A different day for all[Privado]

por **Alondra A. Grimahux** Dom Ene 20, 2013 6:23 pm

-Magia y hechicería, soy una bruja, me llamo Alondra y quiero aprender a usar con mas normalidad el don que se me dio-Estaba hablando sola, enfrente del espejo que tengo en mi alcoba, me encogí de hombros, eran las dos de la madrugada y mi sueño se había ido…no sé, se fue por ahí porque ya no volvió cuando tuve que hacer mis necesidades como ser humano, porque decía esas cosas, soy una bruja nata, sin experiencia, quiero aprender usar mi magia con mayor densidad y no pocas, del cien por ciento se le cincuenta, desde que regrese a parís no he usado, mis hechizos que aprendí con mi mejor amiga creo que se me olvidaron porque la verdad aunque lea, no sé, siento que no es igual, en vez de de practicarlos me dedique a trabajar de enfermera que mi tiempo se vive en eso, hospital y clases particulares, ¿Y mi don donde queda?, buena pregunta ¿No? por eso me quiero dar tiempo para seguir siendo una bruja pero necesito un mentón para eso pero tampoco andaré por la calle pregunta “Disculpe usted es bruja o mago?” no, me tacharían de loca, bueno, estoy un poco loca, una risa salió de mis labios y me recosté en mi cama mirando el techo-Creo que me falta un cable en mi cabeza para estar cuerda y comportarme como me educaron mis padres-Y con esos pensamientos cerré mis ojos esperando que Morfeo me lleve con él.

El gallo canto, abriendo mis ojos a la velocidad de la luz, me había quedado dormida, era bueno pero ahora al despertar a las seis de la mañana era horrible, de seguro tengo unas ojeras tan grandes que hasta Italia se podrían ver, un bufido salió de mis finos labios y me levante de mi cama yendo al cuarto de baño para bañarme, no era necesario que calentara el agua porque el verano llego a nuestra ciudad, me quite mi ropa y me metí a la tina, un suspiros salió de mis labios y cerré los ojos a sumérgeme por completo-Que delicioso, un baño por la mañana-Asentí varias veces y comencé a bañarme, tallando mi cuerpo con una esponja.

Ya me encontraba seca, cambiada y olorosa, desayunada y ahora estaba en la calle, no me gustaba estar mucho tiempo en mi casa, me sentía sola, en verdad estaba sola, en mi casa, era de mañana, el sol estaba a su alto, con una sonrisa camine, las poca personas que conocía las salude cordialmente, ahora tenia ganas de ir a los sembradíos, tenia a un amigo, era un pequeño borreguito cada tarde iba a visitarlo el dueño me conocía por esa sencilla razón permitía que me acercara a sus animales, con paso velos me dirigí hacia aquel lugar, tarde una hora exactamente en llegar pero ya estaba, el borreguito hizo un rudo al notar mi presencia sonreí y sin esperar más salí corriendo como una niña hacia el en cuanto llegue lo abrace y le di un sonoro beso-Como esta mi amigo-Y de su parte recibí un “meeee” ¿No es un amo? Y con eso me quede con mi amigo jugando, mi amigo el borrego.

por **Ryley Lezarc** Lun Ene 21, 2013 9:45 pm

Aquel día quería descansar, dormir todo lo que fuera posible y no levantarme de la cama a menos que fuese por algo sumamente urgente, o para comer o alguna cosa de ese estilo. Si esos eran mis planes, un buen merecido descanso y despertar solo cuando me sintiera lleno de energía o cuando tanto dormir comenzara a hacerme sentir mal, porque eso pasaba lo juró o al menos a mi me pasaba. Mis planes eran brillantes sin duda pero no se las cosas no parecen resultarme de la manera en la que espero y prueba de eso era el sitio donde me hallaba y lo que hacía.

Mi ubicación no era mi cama si no un sembradío y que hacía allá, bueno, descansar no eso era seguro. Y parado en aquel sitio me cuestionaba sobre como había acabado ahí, todo era un tanto confuso por lo que no recordaba precisamente que había ocurrido pero ahora aquello daba igual, lo que debía hacer era ayudar en aquel sitio tanto como me fuese posible, y me pagarían así que no había problema.
Conocía a los dueños del sembradío pues antes de trabajar como cortesano, trabaje en muchas otras cosas gracias a lo cual trataba a varias personas y no precisamente con los fines laborales actuales si no que de vez en cuando y si tenía tiempo libre, trabajaba en alguna de las cosas que antes hacía.

Durante un buen rato todo transcurrió como solía hacerlo por aquel sitio… todo tranquilo, eso me gustaba. Algunas veces es necesaria la tranquilidad y dejar de lado, el ruido, la gente ebria, el olor del burdel cosas que en definitiva lo último que eran capaces de dar era tranquilidad.
Gire en busca de alguien; alguien que olvide en cuanto vi a una mujer extraña en el lugar. Caminaba como si fuese alguien que pasaba mucho tiempo allá, pero estaba seguro de que no era de esa manera pues nunca le había visto antes. Quizás planeaba hacer algo no tan bueno y por esa sencilla razón le seguí; debía alejarla del sitio, decirle que en ese lugar no se permitía entrada a personas que no fuesen conocidos del dueño o alguien que ayudara allá cosa que se notaba no era porque no estaba haciendo nada.
Camine situando a una distancia prudente de ella, la justa para seguirle pero que no se notara y cuando se detuvo en un lugar donde se encontraba un pequeño borrego me acerque.
- Oye, no puedes estar aquí. - Hable en tono serio y la mire esperando haber si solo se iba o daba alguna excusa tonta.

por **Alondra A. Grimahux** Vie Ene 25, 2013 7:12 pm

Me gustaba estar en aireas libres, respirar el aire limpio, sin gente, el ruido a veces me molestaba, los casco de los caballos, el sonido de los trenes, eso me ponía nerviosa y hasta un poco histérica ¿Por qué? A veces desteto tanto ruido que por esa sencilla razón me tope por estos lados, el sembradío, porque acá es toda tranquilidad solamente el sonido de los pájaros, del viento, de los animales en fin, era un ruido con armonía hasta parecía música, música para mis oídos. Me gusta este ambiente, me encanta, me enamora cada vez que estoy por estos laredos, y sobre todo porque los dueños me permiten que este aquí y sobre todo con mi amigo el borrego, que lo ayude a nacer, sonrió al recordarlo, fue una aventura sumamente interesante para mí.

Para mí eso, fue una aventura sumamente especial, nunca había traído a un animal al mundo, porque nunca he tenido uno sobre todo, pero cuando llegue a este lugar, llorando, sí, llegue a este lugar llorando por aquel sueño y aquel hombre mi desesperación era muy grande, está muy confundida, pero los dueños me apoyaron, me dieron un té para calmarme y me dijeron que si podía ir con ellos para ver a una borrega que estaba preñada y que no sabía cuando iba a dar a luz a su cría. Al llegar al lugar, mire tantos animales que mis ojos lloroso me los limpie para verlos fijamente hasta que mis ojos se toparon con la borrega que estaba acostada y empezando a dar a luz, el señor me dijo lo que tenía que hacer, así que me puso de rodillas, no me importo que me viste se ensuciara, y el labor de parto empezó, ayude como pude, su madre se estaba muriendo mientras la cría salía, y la mire, mire el pequeño borrego salir pero la madre no se salvo, era lamentoso eso, el animalito se quedo sin madre, pero yo lo iba a cuidar, le pedí permiso y el señor con gusto me dijo que sí, que podría venir cuando yo quisiera a verlo y por eso me encuentro este momento con él, creo que el borrego piensa que soy su madre porque se alegra cada vez que me mira

Al recordar el momento del nacimiento de este animal, sonreí más, me alegraba mucho que yo misma haya traído al mundo a este borrego, no me imagino cuando tenga hijos, porque sí, quiero tener hijos, tal vez uno o dos nada más, quiero ser una buena madre, quiero que mis hijos se sientan orgulloso de mí, pero, pero con el hombre que amo no se puede, el es un vampiro-Sabes amiguito…-Empecé hablar con él, acariciando su pequeño pelaje-Quiero tener un hijo, un hermoso hijo, con mis ojos o con los ojos del hombre que amo, pero él no puede, el no puede tener hijos y no sé si le gusto, lo amo, lo amo mucho, siento un gran deseo por él, porque sabes….el, él es el hombre de mis sueños, él aprecia en mis sueños, y cuando lo miré supe que era para mí, pero él no puede dar ese hijo que anhelo y tampoco se lo diré porque no es nada mío, tal vez ni le gusto, ni le atraigo como mujer-Baje un poco mi cabeza y me abrece un poco del cuello de ella, derramando una lagrima-Lo amo tanto…-Susurro cerrando fuerte los ojos, el borrego se acercaba a mí y me lamia mi mejilla haciendo me reí un poco-Gracias amigo, tu siempre estás conmigo ¿Verdad?-El borrego me “contesto” y le di un beso en su “mejilla” y cuando iba a decir algo más escuche una voz varonil, que me alarmo un poco, haciendo que me alejara del borrego y me quitara las lagrimas antes de voltear de quien se tratara, pase saliva y por fin voltee a los lejos un joven estaba, mirándole bien y fijamente-No me iré-Dije tajantemente-Porque los señores me permitieron estar aquí y sobre todo con el-Indique con mi dedo índice al borrego que se escondía atrás de mí, no iba a dejar que alguien me hablara de ese modo y sobre todo un desconocido como él.

por **Ryley Lezarc** Sáb Feb 02, 2013 11:55 pm

Cruce los brazos frente a mi mientras mi mirada seguía sobre ella, parecía no haberle hecho nada malo al borrego pero aunque por fuera luciera normal uno nunca sabe la clase de cosas que otras personas pueden hacerle a otros seres vivos.
Viendo a la mujer ya de más cerca y cuando se giro en mi dirección, pude darme cuenta de que su ropa y su aspecto en general no lucían como los de alguien que iba a aquel sitio a trabajar como yo, o como los demás que estaban empeñados realizando sus labores. Ella estaría ahí de paseo o para hacer negocios con el dueño, sí iba a lo segundo estaba perdida, allá no encontraría más que alguno que otro trabajador y animales a montones justo como el borrego con él que se hallaba.

Habló entonces, diciendo que los dueños le permitían ir al sitio aquel a ver el borrego. Yo que no quería escuchar excusas bobas y me tocaba oír las locuras de una mujer que iba a hablar con borregos, ¿estaría loca aquella mujer? Que podía sacar de una "conversación" con un animal; igual y el no ser juzgada y escuchada pacientemente pero fuera de eso… absolutamente nada más.
- Que te dejan venir a ver borregos, deja las bromas y marchate, que tengo cosas más importantes que hacer y esperar a que te vayas me quita tiempo - hice una mueca molesto y con una mano le indique que comenzara a caminar - además no te creo que te dejen entrar solo a ver el borrego, por lo que te sugiero que la próxima vez inventes una excusa más original que esa - la mire y suspire, pasando mi mano derecha por mis cabellos. Nunca me gusta ser grosero con las mujeres e intentaba hablar con ella de la manera más tranquila posible, cosa que parecía no estaba logrando pues mi voz parecía más recia y seria de lo que intentaba, junto con mis gestos. El cansancio y la frustración de no poder descansar debidamente quizás me llevaban a estar de un humor no tan bueno como el habitual, mucho menos antes situaciones como esta.

Debía haber una razón real y lógica para que estuviera ahí. Respire profundo y hable una vez más.
- Dime la verdad, ¿Qué haces aquí? - esta vez mi voz salío más calma, por lo que sonreí.
Si daba una razón coherente y buena, entonces le dejaría en paz y volvería a lo que debía hacer pero si no era así no me quedaría más remedio que ir con los dueños y llevarla conmigo para poder salir de la duda realmente. De llegar a ese punto se notaba que ella no me seguiría, bueno cargar a una niña rica hasta el lugar donde estaban los dueños no sería del todo agradable… pero igual y divertido si lo sería, y mucho.

por **Alondra A. Grimahux** Dom Abr 14, 2013 2:39 pm

No me iba intimidar por ningún hombre, él para mí era nada, si no me intimido por aquel vampiro que me hace suspirar, menos por este. Sí, este hombre que lo primero fue grosero, no se comporto como un caballero, tal vez, si se hubiera comportado como tal, tal vez hubiera sido amable y no con estos pensamientos que si atacaran él estaría muerto desde el primero momento que lo miré. Cuando iba a decirle algo, de mi morral salió una cosa peluda, quería saltar pero lo sujete, era mi conejo, un conejo que me regalo un niño, mi conejito era encantador, lo adoro, mi Rabbito, como le puse, sé que no es nada original pero es mío y de nadie más. Lo sujete bien, y no me levante de mi asiento, tenia pereza de hacerlo, al contrario cruce mis piernas pero evitando que se mirara un poco de carne de mi muslo, pensaría que soy una ofrecida y con ese sujeto no un beso en la frente le daría. No entiendo porque me empezó a irrita tan rápido, que de primera me cayera mal, sé que no puedo juzgarlo pero él se comporto como un verdadero patán conmigo.

-Mira hombrecito mal parado, a mi no me haces señas con esa mano toda puerca que tienes-Comencé hablar, me irrito hasta el hígado-Y tu no me sacas de un lugar que TENGO permiso ¿Entiendes? o quieres que te lo explique con manzanitas como a los niños de primeria-Bufe, acariciando una orejita de Rabbito, mi animalito se acurruca en mi regazo, sonrió por eso, se miraba tan mono, que me lo quería comer a besos, duerme en mi habitación, le hice una casita a mi conejo, con mis manos no usando magia, sonrió y lo tomo entre mis brazos y le dio un casto beso, mirando de reojo al pedante ese-No me hagas perder la POCA paciencia que tengo hacia USTED señor ogro….-Fruncí los labios un poco para levantarme e ir hasta donde él se encontraba, pero avance solo un poco, no quería oler su repugnante aroma y sé que impregnara en mi ropa, después tendría que dar explicación aquel vampiro del porque huelo a hombre-Mire hombre mal nacido….-Mis palabras salían nada más asi, sin pensarlo, sin detenerlo en mi paladar-Usted…¿sabe qué? porque le debo de dar explicaciones…usted me la debe a mí, porque yo soy la encargada de este huerto por este día…así que usted se tiene ir por donde vino, asi que, LARGO de aquí-Di un potente grito e ignorando su pregunta anterior.

por **Ryley Lezarc** Lun Abr 15, 2013 10:33 pm

Aún esperaba una respuesta lógica que evitara que la llevara a rastras hasta el sitio donde estaban los dueños, bueno decir que la llevaría de esa manera era una completa mentira. Pensaba llevarla cargando, que era mejor que la forma en la que había pensado antes aunque solo cruzara como broma la forma anterior.
De un momento a otro no se como fue que de su bolso salto un conejo; aquella mujer era bastante extraña.
- ¿Un conejo? Pero mujer como puedes cargar el conejo en la bolsa, si algo te pasa puede pasarle algo también al pequeño - un suspiro salió de mis labios - si es tu mascota deberías cargarlo como lo que es no guardarlo como un adorno único - la mire y al conejo que parecía estar encariñado con ella a pesar de que no era muy diestra tratando como se debía.

Cerré los ojos mientras aquella sarta de tonteras salía de la boca de aquella chica. Claro, para ella mis manos no eran más que sucias en esos momentos pero a diferencia de ella me veía en la necesidad de trabajar para conseguir algo de dinero y tener una vida digna junto a mi hermana, no todos teníamos la buena fortuna de nuestro lado para haber nacido en cuna de ricos.
Ella no era la encargada de ese huerto, yo lo sabía, que clase de encargada podía ser una mujer como aquella que no sabía nada de trabajar la tierra, de que algo te hiciera falta; solo era un niña caprichosa a la que la vida algún día le daría un buen golpe para hacerla despertar de ese sueño en el que se había vivido tanto tiempo.
- El hecho de no ser rico no me hace mal nacido, y si te señalo con esta mano "puerca" es porque mi trabajo es arduo - suspire pesadamente, la discusión estaba comenzando a cansarme - Pues solo cumplo con lo que se me pidió, así que si me acompañas a ver si es verdad que tienes permiso te dejare en paz chiquilla de poca paciencia - reí un poco - y claro que me debes dar explicaciones porque el que esta a cargo de este sitio hoy no es nadie más y nadie menos que yo - me señale con un amplia sonrisa - así que señorita usted de verdad que me debe una explicación y lamento decepcionarla de verdad pero no pienso irme… no puedo hacerlo es mi trabajo - jovencita terca, estaba bien que yo ya no iba tan seguido como antes pero mi trabajo allá seguía siendo el mismo.

por **Alondra A. Grimahux** Jue Mayo 23, 2013 1:26 pm

Me comenzó a dolor la cabeza, estaba harta de soportar al hombre que se encentraba en el mismo lugar. Sí no me obedecía iba a tomar medidas drásticas y eso no estaba en mis planes. Suspire y volví a poner a rabbito en mi morral. Solté el aire que estaba reteniendo desde hace varios minutos. -Mire usted-Acaricie una orejita de mi conejo-Mi conejo siempre ha estado así, desde que me regalaron, no necesito que alguien venga y me diga como criarlo-Entrecerré los ojos y di un ligero bostezo, con mi mano desocupada me cubrí la boca. Mire hacia abajo mirando como Rabbito se acurrucaba en mi mano. Me aleje, di tres pasos hacia atrás, después di media vuelta, pero antes de irme observe al hombre-No discutiré más con usted, esto se arregla muy sencillo, espéreme aquí-Sin decir más comencé a caminar hacia la casona, donde los dueños vivían, a esta hora ya estaban, era un poco tarde, era unos señores de la avanzada edad. Cerré mis ojos y suspiré, ¿Por qué todos los hombrees me desesperan? Bueno, no todos, menos él, mi amado, el que amo con toda mi alma, es la primera vez que me enamoro de un hombre que aparece en mis sueños, pero esa, esa es otra historia en mi vida, la más importante.

por **Ryley Lezarc** Dom Jun 02, 2013 12:39 am

¿Por qué me tocaba lidiar con mocosas tercas? igual no era que me interesara mucho lo que ella dijera o dejara de decir, solo que el pobre animal no tenía la culpa de nada; quizás debería dejar de preocuparme por animales que no me correspondían, pero al parecer incluso los que me correspondía cuidar eran parte importante de ella, así que el todo se volvía bastante fastidioso y desesperante. ¿Qué había hecho para mereces todo aquello?
- No te alteres, solo era un comentario - me rasque la nuca y la mire. Altanera, presumida y nada buena chica, que clase de personas terminaban metidas en aquel lugar por un simple capricho.

Cuando me indico que me quedara ahí solté una risotada, debo admitir que la chica de vez en cuando decía comentarios ridículamente graciosos.
- Lo siento, pero voy contigo - camine sin más detrás de ella; no quería tener que molestar a los dueños con una tontería como aquella pero dado que la "niña" se ponía terca no había otra forma de solucionar la situación más que hablando con los dueños - mira que decir que espere como si fueras la dueña de todo lo que esta aquí - negué y suspire - como si el ser ricachona te diera derecho sobre las vidas de otros - avance más a prisa entonces y la pase de largo, pero una vez que estuvimos frente a la casa de los dueños le abrí la puerta para que entrara primero, ahora estábamos a punto de saber la verdad.
- Adelante, señorita… - sonreí mientras ella entraba en la casa.

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