasta la pista de baile… un momento, ¿bailar? Mire un poco preocupada a la parejas que en esos momento se encontraban dando vueltas al ritmo de la música. En el tiempo que había vivido con Marie, ella se había ocupado de contratar a numerosos profesores que me enseñasen a bailar pero ninguno había logrado los resultados deseados. Bueno, al menos podría hacer algo para no ir por ahí pisándole los pies al joven ¿verdad? Cuando comenzamos a bailar no pude evitar notar que el joven que me acompañaba lo hacía perfectamente mientras que yo debía concentrarme en cada paso que daba, que lamentable espectáculo estaba dando en aquellos momentos y al resto de aristócratas no les paso por alto.

Y al final el joven hablo, lo había estado esperando pero aun así me desconcentre por un momento lo que ocasiono que pisara uno de los pies del joven.

- L-Lo siento…

Me disculpe de inmediato y luego sonreí al recordar lo que me había dicho unos segundos antes en un tono amenazante, que aun así no me asustaba realmente.

- Deberías ser más específico.

Claro, cualquiera podría confundirlo, pues por una parte podía ser un: “No digas ni una sola palabra” o “No digas nada acerca de mi siendo un vampiro” Ambas opciones era diferentes por supuesto.

- No diré nada… ¿Qué podría sacar de ello?

Le dije algo más seria refiriéndome a la confesión que me había hecho antes de dejarme en medio de tantos nobles. ¿Por qué pensaría que diría algo sobre ello? ¿Para causarle problemas? Eso era, para mí, ridículo puesto que él también sabía que yo era una bruja, ¡y que encima podía usar magia negra!

- En realidad… estoy feliz, por haberte conocido. No estoy loca… o al menos no por completo pero… es solo que no conozco a nadie más que sea, al menos, parecido a mí. Fuera de lo común.

En esos momentos, Jae era la única persona, aparte de Marie, que conocía mi pequeño secreto, uno que podía llevarme a la hoguera en cualquier momento.

por Invitado Sáb Dic 15, 2012 2:22 pm

Una risita juguetona salió de mis labios al ver esos movimientos algo torpes y el pisotón me sacó una mala cara, negando y con disimulo la cargué sobre mis propios pies, sus tacos me molestaban un poco y ella quedaba casi a mi altura, pero al menos podíamos bailar mas fluidamente, al mismo compás de los demás. Esas miradas se pegaban a nosotros. Era obvio que les molestaba, pero no era como si eso me importara. Ellos eran simples humanos que mi padre buscaba para sacarles algo. Diversión no era algo que se encontrara en los pensamientos de mi progenitor con los humanos. El buscaba hacer negocios con ellos, para usarlos de buena forma. No les robaba, pero era evidente que siendo vampiros nos servirían mucho mas los negocios que a ellos. La diversión de mi padre siempre era con los de su misma especie. Gente que no se muriera y que no tenga riesgos.

-Tsh,Bruta... No me refiero a eso. Solo, obviemos el tema por ahora, si? Y no puedes sacar ningún provecho de eso. A lo sumo sufrirás tu~

Susurré cerca de su rostro, mientras el ritmo iba cambiando y le sonreía siguiendo esa melodía, abanicándola sobre mi, llevándole como deseaba, de ese modo "bailábamos" bastante bien. Una de las cosas que mas adoraba. Si hubiesen puesto algo de moverse o de algún deporte, hubiese sido el hazme reír de todo el grupo. Pero en el caso de bailar con una melodía armónica. Era muy bueno, juguetón y precavido. Y justo cuando sus palabras terminaron, una mano se interpuso en nuestro baile y nos separó, nuevamente. Era el cambio de parejas y ahora me veía bailando con una joven occidental y a ella con un rubio de alta estatura. La miré de reojo y luego observé a la muchacha, sonriéndole de lado. La llevaba para el lado de los otros dos con disimulo, bailando con la misma fluidez y tranquilidad de antes. Esperando al próximo cambio de parejas, para así agarrarla algo fuerte, y volverla a poner sobre mi.

-A nadie? París esta infectado con vampiros... Hasta hay un teatro de ellos, quieres ir? Serás el plato principal.

Dije jugando, mientras volvía al baile, sonriendo divertido, mientras pasaba mis manos por su cintura y apoyaba todo donde debía, haciéndola girar delicadamente en su propio eje, para volver a sujetarla. La gente nos miraba de reojo y probablemente hablaban algo mal, pues el hijo de quien había hecho la reunión y la "Hija" de una aristócrata bailando de ese modo, "Que mal". Me daba algo de gracia, pero de todos modos seguía hablando y preguntando. Aquella bruja me entretenía era encantadora y algo traviesa. Me daban ganas de aplastarla entre mis brazos.

-Que debería hacer, es molesto que sepas lo que soy; pero me delaté solo. No es así? Debo hacerme cargo?

Pregunté mordiendo mis labios, pues ciertamente me había delatado solo, el hecho de haber partido la puerta no era algo de lo que hecha tuviese la culpa. Mas bien, fue la culpa de los demás que nos sacaron de tan adorado momento.
Pero todos esos pensamientos terminaron al sentir como la música paraba. Miré hacia arriba y a un costado y vi como anunciaban que traerían lo que sería la mesa dulce. Y con ello muchos chocolates, dulces y postres. Empecé a moverla algo tosco hacia un lado, pues la seguía teniendo sobre mis pies. Pero teníamos que dejar que los mozos pasen hacía la mesa y dejen todo allí.
Me arrimé un poco cuando vi una camada de postres prendidos fuegos y me quedé con los ojos abiertos. Jamás había visto algo así y el hecho de que fuese fuego no era algo que me agradece demasiado. Que clase de cosas pensaba mi padre al contratar tales postres?! Si nos llegábamos a quemar, nos haríamos cenizas...

por **Neru Le Course** Jue Dic 20, 2012 4:19 pm

Se estaba riendo, ¿le parecía divertido verme bailar? Bueno, quizá debería admitir que mis desastrosos intentos por bailar eran algo cómicos y al menos esa reacción era mejor a las miradas de desprecio. Aun así no pudo más que poner una mala cara cuando le pise lo que me hizo reír un poco. Finalmente se cansó de ello y me puso sobre sus pies, si bien de esa manera bailábamos de mejor manera también atraíamos aún más las miradas de las personas.

Gire los ojos ante sus palabras y aquella sonrisa, me divertía, lo cual era algo raro teniendo en cuenta en donde estaba y lo que llevaba puesto, pero lo cierto era que el joven asiático hacia que olvidara todo ello por un momento. Justo cuando termine de hablar sentí como otra mano me tomaba de la cintura y me obligaba a bajarme de los pies de Jae para bailar con un joven rubio. Había olvidado los cambios de pareja por lo que el encontré de pronto frente al alto joven rubio me sorprendió y olvide como moverme por unos segundos, luego note la mirada de molestia que tenía por lo que comencé a bailar con cuidado. No podía permitirme desviar la mirada ni un segundo para no perder la concentración que ponía en cada uno de mis movimientos, que si bien no eran los mejores al menos no iba a pisarle. Luego de unos minutos volvimos a cambiar de parejas y al ver con quien bailaría a continuación suspire de alivio.

- ¿Infestada? Pues he tenido mala suerte o seria porque tanto Adam como Marie son extremadamente cuidadosos.

Sí, mi padre era del tipo que temía cada segundo de su vida que algo me pasara y ahora era Marie quien hacía lo mismo. ¿Era eso lo que significaba tener padres? Sonreí divertida al ver los rostros de los demás presentes, seguro se sentían ofendidos y hablaban todo tipo de cosas por lo bajo.

- Si es un teatro quiero ir, tranquilo no creo que sea fácil comerme.

Reí un poco. En realidad, lo de estar rodeada de tantos vampiros podía asustarme un poco pero simplemente no podía evitar el querer ir a un lugar de ese tipo. Además, quizá pudiese evitar el ser comida de alguna manera.

- ¿Hacerte cargo?

¿Qué quería decir con eso? Me dejo algo confundida puesto que en ese momento la música dejo de sonar y me llevo, aun sobre sus pies, hacia un lado. Vi como los mozos se movían rápidamente para colocar la mesa de postres, y que postres para más peculiares los que llevaban. Los demás invitados también miraban sorprendidos aquellos dulces envueltos en fuego. Curiosa, me acerque a la mesa y tome uno de los palitos con frutas llameantes.

- ¿Esto puede comerse?

Pregunte en un susurro casi inaudible puesto que hablaba más para mí misma, los demás nobles tenía toda la pinta de estar asustados por lo que el anfitrión había decidido ofrecerles, tenía que admitir que aquel hombre sí que sabía cómo llamar la atención. Me gire a ver a Jae y me sorprendió encontrarlos con los ojos tan abiertos.

- ¿No pueden… tocar el fuego?

Solo era una leyenda como muchas de las historias que se contaban en las calles acerca de los seres sobrenaturales pero algunas tenían algo de cierto. Si era verdad que los vampiros no podían acercarse al fuego, ¿qué estaba pensado su padre para colocar aquellos tipos de dulces en la mesa?

Recordé que el palito de fruta aún estaba en mi mano así que con cuidado lo fui acercando a mi boca, en el momento en que las llamas estuvieron a punto de tocar mis labios cerré los ojos pero unos segundos después comprobé que no me había sucedido nada. Abrí los ojos lentamente y vi sorprendida como las llamas se habían retirado a los lados. Que extraño. Termine de comer la fruta y decidí que eso iba a ser mi cena pues no estaba demasiado segura sobre si tomar otro de aquellos postres. Los demás invitados al ver que mi cuerpo estaba ileso se fueron acercando a la mesa para tomar lo que deseaban.

por Invitado Sáb Dic 22, 2012 12:53 pm

Escuché con atención sus palabras, cuando al fin pudimos retomar la conversación y mi mirada estaba fija en aquellas frases que salían por lo aires. Evidentemente ella no era tan descuidada, ya que por mi parte al haber llegado París me tope con demasiados vampiros, algunos demasiado fuertes, otros neófitos comunes, pero habían tantos que me daba algo de miedo caminar por las calles. Realmente era la raza que mas abundaba, probablemente por la facilidad que se tenía para convertir.
Me causaba un tanto de gracia como ella miraba a los demás, pero negaba un poco por la situación. Entre ella mas los mirase, ellos mas hablarían o comentarían.

-Debe ser, realmente hay muchos... Oye, deja de mirarlos o ya harán algo para separarnos~

Enarqué una ceja cuando dijo que sería difícil comerla. Ciertamente siendo una bruja negra podría ser difícil, pero no imposible, y mucho menos si ella iba a ese tipo de lugar, donde los vampiros estaban por todos lados, buscando ricas auras para devorar. Las mas oscuras o las mas blancas eran la preferencia. Las vírgenes también eran uno de los platos principales por lo que se peleaban. Era realmente cómico verlos enojados por que uno se devoro a tal o a tal. Pero yo no tenía preferencias y tampoco solía matar a nadie. Mas bien bebía lo necesario y luego me retiraba carismática mente de la situación.

-Pues si así lo crees te mandaré una invitación al teatro, para la próxima semana. Te parece?

Espeté observando como ella tomaba un palito y hablaba para si misma. A lo que obviamente le respondí. Sabía que eran ese tipo de platillos. La verdad es que adoraba cocinar, y hasta aquello lo había preparado una vez. Estaban recubiertos por un fuego azul por debajo y rojo por arriba. Lo que provocaba que el caramelo se tueste un poco. Pero luego la parte de adentro era esponjosa y realmente deliciosa. Pero una cosa era hacer uno o dos de esos postres y otra cosa, era que hubiese tantos en un solo lugar. Si a los mozos se les llegaba a caer o prendían algo fuego, sería catastrófico y mortalmente peligroso para los "anfitriones".

- Son ricos... Pero...No pensé que elegiría esto de postre. Mmm Si podemos tocar el fuego, pero como tú, yo me quemo. Como a cualquiera, el fuego, le quema y no somos la excepción. Al marguen de que un fuego prolongado también nos consumiría y nos mataría, solo si luego las cenizas son esparcidas. Pero no quiero pensar que pasa si no son esparcidas. Creo que renacen como los fénix, pero se dice que es mas doloroso que la muerte misma.

Le tranquilicé al ver como ella también se ponían algo atónita. Realmente no estaba muy contento por aquella decisión de mi padre, pero de alguna forma era lo mejor. Para quitar sospechas de cualquier cosa. Pues muchos preguntaban, como era que mi padre era tan joven, de solo unos diez o quince años mas que yo. Muchos pensaban que eramos una especie de inmortales traídos del infierno. Cosa que se acercaba bastante a lo que eramos realmente, pero necesitábamos sacar ese tipo de pensamientos. Y que mejor con cosas extravagantes de típico extranjero, llamando la atención a mas no poder. Pero con cosas que podrían ser demasiado perjudiciales, haciendo trizas esos pensamientos.

Una risita juguetona se hizo presente al verla comer y me puse a su lado, apoyándome en la pared de a un costado, la gente empezaba a acercarse y eso era bueno. Miraban todo impresionados. Se quedaban como si fuese algo completamente experimental. Y de repente una voz se escucho, explicando lo que estábamos comiendo. -"Cóctel de frutas al infierno" Con una cobertura del mas prestigioso ron, se puede sentir el sabor de las frutas cuando se apaga al contacto con los labios-
Explicaba mas cosas, pero las dejé de escuchar, para concentrarme en la muchacha a mi lado. Realmente en poco tiempo terminaría la fiesta y me gustaría intercambiar datos con ella. Para poder encontrarla en el teatro y quizá alguna vez para "Tomar el té" en el jardín. Apoyé una mano en aquello que ella estaba comiendo y con suavidad le robé un pedasito, estaba rico. Era una lastima no poder comer tanto. Ya que digerir era demasiado difícil para los vampiros. No podíamos disfrutar de ese tipo de cosas tan fácilmente.

-Oye, me escribes en algún papel tu dirección y eso? Te enviaré la invitación en estos días. Quieres?

Mi pregunta final fue mas bien un "Te animas" ya que ella parecía fuerte, no era necesario que la proteja con mis palabras. Ella sabría defenderse sola o al menos eso era lo que me hacía creer con sus formas de dirigirse. No sabía que tipo de poderes tendría pero esperaba que fuesen buenos...

por **Neru Le Course** Jue Dic 27, 2012 5:49 pm

Quizá debería dejar de ser tan cuidadosa con las personas a mi alrededor… por una parte podría conocer a más gente, algo que podría resultar interesante, pero también estaba el hecho de que aquello me dejaría de alguna manera expuesta a aquellos que eran un peligro para mí.

- Ah, ¿te molestaste?

No parecía especialmente alegre por mi contestación con respecto a lo de ir a aquel teatro. Bueno, él era el vampiro así que debía saber que tan peligroso era el lugar. Note como observaba los postres antes de darme una respuesta. La verdad es que las consecuencias de que el fuego lo tocara no me parecían especialmente diferentes a lo que le sucedería a cualquier humano, el problema era por una parte que eso iba a ser extremadamente doloroso para él y por otra parte que obviamente las personas normales entrarían en pánico si de repente su cuerpo volviese a la normalidad.

Alguien comenzó a explicar sobre el tipo de postre que habían servido y los invitados parecían algo más tranquilos al saber que aquellos dulces no eran ninguna locura del anfitrión. Solo escuche las primeras palabras, aunque me parecía algo interesante aquel tipo de comidas de nada iba a servirme oírlo ya que en mi vida había intentado preparar algo, no por ser como aquellas chicas ricas sino porque la única vez que estuve en una cocina casi ocasiono un incendio. Desde aquel día no se me había permitido entrar, incluso yo encontraba aquella decisión bastante razonable.

No me molesto en absoluto el que tomara un poco de mi postre, en realidad, incluso me parecía interesante verlo comer algo de eso. Sonreí cuando me pidió mi dirección, no se había enojado al parecer, lo que era un verdadero alivio para mí, y además podría ir a aquel teatro algún día.

- ¡Claro!

Conteste animadamente, pero luego le mostré una sonrisa más calmada para tranquilizarlo, tampoco quería que estuviese preocupado por dejarme ir a aquel lugar.

- Puedes decidir cuándo puedo ir o no, tu eres el experto así que ya me dirás si es demasiado peligroso o no. ¿De acuerdo?

Normalmente no dejaría que alguien más decidiera algo por mí, pero podía hacer una excepción por esta vez.

Vi como uno de los sirvientes pasaba por ahí con una bandeja así que, sin previo aviso, tome una de las servilletas con bordado, se veía costosa, y luego busque una pluma con la mirada, no la encontré. Bueno, no era como si alguno de los presentes fuese por ahí con una pluma… rectifico: la mayoría de personas no iría por ahí con una pluma a la mano excepto un viejo noble que parecía algo confundido. ¿Estaba bien que alguien tan anciano se encontrara en la reunión? Parecía que el pobre ni siquiera sabía dónde se encontraba y encima iba por ahí intentado que alguien le recibiera la pluma, quien sabe para qué.

- Disculpe, ¿me la prestaría por un momento?

Le pregunte amablemente.

- ¿Christopher?

Pregunto el anciano lo cual me dejo confundida, a pesar de ello tome la pluma y escribí en la servilleta la dirección de la mansión de Marie, la cual se había convertido en mi nuevo hogar. Volví a entregarle la pluma al viejo noble.

- Gracias.

- ¡No! ¡Christopher!

Grito el anciano mientras miraba a mi derecha, donde no se encontraba nadie, algunas personas voltearon a ver al anciano pero nadie parecía conocerlo ni querer ayudarle en absoluto. Pensé en que podía intentar encontrar a algún familiar suyo pero en ese momento apareció un hombre, quizá era ese tal Christopher, y se lo llevo ofreciendo unas disculpas.

- Al menos no andará por las calles.

Dije más para mí misma, no quería imaginarme lo que podría haberle sucedido. Luego volví a mirar al joven asiático y le ofrecí la servilleta con la dirección en la que podía encontrarme.

- Aquí esta~

por Invitado Lun Dic 31, 2012 1:34 pm

Negué con una tranquilidad inexorable cuando ella pregunto sobre mi enojo, realmente no estaba molesto, era el simple hecho de que ella deseara ir a lugares tan peligrosos lo que me ponía algo mal. El miedo a que le suceda algo me perturbaba y obviamente la posibilidad de que le robaran sangre era algo que me daba demasiada curiosidad. Como sería la sangre de una bruja? Que gusto tendría? El aroma sería diferente? Tenía muchas preguntas, pero eran cosas que con evidencia no podían ser respondidas y debían permanecer reprimidas, al menos por ahora.

"La suavidad de los humanos, es tan hermosa y distante como la clara sensación del sol cuando estoy dormido; se que está ahí, puedo sentirlo, pero no realmente. Es todo; una simple ilusión"

Y una ceja se enarcó como si quisiera salirse de su órbita. Que eran esas palabras y esa sonrisa que me daba tan hermosamente? Como si quisiera engañarme como ratón de laboratorio encerrado. Pretendía calmarme con una sonrisita dulce? Para nada podría, pero yo ya estaba centrado. Había terminado mi sorpresa y ahora me sentía tranquilo y suavizado. La gente empezaba a comer y disfrutaban magníficamente del postre. Entrecerré mis rasgados ojos y le dediqué una sonrisa mientras terminaba de masticar el pedasito y lo tragaba al fin. Tenía que morderlo mucho, para que todo quede muy líquido, lo suficiente para no causarle problemas a mi muerto organismo.
Le acepté que yo eligiera cuando ir, aunque siempre sería lo mismo; siempre es el mismo peligro no importa quien vaya ni cuando se vaya. Pero eso era algo que no iba a explicar. Aparte, que no todos los que iban al teatro se convertían en comida. Solo una misera parte y por esa razón era solo un mito, que la mayoría se negaba a creer. La mente humana siempre hace lo posible para que las cosas que son realmente in humanas, parezcan lógicas, buscando las mas extrañas explicaciones.

-Que...? Que haces...

Pregunte mas para mi que para ella, al ver que se iba por allí con un hombre que tenía una pluma en la mano. Eso me resultaba demasiado extraño, algo imposible y supuse que debería ser alguno de sus poderes. Ya que hasta hace un momento no se había notado aquel anciano y de repente cuando menos lo esperábamos y cuando ella lo necesitaba había aparecido como si nada.
Mis ojos estaban abiertos y desconcertantes y con la mano alzada tome muy sorprendido el papel que me entregaba. Empezando a reír de repente por la situación. Todos miraban al anciano y a la muchacha asiática. Era como el centro de la atención y suspirando pasé un mecho de mi cabello para atrás; envolviendo la servilleta; leyéndola un momento antes; para ya si guardarla en un bolsillo.

-Muy bien; tendrás una carta pronto. Pero recuerda no decirle a nadie que te invité; si?

Le decía mientras alzaba mi mano y acariciaba con mi dedo su nariz pasando a ir a los sillones que estaban en un costado; mientras observaba como los meseros empezaban a levantar los platos. Ya pronto terminaría la reunión pues era hora de ir a cazar para nosotros y luego debíamos ir a nuestras habitaciones bien cubiertas, para que ni un rayo de luz la cruzara mientras teníamos nuestro relajado sueño matutino.
Miré de reojo a la muchacha y la invité a sentarse a mi lado, apoyando mi codo sobre el brazo del sillón; mientras volvía a mirar de reojo al pobre anciano que seguía gritando un nombre de alguien que con evidencia no conocía.

-Que fue aquello? Ese hombre no creo haberlo visto jamás... De repente apareció cuando lo necesitaste, que hiciste?

Volví a cuestionar con la mirada fija en sus ojos y sus cabellos oscuros; ladeando la cabeza al tiempo que una taza llegaba frente a mi y un mesero nos ofrecía algo caliente de beber; a lo que pedí con un levantamiento de dedos un café. El café era delicioso, aunque también había té de varios gustos y el clásico, por su puesto. Aunque realmente me hubiese gustado una copa de whisky, pero como mi padre no deseaba ningún humano ebrio; había pospuesto el alcohol blanco para otra ocasión.

-Quieres un té, un café? Que deseáis Mademoiselle?

Cual casanova al acto, le pregunte a Neru; riendo despacito por la formalidad con la que me había dirigido, esperando su respuesta con ansias; no sabía realmente que haría. Si me seguiría el juego o se reiría diciéndome alguna tontería. La verdad ambas posibilidades me parecían hermosas, y no me preocupaba por lo que diría.

por **Neru Le Course** Vie Ene 04, 2013 6:26 pm

¿Reía? Durante el breve momento en que había conversado, si es que a eso podía llamársele conversación, con el anciano parecía que nos habíamos vuelto el centro de atención una vez, eso comenzaba a cansarme… los nobles sí que necesitaban algo de movimiento en sus vidas pues parecía que sus días eran completamente monótonos. Asentía ante la petición del joven. Debía ser lógico que no se pudiese invitar a humanos después de todo, a pesar de que no era una humana normal, mi sangre aun podía servir de alimento para algún vampiro. Pensar en aquello me llevaba a varias preguntas acerca del alimento para los vampiros.

- De acuerdo, no se lo diré a nadie.

En el momento en que acaricio mi nariz me sentí como una chiquilla a la que ha prometido ir a comprarle un dulce si se comportaba adecuadamente, en realidad aquello podía ser cierto solo que el “dulce” era llevarme a un lugar en el cual ponía en peligro mi existencia y… claro, ¿yo comportarme adecuadamente? Al menos podía evitar que me echaran del lugar a patadas, probablemente…

Seguí al joven hasta uno de los sillones mientras los demás invitados terminaban de comer sus postres y los meseros rondaban por ahí a la espera del momento en que deberían retirar la mesa. Algunos otros ya habían ocupados algunos asientos en los sillones y hablaban animadamente mientras que aún se escuchaban los gritos del anciano.

- ¿Eh? ¿No le conoces?

Que extraño… ¿de dónde había aparecido el anciano entones? La manera en que me pregunto que hice me hizo preguntarme a mí misma si realmente había hecho algo. ¿Era posible? No continúe preguntándomelo porque uno de los meseros se había acercado a nosotros ofreciéndonos una bebida caliente. Reí suavemente al escuchar la repentina formalidad con que se dirigía a mi.

- Creo que preferiría un té darjeeling, caballero.

Conteste con una sonrisa traviesa, siguiéndole aquel juego. El té darjeeling era uno de los favoritos de Marie y en los últimos días me había acostumbrado tanto a beberlo que ya podía decir que me gustaba.

Cuando el mesero se hubo ido y la taza de té estuvo en mi mano volví a pensar en el anciano, el cual había dejado de gritar y ya no podía ubicarlo con la mirada.

- m… no, estoy segura de que no puedo hacer aparecer personas de la nada.

Dije tanto para el joven como para mí, en realidad ni siquiera sabía si eso era posible para los brujos, de acuerdo, podíamos usar magia pero había límites… ¿verdad? La verdad es que considerar que tuviese otros poderes no era una idea que me agradase especialmente, estaba bien con los que ya tenía. No porque considerara que ya era suficientemente fuerte, sino que el tener que aprender a controlar otro poder no me entusiasmaba en absoluto… si ni podía controlar adecuadamente los que ya tenía.

- No, estoy segura que no hice nada.

Lo dije más para mí misma pues quería convencerme de que la aparición de aquel anciano no tenía nada que ver conmigo.

Estando segura, tan segura como podía estar al menos, de que no había hecho magia por accidente, tome un poco del te darjeeling que tenía y mis pensamientos volvieron al tema de los vampiros. ¿Qué tanto de lo que decían los rumores era cierto? Las historias de seres sobrenaturales siempre me habían atraído pero los humanos no siempre estaban en lo correcto así que saber las cosas por parte de un verdadero vampiro era una verdadera tentación. Pero tampoco quería que me lo dijeran todo de una vez, sería mucho mejor descubrirlo poco a poco ¿no?

- Dime… ¿Qué otros seres existen?

Si bien ya podía estar segura de la existencia de los vampiros, y las brujas por supuesto, había muchos otros seres de los que había oído hablar pero no sabía si realmente existiesen. Al menos quería saber eso, por ahora.

por Invitado Jue Ene 10, 2013 11:44 am

"Mas allá de la inmortalidad, existe un consejo, una existencia propia. El alma que se va desgastando, que se va haciendo débil ante el paso de los tiempos"

Le sonreí con ganas cuando acepto no contarle a nadie, cosa que me tranquilizaba, de ese modo no tendría que preocuparme por que otras doncellas me dijeran que las invite; las muchachas eran así. Celosas todas; buscando tener a cualquier noble como esposo a como dé lugar. Todas fingiendo ser novias o amantes. Y yo no tenía a nadie como amante, no en ese momento, estaba solo y así deseaba estar. Y por supuesto menos querría estar con alguien mortal, pues el solo hecho de pensar que morirían antes que yo, me frustraba.

Cuando nos sentamos ella largó una pregunta sobre aquel anciano y enarcando una ceja negué con profundidad. Con evidencia no lo conocía, aunque claro estaba a la mayoría de las personas de allí no las conocía. Eran simple carnada de mi padre, gente que usaría para los negocios o solo para experimentar nuevas sensaciones. No había ninguno de sus amigos, nadie que yo pudiese conocer. Pero eso no implicaba que no pudiese notar, que aquel anciano no era del lugar, no recordaba siquiera su aroma. Un peculiar olor a alpaca, como a lana vieja. Que pronto se empezaba a diluir en el ambiente.
"Por supuesto mi Lady, enseguida..." ; eran las palabras del mesero a nuestro lado; mientras se disponía a preparar nuestras bebidas; tomando el café con ambas manos lo apoyé sobre mis piernas, el dulce calor que se sentía al contacto con la piel congelada... 'Congelada en el tiempo, hasta que el fuego nos queme.' Era placentero y provocó que sonriera con dulce sensación, entrecerrando mis ojos ante el disfrute de la taza.

-Mmm, té negro Indio; no es así? Dicen que es el mejor, o me equivoco? Recuerdo haber leído un libro.

Susurraba mientras le hablaba con tranquilidad y de repente, como si fuese un fondo de obra de teatro, el aroma de aquel anciano iba desapareciendo, esfumándose en el aire como si por arte de magia hubiese desaparecido. El olor solo se enfocaba en el lugar donde antes estaba parado, no había rastros de que hubiese marchado, simplemente se había hecho aire. Dejándonos bastante estupefactos ante la situación.-
Podría haber sido un alma invocada por la brujita? Un alma que haya tomado forma y consistencia y que cuando ya no era mas necesaria se esfumaba. Los gritos que daba, quizá realmente era un fantasma y ella por instinto lo había invocado, todo me resultaba demasiado extraño, demasiado irreal; pero yo era un vampiro y los hombres lobos existían. Así que... Por que debería asustarme?

-Yo no te veo segura de nada, hahaha, pero dejemos el tema allí; que tal esta ese té?

Me acerqué oliendo su taza y cual niño juguetón, bebí un sorbo medio agachado, cerrando los ojos, para luego salirme de entre sus manos y la bebida. Delicioso. Simplemente era fuerte, lo suficiente para poder sentirle el gusto, pero suave, como para no darme hambre. Era excelente y a decir verdad me habían dado ganas de cambiar mi café por aquello. Pero mejor no, sería demasiado tedioso y el café no era algo feo, ni mucho menos.
Ya ante su nueva pregunta me sorprendí y le pestañeé. Aparentemente no conocía muchas cosas, aquello era interesante, pensar que una bruja no sabía de la existencia de otras razas o seres sobre naturales me daba pie para poder contarle las pocas cosas que sabía. Los libros que había leído. Me fascinaba la idea de poder hablarle de aquellas cosas.

- Mmm... Pues solo unos pocos mas, al menos en París; pero se dice de muchos, hay mitos de seres por todas partes del mundo. Te puedo decir que estoy completamente seguro de la existencia de dos mas. Unos seres que cambian sus cuerpos a formas animales; viven en doble de años que un humano... Conozco a una de ellos, quizá te la presente algún día. Su nombre es "Camila".

Murmure mientras ladeaba el rostro y bebía sorbos de mi café. Sonriendo como un tonto cuando hablaba de la cambia-formas. Aquella muchacha tan dulce como Neru, que había hecho que tenga confianza, que sienta ganas de tener a una persona mas cercana a mi. A ella también la había invitado al teatro, pero era por otras razones, promesas y confidencialidades. Que por lo contrario, con Neru era algo mas basado en la curiosidad, en la extrema necesidad de conocer. Me impactaba que fuese tan curiosa, pero adoraba ese tipo de sentimientos, como una niña. Eramos ambos seres pequeños, que podríamos tranquilamente corretear por el jardín y sentirnos libres. Pero Camila era alguien mas grande, a pesar de aparentar unos veinte años, tenia casi cuarenta y seis y se podía notar la madurez y la tranquilidad con la que se tomaba las cosas.

-El otro... Mmm mejor dime tú, que piensas que existe? Aparte de lo que ya conoces?

"Y en el final de una tragedia, nos envolvemos como dos amantes certeros, nos dejamos caer por la melodía de nuestros sentimientos, profundamente vamos recorriendo el camino del ser. Desligandonos del "No ser" sin caer en tentaciones prohibidas"

por **Neru Le Course** Sáb Ene 12, 2013 4:28 pm

Si veía hacia atrás, me había divertido, quizá era la primera vez que me divertía en alguna de estas fiestas por lo que agradecía haber conocido a Jae; sin embargo, habían pasado horas por lo que andar por ahí con el vestido de corsé me tenía cansada, deseaba con todas mis fuerzas quitármelo de encima y lo habría hecho si estuviese en casa, de hecho eso era lo que pensaba hacer a penas pusiese un pie en el piso de mármol de la mansión de Marie.

Escuche su comentario sobre él té darjeeling y pensé que a mi madre seguro que iba a agradarle el joven asiático solo por saber algo de aquel té. Reí suavemente por aquel pensamiento ya que era algo bastante típico de mi madre después de todo.

- Correcto, incluso lo llaman el “champan de los té”. A mi madre le fascina todo ello.

Le explique con una sonrisa, bueno, debía ser bastante evidente el que yo no lo había descubierto por mi cuenta, pero agradecía el al menos conocer una simple variedad de té, de otra manera no habría sabido que decir al tener que pedir una bebida en esta clase de reuniones.

¿Le divertía el que ya tratara de convencerme a mí misma de que no hice magia? Bueno, quizá podría resultar gracioso el verme así por lo que realmente no me molestaba, aun así le dedique una mirada con un débil matiz de molestia. Si, dejar el tema ahí estaba bien, no quería seguir pensando en aquel anciano que de todas maneras parecía haberse desaparecido del lugar sin dejar rastro.

Iba a contestar a su pregunta pero apenas había abierto la boca para decir algo lo vi oliendo la taza para luego tomar un sorbo. Parecía un niño, realmente parecía uno, lo que me hizo reír nuevamente con suavidad.

- Pues para mi es perfecto, pero ya me dirás lo que opinas tú.

Replique tranquilamente, seguro muchos habrían visto aquel comportamiento como completamente inadecuado pero para mí era de lo más normal. Vi como pestañeaba algo sorprendido por mi pregunta. ¿En serio era tan extraño que yo no supiese mucho, o más bien nada? Bueno, seguro que lo era teniendo en cuenta que era una bruja… ¡Una bruja que no sabía nada acerca de otras razas y probablemente ni conocía todo de sí misma! Tenía que admitir que aquello no era lo más normal del mundo ¿no?

Escuchaba con atención al joven asiático, todo aquello me interesaba. También había escuchado sobre todo tipo de seres de diferentes lugares, no, en realidad no creía que lo hubiese escuchado todo y por supuesto no podía decir que todo fuese real, pero eso solo hacia aumentar mi curiosidad. ¿Cambiaban de forma? ¿Y encima vivían más que un humano? Camila… Jae sonreía al hablar de ella lo que me hizo querer conocerla en algún momento.

- ¿Lo haras? Me encantaría conocerla.

Le dije entusiasmada. Ladee la cabeza intrigada porque el joven no había seguido hablando pero decidí no preguntar, por ahora al menos…

- Mmm… veamos. Solo te conozco a ti por lo que mi lista es bastante reducida jeje. He oído sobre licántropos… ¿son reales? Ah, además se supone hay otros que cambian a otros tipos de animales. ¿Por qué son diferentes?

En realidad tenía muchas preguntas, pero me obligue a no hacer de eso algo como un bombardeo de preguntas, primero porque de seguro me quedaba sin aire y segundo porque no estaba segura de que pudiese recibir todas las respuestas.

- Ah, dime. ¿Conoces a otros brujos?

Bien… no podía evitarlo. Además, el conocer a alguien más como yo quizá me pudiese ayudar, ya que nunca aprendí a controlarme perfectamente.

por Invitado Lun Ene 14, 2013 11:15 am

Asentí ante aquel seudónimo que me contaba sobre el té. Aunque la verdad no me imaginaba exactamente por que le llamarían así, pero no había dudas que era rico. Era tan gustoso que lo sentía casi o mas que a mi café. Miré a los lados al sentir varios pares de ojos clavados en mí y con vergüenza agaché la cabeza ladeando el rostro, esperando que aquellas personas dejarán de mirarme como a un mono de circo. Era frustrante, pues no me había dado cuenta de lo que podría provocar, lo bueno es que las personas quizá hasta pensaban que era producto de su imaginación.

"Malditos humanos, que piensan que lo tienen todo, que lo saben todo; solo son presas de los inmortales, carne de cañón, carne y sangre que nos alimentan. Por que piensan que son dioses? Por que siempre quieres provocar la ira de los de a su alrededor?"

La miré unos momentos al sentir la molestia anterior y solo pestañeé, mordiendo mis labios para por fin volver al tema de conversación nuevo que habíamos hecho. El tema sobre los seres sobre naturales, de los cuales me había informado hace poco, había hecho grandes investigaciones con el grupo en el que estaba "La alianza"; la comunidad de sobre naturales que se unían contra la iglesia, que también era una corporación que ayudaba a los pobres; había sacado muchísima información de allí y me había convertido en uno de los que sabían mayores cosas. Aunque muchas de las cosas que sabía eran solo mitos. Al menos podía informar a otras personas, tenía datos que algunos ni siquiera podían llegar a imaginar.

-Ella es una cambiaforma gatuna; tiene cuarenta y seis años pero parece de veintitrés mas o menos. Es bastante adulta; seguro te caerá bien. Oh! Pues vas encaminada, si ellos existen; pero jamás he visto una trasformación.

Un ligero pestañeo se formó en mis ojos ante su pregunta; pues eran muy diferentes, los mitad hombre mitad lobos, se convertían en unos seres horribles en las noches de luna llena, se hacían enormes lobos que no tenían consciencia de nada a su alrededor, simples animales cazadores, depredadores que solo pensaban en la destrucción. Y los cambia formas, podían cambiar en cualquier momento y solo era físicamente, pues mentalmente seguían siendo humanos, solo que con algunos instintos. Tales como los cambia formas gatunos, que les gustaba la leche, los juegos o la lana. Pero no es como si perdieran los estribos, eran cosas muy diferentes. Pero por supuesto, tenía que explicárselo de la mejor forma posible, pues quizá ella no lo entendería. A mi también me había resultado algo realmente difícil de entender. En general todo había sido muy duro, el entender todas las cosas que me rodeaban y poder al fin tener algo por lo que luchar. Eran muchas las cosas que me habían costado. Pero ahora estaba bien y si podía ayudar con información a alguien lo haría.

- Como decía; nunca he visto una trasformación, por que ellos se transforman en las noches de luna llena. Solo en esos momentos son unos lobos gigantes que pierden la humanidad, son como depredadores. No pienses que son cambia formas lobunos. Los cambia formas, solo se transforman en animales cuando quieren. Lo que sí. Ambos aparecen desnudos cuando cambian de nuevo en humanos. Lo digo por experiencia hahaha~ Mm? Brujos; si conozco, he presenciado a varios. Pero de pocos me entero que clase de cosas hacen. Es raro que un brujo utilice sus poderes en cualquier lado o que deje a alguien saber que son ellos. Pues al saber el poder de un brujo, es mas fácil conocer sus debilidades. Tu no conoces a ninguno a parte de ti?

Pregunté mientras seguía bebiendo, observando como los mozos empezaban a acomodar las cosas; la fiesta evidentemente estaba terminando, pero yo no quería que la conversación terminara, quería seguir conversando, pues aquella clase de diálogos me agradaban. Eran cosas donde yo podía aprender y podía enseñar. Cosas que muy pocas veces podía encontrar en otras personas. Y el claro hecho de que ella fuese una bruja que no sabía de otros de su raza me daba conformidad, pues yo mismo no sabía nada sobre vampiros hasta que llegué aquí, hasta adentrarme en una comunidad que me lo dijo todo. Que me ayudó a florecer en conocimientos que ni siquiera sabía que existían.

"Quiero ser el conocimiento continuo, la inteligencia infinita. Saberlo todo y enseñar todo lo que pueda. Ser un libro enorme, un cumulo de información inagotable. Ayúdame a poseerme a mi mismo; déjame embriagarme contigo, para que ambos nos sumerjamos a las profundidades del saber"

por **Neru Le Course** Miér Ene 16, 2013 8:25 pm

Me preguntaba como había Jae conocido todo aquello sobre los demás seres, para mí eso era algo a lo que debía admirar. Quizá había sido demasiado evasiva al momento de tratar con otras personas, bien… en realidad aquello era un hecho que lamentaba, pero no todo había sido culpa mía, o eso quería creer.

Oh… un gato, o una gata mas bien. Intente que aquello no me pareciera tierno pero me era casi imposible; sin embargo, sería mejor que no expresar algo como aquello cuando llegase a conocerla pues no podía estar segura de cómo lo interpretaría. Vivir por el doble de tiempo que un humano normal, vaya, parecía que todos Vivian mucho más que un humano. ¿Qué era eso? ¿Discriminación a los brujos? Bueno no… pero aquello resultaba extraño, los brujos también eran sobrenaturales, de alguna manera, pero vivíamos lo mismo que cualquier humano.

La alegría se asomó a mis ojos cuando oí que eran reales, bueno, ¿si existían los vampiros por que no los licántropos? Aun así era un mundo que apenas empezaba a conocer lo cual me hacía sentir por una parte entusiasmada, y por otra parte increíblemente insignificante dado que había tanto que desconocía a pesar de que estaba tan cerca de mí.

- Transformación…

Susurre para mí misma en tanto pensaba como debía ser. ¿Dolería? Bueno, eso tendría que preguntárselo a uno directamente. Cuando volví a mirar al joven note como demoraba en darme una explicación, ¿sería difícil? Bueno, yo tenía mucho que aprender. Deje que organizara sus ideas mientras tomaba él te que tenía tranquilamente, esperando ansiosa sus próximas palabras.

Me alegraba poder comprender lo que me decía. Siempre me había preguntado porque exactamente los cambia formas y los licántropos eran diferentes, claro que mi confusión podía ser a causa de que le daba demasiadas vueltas al asunto en mi cabeza pero igual, ahora ya podía estar segura de la razón. Así que… en cierta forma los licántropos eran más peligrosos y de cierta manera ¿quiénes más estaban en peligro? Puesto que si no tenían cuidado con la luna llena podrían exponerse frente a cientos de personas. Vaya.

La parte de los brujos era la que más me interesaba; sin embargo, parecía que no había mucho que pudiese decirme.

- Ya veo…

Suspire, resignada a ello. ¿Debilidades? Ah, claro. En realidad nunca lo había pensado ya que a lo que me habían acostumbrado era a permanecer oculta no ha enfrentar a alguien. Al parecer había hecho algo irresponsable hace unos momentos, pero realmente no podía pensar en que estaba en peligro, de hecho me sentía mucho más cómoda. ¿Era esa la sensación luego de que le has contado a alguien un gran secreto que creías tendrías que llevártelo a la tumba?

- ¿Eh?

Parpadee un poco confundida al oír su pregunta. Había estado demasiado metida en mis propios pensamientos por lo que había estado escuchando a medias en los últimos momentos.

- No. El único brujo al que conocí en toda mi vida era mi padre adoptivo, Adam. Marie, aunque conoce algunas cosas, es solo humana. Mi vida no ha sido muy interesante ¿no crees?

Me detuve un momento. Un pensamiento interesante paso por mi mente, pues quizá si había conocido a otra bruja, aunque era una lástima que nunca pudiese conocerla puesto que estaba muerta. Mi propia madre. Muchas veces me había preguntado cómo era que exactamente yo era una bruja y mi madre biológica era la una respuesta que se me ocurría… y si no era ella quizá mi padre biológico. Pero de él era muy probable que nunca conociera ni su nombre.

- Jae… ¿nunca te has preguntado por qué somos así? Independientemente de que tipo de ser seas, todo tiene que haber tenido un inicio ¿verdad?

por Invitado Jue Ene 17, 2013 1:05 pm

Me quedé mirándola, ella no parecía tener mucho contacto con lo sobre natural, sacándose a ella misma. Aquello era sorprendente, las brujas usualmente eran las que mas sabían de las personas como nosotros. Puesto que podían ver el aura, podían comprobar si estaban vivos, si tenían una parte animal. O al menos eso es lo que sabía de las brujas, que tenían la capacidad de mirar mas allá del cuerpo. Ver el interior y la realidad de cada uno. Por ende, era mas fácil para ellas diferenciar entre humano y sobre-humano. Aunque quizá me estaba confundiendo, la verdad es que ella me había dejado algo perdido.

"Muéstrame lo que hay en tu interior, para así poder saciarme de tu sabiduría, encontrémonos en el paraíso del saber y unamos el alma dulcemente"

-Quieres que te presente a los que conozco? Quizá puedas preguntarle cosas, pero yo no puedo decirte mucho de ellos. Quizá... Hay una conocida que es muy buena y le encanta el servicio, quizá te ayude.

Una risita salio de mis labios ante su mirada perdida. Era tan evidente que se había sumido en sus pensamientos, ella era un libro abierto, con solo verle los ojos, la mirada o las expresiones, podía saber exactamente que es lo que le pasaba. En ese momento podía saber que estaba confundida, como si le hubieses dicho una verdad infinita. O quizá era solo que no aceptaba esas palabras. Pero todo contribuía a sumirse en ella misma, quedarse como ida ante lo que la rodeaba. Y allí empezó a hablar, saliendo de su trance. La escuché atentamente, con mis labios sobre el filo de la taza, bebiendo delicadamente de allí.

- Ohh, pues no se si es exactamente de ese modo, pienso que lo interesante o no, es como se ve uno mismo... Si crees que no eres interesante, pues no lo eres para ti. A mi me pareces muy interesante, me encanta escucharte hablar, aunque eres una molestia.

Le expliqué con una sonrisa de lado a lado, ladeando la cabeza, asintiendo a sus palabras. Yo veía a todos interesantes, todos tenían algo para contar, algo de sabiduría para darme. Aunque fuese mínima, siempre aprendía de alguna persona. Iba recolectando poco a poco, aquella inteligencia colectiva que nunca había llegado a mi. Como a quien no le traen en regalo cuando nacen. Aquellas cosas que uno aprende a lo largo de la vida, no me habían sido otorgadas y solo lo aprendía con errores, con frases de otros, las iba recolectando poco a poco.
Y ella no era la excepción, aunque era molesta y daban ganas de coserle la boca era un ser extraordinario y una bruja. Cosa que no había tenido la oportunidad de toparme íntimamente con ninguna. Solo las conocía por la alianza, por la corporación en la que estaba. Pero no mucho mas. Me había hablado con una, pero hacía un largo tiempo. Me había mostrado imágenes; pero no la había vuelto a ver.

-No entiendo... No entiendo tu pregunta, te refieres al inicio de alguna raza o a ser lo que somos individualmente? De los brujos... Los brujos tienen lo que tienen por herencia. Estoy seguro; o creo, los cambia formas también, es hereditario. Los lycanes y vampiros por mordidas. Aunque es diferente, los licántropos solo tienen que morder en luna llena, cuando son lobos enormes. Los vampiros, es... Creo que es todo un ritual, con transferencia de sangre; es mas complejo. Pero te refieres a eso o al inicio de todo? No te entiendo, perdóname.

De repente me sentí frustrado, pues no sabía a lo que ella se refería. Si en verdad quería saber el inicio de todas las maldiciones, creo que nadie lo sabe. Solo algunas teorías muy vagas. Algunos dicen que fue el espíritu de un murciélago que se metió al cuerpo de un humano mediante la sangre y el espíritu de un lobo que se metió en heridas de fuego. Pero nadie sabe si es real. En realidad esos son puros mitos. Pero de los cambia formas, o de los brujos. Pues esas son cosas que se dicen que existieron desde siempre. Y mas que maldiciones eran dones. Intervenciones sexuales con otros animales. Muchas teorías ninguna respuesta específica. Pero tampoco era algo que le diría pues seguramente lo creería y solo eran. A mi parecer, cuentos de fantasía, teorías de humanos que querían darle respuesta a algo.

-Ahh... Pronto tendremos que despedirnos. La gente ya se esta retirando. Pero nos volveremos a ver, te enviaré carta y nos juntaremos. Si quieres aquí o en tu casa o en algún lugar de la noche parisina. Cualquier cosa estará bien.

"Y la gente que se iba nos separaría. Pero yo te buscaré; mi hermosa bruja, te encontraré y descubriré junto a ti los secretos nunca revelados"

por **Neru Le Course** Vie Ene 18, 2013 8:19 pm

Realmente no había estado escuchando a las palabras del joven a mi lado sino hasta que me saco de mi especie de trance. Solo entonces volví a prestarle algo de atención y me pregunte si se habría molestado por la manera en que parecía que me había desconectado del resto del mundo. Al menos él no me consideraba aburrida… o eso era lo que más o menos fue lo que logre entender con lo que intentaba escucharle. Lo que logro devolverme completamente a la realidad fue la palabra: “molestia”

- ¿M-Molestia?

Repetí suavemente. ¿Se refería a mí? ¿Era una molestia? Pensar que podía haberlo molestado me entristecía, no me gustaba ser una molestia para las personas en general pero me había acostumbrado a no encajar con la clase alta, en realidad con la mayoría de quienes me rodeaban; sin embargo, no quería que aquello sucediese con Jae también.

Iba a hacer una pregunta con respecto a eso pero… vamos que preguntarle directamente si me consideraba molestia era vergonzoso de alguna manera por lo que continúe callada mientras el joven intentaba responder a mi última pregunta. Si, lo intentaba puesto que al parecer no me había entendido del todo. Aun así lo que decía era interesante. No sabía que para convertirse en vampiro se necesitaba una especie de ritual ni que los licántropos solo podían hacerlo en luna llena. M… los vampiros parecían algo más sofisticados, ¿sería porque eran los que de alguna manera menos cambiaban? Los licántropos y los cambia formas… ambos eran parte humanos parte animales, pero los vampiros ¿qué eran exactamente entonces?

- Bueno… no me refería exactamente a ello. Supongo que los vampiros y licántropos que se transformar por haber hecho un ritual o haber sido mordidos es algo más fácil de comprender, pero ¿Quiénes fueron los primeros y por qué? Sobre cambia formas realmente no sé, pero para los brujos es hereditario y algunos eran humanos normales que aprendieron de un brujo. En realidad eso es más difícil de alguna manera…

Sobre lo último solo había escuchado historias de Adam, pero asumía que era mucho más difícil que aquello sucediese en el tiempo actual dado que era peligroso que un brujo se revelara como tal, por problemas con la inquisición y eso.

- En todo caso, me pregunto qué era lo que querían los primeros de cada especie… que fue lo que les hizo desear un poder mucho más allá de un simple humano.

¿Poder? Si querían poder debía ser para algo. ¿Cada uno quería algo diferente? ¿O quizá deseaban lo mismo? Eran demasiadas preguntas pero no tenía sentido que me las planteara en ese momento si ni siquiera poseía las respuestas más simples.

Di unos cuantos sorbos a mi té y volví a mirar a Jae, no quería volver a sumergirme en mis propios pensamientos como hace unos momentos. Sus palabras me hicieron mirar alrededor algo confundida, era verdad. Las personas comenzaban a retirarse de la mansión, en realidad, ya quedaban bastante pocas, apenas unos tres pequeños grupos que aun hablaban entre ellos en tanto terminaban sus bebidas.

- Ahh… es cierto.

Comente con cierto pesar al saber que pronto tendría que irme.

- De acuerdo, estaré esperando volverte a ver. M… de preferencia que sea en algún otro lugar ¿no crees?

Le dije sonriendo, mi taza de té ya estaba vacía y estaba segura de que apenas nos quedarían unos segundos más. Pensé en algunos lugares en donde podríamos encontrarnos, ya me había dicho que algún día me llevaría a aquel teatro de vampiros así que estaba pensando en ¿quizás un circo? ¿O un sencillo restaurante?

Estaba en lo cierto con respecto a que pronto me iría, vi a mi madre separarse de uno de los grupos de nobles y acercarse lentamente, tenía un aspecto algo cansado pero sin perder el encanto, producto de los especiales cuidados que daba a su cuerpo, que siempre tenía. Algunas veces me preguntaba si aquella mujer alguna vez se habría visto desarreglada. Cuando llego a nuestro lado sonreía amablemente.

- Ha sido una espléndida noche, Monsieur Jaejoong. Mi hija y yo ya debemos retirarnos, pero espero con ansias la próxima reunión.

Hablo con delicadeza en tanto yo me ponía de pie dejando la taza de porcelana en la bandeja de uno de los sirvientes. Mi madre comenzó a caminar hacia la entrada en donde ya nos esperaba un carruaje, yo me demore un poco.

- Nos vemos pronto Jae~

Me despedí cuando estuve segura de que mi madre no me oiría, ya que de seguro se enojaría por la poca formalidad de mis palabras. Sonriendo me di la vuelta y seguí a mi madre.

por Invitado Lun Ene 21, 2013 12:43 pm

Reí suavemente por aquella reacción ante la palabra. Al parecer le había afectado, aquello me sorprendía, pues había supuesto que ella sabía que era de ese modo. Similar a mi, que siempre soy una molestia o una carga. Ella era de algún modo alguien que necesitaba mucha atención, pues de no ser así se iba a su propio mundo. Al contrario de mi, que cuando no me daban esa atención empezaba a pedirla. Pero ella había entendido otra cosa y me sorprendía demasiado aquel pensamiento engañoso. Pues nunca lo diría de ese modo; la "molestia" de no querer estar con alguien. No lo diría por dos razones, primero, sería un completo cara dura. Y segundo simplemente me iría de su lado, sin molestarme en explicarle la situación.

"Calma no me mires con esos ojos, me agradas, te abrazaré con tal de que dejes de sentir eso"

-Oye; no me mires así. Eres una molestia, pero no mala. Si? No te enojes. Mmm ah? Y entonces a que te referías?

Pregunté pestañeando, mirándola fijamente, mientras escuchaba, sonriendo y asintiendo por sus palabras. Oh! Aquellas eran cosas que nadie sabía exactamente. Teorías? Pues de ellas había millones. Mitos, leyendas, cuentos infantiles. Sangrientas o rosadas. De todas las hipótesis, había mas de una de cada una. Pero si le contaba, le contaría las mas reales, las mas impresionantes a mi parecer. De alguna forma, las que mas me convencían, pues tardaría demasiado tiempo en explicarle o mas bien contarle cada una de las formas en las que se supone se crearon las razas.
Asentí a la explicación de lo hereditario, eso es lo que me habían dicho y era lo que mas entendía. Pero nunca había sabido si era exactamente verdad la otra parte ; pues pensaba algo como "aprender a ser vampiro" pues primero había que ser un vampiro. Pero con las brujas, eras humano y aprendías a ser brujo?! Que clase de cosas eran esas? No las entendía, se me hacía demasiado difícil. Pero aún así lo creía. Sin refutar, aceptaba lo que me decían, si me lo explicaban con determinadas palabras.

- Desear... Por que dices eso? No es como si los primeros hubiesen deseado ser así. Es decir, hay teorías. De ellas te puedo hablar toda la eternidad. Pero al menos en mi raza, la que yo mas creo, dice que fueron unos espíritus. Que entraron en el cuerpo de una reina y un rey. Justo cuando estaban muriendo desangrados. Pero tiene una historia mas fundamental. El problema es que ahora no tenemos tiempo.

Mientras jugaba con la taza de café entre mis dedos, le fui contando lo que yo creía. A decir verdad, el hecho de que fuesen unos espíritus sería lo mas conveniente. Aunque muy raro, al fin y al cabo esos espíritus deberían haberse quedado solo en esas dos personas. Pero se convirtieron en una enfermedad, en una maldición que se pasaba a través del rito oscuro. Increíble, pero verdadero. Le sonreí de la misma manera cuando me dijo que nos juntáramos en otro lugar y le tomé suavemente una mano, para besarle el dorso. Mirándola con una sonrisa juguetona, mis ojos demostraban que ya tenían hambre. Y solo atiné a levantar mi cuerpo y soltarle la mano al sentir a su "madre" acercarse a nosotros.

- Ah! Mon Mlle, vuestra presencia ha sido encantadora en la reunión. Os esperaré en la próxima, sois una invitada muy especial para mi padre.

Con una sonrisa de lado, pasé mi mano a la ajena y le besé aquel dorso de la madre de Neru, apoyando, la otra mano en mi espalda, para así separarme con una sonrisa caballerosa. Volviendo a reverenciar a la bruja y a la aquella otra mujer. Mi rostro estaba encantadoramente pálido. La noche se profundizaba y con ello mi hambre. Me quedé mirando como la mujer mayor empezaba a irse y con ello, desvié mi mirada a la ajena; sonriendo como todo un señorito.

-Adiós molestia de brujilla. Ya te enviaré una carta pronto; no me extrañéis.

Y en una risilla me empecé a encaminar hacia donde estaban ellas, mirando como iban saliendo, solo controlando, bostezando. Muy pronto la volvería a ver y con ello le contaría todo lo que sabía y por supuesto intentaría averiguar mas de las cosas que aún no sabía. Mantener mas sabiduría, para poder instruir mas a aquella bruja tosca y bella con la que me había encontrado aquella noche.

"La dulce sensación! Ah! Cerrar un capítulo, donde en la próxima visita te querré mas. Por que eres un ser extraño, un ser que quiero para mi y que desearé aún siendo que puedes ser todo lo que odio"

pd: si quieres responder y luego cerrar. Pronto hacemos otro, si?

por Contenido patrocinado

Fiesta a papa (priv)

Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)

Re: Fiesta a papa (priv)