¿Noche de paz, de risas o de pelea? {Privado}

por **Jade Somerhalder** Jue Nov 29, 2012 7:26 am

Estaba un tanto cansado. Había tenido un día realmente movido y en esos momentos solo deseaba descansar de cuanto tenía a mi alrededor. Había puesto trampas en el bosque para cazar a un odioso ser que se estaba encargando de matar a muchísima gente. Si fuera alguien diferente al que pudiera convencer... Un leve suspiro, solo un suspiro salió de mis labios mientras pensaba en aquel gran potencial despilfarrado por aquella sed de sangre sin sentido.

Mis pasos me llevaron tranquilamente hasta la taberna, donde dejé mi bolsa en un banco y fue a la barra a pedir algo de beber. El alcohol me gustaba en contadas ocasiones y esa, era una de ellas. Me apetecía una cerveza, algo refrescante que me hiciera olvidar la cantidad de cosas que tenía en mi cabeza. Me fue a sentar en el banco, depositando la jarra en la mesa y espatarrándome tranquilamente mientras intentaba relajar mi cuerpo. Odiaba con toda mi alma estar tenso... Eso solo conseguía que mi cuerpo fuera mucho menos útil, que no le sacara el partido que podía llegar a tener.

La gente hablaba en voz de grito y yo solo sonreí para mi mismo mientras cerraba mis ojos. Era de noche y no sería extraño toparme con seres diferentes a nosotros, pero dudaba que fueran a hacer algo desagradable. Yo jamás mataba porque si, siempre daba a mis víctimas la oportunidad de redimirse o explicarse... Además, no todos eran malos, algunos, simplemente, no podía controlarse. De la misma forma que entiendes a los de tu especie, debes entender al resto de criaturas.

por **Jameela Ronaele** Vie Nov 30, 2012 1:43 pm

La ciudad era algo nuevo para mi. Era tal y como la habian dicho, como una mujer que fumaba y jugaba a las cartas sin pudor alguno.... Una mujer capaz de seducirte y asustarte al mismo tiempo entre tantas luces, ruidos y jadeos. A mi no me asustaba especialmente, me preocupaban otros peligros ya que, a diferencia de muchos de los que cruzaba por la calle, yo no debia preocuparme por el pan de la mesa o por las cosechas de esta temporada. No, mi destino era otro... hacia tiempo que no cazaba realmente y estaba ansiosa por ello.

No estaba desesperada por la sangre, al contrario, estaba disfrutando el no tener esos rostros en mi cabeza persiguiendome. Ni los gritos, ni las pesadillas, ni las amenazas vacias del mas alla. Lo que realmente me atraia era el acto de la caza misma, el buscar sin buscar, el atraer a las bestias de la oscuridad a la luz...

Me sonrei perversa mientras mis pies seguian andando por las calles. Por otro lado, era mi primer noche en la ciudad y empezar buscando pelea no parecia la opcion mas sensata... Asi segui caminando, hasta que vi una taberna de reojo... parecia ruidosa,calida.. pero ruidosa y llena. "Es una buena manera de empezar algo",pense antes de entrar.

Me quite el sombrero al notar la mirada lasciva de algunos trabajadores, realmente deberian ponerle cerrojo o tapar esos ojos que se te clavan en la yugular sin mas dilacion, sin intencion alguna... excepto la que libera el mismo alcohol, de tomar aquello que desean sin tapujos. A pesar de eso, decidi moverme y encontre a un caballero solo, descansando con una jarra en la mano... me mordi el labio inferior indecisa antes de sentarme y mirarle a los ojos

- Espero no le molesste, caballero... pero essta ess la unica messa "libre" que he visto-dije en frances esperando que no se notara mi acento italiano

por **Jade Somerhalder** Jue Dic 27, 2012 8:21 am

Aun con mis ojos cerrados notaba todo el ruido que se cernía a mi alrededor. Era agradable, para variar, pasar una noche entre personas normales, las cuales saciaban sus horas y disgustos entre copas de alcohol, haciendo que todo en su interior se volviera diferente. Yo no era de aquellos que aceptaban tales comportamientos absurdos, pero en el fondo debía reconocer que no estaba de más tener algún día así, normal, pues la gente de mi alrededor poco sabían acerca de mi trabajo. Quizá algunos me llamarían estúpido, loco o tarado por cazar cosas que, aunque tengan un hueco en sus corazones para temerlo, no quieren creer en ello.

Acabé sonriendo y bebí de mi jarra de ceverza hasta que noté como alguien se sentaba a mi lado. No me molestaba en absoluto, la gente era libre de intentar hablar con quien quisiera y yo no era una mala compañía. O eso pensaba. Abrí los ojos para contemplar los suyos. La mujer tenía un rostro hermoso, de eso no cabía duda, pero no era ninguno de esos palurdos que la miraban con deseo. A las mujeres había que trataslas con respeto y educación, y el alcohol hacía que muchos de esos hombros carecieran de ambas cosas.

-No se preocupe, no me molesta en absoluto.-le ofrecí una de mis mejores sonrisas y me incorporé, poniéndome en mejor posición. Con una dama había que mantener una compostura y no estar espatarrado en un banco.- Sois italiana, ¿verdad?-había estado en Italia justo antes de venir a Francia y justo después de tener que irme de Grecia, asi que reconocía ese acento perfectamente.- Venís de una tierra hermosa.

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