¿Que exactamente quieres? [Privado]

El atardecer se estaba acercando más rápido de lo que él podría llegar a esperar, no era muy bueno contando la veces que llegaba a estar la luna llena en el cielo, en realidad poco le importaba, ya podía controlar un poco su trasformación y no mataba al azar, pero aun así tenia sus víctimas en los hombres, pero había aprendido a restarle importancia, si comenzaba a pensar en ellas, pronto se volvería loco y eso era lo que menos quería en este momento.

Había estado todo el día en aquella habitación que había alquilado gracias a la paga que recibía en su trabajo en la taberna como cantinero. Comenzaba a molestarle a tonta soledad que sentía en aquellas cuatro paredes, en realidad no era nada malo, era cómoda y no una pocilga, pero él había estado acostumbrado a estar siempre en familia, que ahora la soledad podría afectarle un poco.

Aun no había llegado totalmente la noche, la luz se veía lúgubre, apagándose poco a poco, pero aun manteniendo su firmeza y calor para las personas que aun estaban por la calle esperando pronto a llegar a casa. Dejo salir un leve suspiro mientras miraba a su alrededor sin mucha importancia, solamente dejando que sus ojos buscaran escenas, imágenes al azar, para poder distraer la mente mientras sus pies comenzaban a caminar hasta un lugar sin saber exactamente cuál era.

Era como los pies de un errante, que no sabía para donde ir o que hacer, comenzaba a desear que tuviera que ir a trabajar, pero hoy era su día libre, tal vez podría aparecerse en ese lugar y ayudar en algunas cosas. Aquel plan comenzaba a invadir su mente, aquellas personas comenzaban a ser lo más cercano que tenia de una familia, aunque no le tenía afecto y su corazón no se hundiría de tristeza si le pasara algo, debía admitir que pasaba mucho tiempo con ellos y un poco de cariño habían agarrado, pero no el suficiente para ser importantes en la vida de Eerin.

Sin saber exactamente que había sido giro su rostro distraído, o mejor dicho, algo que no cuadraba en ningún momento con el lugar comenzaba a llamarle su atención, era como una pieza de un rompecabezas que nunca encontraría estar ensamblada en la imagen, porque no era de aquel rompecabezas. ¿Qué rayos era? Se pregunto mientras giraba todo su cuerpo esperando que sus ojos pudieran llegar a encontrar aquello que su instinto le decía que no era igual a lo que le rodeaba-Tks… cazador- susurro cuando llego a su nariz un leve olor inconfundible, que mezclaba tantas cosas que no podría decir exactamente que era-Tal vez debería atacarte antes de que lo hagas… pero no estoy interesado en ti- concluyo siguiendo su camino en dirección contraria, si este acaba, el tranquilamente se defendería, pero no le gustaba las peleas injustificadas, así que esperaba una buena relación de aquello.

Aquel hombre altanero comenzaba a sacarlo de quiso, lo veía como apenas un pequeño intentando ser hombre, era un desperdicio de vida y mucho mas y deseaba enojar a Eerin, quien no tenía nada de paciencia y mucho menos cordura para dejar aquello en paz. Frunció el ceño notablemente molesto mientras escondía sus manos en los bolsillos de su pantalón negro que andaba desgastado por culpa del uso constante, pues era uno de los tres que tenía. Chasqueo su lengua mientras escuchaba los ladridos de aquel idiota.

-Cuida tu lengua niño- indico el licántropo gruñendo con cierta acidez en sus palabras –si no te has dado cuenta, Paris es libre y puedo ir hacia donde a mi me de mi puta regalada gana- giro su cuerpo caminando hacia la dirección de donde había venido mientras sentía al chico aun detrás de su espalda –No tengo ganas de pelear con un bebe como tu- odiaba a aquellas personas que parecía desear autodestruirse. Veía a los cazadores como ese tipo de personas que lo único que deseaba en sus vidas era eliminar a cuantos enemigos pudiera antes de sucumbir a alguno de ellos.

Debía admitir que su presencia le recordaba a su hermano menor, aquello lo llenaba de una extraña tristeza que no podía describir con facilidad. Era doloroso, lo admitía, tener que recordar y no poder olvidar todos aquellos detalles que en su mente vivían y a cada rato nacían para mortificarlos. Todo por culpa de un capricho de algún licántropo. ¿Por qué le recordaba a el? Se pregunto mientras comenzaba a caminar en la otra dirección sin prestarle mucha atención si este le seguía o no, en realidad eso le importaba muy poco, el solamente deseaba mantener las cosas tranquilas, además matar a una persona tan joven poco el era un desperdicio para la sociedad, tal vez luego de que engendrara y dejaba descendientes, sería buena idea matarlo.

Dejo salir una pequeña risa por su idea alocada, ya se estaba imaginando a él persiguiéndolo y mirando su vida en una perspectiva diferente, solamente esperando que este terminara todos sus objetivos, que terminara de casarse, de tener hijos para luego eliminarlo cuando todo lo tuviera. Aquellos era para locos, aunque pensándolo bien, le hubiera gustado que aquello le hubiera pasado a él, que solamente lo hubieran matado a él y dejado a su familia tranquila, pero ya había pasado más de 50 años desde aquello, debía aprender a vivir con la realidad, aunque esta fuera dolorosa