De voluntariado... [Privado, +18]

por **Évelyne/Darya Ivashkov** Lun Dic 17, 2012 1:51 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Una tarde de verano; llevaba sentada al lado de la ventana un buen rato, disfrutando del ruido de las cigarras que no cesaban y también disfrutando del Sol pues adoraba la luz que éste desprende. Estaba en el hospital de voluntaria, últimamente habían llegado muchos enfermos y faltaba personal; aunque Évelyne no fuese enfermera, sabía de cuidados y una ayuda nunca venía mal. En ese momento estaba descansado pues llevaba desde la mañana atendiendo a los pobres pacientes, algunos demasiado graves. A ella no le importaba estar allí y poder ponerse enferma pues estaba segura de que eso sería muy difícil ya que siempre ha tenido una espléndida salud. La gente y los trabajadores no le dejaban de agradecer su trabajo y, a pesar de ser una cortesana su vida no se basaba únicamente en eso.

Pues bien, sentada allí cómodamente cerró los ojos y se relajó un poco. Pero, en ese momento se le pasó a la cabeza una imagen de Ismael a quién consideraba su amigo y tenía mucho aprecio; se lo contaba todo. Estaba segura de que éste estaría buscando alguna criatura sobrenatural pues ese era su trabajo y, se esforzaba demasiado aunque apreciaba mucho su trabajo. Uno de los intereses que compartían era su odio hacia los vampiros, Évelyne los odiaba porque una vez se enamoró de uno y éste solo la quería como fuente de alimento. Poco después de su decepción, conoció a Samuel y éste le hizo ver que había mejores personas que ellos y que no se preocupara. Calmó su dolor.

Se lavó la cara para despertarse pues le había entrado sueñecito por el calor de Sol y las manos pues en breve debería seguir con la tarea de cuidad a las personas. No estaba siendo pagada (por algo es voluntariado), simplemente lo hacía por buena fe. Entró en la zona de las camillas y observó que habían llegado tres personas más, una de ellas era un joven chiquillo que sufría de trombosis en la pierna derecha. Estuve un rato con él y le eché los potingues suficientes para que este se mejorara (aunque no tuviera muy buena pinta). -Gracias señorita, que Dios se lo pague- me dijo el pobre niño y seguidamente le di un beso en la frente.

El día pasaba y aún seguía allí. De repente, una enferma la llamó y le dijo que había alguien esperándola fuera. Se asomó y vio que era Ismael y parecía que venía a sacarla de allí. Miró preocupada a la enfermera pero ésta pareció que le había leído la mente - Está bien, está bien...puedes irte, has trabajado duro desde por la mañana, te estoy muy agradecida- le dijo muy convincente mientras se dirigía a dentro de nuevo. Entonces Éve se despidió de todos, recogió sus cosas y fue junto a Ismael. - ¡No hacía falta que vinieras a buscarme! Pero...gracias.- exclamó tras abrazarle. Caminaron juntos durante un rato, observando como el Sol ya estaba casi puesto. Qué bueno es...

por **Évelyne/Darya Ivashkov** Jue Abr 25, 2013 3:02 pm

Estaban allí solos, en medio del bosque, y la adrenalina cada vez aumentaba más. El hecho de estar en un sitio así con la persona que amas, era genial. Éve estaba completamente desnuda, su cuerpo tenía las curvas perfectas para cualquier hombre y un pecho muy generoso; ese cuerpo ahora pertenecía a Ismael, solo a él. Tras un par de minutos ella había conseguido desnudarle y estaba ambos como Dios los trajo al mundo.

Sin poderlo evitar (y es que tampoco quería) se estaba excitando más y es que aquellos besos que le cortaban la respiración eran lo mejor del mundo; los labios de Ismael son una droga para ella. No quería que aquella noche acabara, todo estaba yendo fenomenal y no había vergüenza alguna; ninguno de los dos pensaba en qué pasaría si aparecía alguien.

Que él le estuviese saboreando todo el cuerpo hacía a Éve estremecerse de placer...Lo miró a los ojos, que en esos momentos parecían llamas ardientes. Seguidamente y tras haberse incorporado un poco para besarle, consiguió rodar un poco y ponerse encima de él; abrió la boca poco a poco y fue aumentando el ritmo al besarle-ese último beso pasó de ser algo inocente a algo pasional e incluso algo fiero.

Estando en esa posición, poco a poco fue besando el cuerpo de Ismael, como si se lo fueran a quitar. Dentro de nada ambos estarían viviendo en una casa y se verían al menos una vez al día a la fuerza; en esa casa almacenarían un sinfin de recuerdos... y en un futuro se convertirían ambos en unos padres modelo. Pero, ¿era seguro tener hijos corriendo peligro? Esa idea siempre se le pasaba por la cabeza.

- Te deseo, te amo... Lo eres todo para mí...- esas palabras fueron dichas con un tono tentador y justo después fue cuando empezó a acariciar su miembro, que ya estaba erguido.

por **Ismael Gómez** Jue Mayo 09, 2013 4:18 pm

Notó como ella intentaba rodar y acabar encima de él y se dejó. La contempló encima de ella, con las mejillas sonrosadas y jadeando, al igual que estaba él. Se le veía hermosa y le excitaba cada imagen que recibía de ella. Le acariciaba su suave piel y cálida. Le devolvía cada beso con la misma pasión.

Sus manos recorrían el cuerpo de de la joven, acariciándole, Sus manos llegaron hasta el seno de Évelyne y empezó a masajearlo. Al notar la mano de ella en su miembro soltó un gemido. El cual fue acompañado por una corriente eléctrica que le produjo un gran placer. Se incorporó un poco para besar los labios de su novia, con toda la pasión que pudo demostrarle. La rodeo con sus brazos y la atrajo hacia él. Ella se sentó y se la acomodó encima. La rodeó con los brazos y acarició su espalda hasta llegar a su nalga, hasta que le agarró. Le mordió el labio divertido. Una de las manos que estaba agarrado a su firme a trasero y, con ella, se acarició hasta ponerlo en su clítoris, para acariciarlo. Haciendo que Évelyne se estremeciera.

-Y tú lo eres para mí.- Su voz sonaba ronca por la excitación que tenía. Aquella noche era la escena perfecta. El principio de un fin. Notaba el interior húmedo de Évelyne. Entonces notó una parte rugosa y le apretó. Conocía esa zona y sabía que era lo que provocaba en las mujeres. Sacó su mano del interior de la chica y con cuidado empezó a introducirle su miembro. Otra oleada de placer le recorrió.

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