Despues del anochecer [Privado]

por **Nathaly Rilke** Mar Nov 27, 2012 12:41 am

Recuerdo del primer mensaje :

Las calle comunes me estaban resultando sumamente aburridas ese día, tal vez fuese porque había salido de casa sin tener que fugarme aquella noche; se suponía de hecho que debía ir a una cena para no se que con algunas personas que seguramente serían sumamente aburridas.
Aunque eso no lo sabría con certeza pues en ningún momento llegue a aquella cita.

Fui dejada frente a un restaurant por el carruaje, uno de tantos en aquel lugar; pero en cuanto puse un pie fuera camine hacía una dirección completamente opuesta a la que se suponía que debía ir, el cochero no me dijo nada pero note en su mirada que aquello que hacía no le agradaba y bueno era raro que le agradase pues siempre hacía lo mismo, a pesar de eso siempre me esperaba justo donde me dejaba, sitios con un montón de gente o solitarios, parecía darle igual siempre que regresara.

Camine entre la gente, alejando lentamente de aquel lugar y conforme avanzaba el flujo de personas disminuía considerablemente. Sonreí, esa disminución solo podía indicar una cosa…que entraba en las calles que más me agradaban.
Me detuve en seco en una calle que tenía una encrucijada, observe a ambos lados decidiendo por cual continuar y después de unos momentos de deliberación tome la calle de la izquierda y de ahí continúe para donde me indicaba la curiosidad.
Pronto me encontré en una calle que ya había visto antes, no muchas veces solo cuando alguien moría y debía asistir al cementerio; si el cementerio, quizás sería un sitio interesante para visitar de noche puesto que solo lo conocía con la luz del sol.
Con andar decidido seguí el camino que conocía y recordaba solo cuando alguien yacía frío dentro de un ataúd hasta encontrarme a las afueras de el tan temido lugar por algunas personas, más para mi era un sitió cualquiera más lleno de tristeza que de terror.

Mis primeros pasos dentro, bueno no fueron muy diferentes a los que hubiese dado de día ahí, pero la vista era bastante diferente; de día todo se veía como simples rocas una cerca de otra con algunas flores, de noche lucía misterioso. Camine entre las tumbas observando las inscripciones en ellas y sobre los que yacían inertes debajo e imaginando una que otra historia de cuando estaban en vida.
Fue entonces cuando la encontré… la tumba de un niño; perdí la noción del tiempo y permanecí ahí simplemente observandola, las muertes de niños eran simplemente tan tristes.

Una vez leí una frase " La vejez es una isla rodeada de muerte", eso era cierto sin duda pero nadie dijo que solo los viejos eran alcanzados por las aguas de la muerte, ¿Verdad?

por **Lara Karstein** Vie Mar 28, 2014 6:13 pm

"Atajaremos nuestra alma en conjuras sutiles
y echaremos abajo armazones pesados
hasta que contemplemos a la ideal criatura
de infernales deseos que nos mueve el sollozo"

¿Cómo alguien es capaz de encontrarle tal gusto al dolor cuando ni siquiera conoce a su víctima? Desde donde fuera que lo leyese sólo encontraba frustración. Esa alma amargada gritaba a través de las heridas de mi querida Nathaly y buscaba con ella las mías propias. Pero no hay perdón en el eterno martirio y la justicia inmortal tiene más errores que aciertos. La venganza la servimos en frío y en caliente y con más ansiedad que estrategia. Excepto contadas excepciones.

Pero todo tiene sus ventajas y en aquella declaración de su nombre la ilusión desapareció. El alivio me recorrió la mente y me sentí más despejada para ver dentro de él sabiendo que al menos algo de angustia desaparecería en Nathaly, que empezaba a perder el autocontrol que había llevado en alto durante largo tiempo a pesar de su humanidad. Era fuerte, la amaba por eso y era probable que el "cuervo" la deseara por lo mismo. ¿Acaso pretendía absorber la fortaleza como si le surtiera el efecto que tiene la sangre en nosotros? cada vez me irritaba más, me molestaba de sobremanera y deseaba sacar a Nathaly -que mencionaba mi nombre como si yo pudiera salvarla- de esto. ¿Podría realmente liberarla de la maldita presa que ejercían sobre ella y que la debilitaba en cada movimiento? no estaba segura, pero me jugaría la vida en ello.

Una segunda ilusión se forjó en la mente del vampiro y esta vez apuntaba a mí. Me permitió ver lo que yo quería hacer de ella, la creación en un hipotético estado final. -¿Tanto te jactas de tí? Me aburres, Nicolás D' Lenfent. Eres patético porque tu dolor no es el mío y he superado más muertes en el camino de lo que puedas imaginar- le respondí de mala gana pero con una sardónica sonrisa en los labios. Ya había decidido que no le dejaría el mando de mis emociones y, muchas veces me había planteado las imágenes que él me mostraba. Con anterioridad me pregunté lo mismo que él me cuestionaba y aunque esos temores me seguían acompañando, ya los asimilaba. -Tal vez esperé demasiado de ti. Creí que esa manera de regodearte de la muerte que tienes te permitiría verla como es ¿Crees que no tengo claro que morirá? ¿Qué clase de ingenua crees que soy?- No pude evitar devolver preguntas en medio de mi molestia. Si ella moría me dolería, claro, pero su alma podría pasar a un mejor plano si la inmortalidad no le alcanzaba. Pero, si lo hacía, si la transformaba, sencillamente disfrutaría de ella hasta que el sol y el destino mismo me lo permitieran. Era mi elección el cómo veía todo y ya estaba demasiado muerta por dentro como para agregarle más drama y sal al asunto.

En cuanto abrió los brazos, alcancé a Nathaly en un rápido movimiento y la aferré a mí sin pretender soltarla. Ya no le diría que se ocultara, no iba a dejarla sola aunque tuvieran que arrancarme los brazos para llevársela de mí. Era el todo por el todo y no había más cartas sobre la mesa. No hubo necesidad de decir nada, no quería condenarla con mis palabras sobreprotectoras y la manera en que la sostuve y la aprisioné contra mí lo dirían todo. -Vete ahora, no sea que el que sufra una pérdida seas tú. Bien que he conocido a tu amante, ese al que haces miserable con tus ausencias e incluso durante tu compañía. Ese hombre, tan joven y extranjero, es al tiempo igual de frágil que la humana que has flagelado. Es incluso tan fácil de matar como ella y hasta más ingenuo. Da esto por terminado, vete ahora y busca la paz o la angustia lejos de mí porque me gastaré el último aliento en hacerte la vida igual de imposible que lo que decidas hacermela a mí y con esto incluyo cualquier injuria contra ella- sentencié con el tono calmo del principio. -Y cuando lo encuentre, a ese de quien te hablo y, esté a punto de matarlo frente a ti, entonces te preguntaré lo mismo que me has cuestionado ahora...¿Podrás seguir viviendo sabiendo que su corazón ya no late? ¿Seguirás igual sabiendo que sus ojos jamás te volverán a ver del modo en que lo hacen?-

por **Nathaly Rilke** Dom Abr 13, 2014 12:58 am

El dolor de perder a alguien importante es lo que pensé que nunca llegaría a sentir, ¿Por qué?, pues porque hasta esos momentos de mi vida, la única persona realmente importante para mi, era aquella inmortal que ahora estaba frente a mi, muerta. No existían gritos capaces de expresar el dolor que se anidaba en mi pecho, ya no me interesaba morir en manos de aquel cuervo porque quien fuera la razón para que me mantuviera interesada en el mundo ya no lo estaba.

De un momento a otro, existió algo más allá de aquel cuervo y la escena de muerte que aparecía frente a mi. Era la voz de Lara, ella seguía ahí, pero su sonido era tan suave que lo confundía con una simple alucinación mía que solo provocaba mayor opresión en mi pecho al saber que eso sería lo único que quizás podría recordar o escuchar de ella.

No estuve segura del momento en que algo cambiaba en el cuervo, ni puedo decir con certeza o si quiera una idea aproximada de que fue lo que le hizo cambiar a ser un poco quizás más vulnerable, solo sé que para cuando me daba cuenta, estaba en brazos de alguien más. Con una cercanía que ya conocía, una voz que aunque habían sido unos instantes añore como años. Ahí estaba Lara.
Todo lo que habían visto mis ojos al parecer era un mero juego nuevamente en que quería meterme el cuervo. Desconocía el motivo por el cual seguía jugando de una manera tan retorcida; tal vez fuera así siempre o solo la pelea que dábamos ambas fuera lo que le motivaba; yo por el contrario de Lara no podía ser capaz de entrar en aquella mente y de poder hacer dudaba que encontrara algo sensato que pudiera comprender de manera clara.
Estando en brazos de Lara me aferre a ella y volví a llorar; era tan hermoso ver que su muerte era un mero juego, que ella seguía ahí que me sentía tan emocionada pero a la vez tan aterrada que no sabía como expresarme debidamente y lo mejor que encontré para demostrar como me sentía era de aquella manera.

Escuche con atención las palabras de Lara, no entendía del todo que era lo que hablaba, ¿Qué clases de cosas se habían desarrollado entre ella y aquel vampiro que se sentía dueño de nosotros? Le preguntaría más delante, en esos momentos solo deseaba irme y estar a su lado.
– Lara… vamos a otro sitio… – susurre cuando ella termino de hablar de manera serena, en sus brazos nuevamente me sentía a salvo.

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Mayo 04, 2014 10:09 pm

Mujer exquisita, llévate mi huella que de ahí renaceré…

Tristemente no se aprecia el dolor, dolorosamente las lágrimas no le abren el sentimiento de la realidad, fría, calculadora, fuerte y verdaderamente era el monstruo que todos llevan en el interior pero ella lo reluce cual maquillaje le embellece, le atrae su mente, sus habilidades seductoras pero no sorpresivas. ¿Ya había terminado este encuentro? Si lo creía de esa manera entonces la admiración en ella se desvanecería porque este era el inicio de un asechamiento, esta era la cacería, lento, poco a poco iría tras ella hasta dejarle sin algún aliento y sus palabras solo fluían cual viento calmo prevaleció.

Deleitando la posición, cual señor dueño del cielo vislumbraba, cautivadora manera de quedar inmóvil, ofreciendo los brazos a la nada y la mirada en esas pupilas que no dejo de estudiarlas a pesar de ser surcado con la mente… Solo basto de esta noche para encontrar la presa, guardar su aroma, esa linfa descontroladora por absorber todo y estar extasiado de su último latir. -Mi querida Lara, ¿Aun no logras entenderlo? No sirve de nada si sigues surcando la mente, encontrar episodios que realmente carecen de poder es más aburrido, me has desilusionado. Así con el orgullo que resalta en su timbre al dirigirte a la muerte, realmente no tenían valor alguno, pero ¿ella? No pretendas engañarte, porque de ser así, no darías la vida por ella… No es ingenuidad, solo abre tu pensar y aclara lo que te muestra esas hermosas pupilas que no te cieguen mis palabras o lo que has visto-Parecía una blasfemia barata ese escenario, y al desaparecer el aura de la fuerza ejercida descendió del cielo, tocando el piso en breve tiempo y ladeo el rostro sacudiendo la capa como un trueno que quisiese que resonara, deleitando ese encuentro entre la vampira y la humana.

Con descaro se inclinó, desprendiendo una reverencia y un giro dio, había terminado por hoy, los ojos solo encarcelaron la imagen del alma que desea devorar, desnudar sus miedos, los temores y sobre todo cuál sería su único dolor. Así eran los pájaros asesinos, carcome con elegancia, derramar un calvario hasta que la locura transpiren…Dando pequeños pasos, contándolos en susurros.- 1…2…3…4-deslizo las manos en los bolsillos del pantalón y negó, como si bailara la cabeza- Muy mal, has cavado la cripta para torturar a tu humana…-con seducción deslizo los labios entre los labios y gozo por la provocación.- Por hoy será todo, adieu mon angel, mon Nathaly- con un jodido glamur lo libero, éxtasis que el vacío hacía en eco, mofándose por el error que esa boca causo y volvió a emprender vuelo, se alzó con lento y sentencio con las palabras.- Si lo que dices es verdad que me devoren los lobos, que me capture la inquisición, que la hermosa “Lara” me asesine, si llegan a mi esas interrogativas, porque primero muerta estará…Y una cosa más, la muerte no es nada, será alabada pero tan mediocre es que ni un latir da… Nos volveremos a ver, Lara, Lara, Lara. -sin más con eso se despidió, eran estúpidas sus palabras, no había evocaciones por aquel juguete sexual que era, ni habría porque sufrir ya que carecía de un latir por el cual proteger.

Y así el cuervo voló lejos, desafiando sus propios sentires, saber si en verdad sufriría por esa muñequilla enjaulada o solo era una falsedad creada por el espectáculo que ofrecieron al abrazarse, fue que prosiguió, no se quedaría esto así, la buscaría, le atormentaría su existencia con tal de desnudar la verdad de si mismo…”¿Sufriría por él?” Y fue el último pensamiento, guardando todo en ese viento…

Me queda la fría advertencia del que resguarda la última morada, la gélida mirada del ángel de la muerte, dos rosas y una bestia madura como la manzana podrida.

CERRADO

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