AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Sérénade de l'amour (Privado)
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Sérénade de l'amour (Privado)
Recuerdo del primer mensaje :
Nicolás, Nicolás, ave que se hallaba en busca de su nicho, su único aposento, ese maravilloso paraje donde el ave renació con una música que ahora mismo la puede escuchar en su pensamiento, un oleaje de palabras que lograron despertarle y sentirse en un corazón posado de soledad. Y ahora con un delirio que no cesaba vuela, vuela con su violín en brazos, después de haber enviado la carta no espero más que voló hacia el nicho que sería el encuentro de un nuevo amor, surcando el cielo para ir tras la Laguna. Como maestro de la tristeza bañaba su sendero y solo del batín vestía, cubriéndole su desnudo cuerpo….
Dos voces, dos calores de un amor, un amor que resuena en la distancia, no podrá ser olvidado y el otro, ese que comenzó a consumir todo....Sin darse cuenta que ya lo estaba amando, sin aceptar que los sueños continuaban placientemente a su lado, que es como se ha ahogado, deseando abandonar todo, huir lejos de este tormento, el pasado y ahora el…De nuevo la misma noche tétrica, la danza, las palabras, ese vislumbre de un amor, ese miserable jardín que pronto dejara de ser bello, sin pedir nada, sin aceptar que esto es “AMOR” ….
Sera que esta noche seria una despedida, desea liberarse de lo que carga en su vacio, dejar todo al dueño de este delirio, decirle el motivo del porque lo ha citado, hacerle el amor al acorde de su violín… ¿Porque como un violín desea hacer el amor? Porque el violín es como un alma robada, quiere entregarle todo para deshacerse de todo esto, estar de nuevo vacio, es lo único que desea….
Como marioneta destrozada, jodido pájaro putrefacto, solo desea: “Quiero tomar tu mano, quisiera escapara contigo hasta el final de la noche, pero solo el crepúsculo quiere llorar por este sutil engaño, por esta mentira de que hay amor, No quiero saber nada mas, te entregare todo lo que te pertenece, te daré el amor que siento, el deseo lo consumiré al verte, te entregare el alma de mi violín…No necesito nada mas, no necesito nada...Solo terminar esto, con mi muñeca en brazos, quiero dormirte y que solo esto fuese un sueño, sin herirte que es lo que he estado protegiendo con cuidado, y solo decir que ahora todo está olvidado..”
Esa muñeca quien le ha puesto en libertad sin darse cuenta, su propia miseria trágica volverá, abrirá el ojo sangrando, dejara caer el paraíso a su lado bajo este paraje que es su castillo de ensueños, un paraíso de amor…”Por eso ven a dormir aquí, mi instinto en llamas te ve llorar y solo deseo entrelazar tus dedos y olvidarnos de todo…”Su mente volaba con solo palabras que no podía gritar con fuerzas…
Llegando con el llanto en manos, espera poder verte, sus cabellos lucen sueltos que se agitan con el viento solo para verle…Y de esa manera coge su violín, eleva el arco y posando en su altura del hombro en la barbilla comenzó a interpretar un recuerdo que ahora pertenece a la muñeca. Rodeado del aurora la cual lucia con tristeza, el manto nocturno adorno todo para que solo las estrellas iluminaran la silueta de Nicolás, y lentamente dio inicio la melodía, impregnando la borrosa oscuridad, comenzando la noche por primera vez…Detonando la sensualidad de un profundo curso de rosas marchitas, un terror al oír las notas con plenas sensaciones arrasadoras, siendo la melodía eterna que juega con un corazón al hundirse al fuego del amor, sintiendo un alma llamar, atraer a esa muñeca a sus brazos, haciendo que la oscuridad oculte la luz para guiar a su amor en el más profundo cuerpo inerte con cariño, un espejismo que se aferra al olvido, todavía sintiendo esa presencia en el vacío, perdido, cohabitando un sentido de destrucción hacia la evocación, donde tocando solo se convierte en un todo, soñando con él, siendo el cielo a pleno cantar un amorío oscuro y aquí es donde la historia comienza, siendo las notas las palabras y los sonidos de su voz…“Hermosa muñeca de porcelana, tus ojos bellos me suplican que los mire enloqueciendo del brillo de las sonatas del violín, tu boca se pierde el sabor de esta pasión que transmito en caricias para tus oídos, soñando entre melodías eternas, fúnebremente te amo y te mantengo preso entre mis brazos, solo quiero poseerte, sufro un mártir al verte llorar..¿Cuántas veces te he visto llorar? He visto como oras al cielo, esas lagrimas de cristal que arrojas siempre me destruyen, deseo calmar ese llanto con un susurro de “amor”, no verte como un cadáver, quiero verte con la vida que representas, al probar de mi linfa has recibido la maldición de las rosas, la cual dura por siempre, serás tu quien me mate ese es mi destino, apuñalaras mi pecho con tu sufrimiento, pero ahora te invito a bailar eternamente, en esta noche maldita, tu pecado ha sido vivir (ese es el pecado de la rosa) seré tu sed que nunca calmara, pedirás que te libere pero mi ser son tus cadenas, vivirás tranquilamente mientras sea yo el que sufra por ti, y así bajo esta luna me convertiré en solo tu salvación, así como el amor y los recuerdos yo salvare, a mi lado se siente la lluvia, pero al tuyo se reconstruye la esperanza, en mi habrá demasiado pasado y en ti habrá futuro que no alcanza, en mi habrá música para bailar y en tus ojos solo habrá felicidad, en mi la voz te desespera y tus gritos me abrazan, a mi lado estarás seguro y yo me sentiré en paz.”
La melodía no termina, sus cabellos se alborotan con dulzura mientras que por dentro está siendo destruido por no verle llegar…Consumiendose en la música donde su pecho luce y sus ojos teñidos de un color carmesí que lentamente se tragaba las lágrimas para no dejarse ver de esa manera….
“A veces creo que el cielo debe ser una lectura continua, inacabada.”
Escapar de una vez de aquel encierro, correr, volar hacia el dolor que se ha generado con vehemencia ¿Por qué ha sido él? ¿Por qué tuvo que ser él? Sufriendo demasiado que no soportaba mas, aquella carta, aquellas palabras que se liberaron con una rapidez imaginable, esa maldita evocación que empezaba a doler, dolía demasiado que su vacio rugía, se quejaba con un cantico, ese tormentoso sonido de un final tétrico o será de un amor que mataría esta efímera existencia, pero todo era un suplicio donde sangraría como el mar que siempre ha visto en su interior.Nicolás, Nicolás, ave que se hallaba en busca de su nicho, su único aposento, ese maravilloso paraje donde el ave renació con una música que ahora mismo la puede escuchar en su pensamiento, un oleaje de palabras que lograron despertarle y sentirse en un corazón posado de soledad. Y ahora con un delirio que no cesaba vuela, vuela con su violín en brazos, después de haber enviado la carta no espero más que voló hacia el nicho que sería el encuentro de un nuevo amor, surcando el cielo para ir tras la Laguna. Como maestro de la tristeza bañaba su sendero y solo del batín vestía, cubriéndole su desnudo cuerpo….
“Soy el cielo pero…tu eres el viento que ahora siento”
El viento en esta noche traslucía con una maravillosa danza suave, a través del mundo parecía que todos volaban distante al cielo, en la brillante luz del manto nocturno todo era hermoso, tan hermoso que si lo admirabas por un rato te bañaba de un brillo esplendoroso, hacían que los ojos se humedecieran por tal belleza que era de llorarle con divinidad, recolectando esos susurros que desprendía tras avanzar, no importaba que gritara su voz no se escuchaba, estaba enmudecido, ciego y perdido en un solo sueño “el, él y solo el”…. Sin evitar llamarle con el pensamiento, le llamaba que era imposible ser un lago de llanto…“Concédeme mi deseo, te he enviado la estrella de mis palabras, ofrecí la sencilla flor de mi amor negro, y ahora en este vuelo, mi cuerpo no es mío… ¿Por qué siento que es tuyo? Ah! Deseo despertar, caeré en un silencioso sueño, solo veo tu sombra incluso ahora como las incoloras lagrimas que golpean mi sentir, cierro los ojos repentinamente y solo desde lo lejos escucho una voz que me recuerda el tiempo pasado y es como lo recuerdo… Estoy en la escaramuza del pasado y de este tiempo, soy un jodido títere que está siendo movido de sus hilos por la desesperación, y de nuevo este mismo sueño, una noche del pasado se ha repetido, profundamente herido, consumido por la horrorosa melancolía, había estado protegiendo con demasiado cuidado este paraje, este sentimiento que solo creí tenerlo con una persona”Dos voces, dos calores de un amor, un amor que resuena en la distancia, no podrá ser olvidado y el otro, ese que comenzó a consumir todo....Sin darse cuenta que ya lo estaba amando, sin aceptar que los sueños continuaban placientemente a su lado, que es como se ha ahogado, deseando abandonar todo, huir lejos de este tormento, el pasado y ahora el…De nuevo la misma noche tétrica, la danza, las palabras, ese vislumbre de un amor, ese miserable jardín que pronto dejara de ser bello, sin pedir nada, sin aceptar que esto es “AMOR” ….
Sera que esta noche seria una despedida, desea liberarse de lo que carga en su vacio, dejar todo al dueño de este delirio, decirle el motivo del porque lo ha citado, hacerle el amor al acorde de su violín… ¿Porque como un violín desea hacer el amor? Porque el violín es como un alma robada, quiere entregarle todo para deshacerse de todo esto, estar de nuevo vacio, es lo único que desea….
Como marioneta destrozada, jodido pájaro putrefacto, solo desea: “Quiero tomar tu mano, quisiera escapara contigo hasta el final de la noche, pero solo el crepúsculo quiere llorar por este sutil engaño, por esta mentira de que hay amor, No quiero saber nada mas, te entregare todo lo que te pertenece, te daré el amor que siento, el deseo lo consumiré al verte, te entregare el alma de mi violín…No necesito nada mas, no necesito nada...Solo terminar esto, con mi muñeca en brazos, quiero dormirte y que solo esto fuese un sueño, sin herirte que es lo que he estado protegiendo con cuidado, y solo decir que ahora todo está olvidado..”
Esa muñeca quien le ha puesto en libertad sin darse cuenta, su propia miseria trágica volverá, abrirá el ojo sangrando, dejara caer el paraíso a su lado bajo este paraje que es su castillo de ensueños, un paraíso de amor…”Por eso ven a dormir aquí, mi instinto en llamas te ve llorar y solo deseo entrelazar tus dedos y olvidarnos de todo…”Su mente volaba con solo palabras que no podía gritar con fuerzas…
Llegando con el llanto en manos, espera poder verte, sus cabellos lucen sueltos que se agitan con el viento solo para verle…Y de esa manera coge su violín, eleva el arco y posando en su altura del hombro en la barbilla comenzó a interpretar un recuerdo que ahora pertenece a la muñeca. Rodeado del aurora la cual lucia con tristeza, el manto nocturno adorno todo para que solo las estrellas iluminaran la silueta de Nicolás, y lentamente dio inicio la melodía, impregnando la borrosa oscuridad, comenzando la noche por primera vez…Detonando la sensualidad de un profundo curso de rosas marchitas, un terror al oír las notas con plenas sensaciones arrasadoras, siendo la melodía eterna que juega con un corazón al hundirse al fuego del amor, sintiendo un alma llamar, atraer a esa muñeca a sus brazos, haciendo que la oscuridad oculte la luz para guiar a su amor en el más profundo cuerpo inerte con cariño, un espejismo que se aferra al olvido, todavía sintiendo esa presencia en el vacío, perdido, cohabitando un sentido de destrucción hacia la evocación, donde tocando solo se convierte en un todo, soñando con él, siendo el cielo a pleno cantar un amorío oscuro y aquí es donde la historia comienza, siendo las notas las palabras y los sonidos de su voz…“Hermosa muñeca de porcelana, tus ojos bellos me suplican que los mire enloqueciendo del brillo de las sonatas del violín, tu boca se pierde el sabor de esta pasión que transmito en caricias para tus oídos, soñando entre melodías eternas, fúnebremente te amo y te mantengo preso entre mis brazos, solo quiero poseerte, sufro un mártir al verte llorar..¿Cuántas veces te he visto llorar? He visto como oras al cielo, esas lagrimas de cristal que arrojas siempre me destruyen, deseo calmar ese llanto con un susurro de “amor”, no verte como un cadáver, quiero verte con la vida que representas, al probar de mi linfa has recibido la maldición de las rosas, la cual dura por siempre, serás tu quien me mate ese es mi destino, apuñalaras mi pecho con tu sufrimiento, pero ahora te invito a bailar eternamente, en esta noche maldita, tu pecado ha sido vivir (ese es el pecado de la rosa) seré tu sed que nunca calmara, pedirás que te libere pero mi ser son tus cadenas, vivirás tranquilamente mientras sea yo el que sufra por ti, y así bajo esta luna me convertiré en solo tu salvación, así como el amor y los recuerdos yo salvare, a mi lado se siente la lluvia, pero al tuyo se reconstruye la esperanza, en mi habrá demasiado pasado y en ti habrá futuro que no alcanza, en mi habrá música para bailar y en tus ojos solo habrá felicidad, en mi la voz te desespera y tus gritos me abrazan, a mi lado estarás seguro y yo me sentiré en paz.”
La melodía no termina, sus cabellos se alborotan con dulzura mientras que por dentro está siendo destruido por no verle llegar…Consumiendose en la música donde su pecho luce y sus ojos teñidos de un color carmesí que lentamente se tragaba las lágrimas para no dejarse ver de esa manera….
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Sérénade de l'amour (Privado)
“Tu presencia esta calmando la rosa que permanece muerta en mi corazón, esto me dice que la noche apenas empieza para nosotros, comeré tu alma a versos, piel, cabello, ternura, olor y palabras… ¡Mi amor te va tocando!”
Mágico aroma que le lleva en su mundo, seduciéndose con las palabras de esas evocaciones, dejando que los recuerdos se empeñen a desvanecerse en una caja de cristal que permanezca cerrada hasta que el maldito que tenga la llave le abra, perdiéndose en esos brazos que le hacen enloquecer, siendo un mundo de ensueño que se empeña a quedar entre los muros de este negro pesar, sonriendo como en un sueño hacia el pasado, abriendo los brazos deseando estrujarlo tiernamente como el amante encontrado en una triste historia…
Percibiendo una vida, irónicamente al tenerlo era como si el elixir de la vida se le ofreciera, dejando que el amargo corazón de este cuervo putrefacto probara lo que alguna vez olvido que existía. Su muñequilla le enseñaba otro tipo de placer, de esos dulces sueños que desaparecen al amanecer. Un brillante deseo, sujetando su más valiosa muñeca de porcelana fina, observándole como las lagrimas derramaba, siendo su autor que le limpia su triste rostro…-Como podrías estar bien, si siento que se destroza lo que más quiero…-cogiendo su rostro, posando su mirada en el sin permitirle que le negara la sinceridad de esos ojos..-Mi música siempre vivirá ya sea fuera o dentro de mí.-acariciando sus cabellos, besando su frente…-Por la misma música enloquecí, por seguir mi pasión, por aferrarme con desespero a aquello que tanto aprecio, a lo que amo es que me llevo a esta atrocidad de perderlo todo…-subiendo una mano para acariciar la ajena que se posaba en esos labios.- Como aquella noche que fui a buscarte, el saber que alguien mas podría quitarme lo que quería, enloquecí, eres el único que ha logrado transformarme en una completa bestia, junto a ti no puedo controlar los deseos, una obsesión eras, no creía sentir esto, te odiaba por hacerme caer y sabes que has ganado, me venciste en este juego a pesar de decirte que si llegaba a amarte era porque así lo deseaba, pero no, me arrebataste todo, mi ira, mi desespero, mi odio como ahora mi ternura te hago ver, mi amor que quizás sea un sueño….
El cielo se estiraba sin detenerse, estando juntos, recostándose con él, posando un brazo en la nuca mientras era un almohadón su pecho, tratando de sanar las heridas pasadas que continuaban en la vida de ese ser, sin despegar la mirada, le observaba gozando de su sonrisa, dejando que sus dedos se entrelazaran en esos cabellos de oros..- ¿Eres feliz estando conmigo? ….-parecía despeinarle sin embargo su voz era casi un susurro memorizado, guardando esas palabras que le encantan escuchar, disfrutando a ese encanto que se removía sobre él con dulzura, un niño juguetón reflejaba, demasiado tierno, provocado por sus rosadas mejillas…-Solo te necesito a ti, no importa que tan oscuro sea el camino que tomemos, quédate conmigo, no pierdas tu sonrisa, brilla para mí y sigue seduciéndome con ese sonrojo….-ofreciéndole un beso corto, acariciando su mejilla con glamur…- Es tu culpa por ser mi perdición, dime que soy una fiera en la intimidad pero solo es cuando se trata de ti...- Aferrándose a esos labios, siguiendo el movimiento de sus labios que le alzo, poniéndole encima sin dejar de abrazarle, entre abriendo la boca un poco más para ofrecerle la lengua con un movimiento sensual, lentamente, con pasión intensa, perdurando con ese demandante beso que elevaba la curiosidad por probar cada dulzante guardado de su carnosidad…-Me muero en este beso.-como un secreto ofrecido, difícil de ser escuchado, dejando que acarician los oídos ajenos-Puedo verla y sentirla, es como si te hiciera el amor de una forma especial, sin tocarte pero mirarte, que sea mi voz la que escuches en este silencio hermoso, que mis palabras te acobijen el cuerpo, llenándote de mi pasión por tenerte, esperando que en esta oscuridad se fundan nuestras miradas que nosotros conocemos, así, solo así, sin tocarnos, solo en esta plena comunión de los dos, de nuestros sentimientos, te amo como un fuego inmaculado, ofreciendo noches perpetuas que calcinan hasta consumar tu esencia, dejando estas luces bailantes sin querer despertar...-lamiéndose los labios que vuelve a presionar sus labios…-lenguas de fuego vivo que no se besan y solo se acompañan y se miran. -observándole, sin dejar de hacerle el amor con las gloriosas palabras…-Soy tu espina lacerante que nadie se atreve a tocar sin embargo tú, que soportas derramando lagrimas para que permanezca…Te deseo, te quiero y te amo por ser tú la sinfonía de mi alma, las notas de un corazón que se adentra a darme vida, rompes mi silencio para poder sentir tu presencia, eres mi ángel y demonio que me de la vida y mata en un instante….
Percibiendo una vida, irónicamente al tenerlo era como si el elixir de la vida se le ofreciera, dejando que el amargo corazón de este cuervo putrefacto probara lo que alguna vez olvido que existía. Su muñequilla le enseñaba otro tipo de placer, de esos dulces sueños que desaparecen al amanecer. Un brillante deseo, sujetando su más valiosa muñeca de porcelana fina, observándole como las lagrimas derramaba, siendo su autor que le limpia su triste rostro…-Como podrías estar bien, si siento que se destroza lo que más quiero…-cogiendo su rostro, posando su mirada en el sin permitirle que le negara la sinceridad de esos ojos..-Mi música siempre vivirá ya sea fuera o dentro de mí.-acariciando sus cabellos, besando su frente…-Por la misma música enloquecí, por seguir mi pasión, por aferrarme con desespero a aquello que tanto aprecio, a lo que amo es que me llevo a esta atrocidad de perderlo todo…-subiendo una mano para acariciar la ajena que se posaba en esos labios.- Como aquella noche que fui a buscarte, el saber que alguien mas podría quitarme lo que quería, enloquecí, eres el único que ha logrado transformarme en una completa bestia, junto a ti no puedo controlar los deseos, una obsesión eras, no creía sentir esto, te odiaba por hacerme caer y sabes que has ganado, me venciste en este juego a pesar de decirte que si llegaba a amarte era porque así lo deseaba, pero no, me arrebataste todo, mi ira, mi desespero, mi odio como ahora mi ternura te hago ver, mi amor que quizás sea un sueño….
El cielo se estiraba sin detenerse, estando juntos, recostándose con él, posando un brazo en la nuca mientras era un almohadón su pecho, tratando de sanar las heridas pasadas que continuaban en la vida de ese ser, sin despegar la mirada, le observaba gozando de su sonrisa, dejando que sus dedos se entrelazaran en esos cabellos de oros..- ¿Eres feliz estando conmigo? ….-parecía despeinarle sin embargo su voz era casi un susurro memorizado, guardando esas palabras que le encantan escuchar, disfrutando a ese encanto que se removía sobre él con dulzura, un niño juguetón reflejaba, demasiado tierno, provocado por sus rosadas mejillas…-Solo te necesito a ti, no importa que tan oscuro sea el camino que tomemos, quédate conmigo, no pierdas tu sonrisa, brilla para mí y sigue seduciéndome con ese sonrojo….-ofreciéndole un beso corto, acariciando su mejilla con glamur…- Es tu culpa por ser mi perdición, dime que soy una fiera en la intimidad pero solo es cuando se trata de ti...- Aferrándose a esos labios, siguiendo el movimiento de sus labios que le alzo, poniéndole encima sin dejar de abrazarle, entre abriendo la boca un poco más para ofrecerle la lengua con un movimiento sensual, lentamente, con pasión intensa, perdurando con ese demandante beso que elevaba la curiosidad por probar cada dulzante guardado de su carnosidad…-Me muero en este beso.-como un secreto ofrecido, difícil de ser escuchado, dejando que acarician los oídos ajenos-Puedo verla y sentirla, es como si te hiciera el amor de una forma especial, sin tocarte pero mirarte, que sea mi voz la que escuches en este silencio hermoso, que mis palabras te acobijen el cuerpo, llenándote de mi pasión por tenerte, esperando que en esta oscuridad se fundan nuestras miradas que nosotros conocemos, así, solo así, sin tocarnos, solo en esta plena comunión de los dos, de nuestros sentimientos, te amo como un fuego inmaculado, ofreciendo noches perpetuas que calcinan hasta consumar tu esencia, dejando estas luces bailantes sin querer despertar...-lamiéndose los labios que vuelve a presionar sus labios…-lenguas de fuego vivo que no se besan y solo se acompañan y se miran. -observándole, sin dejar de hacerle el amor con las gloriosas palabras…-Soy tu espina lacerante que nadie se atreve a tocar sin embargo tú, que soportas derramando lagrimas para que permanezca…Te deseo, te quiero y te amo por ser tú la sinfonía de mi alma, las notas de un corazón que se adentra a darme vida, rompes mi silencio para poder sentir tu presencia, eres mi ángel y demonio que me de la vida y mata en un instante….
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Sérénade de l'amour (Privado)
“Y así es como un cuervo destroza a un animal muerto. Le saca los ojos, le arranca la arteria, le destripa el corazón y poco a poco lo hace cenizas. Hasta que no queda nada alrededor. Amor, amor! Qué es eso tan desesperante que me haces sentir?! Amor, amor! Tu eres el único que me encuentra amargado! Soy un espejismo de la felicidad! Solo tú me haces sufrir! Por qué solo por ti quiero hacerlo!”
Era estresantemente placentero. Me penetraba con estacas en cada parte de mi cuerpo, me hacía gritar en el interior sin razón aparente. Como podía negarme a lo que él deseaba? No. Efectivamente era imposible negarme. Cuando me miraba a los ojos me derretía, la sinceridad era lo único existente entre nosotros dos y no había dudas de eso. No en mí, al menos. Y suspiré y le miré y me tranquilicé. En ese orden me quedé aferrado a sus hombros, mordiendo mis labios mientras una sonrisa que se expandía por todo mi rostro, era inevitable sentir de todo. Entonces el cuervo me contaba sobre su locura, sobre sus ataques y yo me derretía de amor, de una extraña ternura. Cuando me acariciaba el rostro me apretaba con mi mejilla a su mano, jadeando, sintiendo tan intensamente como nunca. Buscando más de esas caricias, que él me apriete la piel hasta dejarme una marca era lo que quería, pero eso no sucedió y un beso se posó en mi frente, provocando un volcán en mis pómulos, que me provocaba reír de la vergüenza. Separándome muy apenas de él, simplemente para “respirar”.— Vuestra música, vuestra música parece serlo todo… Mmm, si, lo sé…— Besé su mano cuando la acercó a la propia, subiendo la mirada a sus ojos que como el cielo me estaban esperando. Escuchando, lo que me decía me hacía saber que había ganado, que al final de todo, muy al final, había cumplido con las promesas que le había hecho tantas veces.
—Ya sabéis… No me gusta darme por vencido. Nunca me ha gustado… Siquiera cuando ya estaba en el límite. Cuando al final me desmoroné. No quería daros el “gusto”. Al final ha sido un empate. Porque perdí. Vosotros, sois muy muy fuerte… Es por eso que os amo. Por la bestia que ocupáis, porque sin ella no seríais vos mismo. Vos. Mi cuervo, tan negro, tan tan negro. Al final ninguno puede ocupar el orgullo, no es así? Yo ya no le necesito… No quiero ese maldito orgullo, aunque debo decir que sin él no estaría aquí, gracias al mismo he podido acercarme. Porque pensé que era lo suficientemente bueno para ti. Pero me equivoqué… — El murmullo salió desprendido mientras buscaba de sus labios, jadeando, sollozando mientras intentaba apartar todos los recuerdos pasados, los tormentos que me habían provocado tanto dolor. Lestat, Lara, Maia, Camila, Neru, Deiran… Todos y más personas, Emerick, La Alianza… Todos mis pecados pasados, me empujaban hacía abajo y hacía arriba, me hacían intentar salir a flote y a la vez hundirme eternamente. Pero sin duda alguna… Sin duda alguna esta vez ganaría. Porque ya estaba a su lado, aquellas palabras que Lestat había dicho alguna noche. “Él quizá no vuelva”, “Si vuelve es porque te ama”. Esas palabras provocaban que mi sonrisa flote en los aires esplendorosamente.
“Gané, gané! Grito victoria! Tú eres mío! Por el resto de la eternidad! Nos hundiremos juntos en el fuego del infierno cuando llegue nuestra hora! Te elijo a ti para que destroces mi imperio y me hagas una alfombra en tu ataúd! Sí! Sí mi eterno amante! Esta vez es para siempre. Despídete de tu soledad, porque a esta misma le estoy cortando la cabeza ahora.”
Y me acomodaba y presionaba en su pecho, besando sus mejillas, recibiendo su lengua como quien hace un nudo entre dos lazos, mordisqueándola a los costados, dejando la risa muy suave expandirse por nuestros alrededores. — Oh Mon Amour… No soy digno de vuestra poesía... Como puedo yo estar a vuestro lado? Si vuestras palabras son una fina tela de seda que me cubre y las mías son solo pequeños fragmentos de luz. Es comparable? Lo merezco? Yo solo sé que no importa si no os merezco, pero necesito estar a vuestro lado.— Mis manos pasaban por su cuerpo, me derretía en su espalda, palpando cada hueco entre sus huesos, quería hacerle el amor como si fuese la primera o la última vez. Aunque mejor la primera, pues esperaba que nunca haya última. Lo deseaba en cada momento de mi existencia. No perdía la constancia del enamoramiento eterno. Recorriendo con mis labios todo su rostro, que al subirme arriba me acomodé justo en el hueco debajo de su ombligo. Y en ese instante. Le sonreí. Una sonrisa más fuerte que todas las anteriores. Se notaba el brillo de mis dientes y colmillos, mis ojos que mantenían una capa de lágrimas, mi piel fina, perlada, como un marfil y de repente las lágrimas caían en el rostro ajeno, por encontrarme con la cabeza justo frente a la ajena. — Es de este modo… No? Creéis que las espinas dejarán de lastimarme? O me acostumbraré? Es una rosa seca o una que está floreciendo? Las espinas son finas y largas, se clavan profundo? O hacen huecos enormes e insanables? Cuál de las dos me puede matar? Es obvio que ambas. La primera puede llegar fácilmente a mi corazón y enterrar la espina allí, la siguiente me puede destrozar por fuera, dejando todo roto, sin vida. Cual flor sois? Y que soy yo? El que la sostiene, el que cae arriba con torpeza… Cuál de los dos? — Me enterraba en lágrimas y con dulzura le observaba, paseando mis manos por su pecho, apretando el medio de este, entre sus pectorales y el inicio de sus clavículas, sonrojado que me sentía avergonzado por tales cosas que estaba diciendo. Me sentía desnudo frente a él. Más de lo habitual.
“Soy yo una flor sin espinas? Una flor que es capaz de ser aplastada por cualquier animal? O son un simple jazmín que intenta ser el perfecto para el jardín? Tu eres mi amo, mi amante o mi fantasía? Lo eres todo. Pero qué en realidad? Es difícil entendernos… Somos tan diferentes y tan iguales. Tu eres negro y yo soy blanco, pero estoy teñido en un gris profundo. Con los dolores de mi pasado, entre ambos dos podemos formar un gris hermoso, el que se forma justo alrededor de un tornado. Allí, donde la tranquilidad siempre reina.”
Invitado- Invitado
Re: Sérénade de l'amour (Privado)
El sueño es la compañía de alguien para vivir, se tumba bajo las sabanas del placer de abrazar, a salvo enterrando un sueño silenciosamente renaciente… ¡Esto es amor!
En susurro la balada del viento ofrecía, pero un cuervo con blasfemia le decía a su siervo:
-¿Qué paso? Te llevo a volar y te dejo caer desde lo alto… ¡Te advertí que ibas a salir herido!...
Y aquel siervo con un cantar bellísimo como el de las rosas al marchitarse respondía:
-Es mejor herido que dormido como hasta ahora.
Maldito cuervo que se mofaba: -¿Te gusta sufrir? Y el siervo le muestra las heridas con alegría:
- A veces una herida te recuerda que estas vivo… ¡Es esto el amor! Mi ave oscura, es esto pero ¿Cómo explicártelo? …Si entendieras eso, estarías vivo….
El cuervo seguía consumiéndose en su tristeza, le había destrozado aquella palabras sin reconocerlo pero al ser herido percibió una luminosidad en ese oscuro corazón...De pronto es como el sueño perdura entre desconocidos mundos.
En susurro la balada del viento ofrecía, pero un cuervo con blasfemia le decía a su siervo:
-¿Qué paso? Te llevo a volar y te dejo caer desde lo alto… ¡Te advertí que ibas a salir herido!...
Y aquel siervo con un cantar bellísimo como el de las rosas al marchitarse respondía:
-Es mejor herido que dormido como hasta ahora.
Maldito cuervo que se mofaba: -¿Te gusta sufrir? Y el siervo le muestra las heridas con alegría:
- A veces una herida te recuerda que estas vivo… ¡Es esto el amor! Mi ave oscura, es esto pero ¿Cómo explicártelo? …Si entendieras eso, estarías vivo….
El cuervo seguía consumiéndose en su tristeza, le había destrozado aquella palabras sin reconocerlo pero al ser herido percibió una luminosidad en ese oscuro corazón...De pronto es como el sueño perdura entre desconocidos mundos.
“¿Es posible que si bese cada herida pueda sanarlas?”...Pensó de un momento a otro al ver como se aferraba a las caricias que le brindaba con la mano en su mejilla, hermoso, tranquilizador era admirarle junto con esa sonrisa que asesinaba a los soles para que esta fuese la única que reluciera entre cada rayo de maravillas, permaneciendo cerca de él, escucharle que no se terminaba de apasionarse por esa voz, sus palabras justamente esa noche le eran de sumo fervor poder interpretarlas, quería guardar todo en ese paraje, sembrar ahora un recuerdo reciente y dejar el pasado enterrado en el fondo de la laguna donde sea capaz de recordarlo pero hasta que el cuervo lo desee renombrar en el espiral de la memoria…”Si lo es todo amor mío, pero ahora mi música eres tú”..Manteniendo pensamientos a flote, hallándose en un laberinto cada vez que le miraba a los ojos, percibiendo ese beso, la mano solo podía seguir acariciándole, alabando la suavidad de su porcelana, queriendo ser un mago quien cure cada destrozo en su templo que se escondía.
En su rostro se maquillo una sonrisa de satisfacción, una que solo podía desprender cuando se sentía lleno en su interior…-¿Acaso no te das cuenta que me estas provocando?...-había musitado con un deje de enfado engañado.- Debí haberte devorado antes de dejarte libre, realmente tenía que haberte asesinado para que no me atormentaras con quererte a mi lado de nuevo, orgullo fue lo que me orillo a volver, por ti es que me haces reconocer lo peor que soy y soy yo quien no merece a un ser tan divino como tú, dime ¿Les es permitido a los cuervos amar de esta manera?...Aquellas irónicas incógnitas se detuvieron sin terminar de exponer la manera en la que era carcomido ya que algo más había sucedido en esa muñequilla quizás esa sonrisa no era por el cuervo…
Sintiéndose un muerto que de su esqueleto retoma vida por solo fantasear, se sentía en una paz que nunca imagino desprender pero algo estaba guardado en su pecho sentí como si una estaca le clavara, empalando ese inexistente corazón, conducido por un sentir, como si su muñequilla le sanara al tenerlo en su pecho, terminando el beso y esas lágrimas de su amante son arrojadas como una luz en el vacío, esos ojos que hacen desearlo, sin ser engañoso ese instante, demasiado dulce que la verdad solo era esa, que se estaba dejando llevar por lo que sentía. Siendo sus manos las que acaricien con delicadeza esa espalda, maravillado por esas manos de ángel que como alas se mostraban cundo le tocaba, gozando por entero que le mostraba lo fascinado que estaba con sus roces, de esos labios juguetones en el rostro, deleitándose con ese mirar y al admirar por primera vez una mágica sonrisa, dejando de acariciarle la espalda que elevo ambas manos a ese rostro, limpiándole sus esplendidos ojos…-Mis palabras no son nada comparado con vuestros sentimientos, podre llenarte de poesía que solo un poeta enamorado desprende a su amante para compartirlo todo pero qué manera más natural, hermosa que me complace y llenan esos fragmentos de luz que me brindas. No quiero escucharte decir si me mereces, es que me destroces por dentro porque en realidad soy yo quien no merece nada…-Hablaba como si el cruel estelar de la aurora se convirtiera en su enemigo, teniendo un presentimiento que ese sueño se convirtiera en su temor….-Amor, tu eres la rosa más bella, eres una que perdura lejos de lo que conocemos, eres única que al final del periodo de descanso quedas como un recuerdo en el fondo de cada pensamiento donde se puede ocultar la manera en la que floreces, forjas tu propia fragancia siendo siempre radiante, cundo estas triste es que las espinas comienzan a renacer en tu tallo, es ahí cuando tu cuervo nace, invadiéndote, deseando llegar a los pétalos que abren camino hacia tu alma, pero al primer rayo de luz que ejerce tu presencia es cundo iluminas mi bella oscuridad con solo estar junto a ti, siendo ambos solo una flor que nunca se olvidara, ya que tenemos un hechizo nocturno, este polvo de estrellas es que nos compaña nos hace soñar que estaremos juntos por siempre…-Una de sus manos se deslizaba por ese pecho al mismo tiempo que su compañero lo hacía, liberando la voz con suavidad, profundizando el goce por los sentires que le invadían, permaneciendo con los ojos posados en su presencia, dejando que ambas manos se deslizaran dentro de sus prendas donde presiono con encanto sus caderas hasta subirás un poco y seguir amando su piel…
En su rostro se maquillo una sonrisa de satisfacción, una que solo podía desprender cuando se sentía lleno en su interior…-¿Acaso no te das cuenta que me estas provocando?...-había musitado con un deje de enfado engañado.- Debí haberte devorado antes de dejarte libre, realmente tenía que haberte asesinado para que no me atormentaras con quererte a mi lado de nuevo, orgullo fue lo que me orillo a volver, por ti es que me haces reconocer lo peor que soy y soy yo quien no merece a un ser tan divino como tú, dime ¿Les es permitido a los cuervos amar de esta manera?...Aquellas irónicas incógnitas se detuvieron sin terminar de exponer la manera en la que era carcomido ya que algo más había sucedido en esa muñequilla quizás esa sonrisa no era por el cuervo…
Sintiéndose un muerto que de su esqueleto retoma vida por solo fantasear, se sentía en una paz que nunca imagino desprender pero algo estaba guardado en su pecho sentí como si una estaca le clavara, empalando ese inexistente corazón, conducido por un sentir, como si su muñequilla le sanara al tenerlo en su pecho, terminando el beso y esas lágrimas de su amante son arrojadas como una luz en el vacío, esos ojos que hacen desearlo, sin ser engañoso ese instante, demasiado dulce que la verdad solo era esa, que se estaba dejando llevar por lo que sentía. Siendo sus manos las que acaricien con delicadeza esa espalda, maravillado por esas manos de ángel que como alas se mostraban cundo le tocaba, gozando por entero que le mostraba lo fascinado que estaba con sus roces, de esos labios juguetones en el rostro, deleitándose con ese mirar y al admirar por primera vez una mágica sonrisa, dejando de acariciarle la espalda que elevo ambas manos a ese rostro, limpiándole sus esplendidos ojos…-Mis palabras no son nada comparado con vuestros sentimientos, podre llenarte de poesía que solo un poeta enamorado desprende a su amante para compartirlo todo pero qué manera más natural, hermosa que me complace y llenan esos fragmentos de luz que me brindas. No quiero escucharte decir si me mereces, es que me destroces por dentro porque en realidad soy yo quien no merece nada…-Hablaba como si el cruel estelar de la aurora se convirtiera en su enemigo, teniendo un presentimiento que ese sueño se convirtiera en su temor….-Amor, tu eres la rosa más bella, eres una que perdura lejos de lo que conocemos, eres única que al final del periodo de descanso quedas como un recuerdo en el fondo de cada pensamiento donde se puede ocultar la manera en la que floreces, forjas tu propia fragancia siendo siempre radiante, cundo estas triste es que las espinas comienzan a renacer en tu tallo, es ahí cuando tu cuervo nace, invadiéndote, deseando llegar a los pétalos que abren camino hacia tu alma, pero al primer rayo de luz que ejerce tu presencia es cundo iluminas mi bella oscuridad con solo estar junto a ti, siendo ambos solo una flor que nunca se olvidara, ya que tenemos un hechizo nocturno, este polvo de estrellas es que nos compaña nos hace soñar que estaremos juntos por siempre…-Una de sus manos se deslizaba por ese pecho al mismo tiempo que su compañero lo hacía, liberando la voz con suavidad, profundizando el goce por los sentires que le invadían, permaneciendo con los ojos posados en su presencia, dejando que ambas manos se deslizaran dentro de sus prendas donde presiono con encanto sus caderas hasta subirás un poco y seguir amando su piel…
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Sérénade de l'amour (Privado)
“La lluvia me limpia de todo pecado, porque es agua de los cielos. Las gotas cuando caen en mi rostro, cuando se confunden con mis lágrimas. La sensación extenuante de las lápidas resbalosas bajo los pies. El sonido perturbante que cuenta los segundos desde que inició. Perderme en todo ese ritual es lo que quiero. Pues como podría buscarte si no es perdiéndome en las más vil de las oscuridades?”
Como podría hacer que me comprenda? Aquel cuervo hermoso que tenía a mi lado… Sus plumas relucientes, negras y brillosas, perladas en su máxima expresión. No había animal más perfecto que el que tenía a mi lado en esos instantes. Con su mirada me atrapaba, me encarcelaba en un mar de locura, literalmente. Era increíble pensar que aquel ser me amaba a mí! Porque yo no era nada, desde que existía era un ser simple, sin fuerzas, sin poderes que me ayuden en el físico. Cualquiera que se le venga en ganas matarme podría haberlo hecho. Aunque ahora era diferente, desde aquel entonces en el que Nicolás me había dejado, yo me uní a una corporación… A un grupo que me ayudó, me proporcionó un entrenamiento que nunca pensé que lograría pasar. Pero gracias a todos, ahora me sentía extrañamente feliz. Completo. Ahora realmente estaba completo. Con mi cuervo contra mí, alegría era lo único que podía desprender. —Mmm… No me doy cuenta… Perdonadme, me enseñáis?— Jugaba mordisqueando mis labios, removiéndome como una dulce serpiente bajo su cuerpo, esperando el momento para enrollarme, morder su cuello, sedarlo con mi veneno de la perdición. Dejarlo quieto para mí, para poder tocarle hasta la última entraña de aquel cuerpo que llevaría mi nombre tatuado.
—Eso deberíais haber hecho… Tirarme al fuego de una vez, hacerme cenizas en un mar de agonías… Ay Mon Amour, yo no sé si les es permitido a seres como vos amar, pero no vale la pena hacer caso a las reglas… Ya es muy tarde para arrepentirse, ya es muy tarde y yo no permitiré que dejéis de amarme… No lo haré! — Negando que con una fuerza total se lo decía, dejando salir un pequeño quejido de entre mis labios, como si ya sintiese dolor de solo pensar que él se volvería a ir, que me dejaría solo como una triste bolsa de basura. Me negaba! Estaba muy equivocado si pensaba que podía permitirlo. Me apretaba contra su mano, aplastando la propia contra la ajena y ambas contra mi mejilla, frotándome con intensa necesidad, como si de ello pendiese mi tiempo de vivir. Retorciéndome por sus recientes caricias en la espalda, que me contorsionaba en sus brazos, dejando que sintiese mis huesos bajo la carne, que palpara cada uno de los huecos que se hallaban en mi cuerpo. Me mordía con suavidad mi labio inferior, lo relamía y dejaba escapar un encantador suspiro de ángel. — Puede ser que no merezcáis nada, pero es que dicen que el que menos merece es el que más lo necesita. Y yo necesito de vosotros, podríamos llegar a un contrato bella ave de las noches… Que pensáis? — Pasando una de mis manos por sus mejillas, que acariciaba al igual que el en mí, debajo de sus ojos, palpando su textura tan marfilada y suave…
“Y entonces es como un juego, un juego de la primavera, donde dos flores corren alrededor de un jardín, vuelan con la brisa húmeda y fría que invita al verano a acercarse. Nosotros nos unimos a un juego natural y sublime que desde siempre ha existido. Uno donde pocas personas saben moverse sin lastimarse. Pero los más fuertes son los que llegan dañados, habiendo luchado contra grandes mareas para poder terminar brillando en la extrema paz de la luz.”
Las palabras ajenas eran un delirio para mí, de solo pensar en las cosas que me estaba confesando… Tenía miedo de que fuese mentira! Porque de ser así me mataría, de ser solo un juego más me tiraría a la hoguera sin pensarlo. Yo estaba siendo tan feliz, me era inimaginable poder vivir desde ahora sin él. Aún con sus caprichos, sus maldades, no importaba que no me dejara existir, podríamos convivir, lograría hacerlo cambiar un poco más, moldearlo hasta que nuestras personalidades puedas subsistir en armonía. — Os tomo la promesa, frente a esta luna! Frente a este cielo… Yo no dejaré que escapéis de mí nunca más… Y decidme Monsieur, ahora que haremos? Nos quedaremos aquí hasta que el tiempo corra y el sol llegue? A mí no me importaría morirme junto con vos… Pero quiero estar más tiempo disfrutando de vuestro encanto. Quizá media eternidad… Al menos, no? Os cantaría toda la vida, os escucharía recitar poemas por siempre y pues claro que disfrutaré hasta que muera de vuestro perfecto violín. Amante oscuro, este es nuestro secreto… Solo nuestro… Si? — Y el sonrojo se atinó a decorar mis mejillas, mientras la risita salía escandalosa de mis labios, suspirando deseoso por esas manos que me delineaban, acariciando con las propias su cuello, que intentaba no reír demasiado, las cosquillas subían por mi espalda, me hacían acurrucar como un gatito asustado. Sus dedos eran mágicos, me hacían delirar y más esa boca que con tanta experiencia me tomaba y yo le dejaba, le dejaba porque quería ser suyo por siempre.
“Este es el final de una carrera que eternamente esperó. Esperó por un gato y un cuervo. Esperó para que el gato se comiera al ave y el ave desde adentro comiera al felino. Ambos seres mueren por cada uno. Y la historia terminará con ambos disfrutando por siempre el uno del otro. Porque no hay mentira en un amor tan extenso como este…”
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Re: Sérénade de l'amour (Privado)
Noche de amantes, los secretos entre ellos se desvanecían como cuando las hojas descendían del árbol conforme el viento danzaba con tranquilidad, con la voz dulce de ese amado que reclamaba esconder palabras, tiñendo la sangre de un puro sentir, reflejando luces externas, resonando una sinfonía eterna de belleza por estar acariciándose, besándose, hablándose y sobre todo mirándose el uno al otro hasta difundirse. Elegantemente el rostro del cuervo a pesar de su tristeza y el destino de una rapsodia de tinieblas posa un semblante encantador por ser seducido ante ese ser.
Interpretando en su mente una música que se guarde con la memoria de ese instante, un baile de forma en la que le seguía tocando, deslizando las manos con suavidad ante la piel que le conquisto, llevando el honor el valor de un aristócrata de que baila sin conocerte hasta capturar el significado de su sangre, siendo cada vez más seducido por esos labios que se mordían con una atracción esplendida y esos movimientos sensuales que brindaba le eran la forma de dejarle inerte…- Como podría perdonarte si me estas dejando débil…
“Déjame mi dulce ángel de amor”
Estaba adueñándose de una vez por todas de él, de eso sentimientos que eran suyos, cogiendo esa alma conforme le miraba, le rozaba los ojos con la yema de los dedos…-Sé que es demasiado tarde porque te he abierto las puertas de mi propia jaula, con estos ojos bellos, mi tierno y dulce ser maravilloso que se apodero de mi por ser yo quien lo haya hecho primero…-En su templo había sentido como una especie de dolor, ¿Qué era aquello que percibió? Y cuando miraba detalladamente, se percató de que su ángel lo estaba sintiendo, acariciando esas mejillas cuando fueron posadas sus manos en las mismas…
“Quiero adorarte hasta desgarrarme de un cruel elixir de dulzura”
Embragándose de su voz, aquellos placeres que su piel desenfrenaba, palpando y figurando los huesos que relucían en su espalda, amándole con devoción y dulzura por su mirada y por el suspiro que traía una vida divina…-Que ahora mismo te condeno a que te quedes a mi lado, firma con tus palabras encadenándote a mí…¿Un contracto? Dime ¿Qué te gustaría? -deteniendo en las caricias, cogió su mano que se hallaba en la mejilla y le beso la palma…-¿Qué estarías dispuesto a darme cuando ya lo tengo todo? O es que ¿Aún hay algo que no me das?...-besando la muñeca de su mano…-Yo podría darlo todo si es que deseas tenerme completamente…-sin despegar los ojos de los suyos, posando aquella mano en el pecho, dedicándose a permanecer unido con su templo en un abrazo, siendo una plegaria sus palabras, su voz siempre le acariciaba el vacío…-Sera nuestra promesa, nuestro secreto de amantes…-con el juego de sonrisas, risillas y caricias que volvían a resurgir en su espalda…- ¿Y quién no me dice que quizás seas tú el que desee alejarse de mí?...-ladeando el cuello para ser ofrecido…- ¿Cómo sabrías cual sería nuestra media eternidad?- levantando medio cuerpo que poso los codos en el pasto y de ahí se sostenía…-Moriría ahora mismo recostado bajo el firmamento, abrazándote con un beso que nunca se acabara…-con delicadeza toma a su amante y le recuesta, colocándose de lado ante él, recargándose del codo y la mano en la cabeza mientras le miraba…
-Quiero mirarte, necesito sentirte cerca de mí…-con la mano libre rozaba su mejilla…-He de seguir confesándome ante ti, demasiados secretos que el motivo de este encuentro fue para desnudarme por completo lo que siento por ti, no era solo un odio absoluto, ni una pasión desenfrenada como aquella noche me dijiste: ¿Por qué quiero hacerte mío? Que no mintiera, que no me mintiera a mí mismo, que si iba a esperar hasta que murieras para aceptar que en realidad te amaba…No sé cuándo empecé a hacerlo, pero esto lo sentí dos veces, la primera cuando te libere y la otra cuando sentí rabia al saber que te habías encamado con alguien que no era yo- con lentitud su mano descendía hacia su cuello.- Sentí temor al pensar de que no te volvería a ver, creí que no vendrías después de tratarte de aquella manera en tu aposento…-su voz se detuvo, no era un cuervo que desprendiera una disculpa y lo único que realizo fue bajar el rostro hacia su cuello, besándole con delicadeza…-Con la misma idea de irme, alejarme de ti pero esta vez no habría regreso, admitiendo que estarías mejor sin mí ya que seguías vivo después de todo…-subiendo la mirada en el.-Pero ahora no soy capaz de dejarte, solo deja que te mire, te bese y te hable por un momento….-cogiendo la mano de su compañero y la adentro al interior del saco, no era por romanticismo si no es el símbolo de la entrega de un tesoro apreciado, encontrándose una rosa negra que radicaba con espinas y belleza pura, dejando que le buscara, le dejo la mano ahí mismo y la de él se fue a sus cabellos acariciándolos, permaneciendo cerca de su rostro…-Porque te amo, recibe lo que hallarais en el interior del bolsillo- A pesar de haberle tocado los costados y el pecho no se había percatado de esa rosa que seguía intacta, posando un beso en su nariz…
“Amor y rosas, no solo representan los latidos de un corazón, ni l esencia de un templo para poder transmitir esos tormentosos deseos de amar, libérala de donde se esconde y te diré su verdadero significado”
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Sérénade de l'amour (Privado)
“Eres el mismísimo cielo cayendo sobre mí. Sin aire, eres el vacío que me lo quita todo. Pero me encanta, me encanta sentir como todo lo que tengo se destruye. Es el placer más extraño, más encantador… Nunca pensé que existiría. Y ahora, ahora me siento tan lleno de todo, que siquiera el peor de los males puede hacerme caer en la tristeza o en la melancolía. Sintiendo que puedo batallar contra todo y todos. De este modo me haces sentir. La fortaleza eterna.”
Se abría una puerta hacia otro mundo en el momento donde el me aceptaba. Me decía que ya había abierto las rejas de su jaula, donde me encontraría con un salvaje cuervo como ojos. Pero, aquel segundo fue magnífico. Me sentía vivo! Mi corazón latía a más de miles de kilómetros por hora recorridos. Bombeaba sangre para todos lados, caía en un hueco infinito de felicidad. Daría la vida por él. No me dejaría vencer en ese lugar donde estaba entrando. Lucharía hasta arrancarle toda aquella infelicidad que se había acumulado por miles de años. Limpiaría con mucho esfuerzo toda aquella viveza que en algún momento él pudo haber tenido. No dejaría mancha que le haga sentir dolor. Solo le dejaría los recuerdos, recuerdos que nunca se deben borrar, pero que no tienen que dañar más. Lo sellaría con una hermosa tela, lo envolvería en mi amor, hasta que se arte y me mate. Hasta que ya no me desee y me quiebre el cuello en mil pedazos. Y de esa forma yo sería feliz. Viviendo, amando, soñando y muriendo en sus brazos. Que emoción! La sola idea de volver a la naturaleza por sus manos me hacía sentir tranquilo. –Os doy todo… Todo cuanto tengo es vuestro, pero necesito algo más, necesito que lo firméis todo con un beso, con un contrato. Con un sellado que me diga más cosas de las que vuestra lengua y poesía puedan aclarar. Dádmelo, algo que nunca nadie jamás haya tenido. Quiero eso, para probar esta autenticidad que estoy sintiendo. – Prácticamente le rogaba, con manos, miradas y mi cuerpo entero. Pidiendo clemencia por mí, que me ame, que ya no piense en más nada, aunque realmente no parecía hacerlo y me preguntaba si todo eso era verdadero o si no era que yo simplemente estaba soñando otra vez.
-Yo pienso que todo puede suceder… Pero realmente… Mientras yo no me esté muriendo de tristeza… Jamás querré alejarme de vosotros. Imaginaos que aun habiendo estado casi muriendo en vuestras manos… Aún después de ello y aún! Aún después de tanto tiempo… Yo os… Os amo. Os Amo como una raíz a la tierra fresca. Vosotros sois mi tierra, como yo la vuestra. Mi… mi cielo, sois lo que necesito para entenderlo todo y dejar de divagar por el mundo. Sois vos quien me ayuda a entender la vida… Solo vos. – Se lo decía mientras dejaba que mi cuerpo se mueva como él quisiera, dejando que las lágrimas que se asomen todo lo que desearan. A mí no me importaba seguir llorando. Simplemente era inevitable y por ello me dejaba ser. Descargar todo aquello que no había podido demostrar frente a nadie en esos meses. Solo en una pareja, en aquellos seres que en ese momento no quería recordar, pero que aparecían en mi mente como dos figuras oscuras e inmortales, pero por suerte desaparecían en el mismo instante en el que llegaban. Me estaba controlando, lo estaba logrando, con toda la fuerza de voluntad posible. Es que pretendía disfrutar esa noche como jamás había disfrutado alguna otra. – Yo también, así que toca, toca mi mejilla, recuerda cada retazo de ella, como yo recuerdo la tuya. Marca mis expresiones, con los dedos, síguelas y recuerda por siempre mi sonrisa, esta es la sonrisa que solo te dedicaré a ti, y le pondré nombre. Será la sonrisa del amor y solo es tuya… Tuya y de nadie más. –
Las prontas palabras de Nicolás provocaron un párate a todo lo que estaba sucediendo a mi alrededor. El mundo se congeló y tomé aire y saliva duramente. Estaba sintiendo mil cosas, me desbordaba, pero le escuchaba. Atentamente como si nadie más se estuviese moviendo. Lo estaba aceptando… Yo había salido ganador y ahora debería celebrar. Pero… No podía ni moverme, cuando pude reaccionar al menos medio segundo, mi rostro estaba completamente rojo, como una gran manzana envenenada. Que el mundo me tragara! Pues, qué es lo que podía reclinar por esas cosas que divulgaba? Estaba tan contento! No me había confundido! Aquel día que me había liberado, era amor lo que él sentía. Aun cuando me pedía mi cuerpo por última vez… Él parecía haberlo querido… Para hacerme el amor por última vez. Pero yo se lo había negado y eso lo había pagado con un año de desaparición. Me lo merecía, era mi castigo por no haberle dado lo que quería. Pero por otro lado, lo agradecía, quizá, si le daba ese último lujo, quizá nunca más me hubiese salido a buscar. – No quería venir aquí, en realidad… Después de eso que sucedió… Pensé que solo sería un truco más, pero seguiste apareciendo… Tú, me esperabas aún en cada esquina a la que iba. Seguiste presente aún después de aquella nueva tosquedad que me infringiste, pero como siempre… Siempre termino queriendo más de ti. Sin importar los daños que me podías hacer. Nada es mejor que tenerte a mi lado. Y eso te lo puedo asegurar… - Sus dulces besos me hacían sonreír, me hacían recapacitar y estar locamente feliz de sus palabras. Porque me ponía bien poder hablar de aquel tema sin herirnos… Sin tirarnos de las entrañas como otras veces había sido. Es que el amor era tan fuerte… Que simplemente no había necesidad de utilizar palabras pesadas. De repente lo entendía! Entendía todo y le perdonaba aún más!
-No quiero separarme nunca más de vosotros, cuervo… No me torturéis más con vuestra ausencia. No quiero veros más como un mendigo reflejo de lo que quizá sois! Necesito carne, esta que tenéis, para mí! No quiero un maldito espejismo. Os quiero a vosotros, por siempre y para siempre conmigo. Y sí! Sí, estoy “vivo”… Por qué no quiero morir, porque pienso que aún tengo años para poder seguir en pie… Pero aún y con eso, estando vivo no es suficiente. No hay vida sin amor y dicen que el amor es uno solo, que solo uno es el verdadero. Y yo estoy seguro que solo os amo a vosotros como el amor único. El especial, el espiritual. – Mis palabras cesaron cuando su mano me llevo al saco y lo hurgué con especial cuidado, sintiendo como algo filoso rozaba con mi dedo y lo hacía sangrar. Uno de mis ojos se achicó y un pequeño jadeo escapó de mi boca, pero aun así no saqué la mano. Nada era tan doloroso como para alejarme del ser. Y tomé aquella cosa con espinas, la separé de él y la miré. Mis lágrimas empezaron a hacerse presentes, en tanto mi cuerpo se acercaba al ajeno. Como si quisiera una especie de consuelo por lo que veía.
“Rosa negra, rosa negra que significas algo tan profundo y doloroso… La Rosa del amor, el negro de lo fúnebre y penoso. La rosa es el amor verdadero para mí. Las espinas son los escalones que nos hacen llegar a los pétalos. Es el simbolismo perfecto para demostrar lo que en este momento estamos declarando. El maldito… El maldito cuervo me ama! Me ama y me lo está gritando! Y qué hago yo ahora? Llorar! Llorar como un maldito niño que no puede con su propio pellejo!”
Y así la tomé, mis dedos se clavaron en cada una de las espinas que había, le miré, fijamente y dejando que todo sangre, me acerqué a su cuerpo sin desear separarme nunca más en la vida y solo negué, negué con una sonrisa que a miles de kilómetros se podía distinguir. – Os agradezco… Y os amo. Y… Ahora sé que vosotros también a mí. Y yo me pregunto cómo puede ser, pero agradezco que así sea… - Declaré, dejando los puntos suspensivos a una historia que tenía un infinito para seguir contando. Algo que probablemente jamás terminaría, pues aún después del fuego seguiríamos juntos, por siempre y para siempre.
“Esta es una declaración. Aquí y ahora. Prometo jamás separarme de vos.”
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Re: Sérénade de l'amour (Privado)
Mi cuento era basado de agonía y llanto pero ahora hay algo más, algo por lo que lloro sin saber....
Dejarme amor mío tomarte de esta manera especial, jamás había conocido esta forma de deleitar al cantante de mi vida, sigo acariciándote, recorro cada parte de tu espalda, contorno esa silueta de dioses que ordenaron esculpirla con belleza, tu suavidad me incita a dejar que mis manos se apoderen de esa fragilidad, te sigues moviendo sensualmente o quizás lo esté imaginando pero mis ganas son puras, quiero que no te detengas, quiero que bailes mientras permanezco recostado, te miro demostrando lo débil que me encuentro por amarte, tranquilo mi templo se sumerge en un profundo sentir calmante, de esta manera sin deseo candente, lujurioso, sin perversidad te estoy añorando, blanco sentir, sincero placer de un amante que solo se deja seducir con miradas, palabras desprendiendo ese fragante aliento, hueles a la aurora de un heaven, tu sangre pareciese vivir por este momento. Idolatrándome con tu mirada, eres lo viviente de la luz, para mí lo maravilloso eran ver las luciérnagas pero ahora solo tu sonrisa es la que se adueña de mi existencia, no dejo de verte a los ojos todo es un enigma fascinante, puedo ver tu interior, aclamas con desespero que siga confesando los secretos del amor y yo sigo hablándote, te dibujo entre palabras lo que estoy guardando en mi mente porque el pasado florece y te digo a través de mis pupilas que más allá de la muerte te querré y te amare.
Me aclamas porque te bese, el contrato está siendo dictado entre lo que anhelamos cada uno, te ofrezco todo pero debes de descubrirlo con cuidado hay cosas que desconozco pero sé que siempre estarás para mí, por ello me aferrare a ti, creare mi propia plegaria silenciosa para que jamás te vayas de mi lado, sonrió cual gesto se pierde con mi triste porcelana y continuo a regocijándome…
-Te refieres de tristeza y eso me mata, no he hecho nada más que herirte, soy un monstruo que a pesar de sufrir me encanta ser seducido por tu agonía, llore, maldije cuando tu luz se extingue pero al mismo instante mi interior lo disfrutaba, ¿Qué clase de amor es este? Como un crepúsculo gélido cual frágil llevaba aliento de muerte, por eso temo en amarte porque quiero consumirte hasta el final, soy un epitafio, cruel y despiadado que se impulsa a una trágica muerte a tu lado, a esa intensidad te amo, asesinarte con mi ilusión, mi cariño y todo lo que conllevo para después seguirte, acompañarte donde quiera que vayas, este es mi lamento amoroso, te juro que este es el único amor que me está llenando, todo esto nadie me lo ha hecho sentir, solo esto es tuyo y hay demasiadas cosas que desconozco y también son tuyas.
Mi voz vuela acariciándote, tu llanto me desgarra el vacío, siento dolor y que manera de atraerme con tu mirada brillosa, ojos cristalinos, me convierto en tu guardián, protejo tu templo con mi aurora, desprendo profundas caricias en tu rostro, delineo la silueta de tus hermosos ojos, engendrando el pergamino que me haga recordar tu figura, llevándome es sonrisa que me has dicho que es solo mía, dejando que mis dedos la parte donde las uñas relucen te acariciaran de forma lenta, dulce y cariñosa, pero mi pecho comenzó a gritar, punza con tortura el hueco donde un corazón desapareció, me invaden las ganas de derramar el llanto y todo por tus palabras, siendo tu piel la que me consuele, sigo besándola como si el tiempo no avanzara, refugiando mi verdadera esencia en ti.
-¿Qué clase de amor es el que nos tenemos? Nos gusta sufrir por aquello que deseamos, nos creamos nuestro propio purgatorio y todo por ti y por mí. Ha sangrado mi alma, estaba a punto de ponerle un velo oscuro que me acompañara fiel en mi andar, tu luz se desvanecía y espinas enterradas tenían mis ojos ciegos, secándolos, lo más hermoso estaba por desaparecer, mis lágrimas ya no resbalaban por mis mejillas, mi garganta enmudeció que trasparente mis labios se cocieron con hilos del olvido siendo testigo que mi propio corazón estaba muriendo nuevamente, de esta manera me siento cuando invoco el tormento a tu lado, al violarte, al enjaularte, al dejarte como nuevamente al tomarte a la fuerza y a pesar de todo esto sigues aquí, viniste por más que eso es lo que obtendrás porque jamás te dejare.
Ahora te observo, coqueteo contigo al estar de forma sensual, mi mano en la cabeza y la cadera de lado, te invito a que sigamos dando el cariño engendrado por una desesperación. Besando tu cuello, eres mi perfecta dosis, me prendes como así me calmas, gozando de tu dulce sabor, por más que lo pruebe no hay forma de empalagar.
Mis labios siguen fundiéndose en tu piel, te hablo de la manera en la que amo capturar a mi amante, te entrego pieza por pieza de lo que represento. Primero te entregue mi horrorosa lujuria, mi pasión, mi locura que lo es todo en este mundo oscuro, hice que conocieras la oscuridad de mi templo, el infierno que se cimenta en mi existencia, el dolor y la agonía que siempre me acompañan, dando paso por paso sin darme cuenta de que terminaría conociendo lo opuesto de lo que hice.
Soy una bestia y sin embargo mi bella llego a calmarla, pero ¿Por cuánto tiempo? Quizás sea solo por esta noche, ahora que la luz de la luna se refleja en tu presencia, el viento no deja se soplar y seguimos siendo solo tú y yo en este paraje que se ha convertido en nuestro, comparto lo que amo de la manera en la que lo hago contigo, tú me haces sentir lo que siento al tocar la atracción por cada belleza, hasta la forma de cómo me seduce el violín tú lo llevas, me aferro en un abrazo, acaricio esos encantadores cabellos y percibo la sangre de la rosa eterna, me doy cuenta que ha encontrado su regalo, y ese apreciable quejido que me elevo a los cielos, con movimiento suave te alejo un poco, tomo tu mano y le planto un beso, dejando mi suavidad en ella al abrirla y poso la rosa en tu pecho, dedicándome a curar tu piel sangrada por las espinas, besándola con sumo cuidado, desprendiendo lambidas, quemándome, mi garganta me arde por tu linfa, disfruto como me acaricia el interior, recorriendo el laberinto vaciado con tu sabor y desprendo un pequeño gemido sin dejar la mirada en ti, mirándote con profundidad, esa mirada que penetra hasta el alma, me acerco lentamente a tu rostro, coqueteo un poco con mi nariz al rozarte los labios, hago como que te beso en la corta distancia que tenemos, lentamente mi rostro se mueve, quiero seducir esos labios, mi mano libre busca una mano tuya, la encuentro y con las yemas de los dedos paseo en tu palma, delineo las rayas de los que se dicen ser insignias del destino, bajando los dedos a entrelazarlos con los tuyos y presiono tu mano, te sostengo mientras dejo mis labios en los tuyos con un beso y ahí comienzo a mover los labios apasionado por tenerte.
-Agradecer no es de enamorados-murmuro, declarando a las noches eternas que al fin he dejado caer mi corona que se aferraba a solo una noche estrellada donde un poeta me había vuelto a enamorar como ahora lo hace mi muñeca de porcelana que veste de una hada para apoderarse del cuento maldito, murmurando con la voz perdida en el limbo de tu sabor, componiendo una sinfonía de besos, al desprender un poco de tu carnosidad y estar al molde de la estatua de la eternidad; nuestros templos unidos, tú recostado y yo a un lado de forma en la que cubra solo la sombra de tu rostro, la rosa negra posada en tu pecho con una mano entrelazada y un beso es el verdadero significado del regalo….-Eres mío más allá del final, este es el significado de mi rosa.-Pero no solo eso significa para mí, tengo demasiados secretos, pero el importante es este, te ofrecí mis sentimientos y los demuestro en la forma en la que te beso, una fragancia dulce de una muerte sin dolor sabe.
Dejarme amor mío tomarte de esta manera especial, jamás había conocido esta forma de deleitar al cantante de mi vida, sigo acariciándote, recorro cada parte de tu espalda, contorno esa silueta de dioses que ordenaron esculpirla con belleza, tu suavidad me incita a dejar que mis manos se apoderen de esa fragilidad, te sigues moviendo sensualmente o quizás lo esté imaginando pero mis ganas son puras, quiero que no te detengas, quiero que bailes mientras permanezco recostado, te miro demostrando lo débil que me encuentro por amarte, tranquilo mi templo se sumerge en un profundo sentir calmante, de esta manera sin deseo candente, lujurioso, sin perversidad te estoy añorando, blanco sentir, sincero placer de un amante que solo se deja seducir con miradas, palabras desprendiendo ese fragante aliento, hueles a la aurora de un heaven, tu sangre pareciese vivir por este momento. Idolatrándome con tu mirada, eres lo viviente de la luz, para mí lo maravilloso eran ver las luciérnagas pero ahora solo tu sonrisa es la que se adueña de mi existencia, no dejo de verte a los ojos todo es un enigma fascinante, puedo ver tu interior, aclamas con desespero que siga confesando los secretos del amor y yo sigo hablándote, te dibujo entre palabras lo que estoy guardando en mi mente porque el pasado florece y te digo a través de mis pupilas que más allá de la muerte te querré y te amare.
Me aclamas porque te bese, el contrato está siendo dictado entre lo que anhelamos cada uno, te ofrezco todo pero debes de descubrirlo con cuidado hay cosas que desconozco pero sé que siempre estarás para mí, por ello me aferrare a ti, creare mi propia plegaria silenciosa para que jamás te vayas de mi lado, sonrió cual gesto se pierde con mi triste porcelana y continuo a regocijándome…
-Te refieres de tristeza y eso me mata, no he hecho nada más que herirte, soy un monstruo que a pesar de sufrir me encanta ser seducido por tu agonía, llore, maldije cuando tu luz se extingue pero al mismo instante mi interior lo disfrutaba, ¿Qué clase de amor es este? Como un crepúsculo gélido cual frágil llevaba aliento de muerte, por eso temo en amarte porque quiero consumirte hasta el final, soy un epitafio, cruel y despiadado que se impulsa a una trágica muerte a tu lado, a esa intensidad te amo, asesinarte con mi ilusión, mi cariño y todo lo que conllevo para después seguirte, acompañarte donde quiera que vayas, este es mi lamento amoroso, te juro que este es el único amor que me está llenando, todo esto nadie me lo ha hecho sentir, solo esto es tuyo y hay demasiadas cosas que desconozco y también son tuyas.
Mi voz vuela acariciándote, tu llanto me desgarra el vacío, siento dolor y que manera de atraerme con tu mirada brillosa, ojos cristalinos, me convierto en tu guardián, protejo tu templo con mi aurora, desprendo profundas caricias en tu rostro, delineo la silueta de tus hermosos ojos, engendrando el pergamino que me haga recordar tu figura, llevándome es sonrisa que me has dicho que es solo mía, dejando que mis dedos la parte donde las uñas relucen te acariciaran de forma lenta, dulce y cariñosa, pero mi pecho comenzó a gritar, punza con tortura el hueco donde un corazón desapareció, me invaden las ganas de derramar el llanto y todo por tus palabras, siendo tu piel la que me consuele, sigo besándola como si el tiempo no avanzara, refugiando mi verdadera esencia en ti.
-¿Qué clase de amor es el que nos tenemos? Nos gusta sufrir por aquello que deseamos, nos creamos nuestro propio purgatorio y todo por ti y por mí. Ha sangrado mi alma, estaba a punto de ponerle un velo oscuro que me acompañara fiel en mi andar, tu luz se desvanecía y espinas enterradas tenían mis ojos ciegos, secándolos, lo más hermoso estaba por desaparecer, mis lágrimas ya no resbalaban por mis mejillas, mi garganta enmudeció que trasparente mis labios se cocieron con hilos del olvido siendo testigo que mi propio corazón estaba muriendo nuevamente, de esta manera me siento cuando invoco el tormento a tu lado, al violarte, al enjaularte, al dejarte como nuevamente al tomarte a la fuerza y a pesar de todo esto sigues aquí, viniste por más que eso es lo que obtendrás porque jamás te dejare.
Ahora te observo, coqueteo contigo al estar de forma sensual, mi mano en la cabeza y la cadera de lado, te invito a que sigamos dando el cariño engendrado por una desesperación. Besando tu cuello, eres mi perfecta dosis, me prendes como así me calmas, gozando de tu dulce sabor, por más que lo pruebe no hay forma de empalagar.
Mis labios siguen fundiéndose en tu piel, te hablo de la manera en la que amo capturar a mi amante, te entrego pieza por pieza de lo que represento. Primero te entregue mi horrorosa lujuria, mi pasión, mi locura que lo es todo en este mundo oscuro, hice que conocieras la oscuridad de mi templo, el infierno que se cimenta en mi existencia, el dolor y la agonía que siempre me acompañan, dando paso por paso sin darme cuenta de que terminaría conociendo lo opuesto de lo que hice.
Soy una bestia y sin embargo mi bella llego a calmarla, pero ¿Por cuánto tiempo? Quizás sea solo por esta noche, ahora que la luz de la luna se refleja en tu presencia, el viento no deja se soplar y seguimos siendo solo tú y yo en este paraje que se ha convertido en nuestro, comparto lo que amo de la manera en la que lo hago contigo, tú me haces sentir lo que siento al tocar la atracción por cada belleza, hasta la forma de cómo me seduce el violín tú lo llevas, me aferro en un abrazo, acaricio esos encantadores cabellos y percibo la sangre de la rosa eterna, me doy cuenta que ha encontrado su regalo, y ese apreciable quejido que me elevo a los cielos, con movimiento suave te alejo un poco, tomo tu mano y le planto un beso, dejando mi suavidad en ella al abrirla y poso la rosa en tu pecho, dedicándome a curar tu piel sangrada por las espinas, besándola con sumo cuidado, desprendiendo lambidas, quemándome, mi garganta me arde por tu linfa, disfruto como me acaricia el interior, recorriendo el laberinto vaciado con tu sabor y desprendo un pequeño gemido sin dejar la mirada en ti, mirándote con profundidad, esa mirada que penetra hasta el alma, me acerco lentamente a tu rostro, coqueteo un poco con mi nariz al rozarte los labios, hago como que te beso en la corta distancia que tenemos, lentamente mi rostro se mueve, quiero seducir esos labios, mi mano libre busca una mano tuya, la encuentro y con las yemas de los dedos paseo en tu palma, delineo las rayas de los que se dicen ser insignias del destino, bajando los dedos a entrelazarlos con los tuyos y presiono tu mano, te sostengo mientras dejo mis labios en los tuyos con un beso y ahí comienzo a mover los labios apasionado por tenerte.
-Agradecer no es de enamorados-murmuro, declarando a las noches eternas que al fin he dejado caer mi corona que se aferraba a solo una noche estrellada donde un poeta me había vuelto a enamorar como ahora lo hace mi muñeca de porcelana que veste de una hada para apoderarse del cuento maldito, murmurando con la voz perdida en el limbo de tu sabor, componiendo una sinfonía de besos, al desprender un poco de tu carnosidad y estar al molde de la estatua de la eternidad; nuestros templos unidos, tú recostado y yo a un lado de forma en la que cubra solo la sombra de tu rostro, la rosa negra posada en tu pecho con una mano entrelazada y un beso es el verdadero significado del regalo….-Eres mío más allá del final, este es el significado de mi rosa.-Pero no solo eso significa para mí, tengo demasiados secretos, pero el importante es este, te ofrecí mis sentimientos y los demuestro en la forma en la que te beso, una fragancia dulce de una muerte sin dolor sabe.
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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“Sí, eres un monstruo, pero eres el monstruo que yo amo. Al que quiero, adoro y contemplo siempre. Cada noche, cuando miro a las estrellas te imagino como un ser de oscuridad. Pero no es tan malo… No es algo que aborrezca, todo lo contrario, es algo que me seduce. Me hace sentir vivo, me hace sentir la excitación que se va perdiendo con la inmortalidad, la regeneras, continuamente.”
Y si por algo eran las cosas de esa forma? Él, que con su semblante agónico me volvía desquiciadamente loco de amor. Y yo, que con mi forma de ser, tan angelical y caprichosa al mismo tiempo, lograba seducirlo. Lograba tenerlo entre mi telaraña y acorralarlo, haciendo que todos sus pensamientos se nublen en un mar de luz, que se dirigía expresamente a mí... Quizá ese era nuestro destino, lo que el “karma” había dispuesto para ambos. Porque nuestras diferencias se complementaban desquiciadamente bien. Éramos tan diferentes que pensaba que literalmente veía otro mundo. Me sonrojaba y con una dulce sonrisa que llegaba del fondo de mi corazón me apretaba. Buscando aclamar por el espacio que era de mi propiedad. Su pecho, donde estaba su corazón, que a pesar de muerto desde hacía muchos años… Seguía insistiendo en abrirse para mí, dando paso a un nuevo mundo de esperanzas, de emociones que quizá, ambos dos habíamos esperado nunca poder tener. Porque no era algo normal. No era algo que se veía todos los días. Y estaba seguro que sería un cuento para poder relatar, algo mágico, como esos libros absurdos que me encababa hojear en las bibliotecas, en la parte para los niños. -Es un amor muy extraño, de eso no hay dudas… A-ah? – La sorpresa inundó mis ojos cuando decía que nadie más lo había hecho sentir de esa forma. Yo de alguna forma lo sabía, en mi interior estaba seguro de que no me mentía. Pero de todos modos algo en mi estómago burbujeaba, me hacía sentir en las nubes y con una impetuosa risita, me acurruqué en él. Sintiendo la hermosa suavidad de su aroma contra mi tersa y perlada piel.
Y esos besos que seguían como sabiondos el recorrido exacto que tenían que dar por mi piel, como una contraseña secreta que solo nosotros dos sabíamos. Y esa misma abría los secretos oscuros y se volvía a resguardar para que nadie más lo pueda abrir. Éramos solo nosotros dos, no? Me preguntaba si todo saldría bien. Si la felicidad duraría eternamente? Era obvio que no. Él no me soportaría todo el tiempo, pero yo intentaría mantenerme a la altura. Poder ser un buen acompañante de la eternidad. Le dejaría ver todo lo mío, poco a poco, tiempo al tiempo. Y buscaría también saberlo todo de él. Me negaba a que me escondiera algo! Yo, caprichosa y egoístamente deseaba mantenerme al tanto de todo. Absolutamente todo. Y con una caricia en su nuca y unos cuantos besos en su mejilla se lo dejé saber. Solo con una mirada enceguecida por un cosmos. Era una mirada de confidencia. De una caja de pandora que aseguraba que jamás sería abierta. – No importa. No importa que tanto me dañes. Pero si me quitas eso que amas, bueno... Dejaréis de hacerlo. No os puedo permitir que me arrebatéis eso. A menos que vayáis a matarme y de esa forma, puedo dejar que me comáis entero, que me despedacéis. Pero solo si luego de ello me tiráis al fuego. De otra forma, seguiré luchando para estar a vuestro lado, combatiré para que la luz de mis ojos siga presente en tu oscuridad. Os he dicho lo mucho que me gusta el color gris, no? Un gris hermoso es el que podemos hacer. Os lo prometo. Pero vos tenéis que prometerme que estaréis siempre conmigo. Siempre… - Exclamé mientras el sentir de sus dedos se prolongaba sobre mi piel, me apoyaba en su mano, me frotaba y le sonreía con cuidadosa dulzura, suspirando mientras mordía mi labio inferior, intentando no descontrolarme. Mis dedos pasaban por sus mejillas, volvía a acariciar debajo de sus ojos, estando completamente perdido en aquel cielo que me iluminaba. Él no parecía saberlo! Pero era esa luz tan fuerte que tenía en sus ojos la que me hacía blanco. Porque detrás de todo lo que yo era, estaba mi tristeza, mi desgracia. Pero esos ojos… Esas miradas, eran la eternidad que me daría de existir. Eran las puertas del alma. Y yo sabía que en el fondo, allí donde ni siquiera podía ver, había una blancura extrema. Había una pureza que me dejaba cegado por su brillo. Yo lo puliría, lo haría salir poco a poco, con un amor que se volvería esencia pura.
- No me abandonaréis después de esta noche, no? Siento que vuestra presencia es tan sobre natural, que quizá solo es un adiós para siempre. Pero moriré si es de esa forma. Moriré horriblemente. Porque no podría soportarlo. Me confirmáis con todo el amor que… Que decís que me tenéis, que os quedaréis aquí? A-uch… - Me quejé débilmente por las lambidas que jugaban con aquella sangre que salía de mi mano, dejando que una débil sonrisa se apareciera, suspirando, en tanto volvía a acariciarle, disfrutando aquella sensación, parecía que yo mismo me estaba alimentando. Mi sonrojo pasaba por todo mi rostro, elevaba la mirada al cielo y dejaba que las musas me hicieran desaparecer en su alma. Alma podrida que se lavaría eternamente conmigo a su lado. – Por qué? Agradecer… Pero estoy enamorado… Y no me alcanzan las veces para deciros que gracias y gracias. Y-y quiero seguir diciéndolo. – Declaré mientras me aferraba a la rosa negra, tan eterna era que no podía parar de sentir la gracia divina cayendo sobre nosotros, ladeando la cabeza, le observaba y en el cielo empezaba a mostrarse una claridad dulce y carnal. Sabía que la noche no duraba eternamente y por eso nosotros sí. La sonrisa se quedó en mi rostro cuando un beso cegador me nubló al vista y me quedé completamente idiotizado por el mundo. Besando con cuidado nuevamente, apretando el labio. Era un beso diferente, mis ojos no podía cerrarse, estaba tan pero tan perdido en la sensación que solo pude sujetarle la mano como él indicaba, apretujándola, hasta que poco a poco mis ojos se cerraban y me hundía en ese beso venoso y especial. Como si cerráramos un contrato. - … También vos. Sir D’Lenfent… - Susurré apoyando mi frente en la ajena cuando una sonrisa apareció rápidamente en mis labios y dientes, apretujando su mano, sintiendo la dulce suavidad y luego mi mano en la rosa, mis ojos aguados, derrochaba lágrimas de felicidad secas. No había nada para decir. Era el día más feliz de toda mi existencia. No había ser más afortunado que yo en ese instante. Era el día glorioso que me llevaría a vivir por siempre. Siempre a su lado, protegiendo a aquel cuervo que en sus alas se puede notar el dolor. No dejar que nada le suceda. Ese era mi destino. Me proponía ser su escudo y por eso nunca, jamás lo defraudaría. – Sir Lenfent… Tendría la amabilidad de… Acompañarme a casa luego? La claridad está haciendo presencia, sería un honor para mí… Ser quemado junto a vuestro cuerpo, pero cuando vosotros lo deseéis. – La risita dulce, armoniosa y melodiosa se escuchó salir, acercándome un poco más a él, en tanto le olía, aquel sabor que endulzaba mi vida se hacía tan fuerte, pero tan rico. Era la medida justa para poder tenerlo por siempre y jamás agotarme. Era lo que necesitaba. Y no permitiría que nadie se pusiera en mi camino. Aún si tenía que matar. Lo haría. Degollaría todo lo que interfiriera entre nosotros. Porque era mi destino y el ajeno, estar juntos hasta que solo queden cenizas de nosotros.
“Buscaré en las profundidades del edén, estar contigo para siempre. Llevarte conmigo a cada lugar del mundo o por lo contrario, seguirte hasta volverme una extremidad más de ti.”
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Re: Sérénade de l'amour (Privado)
Juntos en nuestra luz, tu luz abrazándose a mis sombras… ¡Te amo! Orgullosamente ahora extiendo mis alas negras, la tercera puerta esta sellada al interior de mi cuerpo, asegurándome de que la caída de mi pluma negra te encarcele revoloteando hermosamente a través de tu luz hacia la eternidad.
Por siempre, seguramente por siempre se sentía como si pudiera estar aquí por toda la eternidad, los vacíos días desaparecían, aquello que era eterno se volvía un recuerdo, no podía llorar es como si el cantico se secara, sintiendo oprimirse por las evocaciones, jamás había sentido su interior de esa manera, la calidez que fue olvidada ahora la sentía con él, su presencia son los brazos que le están salvando, protegido, porque sentía esa especia de protección, quera protegerle del mismo cuervo, alejarlo de las alas insignificantes pero incluso ahora en un sueño se quedó enjaulado, siendo una interminable sensación. Mientras sopla el viento, las hojas siguen cayendo danzantes y se acumulan al alrededor, pensando, hablando sobre lo que le está devorando su esencia, este romance nocturno, sin dejar que el sueño cierre este escenario, sobre ruinas a media noche, como un alma profundamente sin brillo encendió un magnifico escenario en un esplendoroso funeral, siendo la muerte del cuervo en brazos de radical ser. Pero reflejándose la noche guardada en las pupilas de ambos, flotando la noche azulada, abrazando los restos de su voz, un amor inmenso como el mar pero de un profundo carmesí se retoñaba, sin pensar que lo está dejando todo por seguir en este pétalo que empapa a las alas rotas para darles hermosura, sintiendo como se hunde su templo en el pecho, era un espécimen de soplo de vida que envolvía como una nube el tierno color de la mirada…Volviéndose una sombra única para él, permanecía a su lado, escuchándole, deleitándole con encantadores besos que no se terminaban, sosteniendo su mano, percibiendo la esperanza en este profundo amor que iba en espiral, siendo la voz cuando hablaba el cuervo una herida, la forma en la que su corazón fue violado, incluso las manos del pecado se aferraban a la pureza de él, un dormido mar rojo lo era todo para sí mismo, sus entrañas, su existencia fue ofrecida en besos jamás antes posados, siendo su amante un verdadero secreto que jamás revelara, pues sus roces, la manera en la que le correspondía era la verdadera manera de llenarlo, pero negaba, siempre lograba seducirlo con sus palabras, sus manos delicadas que le invitaban a confiarle cada enigma, sus labios cual besos ejercidos le alienta a confiarle hasta de lo que le asusta.-Importa demasiado, todo lo que se trate de ti me importa…Te amare aunque el aliento de la muerte se vaya, después de ella quiero estar contigo, acepto tu promesa, donde quiera que vayas estaré, aférrate siempre a mí y yo jamás te dejare ir, eres la única forma de leer de la vida, deseo ver ese gris que tanto amas porque sabré que solo seré tuyo, tu mi querubín, sujeta mi mano con fuerza, aquí donde tu alma se arraiga a mi vacío, tu templo es mi templo, nuestras caricias se funden, el sonido de los besos traspasan un misterioso susurro diciendo “ Tu mío, yo tuyo”
Belleza infinita que capturaba de la forma en la que le tocaba, su dulzura le embriagaba, no necesitaba de su toque para sentirlo, solo necesitaba sus gestos, su rostro en la que describe la manera en la que se siente cuando le acarician, pero el rostro propio era amado, las únicas caricias que siente provenían de su amado, preguntándose si esto es lo que le llaman el auténtico amor, el único que puede brindarte confianza, llevarlo hasta el fin de la eternidad el amor es el alma…
“Votre vie est autant à moi que ma mort est autant la vôtre”
Percibiendo como todo se desvanecía a su lado, la linfa calmaba, tocaba cada fondo para llenarlo, observaba los orbes de las lunas más preciadas, destelladas de brillo que una sonrisa invitaba a morir porque sea eterna, sus labios que destilaban las más sabrosas mieles especiales, amar sus ojos que miran enseñando un paraíso, besando, entregando existencias…”Tu vida es tan mía como mi muerte es tan tuya” descifrando esas palabras en cada movimiento, sosteniendo con fuerza delicada su mano, tatuando la carne que ha de ser suya por siempre, un beso que despierta y duerme la caída de la cortina profunda de sueños, una melodía resuena haciéndose eterna por esta reunión. Posando la frente como lo hace su querido, detallando sus ojos en la cercanía y su nariz rozándole con la propia, un movimiento de amantes que se responden con cariños especiales sin soltarse de las manos frente al artefacto que representaba una especie de ceremonia.-shhh, no iré a ningún lado, estoy contigo, este es el comienzo de nuestra eternidad juntos, ¿A dónde podría ir? Si todo lo que tengo aquí esta… Le amo joven jaejoong, le amo, le amo, si agradecer es lo que desea hágalo, agradecerme mil veces pero he de consumirlos en un beso para sentirlo en verdad.
Suavemente, con delicadeza los labios se movían desprendiendo los murmuros de las palabras, abrazándole con devoción, teniendo cuidado con la rosa que sujetaba, desposando un beso lleno de respeto en su frente…- Aunque no me lo pidiese, es mi deber como caballero llevar a mi amado a su mismo aposento…-desprendiendo otro beso que con delicadeza se movía, deslizando las manos a sus piernas, con cuidado le levanto, cargándole en sus brazos al mismo instante que se levantaba- Sera posible que ¿Me deje llevarle en los brazos? No quiero soltarle por un instante….-Emprendiendo el paso, camina lentamente sin desviar la mirada, mirándole fijamente…-Y el violinista al fin ha encontrado el alma para su violín…-susurro que el viento acompaño, dirigiendo la mirada al frente para admirar el paraje y decirle adiós por esta noche, aprendiendo a agradecer al paraíso de la imperfección por ahogar un sueño, sin lugar a dudas desea que sea un olvido el pasado pero era imposible solo lo apaciguaba, jurándose a sí mismo que no permitirá que alguien le asesine esta esperanza, apuntando al virgen cielo, iluminando el sendero conforme avanzaba, esta hermosa criatura es y será lo que guarde el destino, siendo el primer llanto de niño en la luminosidad, el dulce aroma que le muestra el significado del vivir, siendo una gota de agua que cae del cielo deslizándose en la mejilla, elevando el rostro por ser la lluvia la que les acompañe-Ahora el cielo está esperando que llore por ti-hablando para sí mismo y piensa en que: “llegar a creer que solo bajo la lluvia azul el sentimiento sigue siendo un espejo virtual, solo nosotros, le ruego a esta lluvia, dicto plegarias de lágrimas cristalizadas que congelen la desilusión y la crueldad de la tragedia, la realidad del pasado que no afecte las cadenas del sueño, no deseo dormir más, no dejes que caiga en otro sueño, mantenme a su lado es lo único que deseo” perdido en la relajante lluvia, sin detener el andar pues añoraba recorrer la laguna nuevamente hasta llegar al nicho de su amante, gozando cada instante, cada paso por estar con la mirada clara, volviendo a creer en una llama diferente, elevando la evocación sin que haya un adiós y compartir esta eternidad de manera en la que se pueda consumir.
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Sérénade de l'amour (Privado)
“Trotando se oyen los latidos de mi corazón. Como un efímero universo, me dejo encarcelar por tus plumas de acero. Pero que tintineante la sensación de tu suavidad! Que provoca en mí, un cosquilleo de un triunfo abrazante. No puedo esperar a sentir la muerte atravesar mi maligno corazón. Que al igual que el tuyo, están detenidos por la inmortalidad.”
En ese conjunto de palabras vendía el alma en pena que alguna vez me había sido arrebatada y ahora se aferraba fuertemente a mí, porque me sentía vivo, mi piel estaba como la de un pollo despellejado. Mi voz estaba quebrada, mis ojos lubricados y mis labios de un rojo intenso al igual que mis mejillas. Me desvivía por escuchar aquellas palabras tan hermosas que aquella ave negra desprendía para mí. Era hermoso! Como era posible que un ser tan perfecto me diera todo ese amor a mí? Un sueño hecho realidad. Mis manos se paseaban por su piel y escuchaba el cantico de las sirenas zumbando detrás de sus palabras, como algo que me hipnotizaba al punto que provocaba que me tire de un barranco imaginario hacia sus brazos. — Os tomo la palabra mi inquisidor cuervo negro. Os hago firmar con sus labios… — Proliferaba mientras la sonrisa se tornaba en mis labios, pensaba en todas las cosas que podíamos hacer juntos, en todo lo que le podría conocer si el aceptaba estar conmigo. Escucharle tocar el violín, componer melodías solo para él. Me temblaba el estómago de pensar que me podía acurrucar en su pecho cada vez que se me atojase. Y por ello mismo lo hice, me acurruqué como un pequeño gatito y apoyé especialmente la mejilla, subiendo el rostro, para luego abrir los ojos y mirarle. Era una mirada profunda, llena de pasión que derrumbaba en sus fauces, como si le provocaba, la incitaba a comerme.
“Mi vida es tuya, mi muerte también. Solo tú decidirás cuando yo tenga que dejar de existir. Cuando lo hagas, prométeme que será por seguir amándome.”
Mis gestos eran auténticos. Me removía, como un felino entre sus brazos, mientras sacaba la lengua y le sonreía traviesamente, endulzado hasta el tope por estar tan feliz como jamás en mi vida. Relamiéndome los labios, mordiéndolos, asintiendo suavemente a sus palabras, mientras la risa relucía en un mar de silencio que solo nosotros dos entendíamos. Como un secreto, una privacidad que solo se compartía de a par. Mientras mi nariz se acariciaba con la ajena, era el saludo de las aves, frotándose las unas a las otras, dos fauces que esperaban ser aceptadas. Nuestros cuerpos eran el código del otro, encajábamos como un anillo en dedo correcto, mientras asentía a los besos especiales, que decían ser como mil agradecimientos juntos. Sujetándole el labio inferior con mucho cuidado, mientras seguía delineado su piel perfecta y marfilada. Era la sensación tan escrupulosa que había sentido jamás, extraña, voraz. Pero encantadora al fin y al cabo, no había formas de decir lo mucho que me encantaba probar sus labios y recordaba que en un inicio… Eso era lo que me había hecho caer a sus pies. El tacto de nuestros labios! Yo nunca había dejado que nadie me bese! Ni besar a otro! El simple pensamiento me daba asco, las veces que me habían robado besos los había odiado, tan secos, compartir algo tan íntimo me daba repugnancia. Pero con él, era mucho mejor que beber de tres niños diferentes en un solo bocado. — No hay beso más puro que este, como si me quemara los labios, la sensación más extraña que he sentido y solo vosotros podéis hacerla repetir… — Le aclaré mientras aceptaba sus manos y me reclinaba con admiración, observándole como si fuese un retrato vivo, acercándome a sus mejillas, besando el aire a un centímetro de distancia, para luego posarlos fogosamente en él. Sin pensar ni un momento, en la herida que me podría provocar si luego de eso, se iba volando como un cuervo alado que era.
Sujetaba la rosa con fuerzas, riendo entre dientes por aquella caballerosidad que antes no había notado. Claro que no… Él había abusado, lo había tratado como un trapo de piso mucho tiempo. Como una maldita escoria, había sido su simple marioneta durante todo aquel tiempo. Pero ahora era todo, completamente diferente, se sentía en un mar de suavidad, con aquel ser a su lado. Aunque no olvidaba el por qué lo amaba. Que aunque en realidad no tenía clara una razón, sabía que se abocaba a los sentimientos que lo había hecho tener. Su primer, único y esperaba fuese, el último, amor. Como un niño, le idolatraba y asentía cuando sus palabras se deslizaban como susurros en el aire hasta chocar con su mente. — Es posible, pero me olvidaré como caminar si me lleváis así a muchas partes… Aunque es muy cómodo, vuestra piel, vuestra suavidad… No recordaba este tacto tan suave, ya sabréis vos por qué… — Dije sacando muy, muy apenas, la lengua. Para luego cerrar los ojos y apoyar la cabeza en su hombro, observando alrededor, doblaba las piernas y las apoyaba una sobre otra, mientras el cuervo me mantenía pegado, nos volvíamos uno solo y por momentos pensaba que yo mismo estaba caminando, con otra extremidad de mi cuervo. — La estabais buscando en realidad? Me alegro ser yo… Aquel que pueda estar a vuestro lado, aquella alma que estabais buscando. Pero debo contaros, que sois vos quien la revivisteis… Y, valga la redundancia, para vos mismo. Sin eso, yo no tendría alma para llenar nada… — Le recordé, de alguna forma, y apoyé un dedo sobre su nariz, negando con entusiasmo en tanto nos acercábamos a lugar donde nos refugiaríamos de la luz del sol, cuando esta se molestara en aparecer a molestarnos la existencia. Sentía el frío rozando mis talones, me apretaba a su pecho y apoyaba los labios en la piel de su cuello, que solo los despegué unos milímetros cuando una lluvia fina se vio cayendo entre nosotros. Y me hizo mirar al cielo, pestañeando por ello, sonriendo de lado. Lo sentía como un baño, como si todas las impurezas fuesen desparramadas nuevamente hacía abajo, cayendo a la madre tierra, saliendo de nuestros corazones. — Estamos limpios… Los sentimientos positivos son los que quedan ahora en nosotros... —Dije con un semblante dulce y profundo, moviendo la cabeza a los lados, mi cabello lacio se pegaba contra mi frente y contra mis mejillas, en tanto observaba en cabello ajeno caer un poco más. Tan hermoso, solo había unos cabellos de esa forma, textura y voluptuosidad. Sus pestañas estaban también mojadas y me hacían dar un chirrido interior. Que provocó que un millón de estallidos estén en allí. Y la vergüenza se asomó, haciéndome retorcer del sonrojo, que simplemente me escondí olisqueando al aire, siendo casi imperceptible, el olor a mi hogar entraba a mis fosas nasales. El recorrido por la laguna había sido armonioso, con sonrisas que nunca olvidaría y me derretía de pensar que ese lugar especial era donde me había ocurrido lo mejor del mundo. Donde habíamos declarado al fin nuestro amor. Ahora podíamos ser felices, aunque este era solo un comienzo. Cuando llegábamos a refugiarnos, cuando los días y las noches pasaran. Era el hermoso inicio de una relación que duraría por mucho, mucho tiempo. Porque yo jamás le dejaría y él me amaba. Yo estaba seguro de eso. Aun sabiendo que quizá se dejaría llevar por otras personas… Yo estaba seguro que él me amaba solo a mí y aunque los celos me carcomían aún sin haber sucedido nada, tenía claro que sus ojos eran los ojos más sinceros que jamás había visto y por eso… Aseguraba que no me dejaría y si alguna vez lo hacía, terminaría con mi vida. Pues nada valía la pena sin él a mi lado.
—Llorar, estuve tanto tiempo llorando por vos, que las lágrimas ya no son equivalentes a lo que siento en este preciso instante, aunque caigan más en cantidad o aunque sean más fuertes. Yo no tengo otra cosa que decir, solo que os amo… Nunca he amado a nadie y el sentimiento es tan fuerte que me desgarra. Gracias por esta hermosa noche, Sir… Es ahora de descansar, porque el sol que es cubierto por la lluvia va a salir pronto. Gracias… — Mis últimas palabras resonaron nuevamente, mientras el refugio nos abrazaba, el aroma a mí se hacía presente, nos envolvía y juntos pasábamos él día como dos amantes completamente enamorados. Dormidos en nubes, era el sueño el que nos había ganado. Las experiencias tan extremas que hoy habíamos presenciado, la cama que recordaba nuestros encuentros pasados, pero hoy era otra historia. Hoy el amor, el extremo amor, era lo que nos hacía palpitar en ilusiones. Lo que nos haría volar, lo que nos unían con el cordón rojo del destino. Éramos los únicos dos, los únicos… Que probablemente estábamos atados de ambos dedos índices. Y nunca nadie nos podría separar. Inquebrables, inseparables.
“Este es el principio de un final hermoso. Este es el comienzo de algo que durará eternamente. Pero esta noche se ha acabado. El día está por comenzar y los seres de la noche van a reposar. Se envuelven con sus parejas, hasta la próxima salida de la luna. Que nos mantendrá, por siempre y para siempre juntos.”
[CERRADO]
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