Encuentro Fortuito (Privado)

por **Ryley Lezarc** Dom Ene 20, 2013 6:28 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Ya quería salir del burdel llevaba ya mucho tiempo ahí cumpliendo con mi "deber" y la verdad es que creía que Vane estaría vuelta loca porque teníamos días sin vernos; esa mocosa de poder me mandaría exorcizar para que dejara el trabajo que nos daba sustento pero aquel no era lugar para pensar en eso.
Atendí una última "cita" y después de haber dejado todo en orden con paso presuroso abandone el lugar hacía las calles parisinas y rumbo a mi humilde hogar, donde comería algo y me tiraría sobre la cama a dormir hasta no poder más… si eso haría.

El amanecer estaba cerca, si acaso faltarían dos horas o una para que los rayos del sol inundaran lentamente todo cuanto me rodeaba, gire entonces por un callejón y más delante por ese rumbo la figura de una mujer que caminaba lento y un tanto inseguro se hizo visible. Sonreí pues si andaba por las calles ya casi para amanecer era muy probable que fuese alguien que yo conociera, ya fuera por dedicarse a lo mismo que yo o porque pues bueno en algún momento hayamos pasado gratos momentos. A medida que mis pasos le daban alcance note que no era que sus pasos fueran inseguros si no que le costaba caminar, el motivo era desconocido para mi pues solo era capaz de verla de espaldas. También pude notar que no era alguien que me resultase familiar pero bueno un poco de amabilidad no le hace daño a nadie, ¿verdad?.

- Disculpe, ¿se encuentra bien? - pregunte en tono bajo, intentando no espantarla o algo así para ver que pasaba o si podía ayudarla en algo. Quizás solo me mandara al demonio pero si estaba bien pues eso no importaría mucho la verdad.

por **Ryley Lezarc** Vie Mayo 03, 2013 12:26 am

Leigh parecía ser siempre amable y educada; sentía que debía esforzarme para no quedar como un completo tarado frente a ella y no es que eso me importara al menos hasta aquellos momentos no me interesaba lo que pensaran otros pero cuando se trataba de ella parecía ser que mi perspectiva cambiaba por completo. No sé decir si eso me vuelve un ingenuo o un idiota pero no me interesa.
No mencione nada más de Vane pues quería que ella misma fuera la que la conociera y generare su propio juicio sobre mi hermana y si éramos o no similares; en mis palabras pude haberle dicho que éramos similares pero a la vez completamente opuestos, debía ser eso parte de la razón por la que nos lleváramos tan bien y continuáramos juntos y preocupados siempre por el otro; mientras estuviera el otro no había problemas, a menos que se apareciera alguien de la familia a pedirnos algo a lo que no desafortunadamente no podíamos negarnos por más que quisiéramos hacerlo.

Volví a finalizar la ensalada mientras aguardaba una repuesta de su parte, era mi mera curiosidad la que me movía a preguntar aquello, con una pizca o tal vez más de preocupación por ella junto con un interés personal que rara la vez me pasaba, pero que no era algo a lo que realmente prestara atención.
El silencio me hizo detener de picar creyendo que hablaba muy bajo y por eso era incapaz de escucharla, entonces fue que se dispuso a hablar y su melodiosa voz hizo que reanudara mi labor mientras terminaba la ensalada y me dirigía de nuevo al espagueti.
- Así que tu perro se perdió, que mal, espero que por lo menos tu dama de compañía lo encontrara - mencione antes de que ella continuara con su historia; por mi con la primera parte hubiera estado excelente pero al meterle más información fue cuando me hizo dudar de los hechos - ¿Tú criada no corrió tras ustedes?… que extraño por lo general ellas no dejan ni un segundo a las mujeres que acompañan así que no puedo explicarme como es que eso paso - suspire ante la idea que atravesó mi mente - si no hace lo que debe de la manera que necesitas deberías correrle.

Sacaba unos platos cuando la palabra zanja llegó hasta mis oídos y me detuve - ¿Zanja? pero… eso es muy poco usual y si mi memoria no me falla por los lugares cercanos a donde la encontré no hay nada parecido a eso, o algo que pudiera lastimarla de ese modo - fruncí el ceño mientras acomodaba ensalada en los platos - ¿alguien le ha hecho daño señorita? puede decirme con total confianza - el solo pensar en que alguien se atreviera a lastimar a tan bella mujer me alteraba de sobre manera pero debía guardar la compostura y terminando de poner espaguetis en los platos salí a donde se encontraba - si alguien le ha lastimado veremos que hacer para que no vuelva a ocurrir - estire entonces el plato hacía ella sin dejar de mirarla ni un segundo.

por **Leigh Lezarc** Vie Mayo 03, 2013 7:33 pm

Estaba, ensimismada, pensando en todo eso, en las teorías, en las fallas de las mismas, en lo siguiente a decir; reflexionaba todo lo dicho y permanecía inmóvil, cual si sintiera ya algo inminente. Por un momento recordó claramente aquellos instantes de la lucha con el vampiro que la había lastimado en medio de la pugna y sintió todo de nuevo como si lo viviera ahora. Todo quedo grabado en su mente y lo traia a memoria ahora que no era un buen momento.

-Lo sé- respondió rápidamente a la mención de la supuesta dama de compañia y cortando los recuerdos para dar paso a la mayor coherencia que le fuese posible, -Pero creo que para cuando se dio cuenta que yo no estaba, ya habría corrido un par de cuadras detrás del perro. Dudo que lo haya notado al instante, estabamos entretenidas comprando un par de cosas.- Esto le causó gracia a ella misma, imaginarse de compras con otra mujer como si tuviera una vida normal le sonaba absurdo. Pero así tenía que sonar todo, absurdo para ella, normal para otros, creíble para Ryley. Ella levantó la mirada de nuevo como si él la pudiera ver, aunque era sabido que no estaban en la misma sala. -No me gustaría que se fuera. Verá, es una mujer muy dispuesta y amable siempre. Es por completo educada a pesar de provenir de una familia humilde. Es más, su madre fue dama de compañía de la mía por bastante tiempo.- Esa parte era cierta, sólo que su dama de compañía no acompañaba de noche porque Leigh salía sin decir nada nunca y aunque la chica sospechaba, lo único que hacía era curar las heridas de su ama y mantenerse en silencio.

Todo iba bien, hasta aquí todo sonaba creíble pero se ve que Ryley conocía bien la zona. Ella abrió un poco más los ojos sorprendida y se apresuró a responder aunque su tono sonó calmado -Mi accidente no fue por esa zona, me esforcé bastante por llegar hasta allí...- e hizo un silencio. ¿Sería mejor decirle que intentaban asaltarla y que en su defensa resultó lastimada? esa sería una historia tal vez más creíble, de no ser porque Leigh en las noches no llevaba nada de valor para un ladrón, a excepción de las armas con las que se defendía mejor que ellos.

Ryley regresó con la cena y ella se vio obligada a recobrar la compostura -No fue nadie, de verdad...- tomó el plato y esperó que él olvidará el asunto, pero había que decir algo, cambiar el rumbo. -Gracias, huele muy bien- dijo con respecto a la comida que en realidad se veía deliciosa y ella además estaba hambrienta. -¿Trabaja usted por la zona?- Preguntó desviando el asunto. En realidad no quiso devolver antes la pregunta sobre que hacía él, sólo y en un callejón a esa hora, pero la situación era distinta. Acomodó el plato sobre sus piernas mientras se enfriaba un poco y agradeció haber guardado tal pregunta, sólo le restaba esperar y mantener claras sus respuestas para no cometer más errores.

por **Ryley Lezarc** Sáb Mayo 04, 2013 11:38 pm

- Pues entonces debe tener una excelente condición y corre muy veloz, aunque también puede ser que su perro le importe tanto que le haya generado la emoción para correr tanto y alejarse de su acompañante - algo en su historia no terminaba de cuadrarme por completo pero no era lo correcto que le interrogara tanto, buscaría la manera de lentamente y sin una forma que sonara o se viera como un ataque de sacar toda la información que sentía me era necesaria - Ya veo… entonces es alguien de confianza ya de antes de su familia, pues si ese es el caso debe estar muy preocupada por usted y por como se encuentra - aún no podía verla pero ansiaba hacerlo para ver las expresiones que tomaba al responderme y al escuchar cada una de mis preguntas y frases - al menos con esta desafortunada experiencia quiero creer que algo habrá obtenido de aprendizaje y de que no debe ser agradable estar preocupando tanto a las personas que se interesan por usted - decir lo que venía a mi mente en aquellos momentos era inapropiado pero incluso sabiendo eso no podía evitar pensar en que si era así de precipitada siempre yo también entraría en el grupo de personas que se preocupaban por ella; eso si no formaba ya parte sin darme cuenta.

Me limite a escuchar sus explicaciones y a pensar que cada vez se ponía más extraño todo y eso no pintaba para nada bueno; aunque tampoco significaba que ella debiera decirme completamente la verdad después de todo acabábamos de conocernos y prácticamente éramos desconocidos.
- Pues debió buscar ayuda señorita en una zona más transitada porque las calles por las que andaba eran muy solitarias; aparte de que estoy casi seguro de que cuando ocurrió el accidente era temprano y la hora a la que la encontré era ya muy tarde. ¿Qué hizo todo ese tiempo?, solo anduvo por ahí… eso no debería ser así, pudo perder la vida… piense en quienes se preocupan por usted - entonces fue cuando decidí que aunque no fuera capaz de hacer mucho intentaría contactar de vez en cuando a Leigh, no directamente pero si encontraría la manera de asegurarme que se encontrara bien.

- Bueno, pero si en algún momento alguien piensa en poner un solo dedo sobre usted digaló y entonces veré la forma de hacer algo para que este a salvo - tome asiento nuevamente en el sillón frente a ella - Espero le agrade… - estire entonces un cubierto hasta ella - ¿Mi trabajo?… - metí algo de comida en mi boca para que en lo que masticaba y tragaba pensar y adelantar algo de lo que ella pudiera preguntar después - Pues, ahora que lo pregunta si, trabajo por la zona - sonreí para que mi respuesta sonara más creíble - solo que lo que hago es un secreto… algo entre empleador y trabajador y tampoco es algo muy importante - observe el plato y tome más comida.

por **Leigh Lezarc** Dom Mayo 05, 2013 2:02 am

Cuando una conversación entre dos desconocidos se torna más amplia, da cabida a más posibilidades a la hora de argumentar lo que sea; pero siempre es mejor errar teniendo varias opciones -porque dentro de todo se puede acertar también- a encontrarse entre la espada y la pared sabiendo que si te mueves mal te lacerará la espada. Aún así, Leigh respondía al filo de la verdad y la mentira, un juego difícil.

-Sí, es que corro rápido porque siempre me ejercité.- Omitió lo del perro centrándose en eso, evadiendo la parte de la mentira y dándole énfasis a la verdad que representaba su buena condición física. Su padre desde niña la fue entrenando como era típico en un cazador, sobre todo descendiente de otros cazadores, era algo así como una costumbre familiar por no llamarme precaución general. -Yo no quiero preocuparles, porque, la verdad es que corrí tan deprisa que en un despiste me sorprendió el accidente, todo fue tan de repente que no tuve tiempo de nada.- Por no decir que en casa ya sabían que tenía un límite de desaparición de 72hs, pasado ese tiempo podrían empezar a buscarla. Por ahora, no llevaba ni siquiera un día perdida, o una noche, porque fue allí donde comenzó todo.

-Creo que eran casi las 7:00 pm cuando todo pasó, ya había caído el sol y mi dama de compañía y yo sólo aguardábamos para que vinieran a buscarnos e ir a casa. Pero... la zona no era concurrida y el golpe fue fuerte, creo que estuve un par de minutos inconsciente. Todo por un descuido.- Le miró con un gesto que pareció inocente, pero en realidad lo que decía ahora distaba mucho de ello, Leigh había estado a los golpes por salvar su vida, luchando con un vampiro para ver quién mataba primero al otro y no había tenido opción. Una verdad cruel para alguien que no merecía saber el horror que abundaba París cada noche sin que él siquiera sospechase, o al menos en teoría. -Cuando desperté de nuevo intenté buscar la casa de algunos de mis siervos. No todos se quedan de noche en casa porque tienen sus familias y creí que llegaría más pronto a ellos que a mi propia casa; pero ya ve usted como me encontró.-

¿Podía ser más caballero aún? cuando creía que no la podía sorprender más, de nuevo salía con algo más y casi que la dejaba sin palabras; pero claro, ella no demostraba nada de serle posible, incluso a él debió parecerle extraño que no sonriera nunca.

-Ojalá permanezca a salvo...- no pudo evitar mirar a un punto fijo sin ver nada, aquél pensamiento fue tan sincero que cada parte de ella reaccionó de la misma forma contemplando todos los riesgos. Tomó el cubierto y agradeció de nuevo y mientras lo escuchaba responder, llevó el cubierto con la comida a su boca, realmente estaba delicioso y le daba una pauta para poder decir algo y no retomar ni una pregunta más acerca de la labor a la que se dedicaba él, sonaba peligroso y eso podía ser del lado bueno, o del malo... -¡Mmm, está delicioso!- dijo una vez hubo pasado el bocado y usó un tono más animado para poder desviar mejor el tema, pero elogiando con verdad al anfitrión de la noche que aunque tuviera cosas que ocultar al igual que ella, desde ya le merecía respeto.

por **Ryley Lezarc** Mar Mayo 07, 2013 1:13 pm

La duda flotaba en el aire, al igual que las verdades y las mentiras. No creía mucho de lo que ella había dicho hasta ahora sobre su incidente, pero no podía confrontarla diciendo que me contara la verdad de lo que había sucedido antes de encontrarla. En primera el que estuviera bien es suficiente para mi, en segunda no soy quien para obligar a alguien a contar la verdad cuando incluso yo mentía un poco en lo que de verdad hacía, de hecho no mentía solo un poco si no bastante.
- Ya veo, pues entonces es usted toda una deportista - sonreí, si no podía sacar la verdad entonces ¿Por qué no ayudar a crear una mentira mayor?, tarde o temprano entonces alguien de nosotros llegaría a contradicciones en algo, solo era necesario ver quien. - Esa debe ser en parte la razón para que haya resistido tanto con sus heridas, su buena condición física y en parte también el motivo del porque no salió más herida o ¿Usted que piensa? - El único detalle de ese brillante plan según yo, es que podía ser que ninguno de ambos se contradijera y entonces… juego terminado.

Escuchaba cada una de sus palabras, buscando ese detalle mínimo pero al parecer sería incapaz de encontrar algo así; lentamente sus palabras me envolvieron hasta olvidar lo que estaba buscando en el fondo y me perdí en sus labios al hablar, sus expresiones inocentes, la forma en que sus ojos iban de un lado a otro hasta que en algún momento me perdí en ellos y los demás no importo.
Un sentimiento extraño fluía en mi interior y cuando estaba por darle un nombre, la forma correcta de llamarlo escapaba de mis manos obligando a observar con detalle nuevamente a Leigh hasta que aparecía, solo para que lo anterior se repitiera una y otra vez. Parpadee entonces y tome más de la comida, desviando mi mirada de la de ella que debía ya de lucir muy raro la manera en la que me perdí detallando su rostro.
- Los accidentes ocurren, y disculpe que le haya preguntado mucho es solo que me preocupo por las damas en peligro y sobre todo heridas. Gracias por explicarme la situación no era del todo necesario que lo hubiese hecho señorita Lezarc.

Ya no podía mirar más su rostro por temor a perderme de nuevo y que entonces ella me temiese por esas actitudes tan raras, pero al escuchar de nuevo su voy, inevitablemente levante la vista hasta encontrarme con ella de nuevo.
- Vera que yo estaré a salvo, lo que hago no es para nada peligroso así que usted descuide - y ahí estaba de nuevo, la mentira - que bien que le ha gustado, si desea en algún momento algo más pida por favor que aquí se le dará todo cuanto podamos hasta que se retire y sepa que sigo sin este del todo de acuerdo con esa decisión pero todo sea por usted - sonreí, mientras tomaba un poco de la ensalada.

Existen momentos extraños en la vida, creo; esos en los que accidentalmente te topas con algo o alguien que sin que lo sepas va a comenzar a cambiar tu vida de manera lenta y paulatina. Eso que puede volverte una mejor o peor persona, llevarte a la destrucción o a la gloria; es algo complicado, pero a la vez maravilloso. Quizás era algo destinado, una casualidad o que se yo, pero siento que Leigh es ese momento extraño en mi vida.

por **Leigh Lezarc** Mar Mayo 07, 2013 9:59 pm

Que en principio todo pareciera relajado era un completo alivio para Leigh, ya estaba bien con sentir ese dolor físico que no demostraba como para luego sumarle algo más, la necesidad de tejer mentiras. Por un momento supo que podía haber dicho más verdades y así mantenerlo alejado, pero la verdad es que la cazadora quería verle de nuevo; este hombre había sido demasiado atento y caballero como para pasar la página con ingratitud y continuar como si nada.

Envolvió el tenedor de nuevo y lo giró para envolver aquellos spaguettis tan deliciosamente sazonados y asintió mientras masticaba para hablar después. -¿Usted practica algún deporte? Tal vez se me ocurra invitarle a correr un día. Cuando me mejore, claro, ahora no puedo hacer mucho.- Dijo con simpatía pero sobre todo con sinceridad, incluso tal vez le ganara si es que él no resultaba tener un mejor físico. Leigh sin mirarlo demasiado notaba su buena contextura física, era un hombre alto, de espalda ancha y brazos fuertes, lo suficiente para haberla cargado sin llegar fatigado como un enclenque, seguro que algo debía de hacer para mantener tal forma. -Y bueno, el hecho de entrenar siempre aumenta la resistencia física, yo supongo que es por eso, no lo sé.- Negó con la cabeza y antes de decir más probó la ensalada tan finamente picada por aquél caballero.

-Descuide, está casi que en el derecho de preguntar luego de todo lo que hizo. La verdad es que no voy a negar que me sorprende.- Afirmó observándolo y luego desvió la mirada a su plato de nueva cuenta, a veces se le olvidaba que no debía mirar tan fíjamente a otros.

La comida era exquisita, toda ella, y no se interrumpió hasta que él mencionó su trabajo y ella asintió -Está bien.- fue todo lo que dijo al respecto para no inmiscuirse en algo que él debía mantener secreto según había dicho antes. -Es usted tan caballero como buen cocinero, aunque quedaré bien, suelo comer poco.- Soltó sin pensar y luego no levantó la vista del plato durante un rato por ello. De hecho, así hubiese permanecido el resto del tiempo de no ser a que él manifestó con disimulo su desacuerdo con la desición de partida de la cazadora, con su método.

-¿No está de acuerdo del todo?- Levantó la vista a los ojos de Ryley nuevamente. -¿Porqué?- A veces la curiosidad parece disfrazada de la más dulce inocencia que al final termina resultando otra cosa. Pero ¿Qué podía tener en contra? para Leigh no era claro, pero la galantería de Ryley parecía tener un nivel especial e incluso daba la impresión de ser desinteresado, la pregunta de nuevo, aunque mentalmente, era ¿Porqué?

por **Ryley Lezarc** Miér Mayo 08, 2013 9:17 pm

Verdad o mentira… verdad o mentira…
- Lo siento señorita no suelo practicar deportes, pero si me invita entonces quizás cambie de parecer y comience a interesarme por realizar eso, después de todo salir a tomar aire fresco y hacer algo no esta de más - opte por la verdad, después de todo no tenía nada que perder o al menos no lo sentía de esa manera ya no. De verdad que yo no practicaba ningún deporte pero aparte de trabajar de cortesano en el burdel, solía hacer todo cuanto podía de mis años antes de ser cortesano. Sabía trabajar en prácticamente todo lo que pudiera, sobre todo en trabajos físicos intensos por eso debía parecer com alguien que se ejercitaba aunque no lo fuera.
- Si, seguramente debe ser por eso. Su cuerpo con ese entrenamiento debe ser más resistente, eso es lo que yo creo.

Preguntar solo por salvarla, que peculiar forma de pensar pero me agradaba porque eso me hacía darme cuenta que mi presencia ya no simbolizaba desconfianza para ella, no como cuando nos vimos por primera vez en aquella callejuela oscura; pero tampoco sentía que lo que hice ameritaba cuestionarle de más, debía respetar los limites impuestos por mi mismo en contra de lo que sus palabras me invitaban a hacer.
- Gracias, pero creo que ahora he preguntado todo lo que deseaba conocer y mi curiosidad por ahora se encuentra satisfecha - sonreí mientras la veía observar su plato. Me apene al saber que me consideraba caballeroso, pues a mi punto de vista solo hacía lo que debía; no me gustaba ver a las mujeres en peligro o heridas, ellas eran algo valioso para mi y esperaba que si en algún momento mi hermana necesitaba ayuda alguien se la brindara al igual que yo lo hacía con otras mujeres.
- Sus palabras me halagan señorita y descuide, no necesita comer todo lo que le he servido ni de más. Disfrute de lo que pueda y desee comer.

Levanto la vista del plato y nuestros ojos se encontraron. ¿Qué debía responder en esos momentos?. Su mirada me resultaba más interrogante que sus mismas palabras y al analizarlas con calma pensé en las posibles razones que tendría para sentirme en desacuerdo porque se fuera… Quería asegurarme de que estaba bien, evitar que se metiera en problemas, que se lastimara más intentando ser tan independiente como lucía, quería… quería escucharla y contemplarla más tiempo, tanto como me fuera posible…
- Me preocupa el hecho de que se exceda señorita y de que cometa una imprudencia como correr detrás de otro perro así como esta herida, pero repito, si es lo que usted desea no soy quien para oponerme a sus deseos. Lamento si mi comentario le ha ofendido - baje entonces mi mirada al plato, para notar que tan perdido había estado que no me di cuenta del momento en el que había terminado de comer la ensalada y los espaguetis. Deje el plato en una mesita frente al sillón en el que se encontraba Leigh y le sonreí.

por **Leigh Lezarc** Lun Mayo 13, 2013 8:05 pm

Que curioso que le resultaba Ryley a la cazadora. Parecía tan motivado a pesar del cansancio y de todo que incluso parecía encantador. Por ello, Leigh dio paso a la invitación que pensaba hacerle con total naturalidad, algo poco propio de ella.

-Como voy a tener que ejercitar mucho la pierna luego de esto, entonces voy a invitarle a casa. Hay allí un enorme jardín y un patio trasero lo suficientemente amplio para correr sin aburrirse pronto. Lo invitaré a desayunar y a aprovechar una de las pocas tardes de sol que tenemos aún. ¿Sí?- De repente ella bajó la mirada para terminar de comer y fue consciente de lo mucho que hablaba. Era obvio que la mayoría del tiempo no le dirigía la palabra a nadie. Incluso en casa solía ordenar con palabras claras y sin ir más allá; finalmente todos los que le servían estaban acostumbrados. El asunto, es que hace mucho no se sentía cómoda con otros y ahora que alguien era atento con ella sin la obligación de serlo, lograba que reaccionara de modos distintos a los habituales.

Las cosas mejoraban, por ahora no habrían más preguntas y eso era darle tiempo al tiempo, o más bien a la mente de Leigh para organizar ideas y dar respuestas creíbles para aquella noche. Dio el último bocado a la comida y luego respondió con gracia -Pues, he terminado todo. Era imposible no hacerlo, estaba exquisito!- Realmente cocinaba bien, seguramente la práctica lograba aquello. Internamente, Leigh sintió cierta gracia porque de ser al revés, tal vez ella no sería muy eficaz a la hora de preparar algo, nunca tuvo la necesidad y de hecho ni siquiera le llamó la atención. Ryley era tan distinto a ella que eso era lo que lograba que actuara como venía haciendo, cediendo.

-Muchas gracias, de nuevo.- Limpió sus labios con delicadeza usando una servilleta y se inclinó un poco para apoyar el plato sobre la mesa. Luego, dio un suspiro como quien queda satisfecho y se quedó viéndolo como intentando comprender aquél punto de su partida. -Mmm la verdad es que así no puedo correr ni a mi perro ni a nada. Todavía me duele y sé que debo descansar para recuperarme rápido. Quédese tranquilo, no voy a tirar por la borda el cuidado de esta noche y tampoco volveré a casa sola.- Se acarició la pierna como si le doliera pero sin hacer ni un sólo gesto coherente con lo que sentía. -No le pido que me acompañe porque para usted sólo es un largo camino al tratar de ayudarme, llegara tan cansado que quiero evitarlo porque sé que puedo.- esto era por completo cierto, si venían por ella la llevarían más cómodamente transportada y sin agotarse, pero para Ryley sólo sería una complicación innecesaria. La otra opción, era permitirle ir con ellos. Pero Leigh no quería, pretendía verle de nuevo en un estado menos caótico, ella estaba con las ropas raídas y arrastradas, herida, desaliñada casi por completo a pesar de salir con la mayor sencillez que le era posible, estaba agotada, había sido demasiada larga la jornada como para querer que aquél hombre la viera de tal forma. Si bien a Leigh no le importaban las apariencias, tampoco era para exagerar y era consciente que su aparicencia debía ser fatal en aquél momento. Él, merecía ser tratado de otra forma, incluída la apariencia de quién esperaba luego hacer las veces de anfitriona.

por **Ryley Lezarc** Mar Mayo 14, 2013 11:26 pm

El ir a casa de tan bella dama me seguía pareciendo no lo más apropiado, después de todo yo no era nada más que alguien no con mucho dinero y lo peor de todo es que trabajaba en algo que no todos consideraban adecuado. Para el resto de la gente era demasiado fácil juzgar las necesidades ajenas, pero nunca eran capaces de ponerse en el lugar, si de vez en cuando lo hicieran uno podría darse cuenta de la verdad de las situaciones; pero aunque sabía que aunque de por si, no era bueno que la viera en otros lugares y que ir a su casa era mucho peor si alguien me veía de momento, no me importaba en lo más mínimo.
- Bueno pues entonces no me siento en la posición de negarme a la invitación de tan bella dama, menos porque se encuentra herida y de esa manera podré verle para saber que se esta recuperando así que… con todo gusto iré a caminar con usted por su patio señorita, siempre que no sea una molestia para nadie.

Le contemplaba, quizás con la misma cara que muchas veces veía a otros hombres contemplar a las damas pero no podía estar seguro. Comía de una manera tan delicada y fina que solo llevaba a que su belleza resaltara más.
- Me alegra que fuera de su agrado la comida, por supuesto que he cocinado lo más rápido que podía pues deseaba alimentarla lo antes posible pero, si en algún momento desea algo más con gusto y calma se lo preparare, seguro me queda mejor - sonreí. Dudaba un poco de mis habilidades culinarias, conscientemente las comparaba con la clase de comidas que alguien como ella podía haber probado durante su vida y me sentía el peor cocinero; no negare que sus palabras elevaron un poco mi animo, pero aún no me parecía suficiente… no para ella.

Tan consciente y a la vez tan despistada. Decir que no tiraría por la borda todo el cuidado siendo que en un principio había tirado por la borda su bienestar al correr detrás de su perro que probablemente hubiera sido capaz de regresa a su hogar por su cuenta. Esa mujer era sencillamente hermosa.
- Bien, si usted lo dice entonces me quedare en paz y no se preocupe por mi - me moví en el sofá sin dejar de mirarla ni un segundo - si me lo pide, yo personalmente le llevare hasta donde me lo pida; más si prefiere aún le consiga quien le lleve puede decirme a donde mandó a alguien y mientras se hace todo necesario para que vuelva a su casa, descanse en uno de los cuartos - en las afueras debía haber algún chiquillo que por ganar algunas monedas y observar las casas de la gente rica, no dudaría en aceptar aquella encomienda que les daría.
Me levante de aquel sofá y tomando los platos los lleve de nuevo hasta la cocina; para regresar y permanecer parado a un lado del sofá donde Leigh se encontraba.
- Entonces señorita - estire mi mano en su dirección - esta dispuesta a ir a descansar en lo que me dice a donde debo mandar a alguien - sonreí - y por favor sienta la libertar de descansar tanto como pueda que le aseguro aquí estará a salvo - tan fuerte y a la vez tan frágil; deseaba sostenerla y ayudarle, caminar a su lado para que no volviera a caer de esta manera jamás.

por **Leigh Lezarc** Mar Mayo 21, 2013 1:45 am

Ryley parecía tan protector que Leigh llegó a pensar que ella misma no le daba suficiente importancia al accidente, tal vez era porque estaba ya bastante acostumbrada a salir herida, aunque no siempre fracturada.

-Estaré bien pronto. Y...- Le miró frunciendo el ceño con notable curiosidad. -¿Porqué habría de ser molestia para alguien? Será mi invitado y no uno cualquiera, lo que usted hizo hoy merece ser valorado como se debe.- Hablaba con propiedad, había sacado a relucir sus modales diurnos por medio de la gratificación, y con razón. Eso sí, ella había ignorado el elogio que él le había hecho entre frases, como le era costumbre. Leigh le rehuía a todo ello, fingia no haber escuchado nada y continuaba hablando como si no tuviera la menor importancia. Así era ella, cerrada a los elogios y a la más mínima expresión de afecto. De hecho, no demostraba nada por nadie desde la muerte de sus padres.

-Pues, creo que un plato como este vale la pena repetirlo, así que, recordaré la propuesta.- ¿En realidad iba a hacerlo? Era probable que luego que Leigh estuviera en su casa se replanteara cada una de sus palabras y se arrepintiera. No por él, claro, sino porque era sumamente extraña la manera en la que se comportaba con él. Parecía más natural que de costumbre, como si los golpes de esa noche y todos los eventos posteriores hubieran logrado un efecto distinto. Era algo así como el efecto de las cenizas que de alguna manera dejan ver entre los escombros algunas pequeñas ascuas de fuego que parecen extinguirse poco a poco. El problema no es que las cosas hubieran salgido mal. El problema es que ella, bien o mal, no dejaba salir de su mente las cosas.

-Prefiero que vengan por mí, no es tan sencillo de llegar a casa en mi estado, necesito que vengan en carruaje o caballo o algo. Así que, descuide, por favor.- Ryley dejó todo en la cocina e incluso hasta para eso se mostraba con esa sonrisa afable que inspiraba confianza, o tranquilidad o algo por el estilo. La cazadora no estaba muy segura de que se trataba. -Enviaremos por ellos luego.- Dijo al tiempo que tomaba la mano que él le ofrecía para ayudarla a levantarse e hizo apoyo en el suelo con la pierna sana y se levantó sin evitar quedarse mirándolo por un segundo para luego desviar la mirada con rapidez. -Descansaré. Enviar a alguien por mi es fácil, varios conocen la Residencia Lezarc.- Dicho esto le retomó la mirada de nuevo -¿Y usted, no descansará al menos un poco?-

por **Ryley Lezarc** Miér Mayo 22, 2013 11:33 pm

- Pues en ese caso señorita, será todo un honor ser su invitado - había intentado realmente lograr que desistiera de esa idea, o buscar una excusa para no hacer acto de presencia en un lugar que debía de ser todo lo opuesto a donde yo me encontraba viviendo pero después los "intentos" fallidos termine accediendo. Por alguna razón no quería realmente no ir a verla, lo que me preocupaba era simplemente lo que ya antes había pensado pero para que negar mis deseos de querer ser capaz de contemplar su rostro y escuchar su voz - iré en el momento en que usted me lo haga saber, ya que bueno… ya sabe en donde es donde vivo - levante una de mis manos y señale algunas partes de la casa, aquel lugar aunque humilde y no voy elegante estaba a disposición de ella y de cualquiera que enviara… siempre.

Asentí pues al igual que mi hogar estaba a su disposición, si en algún momento deseaba que le cocinara de nuevo lo haría. Claro que era obvio que mi comida era simples platillos sencillos en comparación a los alimentos exóticos a los que ella debía de tener acceso, aún así, hay ocasiones en las que se añoran las cosas sencillas de la vida y la experiencia en mi trabajo me lo había demostrado un sin numero de ocasiones cuando hablaba con mis clientas más regulares.

Capte cada una de las palabras que dijo pero cuando se levanto y me observo me sumergí en el misterio que ocultaban sus hermosos ojos; desafortunadamente para mi su mirada se desvió de manera rápida y no pude hacer nada más que sonreír.
- Muy bien, enseguida buscare a algún pequeño que haga el favor de indicar su paradero y de esa forma vengan por usted, después de todo si no los mandamos ahora tardaran días en venir por usted - los pequeños de por esas calles eran muy dados a perderse en cualquier cosa que les llamara la atención. Recordé la ocasión en la que envíe a uno a avisar a Vale que necesitaba salir y no llegaría en algunos días y cuando regrese mi hermana estaba furiosa diciendo que el infante le dijo hasta un día después de mi repentina desaparición; reí al recordar esos tiempos, cuando aún Vale desconocía de mi trabajo. Caminando con calma la lleve hasta el cuarto de mi hermana y una vez que estuvo recostada en la cama camine hasta la puerta - Descuide señorita, primero iré a enviar alguien a su residencia y entonces iré a dormir al lado, si es que eso le reconforta… por ahora descanse que lo necesita y si requiere de algo no dude en llamarme - deje la puerta abierta por si ella me necesitaba y me dirigí a la calle.
Era cuestión de tiempo para que ella partiera a su hogar y entonces no sabría cuando podría verla de nuevo… sabiendo eso y sintiendo la confusión interior que poseo ahora, ¿Podría realmente dormir?… no; yo solo aguardaría hasta su partida y entonces anhelaría nuestro siguiente encuentro.

FINALIZADO

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