Juegos de Cama (Privado)

por **Santhiago Morel** Lun Oct 29, 2012 5:08 pm

Perspectivas diferentes a vidas extrañas, perspectivas ajenas y una vida de sangre y sed, que más se puede esperar de una vida donde todo lo que pides se te cumple o donde todo lo que desees se puede volver realidad ¡que agotamiento de vida! Pero vamos que a los seres como este hombre que se viste de traje negro, capa negra, con un bastón ocultando algo que puede acabar con ciertas personas, eso es algo que disfrutan, ver la tortura y el sufrimiento de los que le rodean y más si son el causante de dicha infelicidad.

La luna en lo alto, los caballos agitados, relinchando golpeando sus cascos contra el suelo; sienten la presencia de un ser oscuro, frío y calculador…un golpe en dentro del carruaje anuncia su andar directo a la ciudad, pero su recorrido solo muestra un siniestro plan, el de mantenerse con vida, tomar aquello de cualquier jovencita e incluso tomar la flor de una doncella.

El sendero de oscuridad le lleva a los lugares más sucios pero apetecidos por los seres de su casta, de su credo y de su legión, el letrero de una taberna ya familiar para él se luce más de entre todas las demás…aquello fue un llamado, una incitación al vampiro a pasar la noche en busca de acción pero ¿qué tipo de acción? Quizás un partida de cartas que terminé en un fatal encuentro para quien le rete, o quizás solo el típico juego de ajedrez donde las piezas sean los humanos del lugar… ¡Qué difícil decisión!...lo más sensato sería regresar a casa y jugar esa partida con su hermana, o tomar como ficha a su otra hermana, que dura la vida de un ser que solo busca saciar todos sus apetitos.

-Que va, veamos si la suerte nos acompaña esta noche, quizás alguien con quien valga la pena jugar y no cualquier puta fácil que regalar-

Suerte o presagio, su bastón toca las calles empedradas, dejando detrás de él, el sonar de sus zapatos entrando al lugar…sentándose en la parte más oculta de la taberna, en aquella mesa tan conocida por él, dejando así que la oscuridad atrape su presencia, la mirada de todos y todas se cierne sobre aquel que entra sin mirarles, más su mirada se despierta segundos después de su llegada, una mujer, no, era esa mujer, otra zorra que entraba a buscar clientes para llevarse los a la cama, quizás solo eso eran trapos fáciles para follar, ni una valía la pena, ni siquiera la que estaba acercándose a dar sus servicios que con una mirada prefirió alejarse, otra se volvió a acercar a su costado tocando sus hombros -Si no quieres morir mejor lárgate a abrir tus piernas a otro incauto- dejó dicho mientras bebía su "trago" (sangre)

-En este lugar no hay más que basuras, ninguna que valga la pena coger ni siquiera para jugar, menos para follar- susurró desencantado de la noche.

El juego comienza y la captación también, quien será el jugador inicial esta por iniciar.

por **Évelyne/Darya Ivashkov** Miér Dic 05, 2012 11:12 am

Estaba allí, sentada en la taberna pero alejada del jaleo. ¿Qué le pasaba a todo el mundo? ¿Acaso había algo que celebrar? Bebiendo sin parar, ebrios por el alcohol y ebrios de felicidad. Cuando pasaban ''mis compañeras'' eran manoseadas por todos los hombres de la sala, como si fueran muñecas sin sentimientos. Aunque, yo soy como ellas, cortesana, y sé que a veces hay que llegar a ciertos extremos para sacar algo de pasta (aunque parecía que se lo pasaban bien).
Cogí su larga mata de pelo y se la colocó a un lado de la cabeza y llamó a la mesera para que le sirviese un vaso de whiskey. Esta vez, no estaba allí para trabajar, estaba allí como una clienta de la taberna así que si algún gracioso se acercaba pasaría de él pues estaba descansando. Me resultaba algo gracioso que toda esa gente que estaba en la taberna tuvo que pasar obligatoriamente por la puerta y ver a la pobre anciana que estaba en ella. Tan delgada, tan amargada la pobre señora...A lo que me refiero es que siguen tan panchos y felices...como si nada...y sin soltar ni una moneda. Yo le dejé un poco cuando entré.
La mesera al fin me trajo el whiskey y empecé a tomármelo, tranquilamente. De repente, miré hacia el frente y había un hombre de aspecto agradable, aunque había algo en su mirada que me llamaba. Lo miré solo por unos segundos y desvié la mirada hacia otro sitio; parecía disgustado por alguna cosa pero decidí no moverme de mi sitio y seguir bebiendo hasta que llegue a mi límite.
Suspiré y bebí y bebí hasta que el whiskey consumí... Me encogí de brazos esperando a que viniese de nuevo ésta.
Aunque no quería admitirlo necesitaba algo de acción aquella noche. -Vaya mierda de día...-

por **Santhiago Morel** Miér Dic 05, 2012 5:49 pm

El tabernero pasó frente al Morel indicándole la botella “especial” aquella con sangre y un poquitín de licor para no olvidar el sabor de este sin mirarle mucho Santhiago tomó su copa y la bebió en eso la mirada de una jovencita se cruza con la de él cuando bebía en eso uno de las zorras se sentó en las piernas de él algo que le desagrado por completo pues las sucias y malolientes manos de aquella puta le tocaban el cuello y el pecho buscando su billetera para robarle, con la mirada sería e intimidante se la quedó viendo haciendo que esta le comience a insultar diciendo que no quería pagar por un servició oral que le había ofrecido, pero Santhiago ignoró a la mujer, no era de maltratar mujeres así por así, bueno la verdad es que si le excitaba todo lo irracional y hasta cierto punto animal, pero no con cualquier sucia mujer, debía ser al menos una que valga la pena excitarse para poder correrse sobre ella.

Entre improperios la mujer fue sacada por el tabernero que sin mirar más ni preguntar siquiera como se dieron las cosas optó por mandar a la calle a aquella puta…pues bien sabía o mejor dicha conocía como ningún otro al “hombre” así que en vez de sacar a ambos sacó a aquella, por lo que Santhiago se levantó de su asiento y se colocó junto a la chica al menos así las otras zorras del lugar no se le acercarían, hasta que escuchó lo del día lo que le hizo sonreír y negar con la cabeza con su bebida en mano

-No es una mierda de día, es un hijo de puta día, con un sol que te mataría y con una noche que te avergonzaría toda tu vida si te atrevieses a mirar- no la mira se concentra en su bebida y en la música que va amenizando el lugar, en las risas y en los gritos de los jugadores empedernidos y otra que otra riña en la calle.

-Porque preocuparte por un hijo de puta día, cuando mejor deberías preocuparte por una noche devastadora, a todo esto, no crees que el alcohol no te dejará recordar nada a estas alturas tu sangre es más ron que sangre…toma algo menos embriagante que whisky- medio sonríe, una sonrisa de lado se puede decir pero solo era una mueca de un atisbo que no tenía, dejó su vaso y se dignó a mirar a la muchacha, una joven castaña de apenas unos 20 años calculados, con un cuerpo delgado y no muy pronunciado, a la vista nadie diría que era una puta más, aunque el aroma de hombres en ella era más que obvio para cualquier sobrenatural –de cuanto es tu tarifa- preguntó secamente sin dejar de mirar esos ojos avellanas.

Su intención no era follarla, sino quizás jugar con su mente un poco, además la noche se pintaba aburrido y ya nadie complacía a sus gustos extremos, aunque quizás la joven pensaría que sería para follar que preguntaba su tarifa...pero que le importaba a él lo que los demás piensen, si solo le importaba lo que el diga, piense y se haga, pues todo era a su manera o no se hacía nada.

por **Évelyne/Darya Ivashkov** Jue Dic 06, 2012 5:02 am

De repente, alguien se acercó al hombre; era cortesana. Ésta empezó a toquetearle pero empezaron como a discutir, aunque cada vez veía todo más borroso y como deformado: efectos de tanto whiskey.

Finalmente, echaron a ésta y suspiré. - Hay que ver lo que hacen unas para conseguir algo de dinero; así no se disfruta del trabajo y se da más mala imagen de la que tenemos- pensó razonadamente y seguidamente tragó algo de bebida.

Pero, sin apenas darse cuenta tenía al lado suya a aquel hombre donde la sucia cortesana se había montado y pegado cual koala. Sonrió pues le parecía gracioso que alguien se acercara a una joven alocada ebria y tampoco llevando ropas atrevidas. Aunque, a pesar de tanto alcohol tenía buen aspecto; ya llevaba años en el mundo de la bebida así que tenía mucho aguante.
Salieron palabras de aquel hombre pero ni siquiera la miró. Évelyne se le quedó mirando unos segundos intentando analizar y encuadrar lo que había dicho.
- ¿Sol que me mataría?- se dijo para sí misma.

- No se preocupe- sonrió dulcemente. -Ya soy mayorcita y sé lo que está bien o mal Wink

. Además, estoy segura de que recordaré todo aunque realmente, no hay mucho que recordar. Es solo una noche más en esta taberna rodeado de ebrios de felicidad.- le respondió con tono seguro mientras se acababa el vaso.

-¿Mi tarifa? Parece que se ha dado cuenta usted, pero hoy es mi día de descanso; estoy segura de que disfrutará más con la compañía de aquellas señoras- le dijo señalándole a unas putas de la taberna y seguidamente le miró a los ojos.

Parecía muy seguro de lo que decía cada vez que hablaba. Quizás podría ser interesante para abandonar su día libre, pero tenía que demostrárselo. Además, ella no se acostaba con cualquiera. No era como las demás que se iban con el primero varón que pasaba por la calle. Se levantó para ir al baño y lavarse la cara un poco.

Juegos de Cama (Privado) Bonnie2

por **Santhiago Morel** Mar Dic 11, 2012 5:45 pm

La noche sigue avanzando su curso, la música sigue siendo entonada y cambiada por otras notas más alegres y bailables incluso haciendo que una u otra pareja este en la “semi pista” que se creo en ese momento justo para danzar, pero sus danzas eran tan sucias, imperfectas carecían de brillo y de elegancia pues la ebriedad de sus cabezas lo estaban en las pollas de los hombres y los sexos de las putas del lugar que en forma burda y soez tocaban aquello.
Si bien es cierto que muchas veces el propio Morel toma lo que quiere de forma burda y salvaje, siendo un bruto (dicho eso por muchas damas) pero lo cierto también era es que el sabía como comportarse en cada momento y solo en la cama era un salvaje para otras cosas era todo un gentleman.

Dejando aun lado aquello, la voz inocente de aquella muchacha le hizo “disque” sonreír de lado llamando su atención girando para verla pero con una mirada insólita como si no hubiera ápice de emoción de él o mejor dicho como si fuera una seriedad ya innata de él.

-No dudo que usted y la bebida se llevan bien pero ¿logrará recordar al día siguiente todo lo que pueda pasar? No lo creo Madame…a veces la mente nos juega pasadas que te ponen a temblar- sonríe y bebe el contenido de su copa.

Miró a los presentes, una mujer que le saludó y lanzaba besos pero el nada, no le hizo caso alguno más bien le hizo una mueca de asco a lo que esta respondió ello sacando su dedo del medio lo que le causo una risa a Morel que negó con la cabeza

-Si pregunto tu tarifa no es para llevarte al callejón y follarte, al contrario solo es una curiosidad, y si tienes razón para follar estaría cualquiera de estas putas, pero lamentablemente no llegan a poner mi lívido ni siquiera al 1%, entonces para que buscar la pútrida carne cuando puedo buscar algo que nadie me puede dar, muy jocoso verdad, es casi imposible de pensar que alguien busque algo que nadie le da, pero ¿acaso la vida no se trata de eso, de buscar lo difícil para unos pero no imposible para otros? –

Quizás su intención era marear a la joven más de lo que estaba pero la verdad era que el Morel en ciertas cosas tenía sus exigencias, un fetiche más de sus años de humano y de muerto y de inmortal.

-Vamos, vas a decirme cual es tu tarifa por noche- le miró el cuerpo con descaro –tienes buen cuerpo y a cualquier hombre le harías tener una erección además de que debes saber bien lo que hacer, entonces cuanto cuesta “la niña que sabe lo que es bueno y malo”- sonríe con malicia tomando su vaso con la bebida y rozándola por los labios de él

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