Marchar o morir(Egipto, Privado)

por **Teniente Lecrerc** Jue Nov 08, 2012 12:14 pm

El Teniente Lecrerc estaba al mando de una compañía de veinte hombres, su misión era reforzar un convoy escoltado por otros treinta hombres de la Legión Extranjera. En total, cincuenta hombres, cuatro oficiales(Lecrerc, el oficial Legionario y los dos subalternos correspondientes) y unos cuantos porteadores armados.

La Legión extranjera francesa es conocida por ser una unidad militar de élite, entrenada no sólo en habilidades militares tradicionales, sino también en un fuerte espíritu de cuerpo entre sus miembros. Como sus soldados vienen de países diferentes con culturas diversas, esto refuerza los lazos para trabajar eficientemente como un equipo.

Consecuentemente, la instrucción a menudo es descrita como no sólo físicamente dura, sino también muy estresante psicológicamente. Muchas veces los métodos de entrenamiento son considerados brutales, llevando a tasas altas de deserción. La Legión se defiende diciendo que la guerra también es brutal. De hecho, es fácil que un legionario entre en combate más de una vez durante sus cinco años de servicio.

Toda la columna avanzaba a pie, los únicos animales eran los mulos de carga que viajaban en el centro del convoy.

El grupo llegó a una zona despejada, y siguió marchando a través de ella.

por **Erwin Helstorm** Jue Nov 08, 2012 1:06 pm

El conjunto de tiendas que formaban una desordenada media luna se encontraban en el lugar de la ruta por donde según los informes pasaría aquel convoy francés. Las tiendas de tela propias de los lugareños formaban una media luna a la derecha del sendero que cruzaba las dunas, sobre un alto de arena. A la izquierda de este, el coronel Helstorm aguardaba con un grupo de 15 de hombres tumbados bajo unas mantas de color arena. El mimetizaje era una técnica bastante útil en cuanto a emboscadas se refería, y el desierto era un lugar que ofrecía poca cobertura. Algunos árabes se enterraban en la arena prácticamente, pero el coronel había ideado un plan más aplicable a las tropas de su majestad. El total de su fuerza eran 37 hombres, confiaba en que fuesen suficientes mientras el factor sorpresa jugara a su favor. Algunos soldados vestían ropajes árabes y charlaban enfrente de las tiendas con los guías y voluntarios árabes para dar una sensación de credebilidad al campamento fantasma.

Uno de los "árabes" hizo una señal con una taza de té, haciendola brillar contra el sol. Era la señal de que se acercaba la columna, se arrastró unos metros para observar con sus binoculares. Eran más numerosos, pero la sorpresa se llevaría la mitad si apuntaban bien.
Un susurro recorrió el grupo de hombres y enseguida se escucharon los tintineos y chasquidos de los cartuchos al introducirse en las carabinas Remington. Se quitó el salacot blanco con la insignia de su regimiento para secarse el sudor de la frente antes de volver a ponérselo. Combrobó las balas del tambor de su revólver y aguardó.

por **Teniente Lecrerc** Jue Nov 08, 2012 1:21 pm

La columna seguía marchando por la tierra, bajo el sol, que los miraba y cocía como simples huevos. Los Kepis blancos de los legionarios resaltaban sobre su uniforme blnaquiazul y los uniformes de la formación, mientras que los soldados regulares llevaban simples salacots marrones, que iba en concordancia con una guerrera azul y unos pantalones blancos. Los oficiales y subalternos iban de igual manera que los regulares, pero con un fajín azul.

Barcelona, el miembro español del regimiento de la Legión, silbaba una canción de su tierra por lo bajo llamada Los Voluntarios, era lo que rompía el silencio de la formación, aparte de unos quejidos, provenientes de los soldados regulares.

La fuerza siguió avanzando hasta que llegaron al centro de la extensión, donde había una pequeña casa en ruinas, rodeada de unos cercados de piedra...podría ser un buen sitio para descansar la fatiga, así que la columna se refugió dentro, tomando posiciones defensivas, los legionarios en los muretes de piedra y los regulares en la edificación en sí. El banderín francés se posicionó en el tejado, como muestra de la toma de la posición.

Los oficiales se sentaron en el interior de la edificación, donde desplegaron todos los bártulos y mapas necesarios, mientras que el subalterno de la Legión miraba a través de unos binoculares por una de las cuatro ventanas que tenía la edificación.

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Marchar o morir(Egipto, Privado) Eltagant-09

por **Erwin Helstorm** Jue Nov 08, 2012 4:04 pm

Maldición, tenían que desviarse, maldijo en su mente sin dejar que una pizca de inseguridad traspasase esta y fuera visible. Allí atrincherados y superándoles en número serían imposibles de reducir, además el convoy llevaría municiones y pertrechos a lo más seguro, podían resistir un asedio perfectamente. Ordenó mantener la posición mientras trazaba un plan y pareció que su rostro se iluminó cuando su imaginación dio frutos.

Esperarían hasta la noche, pero por el momento mantendrían la posición. Ordenó a sus hombres que descansaran y colocó un par de vigías más, la bandera del regimiento se encontraba tumbada sobre la arena y allí permanecería hasta el momento del ataque. No era el estandarte oficial, sino una bandera con el número bordado en el centro de la cruz y el aspa. Los hombres comenzaron a tomar la cena, no tardaría más de un par de horas en caer el Sol. Tomó una ligera cena a base de galletas de pan debido a que no podían hacer fuego para preparar el rancho y tomó un vaso de whisky para despejarse.

por **Teniente Lecrerc** Vie Nov 09, 2012 10:19 am

La noché cayó al fin, y los regulares descansaban, sin pegar ojo por el temor que el mismísimo desierto les provocaba, los Legionarios, duchos en la lucha en las colonias contra los árabes, se encontraban preparados para cualquier cosa. El subalterno de la Legión no había dejado de otear el paisaje con sus binoculares ni un momento. La disciplina de aquella unidad daba que pensar.

Lecrerc se había desabrochado la guerrera y hablaba con su subalterno sobre la ruta que convendría seguir al día siguiente, ordenó encendr hogueras para que los hombres no tuvieran frío, eso delataría su posición, pero podrían resistir un ataque de los árabes.

En los mulos que estaban situados junto a la edificación de oficiales se podían distinguir las piezas para montar un cañón de mediano calibre y uno más pequeño, tal vez podrían ser montados rápidamente durante un ataque a la posición.

Pero la noche pintaba tranquila, y la bandera francesa continuaba ondeando por el viento del desierto.

por **Erwin Helstorm** Vie Nov 09, 2012 11:49 am

La hora había llegado, observó el cielo nocturno y estrellado del desierto antes de hacer un leve gesto de cabeza para que sus soldados se pusiesen en pie. Dividió sus fuerzas en dos grupos, uno mayor y otro más pequeño y discreto para cerrar su plan. Comprobó las municiones de sus armas y hizo un gesto para que su grupo le siguiese, se acercaron tras las dunas al campamento y observó con sus binoculares las antorchas, los grupos de hombres y las piezas de un par de cañones. Su objetivo.

Los fusileros reales reptaron todo lo posible hacia el campamento, tomando cobertura tras cualquier piedra, escombro o ondulación del terreno que permitiese desviar un disparo. Observó su reloj de bolsillo antes de hacer un asentimiento a uno de los soldados rasos que había a su alrededor, este desapareció entre las dunas para avisar corneta de su grupo que se llevó su instrumento a los labios, comenzando a entonar un toque de avanzada. Más cornetas le siguieron por el sur, y el este al tiempo que los disparos comenzaban a despertar a los legionarios.

por **Teniente Lecrerc** Vie Nov 09, 2012 11:56 am

La sorpresa de los británicos había sido fructífera, los legionarios, preparados, respondieron al fuego con rápidez...en cuanto a los regulares, tardaron unos minutos en desperezarse y cubrir sus puestos. Los atacaban solo por un par de direcciones, pero los mandos franceses eran precavidos y destinaron a unos legionarios a los flancos más recónditos de la fortificación. Los porteadores empezaron a descargar las piezas de artillería de los mulos, montaron por completo la pequeña, y una dotación de tres legionarios rápidos la ocuparon, pero la mediana estaba a medias en el montaje.

La humareda llenó el campamento y las municiones se distribuyeron con gran rapidez, la Legión tenía una gran capacidad de reacción ante los ataques sorpresa, pero aún así, algunos ya empezaron a caer.

El primer cañonazo de la pequeña pieza resonó por encima del resto de disparos. La batalla había comenzado.

por **Erwin Helstorm** Vie Nov 09, 2012 12:38 pm

Se pudo observar como el cañón disparaba, el primer disparo no hizo blanco, pero estuvo cerca de alcanzar al pelotón del sgt Longhorn que en aquellos momentos descargaban sus carabinas contra los legionarios apostados en el muro. Algunos fusileros caían antes de poder tomar cobertura, pero los disparos y gritos de avanzada eclipsaban el clamor de los heridos.

Erwin observó desde el norte como los legionarios tomaban posiciones en los flancos desprotegidos, no eran demasiados y podrían ser superados con facilidad. Desenvainó su sable y mandó a los hombres montados de los que disponía cargar contra el murillo del norte. Encabezó la avanzadilla con 17 jinetes, su objetivo no era otro sino traspasar aquel muro y sembrar el caos en el campamento arrojando granadas y explosivos en el interior.
Algunos hombres cayeron de sus monturas por el fuego de los fusiles franceses, pero consiguieron acercarse al muro y lanzar sus granadas al galope, convirtiéndose en blancos más difíciles.

por **Teniente Lecrerc** Dom Nov 11, 2012 8:04 am

En el campamento reinó cierto desorden entre los regulares, ya que aquella carga de jinetes arrojando granadas había provocado la baja de algunos hombres, pero los legionarios seguían impasibles en sus posiciones, aunque por algunas zonas se vieron obligados a retroceder cada vez más hacia la edificación central.

El cañón medio ya había sido montado y ocupado, esta vez, por una dotación de soldados regulares.

Media docena de legionarios organizó un circulo defensivo alrededor de la posición de artillería situada muy cerca de la construcción central (el pilar de la defensa de la posición) y pronto, la batería de dos cañones comenzó a disparar al unísono con intención de provocar estragos en el ataque, y, tal vez, desmoralizar al enemigo.

Un legionario ensartó con el banderín de la legión a uno de los jinetes mientras cabalgaba hacia él, y el resto, intentó dar blanco a los hombres montados, eran blanco fácil aunque escurridizos.

Los oficiales, incluyendo a Lecrerc, empezaron a disparar con sus revólveres, y, los de la Legión, con sus fusiles, hacia el exterior, para tratar de ayudar en algo a la ligeramente mermada defensa.

por **Erwin Helstorm** Mar Nov 13, 2012 3:27 pm

Los defensores comenzaban a verse en una ligera desventaja, la idea de ataca con la escasa caballería que tenían había sido acertada. Lamentablemente, no disponían de excesibo número de granadas y dinamita como para demoler aquel montón de ruinas.

Los jinetes continuaron lanzando sus explosivos al interior de la fortificación y contra los grupos de soldados que correteaban en busca de cobertura o disparaban sus fusiles desde sus parapetos. Aquellas piezas de artillería eran una verdadera molestia, por lo que su objetivo principal sería destruirlas. Los soldados que seguían a la caballería pronto tomaron cobertura tras uno de los muros semiderruidos y comenzaron a abrir fuego con sus carabinas.

Uno de los jinetes descabalgó con el asta rota de un banderín clavado en el pecho por un legonario, la victoria de este fue efímera, pues el cartucho de dinamita que llevaba encendido en la mano estalló a los pocos instantes de la caida. La explosión hizo que el caballo del Coronel Helstrom cayera al suelo herido, lanzando relinchos de dolor. El coronel se arastró hacia un pequeño muro, recogiendo del cuerpo inerte de un legionario el fusil. Tras accionarlo se asomó para realizar un disparo, lentamente, pues aún se sentía aturdido por la explosión.

por **Teniente Lecrerc** Jue Nov 15, 2012 9:59 am

El cañón de mediano calibre apuntó y disparó rápidamente hacia el muro donde se atrincheraban los ingleses, eso les daría tiempo.

Un oficial de los Regulares cayó, un disparo de fusil le había atravesado el pecho de principio a fin. Aquello iba a ser una carnicería así que dieron órdenes de reagruparse.

Los supervivientes a la carga de caballería se replegaron lentamente hasta los alrededores cercanos de la edificación en ruinas, donde se encontraban los oficiales, el estandarte, y los cañones. Aquello sí que parecía más una defensa. La casa estaba rodeada por un círculo de legionarios que se cubría con los cuerpos de sus compañeros muertos y con los muros semiderruidos.

Un legionario que cubría el redespliegue atravesó con una bayoneta a un británico, y, tras esto, fue cosido a tiros, pero antes de morir, unas palabras resultaron audibles para los ingleses.

-¡Los legionarios no mueren, se reagrupan en el infierno!

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